Partida Rol por web

Tras la fuga de Aura, la academia estuvo en alerta máxima, pues el ataque de los hijos del dragón terminó con un saldo de treinta soldados SeeD muertos, dos cadetes secuestrados, cincuenta heridos y un capitán asesinado.

Lord Effio quedó frustrado por no poder satisfacer su sed de venganza, pero nada pudo hacer contra el jardín, pues las evidencias del ataque eran irrebatibles.

A la academia le tomó varios meses recuperarse de ese revés, lo que obligó a los altos mandos a intensificar la formación de sus soldados, entre ellos ustedes.

Sin embargo, aún debían superar un examen para convertirse en SeeD plenamente, para ello fueron destacados a una unidad especial la cual tenía una misión programada, la misma que tendría lugar en un par de días, los detalles se los darían al día siguiente.

Varios meses con una formación incluso mas estricta e intensa que hasta ahora, de normal ese nivel era suficiente para llevar a la extenuación a cualquiera pero incluso todo eso me seguía pareciendo insuficiente cuando la formación acababa me iba siempre a la biblioteca para seguir estudiando la magia y por las mañanas desde bien temprano antes que los demás ya estaba despierto entrenando físicamente. Debía esforzarme mas y mas cada vez, debía ser quien mas se esforzara, debía fortalecerme muchísimo mas, era casi una obligación. Día tras día una rutina tan exigente acabaría teniendo consecuencias pero por el momento había sido capaz de sobrellevarla generando una adicción por el café. Por otro lado habría algunos que podrían jurar no verme llegar por las noches a mi cuarto de hecho eso empezó a ocurrir a los pocos días de todo lo sucedido con Aura y mas o menos a la vez apareció una cicatriz en mi cuello como cuatro pinchazos en forma de un perfecto rectángulo.

Desde que había llegado a la Academia había casi perdido el contacto con mi familia, tenía muchas cosas que contarles y seguramente ellos a mi también, así que decidí ponerme en contacto con ellos. Después de las quejas sobre casi no llamarles nunca, que me hablaran sobre como les iba a mis hermanos, sobre cuanto había crecido el perro, que me preguntaran sobre como había progresado y demás saque un tema un tanto peliagudo, algo que solo hable con mi padre. Mi relación con Euphemia que cada vez era mas cercana, al principio no mencione su apellido, estaba feliz, orgulloso de que su retoño fuera feliz de esa manera. Hasta la mención del apellido Dracstone, claro que no le gustaba la idea de que mi novia fuera nieta de su peor enemigo eso era evidente. Temía por que me pasara algo, porque ella me estuviera engañando, porque todo acabara de la peor manera. Discutimos, por primera vez en mi vida discutí con mi padre. Luego mentí a Euphemia sobre como se lo había tomado.

Mañana tendría los detalles sobre la misión con la cual sería nombrado SeeD oficialmente, no podía estarme quieto sabiendo eso para mi eso era imposible. Entrenaba, en parte por mejorar, en parte por liberar estrés, tenía tantas cosas en la mente, tantas contradicciones, tantas preguntas, tantos problemas pero tenía la determinación de sobreponerme a todos ellos y seguir avanzando por el camino que yo mismo me había marcado. Convertirme en SeeD, dominar la magia, marcar la historia, volver un poco mas fáciles las vidas de todos, convertirme en Comandante SeeD y hacer de esta institución algo mas... idealista. Todo eso sin perderla.

Cánticos a sirena, Kain estuvo ante todas y cada una de las tumbas de los fallecidos, incluso después de asistir al funeral que se hizo. No acabó de entender por que el elfo podió que ofreciera aquel mensaje a Quistis si él mismo se había quedado en el jardín "la sangre está saldada".

La aquarian ofreció su habitual poético informe con la versión acordada, llena en algunos casos de exageraciones o florituras. Desde como accedieron cuando una lluvia de magia y flechas les asolaban, hasta como un gran dragón estuvo a punto de devorarla cuando fue a presionar la alarma. Pero todo vocablo ofrecido por Vlare era así, común en quienes seguían su senda. Era sabido que los detalles ofrecidos por un bardo podían contener malos entendidos o incluso piadosas mentiras para hacerlo más hermoso o diverso, seguramente por ello su informe tomado con pinzas podía ser el más preciso o el más erróneo, cosa que facilitaba la manipulación del mismo.

Aun y así, cada día visitó las losas de los caidos. Su intención era una liberación limpia, sin baches y casi sin heridos siquiera.

