Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 1.1] El Trueque de Jackie

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10/07/2017, 21:24
Narradora

Nueva York, 12 de noviembre de 2037, 09.00 am.

El mercado más cercano al Huerto Major Morris estaba en el cruce entre Edgecombe Avenue y la 145th St, justo donde comenzaba el parque Jackie Robinson, donde desde hacía años estaba instalada una pequeña comunidad de Buscadores del Nuevo Edén. El mercado se solía llamar «El Trueque de Jackie» (o, para abreviar, «El Trueque» o «El Jackie»). Hacía años había sido un chiste por el nombre del parque, pero para aquel momento ya era como todo el mundo en la zona conocía el lugar.

El cruce estaba cerrado al tráfico en ambos sentidos por barricadas formadas por coches destartalados y sacos de tierra, en parte para proteger a los que realizaban sus trueques y en parte para resguardarlos del frío. Allí, en el centro de esas paredes improvisadas se solía juntar todas las mañanas la gente de Sugar Hill y otros barrios cercanos para hacer sus intercambios. 

Una mujer y un hombre armados, miembros de una de las bandas de la zona, vigilaban las dos entradas al mercado, pagados por los que allí intercambiaban productos para cuidar de que nadie entrase con malas intenciones al lugar. Los habitantes del Major Morris eran conocidos en el barrio y también en el mercado, así que tras echarles un vistazo e identificarlos, no tuvieron ningún problema para entrar en la amalgama de puestos, productos y colores que formaban el mercado. 

Había algunas mesas y bidones sobre los que exponer productos, aunque otros optaban por colocarlos sobre una manta en el suelo y la parte trasera de una furgoneta inutilizada servía de almacén para una pareja que vendía piezas mecánicas. Era temprano y algunos todavía estaban instalándose en el lugar, pero ya podían escucharse multitud de voces, pactando precios, preguntando por los productos de otros o, simplemente, charlando. Era aquel un lugar pacífico, donde muchos se permitían bajar un poco la guardia y soltar la lengua de más. 

Notas de juego

Venimos de: [Capítulo 1.1] Sugar Hill.

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14/07/2017, 03:23
Trish

La explicación de Nick no habia convencido del todo a Trish. Sin duda controlaba otras ciencias mucho más que la biología, pero tenía la sensación de que ningún ser vivo debería producir leche durante toda su vida. Porque si de algo sabía la chica era de cuándo algo era un desperdicio de recursos, y eso sin duda lo era. Aunque el asunto de las hormonas sí podía explicarlo.

Con una sonrisa, ella avanzó el trecho que les faltaba hacia el Jackie, asintiendo a las siguientes palabras de su amigo. No sabía qué mierda sería eso de House, pero ya estaba acostumbrada a que Nick soltase cosas así. Y ni siquiera el paso de los años le había quitado la curiosidad de seguir preguntando qué era aquello, o a qué se refería, tal y como habría hecho en ese momento si no fuese porque ya estaban llegando.

—La leche en polvo necesita agua —valoró mientras hacía un gesto de saludo hacia el guardia de la entrada—. Eso no debería ser un problema, creo que es un gasto que podemos asumir, aunque Robin sabe más. El problema es que tendremos que estar comprando continuamente. Con la matrona también, pero no es lo mismo, aunque esa no sólo necesita agua. —Trish no intentaba en ese momento argumentar nada, sino que más bien pensaba en voz alta. Miro a Nick por comprobar si seguía la línea por donde iba—. Molaría encontrar a alguien que sólo necesitase un sitio seguro, alguien de fiar. A lo mejor alguien que quiera alimentar a su hijo, y le sobre para nuestro... —No iba a volver a usar la palabra bebé tan pronto—. Bicho.

Trish se sentía bien, como si de alguna forma sólo por ir allí ya estuvieran un poco más cerca de encontrar una solución. Por pura inercia sus ojos se fijaron en aquella furgoneta que solía tener componentes electrónicos y decidió que pronto pasaría por allí. Los walkie-talkies no iban a terminarse solos, eso estaba claro. Luego miró alrededor, buscando cualquier cosa que pudiera parecerse a leche en polvo y también alguna cara conocida.

