Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 1.2] Trafalgar Tavern

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09/10/2017, 23:00
Narradora

El lugar que Macbeth había bautizado como Trafalgar Tavern había sido mucho tiempo atrás una cafetería de instituto, reconvertida ahora en taberna. Se encontraba en la planta baja del Instituto Gregorio Luperon y tenía dos entradas, una directa desde la calle, en una fachada lateral, y la otra desde el interior del instituto. 

El suelo de madera aún se combaba en la zona que sufrió una inundación el diciembre anterior, la misma que alguien aprovechó para romper el cristal de una de las ventanas, por cuyo hueco dentado se colaría desde entonces el frío, más acusado en invierno. Ese mismo suelo se mostraba reseco y desgastado en el centro y de las paredes todavía colgaban algunos pósters reciclados, con citas literarias, sacados de la biblioteca del centro hacía años y casi ilegibles ya a aquellas alturas. 

Imagen

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09/10/2017, 23:06
[McAvoy] Macbeth

Nueva York, 12 de noviembre de 2037, 11.00 am.

La escasa luz que se colaba por las ventanas aquella mañana de cielo encapotado ponía de relieve algunas manchas tan incrustadas en la madera que ni la lejía podía borrarlas y el polvo en suspensión, que parecía inherente al mismo aire en esos tiempos de decadencia. Era difícil encontrar sitios realmente limpios en la ciudad que antiguamente nunca dormía, pero que en las últimas décadas parecía dispuesta a entornar un poco los ojos.  

Y allí, en una de las mesas del fondo, donde había más sombras que luces, fue donde se acomodó el grupo formado por Clementine, Daniel, Morgana y McAvoy. 

Macbeth, camarero, dueño y mecenas, no tardó en acercarse y apoyar la mano en el respaldo de una silla vacía. Estudió por un instante el lugar escogido para aquella reunión y enarcó las cejas sin decir nada al respecto pero sin duda registrando el detalle. 

—Buenos días —saludó, mirando en primer lugar a Clementine y haciendo un leve gesto con la cabeza para después extender su saludo al resto—. ¿Queréis tomar algo?

Notas de juego

Venimos de: [Capítulo 1.2] Instituto Gregorio Luperon.

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09/10/2017, 23:21
[McAvoy] William McAvoy

—Una cerveza para mí —pidió William.

El hombre se giró apoyando su mano mutilada en la mesa para mirar alrededor, valorando cuánta gente había en el garito. Salvo un hombre y una mujer que tomaban un desayuno tardío en una mesa el lugar estaba casi vacío. Casi, porque Bonnie estaba también allí, en el extremo de la barra que le gustaba ocupar, con un vaso entre las manos y la mirada entretenida en el líquido. 

—Y tráete algo para ti también —dijo, tras terminar de nuevo con la mirada sobre Macbeth—. Los chicos tienen algo que contarnos. 

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10/10/2017, 17:53
Morgana Whiterocks

No se le pasó por alto la pregunta de Shami a Clhoe. Anotó en su mente la cuestión para tratarlo con ella. Y pensó de qué forma suave podía decirle a William que si Ransom se aprovechaba de la muchachita, le cortaría las pelotas.

-¿Cómo te va, Macbeth? ¿Y esa destilería? -Sonrisa gatuna. A punto estuvo de pedirle un café. No tenía. O no debía tener. Quería comentar ese tema con él. Estaba hasta los huevos de la puta achicoria, el té o las jodidas hierbas. En muy pocos lugares se encontraba café; una taza te costaba el alma.

-Para mí también, una birra. Gracias.

Se pasó la lengua por los dientes. Lanzó una mirada de complicidad a Clementine y Daniel, sin perder la sonrisa. Bajó un poco la voz.

-A primera hora de la mañana nos han dejado un enano cagón de pocos meses a la puerta del centro. Sonrosado, de mirada despierta y bien alimentado el cabrón. El asunto apesta más que su mierda. Por eso queríamos avisaros y, a la vez, saber si vosotros o los chicos habéis oído alguna cosa, un rumor, un chisme, cualquier cosa que fuera de contexto no se le da importancia pero que ahora pueda tener un significado.

