Partida Rol por web

El fallecido clon de Gan-D-ALF había dicho que teníais que ir primero al SPL. A vosotros eso os sonaba a chino, pues la mayoría de vuestra vida habíais sido código infrarrojo y el tiempo que fuisteis rojo no hicisteis nada del otro mundo. Pero bueno, menos mal que el ordenador era el más inteligente de todos y EL MEJOR y ponía carteles para que los que sabían leer no se perdieran. Los que se perdían era porque no sabían leer, y no saber leer era traición.

Al entrar al lugar véis una especie de taquilla con un hombre vestido de color rojo, que tras un cristal atiende poco a poco a los 500 esclarecedores... ESPERA ¡SI! 500 ESCLARECEDORES DE CÓDIGO ROJO COMO VOSOTROS. A vosotros os toca por supuestísimo el número 501 al 505, ya que sois 5 personas y habéis llegado los últimos. La cola avanza muy lento, y parece ser que no tiene fin. 

Alrededor patrullan unos robosoldados armados con ametralladoras. Los robosoldados sabéis que son los que el gran ordeandor utiliza para mandar a expediciones más allá de los confines del universo, si es que el universo existe. Ellos son robots que velan por el cumplimiento de las normas, igual que vosotros, pero tienen un especial estatus por ser robots.

Observo hacia la enoooorme fila de personas.

 - "Bueno, el ordenador ha dicho que cumplamos la misión, pero nunca dijo que fuera urgente" - pensé. Y decidí esperar pacientemente y ponerme en la fila. Al menos por ahora...

-¿Quién es el último?-pregunta Mono-R-Ojo-2 sonriente cuando llega a la cola-.

Una vez es respondido, se coloca a continuación y espera pacientemente mientras se entretiene mirando a su alrededor.

Muy sorprendido, miro la eterna cola de esclarecedores rojos. "¡La virgen!... es decir, ¡¡por la fuente de alimentación del Ordenador!! aquí hay más gente en la guerra contra los comunistas... espero que al menor la cola vaya rapidito", pienso. No es que me esté quejando (quejarse es traición, y yo jamás haría eso) pero los cumplidos que el Ordenador me había dirigido me habían animado mucho, y estaba deseoso de avanzar en la misión para demostrar mi valía. 

- Bueeeeeno... -comento, poniéndome rápidamente tras Mono-R-OJO-2. Por nada del mundo querría perder mi sitio en la fila- pues aquí esperaremos hasta que nos toque.

"Menos mal que soy el elemento clave de esta misión, pues soy YO el que lleva el preciado anillo del Ordenador", pienso mientras me palpo el bolsillo con seguridad. Sin embargo, no noto su forma redonda. Nervioso, me palpo todos los bolsillos de la chaqueta y el anillo no aparece.

"¡¡¿¿¡QUÉ!??!! ¿Es posible que lo haya perdido? ¡¡Como cuando perdí mis pastillas el otro día!! ¡La historia se repite, socorro! ¡¡AY, TODOPODEROSO SOFTWARE!! Voy a ser condenado por ultra traición por eso, no puede ser, no, no, no... ¡Ajá! Seguro que me lo han robado, ¡¡sí!! Aquí hay camuflado uno o varios traidores-mutantes, que con sus deleznables poderes de teletransporte y robo discreto, ¡¡me lo han quitado!!"

Para disimular mi nerviosismo, me aliso el uniforme con una sonrisa, y bajando la voz me dirijo a mis compañeros:

- Camaradas, tengamos los ojos bien alertas: estoy seguro que entre toda esta gente hay un montón de traidores. ¡Estamos rodeados! ¡No nos confiemos!

Pisto-R-ABO-3 observa la situación con detenimiento, sonriente, y con detenimiento. - Demasiados esclarecedores aquí… - Finalmente decide avanzar junto a la cola para llegar hasta la taquilla y dirigirse sonriente a la gente que allí se encuentra (el taquillero y los que esperan para pasar los próximos.) - Amigos esclarecedores. Mis compañeros y yo nos encontramos aquí en misión urgente y prioritaria del Ordenador. En su sabiduría nos ha ordenado llegar al SID para poder continuar con nuestra misión. Apelo a vuestro sentido del deber para pediros que nos dejéis pasar. Ademas, son ordenes de el ordenador, el ordenador es nuestro amigo, y no seguir sus ordenes es traición… - Continua con una sonrisa aún más grande. - Pero seguro que aquí no hay ningún traidor y nos ayudareis. ¿Que me decís? - Espera tratando de ser paciente mientras observa las reacciones a su alrededor.