—¿Quieres que nos separemos, o te quedas a ver cómo lo hace una profesional? —preguntó con un tono que no era orgulloso, ni desafiante, sino el de alguien que bromea. Todos sabían que para cualquier negociación Nick era el mejor, pero era él quien había propuesto el juego.

- Tiradas (2)
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15/07/2017, 22:22
Nick Bennett

El razonamiento de Trish parecía bueno. Así que las cosas se reducían a encontrar a una persona desamparada con leche en los pechos. Lo cual implicaba otro bebé. Lo cual sumaba dos bocas. Lo cual añadía más complicaciones a Major Morris. Tal vez sería más barato conseguir una vaca. Podría cambiarla por judías mágicas... si robaba un puñado...

- Te sigo, conseguidora - dijo con una sonrisa, azuzándola -. Ya te he dicho que tú conduces hoy.

Guiñó un ojo a Trish. Sabía que era capaz de moverse por Jackie con soltura, y que tenía encanto e inteligencia de sobra para conseguir lo que necesitaban (o algo parecido). Quería que Trish se demostrara a sí misma que podía. A menudo, Nick se había visto a sí mismo como el relaciones públicas, pero no dejaba de pensar en que era muy mayor. Muy mayor para un mundo como en el que vivían. Tenía que hacer volar a Trish. Como mínimo a ella. 

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15/07/2017, 22:27
Nick Bennett

Nick sólo prestaba atención a Trish a medias. Sus ojos no paraban quietos, buscando algún indicativo de que había alguien de la Hermandad en Jackie, o tal vez algún soldado de Dima, que le pudiera poner en contacto con Vadim. ¿Habría asiáticos? Ts´ao podría ser una buena opción también...

Jackie no era un lugar arterial, había zonas más concurridas, pero siempre era posible.

- Tiradas (2)
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15/07/2017, 23:05
Narradora

Los ojos de Trish se movieron vivaces, analizando el mercado y clasificando en su mente todo lo que veía. Ahí, al fondo, estaba Karina, quien hacía años había saqueado una farmacia y todavía vendía los productos de aquel golpe. Medicinas, esparadrapo, alcohol... Cualquier producto de parafarmacia podía estar entre sus posesiones. No se había molestado en exponer lo que tenía para vender, quizá dando por hecho que ya todos sabían cuál era su rollo, pero tenía a sus pies una enorme bolsa de deporte que parecía llena de cosas. Karina conocía a todo el mundo en Sugar Hill y todo el mundo la conocía a ella. Al fin y al cabo, rara era la comunidad que no necesitaba un blíster de analgésicos en algún momento. 

Aquí y allá había otras personas que la chica conocía de vista, gente de la que apenas recordaba su nombre o con la que había intercambiado cosas en alguna ocasión*. Sin embargo, más cerca la chica pudo ver a Ransom, echando un vistazo en uno de los puestos en los que se intercambiaban armas y munición. No estaba solo, a su lado había un muchacho joven, de no más de veinte años, que a Trish no le sonaba, tal vez una nueva incorporación entre los chicos de McAvoy. 

Finalmente, la mirada de Trish cayó sobre alguien que conocía bien. Astrid estaba sentada con la espalda apoyada en un saco de arena, con una sonrisa dulce en los labios y todo el aspecto de haber pasado allí la noche y estar empezando a despertar en aquel momento. 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

En el futuro cualquier tirada para percibir cosas os la pediré oculta, pero por ahora lo hago todo visible para que sirva a modo de tutorial. Trish ha sacado cuatro éxitos, yo no he sacado ninguno, así que el resultado final es de cuatro a su favor. 

*Si te apetece introducir a alguna de estas personas en tu narración para dar color, siéntete libre de inventar nombres o anécdotas al respecto, pero que sea gente que Trish sólo conoce de vista. 

