Partida Rol por web

Cuatro horas han pasado.

Cuatro horas enfrentandoos a la noche. Tratando de mantener la orientación por una tierra que no conoceis, enfrentandoos al frio y a la nieve. No es la aventura más gloriosa, pero si que es la más dura que habeis tenido hasta el momento.

Finalmente, tras una marcha en la que sólo el orgullo (y el no ser el primero en caer) os empuja hacia delante. Vuestras pisadas se hunden hasta casi las rodillas ¡Pero para Wally, llegan casi hasta el pecho! Pero quizá más por un milagro de las deidades (Y por algunos carteles que, gracias a la visión especial de Eco, de Feng y de Arkan, no pasan desapercibidos) lograis manteneros en ruta.

Finalmente, cuando la esperanza se va agotando, escuchais el cristalino y claro sonido de una cascada. No es ningun espejismo -aunque es vuestro mayor deseo por el momento-.

Tras un último esfuerzo, llegais a un claro y veis la majestuosa cascada que nutre y da vida a la Laguna del Guardián.
Parece que habeis llegado algunas horas incluso antes que el sol despuntase.

Cerca de la laguna hay una cueva, la Cueva del Guardián. Es vuestro objetivo.

Ahora os toca decidir ¿Que haceis en este momento? ¿Entrareis a la carga? ¿anunciaréis vuestra presencia? ¿os preparareis de alguna forma?

En tu mente, algo chasquea.

Eres un RANGER, un Explorador como ningun otro. Si habeis llegado es porque TU les has guiado. Y ahora es una nueva ocasión para demostrar el poder élfico.

Como Ranger, puedes seguir rastros. Y quizá puedas averiguar que ha pasado por aqui.
Si quieres, claro.

De todos modos, este es el momento para decidir QUE vais a hacer ¿no?

El frío había echo que sus dientes chirriaran durante el camino y más después de acabar mojándose. Finalmente consiguieron llegar un poco antes de lo que debían al lugar de la entrega.

- Descansad mientras busco indicios de a qué nos enfrentamos. les dijo mientras se ponía manos a la obra. Agudizó sus sentidos en busca de un rastro, si un dragón vivía en aquella cueva debería haber pisadas en la entrada, restos de comida e incluso un fuerte olor a quemado y corroído.

Los recuerdos volvieron a su mente, si realmente había un dragón en el interior debía evitar que el grupo se adentrase en el interior o estarían condenados.

Hay algo que no te cuadra.

No son huellas muy frescas, y tendrán un par de dias a lo sumo, pero en los surcos de la nieve reconoces claramente lo que son HUELLAS DE CARROMATO dirigiendose al interior de la cueva. Guiados por un caballo -sin duda, tan muerto de frio como vosotros-.

Y por supuesto, huellas de dragón, ni una sola. Porque, por muy dragón que sea ¿Tendrá que salir a comer algo de vez en cuando, no?

Vamos, que todo esto chirria más un gato afilandose las uñas sobre un espejo.

Inspeccionó la zona y como sospechaba aquello estaban siguiendo fantasmas. Miro a Arkannam con mirada inquisitiva y se acercó a él. - Es hora de saber porqué nos has traído hasta aquí.

Finalmente el grupo llegó a su destino. El semiorco en último lugar, arrastrando el pesado cofre -Facil, muy fácil, ezte ez el trabajo máz zencillo que he tenido nunca- Feng ladeo su enorme cabeza mientras contemplaba caer el agua, la cascada, una cueva, el mero penamiento de tener que meterse en la fría agua con la temperatura actual, hizo fruncir el ceño al guerrero.
Arkannam, necesitamoz tu cabeza, hay mucha agua y ezo no ez bueno- Feng dejó en el suelo el cofre mientras aferro su hacha y trataba de embrazar el escudo -Tengo un problema, no tengo manoz para llevar todo- Levantó las manos y miro a líder del grupo buscando respuestas, no sólo al dilema del cofre, sino también a lo más importante, como entrar en la cueva. Feng conocía a este grupo desde hace tiempo, tanto que ya había asimilado su función, obedecer las órdenes. El semiorco era conocedor de su poderío en el combate a corta distancia y que desde que siguia las indicaciones, las cicatrices que surcaban su cuerpo no se habían incrementando. Antes utilizaba la táctica que desde que fue capaz de levantar el hacha había pensado que era la mejor, ir directamente a por el enemigo y golpear, duro, rápido y sin parar, esperando aguantar las embestidas rivales y que las propias hicieran sucumbir al oponente. Todo cambio con este grupo al que el semiorco consideraba ya amigos, combinar estrategias, esperar oportunidades y trabajar en equipo, habían mejorado con notoriedad su efectividad en las luchas pero eso no hacia menguar su impaciencia para entrar en combate -Vamos Arkannam, pienza rápido

La humedad de la noche empieza a concentrarse: Es el anuncio que los primeros rayos del sol qué se asoman por el valle al este, antes incluso que el astro rey despunte y traiga el alba.

