Partida Rol por web

Fisura

Skyhold - Interior.

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07/07/2015, 10:43
Leliana

 

En el Gran Salón del trono los protagonistas principales de la batalla que supuestamente había acabado con Coripheus seguían charlando alegres, aunque el tono había bajado ya mucho en intensidad. Por encima de las voces, el vozarrón de The Iron Bull dominaba, incluso sin levantarlo. La Inquisidora ya no estaba, debía haberse retirado a sus aposentos. Y tampoco estaba el Comandante. Lo que no les extrañó, si se hacía caso a algunos rumores...

 

Miraron por las mesas, por si Morrigan seguía allí festejando, pero no estaba. Probablemente estaría en su cuarto, junto al claustro interior. Leliana les vió, y se les acercó.

-¡Buenas noches! ¿Cómo no os unís a la fiesta? Veo que vais cargados... ¿a quién buscáis con esos bultos...?

Nada ocurría en Skyhold sin que leliana lo supiera, no era de extrañar que siguiera atenta a lo que ocurría, dentro y fuera de las paredes del Feudo. Bien, ella sabría dónde podrían encontrar a la maga Morrigan.

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07/07/2015, 11:25
Miron Lupeithai

Pese a haber pasado allí bastante tiempo, Miron aún no tenía muy claro cómo se suponía que debía dirigirse a las personas con cargos importantes dentro de la Inquisición, y tampoco estaba acostumbrado a hablar con ellos, de modo que le costó algo empezar a hablar.

Buenas noches...- se quedó unos instantes pensando en un título que darle a Leliana, pero desistió y simplemente siguió hablando.- Nos han pedido que llevemos estos objetos a la encantadora Morrigan. ¿Sabría decirnos dónde se encuentra en estos momentos?

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07/07/2015, 11:57
Leliana

-¿Morrigan...?

Miró hacia la puerta del Claustro, haciendo un gesto indefinido con la cabeza.

-Creo que la he visto salir por ahí. Debe estar con su hijo, o en sus habitaciónes, supongo. ¿Sabes dónde es...? Bueno, allí donde tiene su... laboratorio, despacho, o lo que sea.

Les miraba sonriente, tranquila. Asequible. Sí, de hecho, incluso el triunvirato que asesoraba a la Inquisidora no podía mostrarse más cercano a cada colaborador, a cada persona que se había unido al magno y difícil proyecto de la Inquisición. Lo que no quería decir que nadie bajara la guardia en ningún momento.

-Y el Eluvian, claro.

Una punzada de curiosidad mordió la mente tanto de Miron, como mago que era, como de Aisha, elfa amante de sus legados. ¡El Eluvian! ¿Quería decir que quizá podrían llegar a verlo...? Cruzaron una mirada de soslayo, ávida, aviesa.

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07/07/2015, 19:53
Aisha Serthan

 - Buenas noches, Ruiseñor - Devolvió el saludo a la pelirroja. Siempre le había resultado un mote curioso, pero acertado a la vez para su cargo. El trato de Leliana le agradaba, ya que por lo general no esperaba cercanía por parte de ningún cargo superior, y menos de una Shem. La muchacha era más cálida de lo que imaginaba, claro que su trabajo también requería de cierto carisma, y eso a ella le sobraba.

Tras unos segundos reflexiva, y con su hilo de pensamientos interrumpido alguna vez por el vozarrón de Iron Bull, se decidió a hablar de nuevo - Creo que se donde es. - Dijo a los shem, algo insegura. - Por los jardines del primer piso, ¿No? - Preguntó a Leliana. Había visto a la bruja rondar por ahí alguna vez, y entrar a una habitación, y no creía que fuera precisamente la capilla. 

 Esperaba la confirmación de la pelirroja, imaginándose aquel legado del pasado de su raza, cómo sería usarlo, quienes lo habrían hecho antaño, poder verlo... Pero por ahora tendría que dejar de montarse fantasías y entregar el paquete.