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15/07/2017, 23:42
Narradora

Mientras Trish hablaba, Nick tenía los ojos y la cabeza en otra parte. Su mirada rastreó el mercado en busca de caras conocidas o indicios de que la Hermandad o Dima andaban cerca. Aquí y allá había otras personas que el hombre conocía de vista, gente de la que apenas recordaba su nombre o con la que había intercambiado cosas en alguna ocasión*. Pero no vio a nadie de la Hermandad por allí. Aunque sí vio a Ransom, echando un vistazo en uno de los puestos en los que se intercambiaban armas y munición. No estaba solo, a su lado había un muchacho joven, de no más de veinte años, que a Nick no le sonaba, tal vez una nueva incorporación entre los chicos de McAvoy. 

No lejos de ellos vio a una tía con todo el aspecto de ser rusa. Alta, ruda, con un fuerte acento estepario. Por cómo se movía parecía una gorila en su día libre. Podía ser una de los matones de Dima, aunque también podía ser de la Bratva. O, tal vez, las apariencias engañaban al ojo de Nick y tan sólo fuese una mujer común, perteneciente a cualquier grupo civil cercano. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

En el futuro cualquier tirada para percibir cosas os la pediré oculta, pero por ahora lo hago todo visible para que sirva a modo de tutorial. Nick ha sacado dos éxitos, yo he sacado uno, así que el resultado final es de uno a su favor. 

*Si te apetece introducir a alguna de estas personas en tu narración para dar color, siéntete libre de inventar nombres o anécdotas al respecto, pero que sea gente que Nick sólo conoce de vista. 

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16/07/2017, 05:29
Trish

Al escuchar la respuesta de Nick, y más tras su guiño, Trish lo miró durante un instante alzando una ceja, como si se le estuvieran pasando por la cabeza cinco o seis cosas que obligarle a hacer ahora que guiaba ella. Sin embargo esas ideas pronto rompieron en una risa alegre y tranquila.

—Luego no admito reclamaciones —advirtió divertida antes de echar a andar por el lugar con buen ritmo. Podría parecer que tenía algún tipo de objetivo ya en mente, pero en realidad sólo eran sus pies contagiándose de sus ganas.

—He estado pensando en el sótano —dijo sin mirar a su compañero directamente, aprovechando para dar un segundo repaso visual al mercado—. Ahora que todo el Major está más o menos listo podríamos pensar en vaciarlo aunque no nos haga falta. Tampoco es que necesitemos mucho, si lo piensas bien. —Trish hablaba de aquello porque había estado dándole vueltas, pero si no habría hablado de cualquier otra cosa. Si no tenía la cabeza o los oídos ocupados, lo raro era que estuviera callada. En ese momento hizo un gesto de saludo con la cabeza y luego otro con las manos, indicando a Astrid que luego se pasaría a hablar con ella—. Con unas manguera larga y una bomba de agua yo creo que ya podríamos apañar algo.

En ese punto Trish se detuvo delante de una chica pálida y de pelo blanco que tenía una bolsa de deporte a sus pies. Trish ni siquiera le echó un vistazo a la bolsa, sino que se dirigió directamente a la chica.

—Iep —saludó con naturalidad y una sonrisa, aunque a la vendedora la conocía poco más que de vista—. Buenos días, Karina. Supongo que a Nick ya lo conoces. —Hizo un gesto hacia el hombre, aunque sólo fuese para marcar su presencia, y luego volvió a mirar directamente a la mujer. Lo cierto es que Trish nunca había visto nada como una farmacia o una parafarmacia sin saquear. Sabía que allí solían vender medicamentos y mierdas varias, como cosas de adelgazar inútiles y sin mucho sentido, pero no estaba segura de si lo que buscaba entraba o no dentro de ese campo—. Estamos buscando leche en polvo —informó sin pensárselo mucho. Se le ocurría que aquella mujer probablemente supiera de gente que hubiera dado a luz recientemente, al menos si habían necesitado material, pero no iba a entrar preguntándole directamente aquello.

