Partida Rol por web

Fisura

Skyhold - Sala del Consejo

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04/08/2015, 13:45
.Narrador.

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05/08/2015, 13:31
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Solas y Morrigan dejaron atrás el patio, y se dirigieron en silencio, seguidos de cerca por Aisha y Miron, a la Sala del Consejo. Ambos parecían ensimismados y preocupados, aunque un aura difícil de definir les rodeaba, un aura de... ¿...fatalidad?

El tiempo transcurrido en el Cruce de Caminos debía haber sido a una cadencia distinta, o su permanencia allí debía haber sido mucho más larga de lo que les había parecido. Porque había amanecido, y ahora la luz bañaba las flores del jardín, y dentro de la Sala del Trono entraba por los ventanales de cristal en dedos de refulgentes colores.

Había sirvientes acabando de limpiar y arreglar los restos de la celebración de la noche anterior, y algunos invitados aún curioseaban por los rincones. Sin embargo, no se cruzaron con nadie conocido en el camino, corto por otro lado, y pronto se encontraron frente al gran portal de la emblemática estancia.

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06/08/2015, 02:05
Aisha Serthan

 Aisha siguió a los dos magos en silencio, tensa y llena de dudas e incertidumbre, pero, ¿Sería prudente abrir la boca? La sola presencia de ambos magos y su actitud la intimidaban, aunque tratara de ocultarlo con su andar firme y erguido.

 Varias ideas rondaban por su cabeza a medida que caminaban. Sin duda Morrigan, la propia dueña del Eluvian, debía saber más de lo que hacía ver sobre los extranjeros. ¿Por qué si no les habría lanzado una advertencia así? Aunque supusieran amenaza alguna no podrían escapar al control de Leliana, que no tardaría en neutralizarlos antes de que se dieran cuenta si así fuera.

 Entrecerró los ojos para mirar a su compañero, mezclando en su expresión la intriga y la preocupación por igual, y esperando que sólo su compañero se percatara de su gesto. No creía que descubrir la red de conexiones que antaño usaban sus antepasados a través de los Eluvians supusiera problema alguno, aunque ese 'otro lugar', estar en todas partes, y a la vez en ninguna, le resultara algo macabro. En contraparte, tomarse la libertad de usar los artefactos de la bruja sin consentimiento o ser parcialmente consciente de la situación de aquellos cuatro extraños, aun sin haberlo querido, sí podría haber calificado sus actos de inconvenientes a ojos de la Inquisición... O de Morrigan.

 Acompañando a los tres magos a la espera de indicaciones, no sería ella la que pronunciara la primera palabra, ya tan cerca del imponente portón.

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06/08/2015, 09:38
Miron Lupeithai

Miron avanzaba con su bastón en la mano. Seguramente lo dejaría arrinconado o en la puerta antes de entrar y hablar con el Consejo, pero en ese momento no podía despegarse de él. De vez en cuando miraba a Morrigan y la observaba al detalle, intentando determinar qué clase de mujer sería. Su mera presencia ya infundía respeto, incluso temor, pero no se trataba de una anciana poderosa, sino de alguien que había vivido mucho y había aprendido aún más. Al menos, eso le decían sus ojos astutos y penetrantes. No podía dejar de sentir cierta admiración hacia ella; en otra ocasión hubiera buscado mil maneras de comenzar una conversación con ella, pero por el momento no se veía capaz de ello.

Aisha parecía tensa, y su mirada expresó cierta preocupación. Miron asintió levemente, pues estaba pasando por lo mismo. ¿Cómo de malo había sido entrar en el Eluvian y encontrar a esa gente? Quizá la Inquisidora encontraría una forma de ayudarles, o quizá se enfadaría y se lo reprocharía a Morrigan, cosa que no auguraba nada bueno para ellos dos. En cualquier caso, lo sabrían pronto.

El silencio era bastante incómodo. Los dos magos parecían demasiado absortos en sus pensamientos y, seguramente, en los problemas que habían surgido. Él tenía varias preguntas, pero supuso que ya había lugar para ellas durante la reunión con el consejo, así que simplemente se acercó al portón y esperó a lo que tuviera que pasar.

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06/08/2015, 10:56
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Morrigan abrió el portón y entró en la Sala con la soltura de quien lo ha hecho docenas de veces.

