Partida Rol por web

Tras un largo dia de descanso, en los cuales habeis investigado la gruta y habeis hecho un interesante descubrimiento, os encontrais con el problema del viaje de vuelta: Con un Arkanamm herido, con Feng algo tocado sería demasiado dificil. ¡Y está el problema aun mayor del Huevo!

Pero conforme va atardeciendo, unos relinchos en las afueras y una tos anciana os revela que teneis visita.

Y rápidamente veis que es Jonás, el anciano de la aldea de Lipwick, acompañado de dos jovenes: Una es la hija del molinero, un semielfo con pintas de hechicero, y el otro es una persona con aspecto de inteligente y que lleva una túnica¹.
Viendo a la hija del Molinero, os figurais por que los bandidos querían que fuera ella la encargada (Carisma en sus treinta-largos)

"¿P... pero que ha pasado aquí?" dice Jonás, embutido en varias pieles e inseparable de su bastoncillo "Vinimos pensando que podía haber ocurrido lo peor. Pero al menos parece que estais bien"

El tener un carromato sin caballos y que Feng estuviera enamorado de un huevo se había convertido en un problema, con el que no daban con la solución. Le propuso a Arka que podrían convencer a Feng de que tirara del carromato a cambio de dejarle quedarse con el huevo pero Arka le negó con la cabeza.

El día transcurría y aún no habían hallado una solución. En el fondo de la gruta oyeron unos relinchos y Eco echó mano al arco y tensó la cuerda con una flecha dispuesta a atravesar a aquellos dos cabrones que se habían llevado a Wally. - Han vuelto. susurró a sus compañeros aunque una tos le hizo notar que quizá no fueran los matones. Aún así no destensó el arco hasta que los vio aparecer. Reconoció a Jonas y a la mujer pero no al tercero en discordia. Relajo la tensión del arco, escupió al suelo y miro hacia Arka para que fuera él el que contestara.

Tu escupitajo se congela al caer y antes de tocar el suelo es un témpano de hielo

Hace MUCHO frio

Las palabras de Eco hicieron que el semiorco te dará sus músculos, se puso de pie con el hacha en mano, mirando hacia la entrada de la cueva. Las piernas ligeramente arqueadas, movió los talones para poder arrancar con mayor fuerza. Quería cargar contra los asesinoa de su pequeño amigo -Grrrr- Al ver al viejo Jonas, Feng dudó ¿Seria otra ilusión como la del Drafon?- ¿Loz mato?- Preguntó a sus compañeros antes de embestir a las tres figuras que habían aparecido.
Debían actuar rápido o el semiorco no sería capaz de retener su ira

Eco alzo la mano para que Feng detuviera su hacha pero no dijo nada más.

Me encontraba abatido por lo sucedido y apenas pude percatarme de que algo estaba pasando gracias a el alboroto formado por sus compañeros.

-¡Jonás!

Digo con asombro, al ver al viejo acercarse con su hija y otros personajes, me levanto sosteniéndome las heridas que aún me causaban dolor y acercándome a él le digo.

-¿Pensé que nadie del pueblo se atrevería a venir hasta aquí, como es que tu?….

De repente me quedo en silencio sin terminar la frase y observándolo, con la mirada perdida, como aislado, como si por esos instantes hubiese abandonado mi cuerpo. Una idea corría por mi mente, esta era la señal que necesitaba para continuar, al parecer no me había desviado del camino que Torm me tenía preparado y este me alentaba a continuar, a pesar de las perdidas, y los decesos, no debía decaer, debía confiar en el camino que se estaba elaborando para mi vestido de destino, jamás debí haber dudado, pero mi deidad era generosa y sabia, y me enviaba señales claras para hacer que recupere mi confianza.

-No importa 

Sacudo la cabeza para recuperar la compostura y ahora con una renovada mirada de confianza, le cuento a Jonás como aquellos malhechores intentaban engañar al pueblo,  como el dragón se hallaba muerto en el interior de la cuerva, como habían batallado para liberar al pueblo de su opresión y como a pesar de que dos habían logrado escapar y uno muy buen amigo había caído en batalla, habían prometido jamás regresar, y el mago que les proporcionaba la magia para el engaño se encontraba muerto, por lo que podía estar tranquilo, pues su pueblo ya no sufriría más por esta amenaza.

También le enseño el diario del guerra y le digo que después de descansa unos días, lo usaremos para buscar pistas de estos sujetos, encontrarlos y hacerlos pagar por profanar el cuerpo de aquel jocos y apreciado Gnomo.

sin embargo evito tocar el tema del huevo 

"Ciertamente, temiamos lo peor, y lo cierto es que poca gente del pueblo es capaz de defenderse con armas o magia, pero curiosamente, por mano de Iomedae que dos aventureros más pasaron por la zona" dice haciendo un gesto y presentando a un semielfo que rebosa poder por sus ojos, y otro aventurero muy, pero que muy indescriptible

"Si estais aquí, y el dragón no ruge... Supongo que debemos de empezar a llamaros ´Los Matadragones`" dice con una sonrisa complice. Es curioso que un hombre de edad (en los reinos) conserve todos sus dientes, pero Jonás los tiene.