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17/07/2017, 18:10
Nick Bennett

Mientras deambulaban por el mercado en despliegue, Trsih hablaba. Trish siempre hablaba. Siempre tenía planes y pensaba en horizontes de posibilidades. Nick deseaba que permaneciese así: que siempre estuviera pensando en el futuro en vez de preocuparse en su próxima comida o en el frío que haría al caer la noche. Si Trish tenía pájaros en la cabeza, él lo consideraba un éxito personal.

- El sótano - repitió -. ¿Y qué harías con él? En su momento a mí se me ocurrió abrir unos boquetes en el techo para que entrara luz y poder criar peces allí - en realidad aquella fantasía había sido una idea peregrina, pero quería animar a Trish -. La verdad es que ese agua estancada es peligrosa, pero, ¿quién sabe? Igual hay algún túnel inundado o algún camino a las cloacas, ¿no tienes miedo de los cocodrilos? - sonrió, seguramente Trish no entendería la referencia -. ¿Y si abrimos un pasaje que puedan usar los malos? 

Luego Trish se encontró con aquella Karina, a la que Nick sólo conocía de vista. El escritor estaba viendo alguna cara conocida, pero decidió seguir con el juego de marcar a su joven amiga.

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17/07/2017, 19:34
[Ind] Karina

La mujer abandonó la contemplación del suelo cuando Trish se plantó delante de ella. Sonrió de forma automática como respuesta a la sonrisa de la chica y miró hacia Nick cuando ella le señaló. 

—¿Y quién no? —respondió con gracia a esa mención a la fama del escritor para después dedicar su saludo a ambos—. Buenos días. 

Escuchó la petición de Trish y en un instante se agachó para sacar de la bolsa un bote pequeño y con la etiqueta descolorida, pero que permanecía precintado. 

—Yo sólo tengo de esta —dijo mientras ofrecía el bote por si alguno de los dos quería echar un vistazo—, es para bebés —aclaró, suponiendo que no sería lo que ibais buscando—. Pero si queréis leche en polvo normal creo que Charlie tiene. 

Si Nick o Trish tomasen el bote y lo examinasen podrían ver lo que un día debió ser un bebé rollizo y sonriente, saludando desde la etiqueta agujereada y tan grisácea como el resto del mundo lo era. «De 0 a 6 meses», ponía debajo del nombre de la marca fabricante.

De mirar con más atención podrían ver que la fecha de caducidad era de agosto de 2027, lo cual tampoco estaba fuera de lo habitual. Hacía muchos años ya que nadie fabricaba productos envasados y los que quedaban por el mundo solían estar más que caducados. Sin embargo, muchos de ellos se podían tomar, demostrando que en el viejo mundo los fabricantes de comida enlatada eran o muy prudentes o muy astutos.

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19/07/2017, 02:02
Trish

Trish no había respondido a las preguntas de Nick, aunque sí rió con ellas en más de una ocasión. Y al final, cuando hizo aquella referencia a «los malos», como si tuviera cinco años, puso los ojos en blanco antes de dirigirse a Karina. En ese momento la chica tenía un objetivo en mente: las cosas que planteaba su amigo tendrían que esperar.

En el momento en que la ratera y vendedora respondió de esa forma a las primeras palabras de Trish ella hizo un gesto, como dándole la razón. Acto seguido tomó la lata de leche en polvo de manos de su interlocutora y la examinó. Ni siquiera se planteó romper el precinto. Trish no confiaba mucho en la gente —no al menos en los que no conocía bien—, pero era consciente de que más valía a Karina que el tarro contuviese lo que se suponía. En otras palabras, ni siquiera se planteó que les estafase.

Con el bote en la mano y además de la caducidad buscó dos cosas: la cantidad que contenía y la preparación de la leche en sí. ¿Cuál era la proporción recomendada? Y sobre todo... ¿Para cuánto tiempo debería llegar?

Tras examinarlo hizo una mueca con la cara, como si algo no le convenciese del todo. Después miró a Nick.

