Partida Rol por web

Los pliegues y punteados del vestido se confundían con los pétalos de rosa que se levantaba a su paso y caían desde arriba danzando en el aire. La construcción era magnífica, oro y rojo en armonía, y cada pisada que daba resonaba con ovación. La multitud de las gradas del lugar llegaba como un vendaval amenazando con barrer presencias que no pudieran soportarlo. Pero no era el caso de aquella figura, sino todo lo contrario. Otros actuaban, otros cantaban, y otros hacían proezas gimnásticas, pero era simplemente que estaba por encima. La gente la amaba, y ella amaba a cada uno de ellos en retorno. Ningún otro de su linaje había sido mas amado por su gente, y aunque quizá otros se llevaran mas fama en la historia, ella había marcado un antes y un después en los corazones de la gente. Cada uno de sus gestos poseía grandeza y brillo, no de alguien que pretendía tenerlos, sino de alguien que realmente los tenía consigo. Belleza, en su máxima expresión, mas allá de la física, sino en conjunto del lugar, la presencia, el aroma sutil a los pétalos de rosa, el brillo en la mirada y la admiración de aquellas gentes. Esa escena quedó capturada en el subconsciente del intruso de otra era que veía aquello, como si fuese uno mas de ese público privilegiado.

Parece que viste alguna clase de sueño distorsionado. Con esto, despiertas en una enfermería acogedora, debiste haber sido traído aquí luego de haber colapsado. ¿Entonces, ese mundo, la efigie y ese Servant un sueño también? Te quedas unos momentos en blanco, mirando hacia arriba. No, esta enfermería es bastante distinta a la que conocías como "profesor"...aquella careta falsa que te había sido asignada. Tus memorias están comenzando a volver, llenando el vacío desesperado que habías experimentado. La tranquilidad de volver a ser tu...

-Hm, al fin despierto. Supongo que no hay límites a la debilidad de dormir, después de todo.

La abrumadora e inolvidable presencia apareció de repente a un lado de la cama que ocupabas.  La materialización fue en un segundo, comenzando desde los pies y subiendo. Piernas descubiertas por un delicada tela transparente, una valiente figura envuelta en un traje antiguo, de atrevido y galante rojo que parecía haber sido modificado a partir de un traje masculino. Pero su figura era demasiado femenina al exponer sus encantos, al punto de lo aturdidor.

-Mientras dormías, no tuve nada mejor que hacer que mirarte descansar. Pero supongo que tu flojera es para mejor, siendo que has llegado en tiempo para el comienzo de la Guerra del Santo Grial. Incidentalmente, estás totalmente consciente de lo que esto es, ¿verdad? ¿Sabes lo que es un Servant?

Al abrir los ojos, lo primero que observó frente a él era la representación viva de una obra de arte. Se tomó unos cuantos segundos para apreciarla en silencio, a pesar de todo lo ocurrido y lo mucho que había deseado aquel momento, internamente deseaba jamas acostumbrarse a aquella visión celestial, para que cada vez pudiera disfrutarla como si se tratara de la primera, una experiencia que redefinía los conceptos de la belleza femenina.

Lamento que mi descanso le haya resultado aburrido. Se incorporó y se sentó en el borde de la cama, tapando su intimidad con la sábana blanca. Soy plenamente consciente de la Guerra del Santo Grial, de mi participación como Master y de su rol como mi Servant. Me he estado preparando para este momento toda mi vida. Es un honor que me haya elegido digno de ser su Master. Miró con firmeza a los ojos de Nero, sin inclinarse pero si con una pequeña reverencia a modo de saludo. Mis circuitos mágicos han estado adormecidos durante semanas pero ahora los siento tan vivos como siempre. Observó su ropa destrozada y manchada de sangre en una silla junto a la cama, necesitaría ropa nueva y, sumado a que no tenía idea de donde estaba, tampoco tenía idea de donde estaban sus cosas.

Hubiera deseado una presentación acorde, en lugar de la apresurada que tuvimos.