Se os va acabando el tiempo, si es que quereis sorprender al dragón de estas tierras.

Inspeccione el lugar con mucho detalle deje pasar bastantes minutos, mi concentración apenas me permitió escuchar lo que decían mis compañeros, en ocasiones me pasa, cuando algo me llama demasiado la atención quedo en un estado casi ajeno a lo que sucede a mi alrededor por un momento, esa cascada, algo tenia, algún recuerdo, quizá una señal de su dios, lo entendí como eso, como que mis acciones que parecían a la deriva hasta el momento habían sido correctas, no me había desviado de la senda que Torm había designado para mí, esa búsqueda de ese algo misterioso que me encomendó, eso que me encaminaría a hacer parte de algo muy importante para los planes de los panteones de la ley y el bien, esa búsqueda por la que abandone mi templo sin una razón aparentemente muy coherente, más que la del llamado de mi deidad y empecé mi viaje a un continente muy alejado de mi hogar

Después de un buen rato pensando en aquello, veo como Eco y Feng me miran como esperando una respuesta, los observo fijamente, trato de recordar que fue lo que dijeron, después de  un momento salgo de mi embelesamiento y logro recordar.

Eco era el más nuevo de los miembros en unirse a mi grupo y parecía que en el aún existía algo de desconfianza, claro que esa cautela un poco exagerada nos había evitado problemas en el pasado, así que en realidad agradecía eso de él.

-Eco, ¿porque estamos aquí?, preguntas, en principio para ayudar a aquel pueblo con el que nos hemos encontrado, pero si la pregunta es el porqué de nuestros viajes, aun no tengo una respuesta concreta para eso, solo escucho las señales y guía de mi deidad, pero empiezo a creer que tiene mucho que ver con ustedes.

Hago una pequeña pausa, dándole nuevamente una mirada a la cascada, y a Wally que parecía igual de distraído que yo con este lugar. Para continuar diciendo

-Parece que no has logrado detectar rastros de un dragón, eso era algo que me había imaginado, un sierpe verde  era algo extraño de ver y más extraño aun que estuviese interesado en una cuantas monedas, quizá alguien quiere engañar a este pueblo, y por la facilidad con la que nos entregaron el dinero a los primeros viajeros que encontraron y el afán que tenían, es posible que alguien influyente del pueblo esté involucrado, sin embargo no debemos bajar la guardia, no sabemos contra que nos enfrentamos. ¿Qué otra cosa pudiste detectar Eco?.

Luego de responder veo como el pequeño Feng sigue esperando que diga algo, ¿Qué fue lo que dijo?, algo de usar mi cabeza, bueno conociéndolo quizá no se quiere mojar, o quiere cerveza, en fin, le respondo con una sonrisa, tratando de demostrar que escuche lo que me dijo.

-No te preocupes pequeño Feng, pronto lo solucionaremos, por lo pronto tratemos de descubrir contra que nos enfrentamos.

-Se me ocurre que antes de continuar deberíamos ver el contenido del cofre quizá podamos descubrir algo sobre esta extraña misión

Las palabras de Arkannam se le quedaron algo cortas, pero si el hombre no daba más explicaciones tendría que continuar sin ellas. Sin mediar palabra les indicó que le siguieran y fue señalando el trayecto que había seguido un carromato hacia el interior de la cueva.

- Como sospechamos aquí no hay ningún dragón y es probable que sólo encontremos estafadores en el interior. Podemos volver al pueblo y esperar que lo que quiera que apareciera se vuelva a manifestar y desmontar el engaño delante del pueblo o bien acabamos con los farsantes aquí y ahora y nos quedamos con el botín diciendo al pueblo que vencimos a su dragón. Aún así habrá que tener cuidado ya que quien quiera que sean tienen poder suficiente para emular a uno. volvió a mirar al líder del grupo. - Tu decides, pero decide rápido antes de que nos helemos. dijo con un trono un ttantto agrio

Unos gemidos suenan desde el interior de la cueva del guardián.