—Yo creo que este nos puede valer —aseguró como si estuviera poco convencida. Después volvió a dirigirse a la mujer. Continuó hablando con naturalidad, sintiéndose más cómoda siendo clara y simpática que engañando—. Supongo que si aún lo tienes es porque no te lo han pedido mucho —señaló—, ¿qué pides por él? Nosotros tenemos verdura —explicó—, o podemos arreglarte casi cualquier cosa. —Incluyó a Nick en aquello porque, mientras él estuviera presente, no lo consideraba un trabajo de uno.

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19/07/2017, 10:07
Nick Bennett

Nick miró el bote. La caducidad le preocupaba un poco. Cierto que en su época las cosas se hacían para aguantar mucho incluso después de pasadas, pero se trataba de un producto que tendría a saber qué químicos bióticos y otras palabras raras. E iban a dársela a un crío, en principio más frágil que otras personas. El riesgo era considerable.

Claro que, ¿qué podían hacer?

- Es tu decisión, joven padawan - dijo Nick a Trish.

Luego miró a Karina.

- ¿Puedo preguntar de dónde la has sacado? - inquirió con tono amable. Tal vez, si resultaba bien, podrían ir a por un par de botes más.

- Tiradas (1)
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20/07/2017, 13:23
[Ind] Karina

En su observación de la etiqueta Trish encontró que el bote contenía 400 gramos de producto y en la parte trasera había una tabla orientativa, con algunos números ya casi borrados, pero que más o menos todavía se podía leer:

Cantidades por biberón /Toma:

 Edad   Medidas (4.3g)   Agua hervida (ml)   Nº de biberones diarios 
1ª/2ª semana  3 90 6
3ª/4ª semana 4 120 6
5ª/6ª semana 5 150 6
7ª/9ª semana 180 5
3er mes 210 5
4º/5º mes 8 240 5
6º mes y siguientes 8 240 5

 

La mujer contemplaba a la chica examinando la lata con expresión neutra y una pequeña sonrisa cortés en los labios que tan sólo se alteró un poco en un alzamiento de cejas cuando Trish mencionó que aquel no debía ser un producto muy demandado. 

—Te sorprenderías —respondió tranquilamente a ese comentario, en un tono que parecía abrir la negociación. 

Sin embargo, con la intervención de Nick, Karina pestañeó dos veces con incredulidad mientras su sonrisa se desvanecía. Por un instante miró al hombre como si estuviese decidiendo si trataba de tomarle el pelo o había preguntado aquello en serio y, finalmente, soltó una carcajada antes de hablar. 

—Claro —dijo con sarcasmo—. Ahora mismo te digo de dónde lo he sacado para que me jodas el negocio. ¿Te crees que soy idiota o qué?

Negó con la cabeza tras sus palabras, como si aún le costase creer que estuviera manteniendo esa conversación, y se dirigió de nuevo a la chica. 

—¿Verdura? —preguntó con disimulado interés— ¿Tenéis también especias? Estoy buscando cardamomo sin moler. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada en abierto para que sirva de tutorial. Nick sacó 1 éxito en su tirada, en la de dificultad yo he sacado 3 éxitos, así que el resultado es de 2 éxitos a mi favor.  Aquí podéis ver una tabla de grado de éxito-fallo (la segunda tabla)

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21/07/2017, 05:12
Trish

Las palabras que Nick dedicó a Trish hicieron que ella apartarse los ojos del bote un instante y lo mirase a él, divertida. Esa referencia sí la había pillado, como siempre, y eso él seguro que lo sabía. 

Observando aquella etiqueta Trish echó una cuenta rápida. La única dificultad fue estimar la edad del bebé ya que pocas veces había estado cerca de alguno, y desde luego aquella mañana había sido la primera vez que había cogido a uno en brazos. El chaval, el bicho, era un misterio, desde su llegada hasta su personalidad, futuro o funcionamiento. Ahí en la etiqueta ponía cuántos biberones debía consumir al día y Trish sintió una ligera decepción cuando llegó a su conclusión: escogiera el tramo de edad que escogiera el resultado era siempre similar. Tenían para noventa y tres medidas de esas, fueran lo que fueran, y eso eran entre dieciocho y treinta biberones. Podían parecer muchos, pero en ningún caso superaba los cinco días de alimentar al chaval.