-Veo que pareces alguien que sabe lo que está haciendo aquí -dictaminó- Y...no, luego será eso. De momento, imagino que conoces las clases de Servant existentes, siendo que la clase Saber es entre ellas considerada la mejor, naturalmente yo pertenezco a esa clase. Así que de ahora en mas, puedes referirte a mi por mi nombre de clase. Ya que eres mi Master, no necesitas usar honoríficos, dirígete a mi como un igual.

Se inclinó levemente hacia adelante mirándote con aire satisfecho.

-Con un mago como tu como Master y yo como la mas fuerte de las Almas Legendarias a tu lado, ¡el Santo Grial está asegurado!

Asintió para si misma, pero luego de miró con cierta inquietud.

-Pero...incluso apenas al verme, me llamaste Emperador. Es admirable que puedas reconocer eso solo con una mirada...aunque, ¿eso quiere decir que...?

La puerta de la enfermería se abrió y Saber desapareció antes de que el intruso ingresara, en polvo dorado. Era lo mejor siendo que incluso solo con ver a un Servant podía comenzar a cabalarse sobre su identidad. El umbral dejó pasar a una bonita joven de cabello y ojos púrpura que ya conocías...mas o menos.

-Ah, Aurelius, ya despertaste. Estoy muy aliviada. Tu estatus físico ha sido restaurado de cualquier daño en las preliminares, así que siéntete libre de marcharte cuando desees. Además, todas tus memorias han sido restauradas por SE.RA.PH, así que no te preocupes. Todo mago que busca el Grial ve su memoria suprimida y comienza con una falsa. Solo los magos que encuentren la forma de recobrarlas están permitidos de participar en el torneo principal. Ahora que tus memorias están completas, revísalas con cuidado para comprobar que no falte nada. Soy Sakura Matou. Una AI que custodia este sitio y se encarga de sus funciones.

Naturalmente, esta chica era un NPC programada, encargada de la enfermería.

-Ah, antes de que me olvide...debería darte esto. -te entrega una laptop bastante neutra- Además de como herramienta para la mayoría de los magos, también te dará acceso a tu sala privada. Es un espacio cerrado donde solo tu y tu Servant podrán ingresar. También recibirás mensajes del sistema con ella, y demás funciones que le des.

Estaba halagado del modo en que Saber se había dirigido a él, sospechaba desde el momento en que la vio luchar con la efigie que se trataba de un Saber y la confirmación fue agradable. Antes de poder contestarle, Sakura Matou, quien en las preliminares había sido su alumna, se presenta como una IA del sistema y encargada de la enfermería, le entrega una notebook y le indica que puede retirarse. Al instante una idea surge en la mente de Aurelius.

Sakura, gracias por cuidar de mi. Mientras le hablaba, tomó la notebook para inspeccionarla y probarla. Me preguntaba, ¿Debo ocuparme de programar yo mismo mi equipo, mi posición social, mis ingresos y cualquier cosa que necesite para satisfacer mis necesidades o algo de todo eso será brindado por el sistema? Tengo determinado estilo de vida que me encantaría mantener, además de una reliquia familiar que es importante que la mantenga conmigo, me entiendes, ¿Verdad?

Los dedos de Aurelius se movían ágiles sobre el teclado de la notebook. No era el tipo de terminal que deseaba utilizar, pero en aquel momento era todavía mas importante aprovechar que Sakura estaba allí frente a él y, así como le había recibido a él, había recibido a todos los Masters que participarían de la Guerra del Santo Grial. Estaba seguro de eso, la voz durante las facetas preliminares le anunció que él era el último, por tanto, Sakura debía conocer las identidades de los demás Masters.

Uhmm... creo que mis memorias están completas, no siento que falte nada. Intermitentemente miraba al NPC de Sakura, mientras continuaba concentrado en su notebook.

-Tono de voz suave. Error detectado. Oh, tus cosas, están aquí. 