Allí, frente a la mesa de operaciones, los tres consejeros de la Inquisición esperaban, y un poco más lejos, en una mesilla aparte, la propia Inquisidora estaba consultando unos legajos. Todos levantaron la vista y la dirigieron a los recién llegados, al unísono.

Ver sus reacciones dibujadas en las facciones de sus rostros fue un ejercicio de psicología digno de un maestro. Porque si no hubo reacción ninguna al ver a la bruja, cuando tras ella Solas avanzó con paso firme, los cuatro fueron incapaces de disimular su sorpresa. Tanto así, que aunque evidentemente vieron a Aisha y Miron, algo muy infrecuente a menos de que algo muy grave los hubiera traído hasta allí, su atención siguió centrada en el elfo.

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06/08/2015, 11:04
Dawn

-¡Solas....! -fue la Inquisidora quien finalmente rompió el tenso silencio. -¡¿Has... vuelto?!

Desvió la mirada a Leliana, quien afiló la abertura de los párpados, los labios apretados. Pero el Ruiseñor no dijo nada, ladeó la cabeza y cruzó los brazos. Esperaba una explicación, algo que justificara que con toda su red de espías y contactos no hubiera podido dar con el paradero de Solas, ni siquiera en su pueblo natal... en ruinas desde hacía... ¿siglos?

Dawn volvió a posar sus ojos dulces en él. Y, luego sí, los clavó en los otros dos recién llegados, algo rezagados y que aguardaban con patente tensión.

-Supongo que hay buenos motivos para tu... desaparición. Y, desde luego, nadie debe sentirse retenido a la fuerza en Skyhold. Nadie. -Un ligero suspiro escapó antes de que recuperara su autocontrol. -¿A qué nos enfrentamos esta vez...? ¿Qué amenaza ahora a la Inquisición? O... ¿a todo Thedas de nuevo...?

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06/08/2015, 11:17
Morrigan

Pero antes de que el elfo pudiera responder, Morrigan lo hizo.

-Me han dado aviso de que Hawke ha regresado de Weisshaupt. Debe traer noticias de los Guardas Grises, y, espero, de la Leyenda. Nosotros venimos de Cruce de Caminos. También tenemos noticias de allí... malas noticias, sí.

Nadie hizo comentario alguno acerca de Cruce de Caminos, los cuatro en la Sala debían estar absolutamente al corriente del lugar, y de su acceso a través del Eluvian de Morrigan... y de otros Eluvians. En cualquier caso, ella prosiguió.

-El Orbe de... Coripheus, su infinita energía liberada por la Inquisidora para destruir la Brecha, no sólo destruyó a ésta y al propio Orbe... también activó un extraño Eluvian. Uno que comunicaba con otra dimensión, un mundo distinto, una era distinta... y tenemos a cuatro extraños aquí. Cuatro seres ajenos, cuatro extranjeros de los que no sabemos nada, ni intenciones, ni poderes, ni... conexiones. Parecen inofensivos, parecen trastornados. Pero, aquí están, con el riesgo que esto supone.

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07/08/2015, 01:55
Aisha Serthan

 Aun sabiendo por las expresiones de sorpresa de los allí presentes que no se percatarían de su gesto de entrada, Aisha igualmente saludó al entrar con una ligera reverencia, además de algo torpe.

 Varios puntos de la conversación despertaban la curiosidad de la elfa. Apenas acababa de asimilar que habían derrotado a Coripheus y ahora Thedas estaba a salvo, cuando la perspicaz Inquisidora ya presentía un nuevo peligro. Entendía que la presencia de aquellos visitantes podría implicar la venida de más, y algo así podría acarrear muchos problemas, pero si la energía para traer sólo a cuatro había sido, como Morrigan acababa de decir... I​nfinita​, ¿Qué probabilidades habría de que algo así pudiera volver a pasar? Si además el Eluvian por el que habían llegado, la puerta a su mundo, se encontraba ahora inactiva además de prácticamente imposible de reutilizar, el problema debía ser principalmente de los extraños, quienes apenas tenían una diminuta oportunidad de volver a sus hogares.

 Por otra parte, si ellos eran el punto importante, además de Solas y la Leyenda ¿Qué hacían Aisha y Miron allí, en lugar de ellos? Si esperara una reprimenda por falta de disciplina, sería del capitán. Si el error hubiera sido aun de mayor calibre, un juicio, y entonces no estaría ahí, pero finalmente llegó a la conclusión de un posible motivo para que su presencia fuera requerida en la Sala del Consejo.