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09/07/2015, 10:31
Leliana

-Sí, es por ahí, por esa puerta. La del Claustro. Una habitación hacia el fondo, aunque es posible que Morrigan esté rondando por ahí, quizá habrá ido a acostar a Kieran, no sé. Pero yo empezaría por allí, donde el Eluvian. Porque allí es donde guardará lo que sea que haya encargado.

Las dos cajas no pesaban demasiado, probablemente contenían botellines, o algún tipo de componente. O quizá libros. Pero sí, evidentemente sería en su laboratorio donde la bruja lo querría.

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09/07/2015, 21:43
Miron Lupeithai

Muchas gracias por las indicaciones.- dijo Miron inclinando un poco la cabeza.- Si no le importa, iremos sin demora a darle este material a Morrigan.- repitió el gesto y empezó a caminar en la dirección que les había señalado Leliana.

Estaba bastante impaciente por ver el misterioso artefacto que la bruja mantenía bajo su cuidado, aunque intentaba que no se le notara demasiado el entusiasmo. Los eluvians eran unos objetos tan antiguos como poderosos, y sin embargo había muy poca información al respecto. En el Círculo apenas había citas ambiguas o referencias de menos de una línea donde se mencionaba este legado élfico. Pero Morrigan había conseguido que un eluvian ayudara a la Inquisición, y quién sabe qué secretos habría desentrañado ella sola. Miron empezaba a admirar a esa mujer, y ni siquiera había hablado con ella.

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09/07/2015, 21:50
Aisha Serthan

 - Sí, vamos. - Asintió a Miron, y luego inclinó también un poco la cabeza hacia la pelirroja a modo de agradecimiento, con una sonrisa entre amable y cordial, antes de marcharse hacia el lugar indicado junto a Miron.

 Encontraran o no a Morrigan, imaginó que con dejar las cajas entre sus cosas sería suficiente, como dijo Leliana. Aunque si tenía la más mínima de oportunidad de hablar con la bruja y que ésta le contara algo sobre el artefacto élfico, su historia y su funcionamiento, la entrega habría merecido la pena para ella también, además de para Morrigan.

 Aisha pensaba que, como su legado que era, el Eluvian debía estar en posesión de los dalishanos, y no de la bruja. Pero sería mejor no discutir eso con la hechicera. La elfa sabía cual era su lugar en la Inquisición, y si no lo había reclamado ya Solas, ella no era nadie para hacerlo, por mucho que quisiera.

 - ¿Qué dicen vuestros libros sobre los Eluvians? - Preguntó curiosa al mago mientras se dirigían a entregar las cajas.

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09/07/2015, 22:26
Miron Lupeithai

La verdad es que muy poco. Es casi imposible encontrar información sobre este tipo de artefactos. Teniendo en cuenta que son muy antiguos y, además...- miró a a Aisha e hizo un gesto vago.- ... bueno, siendo de la época de los elfos de Arlathan y todo lo que eso conlleva...- negó con la cabeza para mostrar su desacuerdo.- Se ha perdido mucho conocimiento sobre tu pueblo y las maravillas que crearon.- suspiró levemente.- Poca gente sabe que los Eluvians aún existen. Y a menos gente aún le importa siquiera.

Apoyaba su bastón de vez en cuando, dando un ritmo distinto al sonido de sus pisadas. Volvió a mirar a su compañera, esta vez de reojo, preguntándose hasta qué punto ella podía saber más que él sobre temas como esos.

¿Tu clan sabe algo sobre los Eluvians? Tengo entendido que también os cuesta conservar el recuerdo de vuestro pueblo.- se calló, pero luego balbuceó algo, algo contrariado por lo que acababa de decir.- Sin ánimo de ofender, por supuesto.

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10/07/2015, 16:39
Aisha Serthan

 Aunque se molestó por las últimas palabras de Miron, Aisha trató de pasar por alto el comentario sobre la pérdida del legado de su pueblo, ese que les fue arrebatado por shemlen como el que le hablaba, y contestar a su pregunta tras rememorar unos pocos segundos. 

