Partida Rol por web

Finales y principios

[Capítulo 1.6] Patio

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18/01/2018, 21:14
[Ind] Jimmy

Nueva York, 12 de noviembre de 2037, 23.25 pm.

Los dos jóvenes se encontraron en lo que antaño debió ser el vestíbulo del centro de salud, a juzgar por el murete que separaba la pequeña sección que seguramente haría las veces de recepción. El muchacho venía algo pensativo del lugar donde había estado hablando con Morgana, pero al ver a Trish sus labios se curvaron en una de sus encantadoras sonrisas y sus cejas se elevaron un poco. 

Es difícil de narices hablar contigo, ¿eh? —bromeó al llegar a su altura y detenerse—. ¿Siempre estás rodeada de guardaespaldas?

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18/01/2018, 21:49
Trish

Trish estaba esperando tranquila, aprovechando el tiempo para darle un par de vueltas a algunos asuntos mientras liaba un porro para más tarde. Al ver aparecer al chico hizo un gesto con la barbilla y esperó, devolviéndole la sonrisa y colocándose el porro detrás de la oreja.

No se puso a caminar, desde luego. Tampoco es que tuviera prisa. Lo que sí hizo fue encogerse de hombro.

—Sólo cuando hay luna llena —bromeó antes de llevar la vista al cielo para comprobar cómo se encontraba la susodicha. Entonces habló más en serio—. En realidad es que has venido cuando estaba todo el mundo, y no me esperaba que empezasen a apuntarse así a la fiesta —dijo con sinceridad—. Si lo llego a saber nos quedamos en la puerta, pero hacía un frío de la leche.

—Y que algunos son como viejas, macho —añadió después alzando un poco las cejas—. De todo se quieren enterar, aunque no les vaya ni les venga.

Tras esas palabras se quedó un momento en silencio, mirándolo. La verdad es que podrían haber hablado en cualquier otro sitio como su habitación, o el taller, pero desde hacía años le costaba la idea de estar en determinadas situaciones con personas del sexo opuesto. Aquella, por el momento, no era una de esas, pero sólo por saber que no estaban cerrados y que de alzar la voz todos la oirían.

—¿Ya sabías quién era cada uno, no? —preguntó entrecerrando los ojos, como si quisiera evaluar hasta qué punto estaba preparado el chico.

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22/01/2018, 15:52
[Ind] Jimmy

Los ojos de Jimmy siguieron la mirada de la muchacha hacia el cielo que podía intuirse al otro lado de la puerta, donde una luna creciente, casi nueva, les dedicaba una sonrisa tan fina que era casi inexistente. No fue necesario que el chico dijese nada al respecto, cuando volvió a mirar a Trish, su expresión era elocuente. 

La dejó hablar y una risa ligera se coló en el silencio que flotó por un momento entre ellos. La mirada de Jimmy viajó fugaz hacia el interior del refugio, por donde Trish había visto a los demás dispersándose, pero antes de que pudiera dar su opinión sobre el despliegue de público que había tenido su reunión, llegó la pregunta de la joven y las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa traviesa. 

No todos —reconoció, como si hacerlo fuese una enorme concesión—. No se habla mucho de tu hermana por ahí. Y del pelirrojo... Robin... De ese no sabía nada. —Se encogió de hombros, como quitándole importancia a esos dos pequeños agujeros de información que ahora había rellenado—. El resto sí. Los Morris no pasáis desapercibidos en el barrio. 

Hizo una pausa en la que dejó que el peso de su cuerpo se cargase sobre una de sus piernas y señaló a Trish con la barbilla, con aire divertido. 

Bueno, ¿qué? —dijo, para después ampliar esa pregunta—. ¿Me vas a explicar a qué vino tu pequeño truco, pequeña mentalista?

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24/01/2018, 21:40
Trish

Al ver la sonrisa de Jimmy Trish lo observó, esperando su respuesta, y fue inevitable sentirse satisfecha al oír que de su hermana no sabía demasiado. Luego, cuando dio detalles de los otros de los que no había oído hablar, sonrió antes de alzar una ceja mientras su sonrisa se ladeaba. Había algo que él estaba pasando por alto, y se moría de ganas de señalarlo. Sin embargo dejó que él siguiera hablando, ligeramente sorprendida de que le preguntase por qué lo había hecho y no cómo.

