Partida Rol por web

Los primeros días en la academia fueron bastante monótonos, entre los deberes, la teoría de la magia, el vínculo del mana y la historia de los SeeD casi no tuvieron tiempo para nada, todos los maestros eran en extremo exigentes, incluso vuestro tutor Eduart era todo un tirano respecto a las prácticas de Tiro y legislación.

Sin embargo de todos los instructores, había uno que destacaba por tratar a los estudiantes casi como basura y era el General Cecil quien estaba a cargo del entrenamiento de tácticas militares avanzadas, curso que consistía el estudio de viejas batallas militares y en como estas se ganaron o perdieron debido a errores tácticos de parte de los comandantes a cargo de las unidades militares en conflicto.

Aquella semana apenas si tuvieron tiempo de relajarse, pues pasaban casi todo su tiempo libre recolectando información para las clases de Cecil y Palkras. Antes de que pudieran notarlo los sorprendió el día viernes y junto a él llegó su primera clase en el simulador, la misma que tendría lugar en la tarde, pero antes de ello tenían algo de tiempo libre para aprovecharlo como quisieran.

Durante las clases di una imagen muy diferente de la que todos tenían sobre mi, me senté en primera fila y estuve en silencio tomando notas de todo lo que decían en clases sobretodo cuando tenía que ver con la magia o el maná. No tenía todo el tiempo libre que me hubiera gustado para desarrollar mis capacidades por mi cuenta. Aunque tampoco me importaba ya que todo el tiempo que no tenía era invertido en las clases las cuales tenían el mismo fin. A lo largo de toda la semana hubo una cosa que quedo muy clara y es que a pesar de las aparencias era un chico inteligente y aplicado al estudio y que por alguna razón no me caía tan mal Cecil como al resto del alumnado. Además durante todos estos días no había siquiera intentando mantener algún tipo de conversación con los demás y me dedicaba a ir por mi cuenta.

Con el paso del tiempo llego el día de la simulación y yo estaba probando mis nuevos hechizos en el patio principal antes de la simulación. Quería estar seguro de saber usarlos al 100% antes de la hora acordada ya que sin ellos sería muy ineficiente en combate comparado con los demás. De ellos dependía para ganar combates, al menos por el momento.

            En los primeros días de la academia isabeau trata de ser lo mas receptiva posible de lo que podía aprender, disciplinada, pro-activa para las clases que requerían mas de su participación y solo cuando hay la oportunidad comenzar a integrarse con los compañeros y los profesores.  

            Isabeau trata de enfocarse más tiempo en las materias en las que tiene mas dificultades como con Parkas pero tampoco se confía demasiado en las que se considera mas fuerte como la clase de Eduart, trata de pulir sus habilidades ymejorar sus debilidades.

Durante las primeras clases me muestro bastante disciplinado y algo taciturno, pues el ambiente en la academia seguía siendo un tanto ominoso para mi, pues un gran número de cadetes seguía soltando puyas y comentarios sobre mi pasado y mi valía, llegando incluso a desafiarme a un pelea, la misma que no se concreto gracias al general cara de calamar quien paraecía tener ojos y oídos por toda la academia.

Procurando no destacar demasiado, miró, escuchó, y atendió todo lo posible, estaba claro que aquello no iba a ser fácil, pero en realidad no pecaba de prudente, si no de curiosa, debía saber donde dirigirse y como y hacia quienes en cada situación.

No faltaron momentos en los que dedicar unas palabras a quienes con malas intenciones querían acercarse a algún sitio o a alguna persona. Decir la verdad duele a menudo, y Kain la aprovechaba sin dudarlo para frenar a los más malintencionados "valientes" que pretendían usar puños en lugar de palabras.

- las palabras son piedras que pueden molestar, ayudar, o torturar, medirlas dará la oportunidad de saber el alcance que posean en cada situación, si las manejas del modo adecuado te acompañarán como compañeros fieles, si las mal usas, se volverán en tu contra - repetía en su mente frases que alguien le dijo una vez, no sabía quien, y dudaba que fuera mención de alguien conocido, su respeto por los vocablos procedían de algún extranjero que conoció una vez que visitaba fisherman's Horizontal.