Sakura se veía bien y tenía un tono conciliador, pero lo que estaba diciendo definitivamente no era natural. Aparentemente su data interna se estaba distorsionando conforme comenzabas a manipularla y esto se reflejaba en su forma de hablar, pero no parecía consciente de que la "agresión" provenía de ti.

-Permíteme que te las alcance. Suministrar objeto código 325821 requerido. Error detectado. -mientras decía estas cosas, se movió a un armario y abrió la puerta. Estaba vacío, pero al poner la mano dentro tu Mystic Code se materializó allí. Se acercó con la espada sujeta con ambas manos de forma horizontal, colocándola a un lado en la cama con aire respetuoso, aunque tambaleó un poco.

¡Eso es! La voz de tu Servant te llegó desde ningún sitio.

-Ah...estoy sintiéndome un poco mal, lo siento. Corrupción de datos detectada. Iniciando protocolo defensivo, procediendo a purgar datos inválidos.

En tu terminal, notaste que el programa, es decir el NPC "Sakura Matou", estaba tratando de descartar la parte que acababas de manipular en orden de seguir cumpliendo sus funciones correctamente. Esto te haría tener que reiniciar desde 0 todo tu intento, por lo cual deberías tratar de tomar control ahora o nunca. O bien, podías aprovechar y salvar esta data de ser borrada, dentro de todo contenía una buena parte de lo que era el NPC y deberías ser capaz de recrearla a tu propia forma en privado.

Aurelius sonrió de lado, estaba agradecido de saber que su Mystic Code estaba allí y que Nero lo hubiera reconocido, solo le desagradaban los intentos de defenderse de Sakura Matou. Tenía la oportunidad de arrebatarle parte de la información, eso le ayudaría a mantener un perfil bajo sin que nadie pudiera enterarse jamás de que había manipulado un NPC, sin embargo, mantener a Sakura Matou bajo su influencia era una jugada mas arriesgada pero con muchísimos mas beneficios al corto y largo plazo.

Así es, Saber, esa es tu espada, una reliquia que ha permanecido en mi familia por generaciones. He dicho que prefería presentarme de un mejor modo, así que por favor se paciente hasta que termine de asegurar la información que Sakura pueda brindar a nuestro equipo.

Gracias por traer esta reliquia de regreso a mi, en verdad es muy importante. Sakura, ¿Te sientes bien? Que Sakura no se diera cuenta de donde venía el ataque era bueno, le permitiría pasar desapercibido sin importar quien pudiera percatarse del saboteo. Debía tomar una decisión rápida, tomarlo todo o solo lo que era importante en aquel momento. Levantó la vista para mirar a Sakura, era un NPC que todos los Masters conocían, podía ser una ventaja sin igual, pero si se daban cuenta de que había sido alterada, ya no serviría de nada. Lo mejor era esperar a conocer mejor el entorno antes de decidir hacerse con el NPC Sakura Matou, por lo que, de momento, mantener la información resguardada podía ser una buena idea. Se abocó de lleno a crear una copia de todo el código de Sakura Matou que fuera capaz de rescatar antes de que se borrara por completo.

-Si, quizá esté por tener gripe. Pero, solo fue algo momentáneo. Siento que estoy mejor ahora.

Saber guardó silencio, en sus propias reflexiones. El proceso fue, por los pelos, exitoso. Excepto los detalles menos importantes como su diseño físico exacto, una copia bastante aproximada de Sakura Matou estaba guardada en tu data personal a buen resguardo, y el NPC entendía que había sido eliminada en su funcionamiento interno. Estaba muy bien diseñada como era de esperarse de SE.RA.PH, aunque había casos y casos. Esperabas encontrar NPC aún mas reales que ella y con mas personalidad incluso.

-Uh...si, eras el último participante. Soy un tanto olvidadiza, veo que ya te he dado tu pertenencia particular. En tal caso, está todo listo para que puedas partir. Tu sala privada está en el segundo piso. Eventualmente, el supervisor te contactará para informarte de detalles importantes.