—¿El resto sí? —preguntó ampliando su sonrisa—. ¿Cuántos crees que no estaban en la sala? —concretó, ignorando por un momento lo último que había dicho. Su expresión se relajó un poco, pero no tardó en abrir bastante los ojos, como si con ellos quisiera abarcar todo lo que iba a decir—. Pueden ser tres, trece o treinta. —Se encogió de hombros—. Si te faltaba alguno... Quién sabe. A lo mejor hay más como Robin, ¿no?

La sonrisa de Trish era más cómplice que otra cosa, se podía notar que estaba jugando.

—Dime... —enunció acto seguido, ladeando la cabeza un poco, como si quisiera analizar la sinceridad de su respuesta—. Si luego te hubiera dicho que eso ya lo sabía, ¿me habrías creído directamente?

No iba a decirle que aquello había sido en vistas a que el precio no creciera demasiado, desde luego.

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24/01/2018, 22:24
[Ind] Jimmy

El chico enarcó las cejas cuando Trish repitió sus palabras con tono interrogativo, como si con ese gesto le preguntase a la muchacha dónde quería ir a parar. Y cuando ella continuó hablando, una carcajada vibró en su garganta. Se encogió de hombros como respuesta, con una sonrisa traviesa y aire misterioso, pero no llegó a decir nada al respecto en ese momento. 

Sus ojos se entrecerraron levemente con las siguientes palabras de la chica y luego sacudió la cabeza, divertido con aquella conversación como si fuese un juego.

Probablemente no... pero ya nunca lo sabremos —dijo, con un tono de impostada inevitabilidad. 

Entonces suspiró entre dientes y dedicó a Trish una sonrisa de disculpa, antes de pasar a los negocios. 

—Bueno, sabes que tenemos que renegociar los términos, ¿verdad?

En cuanto dijo aquello a Trish le dio la sensación de que el conseguidor ya sabía perfectamente qué quería pedirle por haber ampliado la información que le habían pedido en primer lugar. Pero el chico suavizó el cambio de rumbo en la conversación añadiendo algo más, con inflexión de broma en la voz. 

—Y luego, si quieres, apostamos a ver si adivino cuánta gente podéis mantener aquí dentro con ese huerto.

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26/01/2018, 01:54
Trish

Los gestos y la risa de Jimmy hacían que Trish se sintiera más o menos cómoda. Al menos no parecía una amenaza por el momento. Su forma de intentar ser misterioso resultaba curiosa, y cuando él respondió a sus palabras ella mostró todo su escepticismo con su rostro. Claro que lo sabrían: no se lo habría creído. Por eso le había sorprendido tanto lo del papel.

Un momento más tarde, cuando él recondujo la conversación hacia el asunto que tenían pendiente, ella suspiró. La verdad es que temía arrepentirse de haber dejado que otros preguntasen. No sabía lo que Jimmy podría querer ni, mucho menos, si ella estaría dispuesta o sería capaz de conseguírselo, visto lo que había solicitado a Nick.

Sus palabras posteriores hicieron que la muchacha lo mirase con cierto recelo a aceptar la apuesta. Quizá ya sabía cuántos eran, después de todo, y sólo le faltaba saber quiénes. O puede que de verdad se estuviera arriesgando a perder. En cualquier caso la muchacha asintió, sin que quedase claro si lo hacía a lo primero o a lo segundo. Entonces señaló de pasada el huerto.

—Claramente da para tres mil —enunció antes de volver al asunto de los negocios.

—Pide lo que creas que debes cobrar —dijo como si no fuera a oponerse a nada. Sin embargo no tardó en alzar la mano que no tenía la espada, mostrándole la palma en una clara petición de que esperase—. Eso sí, ten en cuenta todo eso de la oferta y la demanda. Cuanto más hay de algo, menos vale.

Era evidente que la chica sólo estaba regateando a medias, que en parte también estaba jugando. Miró entonces a Jimmy a los ojos mientras una media sonrisa se extendía por su cara.

—¿Cómo fue lo que dijiste? —preguntó, claramente en un tono de broma—. ¿Que ya tenías quién te consiguiera la reunión y entonces no era rentable hacer algo a cambio?