Durante los días siguientes, practicaba su cántico poético ante las lápidas y entrenaba en la zona de prácticas contra diferentes tipos de bestias. También durmió en las lagunas algunos días tras sus entrenamientos subacuáticos que realizaba para potenciar sus movimientos.

Entrenar, estudiar y enfatizar sus palabras, el deseo de mejorar era amplio, pero no era ello lo que le movía, en realidad lo que le llevaba a sobre exigirse un poco era la creencia de compensar y suplir a laos caídos. Siendo el capitán ante la celda responsabilidad suya en parte, por haber sido incapaz de petrificarlo a tiempo, tenía ese enorme peso sobre sus hombros, tenía que cubrir a un gran aquarian fallecido.

Os encontrabaís todos reunidos en la sala común del dormitorio, cuando Eladamri y su wyvern entraron en el recinto con cuatro cartas en la mano.

Las cartas contenían instrucciones para que se reunieran mañana en el hangar con Denetor, su nuevo líder de escuadron, él les daría los detalles de su misión de graduación.

A diferencia de la teniente Mey, Denetor era un joven egresado que al igual que ustedes dependía del éxito de esta misión para su ascenso. 

Esta será nuestra primera misión oficial como SeeD, les recomiendo que dejen su brújula moral en casa, no quiero tener que salvarle las castañas del fuego a nadie esta vez, por lo que si ese tal Denetor nos dice maten, espero que lo hagan sin cuestionarlo. - digo con seriedad.

Estos seis meses habían marcado un antes y un después en la vida del elfo, pues ahora se le notaba más centrado y sereno y es que desde que inició su formación como caballero dragón, muchos de sus fantasmas internos parecieron desaparecer y es que su wyvern parecía haberlo ayudado a encontrar muchas de las repuestas que buscaba.

Una vez entregadas las cartas, me siento con Iroh a mi lado y centro mi atención al horizonte.

Apenas llegué un poco antes de lo que hiciera Eladamri y en todo momento estuve leyendo un cuaderno lleno de notas y marcadores por todos lados, todo estaba escrito a mano. Página tras página era una pequeña enciclopedia sobre todos los libros que hablaban de la magia existentes en la biblioteca de la Academia. De hecho en concreto de todos los libros que habían en torno al nivel que ahora mismo usaba. Mis ojos miraron por encima del libro al elfo cuando llego, de inmediato abrí y leí la carta que nos trajo. Denetor, entonces ese sería nuestro nuevo líder... probablemente fuera otro egoísta sin un ápice de altruismo.

- No pidas a un Gallard algo que va en contra de su sangre. Simplemente limítate a no intentar salvarme -guarde la carta en uno de los bolsillos de mi capa, desde que volvimos de aquella misión siempre que no fuera expresamente necesario no solía llevar el uniforme de Seed y en este caso, como la mayor parte del tiempo, usaba mi capa roja favorita por encima del uniforme- Si eso es todo me marcho. Tengo que ir la sala de simulación para poner a prueba mis nuevas magias.

Me puse en pie sin apartar la vista de mi cuaderno y empecé a alejarme del lugar si nadie me detenía.

- relájate de vez en cuando y verás el tiempo alargando - decía llegando a penada unos metros tras Renall golpeándole sin fuerza alguna en la cabeza con la mano recta y vertical, como si algo del chico le hubiera molestado - ayer me mataste en la zona de prácticas al monstruo que pedí para practicar mi sigilo y puntería, entrena, pero deja reposar el vinilo y recarga tu batería...

Pese a hacérselo saber, no le molestaba demasiado, se había cruzado en la sala de simulación varias veces con él, y evitar que el chico la viera le había permitido practicar su sigilo con alguien que no fuera un monstruo y podía reaccionar diferente. La aquarian sonrió poniendo su mano y recibiendo su sobre, sin cerrar el paso al chico, dándole un golpecito anímico en el hombro.

- quieras o no te estaré cubriendo, así que piensa lo que vayas haciendo.

Seis meses, seis intensos meses en donde la dhampiro había destacado por sus habilidades físicas frente a otros cadetes. La joven se había convertido es una formidable y temida guerrera y su guadaña estaba siendo ya conocida entre los demás estudiantes así como esa ferocidad también estaba siendo conocida y había llamado la atención del mismo Cecil, Euphemia no se estaba midiendo, ella deseaba destacar pues sus objetivos estaban tratados y eran muy claros aunque eso significara ser considerada peligrosa y que muy pocos se le acercaran, quizás solo los dementes como Eladamri y Renall.