 Recordando la advertencia que la bruja lanzó a los cuatro Shem, y la demanda de ayuda de Solas, nadie debía tener conocimiento del origen real de los extranjeros, excepto los miembros del consejo y, tal vez algunas pocas personas de confianza del Ruiseñor. Pero ya era demasiado tarde como para ocultar esa información a Miron y Aisha, y eso los metía de lleno en el ajo. Si iban a exigir su servicio, silencio u amonestación, sólo en el Consejo estarían capacitados tratándose de una situación tan confidencial, pero... ¿Por qué, exactamente?

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08/08/2015, 23:25
Miron Lupeithai

Miron observó a todos los presentes con detenimiento, así como la sala en la que se encontraban. El Consejo era imponente, pero costaba imaginar que allí se hubieran tomado decisiones tan importantes como las que habían afectado a la Inquisición, a Ferelden, Orlais, incluso Thedas entera. Allí, cuatro personas habrían debatido y sopesado muchas posibilidades, quedándose con la que más conveniente fuera.

Miró a la Inquisidora algo disimuladamente; no la había visto nunca tan de cerca, ni la había oído hablar a ese nivel de extraoficialidad. No pudo evitar sonreír un poco al ver la preocupación que tenía por Solas, seguramente un compañero querido y fiel para ella, pero en cuanto Morrigan empezó a hablar, el mago se concentró en el tema importante. Se habló sobre Hawke y la Leyenda de Ferelden, personajes muy importantes en la historia reciente. De nuevo se sentía fuera de lugar, abrumado por encontrarse entre personas de altos cargos y poder.

Miron esperó a que alguien respondiera a la explicación de Morrigan, pues él no tenía mucho más que añadir. Si representaban o no un peligro, lo diría el Consejo. De modo que se dedicó a mirar de arriba abajo a la embajadora Montilyet y al capitán Cullen.

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09/08/2015, 12:30
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Digerir que había cuatro extraños en Thedas que procedían de otro mundo, costó un largo momento a los cuatro dirigentes. Las implicaciones cruzaban las mentes de todos ellos, mostrando imágenes y pensamientos, consecuencias, posibles complicaciones. El silencio no estaba vacío, era tan denso que se podía cortar, y casi se escuchaba los cerebros buscando entender, buscando solucionar.

Luego los cuatro hablaron a la vez, sólo para poner en palabras su perplejidad:

-"¿Qué? ¿Otro mundo? ¿Qué mundo?"

-"¿Inofensivos? ¿Cómo podemos suponer que son inofensivos?"

-"¿La energía del Orbe? ¿Ya no pueden regresar, entonces?"

-"¿Eh? ¿Qué quieres decir con otra dimensión?"

Las frases se mezclaron, pero el sentido fue paralelo.

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09/08/2015, 12:44
Solas

Entonces Solas levantó la mano, pidiendo calma.

-Por favor. Sí, lo habéis entendido bien. Es un problema, tenemos cuatro extraños desconocidos, a los que hemos traído contra su voluntad. Ellos están por ahora completamente desubicados, y sinceramente no creo que sean una amenaza, porque no creo que se haya abierto una puerta permanentemente. El Eluvian está inactivo, y activarlo de nuevo va a ser muy complicado. Pero no imposible. -Sacudió la cabeza, y sus ojos mostraron dolor.- Lo activó un Orbe Élfico. Elgar'Durgen. -murmuró- Y... en alguna parte... hay ocho más.

Hizo una pausa, pausa que fue tan elocuente como lo habría sido un discurso. Cuando el concepto se hubo asentado entre todos ellos, prosiguió.

-Coripheus no ha muerto. Está atrapado en el Velo, cierto, pero no va a renunciar por eso a su pretensión de ser consolidado un dios, y hará lo que sea para conseguirlo. Y ya hemos visto lo que es capaz de hacer. Si sabe que la energía de un Orbe puede traerle refuerzos de otros mundos... irá a buscarlo. Él sabe que no era el único.