Gracias por tu ayuda, Sakura.

Cerró la notebook, satisfecho de saber que había copiado la mayor parte de la información del NPC y que, probablemente, eso signifique la ventaja que estaba buscando para comenzar sus investigaciones. Se levantó, terminó de vestirse y resguardó su Mystic Code en el cinturón. Con una sonrisa en los labios se despidió de Sakura, abandonando aquella sala con la notebook bajo el brazo. Subió las escaleras, dirigiéndose a la segunda planta, donde buscaría su habitación privada, debía ponerse a trabajar cuanto antes.
 

El cielo que observabas por los ventanales del pasillo era amplio y hermoso, aunque irregular en cuanto a textura. Un montón de ceros y unos se vislumbraban en la distancia poniendo atención, formando un entramado a la jaula celeste bastante curioso. No había cambiado demasiado, era la misma academia que recordabas de las preliminares. Te llegó un mensaje a la terminal, apenas saliste de la enfermería y seguramente automatizado.

El siguiente combate será anunciado en la tabla de anuncios del segundo piso.

El ambiente aquí era bastante animado, y los comentarios flotaban naturalmente sin mucho secretismo, al menos los relajados, casi todos los participantes estaban con el uniforme de Homurahara, algunos otros en puntos específicos vestían el mismo uniforme pero con una insignia negra del Consejo Estudiantil y estaban de pie sin intención aparente de ir a ningún sitio, y unas pocas figuras vestían de formas variadas. Destacaban, naturalmente, Tohsaka Rin a la que a pesar de no conocer directamente, si le conocías su fama como estudiante hermosa, popular y brillante, además de un altercado escandaloso sobre Shinji teniéndole celos, que subió las escaleras para ir mas arriba del edificio. También, había una chica de aire exótico aunque rostro amable mirando el cielo, y otra mas mirando por la ventana, con cierta reminiscencia con Sakura Matou en el hospital, pero atributos...bueno, bastante mas grandes. Esta última te estaba observando discretamente.

-Al fin se terminó y la Guerra ha comenzado. ¡Me sorprende que haya llegado con mis memorias suprimidas!

-¿Así que esto es lo "real"? La vibra es totalmente otra.

-¿Lo sabías? En las preliminares el NPC de la enfermería estuvo malfuncionando, creo que alguien trató de hackearle.

-¿Quieres aliarte conmigo?

-Ni de broma, primero ponte al nivel de Shinji.

-¡Pero si es un idiota! Además seguro te apuñalará por la espalda.

-¿Viste a ese tipo, Kotomine? Creo que es un NPC, un sacerdote en este ambiente escolar desentona mucho, y mas la capilla en el patio secundario.

-Eres Master también, somos enemigos, no te acerques.

-No jodas, ¿Tohsaka Rin y los Harway están participando? Puta vida...

-Ok, entonces, los estudiantes que están con insignia negra son parte del Consejo Estudiantil...y son todos NPC. Supongo que están ahí para hacerles preguntas si los necesitas.

A este punto tenías varias opciones, quizá fuese bueno entablar diálogo con algún participante, charlar mas con Saber, tratar de ubicar algún conocido, visitar tu sala privada, o simplemente poner camino directo a la Arena, aunque no sabías bien donde estaba. Algo que deberías hacer, de forma eventual, es revisar la tabla de anuncios del segundo piso para ver el anuncio que te concernía. En este nuevo piso particularmente, la la actividad era bastante, y por un momento casi que parecía un día de clases ordinario de alumnos corrientes. Mucha gente transitaba para ver la tabla de anuncios. Muchas miradas de cruzaban al identificarse como enemigas, y en general la gente charlaba, ya fuera con otros Master, o con el aire donde seguramente estaría su Servant. 