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10/10/2017, 18:31
Clementine

Saludó a Macbeth con una sonrisa franca mientras seguía al resto y tomaba asiento, mirando alrededor, con familiaridad, como si de hecho, supiera perfectamente dónde se encontraba. Después de todo, tocaba todos los jueves en aquel bar, había limpiado más de una vez cada una de sus mesas, e incluso había barrido su suelo. 

Yo otra Macbeth, por favor.-pidió, comedida, antes de suspirar levemente, mientras se acomodaba, y dedicaba un vistazo a cada uno de los presentes, sin saber cómo empezar, elevando ligeramente las cejas, aliviada, al comprobar que era Morgana quien lo hacía. 

Sí. Un bebé, de unos pocos meses. Un niño de pecho.-explicó, matizando la expresión utilizada por su compañera, más coloquial- Lo encontró Bentley a primera hora, y se puso a ladrar como loco. Kane fue el primero en cogerlo. Venía sólo con una manta y un canasto. Ninguna nota, nada que dijese de dónde venía... Y, estaba muy bien alimentado, sano. -insistió, aunque Morgana ya lo hubiese comentado- Pobre criatura. No sabemos quién lo dejó ahí, o si tiene una madre que lo esté buscando... Es extraño, sé que, desgraciadamente, muchos padres no tienen otra opción, pero siendo un crío con tan buena salud... No es lo común.- apretó los labios, ligeramente compungida-No sabemos si alguien puede estar buscándolo. Si es... Víctima de algún intento de tráfico ilegal. O si a su madre puede haberle ocurrido algo. De estar por ahí, la va a necesitar. Es muy difícil alimentar a un bebé hoy en día sin pecho. - añadió, sonrojándose, al recordar la idea peregrina que había expuesto Robin durante el desayuno. 

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10/10/2017, 20:45
Daniel Green

-Otra cerveza para mí -añadió Daniel.

Y fue cuanto dijo, pues fueron las dos mujeres quienes llevaron la voz cantante, exponiendo rápidamente y sin rodeos lo que les había llevado hasta allí. Aunque la forma de hacerlo una y otra fue radicalmente distinta. En palabras de Morgana, tanto hubiera dado que lo dejado ante su puerta fuera un cachorro de perro que un bebé, aunque también era cierto que tal hecho no le hubiera conducido a las puertas de los McAvoy. Clementine, por contra, lo primero que destacó fue precisamente su naturaleza humana, dignificándolo y poniéndolo por encima del montón de carne descrito por la militar. Pero tanto daba cómo se expusiera el hecho. La realidad era la que era y lo que todos esperaban era la respuesta de William, una respuesta que podría arrojar luz en aquel asunto o no. Y realmente, lo veía difícil. Suspiró antes de mirar a unos y a otros antes de hablar a su vez.

-Quizá sea hijo de una prostituta. Puede que hasta ahora haya gozado de ciertos privilegios, pero quien no trabaja no tiene derecho a comer. Y un bebé requiere de atenciones que en un burdel van en contra del negocio -se atrevió a aventurar por primera vez.

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12/10/2017, 22:29
[McAvoy] Macbeth

—Funcionando a toda máquina, Morgana —respondió el hombre—. Tengo entre manos un orujo que tumbaría a un oso pardo. 

Recibió las peticiones de todos y asintió levemente, con un gesto neutro, antes de empezar a encaminarse hacia la barra y desde ahí agacharse tras ella. No tardó en regresar, con una bandeja en la que llevaba cinco jarras con una cerveza dorada y espesa. Si bien el líquido no llegaba a estar frío del todo, las jarras parecían recién sacadas del exterior, suficiente para refrescar su contenido. 

Macbeth se sentó junto a los otros después de colocar una jarra delante de cada uno, incorporándose a la conversación a tiempo de escuchar cómo Clementine explicaba lo sucedido. 