Al inicio, los primeros dias me mantenia justo en los asientos de atras, intentando no llamar mucho la atencion, ni que los demas me molestasen en ese momento, pero claro, irme a los primeros asientos destacaria mucho, y eso era justo lo que no deseaba. Habia pasado desapercibido todo este tiempo, pero claramente se dio a comprender de que aun cuando me gustara pasar desapercibido, no era alguien a quien debian de subestimar, o esa fue la imagen que me encargue que vieran ellos. Las clases de Palkras y Cecil me las pase sin quejarme absolutamente y cumplir con mi deber, pues se puede decir que no tuve mayor problemas para superar lo que me pedian. 

Pocas veces he tenido problemas pues pasaba de quienes me resultaban molestos, o claramente iban a ser una molestia, solo en ocasiones mostrando hostilidad y frialdad, tratando a quienes me molestan como basura insignificante, pero claro, eso es solo para quienes osaron meterse conmigo. Actualmente sigo en mi propio ritmo, preparando mis "estrategias" en base a lo que nos ha enseñado Cecil, y mis nuevos hechizos esperando lograr resultados positivos. Kukeke...

Al contrario que otros tantos de la clase, a pesar de que presencia de ánimo hay, mi resistencia y atención a las clases es más constancia, interés y estoicismo que otra cosa, pues se nota que cada día así de intenso, al principio, me pasa factura mientras el organismo se habitúa. Durante los primeros días, quizás para darnos hábito, los profesores nos dieron una cantidad enorme de trabajo, cosa que aunque tenía advertida no esperaba que me afectase tanto, pues a pesar de mis esfuerzos trastocó bastante mis rutinas deportivas. Si no llegó a modificar mis prácticas religiosas fue simplemente porque no estaba dispuesta a aceptarlo: el tiempo que físicamente no tenía por el trabajo lo reducía de los descansos y el sueño, por lo que mi estado se había desgastado un poco aunque no como para desfallecer, y aún con esas seguí sentándome siempre entre las primeras filas.

Aún así, cuando alguien se acerca para hablar o interesarse por mi estado, respondo con la mejor de mis sonrisas y un "estoy bien", que si bien no resulta 100% creíble tampoco es lo que se pueda decir una mentira, simplemente me hago la dura.

Una de las peores escenas de la semana fue un par de días atrás cuando Cecil increpó a la "señorita Trepe por estar medio dormida en clase, creyendo que la fama de su madre le da derecho a no atender"*, ante lo que simplemente me limité a replicar repitiendo, casi palabra por palabra, las últimas 4 frases que había dicho antes de que me hablase directamente. Eso provocó un par de miradas que casi echaban chispas por no aceptar el pisotón y una carga extra de tareas para mí, pero por pura cabezonería no le di la satisfacción de hacer siquiera un mohín al respecto.

A diferencia de muchos de sus compañeros, Euphemia si llamó la atención, y no tenía ni el más mínimo empacho en casi hacer ostentación de aquello. A pesar de la gran cantidad de trabajo teórico, de las horas de desvelo que muchos estaban sufriendo intentando adaptarse al ambiente tan exigente de la academia, Euphemia parecía no resentirlo, como si siempre hubiera estado sometida a tanto estrés y presión y las marcas en su cuerpo eran prueba de aquello, su abuelo se había encargado de hacerle saber lo que era la rudeza y el maltrato.Sin embargo, a pesar de esa historia, no se mostraba como una chica con traumas, siempre sonriendo, y hasta cierto punto amable pero con la lengua lo suficientemente filosa como para ofender sin ser evidente, era parte de su arte, se decía así misma, es que simplemente alguien no puede dejar de ser como se es. Nunca, aunque se quisiera cambiar. 

Sin embargo, dentro de toda la investigación que debieron hacer, ella tenía libros sobre historia, sobre miembros del Seed, los que revisaba entre los deberes que cumplía, algo estaba buscando, pero cuando se le acercaban los demás estudiantes, los que no eran más de los que ella podría tolerar aunque lo disimulaba muy bien, cambiaba sus apuntes, ocultando lo que fuera que estuviera investigando. 