Un grupo de Masters estaban charlando tan despreocupadamente a un lado del pasillo, que de no estar en un grupo tan numeroso, serían una presa fácil para cualquiera con una estrategia agresiva. Los observó con disimulo, si bien sabía que no podía ocultar su condición como Master, no debía alarmarles tan pronto. Alguno de ellos, posiblemente, se convirtiera en un futuro y potencial aliado, el cual le ayudaría a llegar hasta el final del recorrido con mayor seguridad y menos pérdidas en el camino, sin embargo, una joven destacó por sobre los demás, la única que le estaba mirando. Se detuvo para dedicarle una cálida sonrisa a la chica que se parecía a Sakura Matou.

Subió las escaleras hacia el segundo piso, primero debía leer la cartelera de anuncios y luego dirigirse a su habitación privada para continuar la conversación con Nero.

Sakura te mencionó que necesitabas la terminal para acceder a tu sala privada. De todas las puertas, veías una resaltada en bordes de un rosado digitalizado, y estabas convencido de que solo tu la veías de esa forma. Te acercaste con la terminal...y del dispositivo, escuchas en voz baja y neutra un cántico corto de alguna clase...y la puerta se abre.

Como es de esperar, la puerta se cierra tras de ti. Saber se materializa en medio del lugar, mirándolo: una sala de clases muy desorganizada. Casi todos los pupitres estaban apilados en un extremo, unos sobre otros, formando una montaña. Las cortinas rojas del lugar estaban arrancadas y echadas de forma poco uniforme entre la montaña de asientos de estudiantes. Los ventanales dejaban ver el cielo digitalizado y el patio, pero estabas segura de que aún y con todo nadie vería hacia adentro aunque se asomaran por esa ventana. Después de todo, no por nada era una sala privada, un espacio impenetrable de seguridad para un Master y su Servant. Tu compañera suspiró, y se acercó a lo de los asientos en la pila de pupitres, justo por el medio de esta y echando algo de tela roja por encima, y se sentó adoptando una postura elegante.

-Esta sala es un tanto triste y vacía -dijo con un tanto de resignación- Pero, hemos de resistir lo que debamos. Deberé hacerla mi sala Cámara de Asambleas, por lo cual si tienes alguna protesta o duda, puedes dirigirlas a mi aquí.

Ni bien entrar a la sala privada Aurelius sonrió, reconociendo que aquello que a simple viste parecía un aula de secundario era un lienzo en blanco para que un artista dejara explayar su creatividad y creara un pequeño reflejo de su alma. Apoyó la terminal en una mesa, mientras que Saber se acomodaba y comenzó a teclear. Lo primero que debía hacer era transformar su terminal en algo que pudiera ser mas portable, accesible y disimulable. Pasaron unos segundos hasta que la gris notebook se transformó en un anillo dorado con sus iniciales. Lo colocó en su mano izquierda y al instante se desplegaron paneles digitales frente a él.

No deberías ponerte tan cómoda, Saber, esta sala no es digna de nuestra presencia, pero en unos minutos lo será. 

A medida que las manos ágiles de Aurelius danzaban sobre los paneles digitales de su Terminal, el suelo de la habitación se expandía cientos de metros en baldosas de cerámica blanca. Columnas se erigían en todas las direcciones en una construcción cuadrada que en el centro protegía un gran lago donde cisnes nadaban y se alimentaban de pequeños peces. El Cuadrado mayor se conectaba con una construcción también cuadrada pero mas pequeña que en el centro mostraba un hermoso jardín repleto de rosas y agradables espacios de descanso. Entre ambas construcciones cuadradas, había una construcción perfectamente circular, un teatro con enormes ventanales para disfrutar del exterior y un enorme monumento de Nero realizado completamente en oro. Las aves sobrevolaban el Domus Aurea y la frescura del agua inundaba sus sentidos.

Nero y Aurelius habían quedado en la Cámara de Asambleas de Nero, tal como había sido durante su vida, recreada hasta el mas mínimo detalle. Cada cuadro, cada obra de arte, cada cortina y silla, hasta las telas habían sido exactamente recreadas para placer del Emperador.