-Eco, creo que lo mejor será resolver este engaño inmediatamente, ya estamos aquí, así que acabemos con esto

- Pero considera este cofre como si fuera la recompensa por la tarea que al final vamos a realizar.le dijo un tanto seco. Preparó su arco y sacó una flecha de su carcaj y le dijo con cierta ironía a Arka. - Estoy listo, pero ... ¿Qué hacemos con el cofre?

No se me habia ocurrido para nada el hecho que esta mision fuera una farsa, tal ves mi inocencia o simple ignorancia no me permitio ver lo que mis compañeros mas avivados pudieron observar.

En fin, por algo eramos un grupo, de cierta manera nos complementabamos y pues ahora habria que acabar con la farsa. -A darle entonces amigos! Diria mientras tomaba mi martillo ganchudo con ambas manos.

Esa actitud soberbia e irónica de Eco más que dar soluciones parecían un reproche sin sentido. Empezaba a resultarme realmente irritante , se lo hize saber con una mirada, pero antes de responder nada, esas mismas palabras me dieron una idea, quizá lo mejor que podíamos hacer para descubrir de que se trataba esto, era hacer lo que se suponía que veníamos a hacer, no era la idea más brillante que había tenido pero quizá podría funcionar y quizá darnos una ventaja

-muy bien se me ocurrió un plan, me adalentare con el cofre, y realizaré la entrega como el estafador debe estar esperando, trataré de distraerle lo más posible, mientras tanto Eco y Wally tratarán de adentrarse en la cueva sin ser detectados, investigar contra que nos enfrentamos y tomar posiciones ventajosas para un posible combate, mientras que el pequeño Feng, entrará último dándoles algo de ventaja, tratara de mantenerse escondido y cubrirme la espalda, si ve que tienen problemas para escabullirse generará una distracción, apenas veamos la oportunidad atacaremos al impostor.

-por cierto Eco, cómo nos prometieron los aldeanos tomaremos este tesoro como recompensa por acabar con la amenaza y lo repartiremos entre todos, claro está, si acabamos con la amenaza, necesitamos recursos para continuar nuestro viaje.

-Si hay alguna sugerencia a mi plan o alguna otra propuesta los escucho, si no, me pondré en marcha.

Digo mientras levantó el cofre que el pequeño Feng acaban de depositar en el suelo

A falta de otras ideas, es el bravo paladin quien carga con el premio para el dragón.

(Aunque tan pesado es puñetero cofre, que no consigue levantarlo a la primera. Necesita un segundo empujón ¿Por que harían las deidades que el oro sea tan pesado?)

Camina hacia la puerta, y escucha tres voces

[color=#000066]"Jeje ¿Creeis que Lucy, la hija del molinero, será quien traiga el oro?"[/color] dice una voz con un profundo acento sureño
[color=#006600]"¡Yummm! Lo que le haría a esa chica si fuera ella ¿Quieres probar el aguijón del dragón? ¿Lo quieres?"[/color] dice otra con un timbre más ronco.
[color=#000066]"Espero que no sea la alcaldesa ¡Que asco!"[/color] replica la primera
[color=#006600]"¿Esa? No se movería ni aunque le quemasemos el culete"[/color]
[color=#000066]"Yo sigo pensando en Lucy y en su culito"[/color]

Las dos voces rien.

Entonces una voz más autoritaria les manda callar

[color=#660000]"En breve dessspuntará el dia. Y ssssi en una hora no essstán aquí. Nos tocará darlesss una advertencia"[/color] El acento rasposo y las consonantes dejan claro: Se trata de un nativo de Ustalav, las tierras del oriente próximo, tan llenas de historias de vampiros "Y sabeisss que no mandarían a una mujer indefensa a esssta entrega"

[color=#006600]"¡Espera! ¡Escucha eso!"[/color]

Conforme las botas blindadas del paladín se acercan, el silencio vuelve a reinar

Notas una corriente de aire succionando hacia adentro, como si algo MUY grande tomase aliento.

[color=#330000]"Svaust beviri ekess ingellar persvek wer waere di wer sargt?"[/color] gruñe una voz poderosa, tal que casi te empuja hacia atrás, tras el primer embite de aire que te atrajo hacia la garganta. Sabes, aunque no lo dominas, que las palabras son en el inconfundible idioma dracónido. Luego replica en común
[color=#330000]"¿Quien osa entrar en la cueva del guardián de la montaña?"[/color]

Pero por lo bajo, alcanzas a oir la voz sureña susurrando [color=#000044]"¡Mira! Si que han enviado una mujer guapa!"[/color] A lo que la otra le contesta [color=#004400]"Jejeje... esta me gusta más que Lucy y todo ¡Primero el oro, pero tambien vamos a divertirnos con ella!"[/color]