"¿Volvereis a Lipwick? La gente os espera" El anciano intenta evitar decir que Aitara, esa mujerzuela convertida en alcaldesa, está corriendo la voz de que os escapasteis con el oro y no matariais ni a una mosca.

Mientras Arkannam daba las explicaciones de lo ocurrido, Eco con aire divertido al ver lo que acababa de pasar hace unos minutos al escupir, volvió a hacerlo y antes de que tocara el suelo le dió un puntapié lanzándolo al interior de la caverna.

- Y lo peor a ocurrido, Wally ha fallecido gruñó entre dientes ante el comentario de Jonas. - El trabajo ya está echo, solo necesitábamos recuperarnos antes de partir y conseguir unos caballos para tirar de la carreta. volvió a decir entre dientes. - Que remedio que volver, hemos echo el trabajo y necesitamos cobrar. Que el pueblo viva con su fantasía si así lo desea. dijo ante el comentario de matadragones.

Que tosco y agresivo sonaba Eco incluso cuando la nostalgia lo invadía, pero bueno, así era él y eso estaba bien para mí.

Luego de que termino de hablar me dirijo a Jonás y le digo.

-lo que mi amigo quiere decir es que estaremos complacidos de regresar al pueblo, debemos reponernos para continuar el viaje.

Luego mirando a aquellos personajes que los acompañaban, les dirijo una sonrisa como en señal de agradecimiento por haber venido.

-Nos llevarnos esta cerreta, si me permite usaremos dos de sus caballos para arrastrarla.

Luego de la aprobación de Jonás, tomo los caballos el acomodo en la carreta y los dirijo hasta la salida de la cueva

-Muy bien estamos listos para arrancar, en marcha

Simplemente se encogió de hombros ante la explicación de sus palabras, no había querido decir lo que había trasladado Arka pero dejaría que aquellos pueblerinos creyeran lo que él quisiera. Volvió a lanzar otro escupitajo, le volvió a dar una patada y ayudo a Feng a trasladar el huevo y a partir trozos de hueso para que conservará el calor. Le dijo a Feng que no dijera nada mientras lo hacían y tapó los huesos a la hora de llevarlos a la carreta junto con el cofre.

Grutar solo escuchaba la conversación de los presentes, los examina minuciosamente y después de que terminaran de hablar se dirige a Jonas al parecer no fue necesaria nuestras fuerzas, quien es el humanoide a cargo de este grupo? se quita lentamente la capucha que le cubría la cara y deja ver su rostro de ojos ambarinos con un pelo que parecía fuego.

El viejo poco le había contado sobre lo que venían a hace pero cuando dijo ''Si estáis aquí, y el dragón no ruge... Supongo que debemos de empezar a llamaros Los Matadragones'' lo sorprendio mucho, sabia muy bien lo fuerte que eran esas bestias y si los que estaban allí presentes habían logrado tal hazaña quería conocerlos mejor. 

Al preguntar aquella criatura por el lider, una sonrisa malvada se le escapó y su dedo apuntó directamente a Arkannam

El Efrit gira su cabeza a la dirección donde le señala Eco y se encuentra a un aasimar bien armado, acercándose poco a poco le dice si su grupo logro tal hazaña, yo quiero hacer parte de este. me permitiría entrar?

las palabras se le cortaban, aun estaba estaba estupefacto por la noticia.

El semiorco miró al extraño ser que pretendía unirse al grupo de aventureros -Tu quierez hacer el papel del mediano ¿no? Tendrás que invitarme a comer y a algunaz cervezaz- Feng, sonrió mientras miraba el pelo de su nuevo compañero, siempre que Arkannam diese el visto bueno -Uo soy Feng, padre de dragón- Levantó sus dos brazos y tensiono sus músculo -Fuerte, zoy muy fuerte y un gran guerrero- Poco a poco se fue acercando para oler a Grutar, era la primera vez que Feng veía un efrit y sentía curiosidad. Esperaba que no le quitase la gloria de su victoria sobre los bandidos de la cueva y el dragón.

Mientras Arkannam entablaba conversación con la mujer de fuego Eco se estaba quedando congelado, miró la carreta y vio los huesos que había puesto alrededor del huevo por lo que ni corto ni perezoso marchó de nuevo al interior del tunel y con su arma a dos manos seccionó partes de huesos para llevar en la ropa y mejorar su sensación térmica en el exterior.

Tras debatir, el grupo finalmente usa el carromato, y parten hacia Lipwick.

