Partida Rol por web

Aunque las negociaciones no parecian ir mal, las cosas en el campamento empezaron a tornarse salvajes, pues un fuerte ruido había alertado a las fuerzas de Lucis, las cuales parecían estar bajonel ataque de un arquero fantasma.

Cuando llegan a la entrada, logran distinguir una aglomeración de soldados alrededor de un compañero caído, el vigía tenía una flecha incrustada en la cabeza, lo que impedía a sus compañeros removerle el casco.

A un lado de la torre de vigilancia se encontraba el baúl con sus armas, al cual pudieron acceder sin dificultad, al tiempo que una segunda flecha se incrustaba en el hombro de un soldado de Lucis, el cual se encontraba de pie al lado de una enorme jaula.

- Quieren tomar al cadente, todos alerta. - grita el teniente que hace algunos instantes les había dicho dónde estaban sus armas.

Tras devolverle sus armas a los soldados leales de Lucis, Droniel se quedó custodiando al doppleganger, mientras Renall cargo hacia la puerta del campamento seguido de los soldados luciences.

Una vez allí, Renall puede ver una gran aglomeración de soldados de Lucis que parecen estarben alerta total.

Tus ataques sobre los magitec pusieron en alerta al campamento de Lucis, sin embargo, tus acciones no han pasado desapercibidas para las fuerzas de Nifleheim, las mismas que se ponen en movimiento de inmediato.

Desde tu posición, logras distinguir al menos unos cuarenta soldados magitec en movimiento.

Cuando Darius y Eladamri están en posición, un potente golpe seco llama la atención de ambos jóvenes, lo que provoca que Darius urja a Eladamri a actuar.

Mientras Darius se dispone a rasgar la tienda con sus garras, Tempi llega a su posición  con una terrible advertencia, la misma que hace que los SeeD se apresuren en entrar en acción.

Sin embargo, lo peor sucedió segundos después cuandoel capitán Zavala levantó su vista para toparse con el Ronso y el elfo. 

El hombre los vio y de inmediato se preparó para la lucha, pues creía que ellos habían asesinado a dos de sus hombres que yacían en el suelo bajo sus pies.

Afortunadamente, la mente ágil de Darius y la velocidad de reacción del elfo impidieron un conflicto innecesario, pues el elfo logró gritar una sola frase antes de que Zavala lo derribara.

¡¡¡Nifleheim os ataca!!!

Las palabras del elfonseguidas de un cúmulo de voces dsordenadas que provenían de fuera de la tienda, fueron suficientes para que el corpulento hombre liberase a Eladamri ybcentre su atención hacia afuera de la tienda.

Ves una flecha surcar el aire y luego te percatas de la aparición de varias decenas de puntos rojos en medio de la malaza, los cuales parecen marchar hacia el campamento.

Kain intentó percibir la dirección de la flecha mientras se hacía con sus armas, para procurar cubrirse y alertar de la dirección de la flecha, tal vez era más fácil ubicar esa dirección que al causante del atentado [i]- primero intervienen, luego flechas... Como sea cosa nuestra me voy a cabrear mucho... -[/b] pensaba...

Conforme te internas en el bosque, tus sentidos superiores te permiten localizar rápidamente a las fuerzas de Nifleheim.

Sin embargo, cuando vez la cantidad de soldados que esperan por ti, decides ocultarte, pues pese a que eres buena con la guadaña, no es difícil para ti suponer que si luchas contra este grupo, lo más probable es que termines muerta.

Un conteo rápido te permite vislumbrar al menos unos veintitres o veinticuatro soldados, pero tus instintos te dictan que el total de enemigos es aún mayor.

Agazapada entre las hierbas pudo comprobar el número del enemigo, sola no podría con tantos, no aún por lo menos, menos cuando tenia más facilidad en el trabajo solitario, de objetivo en objetivo. Debió meditar, tendría que devolverse y avisar al grupo para armar el ataque que sería una trampa para todos. ¿cómo era posible que ese campamento no tuviera puestos de avanzada?. Apretó los dientes y retrocedió de vuelta a donde estaban sus compañeros.

Viendo la situación y haciéndome una idea con rapidez, señalo hacia la maleza a Bodoc.

- Son muchos, Bodoc. Mis compañeros deben de estar cerca, pero, ¿crees que vuestros hombres podrán frenarlos? -pregunto seria- Si vais a tocar retirada, no quiero dejar a Sasha aquí. -le indico con tranquilidad a pesar de la situación- Si crees que podéis contenerlos, os apoyaré, mi magia debería hacer a tus hombres bastante más difíciles de abatir. -le indico, mirándola seriamente como dándole a entender que ahora dependía de sus decisiones y, claro, de las de Zavala.

Llegué a toda velocidad por mitad de la puerta principal seguido de los soldados por muy poco y al llegar pude ver como todos los demás que había en el campamento estaban en guardia a la espera de un enemigo el cual no debería tardar en llegar por lo que fui bajando la velocidad hasta pararme a unos metros de distancia con ellos.