Su ceño se frunció levemente y su mandíbula se tensó un tanto, haciendo que la cicatriz de su rostro palideciera marcándose en su mejilla. Después su mirada viajó hasta Daniel y tras la aportación del chico, asintió despacio. 

—Si alguien está haciendo tráfico de bebés en el barrio lo averiguaremos —dijo, echando una mirada a McAvoy con la que parecía esperar confirmación por su parte—. ¿Eh, William? No podemos permitir que algo así pase delante de nuestras narices. 

Finalmente volvió a mirar a Clementine y su expresión se suavizó hasta volver a su habitual neutralidad. 

—¿Hay algo con lo que podamos ayudaros? —preguntó directamente, sin rodeos.

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12/10/2017, 23:34
[McAvoy] William McAvoy

William en cambio permaneció en la mesa escuchando en silencio, desde que Morgana comenzó a hablar, hasta que Daniel terminó. No era necesario ser un lince para notar que la mención a un niño abandonado había tocado algo en su pecho de padre y profesor, pero no habló de inmediato. Entrecerró los ojos y alternó su mirada entre todos los presentes mientras su cabeza se movía a toda velocidad, valorando las posibilidades que los tres habitantes del Major Morris habían aportado y, tal vez, alguna más. 

Fue la voz de Macbeth diciendo su nombre la que atrajo su mirada al final, acompañando ese gesto de un leve carraspeo antes de hablar. 

—No he oído nada sobre ningún crío abandonado, pero espero que no sea un caso de tráfico de menores. Aunque si está bien alimentado me parece más probable que algo le haya pasado a su familia. O quizás lo que dice el chico —señaló, haciendo un gesto con la barbilla hacia Daniel—. Es imposible saberlo, pero podéis contar con nuestras orejas y nuestros ojos. Haré correr la voz entre los chicos para que estén al loro e informen de cualquier movimiento fuera de lo normal por el barrio o en el mercado. —Se cruzó de brazos, echándose hacia atrás—. Sea lo que sea, debemos averiguar qué ha sucedido.

Entonces se quedó callado un instante, uno en el que su mirada titubeó apenas un instante antes de recuperar su firmeza. 

—Revisaré después si hay algo entre las cosas de Claire que pueda seros de utilidad —mencionó a su mujer fallecida con la voz más endurecida de lo normal, marcial, como si esa misma coraza de aire militar se extendiese desde sus cuerdas vocales hasta su pecho—. Mis críos ya son grandes pero a lo mejor queda alguna manta o mierdas de bebés. 

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13/10/2017, 11:51
Morgana Whiterocks

Prostitutas. Morga bebió un largo trago, mirando por encima del vaso a Daniel. Morga las despreciaba. Lo mismo que a los putos yonquis, alcohólicos, mafiosos de mierda, pederastas o a los cabrones de sus chulos . Putas. No menospreciaba a la mujer, sino a lo que era. A ellas; a los que se las beneficiaban; a los hijos de perra que las explotaban. Sabía que muchas de esas chicas eran obligadas, ultrajadas, pisoteadas, que cada una de esas mujeres tenía su historia, así que Morgana las medía a todas con el mismo rasero, eso evitaba conflictos morales o éticos, y dejaba de lado las emociones. Y con todo, ella misma había salvado el culo a muchas chicas cumpliendo su deber militar.

La vida le ponía una prueba tras otra.

Se relamió los labios.

-Joder, Macbeth –levantó la jarra hacia él en señal de aprobación por la bebida, de lo mejor que podías encontrar actualmente, y echó otro trago.

Morgana no era de suposiciones, no al menos en voz alta. Pensaba que los padres del criajo estaban jodidos y lo pusieron a salvo. Algo así opinaba William. O alguien lo quería y el Major Morris era un buen sitio para ocultarlo. Sin embargo la voz correría rápido, y estarían en el mismo punto de partida. O puede que viniese de lejos. Los alados, como imaginó en su fantasía Lincoln. Tal vez Daniel, o Clementine, tuviera razón.