Ahora, al inicio de la clase, que ya habían dicho que sería una de las primeras prácticas, Euphemia estabas sentada de las primeras, con su uniforme perfectamente planeado y su cabello acomodado con un lazo negro y con todo ese aire tan odiosamente perfecto, tan odiosamente correcto. La dhampiro tenia un libro abierto sobre la mesa, levantando su rostro cuando llegó el profesor.

La primera semana Droniel siempre se sentaba enfrente, algo normal para él, así podía concentrarse completamente en lo que decían los profesores, algo que le sorprendió fue ver a Renall también en la parte delantera, aplicado, siguiendo cada clase casi al mismo nivel que Droniel lo hacía, las clases fueron algo más intensas de lo que esperaba, creyó que tendría más tiempo para sus propias investigaciones, para él explorar el lugar como le gustaría, en cambio estaba con la prisas de la recolección de información para los profesores, por suerte para ese tipo de cosas ya estaba algo acostumbrado, sus padres siempre fueron estrictos en cuanto estudios se trataba, aunque aquí era otro nivel y pudo cumplir con todo sin demasiado esfuerzo, aunque tiempo no le sobraba pudo aprovechar los momentos que encontraba.

El día que irían a los simuladores parecía que iba a ser uno mucho más calmado, así que lo aprovecho para descansar de tanto movimiento que había tenido en la semana y dar algunos paseos por las instalaciones, familiarizandose con los lugares que aun no había visitado.

Al llegar al área de los simuladores, vio allí a casi todos sus compañeros, al parecer todos estaban muy impaciente por esta clase, no era de extrañar, todos podrían demostrar sus habilidades en batalla y destacar más fácilmente si lo hacían bien... o muy mal. Por otra parte a Droniel no le interesaba mucho eso, era obvio que él no era del tipo "luchador", aunque esta situación si le ayudaría para recolectar información sobre sus compañeros, los cuales no sabía ni en que se especializaban.

Entrando ve a Euphemia, desprendiendo ese aire tan de "realeza", destacaba tanto que sintió ganas de acercarse a ella, algo que tal vez alejaría a algunos a el lo atraía, no por interés o que tal vez lo encontrara atractivo, solo era la persona que le resultaba más interesante en aquel lugar. - Hola! Euphemia, ¿como estas?. - Con una sonrisa amigable se dirige a ella mientras esta con su libro leyendo, para luego sentarse a su lado en la primera fila. - ¿Impaciente por comenzar?

Tras un buen tiempo de prácticas, pude comprobar que definitivamente mis magias estaban listas e incluso mi habilidad con ellas se había incrementado gracias a las clases recibidas lo cuál me hizo esbozar un gran sonrisa de confianza, con el pensamiento de que estoy preparado me hago un esquema mental sobre como llegar a la zona de simuladores, sabía la ubicación aproximada de todas las zonas importantes gracias a la "exploración" que hice el primer día a solas.

Llegué a clase con algunos minutos de sobra pero ya había gente entre ellos Aokishi y Euphemia, el intentado hablar con ella. Tras un solo vistazo aparto la mirada de los dos y me apoyo en la pared junto a la puerta repasando los apuntes que había hecho a lo largo de toda la semana, una imagen bastante llamativa de ver. Aún quedaban algunos compañeros de clase que no se acostumbraban a que fuera estudioso a pesar de mi aspecto pero los ignoraba pretendía que la primera muestra de mis capacidades fuera en esta clase en el simulador y después en los exámenes escritos sacando la nota mas alta de nuestra promoción. Algo que me parecía relativamente sencillo ya que donde mas destacaba era en el ámbito académico.

movía su pie izquierdo, se había cruzado de piernas, y el pie que movía chocaba contra el borde de la mesa mientras esperaba que llegaran los supervisores, aunque su interés estaba en otra personal Cecil, sabía que el general había conocido a su madre y justamente eso era lo que necesitaba, pero no había logrado encontrar la forma de llegar a él, no iba a reconocer que la intimidaba y se auto convencía que el hecho de aún no haberse acercado se debía solo a que aún tenía tiempo. 