Con el elfo, la relación se había fortalecido aunque no dejaba de ser distante a ojos de muchos otros, pero uno de los pocos que podía seguirle el paso a la chica era el guerrero dragón, más ahora que había logrado dominar el frenesí de su sangre y luchaba siempre con los ojos rojos. El otro que lograba soportar su ritmo era Renall, aunque con él, ella si se limitaba, y se le veía cerca de él, de hecho algunos decían que se veía hasta menos feroz cuando el peliblanco la acompañaba en algún momento del día en donde se le veía feliz, pero la mayor parte del tiempo, Euphemia sólo entrenaba y buscaba derrotar a cualquiera que le diera batalla, lo que había acrecentado aún más su fama de violencia. Después de todo, era una Dracstone decían muchos.

Ahora reunidos, ella estaba apoyada en la mesa, y cuando el elfo les entregó las cartas, ella fue por la de ella, para abrirla y leerla mientras Renall y él cruzaban palabras, las que deliberadamente ignoró. A decir verdad desconocía si entre ellos aún existían temas pendientes, pero por la tensión en sus palabras, parecía que sí. Levantó un poco la vista, Kain le tocaba el hombro a Renall y Euphemia entornó los ojos ligeramente.

— ¿acabaron? — preguntó sin ser especifica, y caminó hacia la salida, mirando de reojo al elfo para que la siguiera. 

Mientras están conversando ingresa un sujeto a la sala y los observa con seriedad.

¡Así que de ustedes depende mi ascenso! pues se nota que no va a a ser nada fácil - dice el hombre mientras se frota el puente de la nariz. - ¿Al menos teneís lo que se necesita para poder matar? Quiero decir, venga somos mercenarios, todos nosotros deberíamos ser capaces de poder ver a la cara a un recién nacido y apretar el gatillo si la paga lo amerita.

En fin, no digo más, mi nombre es Denetor y estaré al mando a partir de ahora, los detalles de la misión se los daré mañana en la lanzadera, pero tengan en cuenta que no se puede hacer un buen omelete, sin romper algunos huevos y es para eso que nos pagan.  - sentencia el hombre cruzándose de brazos.

Aquel sujeto caminaba por la estancia de forma serena y elegante, con tintes bastante regios que denotaban un aire ligeramente nobiliario, todo respecto a  su vestimenta y estilo dejaba en claro que no se trataba de una persona común, sus facciones eran bastante finas, lo que generaba cierto magnetismo a su alrededor.

Cada uno de los gestos y movimientos de este sujeto estaba milimétricamente calculado, lo que creaba cierto halo de elegancia y misterio a su alrededor.

La aquarian apuntó al susodicho con ambas armas, molesta por el modo de hablar del sujeto - si quieres lo podremos comprobar, ¿alguien me da un guil por dispararle? Aunque sus gestos sean de galán, su lengua es desagradable. No dudaré en matar pero tengo mis propios principios, si me pides matar a un niño sin culpa o color, dejaré en el suelo tus sesos ímpios, no me mueve el dinero como el honor.

Enfundó sus armas mirándole con cierto desprecio, cada quien tenía sus propias normas.

- a parte de obviedades de intelecto, tu mandas por el momento, me da igual tu procedencia o si eres un insecto, dirige bien y te seguiré si eres recto.

No le gustaba el tipo, a la aquarian le gustaban más las personas por sus palabras que por su aspecto, y ese jefecillo había empezado mal, pero ante todo era una profesional, no una que cargara ciegamente, si una orden era irracional no la seguiría, pero si dirigía debidamente tendría sus armas y cánticos al lado.[/b]

Me pase la mano por la cabeza, concretamente donde me había golpeado Kain mientras miraba a esta, aunque en mis ojos podría llegar a verse simpatía cosa que mi expresión facial no acompañaba.

- No puedo descansar -me limite a decir- Y no te preocupes siempre pienso lo que hago, si no lo hiciera entonces seguiría sin dudar las órdenes.

Mire de reojo como Euphemia se disponía también a irse pero no comente nada al respecto, en cambio hay algo que si llama mi atención y hace acrecentar mis malas impresiones respecto a la misión. Este tipo era simplemente imbécil, pero no iba a permitir que alguien como él me impidiera seguir escalando posiciones en el Jardín.