-No se debe descartar nada. Pero tampoco precipitarnos a soltar hipótesis sin tener una mierda de base sólida. Nick y Trish han ido al mercado. Haizea también colaborará.

Ya había dicho momentos antes la idea que tenía del maldito asunto. Guardó silencio y bebió un poco más de cerveza. Su intución pocas veces se equivocaba. Torció el gesto.

-Hay que ser muy gilipollas para tocarnos los huevos en nuestro propio barrio.

Luego asintió al ofrecimiento de William. Fantasmas del pasado se enroscaban en el corazón del militar, igual que serpientes. Su propio recuerdo también se agitó, su dragón dormido. Miró a Macbeth.

-Hay algo. ¿Podrías encontrar leche en polvo, del tipo que fuese? ¿Tus contactos? Me da que ese orujo será demasiado fuerte para el chavalín.

Sus ojos se iluminaron. Se inclinó sobre la mesa, apoyó los codos en ella. Su personalidad y caracter titilando en sus pupilas.

-Y ya que estamos. Café. ¿Algún cargamento por ahí?

No había escuchado nada últimamente, pero estaba segura que los cabrones de los traficantes lo movían por NY.

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13/10/2017, 12:29
Clementine

Clementine observó tanto a William como a Macbeth, esbozando una ligera sonrisa, que no se veía ampliada quizá por culpa de la circunstancia, que en el fondo, la apesadumbraba. Los miraba, y podía ver en ellos un reflejo de la peculiar familia que se había congregado en el Morris. Veía su equivalente en Macbeth, más abierto hacia la espiritualidad, a pesar de las apariencias, más dado al uso del vocabulario letrado y las palabras carentes de elementos malsonantes. Y veía el equivalente de Morgana en William, ambos personas curtidas, que empleaban la rudeza y las palabras duras y soeces de manera continua, quizá por dar refuerzo a aquella coraza que habían construído alredededor de un alma que al final, como la de cualquiera, era humana, y debía haber visto cosas ante las que uno debía obligarse a llevar una armadura como aquella puesta.

Suspiró, mirando entonces a Daniel. Él, ciertamente, constituía una rareza. Un híbrido, entre ambos extremos. Algo genuino y propio del Morris, como una seña más de identidad que los hacía diferentes como grupo, entre lo iguales que eran entre si los hombres.

Probó su cerveza entonces, desperezándose lentamente de aquel hilo de pensamientos, y volvió a situarse a la mesa, escuchando cómo Macbeth preguntaba si podían ayudar, cómo William se ofrecía a buscar. Y su sonrisa finalmente se ensanchaba. Había inherente bondad en el alma del hombre. Y en momentos como aquel, en los que uno de ellos recordaba que de hecho la bondad era su esencia, era capaz de vislumbrar el mismísimo rostro de Dios, en el rostro de quien tendía su mano desinteresadamente. 

Yo tampoco creo que el orujo le siente bien.-añadió, a coro con la frase de su compañera- La leche en polvo puede ser una solución. Otra es, si pudiérais localizar a alguna chica que hubiese dado a luz recientemente, para que pudiera darle de mamar al crío. -miraba entonces a Morgana y a Daniel, con un leve encogimiento de hombros- Supongo que es más sencillo llegar a algún acuerdo con una mujer en periodo de lactancia. Podemos darle de comer un tiempo, o pagarle de alguna manera que nos va a resultar más sencilla que comprarle a algún hombre descarriado del camino de Dios un bote de leche en polvo. Y estaríamos ayudando a que otro niño pudiese crecer sin carencias. 

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16/10/2017, 21:55
[McAvoy] Macbeth

El camarero no llegó a sonreír cuando Morgana elogió la cerveza, pero sí hizo un gesto de agradecimiento con la cabeza hacia la mujer, para después centrarse en lo que ella y Clementine decían. Y asintió convencido cuando la exmilitar habló sobre la unión del barrio.

