Partida Rol por web

Ambas despertais temprano sorprendidas por una nueva fuente de energia, alguien esta peleando de mañana temprano pero curiosamente no sois capaces de localizar la procedencia de la energia.

Había dormido un buen rato, lo suficiente como para estar descansada. Me levanto de mi cama y saludo Akane. -Buen día master, cómo ha amanecido? Nos espera un largo día, así que apurémonos.- digo, mientras me voy poniendo de nuevo el vestido, ya que estaba en ropa interior.

-Ha sentido la energía que se manifestó recientemente? No he podido saber su ubicación. Igualmente, debemos desayunar y entrenar luego.- agrego, abotonando mi prenda y calzandome los zapatos.

- Buenos dias Johanne - le digo aun bostezando - ¿cópmo has dormido? Yo perfectamente. He soñado cosas increíbles... Y sí, también he sentido esa energía. ¿de dónde vendrá? - le comento mirando por la ventana.

Me dirijo hacia el armario y cojo un sencillo vestido verde, vaporoso y cómodo. SIn mangas y por encima de la rodilla. Peino mi pelo y lo recojo en una coleta larguísima par aque no me moleste. Debemos comer algo y ponernos a entrenar. Tengo que ver de loq ue somos capaces juntas.

- Bajemos abajo y comamo algo, ¿quieres? Y después saldremos al jardín. - al decir esto último mi sonrisa se hizo aun más grande y di un saltito para comenzar a andar y a bajar la escalera de la casa. Estaba feliz.

-He dormido bien, master. O estaba muy cansada o su cama es realmente cómoda. Vayamos a desayunar, que es el momento en que nos cargaremos de la energía para este, seguramente, día productivo.- contesto, mientras comienzo a andar rumbo a la cocina con Akane.
A la vez que caminamos, dialogo con la joven. -Hoy sabremos más a fondo sobre nosotras. Desde cómo pelearemos hasta nuestros objetivos, cosa que nos servirá para trabajar en equipo y, por ende, tener buenos resultados. Te destacas por arreglartelas por tí misma o crees que acompañada todo es mejor?- digo, mirándola fijo, sin adelantar el paso ni retrasarlo.
Aunque no lo aparentaba, estaba ansiosa por empezar y feliz por tener a esta buena chica a mi lado. Creo que haremos una pareja bastante compatible, debido a nuestras ideas y demases.

- PUes vayamos a ello, ¡¡y no nos demoremos más!! - digo sonriente. Bajo las escaleras corriendo, y me emto en la cocina mientras le contesto desde alli las preguntas que me hace.

- En cuanto a eso, yo soy de las que me las apaño bien sóla. pienso que si queres algo haz de hacerlo tú mismo, y que la confianza es dificil ganarsela. Pero también creo que el trabajo en equipo a veces es más productivo... ¡¡dos mentes piensan más que una Johanne!!

Saco algo de leche y de pan tostado. Mucha fruta y me pongo a preparar batidos para las dos.

- ¡¡Hay que coger energías!! Y... ¿cómo prefieres entrenar? Tengo un gimnasio enorme en la parte de atrás de la casa y en la zona del jardín un montón de zonas de escalada, de tiro, escondite, etc... nos lo vamos a pasar bien.

Aun sigo pensando en esas subidas de energía que se sienten en el aire, y en quien o qué puede ser...

Voy tomando un tostada mientras espero a los licuados. -Creo que sería propicio ir al gimnasio. Supongo de debe estar mejor equipado y preparado para entrenar.
Le doy una mordida a la tostada y sigo la conversación. -Respecto a lo otro, vas a tener que pensar en equipo, ya que eso somos. Si quieres llegar al Grial, obvio...- comento.
Recuerdo que ayer había quedado pendiente saber cuál es el deseo de Akane. -Ah, teníamos algo en el tintero. Para que buscas dicha reliquia sagrada?- pregunto, viendo de reojo el reiju de mi master para saber como es.

Sonrio a mi servant y amiga Johanne con felicidad, mientras termino de comer lo que me queda.

- Tranquila, sé pensar en equipo. Pero tienes que entender que llevo mucho tiempo sola, cuidando de mi misma. Pero tú me ayudarás ¿a que si? - me levanto de un salto del taburete donde estaba sentada y doy unos pasitos hacia la puerta.

Antes de llegar a cruzarla, me giro de nuevo para sgeuir hablandola.