Ante la respuesta de la chica Trish se encogió de hombros con una pequeña y ladeada sonrisa. Parecía que empezaba el juego. Estaba a punto de responder, ya con su primer argumento preparado, cuando volvió a intervenir Nick. Y aunque por un segundo casi se le paró el corazón al escucharle no tardó en llegar a una conclusión: lo había hecho a propósito, para ponérselo más difícil a ella. Qué hijoputa.

La respuesta de Karina fue más o menos la que cabía esperar, aunque aquella risa hizo pensar a Trish que quizá la cosa no estaba tan mal. Y todo pareció mejorar un poco ante el interés final de ella. ¿Para qué podía buscar alguien cardamomo? Ni idea, más allá de cocinar. Y a Trish el sabor le parecía algo secundario, desde luego no algo por lo que desprenderse de un bote de nada, por muy poco solicitado que estuviera.

—Ni caso a este —dijo haciendo un gesto hacia Nick antes de dar un puñetazo amistoso en el hombro de él—. No es por ti, es por mi. Putearnos a veces es nuestro rollo.

Con esas palabras alzó un poco el bote, centrándose de nuevo en el negocio en sí.

—Tenemos cardamomo —afirmó contenta antes de hacer un gesto de barbilla hacia la tabla en sí—. El problema es que si seguimos esto el bote nos va a durar tres, como mucho cuatro días, y racionar con un bebé es una mierda. Si tienes más, guay, si no supongo que buscaremos algo más fijo. Mínimo poder solucionar la papeleta una semana o dos, por si acaso, hasta que aparezcan sus padres o algo.

Trish no tenía ningún problema a la hora de explicar más o menos la situación para regatear. Prefería ir con la verdad por delante y conectar con la empatía de la gente que anda engañando. Sí, el mundo estaba lleno de cabrones, sus cicatrices eran la prueba de ello. Pero si la humanidad seguía donde estaba era porque en el fondo muchos se ayudaban.

—Venga —digo con una sonrisa—, haznos buen precio y nos fumamos la pipa de la paz. —Después de todo, cualquier excusa para un porrillo era buena. Además, estaría incluido en ese precio, seguro. Y Karina parecía más maja de lo que había imaginado—. Invitamos nosotros.

- Tiradas (1)
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21/07/2017, 16:29
Nick Bennett

- No se pierde nada por preguntar - sonrió Nick -. Si llegas a ser idiota nos habría ahorrado trabajo.

El escritor también se tomó un momento para echar cuentas. Apenas había visto a aquella cosita llorona, pero no le parecía que tuviera más de unos meses. Claro que la única experiencia que tenía con niños era con Jack y, hasta cierto punto, con Robin. Con aquel bote salvarías los muebles una semana, si lo usaban con cuidado, pero pronto habría que buscar más.

- Cardamomo - repitió Nick con un brillo nostálgico en los ojos -. ¿Quién da una fiesta? Nadie me ha invitado.

Sentía hrido su orgullo profesional de puto de lujo de la élite social, los señores feudales, los gángsters. Normalmente estaba en todos los fregados...

Trish dijo algo juicioso que le sacó de su ensoñación, y luego algo que le dio ganas de irse lejos. Qué manía con fumar, coño. Con lo bueno que era beber.

- Eh... en lo que os termináis eso yo voy a ver si encuentro una vaca que no coma mucho...

Así daba la oferta y el trato casi por zanjado y tenía oportunidad de darse una vuelta, a ver si alguien le invitaba a alguna fiesta con gintonics.

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21/07/2017, 16:37
Nick Bennett

Nick empezó a buscar miradas. Era un juego que se le daba bien: ver quién estaba observando a quién; ver quién le estaba observando a él; ver quién le hacía una invitación silenciosa... si alguien parecía interesado en hablar con él, se acercaría. De lo contrario, esperaría al lado de Trish.