 - El hahren nos contó que servían como portales que conectaban nuestras ciudades entre sí, pero muchos fueron destruidos o perdidos, y los que quedaron dejaron de funcionar tras la caída de Arlathan según dicen, si no recuerdo mal. - Su voz es algo más dura que de costumbre cuando empieza a hablar, pero no tarda en volver a sonar relajada. - Pero no recuerdo nada más. - Y no por mala memoria, si no porque su clan tampoco sabía mucho más sobre ello. Aunque estuviera cansada de que cada historia élfica acabara con lamentos sobre la pérdida de todo lo que teníamos, y eso la aburre, y hasta la molesta cuando ve en su pueblo más conformismo que exigencias, no por ello dejó nunca de prestar atención e interés a las historias sobre su pasado.

 Se quedó pensando un momento en lo de los portales. ¿Y si funcionase uno de entrada, pero no el de salida? Tal vez no era tan sencillo como eso. En tiempos anteriores, cuando la magia era tan natural para ellos como el aire que respiraban, debía ser algo sencillo de comprender, pero ahora, y sin tener ella ni un vestigio de ese don, le era imposible de imaginar.

 - Como sea, sería algo digno de ver - Comenta, esta vez más amable, y con una pizca de entusiasmo. Algunos en su clan se desvivirían por poder ver un artefacto así, hasta ignorando que el mundo se estaba yendo al garete, dando más importancia al pasado que al presente o al futuro. Aisha por su parte había tenido otras prioridades, y sus esfuerzos se habían visto recompensados. Ver además el Eluvian sería la guinda del pastel.

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10/07/2015, 19:14
.Narrador.

El patio interior, o claustro, estaba solitario, tranquilo. El aroma de las flores y las plantas impregnaba el aire nocturno, y la luz de las antorchas resaltaban los colores dándoles un toque anaranjado a los muros y parterres.

Era un placer charlar mientras se paseaban, disfrutando del momento más que sentir que estaban realizando una encomienda. Por un momento la lucha quedó atrás, y Coripheus, y el resto del mundo.

No estaban lejos de su objetivo, pero no tenían prisa.

Notas de juego

Bueno, imaginadlo de noche. ;)

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10/07/2015, 19:36
Miron Lupeithai

Miron observó el patio ajardinado y disfrutó de su silencio durante unos instantes, pero ante la dureza de las palabras de Aisha se vio obligado a rectificar e intentar dejar más clara su postura.

Perdona, creo que he elegido muy mal mis palabras.- dijo deteniéndose en mitad del jardín. Quiso encontrar su mirada, y le sonrió tímidamente.- A veces soy demasiado... directo, supongo. No quería decir que tu clan o tu pueblo no sepan cuidar de su legado. En realidad, os tengo mucho respeto. Ser capaces de vagar por el mundo, aferrándoos a vuestras creencias únicas y a vuestras tradiciones centenarias en vez de someteros al yugo de los humanos... Eso es admirable, y quiero que lo sepas.- se acercó unos pasos hacia ella y adoptó un tono algo bromista.- Entre tú y yo, la Capilla no era un buen modelo a seguir. Ya sabes, con la intolerancia y todo eso.- se señaló a sí mismo.- Consiguió que alguien como yo quisiera escapar del Círculo. Me parece que es toda una hazaña.

Se rió por lo bajo y dejó unos momentos de tranquilidad que usó para contemplar de nuevo las plantas y la decoración del lugar.

Estoy seguro de que vivir con tu clan era algo maravilloso.- dejó de sonreír y volvió a dirigir su mirada hacia ella.- Siento que tuvieras... desacuerdos con ellos. Estoy seguro de que aún...- se calló de repente y miró a un lado.- Disculpa, iba a hacer el típico comentario, pero no es asunto mío y no creo que pueda conocer la situación.

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10/07/2015, 21:52
Aisha Serthan

 El patio le resultaba un lugar bastante agradable. Si no fuera porque normalmente estaba frecuentado por hermanas de la capilla, con las que prefería no tener más trato del necesario, sería para ella un lugar perfecto para relajarse, como ahora. 