Entornó los ojos mientras sus manos se ubicaron sobre su libro para mover una página cuando siente que alguien se acerca y se pone justo a su lado, era el pelirrojo, el chico al bhed, ya lo había estado estudiando, era atractivo y le gustaban sus ojos verdes, aunque lo encontraba demasiado bondadoso, demasiado edulcorante para su naturaleza agría y cínica. Euphemia entornó los ojos, ya se daba cuenta que había sido un error haberlo invitado a hacer alguna travesura cuando no le quiso decir lo que había descubierto respecto al elfo.

— ¿impaciente?... ¿acaso crees que es una especie de excursión? — le pregunta con su mirada al frente, su mano derecha fue al libro y lo cerró — intenta mantener tu cabeza sobre tus hombros — lo miró de reojo con aquel brillo tenebroso, aún pensaba que Droniel no tenía madera para ser un Seed y eso hacía que se preguntara porqué alguien así había entrado, no parecía tener fuertes convicciones como algunos, o una intensión de venganza como ella. Era curioso, muy curioso.

Droniel mira a Euphemia pensativo, algo confundido por esa respuesta, luego mira al frente ríe para si mismo y con una sonrisa como si algo le resultara gracioso vuelve a la dhampira mientras lo mira de reojo. - Ahora que lo pienso, fue culpa mía por hacerte esa pregunta, supongo que te agrupe con el resto y no me explique bien... - Hace silencio unos segundos en lo que saca su portátil, mira al resto de sus compañeros y otra vez a la dhampiro con sus ojos verdes, espirales en los cuales se notaba seguridad. -  ...para algunos esta podría ser una buena oportunidad para mostrar sus dotes para la batalla, para destacar, para conseguir respeto y algo de reconocimiento, en este lugar puede comenzar a esparcirse su nombre. Por ello algunos pueden estar impacientes, pero después de pensarlo, fue error preguntarte a ti, obviamente no eres de ese tipo... por ello eres interesante. -  Diciendo esto último en voz baja, como si fuera un pensamiento que se le salio sin darse cuenta.

        - En serio crees Droniel que la importancia del simulador reside en presumir quien la tiene mas grande?   Te pensaba mas maduro que eso, pero tal vez me equivoque ... esta ocasión tiene toda la razón Euphemia, mejor concentra te para evitar tu ansiedad, aprender de esta experiencia y si te es posible trata de trabajar en equipo con los demás -    Dijo en voz alta Isabeau sin voltear al verlo mientras que comenzaba a hacer calentamiento vestida con ropa deportiva, compuesta por un leotardo y un tipo de sudadera ajustada; tras haber estado algunos minutos en la estancia con los demás en absoluto silencio en una posición de flor de loto .. pero flotando en el aire en lo que parecía algún tipo de meditación 

Ingresé al aula con calma y en silencio sólo para encontrar a mis compañeros de unidad discutiendo.

Espero que no estén discutiendo sobre la clase de hoy, el simulador es una jodida molestia como para tener que enfrentarlo con un grupo dividido. - digo con seriedad.

La primera vez que ingresé en él casi perdemos a alguien así que mejor se lo toman con calma o estaremos en líos con mucha velocidad. - agrego mientras desenfundo mi espada y reviso que esté debidamente afilada.

Y sí, antes de que lo pregunten, esta no es mi primera vez en la academia, sólo que lo dejé después de este punto por motivos familiares. Sin embargo, puedo asegurarles que el peligro en esa cosa es mucho más real de lo que pueden imaginar. 

Espero que alguno de ustedes se haya tomado la molestia de aprender algo de magia blanca en estos días o al menos haya comprado alguna materia que nos ayude a salir de esa cosa caminando. - agregué, dejando escapar un suspiro, mientras enfundaba la espada y tomaba asiento.

Mientras Eladamri tomaba asiento el teniente ingresó ataviado con su uniforme y dos potentes pistolas lo suficientemente grandes como para disparar balas de rifle.