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23/07/2017, 00:59
[Ind] Karina

La tensión que el comentario de Nick había instalado en el ambiente pareció aligerarse un tanto con las palabras de Trish, o tal vez con la mención a uno de esos cigarros aliñados que provenían del propio huerto. En cualquier caso, una vez llegó la confirmación de que había cardamomo sobre la mesa, Karina movió despacio la cabeza. 

—Aquí sólo tengo ese —dijo, dando un golpe con el pie a la bolsa de deporte—, pero puede que tenga más. Podría traerlos en un par de días, si los queréis. 

Miró a Nick cuando el hombre intervino, pero algo de lo que él dijo como despedida creó un par de arruguitas en su ceño. 

—Eh, espera, listillo. Si tenéis un bebé no le podéis dar leche de vaca —aseguró, con el tono de quien sabe lo que dice—. Tiene que ser leche de esta —Señaló hacia el bote que Trish tenía en la mano— o leche materna. La de vaca podría dañarle los riñones y no la digerirá bien. 

Tras esa aclaración, volvió a mirar a la chica y le hizo un gesto con la barbilla que parecía anticipar una oferta. 

—Cien gramos de cardamomo por el bote y me cuentas de dónde habéis sacado un bebé —propuso, sin ocultar la curiosidad que Trish había despertado en ella—. ¿Te hace?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Trish tiene 4 éxitos (los 6 cuentan doble por especialidad), en la de dificultad yo he sacado 3 éxitos. Así que el resultado es de 1 a su favor.

Si vais a negociar, haremos tiradas enfrentadas de Astucia.

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23/07/2017, 02:42
Narradora

Cuando Nick miró alrededor no encontró demasiadas diferencias con el panorama que había visto en el mercado al entrar. Después de que Trish saludase a la mujer, él se percató de la presencia de Astrid, esa drogadicta que tan buenas migas hacía con la muchacha. En ese momento la mujer estaba sentada con la espalda apoyada en un saco de arena, con una sonrisa dulce en los labios y todo el aspecto de haber pasado allí la noche y estar empezando a despertar en aquel momento. 

Sin embargo, el escritor sí notó un par de miradas sobre él. Ransom y el chico que le acompañaba junto al puesto con armas estaban mirando en su dirección y cuando los ojos de Nick se cruzaron con los de ellos, el primero levantó la mano a modo de saludo. El desconocido le preguntó entonces algo y Ransom giró un poco el rostro para responderle, todavía con la mirada sobre Nick. 

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24/07/2017, 00:24
Trish

Trish sonrió ante las primeras palabras de Nick. Sonrió como si no hubiera preocupaciones, como si su pregunta hubiera sido no sólo un poco graciosa, sino inofensiva. O como si, pasada aquella prueba, la propia Karina pudiera entenderlo como una especie de chiste compartido. Y cuando ella dijo no tener más encima, asintió antes de quedarse pensativa. Un par de días no era mucho tiempo, la verdad. Podían esperar eso y más. Pero antes de comprometerse a algo así estaría bien saber qué iban a hacer con el crío.

Acto seguido, cuando dijo aquello de la fiesta, miró al hombre. La verdad es que no tenía muy claro para qué podía usarse el cardamomo más allá de la cocina, pero ya preguntaría cuando estuvieran a solas. Mientras tanto y con lo último que dijo, asintió.

—Venga, hasta ahora —se despidió poniendo una mano en el brazo de él y girándose hacia la mujer a tiempo de escuchar su explicación. El ceño de Trish se frunció un poco, descartando de inmediato la idea de que ella estuviera mintiendo para asegurarse la venta. ¿Una vaca, si servía, les sería más útil? Desde luego. Pero Karina parecía saber de lo que hablaba.