En los tiempos que corrían una persona sola apenas tenía posibilidades de sobrevivir, un pequeño grupo tenía algunas más, pero lo que hacía de Sugar Hill una zona relativamente tranquila era, precisamente, esa sensación de barrio que unía a varias de las comunidades entre sí. El mercado, los garitos como el suyo, la colaboración... Esas cosas que hacían que otros grupos se lo pensaran dos veces antes de atacar por aquellas calles. Aunque que hubiese un par de grupos armados y entrenados rondando por ellas también debía ser de ayuda. 

—Leche en polvo... —comentó, pensativo—. Tengo algunos paquetes, pero no es pediátrica. No creo que os sirva. —Frunció un poco el ceño—. Mañana por la mañana me traen algunas cosas. Preguntaré. 

Sin embargo, la mención al café hizo que sus ojos tomasen cierto brillo que parecía reflejar el de la mirada de Morgana. 

—El café es caro, prácticamente prohibitivo, bien lo sabes —dijo—. Pero nunca desaparece. Estoy seguro de que los capos lo toman cada día para desayunar.

Se encogió levemente de hombros. 

—¿Quieres que intente conseguirte un poco si está circulando? Pero no será barato, es un producto de lujo. 

Tras esa advertencia, miró a Clementine y respiró despacio por la nariz antes de hablar.

—Una nodriza podría ser la mejor solución a vuestro problema, seguramente os resulte más asequible alimentar una boca más un tiempo que pagar por leche de sustitución... —Se quedó pensativo un instante—. No conozco a nadie que esté en esa situación, pero preguntaré en el bar. Correré la voz de que estáis buscando. 

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16/10/2017, 22:32
[McAvoy] William McAvoy

El hombre enarcó levemente las cejas al escuchar a Morgana mencionar a Haizea. 

—Vaya, vaya —dijo, dejando a un lado la dureza que había brotado en su voz al nombrar a su mujer para adquirir un tinte jocoso—. No sabía que te juntabas con los comehierbas, Morgana. Sí que te estás moviendo rápido — le reconoció. 

Después bebió un sorbo de su cerveza sin preocuparse por la espuma que manchó su bigote y se echó hacia atrás en su asiento, paseando su mirada entre los tres habitantes del Major Morris en primer lugar para, finalmente, intercambiar una mirada divertida con Macbeth. 

—Darle el orujo de Macbeth lo convertiría en un hombre, eso seguro —señaló—. Ese mejunje o te mata o te hace más fuerte. 

Negó ligeramente con la cabeza al ponerse algo más serio. 

—Podríais contactar con uno de esos conseguidores —dijo entonces, apoyando una mano sobre la madera de la mesa, con la palma hacia arriba—. Nosotros trabajamos con algunos, para conseguir munición sobre todo. No dan nada gratis, pero son jodidamente buenos. 

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17/10/2017, 14:46
Morgana Whiterocks

Como en cualquier momento y lugar había varias formas de obtener lo que quieres: intercambio, pago, robo. La idea de apropiarse de una porción de café resultaba seductora. Para eso necesitaba gente de fuera, por ejemplo de Las Tres Cruces. Aquí se mantenía en un perfil bajo, sumergida en su papel de “niña buena” con malas pulgas,  trenzando a su alrededor una red de contactos y futuribles socios.

Con un mohín de hastío o desagrado, apartó esa idea. Seguiría unos cauces menos violentos aunque más aburridos.

-Nada es barato. Quiero que me avises, para tratar directamente con los distribuidores. O negociaremos juntos, si entras.

Dejó la propuesta en la mesa, sin apartar la mirada de los ojos de Macbeth. Había formas, y formas de conseguirlo. Acuerdos. Sin embargo la prioridad ahora era otra muy distinta. La proposición de Clementine le gustaba más que la leche en polvo. Entrechocó su jarra con la de ella.

-Bien pensado, Clem.

Llegó el comentario de William. Lo recibió con una media sonrisa.

-Nunca me quedo quieta, soy un poco hiperactiva, William. Vamos, los verdes llevan tiempo subidos a los árboles del parque, tú también tienes tus historias con ellos. ¿Qué opinas de esa gente?  –Bebió un poco más de cerveza escuchando a su anfitrión. Negó con la cabeza- Pasamos de los jodidos conseguidores. La nodriza de Clementine mola más, es la mejor opción. Probaré con La Comunidad, esos siempre están chingando, en sus propias palabras.