Do do do dora llegó canturreando sonriente a más no poder Por fin hemos llegado compañeros y me quedo ahí depie balanceandome sobre los talones 

Antes de entrar en la habitación intento cubrirme el número con mi chaqueta de nazi esclarecedor do do do Dora llego canturreando muy sonriente mmm ¿qué es esto? me palpo el bolsillo disimuladamente WAHAHAHA el anillo es miooooo MIOOOO Me balanceo sobre mis talones como si no pasara nada

Varios se giran hacia Pisto-R-ABO-3.- Tendrá entonces que esperar su turno, todos nosotros estamos aquí porque vamos a una misión que nos ha mandado el Gran Ordenador.- Acto seguido se giran y siguen esperando en la cola.

Miro hacia mi orgulloso compañero amarillo desde mi lugar en la cola. Su entusiasmo por la misión era fabuloso. Decidí ayudarle, ya que yo también estaba encargado de cumplir la misión.

 - ¡Pistorrabo! ¡Diles que venimos de parte de GANDALF, el Alto Programador! - le dije a voces, desde el final de la fila.

Mientras tanto, miraba a los robots. ¡Qué seres más curiosos!

-Toca esperar. Bueeeno.

A la que Mono-R-OJO-2 puede, intenta colarse uno o dos puestos. Con cierto disimulo, pero sin exagerar. Pasados un par de minutos, vuelve a hacer lo mismo.

- ¡Por la venerada unidad central de proceso! ¡qué cola! ¡Ojalá que sea rauda cual bus de datos del Ordenador, que no querría estar aquí hasta morir de hilada inanición! -suspiro, pero con una feliz expresión, como si no me importara acabar como el templario de ciertas historias, que guardaba a un tal Santo Grial que le dio agua a no se quién Indiana Jones. No es que yo conociera a toda esta gente ni mucho menos, porque eran rumores. Y los rumores son traición. Y yo de traición nada de nada.

Los robots se impacientan, y al ver que no avanza la cola y cada vez se aglutina más gente lo toman como amenaza.- ¡Avancen!.- Suena su voz mecánica-distorsionada. Al ver que no avanzan se dirigen hacia el grupo de la cola, es decir, vosotros y dicen.- Apuntando 10 puntos de sanción por desobediencia.- Esto significa que no os iban a matar hasta que llegaran a un número de puntos.- Son 50 plasticréditos si queréis que el grandisimo ordenador os perdone esta falta de disciplina. Páguelos en el robocrédito más cercano cuando desee.- Y empujó a los cuidadanos hacia delante.- Avancen... preparando nueva multa...- Parece que si no avanzáis os iban a freír a multas, y luego os iban a matar por acumulación de puntos.

Algunos ciudadanos miran mal a Viejet-R-ABO-2, ¿Acaso no eran felices? ¿O pertenecían a alguna sociedad secreta? ¡Quién sabe! Se ve que los términos utilizados eran muy... mecánicos, no les había sentado muy bien a algunos. Otros sonreían más de lo normal al escuchar estas palabras. Era una situación... tensa.

Monor-R-Ojo-2 viendo que su sutil maniobra pasa desapercibida incluso para los robots, sigue avanzando para ir ganando puestos. De cuando en cuando, saluda a aquel al que adelanta dedicándole una amplia sonrisa y su mejor "buenos días".

Entro en pánico, sabiendo que íbamos a ser tiroteados. Pero intento formar una sonrisa lo más grande que puedo. No ser feliz es traición.

 - ¡Lo siento, sabios robots del ordenador! ¡Queremos avanzar rápidamente, pero ese grupo está bloqueando la cola! - digo señalando al grupo que miraba mal a ViejetRabo, intentando sonar muy muy feliz. - ¿No veis sus caras de infelicidad? ¡Seguro que son traidores! - termino de explicar, "alegremente". Comienzo a alegrarme un poco. Creo que los robots me están haciendo caso, si señor.

- ¡Tranquilos, servidores del ordenador! - digo con una reverencia y una sonrisa. - ¡Dejadme ayudaros a eliminar a los traidores! - dije mientras sacaba mi arma láser y me proponía hacer puntería sobre el grupo de mirada prejuiciosa.

Pisto-R-ABO-3 ve el momento perfecto para tratar de colarse, y con cada multa que extiendan los robots, o cada vez que llamen la atención, trata de avanzar más. Después comienzan a llover disparos, lo que hace que prefiera agacharse y directamente tratar de colarse, con una sonrisa picara en su rostro eso sí, y llevando su mano al pistolaser por si le hiciera falta matar a algún traidor por el camino. - ¡Avanzad, avanzad! Tiradme el anillo que venid conmigo, ¡Ahora!- Trata de moverse rápido y agachado, para esquivar todos los disparos que pudieran llover y llegar cuanto antes a la taquilla para acceder al SPL.

Viendo que la cola no avanza me adelanto a ver que hay al final de la cola con una sonrisa en los labios