Partida Rol por web

Muy pocos sabían del hogar de Presagio, pero Sonic sí. Aquel hombre que trataba de mantener siempre su identidad secreta apartada de los demás, vivía en el límite entre Southside y Bayview. En una casa de aspecto victoriano recién reformada. Aquel barrio había sido antiguamente un mal lugar, pero desde que él habitaba sus calles, el crímen había sido muy reducido.

Muy pocos sabían los verdaderos poderes de Presagio, y si Sonic los conocía, evitaba hablar de ellos por respeto a su contacto.

Los Next Gen llegaron a la puerta de aquel hombre y llamaron al timbre. Tardaron bastante tiempo en abrir, y fue una mujer a medio vestir la que hizo aparición.

La mujer abrió la puerta y con cara de sorpresa fue mirando a cada uno de los que habían llegado. Se terminó de vestir, pues había abierto la puerta un poco ligera de ropa. Su mirada penetró a cada uno, y por unos minutos no fueron capaces de articular palabra alguna. Podían sentir como aquella mujer observaba dentro de lo más profundo de su ser, como si su mirada les fuera cautivando, y como si se llevara los más profundos secretos de cada uno. Especialmente se paró en Francesca, y fue con ella con quien torció el rostro disgustada.

Antes de que pudieran decir nada, ella misma llamó a Presagio.

¡Presagio! ¡Ha llegado Sonic! Realmente Sonic no la conocía de nada, le sonaba su cara, al igual que a Tetis, juraría que la había visto cuando habían salido de fiesta, y ella siempre estaba por las mañanas, muy de madrugada, haciendo... bueno, haciendo "la calle". No estaban muy seguros de si ella era la prostituta que habían creído ver, pero al menos se le parecía bastante. ¡Vienen a verte, y tienen problemas! ¡Vístete!

Finalmente habíamos llegado al lugar en el que se ocultaba Presagio, aquel amigo del que Lemar nos había hablado. Era él quien nos había guiado hasta aquí y nos había hablado de los poderes de su amigo, que esperábamos que nos pudiera ser del alguna ayuda. - Sonic, creo que será mejor que empieces hablando tú. Tal vez deberías adelantarte, para que no se sienta tan presionado. Si dices que es un poco tímido, o no demasiado sociable, tal vez nuestro grupo le ponga a la defensiva. - Dije, temiendo una reacción adversa ante tantas caras desconocidas.

Sin embargo, en aquel momento abrió la puerta una mujer, algo ligera de ropa, que se apresuró a ponerse algo encima. Nos miró uno a uno, y cuando llegó a mi pude notar casi como si esa mirada me penetrara, como si me estuviera evaluando a fondo. Por alguna razón pensé que aquella mujer debía tener alguna clase de poder, y que tal vez fuera la madre del amigo de Sonic. - Lemar ¿Quién es ella? He notado algo extraño, me parece que también tiene superpoderes. ¿Es la madre de presagio? - dije a mi amigo en un susurro, acercándo mi cabeza a su oido para que me escuchase.

Finalmente habían tenido que tomar medidas extremas y visitar directamente a Presagio. Generalmente no tenía problema en enseñar este sitio. - Posiblemente no sea su guarida real. - Pensaba Sonic deseando que realmente no lo fuera, pues no quería quedar en mal lugar delante de sus aliados.

Aquella mujer tampoco ocultaba demasiado bien su ocupación. - ¿Una vigilante telépata? - Entre un vigilante postcognitivo y una telépata debían de ser capaces de conseguir información hasta del aire. - ¿Nos borrará la memoria cuando nos vayamos? - Se preguntó. Era bastante posible. Si podía borrar la memoria entonces Sonic estaba salvado, pues daba igual que fuera pertinente traerlos o no. 

Escuchó las palabras de Rayo preguntando acerca de ella. Le hablaba en voz baja pero seguro que ella se estaba enterando. - Debe de ser su novia, Rayo. - Le dijo en voz baja. Era la primera vez que veía a Rayo tan indeciso acerca de algo. Quizá es que se imaginaba que Presagio era un adolescente como ellos, en lugar de un luchador veterano. Al final se dispuso a hablar con la mujer.

- Sí, señorita, venimos justo a eso. Los next-gen & company vienen y con muchos problemas a sus espaldas. Buscamos vuestro consejo.

Esta mujer también debía saber moverse por los bajos fondos. Se extrañó de no conocerla, ¿o quizá la conocía pero le había borrado la memoria antes? Arrugó el gesto. No es que le importara que lo hubiera hecho, pero el pensamiento era un poco escalofriante.

Y allí, en aquel lugar, se encontraban de pie junto a la puerta, dispuestos a entrar a hablar con aquel hombre que conocía Sonic. Tratándose de Sonic solo podía esperarse que la ayuda resultase efectiva. Llamamos a la puerta.

Tras hacer acto de presencia esa mujer un tanto especial, Ikari se percató de inmediato que era antinatural, vamos, como todos los que estaban junto a la entrada de esa casa. Al posar su mirada en sus ojos, empezó a ladear el cuello, como queriendo evitar lo que estuviese haciendo. ¿Qué habrá intentado hacer esta mujer?, ¿introducirse en mi cabeza?, ¿qué pretende?

Esto era cosa de Sonic, así que le dejaron intervenir.

Si esta tía va semivestida, no quiero imaginarme cómo vendrá Presagio - se dijo en tono de humor, muy raro en ella por cierto.

Jaime no dejaba de pensar cómo actuar, qué hacer... Y, sobre todo, su ineptitud contra el hombre azul. Sus poderes apenas le habían dejado tirado, y ese día lo habían hecho de manera total. Ser muy bueno en algo implicaba eso... Que era un inútil para otras muchas cosas. Suspiró, resignado. Tenía que pensar, tenía que volverse útil de nuevo...