 - Someterse no es una opción, vosotros también huis del Círculo, aunque no todos deban. - Opina un poco seca, contrariada por algunas de las palabras del mago. - Lo raro es que no haya más gente que intente escapar del Círculo. - Intentó seguirle la broma más relajada, forzando media sonrisa. - Aunque me marché por voluntad propia, reconozco que los echo de menos. -  Continuó con una pizca de nostalgia, recordando a sus amigos y familiares. No vivía como siempre había imaginado precisamente, pero sí conforme a su decisión. Y si los dalishanos vagaban era porque no tenían tierras en las que asentarse. Pero no le apetecía hablar de ninguna de las dos cosas, sabiendo que si lo hiciera sería seguramente con tono de reproche hacia el hombre que le había hablado desde el respeto, y hasta con admiración. La elfa entendía que era difícil encontrar palabras adecuadas para hablar de un asunto que arraigaba tantos y tantos años de rencor, así que dejaría a un lado ese tema.

 - El aroma de las flores venía cuando menos lo esperabas, en cada viaje, cada paseo y cada caza, no necesitaba ir a buscarlo - Mira alrededor, hablando en referencia al patio en el que se encontraban. - Aun no me acostumbro a vivir entre muros y nieve, supongo que es cuestión de tiempo. - Confesó. En realidad no estaba mal en la Inquisición, sólo era... raro, tan raro como la monotonía de estar asentada en el mismo sitio todo el tiempo. - Tú debes estar más acostumbrado a esto... ¿No? - Preguntó para no dar nada por hecho, aunque para él debía ser hasta una mejora, comparado con huir o el Círculo.

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11/07/2015, 23:40
Miron Lupeithai

¿Acostumbrado a tener muros anchos y altos a mi alrededor? Bastante, sí.- dijo con ironía.- Aunque aquí se está mucho mejor que en cualquier otro lugar, estoy seguro. Al menos, no me miran mal.- hizo una breve pausa, pensativo.- No todos. Habiendo elfos, enanos, templarios, hechiceros, guardas grises y hasta un qunari enorme con sentido del humor, ¿a quién le importa un mago más? Por eso puedo acostumbrarme fácilmente a estar aquí. Es la seguridad de estar a plena vista.

Miró las estrellas con suma admiración, paseando la mirada tranquilamente y disfrutando del vértigo que le producía.

Hay tanto que hacer, pero tanto que ganar. Aquí empieza un nuevo mundo. Es una sensación muy extraña. Como cuando...- meditó durante unos instantes.- Como cuando abres un libro y te sorprendes con la primera página. Esperas que el resto sea igual de bueno, pero de algún modo también presientes que no podrá seguir siendo tan impactante y que acabará siendo una decepción. El horror de saber que la historia se repite.- su rostro perdió la sonrisa y se oscureció.

Apoyó de nuevo el bastón en el suelo y dio un golpecito.

Pero, vamos. Lady Morrigan estará esperando.- dijo secamente, y sin esperar se puso en marcha.

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14/07/2015, 01:05
Aisha Serthan

 - Con esos gritos lo difícil es no mirar al qunari - Le dice más relajada y sonriente, pensando en aquella mole cornuda y con parche, peculiar como él solo. 

 Aisha no había leído muchos libros, pero entendía perfectamente a lo que se refería el mago. - Se lo que quieres decir, pero esta vez tiene que ser distinto. Son raras las ocasiones en las que gente de todos los pueblos de Thedas se unifican bajo un mismo estandarte. - Opina, pensando en lo especial de la Inquisición. - Va, la emocionante tarea de entregar estas cajas nos espera. - Bromea.

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14/07/2015, 10:22
.Narrador.

Anduvieron los escasos pasos que les separaban de la puerta tras la cual estaba el la habitación donde Lady Morrigan guardaba sus cosas. O, por lo menos, eso sabían, aunque ninguno de los dos la había cruzado antes. La puerta estaba cerrada. Llamaron primero quedamente, y luego con contundencia. Pero nadie les respondió.