- Todos los que estamos aquí tenemos mas que lo necesario para matar, así que deja de juzgar a la gente sin conocerla de nada -levanté la mano para hacer que Kain bajara las armas pero ya lo hizo ella por su cuenta- Pero recuerda que tu ascenso no es lo único en juego, tal vez si miras las cosas desde otro ángulo verías que en cada uno de las misiones que tenemos hay muchas mas cosas por en medio no solo tu beneficio personal -eso lo había aprendido por las malas- Si esperas ir de guay, tratar de tomar la posición de líder y actuar de la forma necesario para tu propio beneficio lo mas probable es que nadie te siga. Y tengo una pregunta ¿nos conoces? Deberías si te asignaron como líder de nuestro grupo.

Escucho las palabras del jefe de turno y lo observo con total indiferencia, lo único que había hecho era dejar en claro las reglas.

Sin embargo, Kain no tardo en desenfundar sus armas y apuntarlas contra Denetor, lo que me dejo bastante sorprendido, pero aún así opté por mantenerme sereno. 

Somos mercenarios, no lo olvideís, ellos pagan, nos señalan el objetivo y nosotros ejecutamos la orden, asi funcionan las cosas.

No somos héroes, somos espadas a sueldo, nuestra consigna es la de quien nos pague. - digo con.total tranquilidad.

Ya cerca de la puerta, la joven se giró ligeramente, había observado al nuevo jefe de reojo, estudiándolo rápidamente, sin tener una idea en especial sobre él o tener una impresión favorable del tipo que quería imponerse de esa manera frente al grupo señalando algo que la primera teniente que tuvieron había intentado repetir muchas veces pero que nadie había escuchado. Ahora que lo pensaba, muchos se habían ido, otros tantos habían muerto y al final del día sólo habían quedado ellos.

— eres demasiado patético... — se había girado y ese comentario había sido justo en contra de Denetor, si alguien abría la boca y se intentaba imponer ante los demás con esa fanfarronería, era sólo símbolo de debilidad y dentro de la fama de la guerrera estaba el hecho que no obedecía a aquellos que consideraba débiles y el hombre no estaba demostrando nada interesante ante la dhampiro.

— mercenarios o no, yo no mato ni a niños ni a inocentes... vive con eso, así que ten cuidado con las órdenes que me intentas dar — rodó ligeramente los ojos con su mano en su cintura, marcándola, dicho esto, salió de la habitación, bamboleando sus caderas con ese toque sensual que no ocultaba y que la volvía aún más peligrosa que con su guadaña. 

Mi cabeza se gira como un rayo hacía Eladamri cuando menciona una sola palabra... héroes, pero en mi rostro solo había decepción, no por mis compañeros si no por mi mismo.

- No, no somos héroes, nadie aquí lo es ni por asomo -mire hacia un lado con las manos en los bolsillos- Un héroe dista muchísimo de lo que somos, un héroe lucharía hasta desfallecer por aquello que cree correcto sacando fuerzas de donde no las tiene porque no lucha porque quiera ganar, lucha porque debe ganar -hablaba en tono bajo, apenado con solo una persona cruzando mi mente, un hombre envuelto en su armadura con el escudo por delante y la espada detrás listo para aguantar todo lo que el mundo quiera lanzarle encima como un baluarte indestructible dispuesto a proteger aquello que ama con todo lo que tiene- Pero eso no nos convierte en armas, hay que conocer las diferencias entre ganarse la vida como mercenario y carecer de sentimientos, convertirte en una simple marioneta que haría lo que fuera por unas monedas -me paso la mano por la cara cansado- Estoy perdiendo mucho el tiempo aquí -entonces si me giro hacia Benetor con mirada seria en mi rostro- La misión sera cumplida de manera excepcional, no lo dudes.

Me giro sobre mis talones ondeando la capa en el proceso y me marcho lejos de todo este dolor de cabeza.

Todos llegaís a la lanzadera a la hora programada con su equipo revisado y listo, una vez en la lanzadera, Denetor cierra la puerta y apaga el micrófono de la cabina.

El dhampir os observa en silencio y una vez que tiene claro que nadie los puede escuchar, procede a desplegar un mapa sobre en cual coloca unos marcadores de madera.

Muy bien cadetes, a nosotros nos desplegaran en esta posición, nuestra misión consiste en demoler este viejo templo consagrado a Shiva, actualmente un grupo rebelde lo usa como base de operaciones, el cliente quiere que lo borremos del mapa sin importar el cosro.