—Gracias —dijo Trish a la comerciante en respuesta a su advertencia, como si ella no ganase nada con ello, antes de meditar su oferta. Su sonrisa se ladeó, como si en ese instante comenzase algún tipo de juego, y tras su sonrisa se ladeó también su cabeza. Era como si evaluase a su interlocutora, aunque en realidad lo que valoraba eran las posibles opciones. Aceptar de inmediato era una de ellas, claro. Suponía que tenían más de esos cien gramos, y asegurarse de que Karina quedaba satisfecha también podía ser bueno de cara al futuro. Pero cuando uno empezaba una conversación como esa sin duda lo hacía tanteando el terreno, tal y como Nick acababa de hacer. Desde luego la vendedora aceptaría mucho menos. Aunque Trish tampoco quería engañarla. Se tomó unos instantes para pensar en cuánto valía realmente cada una de las mercancías puestas figuradamente sobre la mesa antes de responder. No pensaba en dólares, ni mucho menos, sino en el verdadero valor que podían tener las cosas. Y no saber para qué era el maldito cardamomo era un punto en su contra. Aún así acabó por apretar un poco los labios, sin llegar a negar con la cabeza.

—Esa historia no te la voy a cobrar, no merece la pena —dijo con sinceridad, aunque aquello había abierto una línea interesante—. Hace un rato apareció en nuestra puerta, pero aún no sabemos más. Venía en una cesta, pero aún no sabemos ni cómo llamarle.

En ese punto Trish hizo una pausa. No llegó a tenderle de vuelta el bote, pero sí hizo un gesto con él para mostrarlo.

—Es verdad que necesitamos algo como esto —reconoció. Solía preferir ir a las claras, al menos siempre que tuviera esa opción—. Pero también nos vale una nodriza, y la ciudad está llena. Yo prefiero algo así porque una nodriza sería además otra boca que alimentar y dependemos un poco de ella: eso nunca mola. Pero con la leche en polvo tenemos que buscarnos nosotros el agua, y un bote nos va a durar tres o cuatro días. No nos soluciona mucho realmente, sólo aplaza el problema —La expresión de Trish se suavizó en ese punto sin que ella lo forzase en absoluto: era más un tema de de imaginar el problema resuelto—. Salvo que tengas muchos, muchos más, claro.

—El cardamomo, por otra parte, no creo que lo necesites de verdad, ni mucho menos tanto como nosotros alimentar al bebé —aseguró sin cortarse sólo porque ese fuera aparentemente un argumento en su contra—, pero las especias son algo que dura meses aunque sea poca cantidad, y que es más difícil de encontrar.

—Esto es lo que te propongo: la leche en polvo y tu historia por veinte gramos de cardamomo —enunció antes de dar un paso adelante, como si todavía no hubiera llegado lo relevante— y mi palabra de que las próximas veces te compraremos a ti, siempre que sea a un precio razonable.

- Tiradas (2)
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24/07/2017, 18:59
Nick Bennett

Nick se encogió de hombros ante las palabras de la tal Karina y dejó que se entendiera con Trish. Suponía que las dos llegarían a algún acuerdo entre bocanadas de cigarritos de la risa y sentía que él iba a ser más estorbo que ayuda. Sin embargo, Trish le recordó una vez más lo de la matrona mientras se alejaba. Una matrona. Aquello podía ser la calve. Algo problemática por ser una boca más y eso, pero era básicamente una vaca lechera humana, y seguramente costaría menos "alquilarla" una temporada, ¿cómo se financiaban las matronas? ¿Después cogería la puerta y se marcharía en busca de otros lactantes? ¿O negociaría para quedarse en Major Morris? Bueno, quizás sería una inversión a largo plazo si aparecían más niños y ninguno era de Morgana... claro que las matronas no eran matronas siempre.

Tendría que ser un trato muy bien pensado. Pero que muy bien. Prometió no dejarse engañar por los bustos de las posibles candidatas. Qué... siniestro pensamiento.

Se alejó de las chicas, dirigiéndose hacia un rostro conocido.

 

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24/07/2017, 19:04
Nick Bennett

Nick se aproximó a Rensom con una sacudida de cabeza a modo de saludo. Al otro no le conocía, pero prefería no ponerse muy parlanchín sin que alguien hubiera dicho antes "este es un escritor al que no hay que disparar", había descubierto que los sicarios machotes se ponían muy nerviosos cuando alguien hablaba mucho.