—Yo me pongo en tus manos: decide si le das el mismo valor a la información que si no la tuviéramos ya. Pero eso sí, no me digas que tú el trabajo lo hiciste la tuviéramos o no, que no te la habíamos pedido: lo hiciste porque quisiste. Podrías no haber conseguido nada, podrías haber conseguido todo, y podrías conseguir un término medio.

Tras esas palabras la muchacha relajó su expresión e hizo un gesto con la mano, como si acabase de dar toda su argumentación.

—Eso es todo —afirmó de aparente buen humor—. Tú dirás.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tirada para regatear, of course.

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26/01/2018, 14:56
[Ind] Jimmy

Jimmy volvió a reír suavemente al notar la mirada recelosa que la chica le dedicaba. Después la dejó hablar, escuchándola con una actitud entre tranquila y divertida mientras ella exponía todos sus argumentos. Parecía sentirse cómodo con aquel juego y su sonrisa se amplió, traviesa, cuando Trish mencionó sus propias palabras. 

Cuando ella parecía haber terminado, él todavía esperó un par de segundos más hasta que lo confirmó en alta voz. Entonces se peinó con los dedos mientras una sonrisa apretaba sus mejillas. 

Wow, cualquiera diría que tienes miedo de lo que pueda pedirte —dijo finalmente, dejando que sus labios liberasen la risa que contenían—. Te has preparado tu discurso, el mío y tu respuesta a ese. 

Hizo una pausa, todavía divertido con el despliegue de la muchacha. Los ecos de su risa todavía llenaban de calidez el antiguo vestíbulo del refugio cuando volvió a hablar de nuevo, con la mirada centrada escondiendo un brillo travieso en su poso y una sonrisa encantadora prendida en los labios. 

Sé lo que quiero y me parece justo para la información extra que me habéis pedido. —Detuvo sus palabras un momento para extender su mano en un gesto hacia la chica y hacer una pequeña aclaración—. Pedirla ha sido tu decisión y confirmar lo que ya sabes puede ser tan valioso como obtenerlo. Si no dudarais de ello, no habríais preguntado. 

Se encogió de hombros con ese gesto que le daba un aire inocente que contrastaba con la picardía de su sonrisa y siguió hablando. 

Lo que quiero es una cita —bromeó, alzando las cejas, pero enseguida aclaró sus palabras—. Pero tranquila, no una cita-cita. Todavía espero no tener que pagar por esas cosas. Tengo un trabajo que hacer y me vendría bien alguien hábil con las manos. Quiero que me acompañes. Serán tres o cuatro horas, riesgo moderado, confidencialidad alta —explicaba las características de aquella propuesta como si estuviese acostumbrado a categorizarlas de esa manera—. Tú sola. Sin guardaespaldas —agregó, echando un vistazo hacia el interior del Major Morris—. Y te daré un pequeño porcentaje cuando me paguen.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Revisando el sistema he visto que para regatear, negociar, etc. es más correcto que tires por Presencia. Con Astucia podrías ver si te están intentando tangar, pero tu intento activo iría con Presencia. No hace falta que repitas esta tirada, pero tenlo en cuenta para el futuro ^^.

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30/01/2018, 02:02
Trish

Trish puso por un momento los ojos en blanco al ver cómo Jimmy ganaba tiempo peinándose con los dedos. Lo hio en broma, sólo durante un momento antes de prestar atención a lo que decía.

Con sus primeras palabras la chica le dedicó una sonrisa desafiante, como si le retase a pedir algo a lo que ella pudiera temer de verdad. Alzó una ceja acto seguido, cuando él enumeró lo que ella había hecho, en una expresión que parecía decir que se dejase de rodeos y fuese al grano.

Un momento más tarde, cuando anunció que sabía lo que quería, ella se cruzó de brazos. Mucho parloteo, pero poco decir lo que importaba. Estaba claro que intentaba generar expectación e impaciencia, y la verdad es que en parte lo estaba consiguiendo. Aunque ella sólo mostrase la segunda.

Al final, cuando él dijo aquello de la cita, la muchacha empezó a reír. Fue una reacción inevitable al tomárselo como un chiste, porque desde luego no se imaginaba a Jimmy regalando la información por algo como eso. Menos aún cuando se habían conocido esa misma mañana.