- Vayamos al gimnasio, ¡¡empecemos a gtrabajar en equipo!! Y seguiremos hablando. el grial... el grial... lo quiero para... - me quedo algo pensativa mirando al suelo, es la primera vez desde que llegó Johanne que quizá se pueda ver algo de tristeza en mi rostro, pero en cuestiópn de segundos cambio la cara y todo eso ha desaparecido como si nunca hubiera estado ahí, como si la trsiteza y la agonía no existieran een mi. - El grial lo necesito para poder vivir en paz... para poder estar tranquila y descansar de tanta lucha y tanta responsabilidad. Ven, vamos, te lo explicaré mejor cuando empecemos a entrenar.

Con una gran sonrisa me dirgigo hacia el gimnasio, esperando que a Johanne no le incomode que no se lo cuente del todo aún, y que me siga para poder empezar a conocernos a fondo.

Me conmueve ver apenada a mi master, ya que es pequeña y no me gusta apreciar algo así. Si bien quería saber sobre su historia, seré paciente y esperaré a que se tome su tiempo para responder a mis dudas.

Habiendo saciado mi hambre, ordeno un poco lo que ensucié y luego comienzo a caminar con ella, mientras le contesto. -No hay apuro, madmoiselle. Aguardaré por la continuación de su historia. Tampoco quiero que se ponga mal por mi culpa. Respecto a lo otro, cuenta conmigo para trabajar en equipo.- le digo, acariciando su cabeza de forma tierna, pero despeinándola un poco.

-Mientras, me comentas un poco acerca de que magia usas.- comento, dirigiéndome al gimnasio permaneciendo a la par de mi master.

Aviso de la iglesia: El equipo formado por Avenger y su Master han solicitado la protección de la iglesia y esta fuera de la gueerra temporalmente, no pueden luchar ni pueden ser atacados mientras esten bajo la protección de la iglesia.

Llegamos al gimnasio, entrando por una zona ajardinada que ya sirve como zona de entrenamientos. Aun sonrío algo colorada por la caricia de Johanne. hacía mucho tiempo que nadie me tocaba asi el pelo, ni demostraba cierta ternura hacia mi. Sigo siendo una niña en muchos aspectos... y echo de menos ese tipo de afecto tan cercano.

Aun asi, como no me gusta ser débil, cambio en cuestión de segundos mi expresión intentando parecer decidida y seria, pero con una gran emoción aun en mi interior, no puedo evitar entrar corriendo y subirme de un salto a una plataforma justo enfrente de nosotras mientras contesto a sus preguntas.

- Mi magia... te encantará, ya lo verás. He entrenado muchisimo, día y noche. Juego con el miedo de la gente... hago que ellos mismos se conviertan en su peor enemigo. Soy ilusionista - digo con una gran sonrisa y hacie ndo una enorme reverencia muy exagerada a modo teatral.

Cuando de repente escucho la noticia que dan miro a Johanne.

- ¿has oído eso? ¿qué habrá pasado?

Siento lo mismo que Akane y me preocupo, pero a la vez me siento aliviada. -Parece que ya hay heridos y puede que no vuelvan. Veremos que sucede.- digo, pensativa y mirando al cielo.

El estilo de magia de mi master me resulta algo extraño, pero puede ser útil. -Ilusiones... Suena interesante y puede que sea un buen complemento para mi estilo. Pero dejemos la palabrería y empecemos a conocer nuestras habilidades. Al respecto, no voy a excederme por que tengo miedo de hacerte daño; pareces indefensa. Salvo que ocultes algo en este lugar para defenderte.- comento, para luego empezar a cambiar mi aspecto y dejar ver mi armadura.

Un haz de luz blanca me rodea sin que la joven me pueda ver y más tarde aparezco con mi protección.

-Qué te parece mi atuendo ahora?- pregunto, mientras blanco mi espada y clavo mi estandarte en la tierra.

Miro ecantanda como Jeanne cambia entre luces deslumbrantes de atuendo y aparece con una mgnifica armadura. Es impresionante y a cada minuo que pasa estoy más convencida de lo fuertes que seremos juntas.

- Guau... ¡¡estás increible Jeanne!! - le digo dando unos saltos algo cómicos. La emoción me embarga y necesito expresarla de alguna forma, quizá algo infantil, pero no puedo contenerme- estoy deseando que me desmuestres lo que sabes hacer...

Sonrío enormemente y nada más acabar la frase mi semblante cambia de forma radical, mi gesto se torna serio y desafiante y salgo corriendo de repente por el jardín, trapndo de forma ágil a una pared de escalada hasta una plataforma que se encuentra a unos 7 metros de altura. Una vez arriba, me coloco en posición defensiva y le guiño un ojo a Jeanne de forma juguetona y provocadora.

El espectáculo acaba de empezar...