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10/08/2015, 21:44
Aisha Serthan

 Ahora sí, tras las palabras de Solas, aquellos cuatro extraños le eran absolutamente indiferentes en comparación al problema ahora reducido, pero aun presente, de Coripheus... Y de aquellos ocho orbes élficos. ¿Cuanto poder habían sido capaces de concentrar sus antepasados? Si uno sólo casi consigue acabar con Thedas, ¿De qué sería capaz quienquiera que pudiera colectar más de uno? Era algo verdaderamente alarmante. Desconocía con qué finalidad se habrían creado semejantes artefactos, pero hoy en día, legado o no de su pueblo, sólo suponían una amenaza para su futuro, que pese a quien pese, debería eliminarse. Mejor prevenir que curar.

 Aisha se cruzó de brazos y siguió atenta a las conversaciones, a las preguntas y a las respuestas, más preocupada esta vez por lo que contaba Solas, que por si misma. Por un momento fijó su mirada en él, con una duda que superaba todas las demás. ¿Cómo era posible que sólo él supiera todo eso?

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11/08/2015, 14:13
Miron Lupeithai

Miron escuchó a Solas con creciente interés, pero también con gran preocupación. El hecho de que existieran ocho orbes más que el que había conseguido Coripheus era alarmante a la vez que asombroso. ¿Cómo habían podido los antiguos elfos concentrar tanta sabiduría y tanto poder en artefactos de ese tipo? Sin contar con el hallazgo del Cruce de Caminos y el astuto uso que habían hecho de él. El mago miró a Aisha para ver cómo reaccionaba, aunque no esperaba que toda esa información le fuera conocida. Lo extraño era que Solas supiera tanto cuando ni los Dalishanos ni los Círculos habían podido recabar esa memoria histórica. Lo mismo ocurría con Morrigan; una apóstata humana que había desentrañado los secretos de los Elvhonan. La sola idea era admirable.

Si había ocho orbes más, el mundo seguía en peligro, y aún más si Coripheus no había muerto del todo. Sin embargo, ¿qué haría la Inquisición si lograra encontrarlos todos? Miron observó a los consejeros, que parecían tan confusos como cualquiera, y luego a la Inquisidora. ¿Qué ocurriría si cayeran en la inherente corrupción del poder y usaran el poder ancestral para abusar de su elevada posición? ¿Tanto confiaba Solas en su responsabilidad como para contarles todo eso?

Siguió en silencio, decidiendo no hablar a menos que alguien le dirigiera la palabra directamente. Mejor no meterse en la conversación si estaba en desventaja.

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12/08/2015, 14:03
.Narrador.

Nadie en la sala dijo nada a la terrible afirmación de Solas. Los rostros de los tres Consejeros, al igual que el de la Inquisidora, mostraban tanto asombro y preocupación como los de los dos amigos que asistían en un segundo plano a la reunión. Sólo Morrigan seguía imperturbable, los ojos de pupilas doradas lanzando destellos.

Unos y otros se miraban, y después, indefectiblemente, devolvían la mirada de nuevo a Solas, calibrando el peso de lo que poco a poco iba aposentándose en sus mentes. Y, como los dos compañeros, también en los rostros de los Consejeros apareció la extrañeza, y la curiosidad.

La Inquisidora, sin embargo, se mostró plácida. No tranquila, nadie podía estar tranquilo ante lo que se acababa de decir, pero la punta de desconfianza que sin poder evitarlo asomaba en la expresión de todos, no lo hizo en la suya. Quizá se debía a una comprensión arraigada entre ellos dos, quizá porque habían vivido demasiado juntos como para albergar dudas.

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12/08/2015, 14:12
Dawn

La verdad era muy simple. Solas había llegado a ser algo más que un consejero, era un amigo. Y, aunque nunca le había revelado a la Inquisidora nada de su vida anterior a la Brecha, sí que habían compartido pensamientos y sabiduría acerca del Velo, de los espíritus, del pasado en el que los elfos eran mucho más que una raza.

Cuando Haven fue destruido, fue Solas quien le dijo que los encaminara al norte. Fue él quien le habló de una antigua Fortaleza olvidada. Olvidada hacía tanto que nadie podía saberlo. Y Dawn le había creído.

Además, Cole, un espíritu él mismo, confiaba en Solas, y lo trataba diferente al resto. Sí, había algo en Solas...

Por ello, cuando todo el mundo estaba absorto tratando de dar un sentido lógico a lo afirmado por el mago, ella simplemente asintió.