Sin embargo cuando él empezó a aclarar las cosas comprendió un poco mejor. Bueno, eso no sólo tenía mejor pinta sino que parecía divertido. Aunque con lo de «peligro moderado» estaba claro que ella pagaba su parte, y de sobra. Alzó entonces una mano para poner sus propias condiciones.

—Más vale que el porcentaje sea mínimo un treinta —le dijo—. Porque por «confidencialidad alta» y «peligro moderado» ya parece un regalo.

Dicho eso le miró directamente a los ojos y se puso un poco más seria, mostrando que de ahí en adelante planteaba sus términos reales.

—Le diré a Cass que voy contigo —aseguró—. Y si el peligro me parece más que moderado también le dejaré una nota o algo en el taller contando lo que sea, por si pasa algo. —A pesar de estar planteándose que de verdad fuera un riesgo Trish no parecía estar echándose atrás, ni mucho menos. Sólo esperaba que no se tratara del mismo robo que estaban planeando Flora y Flint. O quizá sería mejor que sí, la verdad. Tenia le impresión de que al menos Jimmy sólo se metería en algo así si confiase un mínimo en las capacidades y el silencio de los que le acompañaban.

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01/02/2018, 03:50
[Ind] Jimmy

Una cierta satisfacción asomó a la sonrisa del chico al escuchar la risa de Trish, pero fue cuando ella empezó a hablar cuando él también rió. 

Ya te gustaría —respondió a sus primeras condiciones, con el mismo tono de broma que ella había usado. 

Dejó de reír cuando sus pupilas se cruzaron, escuchándola con atención. Y si bien asintió levemente a la primera parte, con la segunda negó despacio con la cabeza. 

Puedes decirle a tu hermana que vienes conmigo, no hay problema —aseguró, acompañando sus palabras de un gesto horizontal de su mano que parecía corroborarlas—. Pero no vas a poder dejarle esa nota porque no vas a saber más hasta esa misma noche. Te contaré lo que tienes que saber cuando te recoja, no antes. Lo de la confidencialidad alta es muy en serio.

Se encogió de hombros con ese gesto inocente que parecía declarar que así eran los negocios y las reglas no las había escrito él, sino el mundo en que vivían, y luego se acercó un paso pequeño hacia ella, apoyando una mano en su hombro como si quisiera tranquilizarla. Sus ojos de un verde grisáceo se perdieron en los celestes de la muchacha y su expresión se volvió más seria.

No te preocupes, Trish: tú no vas a correr ningún riesgo. En el peor, el más pésimo, de los casos, yo asumiría las consecuencias y me encargaría de que a ti no te pasara nada. —Hizo una pausa breve y la sonrisa volvió a sus labios, traviesa. Le guiñó un ojo con complicidad—. Palabra de Jimmy. 

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02/02/2018, 10:21
Trish

Al escuchar aquel «ya te gustaría» una de las cejas de Trish se alzó al tiempo que volvía a aparecer su sonrisa. A pesar de lo contraproducente que era parecía retar al chico a no subir más ese supuesto porcentaje que ni siquiera habían concretado. En realidad poco le importaba: había muchos trabajos que habría hecho gratis, y él había capturado su curiosidad.

Luego, cuando él aceptó sólo a medias sus condiciones, ella cambió el peso de una pierna a la otra. Una parte de ella se sentía incómoda por no saber más. La otra, expectante. Pero sin duda lo que no le gustaba del todo era lo de que él la recogiera y se marcharan a solas.

En ese punto la confidencialidad era lo de menos: podía tener la boca cerrada. Pero existía una acicateante punzada de desconfianza que era difícil de evitar. Una que él debió de leer en sus ojos, a juzgar por sus últimas palabras.

—Más te vale —dijo después de que él acabó de hablar—. Porque si no los de McAvoy te despellejarían —amenazó no porque fueran más temibles que los Morris, sino para señalar una fuente de tratos que perdería. Sin embargo no quería dar la impresión de que necesitaba que la defendieran, ni mucho menos—, pero sólo después de que yo te diera la mayor patada que te hayan dado nunca.

Guardó unos segundos de silencio, resistiéndose a caer en la red que ese guiño había tendido.

—¿Cuándo va a ser? —preguntó, sin llegar a aceptar más que implícitamente—. ¿Herramientas?