Estoy seguro de que esto está mas acorde a tu presencia, Saber. Se acercó a ella y le tendió la mano para acompañarla a incorporarse y a recorrer la construcción.

Mi nombre es Aurelis Augustus, último descendiente del Gran Emperador Neron. Esta, mi espada, ha sido una reliquia familiar desde que el Emperador se arrebató la vida. Tu espada y la mía, Saber, son la misma. Estoy seguro de que la fuerza de nuestra unión no podrá ser igualada por nadie en este, ni en cualquier Mundo.

Nero observó con cierta sorpresa el cambio del entorno, pero enseguida, se unió a ti para indicarte pequeños detalles para mejorar el ambiente, pero en general no hubo nada que corregir de verdad, pues sabías bien lo que estabas haciendo. Finalmente, cuando comenzaste a hablar, le viste sentada en el borde de una piscina llana, observando pétalos de rosas en el agua.

-Definitivamente, es justo como mi amada Roma. -sonaba con cierto aire nostálgico- No hay duda alguna de que conoces mi identidad, y estás orgulloso de tu sangre.

Cerró los ojos con una leve sonrisa, como si estuviese un tanto aliviada de algo.

-En estos parajes, diré mi nombre una sola vez, aunque no sea necesario, para una verdadera presentación formal. Mi nombre es Nero. ¡ Nero Claudius Caesar Augustus Germanicus!...y, como sabrás, si, fuí un emperador tiránico que tuvo un feo final. No voy a negar nada en absoluto, ni tampoco debo estar apenada por ello. Tengo mis remordimientos, claro...pero fui verdadera conmigo misma hasta el final. Eso es todo lo que importa.

Sonrió complacido al verla satisfecha a Nero con los resultados de su arduo y rápido trabajo en customizar su sala privada siguiendo los gustos y preferencias de su servant. Cuando por fin la presentación fue realizada, le contestó con una ligera inclinación como reverencia y se incorporó observándola con calidez.

Tu legado ha continuado en la familia por generaciones, el mayor crimen en nuestra familia es traicionarse a uno mismo por cumplir con los caprichos de los demás. Pero no es momento de hablar del pasado, Nero, sino de nuestro futuro juntos. Yo como tu Master y tu como mi Servant. Juntos poseemos una fuerza sin igual, basada no solo en nuestras competencias personales, sino en la unión que podemos llegar a alcanzar con el entrenamiento suficiente, la sincronización de nuestros corazones y nuestras metas, la fuerza de nuestra sangre, que es la misma, luchando por alcanzar nuestro objetivo primario: El Santo Grial.

Te pediré que me ayudes a entrenarme, puede que tu hayas alcanzado el máximo de tus capacidades, sin embargo yo me he estado entrenando para estar a la altura de esta Guerra. No seré un Master que permanezca oculto entre las sombras dando indicaciones, ni permaneceré en la retaguardia utilizando hechizos de protección o soporte. Por el contrario. Empuñando la espada de Nero, la elevó en un ágil movimiento. He entrenado mi cuerpo y mi magia para alcanzar la técnica de combate necesaria para defenderme por mi mismo y luchar a tu lado contra nuestros rivales. Quiero que entrenes conmigo no solo para mejorar mis capacidades, sino para conocer a fondo nuestros estilos de combate y poder coordinarnos. El autoconocimiento de nosotros como equipo será una carta de victoria.

Bajó el arma, enfundándola nuevamente en su cinturón.

Hay pasos a seguir. Debemos conocer a nuestros enemigos y formar alianzas temporales. En esta guerra participan decenas de Masters, quizá mas de cien. Permanecer solos no es una buena estrategia, así que debemos medir tanto a nuestros enemigos como a nuestros aliados. En el hospital he copiado la información del código fuente de Sakura Matou, he pasado desapercibido para el sistema, por lo que no corremos riesgos de ser descubiertos.