La decisión de entrar ya estaba tomada de antemano, así que sólo les quedaba averiguar si estaba cerrada con llave, o si Morrigan confiaba en la gente de la Inquisición lo suficiente como para dejar abierta la estancia donde, se decía, se guardaba uno de los artefactos élficos más emblemáticos de la historia.

Se miraron, asintieron, y dejaron las cajas apoyadas en el banco de piedra más cercano. La mano se acercó al pomo, con un ligero temblor, la curiosidad, esa sensación punzante...

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14/07/2015, 10:31
.Narrador.

La habitación no era muy grande. Estanterías con libros y distintos objetos llenaban una de las paredes laterales. Aún olía a madera recién barnizada, no debían llevar allí más de unos días. La penumbra apenas permitía ver nada más, no había antorchas encendidas, ni velas, y las celosías frontales mostraban a su través la oscuridad de la noche. Pero, entre ambas, algo sí emitía un vago fulgor impreciso.

¡El Eluvian!

Altísimo, llegaba hasta la misma bóveda. Estilizado, atractivo. Mágico...

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14/07/2015, 15:45
Miron Lupeithai

Miron se quedó boquiabierto en cuanto vio la luz del cristal élfico. No pensaba que el Eluvian llegase a ser tan alto y majestuoso, y menos aún que pudiera emitir esa luz brillante y mágica. Se acercó, asombrado, con pasos cautelosos e incapaz de bajar la mirada.

¿Está... funcionando?- preguntó maravillado. Muchos de sus antiguos compañeros del Círculo, especialmente sus mentores, habrían deseado verlo.- Es... es increíble...

Casi sin quererlo, acercó una mano hacia el espejo e intentó tocarlo para notar con las yemas de sus dedos qué clase de sensación emitiría un artefacto de ese poder.

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14/07/2015, 22:54
Aisha Serthan

 Sin apartar la vista del Eluvian, dejó la caja que traía a un lado para dirigirse también hacia el espejo, estupefacta. Por primera vez en mucho tiempo no se sentía hostil ante una magia desconocida, si no atraída. Al fin y al cabo era un artefacto creado y usado por los suyos... 

 - ¿Cómo es posible? - ¿Y cómo funciona? ¿Y qué hay al otro lado? ¿Será posible volver una vez alguien entre? Muchas preguntas respecto al espejo rondaban por la cabeza de la elfa, pero sólo fue capaz de articular la primera mientras se aproximaba hacia éste. Seguro que el Custodio de su clan podría examinarlo, averiguar cosas sobre el Eluvian, tal vez sobre el pasado perdido de su gente... O podría hacerlo ella ahora.

 Extendió su brazo también hacia el Eluvian para tocar su superficie, a un lado del mago, no por imitarlo, si no por su propia curiosidad.

 Miraba aun el espejo, de arriba a abajo, boquiabierta y absorta en él - Miron - Giró el cuello hacia su compañero. Sería la primera vez en su vida que se alegrara de tener a un mago por acompañante. - ¿Qué dices? - Preguntó al mago con clara intención en su mirada antes de volver a centrarse en el Eluvian y rozar sus dedos de arriba a abajo. 

 Su incertidumbre era tan grande como su curiosidad, hasta un cosquilleo nervioso le recorría el estómago. No podía haber llegado hasta ahí por simple casualidad, y si se estaban metiendo donde no debían, y nunca mejor dicho, pues... Que cerraran la puerta.

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15/07/2015, 18:01
.Narrador.

El contacto con la superficie del Eluvian no fue lo que se esperaría al tocar un espejo. No encontraron resistencia, o por lo menos, no la del cristal, no rozaron una lisa y sólida cara bruñida. Fue distinto. Una sensación casi eléctrica, y las yemas de los dedos se hundieron, literalmente, en una extraña sustancia más líquida que otra cosa, desapareciendo en ella.

No era desagradable, pero asustaba. Era una sensación cálida, atrayente. Y.... peligrosa.