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03/02/2018, 02:07
[Ind] Jimmy

El chico rió con buen humor ante las amenazas de la muchacha, pero el silencio de después fue más denso. Las pupilas de Jimmy siguieron prendidas de las de Trish durante esos segundos, hasta que llegaron sus preguntas y Jimmy pestañeó, ampliando su sonrisa. 

La mano que seguía sobre su hombro se deslizó durante entonces hacia su rostro donde su pulgar acarició despacio su mejilla por un instante, pero enseguida se alejó de ella para regresar a su cintura en busca de la trebilla de la que solía engancharse. 

Tenías una pestaña —explicó con ligereza al notar su incomodidad—. Te recojo en dos noches —respondió, dando por hecho que el acuerdo estaba confirmado—. A las ocho en punto. Traeré algunos emparedados para el camino. Un destornillador seguro que te viene bien y un alicate o unas tijeras o algo así. —Se encogió de hombros—. Pilla lo que tengas, pero no vengas muy cargada. Y trae un gorro o una capucha —señaló hacia la cabeza de la chica con la barbilla, con una sonrisa divertida bailando en sus labios. 

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05/02/2018, 02:33
Trish

Trish mantuvo su mirada en los ojos de Jimmy durante aquel silencio que parecía extenderse, inflándose como un globo que amenazaba con explotar en cuanto uno de los dos pronunciara una palabra. En ese punto no llegaba a sentirse incómoda, aunque no le faltaba mucho. Se habían conocido ese mismo día, estaban a solas y el contacto físico no ayudaba. Sólo el hecho de estar entre las paredes del Morris hacía que la muchacha se sintiera segura.

Sin embargo en cuanto él pasó a acariciar su mejilla ella sí se sintió más inquieta y cambió el peso de pierna. No sentía un deseo especial de romper aquel momento... Pero sí de que él no siguiese por ahí, de momento al menos.

Por fortuna el chico debió darse cuenta, pues no tardó en apartar su mano y regalarle una excusa.

—Sí, claro —ironizó ella recuperando la ligereza en cuanto él habló de esa supuesta pestaña. No lo había creído ni por asomo, pero no iba a quejarse de que le hubiera dejado recuperar su espacio. Después se permitió el lujo de extender el brazo para empujarlo amistosamente, queriendo demostrar que no había sido por él... Aunque lo hubiera sido, en cierta manera.

Una vez Jimmy terminó de hablar ella asintió. Ya estaba imaginando para qué podría necesitarla. Los alicates o las tijeras seguro que eran para cortar una valla metálica, o algo parecido.

—De acuerdo —enunció—, mientras la comida no sea de carne de rata, ni de mi veinticinco por ciento —bromeó antes de hacer una pequeña pausa.

—Si no te hubiéramos pedido esa confirmación, ¿me habrías ofrecido este curro? —preguntó antes de que su ceño se frunciera un poco al pensar en otra cosa—. ¿Y qué narices quería Morgana?

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06/02/2018, 03:22
[Ind] Jimmy

Un inocente encogimiento de hombros fue toda la respuesta que Trish tuvo a su incredulidad, pero los ojos de Jimmy seguían teniendo ese brillo en la mirada que le daba un aire de niño travieso. El chico rió de nuevo con la broma sobre los emparedados, pero no comentó nada sobre el porcentaje. 

La siguiente pregunta de Trish, en cambio, sí obtuvo respuesta. 

—Ah... Eso ya no lo sabremos nunca tampoco —bromeaba él también, haciéndose el misterioso mientras sus labios se curvaban. 

Después emitió un ligero resoplido sin perder la sonrisa. 

Información gratis. Eso es lo que quería. —Hizo una pausa en la que se pasó los dedos por el pelo—. Nada del otro mundo, me pasa de vez en cuando. —Ladeó un poco la cabeza, echando un vistazo hacia la puerta, por donde Morgana había salido al exterior poco después de hablar con él—. Hay gente que se cree que el agradecimiento se come. Le ofrecí un trato, lo rechazó, así que no hicimos negocios.

Sus ojos volvieron a buscar a la muchacha y dejó un par de segundos de silencio antes de hacer un gesto con la barbilla hacia ella. 

Es encantador charlar contigo, Trish —dijo entonces, con un tono que, aún siendo juguetón, sabía a despedida—, pero la verdad es que todavía tengo cosas que hacer esta noche. ¿Me devuelves mis cosas?