Buenos días cadetes, es hora de su primera sesión en el simulador, tengo preparado un ejercicio bastante sencillo, deberán abatir a dos enemigos de gran tamaño.

El primero de ellos un bégimo joven y el segundo un thinderbird, se recomienda ampliamente usar trabajo en equipo, ambos enemigos pueden resultar bastante desafiantes, pero nuestro ordenador ha modificado las características de los mismos para que puedan abatirlos con cierta facilidad.

Yo dirigiré el ejercicio, pero antes de empezar, necesito que se separen en dos equipos. Tomensé su tiempo mientras yo cargo la simulación.

Escucho con insatisfacción la discusión que se va formando en el grupo, y con cierta preocupación las palabras de Eladamri. Pensaba en algo muy distinto cuando hablaban del simulador, y casi me temía que lo iba a hacer bastante mal al creer que serían combates enfrentados, pero al ser como tal una simulación de combate iba a ser capaz de colaborar con mis compañeros y dar buen uso a las capacidades a las que me había dedicado en el uso de Magia Azul.

- Tranquilo, os cubriré las espaldas si no os alejáis demasiado. -le digo al elfo con una sonrisa algo cansada pero animada a pesar de todo.

Tras eso, con ambas manos, extraigo mi Espadón de la funda que llevo a la espalda, revisando también como por décima vez que esté en las condiciones adecuadas y delatando entonces un muy curioso detalle que casi seguro solo Eladamri tenía alguna opción de entender (por ser historia élfica). A pesar de que el arma parece estar en buenas condiciones en general, con un afilado adecuado y demás... la punta está desgastada hasta ser redondeada. Es bien cierto que no se suele estocar con un mandoble, pero, ¿qué demonios habría podido pasar para que el filo terminase de forma tan abrupta?

Una vez realizado también este proceso, la guardo nuevamente y me arrodillo, entrelazando las manos en un símbolo que semeja un ave y cruzándolas sobre el pecho mientras comienzo a mascullar algo. Por lo que se sabe de mí, la mayoría o todos pueden tener claro que es un rezo al Fénix.

Ante la explicación de Eduart, asiento con la cabeza y digo:

- Yo tengo capacidades curativas y de apoyo, y ataco Cuerpo a Cuerpo. Sería mejor si en ambos grupos hay alguien que sane las heridas, como dijo Eladamri. -digo con tranquilidad, esperando a que se organicen.

Deja salir un largo suspiro mientras se rasca la cabeza y Isabeau hablaba, la sonrisa que llevaba se borra. - Al parecer aun no termino de explicarme bien... Yo tuve la decencia de no incluir a ninguno de ustedes Al menos no directamente en ese grupo, hubiera preferido que no me pusieran a mi... como dije el primer día... yo no tengo una gran meta que alcanzar, ni nada grande me ha traído aquí, solo mi pequeño, simple y algo egoísta objetivo. - Se acomoda en la silla, cruza sus brazos y sin quitar la mirada de la semi-Aven calentando continua. - A mi no me importa eso de ser aclamado y reconocido por el mundo ni nada parecido. - En su tono de voz se podía notar que se había ofendido.

Vuelve a sonreír como lo hacía cuando entro al lugar.- Y no te preocupes, no creo tener problemas con el trabajo en equipo. - Luego de agregar eso ultimo, abre su portátil, se pone a escribir mientras el elfo hablaba, levanto la mirada cuando Eduart entro, lo escucho y siguió escribiendo.

Cuando termino se puso de pie. - Yo no poseo habilidades curativas, yo utilizo esta pistola - Dice sacandola de la funda que tenía en la cintura y levantandola sobre su cabeza, luego la vuelve a guardar. - También soy bueno con las computadoras, por si no era obvio. - 

Me mantuve en silencio mientras el Aokishi hablaba con Euphemia e Isabeau sin poder evitar sonreír cuando dice lo de que algunos ven el simulador como una oportunidad para ganar cierto reconocimiento aunque parecía que la semi-aven no creía importar la fama, ciertamente el propósito principal del simulador es mejorar el trabajo en equipo y entrenarnos pero no debía subestimar la importancia de ganar fama.