Las noticias se van expandiendo, de cómo el mago malvado era el responsable, y de como "El Guardián" ya es solo una pila de huesos. El pueblo de Lipwick es pobre, y bastante timorato, pero la idea de librarse de una amenaza casi sobrenatural como es un dragón milenario, es algo que alegra a las gentes del pueblo.

Las habladurias se extienden, el rumor se hace una verdad, y en breve se monta un banquete en vuestro honor, pero no todas las voces son favorables.

La alcaldesa empieza a protestar: Ella insiste en que no es el dia de la caida del dragón, sino el dia en que la alcaldesa venció al dragón. Insiste en ser ella la presidenta y principal receptora de la fiesta.

Por supuesto, el pueblo empieza a inspirarse por vuestros hechos, por vuestras acciones, y finalmente toman una decisión: LA EXPULSAN DEL PUEBLO. Con fuego

"¡VOLVERÉ! ¡JURO QUE VOLVERÉ Y SABREIS QUIEN ES AITHARA TEÓFILA, LA UNICA Y VERDADERA ALCALDESA!"

El pueblo elige a "Kichi" un muchacho bastante despierto y con grandes ideas. De los (Opulentos) tesoros de la alcaldesa se encuentran un sinfín de tesoros que podrán poner a Lipwick en el mapa. Y con los cuales sois galardonados.

"Mis jovenes amigos. habeis demostrado un valor y una entereza singular. Es por eso que os ofrezco compartiros lo que más valoro. Una filosofía, una manera de afrontar el mundo. De plantarte frente a él y hacer posible lo imposible"

"Si la quereis, esta filosofia es vuestra"

Sin embargo, en plena fiesta, un halcón de aspecto casi sobrenatural aparece.

Da un grito, más que un graznido, es un grito

"ARKANNAM!!!" suna. Entre sus garras lleva un pergamino. Va firmado con el glifo de Seelah, un paladín legendario que conoció en otra era.

Estimado Arkannam.

Me veo en la situación de pedir tu ayuda. La de un joven héroe, uno no tan conocido pero al que no le falte el valor y la entereza.

La paz entre mi amado reino de Taldor y el vecino Andoran pende de un hilo. Si es tu deseo, simplemente reune a tus compañeros, y di en voz alta mi nombre. Alagris y tu compañía vendreis inmediatamente.

La carta tiene un glifo encantado. Así que sabes lo que toca...

El camino hacia el pueblo fue más tranquilo de los esperado y se sentía muy a gusto en la vuelta con los pedazos de hueso que había cogido para protegerse del frío. Habían vuelto al pueblo y el olor nauseabundo le inundó de nuevo nuevo su afinado olfato. Cuanto menos estuvieran allí mejor.

El pueblo no se tomó a mal que no existiera un dragón y que hubieran sido engañados un mago. Parecía que el simple echo de no estar en peligro era bastante para ellos. La alegría fue interrumpida por aquel horrible ser que hacía las veces de alcaldesa, si realmente había un Dragón en Lipwick sin duda ella lo representaba. Sin embargo, ante sus estúpidas demandas el pueblo se sublevó y la expulsaron de por vida. Sin duda el pueblo de esos apestosos humanos podría mejorar con creces bajo una nueva dirección y financiándose con todo aquello que aquella gorda había arrebatado al pueblo. En su cara se mostraba repulsa y asco y no podía evitar cambiarla, no le gustaba nada estar en aquel pueblo humano.

El viejo Jonas, el único humano coherente del lugar les ofreció un consejo que aceptó con una mueca en la cara. Su cara pasó a una expresión de sorpresa, aquella misma filosofía era semejante a la que llevaba él, sobre todo en cuanto se tocaba el tema de los dragones, había oído demasiadas falsas historias sobre ellos como para creerse algo sin investigarlo por el mismo. Podía aplicar aquella misma teoría para el resto de su vida cotidiana. Estrechó su mano en gesto de respeto a aquel anciano humano, sin duda había conseguido su respeto por encima del resto de inmundos humanos malolientes.

Se alimentó a base de la poca verdura que habían servido y algo de carne e hizo esfuerzos por alimentarse. Aquello estaba fatal preparado, no entendía como podía haber humanos tan rechonchos con aquella basura de comida. Aún así cayó y solo hizo un gesto de asco hacía Arkannam para ver si compartía su opinión sobre la comida.

Por suerte un pedazo de halcón apareció ante ellos y se dirigió a Arkannam para entregarle una nota. Leyó por encima del hombro del paladín lo que ponía y le urgió para partir cuanto antes. Cualquier lugar sería mejor que el pueblecito hediondo en el que estaban. Ya habían recolectado la recompensa y no les quedaba más que hacer allí.- Vamonos Arkannam, no les hagamos esperar. le urgió para partir de allí inmediatamente.