Iba a preguntar algo, a decir algo, cuando de pronto cerró los labios, y frunció el entrecejo. Estaban tan habituados a que no hubieran secretos entre aquellas cuatro paredes, que no se habían planteado nada más. Pero era su obligación, como líder de la Inquisición, el hacerlo. Así que desvió la vista de Solas, para posarla en Aisha y en Miron, alternativamente.

-Bien, ¿quiénes sois vosotros, y por qué estáis aquí...?

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12/08/2015, 14:46
Miron Lupeithai

Miron, que estaba observando a los consejeros, se puso un poco más firme cuando la Inquisidora les hizo la pregunta que ya esperaba. La miró sin saber exactamente qué decir, pero pensó que lo mejor sería hablar como siempre lo hacía y no complicar la situación intentando usar formalismos y códigos que desconocía.

- Mi nombre es Miron Lupeithai.- dudó durante unos instantes, sin saber si era mejor explicar su historia o ir directamente al grano. Al final se decantó por lo segundo.- Formo parte de la Inquisición desde que los magos rebeldes se aliaron a ella tras el altercado en Risco Rojo.- miró a su compañera y decidió presentarla brevemente.- Ella es Aisha, una elfa dalishana y agente de la Inquisición. Estamos aquí porque...- las palabras se le acumularon en la garganta, pues empezó a temer las consecuencias.- ... porque hemos entrado en el Eluvian de Lady Morrigan y hemos encontrado a los extranjeros de los que ya ha hablado la misma.

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12/08/2015, 21:14
Morrigan

Dawn se giró hacia Morrigan, y lo mismo hicieron los tres Consejeros. La bruja asintió. Y, tras ello, habló con una seguridad aplastante.

-Ha sido culpa mía que ellos cruzaran. Dejé el Eluvian activado, yo quería... en fin, está hecho. -Cullen se revolvió, indignado, pero no dijo nada. -Está hecho. Lo que importa no es que cruzaran, lo que importa es que ellos son los únicos que saben de donde proceden los cuatro extranjeros. Y prefiero que nos ayuden ellos cuando hayamos determinado una solución, más que informar a más gente de esta circunstancia.

Se encaró a los dos compañeros.

-Estáis implicados, eso ya no tiene remedio. De modo que os pido que, acordemos lo que acordemos aquí y ahora, os comprometáis a llevarlo a cabo. Por supuesto, Solas y yo misma estamos también igual de implicados. -Miró a la Inquisidora entonces.- No sé qué malas noticias trae Hawke de parte de la Leyenda, pero imagino que la Inquisición no puede prescindir de demasiados de sus efectivos para solucionar esto. -Y de nuevo, clavó la mirada en Miron y Aisha.- Así que deberemos contar con vuestra ayuda. ¿De acuerdo...?

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13/08/2015, 03:59
Aisha Serthan

 Aisha miró a pasó la mirada por cada uno de los allí presentes, deteniéndose un instante en Leliana, y volvió a inclinar la cabeza ante los miembros del Consejo cuando el mago los presentó.

 Tal y como pensaba, estaba allí por el motivo que Morrigan acababa de exponer. El problema no eran ellos, si no los cuatro extranjeros y todo lo que su presencia entrañaba, pero no sabía hasta qué punto podía alegrarse de eso... O desear una simple reprimenda por insubordinación por parte del Capitán.

 -​ Sí. Por supuesto - Asintió a la pregunta de Morrigan, casi automáticamente a pesar de sus dudas. Ahora no importaban, igual que en el pasado sirvió a su clan, ahora serviría a la Inquisición con la misma determinación. Además, la forma de hablar de la bruja resultaba ciertamente intimidante, y llevarle la contraria no parecía muy buena idea. - Ayudaré con lo que sea necesario. Mis labios están sellados -

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13/08/2015, 11:34
Miron Lupeithai

Efectivamente, ellos dos eran los "cabos sueltos" del asunto, así que Morrigan ya estaba pidiendo su cooperación ahora que ya estaban metidos de lleno en el asunto. Miron no tenía intención de negarse, primeramente porque era algo inconcebible ante el Consejo y la bruja, y también porque tenía una especie de obligación moral a ayudar a los extranjeros. Algunos parecían ser buena gente, y eran inocentes en todo eso. Si estuviera en su situación, el mago también querría encontrar la forma de volver a su hogar.