- Vengo en son de paz, tenemos un enemigo común Nifelheim. Pertenezco al grupo que hace poco llego con intenciones de negociar, yo no debería estar aquí pero al encontrar rastros cercanos de los soldados de Nifelheim y ver varios puntos rojos venir hacía el campamento no pude evitar pensar que estarías bajo ataque nilfgardiano por lo que decidí venir junto a uno de vuestros grupos a apoyaros en el combate. No soy el único que os estará ayudando ahora todo nuestro grupo os prestara apoyo en pos de establecer una alianza temporal entre nosotros. -trate de mostrarme cortés sin en ningún momento olvidarme de lo que muy probablemente se venía hacía aquí

No sabía donde se había metido Euphemia, a pesar de haberle dicho varias veces que no debíamos separarnos ella hizo caso omiso y a la mínima oportunidad desapareció de mi vista, pero eso era un tema que trataría mas tarde sabía de lo que era capaz y sabía que no era tonta así que sobreviviría.

Tras darme cuenta que tratan de atacar al campamento un grupo mas numeroso de Magitec Isabeau trata de regresar con los chicos que se quedaron con los prisioneros para avisar les en el mayor sigilo y cobertura posibles y solo hará un disparo con el arco si es absolutamente necesario hasta llegar con ellos

Parecía que nuestras sospechas se confirmaban: aquello era una feria.

No tenía ni idea de quien estaba atacando, pero sólo esperaba que no fueran los nuestros. Una cosas es que la mitad de aquel campamento fuera imbécil, y otra muy distinta meternos en problemas de la índole de los que estaban  teniendo lugar en aquel preciso instante.

-Vale, hay que volver a por Aura. - dije, al tiempo que volvía a enfundar mis dos armas, tomando también la de Aura, para poder devolvérsela en cuanto a viera- ¿Vienes, o tienes otros planes? - pregunte a Kain, señalando en la dirección en la que Aura se habia ido con la tipa aquella. - No creo que tengamos mucho tiempo, si siguen así las cosas... - indiqué, al tiempo que echaba ya a correr en la dirección en la que Aura había marchado, prestando especial atención a cualquier detalle, cualquier pista, cualquier cosa fuera de lo normal que pasara a mi alrededor.

Las cosas alli se estaban poniendo cada vez más feas.

Tras señalar (en caso de ubicar la dirección de la flecha), y decir "ha venido por ahí" seguiría a Ruby,cada cosa a su tiempo.

Al regresar al lugar en el que se encontraban Renall, Droniel y los prisioneros, Euphemia descubre que sólo quedan Droniel y el doppleganger.

Tanto Renall como los soldados lucienses han desaparecido junto al equipo de estos, por lo que a Euphemia no le cuesta nada deducir que es lo que ocurrió.

Cuando Isabeau va regresando, nota que por el camino principal se acercan Renall y los soldados leales a Lucis.

Desde la distancia Isabeau ve como Renall intercambia unas palabras con los centinelas quienes empiezan a acercarse al soldado herido con la flecha para prestarle atención.

Tras unos segundos de tensión el vigía permite el acceso de Renall al campamento.

Mientras Ruby y Kain se disponen a marcharse al encuentro de Aura, ven llegar a Renall a la puerta del campamento seguido de los soldados prisioneros, todos listos para dar guerra.

- Vengo en son de paz, tenemos un enemigo común Nifelheim. Pertenezco al grupo que hace poco llego con intenciones de negociar, yo no debería estar aquí pero al encontrar rastros cercanos de los soldados de Nifelheim y ver varios puntos rojos venir hacía el campamento no pude evitar pensar que estarías bajo ataque nilfgardiano por lo que decidí venir junto a uno de vuestros grupos a apoyaros en el combate. No soy el único que os estará ayudando ahora todo nuestro grupo os prestara apoyo en pos de establecer una alianza temporal entre nosotros. - dice Renall tratando de mostrarse cortés.

Los soldados que acompañan a Renall confirman lo dicho por el joven e interceden por él para que se les permita el acceso al campamento.

Mientras Renall ingresa al campamento, los soldados se acercan hasta los guardias que custodian la jaula del cadente con la intención de prestar asistencia a su compañero herido, el cual recula sin decir palabra alguna.

Sin embargo, el teniente nota algo raro en el movimiento de aquel soldado y otea rápidamente la zona, para descubrir algo que lo hace ponerse en guardia de inmediato.

Soldado descubra su rostro. - ordena el teniente mientras desenfunda su arma y le apunta al herido.

Zavala sale de la tienda seguido de los SeeD, sólo para ver como uno de sus tenientes apunta con su arma a uno de sus propios hombres, quien tiene una flecha enterrada en el hombro.

No muy lejos de allí se encuentran Ruby y Kain quienes acaban de recuperar sus armas, unos cuantos metros más allá, se encuentra Renall quien está ingresando al campamento en compañía de los soldados, que instantes atrás eran sus prisioneros.

Ellos aún no han notado su presencia, pues toda la atención parecía estar centrada en aquel misterioso herido, el cual parecía actuar de forma errática.

Tenemos que contenerlos niña, nuestras órdenes son claras, debemos mantener nuestra posición hasta que termine la transición y eso sucederá recién en un par de semanas. 

No te quedes allí parada sin hacer nada, ve por tu espada, está en un baúl junto a la entrada, justo donde ahora se aglomeran los soldados.

Date prisa, voy a liberar a tu teniente, necesitamos toda la ayuda posible. - responde Bodoc mientras se acerca a Sasha.

Y dile a Zavala que tiene que mostrar las espinas del erizo o estamos jodidos. - añade Bodoc mientras empieza a liberar a Sasha.