Partida Rol por web

-kobolds de que estas ablando?- pregunto con un poco de interes, pero al ver que tiene su espada en la mano saco aquel arco y le apunto con un flecha

Pues cuales van a ser!! Esos que están custodiando la puerta!! le dice Veldrahin.

recordando las palabras Kium y Dorin sobre usar los cadaveres para auyentar a las criaturas de la noche, el rostro del elfo muestra una mirada de desagrado -A mi no me mires Veldrahin , y tu Elizabeth baja tu espada-

Llego junto al elfo y le apunta directamente con la hoja

-Y desde cuando me hablas asi a mi, imbecil? Ahora estas trabajando con los kobolds?! Y mientras nosotros buscamos un clerigo para atenderte de las heridas que por estupido te hicieron, nos traicionas? Explicate de una vez!

Pueden sentir ruidos de discusion afuera...

Al ver a los dos kobolds completamente inmóviles, le dice a su compañera: Tranquila Elizabeth, creo que están muertos. Servirán para no levantar sospechas en otros posibles kobolds al menos durante un tiempo... hast que empiecen a pudrirse...

Sale de su escondite y le hace un gesto para que la guerrera le siga.

-Exacto estan muertos, aunque sean seres desagradables no deverian aberles echo eso- se queda un poco en silencio cuando -Mas bien los que parecen traidores son ustedes escondidos en la noche como  y ella apuntandome con su espada, ¿que otra cosa podria deducir en ese caso?-

-Volvere a decir elizabeth por favor guarda tu espada-

La joven contesta con un gesto obsceno al elfo, pero envaina su espada. Luego, entran a la casa. Alli esta Kium con cara de exausto y Dorin, sentado en la pared.

En las sillas del corredor hay un buen numero de kobolds atados y en guardia... Sin duda, un espectaculo macabro.

El grupo puede encender los leños y calentar los viveres traidos por los exploradores en la fogata, mientras intercambian datos sobre lo averiguado, por un lado en el pueblo, por el otro en la casa.

-Disculpe Elizabeth le molestaria acompañarme a la biblioteca mesesito preguntarle una cosa -dice el elfo en vos muy baja, de tal foma que solo lo lograse escuchar la persona mas cerca a ella.

Debido a la ruidosa la llegada de Veldrahin y la guerrera humana, Kium depertó de su superficial sueño. Aquél corto letargo, apenas había conseguido menguar su cansancio. Contempló a los recién llegados y los bartulos que transportaban:

¿Qué tal os ha ido por el pueblo? ¿habéis averiguado algo de interés? ¿Conseguisteis algún remedio para las heridas de Dor? - preguntó el guerrero oriental con los ojos entreabiertos y voz reseca tras incorporarse nuevamente a la verticalidad. 

Un ambiente tenso se respiraba entre Dor, Veldrahin y Elisabeth. Desconocía cuál habia sido la razón que los había conducido hasta dicha situación, pero sus compañeros estaban algo iracundos...

Me siento en el suelo, comiendo un trozo de carne...

-No, elfo, dilo aqui mismo...

Luego mira a Kium.

-Prefiero que Veldrahin les diga, la gente habla mas con el que conmigo... +mordisqueando un poco+ ... Lo unico que dire es que mañana estaria viniendo uno de los clerigos de la milicia a atendernos las heridas... No creo que nos salga gratis, pero bueno, algo es algo.

Kium contempló el seco gesto de la guerrera. No entendía muy bien lo que había podido ocurrir, pero lo que estaba claro es que algo había pasado entre el dúo o tal vez el trío. El guerrero se acercó a sus víveres y cogió un poco de pan seco. Comenzó a comer discretamente mientras continuaba observando a sus compañeros. Finalmente, explicó con tono que sonaba a disculpa, que todos los kobolds habían sido colocados por él.

- Sólo intentaba evitar que las alimañas se acercaran a la finca... -

El elfo solo se arrodilla al frente de Elizabeth.

Disculpeme,por aberla molestada- levantandome -Pero.....no creo que halla sido una buena idea aberme apuntado con aquella espada no hubiera reaccionado asi-

mirando a todos, -Comentando frente a esta casa aun esta inexplorada- baja un poco la cabeza

Mientras el joven paladin continua hablando, un frio comienza a recorrer a los presentes... Las luces de la fogata en torno a la que estan se opacan...

De pronto...

Una forma fantasmal atraviesa la doble puerta del costado, que permanecia inviolada... A primera vista, es una joven mujer humana, con una hermosa tunica blanca y una corona de flores de plata, que sostiene un candelabro de 5 puntas... Sus cabellos extraordinariamente largos y rojizos caen suavemente, enmarcando su bello rostro. La eterea presencia trasmite una horrible sensacion, de una enorme tristeza...

TS de Vol, CD 14 o quedar Estremecidos.

Ante tal aparición, Kium se estremeció preso de terror. Se trataba de un espíritu errante, de un fantasma. Su raza era muy supersticiosa co las almas que vagaban entre los mundos y aquella tenía toda la pinta de ser una de ellas. Lanzó lo que estaba comiendo y extrajo su arma. Sabía que no podría vencerla con ella, peo era el acto reflejo que su padre le había inculcado en su más tierna juventud.

Todos los jovenes aventureros, menos el gnomo, a quien la curiosidad puede mas que el miedo, quedan sobrecogidos por la presencia de la bella aparicion...

De pronto, esta habla!