Haré lo que pueda por ayudar.- afirmó asintiendo.- Y tampoco le hablaré sobre esta situación a nadie.

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15/08/2015, 12:33
Dawn

La Inquisidora asintió. Se quedó unos momentos en silencio, pensativa. Sus tres consejeros esperaban, sin saber exactamente hasta qué punto su líder iba a hacer partícipes a los demás en la sala de lo que había traído Hawke, o de los planes para el futuro de la Inquisición. De hecho, el futuro de la Inquisición era aún una nebulosa incierta. Y, por lo que todos sabían, también el de Thedas entera.

Pero Dawn siempre había sido partidaria de la confianza entre ellos, entre aquellos a los que su instinto le decía que eran honestos, nobles. Que buscaban el bien de la gente. A pesar de que cada uno lo hiciera a su manera, algunos incluso a golpe de daga.

-Bien. Estamos todos en el mismo navío, y hay que encontrar juntos el camino hasta buen puerto. Pues pongámonos a buscarlo. -Apretó los labios, con una característica mueca suya de decisión.- Thedas ahora mismo ha conseguido librarse de Coripheus, de momento. Pero ese ente no es como cualquiera, es uno de los Magisters que consiguieron entrar físicamente en la Ciudad Dorada, y que con ello trajeron la primera Ruina. Después Hawke lo mató, nosotros le matamos... y en ambos casos sobrevivió traspasando su alma a otro ser vivo, alguien con sangre de engendro tenebroso, cierto, y en el Velo no va a encontrar ninguno. Pero no podemos estar seguros de que no encuentre otra manera, y regrese.

Hablaba tanto para sí misma como para los demás, intentando poner en orden sus ideas.

-Tras lo que dices, Solas, lo que me temo es que siguiendo allí se haga con alguno de esos ocho artefactos, o con el poder suficiente para atraerlos, y conseguir así que le proporcionen un nuevo cuerpo, o un ejército llegado de otros mundos. -Sacudió la cabeza.- Además... lo que nos dice la Leyenda en la carta que ha traído Hawke no tranquiliza nada tampoco.

Señaló uno de los legajos que había encima de la mesa, uno de escritura precisa, relativamente breve. Lo tomó, y leyó:

-"Inquisidora:

Aprovecho que Hawke ha acompañado hasta aquí a los Guardas Grises que finalmente comprendieron la naturaleza diabólica de Coripheus, para comunicaros los avances de mis investigaciones acerca de la Llamada.

Me he puesto en contacto con alguien que conocí tiempo atrás. No os he dicho nada antes porque sé que no va a gustarle a la Inquisición, pero lo estoy haciendo en aras de un bien mayor. Se trata del llamado "Arquitecto", un engendro Emisario que, como el mismo Coripheus, fue uno de los siete Magisters que entraron en la Ciudad Dorada siguiendo los deseos del dios de quien cada uno era Sumo Sacerdote. En su caso, de Urthemiel, así como Coripheus lo fue de Dumat.

Mi intención es, y así ha sido desde que la quinta Ruina acabó, poder suprimir la Llamada a la que todo Guarda Gris llega a sucumbir. Y el Arquitecto es el único engendro tenebroso que la resiste. Además de poder pensar y expresarse con independencia de la mente colectiva que rige el resto de engendros. Es por ello que he intentado conocer su secreto.

Sin embargo sus planes son oscuros, y aún no sé exactamente qué es lo que el Arquitecto persigue. Lo que sí sé, desde que me he adentrado en los Caminos de las Profundidades para dar con él, es que algo está sucediendo allí abajo. Hay temblores que sacuden el subsuelo cada vez con más frecuencia, y la propia Llamada está distorsionada. Puede que eso se deba a lo que Coripheus y sus secuaces hicieran, pero tampoco estoy segura de eso.

Lo que puedo y debo es advertiros de que algo se está gestando en el corazón de las Profundidades, quizá una nueva Ruina, quizá un intento de acabar con los dioses durmientes antes de que despierten. Sea lo que sea, no me parece inofensivo. Inquisidora, el peligro se siente a flor de piel aquí abajo. Y es mucho más alarmante que el de la simple presencia de las huestes de los engendros tenebrosos.

Que el Destino os mantenga a salvo.

Guarda-Comandante, en Weisshaupt."