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08/02/2018, 01:47
Trish

Trish no se creyó ni por un momento el plural que Jimmy usó en su primera frase. Que quisiera hacerse el misterioso lo podía aceptar, incluso le provocaba cierta curiosidad. Pero tenía claro que él sabía de sobra si le habría hablado o no de ese trabajo, sólo que prefería no compartirlo con ella. Y era posible tanto que la respuesta fuese afirmativa como negativa, de modo que la muchacha no pudo llegar a ella sólo con lógica.

Un momento más tarde, con la explicación sobre lo que Morgana quería, a Trish le picó aún más el aguijoneo de la curiosidad. Ya no era saber qué había intentado Morgana, sino saber también qué información había querido gratis. Pero quizá eso entraba dentro del terreno personal de la militar, y Trish no iba a meterse ahí, de modo que no preguntó. A lo mejor por eso era tan importante para ella reunirse con Jimmy, y quizá por eso también se había portado de aquella forma durante la cena.

En cualquier caso en cuando el muchacho empezó a hablar de nuevo Trish entendió que se trataba de una despedida. Alargó la mano hacia el pomo de la puerta antes de responder.

—Claro, de camino —contestó—. Te acompaño hasta la valla.

Con esas palabras sostuvo la puerta para que el chico saliera, y sólo después le entregó de manera tranquila uno de los cuchillos, el primero de varios.

—Es raro que todo el mundo te conozca y que no coincidiéramos antes —comentó como de pasada—. Conoces a Astrid, ¿no? ¿Y a —Estuvo a punto de decir Flora y Flint, pero probablemente eran los peores días para que los relacionaran, por su acaso—Mary «dedos silenciosos»?

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08/02/2018, 02:24
[Ind] Jimmy

El chico metió las manos en los bolsillos de su sudadera en cuanto puso un pie en el exterior del edificio y el intenso frío golpeó sus mejillas. Tan sólo sacó una de ellas para tomar el cuchillo que Trish le tendía y volver a guardarla rápidamente. Su postura se volvió algo más rígida, a pesar de que él seguía tratando de parecer despreocupado al caminar, y se acercó un poco más a ella hasta que sus brazos casi se rozaban al andar. Una nube de vaho escapó de entre sus labios cuando respondió a la muchacha. 

Me muevo mucho —dijo con un encogimiento de hombros, como si eso lo explicase todo—. No sólo por Sugar Hill ni por Manhattan. Conozco a Astrid, sí. Es un encanto y siempre está dispuesta a hacer negocios...

Sin embargo, dejó a medias la charla casual para echar un ojo a Trish. Algo parecía estar rondándole la cabeza y tardó tres pasos en soltarlo. 

Oye, tu amiga antes intentó usar tu seguridad para presionarme —dijo con tono neutro, estudiando el rostro de la chica—. Yo no me voy a meter en vuestros rollos y todo tiene un precio, pero si necesitas discreción con todo eso del crío... —Echó la vista por encima del hombro por un instante para enseguida volver a mirarla a ella. Tras esa breve pausa sus labios volvieron a curvarse derrochando encanto—. Si alguien me hace una oferta, puedo venir a buscarte antes. Por si quieres igualarla. 

Mientras esperaba la respuesta de Trish a su oferta, sacó de nuevo la mano del bolsillo para extenderla hacia la chica, como esperando que ella pusiera alguna otra de sus armas en ella.

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08/02/2018, 18:49
Trish

Trish no supo hasta qué punto era intencionado lo de Jimmy acercándose así al caminar. Con el frío que hacía era hasta normal, pero aún así no le pasó desapercibido. Con una sonrisa escuchó la explicación que vino acto seguido, y le gustó oír aquello de que se movía mucho. Era peligroso, Trish lo tenía claro, y estaba claro que el chico tendría sus recursos si aún seguía entero. Un segundo más tarde, con lo de Astrid, desvió su mirada del frente para encontrar la de él con el ceño levemente fruncido. Sabía cómo solía negociar la chica y aquello le pegaba muy poco a Jimmy. O seguramente no lo conocía tanto como creía.