Entrecerró los ojos mirando a William. Le acababa de dar otra pista de sus movimientos a propósito. A los McAvoy les interesaban los de Major Morris y viceversa.
 

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17/10/2017, 15:04
Clementine

Clementine escuchó hablar de conseguidores torciendo el gesto de manera evidente, sin llegar a pronunciarse al respecto, esperando en parte a saber qué opinaba Morgana del asunto. 

Cualquiera que conociese mínimamente las inclinaciones cláramente pacifistas de la joven predicadora, sabría que la idea de recurrir a gente que ella, a todas luces, habría juzgado como "alejada de la benevolencia del Altísimo", no habría terminado de satisfacerla. No era difícil imaginar que se habría opuesto en algún punto, al replantearse los métodos utilizados por la mayoría de aquellos renombrados conseguidores. Lo escaso no era fácil de obtener en aquel mundo. Y desgraciadamente... El jinete bayo aprovechaba las necesidades más acuciantes para seguir provocando que los hombres se procurasen el mal en lugar de tenderse la mano como semejantes. 

Suspiró, aliviada, al escuchar que Morgana se expresaba, a su particular modo, declarando que no quería tener que ver con aquella gente- Sí, mejor no inmiscuirnos con gente que... Podría conseguir cosas de maneras... Perjudiciales para la integridad de otras personas.-expuso, someramente, sin querer pronunciarse en exceso, a sabiendas de la opinión que podía suscitar lo que pudiera añadir, concluyendo aquella intervención con una sonrisa agradecida a su compañera, entrechocando la jarra con ella, mientras asentía- Gracias.- dijo, satisfecha de que su idea le hubiese parecido interesante, dedicando asimismo un breve guiño a Macbeth antes de volver a mirar hacia su compañera.

Sí, La Comunidad quizá pueda ayudarnos. Es un grupo tocado por la fertilidad y el don de la procreación.-concedió, de nuevo, traduciendo las palabras coloquiales de Morgana en otras, más acordes al lenguaje comedido que solía salir de su boca- Aunque... No sé si necesitaremos alguna clase de intermediario. Yo no tengo contacto con esa gente. Y no sé cómo de celosos son con sus negocios particulares. -añadió, preocupada- Por otro lado, ¿Haizea? ¿Cómo podrían ayudarnos los neopaganos y su Madre Tierra? 

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19/10/2017, 16:02
[McAvoy] Macbeth

—Cuenta con ello, tantearé cómo está el asunto —respondió a Morgana, enderezando un poco su postura para beber un trago de su cerveza.

Después el hombre escuchó en silencio, alternando la mirada de uno a otro sin llegar a participar hasta que Clementine terminó de hablar. Entonces la comisura derecha de sus labios se curvó un poco, estirando la mejilla de forma que la cicatriz que la surcaba emblanqueció un poco. 

—Si de la Comunidad se trata, tenéis un intermediario perfecto en casa —comentó con un leve gesto de cabeza—. ¿No va Nick a dar clase a sus críos de vez en cuando? Por lo que yo sé, le tienen bastante aprecio.

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19/10/2017, 16:21
[McAvoy] William McAvoy

A William se le torció un poco el morro cuando Morgana preguntó por los asuntos que pudieran tener sus chicos con los de Haizea, aunque su expresión se volvió divertida al ver los escrúpulos de Clementine sobre los conseguidores. Se encogió de hombros, como quitándole importancia a esas preocupaciones sobre sus métodos que acosaban a la joven. Pero cuando la exmilitar habló de la Comunidad en esos términos, el hombre ya no evitó la carcajada. 

—Vaya que sí —dijo, sacudiendo la cabeza—. Otra cosa no tendrán, pero críos... No paran los cabrones —pronunció con un acento latino bastante malo y otra risa. 

Escuchó el aporte de Macbeth como si eso ni le fuese ni le viniese y en cuanto el camarero terminó, metió baza. 