Con el código de Sakura Matou puedo crear NPCs que puedan moverse entre los demás Masters y recopilar información para nosotros. ¡Ah! Y por supuesto que utilizaré su código como la semilla para crear a los sirvientes pertinentes para habitar nuestro Domus Aurea.

También debo contactar con el Supervisor para averiguar los pormenores que no han sido aclarados inicialmente, además de averiguar cuando será nuestro primer combate. Por supuesto, cuento contigo para no pasar nada importante de mi vista. Le sonrió a Nero, aún asombrado de estar en presencia de su amada Emperador y tan deseoso de conocerla en profundidad.
 

Saber escuchó atentamente lo que ibas diciendo, mientras sus pies removían las aguas con suavidad.

-Así que, eso hacías en la enfermería. Deberías tener cuidado introduciendo NPC en otros sitios que no sean la Arena y este espacio personal, seguramente SE.RA.PH los detecte como cosas extrañas en el sistema. No tengo problemas con entrenarte, uhm, siendo una recreación como la que es, el lugar es ideal. Aunque, hay algo que nunca podrás recrear, pues es mi obra maestra dentro de esta zona. Cuando llegue el momento, lo verás en su máximo esplendor.

Te miró con atención.

-Tengo un alto aprecio por los códigos de conducta caballerescos y similares. Pero, portar la espada es mi deber, tu eres para estar detrás de mi. Sin menospreciar tus habilidades e ímpetu, habrá momentos en los que deberás retroceder. Como Servant, mi capacidad de resistir y combatir pasa a la de cualquier humano, e incluso el Servant mas débil podría eliminar a cualquier Master. Teniendo esto en cuenta, confío en que sepas evaluar tus movimientos. Pero, por ahora, me gustaría hacerte una pregunta sencilla. ¿Cual es tu deseo para el Santo Grial?

Aurelius sonrió y caminó hasta un pequeño mueble de madera que en su interior guardaba copas de cristal y botellas de vino. Descorchó la bebida mientras Saber hablaba, sirvió dos copas y le ofreció una a ella. Había sido muy específico en recrear la textura aterciopelada del vino tinto. Brindo entonces por tenerte aquí a mi lado y poder observar tu obra magna. Levantó la copa acompañando sus palabras y, luego de beber, continuó.

Confío plenamente en ti para ser mi espada, para protegerme y llevarme hasta la victoria. No tienes de que preocuparte, aseguraré mi supervivencia y no correré riesgos innecesarios. Lo que no quiere decir que no haré lo que sea necesario para alcanzar la victoria.

Un observador incauto diría que mi deseo ya está cumplido. Le hizo una pequeña reverencia, dejando en claro que hacía referencia a su presencia allí. He dedicado buen tiempo a estudiarte y tenía la esperanza de poder invocarte como mi Servant, es un honor que hallas venido a por mi en el momento exacto. Siempre me he preguntado que clase de Mago competente deja la realización de sus objetivos en manos de un objeto omnipotente y caprichoso que ha causado muerte y destrucción en el pasado, siendo que jamás nadie ha tenido el poder o la potestad de cumplir su deseo a través de él.

No dejaría, jamás, en voluntad de un objeto mágico, sin importar cuan poderoso o fiable pudiera ser, algo tan importante como la realización de mi Destino. Solo mi esfuerzo y mi voluntad son capaces de moldear mi Destino. Por eso mismo he entrado a la Guerra del Santo Grial, para estar junto a ti, Nero y para poder convertirme en el Héroe que el mundo necesita, restituyendo las Líneas Ley.

Su mirada se cargó de decisión y ambición mientras observaba firmemente a Saber. Si... mi objetivo es nada mas ni nada menos que ser un Héroe digno de convertirse en un Espíritu Heroico, posiblemente el mayor logro que cualquier Guerrero pueda obtener. El Santo Grial es solo un medio mas para alcanzar mi objetivo real, el deseo que pueda cumplir solo logrará la completitud de la satisfacción antes de alcanzar el verdadero final.