Un momento más tarde, con el nuevo cambio de tema, Trish tardó un segundo en ubicarse y en entender de qué estaba hablando. Y alucinó. No entendía a qué venía que Morgana hablase de su seguridad para conseguir algo, como si ella fuera incapaz de defenderse sola. No era una experta en armas, desde luego, pero estaba muy lejos de ser una inútil. No tenía el contexto en que la militar había dicho eso, pero fuese como fuese no le gustaba, y sólo una parte era por lo que Jimmy podría pensar.

—Estoy flipando —dijo en voz alta y con la vista en la valla del Morris antes de hacer un gesto con las manos—. En serio, estoy flipando.

En ese instante le habría gustado hablar y hablar, decir exactamente lo que pensaba... Pero no perdió la perspectiva: tampoco debía ponerse a criticar a Morgana con Jimmy, máxime cuando le había conocido ese mismo día. A veces, como en la cena, podía ser una estúpida, pero las dos eran del Morris. Fin de la historia. ¿Que necesitaba realmente? Pues hablar con Daniel. Por suerte seguro que luego se pasaba por el taller.

Al volver a hablar Trish estaba un poco más calmada.

—Te lo agradezco, Jimmy —le dijo. Sabía que lo más inteligente habría sido seguirle el rollo para aprovecharse de su oferta, pero no era de esas—. No sé qué decirte, la verdad. Probablemente me pase pronto por allí, y según lo que diga la madre podré valorar. Si igualmente quieres pasarte y ver lo de la oferta, lo hablamos llegado el caso —enunció antes de mirarle—. Pero me cuesta pensar que este crío suponga un peligro para cualquiera, la verdad. Creo que Morgana estaba siendo —una puta paranoica— cauta y viendo a ver si colaba para que le contases gratis lo que fuese, la verdad.

Y tras esas palabras le tendió el tirachinas y la bolsa que él había traído, y luego los otros dos cuchillos. Lo miró durante un instante, ya en la puerta, antes de decidirse a dar un paso adelante y, acercando la mano a su hombro, darle un beso en la mejilla.

—Gracias por todo —le dijo—, aunque sean sólo negocios. —Le tendió entonces la espada—. Y ten cuidado.

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09/02/2018, 01:10
[Ind] Jimmy

Los ojos de Jimmy escrutaron a la chica mientras empezaba a hablar y no tardó en retirar la mano y volver a esconderla en el bolsillo en cuanto se dio cuenta de que Trish necesitaba asimilar lo que le había dicho. No le metió prisa, pero tampoco se quedó quieto con el frío que hacía. Sin embargo, algo en su actitud de escucha invitaba a seguir hablando y desahogarse con él. 

Cuando Trish habló de nuevo, el chico asintió con la cabeza, aceptando sus palabras sin entrar a valorarlas. Después recogió las armas que ella le tendía y las fue distribuyendo por su cuerpo. Cuando ya sólo quedaba la espada se encontraban detenidos delante de la puerta. Sus ojos brillaron cuando la muchacha acortó el espacio entre ambos para besar su mejilla y, por un momento, su mano comenzó un movimiento hacia ella, como si inconscientemente valorase la idea de retenerla y alargar aquel instante. No llegó a terminarlo. En lugar de eso las yemas de sus dedos rozaron levemente el lugar que ella había besado mientras una sonrisa juguetona se ladeaba en sus labios. 

Tomó la espada y se encogió de hombros antes de guardarla en la funda que llevaba en la espalda bajo la ropa. 

Siempre lo tengo —dijo, seguro de sí mismo. La sonrisa se había extendido y ahora bailaba también en sus ojos—. Pero oye, si no me metes en líos con tu compañera, mejor. Los McAvoy dicen que te puede mandar a Queens de una guantada —bromeó, cambiando el peso de una pierna a la otra, como si le costase irse una vez llegado a la puerta.

Finalmente el frío pudo más que sus ganas de quedarse, o tal vez fuesen esas otras ocupaciones que tenía todavía pendientes. Como fuese, Jimmy se echó la capucha por encima de la cabeza y abrió la puerta para marcharse. 

Te recojo pasado mañana, no te olvides. 

A Trish le pareció que le guiñaba el ojo tras esas palabras, antes de darse la vuelta y desaparecer entre las brumas que sólo dejaban ver con comodidad algunos metros, pero con la poca luz no podía estar segura de si había sido así o sólo lo había imaginado.