En mi mochila cargo un poderoso explosivo, capaz de convertir el lugar en un cráter humeante, el principal problema con esta musión es que el lugar está custodiado por patruyas fuertemente armadas y al interior del templo hay dos samurais muy peligrosos, de ser posible debemos ebadirlos a toda costa. - dice Denetor evidentemente preocupado por la presencia de esos enemigos.

Bajo ninguna circunstancia debemos llegar al santuario del templo, pues lo más probable es que allí se encuentren los samurais con la invocadora que dirige a los rebeldes y esa es una pelea que no podemos ganar.

Una vez plantado y armado el explosivo, tenemos veinte minutos para escapar del lugar, de lo contrario estaremos muertos, no hay lugar para errores en esta misión. - añade Denetor con expresión severa.

Confío en ustedes, he leído sus expedientes y sé de lo que son capaces y de lo que no, no voy a pedirles que hagan algo que va contra sus principios, eso ya me toca a mi, pero por favor, no se entrometan, yo he sido seleccionado par liderarlos por una razón y tanto ustedes com yo, estamos a prueba por la organización, no lo olviden. Ahora memoricen rsto que ya llegan los pilotos y no pienso repetir nada de esto ante oídos curiosos.

La aquarian revisó bien el mapa, mirando cuales serían los mejores puntos en los que ocultarse y regalar una melodía a sus rivales, el punto hasta el que sería seguro avanzar y los posibles desniveles del terreno que serían utilizables.

Evitar un combate a toda costa no era lo que más le gustara y que se tuviera que destruir un templo no era su pasión, pero puesto que no era un templo a sirena no se quejaría pese a desagradarle la idea, no eran cosas que dañaran su moralidad, aunque cuando se trataba de dioses, siempre podía haber alguien en contra. No les culparía, ella lo tendría, as fuera sirena la afectada.

En cuanto el mapa es desplegado me inclino hacia delante para tener una mejor visión de todo, inconscientemente buscaba rutas alternativas y callejones poco transitados entre nuestro punto de inicio, el objetivo y el punto de escape teniendo en cuenta la información dada por Denetor tendríamos que tener un plan por si las cosas se torcían, no una si no varias rutas por las que huir en caso necesario y no solo eso si no también un plan de acción en contra de dos enemigos imposibles de derrotar en un combate justo como mínimo. Tal y como dijo él en esta misión no había opción de error por lo tanto había que ir lo mas preparado posible antes siquiera de poner un pie en la zona.

Pero hubo algo que me hizo levantar la mirada del mapa para esbozar una sonrisa y es que Denetor parecía ser mas "compresivo" hoy que la última vez.

- De acuerdo... vale... -una duda se me vino a la mente sobre esos expedientes nuestros y aunque no creía que pudiera decirnos que ponía en ellos si que debía comprobar algo- Los expedientes que mencionas ¿están actualizado? Ha pasado tiempo desde la última misión y estoy seguro que los cuatro hemos evolucionado mucho desde entonces así que quiero asegurarme de no habrá problema alguno.

Muy bien señor Galard, respondiendo a su pregunta, sí los registros están actualizando, cada quince días los instructores presentan un informe detallado a los oficiales mayores para ser revisados y clasificados, de esos informes depende el progreso de todos en la organización.

Alguna otra pregunta respecto a la misión o ya está todo claro. Recuerden que es una misión en la cual existe la posibilidad de toparnos con enemigos especialmente duros, así que, sean catos al actuar, yo cuento con algunos hechizos de curación pero aún así no se fíen, recuerden que soy un dhampir y como tal, no puedo usar magia blanca si no es a través de una materia, lo que nos pone en una situación un tanto más complicada. -sentencia Denetor mientras se prepara para el despegue.

Escucho con atención a Denetor y observo el mapa, en mi opinión las cosas estaban claras, sin embargo, me gustaría tener algo más de información sobre el enemigo, aunque tal vez al tenerla, las cosas se volverían más confusas, pues lo mejor para un mercenario es conocer sólo las capacidades de combate de un rival y no sus motivaciones ni mucho menos mostrar compasión.

Si teníamos que reducir el templo a escombros así sería, lo único que me preocupaba eran las trampas, confiaba en que mi magia y mis materias bastarían para poder enfrentar todo lo que ese viejo templo tenía para ofrecernos.

Por mi parte sólo tengo una pregunta ¿Tenemos algún plano detallado del interior del templo? - pregunto pensativo, mientras me dispongo a alistarme para el despegue.