—No deberías fiarte demasiado de los comehierbas, Morgana —aseguró, con el tono de quien da un consejo—. Si no te metes con ellos no se meten contigo, pero te traicionarán si con eso pueden salvar uno de esos jodidos arbustos. Ni lo dudes. Esos sólo son leales a sí mismos. 

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19/10/2017, 22:17
Daniel Green

Aquella conversación lo mareaba. Nombres, grupos, posibilidades, tráfico... Todo aquello de algún modo lo superaba. Sentía que todo debiera ser más sencillo y que, en cierto modo, ellos mismos se complicaban la vida en base a prejuicios y considerar que todo debía de ser complicado de un modo u otro. Se rascó la coronilla, un mero acto reflejo, mientras pensaba en una posible solución a todo aquello, algo que no fuera necesariamente complicado, lo cual no implicaba que fuera sencillo. Nada era nunca sencillo.

-Leche es leche -el concepto de pediátrica se le escapaba. El crío iba a necesitar comer y tanto daba que la leche procediera de un sitio u otro o que consideraran que no iba a servir. De hecho, ¿por qué no?-. Y el bebé necesita alimentarse. ¿Tanto importa si es pediátr... bueno, eso, o no? No tenemos alternativas ni por lo visto tiempo antes de conseguir lo que creéis mejor para el chaval. 

Por un instante, y tras su intervención, guardó silencio. No sabía por qué, pero Lazarus le había venidoa la cabeza, materializado como el portador de una posible respuesta. Pero no le gustaba aquella vía. Tan solo debía valorar en la balanza qué era más importante. Y por el momento era algo que no tenía respuesta y que solo la tendría en función de cómo evolucionara aquella conversación.

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19/10/2017, 23:23
Morgana Whiterocks

Morga se echó un poco para atrás en la silla, divertida por esa actitud mojigata y simplona de Clem. Le caía bien la joven, y consideraba una lástima que su cabeza estuviese llena de esas mierdas religiosas y piadosas. Suponía que gente como ella era necesaria para mantener el equilibrio del estercolero en que se había transformado el mundo.

Además, cantaba bien.

Rieron un poco los cinco. No eran colegas de los McAvoy, pero estaban camino de ello. Se fijó en Daniel, un tanto callado, observando, a la expectativa; tal vez no encontraba el modo de darle a la lengua. Echó otro trago.

-La Comunidad es asunto nuestro, de dos buenas chicas, Clem y yo -sus ojos sonreían a su compañera.

A la ex marine le resultaba un esfuerzo sustraerse a la necesidad de control sobre todo su, como decían aquellos capullos, esfera de control, o una gilipollez así. Y esa burbuja, en su caso, abarcaba mucho espacio y vidas. Sus cinco sentidos estaban siempre en estado de alerta, y la mantenían vigilante igual que un centinela de guardia.

En la tribu de La Comunidad persistía parte de su carácter religioso, y quería jugar esa baza con los latinos. Contaba con la bondad de la samaritana Clementine. Dos comidas menos al día nadie lo desprecia. La putada para Morgana sería que también le exigieran a cambio otro rato echando una mano a su matasanos. Los productos del huerto ayudarían.

Se mordió el labio superior, en su tic habitual, encaró más seria el comentario de William. Agradecía su sinceridad y tomaba nota de su parecer, asintió con la cabeza y un "hum". Chirriaba un posible entendimiento a tres bandas. Le contestó y aprovechó para hacerlo también a la cantante.

-No me jodas. Eres un sentimental, William. No soy una puta necia, ni le como el coño a esa tía. Echarán un ojo. También es su barrio.

"Se trata de Sugar Hill. Este asunto no es trivial, algo se está moviendo, llevamos meses tranquilos desde aquel incidente, y la calma chicha se desespereza."

Se giró hacia Daniel cuando este intervino.

-La leche normal no la tolera un bebé. Se cagará en tus muertos literalmente si se la haces tragar. Prueba, a ver qué pasa. Nos vamos a reír.