Mantuve la mirada fija en mis apuntes, apartado de los demás pero escuchando lo que hablaban hasta la intervención de Eladamri y la llegada de Kinneas, me separé lentamente de la pared y me acerque al resto.

-Antes de formar los grupos cada uno debemos exponer nuestras habilidades para poder trazar una estrategia en mi caso aún -destaco la palabra aún- no dispongo de magias curativas pero si de ofensivas siendo estas mi principal arma ya que tengo un poder mágico superior al normal de un novato humano eso significa que soy una gran fuente de daño a distancia y me defiendo en distancias cortas -miro a todos esperando que hagan lo mismo que yo, Aura y Aokishi- Por otro lado tengo una idea sobre como encarar la simulación pero no se si sera posible dejadme que os cuente. Como ha dicho Eladamri es una molestia enfrentar a dos enemigos fuertes en grupos separados pero tampoco podemos ir todos a por uno y dejar que el otro nos sorprenda así que tal vez podíamos hacer dos grupos, uno grande enfocado en acabar con uno de los monstruos lo mas rápido posible y el otro que se encargara de distraer al otro. Es una idea alocada e improvisada por eso os pido vuestra opinión.

Si hubiera tenido mas tiempo e información podría haberme sentado con todos y pensar en una estrategia mas elaborada pero no estaba del todo disgustado con este plan teniendo en cuenta que lo había hecho en pocos segundos.

       - Muchas gracias por el consejo Eladmari, aunque se lo básico de primeros auxilios me he conseguido algo de materia para curar daño, espero que no sea necesario -    Respondió Isabeau al elfo antes de  la aparición de Eduart, a quien escuchó atenta mientras que continuaba con estiramientos calentando y solo hasta que terminó le preguntó:

      - Muchas gracias señor!   Nos puede decir profesor algún punto débil y algo de lo que debamos tener cuidado de ambas criaturas? -    Isabeau le sonrió al guapo profesor mientras que de reojo miraba y escuchaba la reacción como las cualidades de los demás, entonces dijo:

      - En mi caso yo puedo disparar a distancia y si es necesario defenderme y esquivar en corto espacio, tengo conocimiento y habilidades de supervivencia, rastreo, para activar o desactivar trampas y cerraduras ... Tal vez Droniel podrías colaborar buscando en tu computadora información acerca de las criaturas que vamos a enfrentar. 

Iba a responderle a Droniel, sin decidir aún si sería la bruja que es realmente, o quizás echaría mano a su carisma y encanto de vampiresa, pero la semi aven le quitó el momento entrometiéndose donde no la habían invitado, algo que estaba volviéndose recurrente en la chica, y con eso, Isabeau se estaba tornando tornando cada vez más y más molesta. Demasiado molesta al punto que ya comenzaba a hacer que la dhampiro prefiriera ignorarla. 

El profesor llegaba y con eso zanjaba cualquier discusión posible, abriendo otra, saber que podía hacer cada cual y que tendrían que trabajar en conjunto, Euphemia suspiró, sabia que eso pasaría, pero aun así le incomodaba la idea, nunca había trabajado en equipo, al contrario, la habían educado en que jamás se debía confiar en nadie, que todos eran potenciales traidores y que si se era incapaz de enfrentar algo por los propios medios, era mejor la muerte. Entrecerró los ojos, tomando la paciencia que ya no existía para responder de la manera más breve posible, después de todo, su propia condición le impedía realizar magia blanca, aquello, eso... que estaba en su interior se lo impedía. Debía ser mala, naturalmente mala, se dijo. 

— uso magia oscura — fue lo que dijo cuando se hizo un silencio y su voz resonó con fuerza, no podía hablar si era buena en combate cuerpo a cuerpo o a distancia, había sido educada en combate, pero aun no podía decir que fuera especialmente buena en una cosa o en otra, después de todo su fuerte era la misma magia, por otro lado, no iba a buscar quedar con unos o con otros, siguiendo su política de que sola era más eficiente. Aprender el trabajo en equipo sería uno de sus mayores desafío.