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22/10/2017, 23:36
Clementine

Rió por lo bajo, tapándose los labios, al escuchar a William imitar el acento característico de los latinos de la Comunidad- Tal cual.-comentó, alegre, antes de volver a guardar silencio, escuchando las intervenciones de los demás, pensativa. 

Anda pues, ahora que lo dices...-dijo, tras escuchar a Macbeth, llevándose la mano al mentón, pensativa, aunque pronto le quedó claro que quizá Morgana no consideraba aquella idea, al ver que no incluía a Nick es su respuesta y sin embargo la miraba a ella- Claro... Aunque, a lo mejor Nick quiere venir, si se entera. No sé...-añadió, dubitativa. Pareció, durante un instante, que se encontrase justo a punto de preguntar algo. Con las palabras casi desbordándose de su boca. Pero en cambio calló. Quizá era mejor concretar detalles más pofundos sobre el asunto cuando se encontrasen en el Morris, se dijo, mientras escuchaba a Daniel, y finalmente, de nuevo, a Morgana, frunciendo levemente el ceño, preguntándose si podrían resolver pronto aquel asunto. O al menos si podrían buscar a tiempo una solución factible para la alimentación del bebé.

Dios prooverá.-dijo, casi sin pensarlo- Quiero decir, que lo solucionaremos.  Lo de darle de comer al bebé. Ya sea con la ayuda de la Comunidad, o sin ella. -añadió, mostrándose medianamente segura de aquello- Y también lo del nombre. Hay que llamarlo de alguna manera, si no logramos averiguar qué nombre le puso su madre. No puede llamarle cada uno de una forma, es un crío, no un...-se detuvo de pronto, como si se replantease sus siguientes palabras, una vez más- No. No diré que no es un chucho. Porque hasta Bentley, que es un perro y además es muy perro, pone caras raras cuando le llaman de maneras extrañas. - concluyó, mientras se llevaba las manos a aquella melena suya del color del trigo dorado, y, dividiéndolo en tres porciones, comenzaba a trenzarlo, distraída.

- ¿Y qué tiene el café para ser tan caro?- preguntó de pronto, con curiosidad, sin ser del todo consciente de lo que podía significar en tiempos pretéritos una buena taza de café. Después de todo, cuando toda la estructura capitalista mundial se había derrumbado, ella aún era bastante joven. No había probado cosas como aquella, y no sabía apreciarlas. 

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23/10/2017, 13:15
[McAvoy] William McAvoy

McAvoy llevó la mirada hacia Daniel cuando habló y con su afirmación de que leche era leche se rió de nuevo, haciendo un gesto con la mano hacia Morgana, como si así suscribiera sus palabras.

—La leche normal no sirve para los bebés, chaval —explicó—. Son unos putos delicados esos enanos. Antiguamente había una leche especial en las farmacias, para cuando las madres no podían darles la teta. A los míos por suerte los crió Claire —de nuevo su voz se endurecía al nombrarla, como si algo en él considerase que le faltaban todavía unas cuantas cervezas para hablar abiertamente de ella—, pero joder. Recuerdo cuando era pequeño que a mi hermana le daban esa mierda de polvos especiales y la muy perra se ponía mala incluso si estaba un poquito fría. Eran otros tiempos —sentenció, encogiéndose de hombros—, pero los bebés siguen siendo igual de pijos con la comida.

Se quedó un instante pensativo, perdido en ese pasado en que todo había sido diferente y todavía los humanos creían que podían gobernarse ellos mismos, pero no tardó en sacudir la cabeza con dureza. Miró a Morgana. 

—Que vigilen lo que quieran, pero tú no descuides tus espaldas. 

Y, tras esas palabras, bebió un trago largo de su jarra. Algo en lo que dijo Clementine pareció hacerle gracia, porque sus ojos se deslizaron hacia ella y una sonrisa socarrona apareció en la comisura de sus labios.

—Si le ponéis nombre, ya será de la familia —aseguró—. Eso decía mi padre cuando aparecíamos con algún bicho abandonado.