Y con todo eso, llegó a la casa de Presagio. Apenas pudo apreciar toda su arquitectura, la belleza de esa casa victoriana, cuando abrieron la puerta.

No tuvo tiempo de reaccionar cuando notó que miraban dentro de él. Podría haber intentado resistirse, por supuesto. Podría haber devuelto el golpe, haberse introducido en la mente de la joven, explorar los secretos de los demás a través de ella. Pero se quedó sin hacer nada, al fin y al cabo, eran unos intrusos en ese lugar, no sería nada cortés

Hola, muy buenas saludó, sin añadir nada más.

Con el cambio de look hecho, Nereida se reunió con los demás y siguieron a Sonic para ver a su contacto. La ahora morena se mantuvo todo el trayecto en un inusual silencio, mirándose las manos y crujiendo los dedos de vez en cuando, parecía nerviosa y es que la situación en la que estaban no era nada alagüeña.

Cuando llegaron al destino apenas levantó la mirada para ver dónde estaban y la volvió a agachar. Se mantuvo así hasta que la puerta se abrió, aunque ni se dió cuenta que transcurrió demasiado tiempo, si lo hubiese hecho se habría puesto en guardia sospechando alguna emboscada. Cuando al fin apareció alguien en el dintel de la puerta no hizo ningún comentario acerca de su vestuario, y eso sí que fué raro en ella, tan detallista en ese aspecto.

La joven sintió como era atrapada por la mirada de la atractiva mujer y, cuando el escrutinio acabó, se quedó con la cabeza ligeramente ladeada observándola, -Tiene poderes empáticos- determinó con una seguridad que en realidad no tenía. Le sonaba su rostro aunque no podía asegurar que fuese la misma persona que creía -Sin taconazos, ni minifalda, pero definitivamente creo que es su cara- pensó, aunque porqué una persona con su poder se podía dedicar a ese trabajo le estaba costando -Quizás así logre buena información, quién recelaría de una prostituta, y quizás esa información es vital para Presagio y sus 'visiones'-. En esos pensamientos estaba cuando oyó el susurro de Rayo -Sí, su madre. Seguro que por eso ha salido a medio vestir- pensó con el buen talante habitual en ella de vuelta y una medio sonrisa.

-Buenos días, soy Nereida encantada de conocerla señorita

Dejó el final de la frase medio en el aire, esperando por si la mujer la completaba con su nombre, y se dispuso a esperar en la puerta a que el tal Presagio hiciera acto de presencia.

¡Oh vaya! Dijo Presagio en cuanto abrió aún más la puerta para ver quién era con quien venía Sonic. El hombre estaba terminando de vestirse también, se acababa de poner la camiseta justo cuando abrió y le faltaba atarse el cinturón. Presagio también observó uno a uno, pero en cuanto vio a Sonic se detuvo en él, miró con cierta confusión a la mujer que lo acompañaba y después a Sonic. Joe... no sabía que fueras a venir... no estoy acostumbrado a estas sorpresas. Y entonces volvió a lanzar una mirada, pero ahora levemente molesta y casi se diría de enfado, a la desconocida.

Veo que la Segunda Liga de la Libertad está creciendo, los Next-Gen ya parecéis un buen grupo y bien formado. Muy especiales vosotros. Continuaba escrutándolos. Aunque algo me dice que no vienes de visita, creo que necesitas mi ayuda, no necesito ser adivino para saberlo. ¿Qué es lo que ha pasado, puedes ponerme al día para ver en qué puedo ayudarte?

Tenían que hablar sobre ese tema tarde o temprano. Sonic ya no tenía claro si este grupo era Next Gen, si eran Next Gen & Company o si era algo nuevo. Ahora no era buen momento, pero algo había que hacer. No estaba bien que no tuvieran una identidad común. 

Presagio no tenía ni idea de lo que pasaba, pero era normal, teniendo en cuenta que tendría sus propias preocupaciones y su propia vida. Habían tenido suerte de que no estuviera fuera haciendo alguna investigación en estos momentos.

- Grandes problemas. Un rey del crimen asiático, Xin Yu, ha descubierto que aquí está su hija y ha venido a por ella. A llevársela o a matarla. Se le tiene por un genio del crimen y no es para menos. Hace un rato han intrusionado en la red de la Academia Claremont y seguramente se han llevado toda la información de todos los metahumanos de la ciudad. Además envió a un supervillano, Gamma, que hizo destrozos en la academia y envió al hospital a toda la familia Atom. No sé si Gamma era real o una creación de la sala de peligros. Seguramente han tomado el control de todos los sistemas de la academia, lo que está obligando a Nancy, la mujer de Thunder, a desconectarlo todo. Por si fuera poco, incluso temo por la Liga de la Libertad.

Soltó todo el resumen de golpe. Si se había equivocado en algo le corregiría Franchesca.

- Había pensado que tu, quizás, sabrías cómo encontrar a los secuaces de Xin Yu. En todo caso hay que avisar a la gente de que los datos de los metahumanos están en manos de un criminal. No sé si eso os afecta a vosotros.

Como ya no tenía nada que decir, se giró para presentar a todo el grupo, pues él no les conocía.

- Te presento a Nereida, Rayo, Franchesca Yu, Ikari y Jaime. Llevamos unos meses trabajando juntos. Amigos, os presento a Presagio. Es uno de los héroes más destacados de la ciudad. La mantiene a salvo por las noches.

Jaime sólo volvió a saludar tras la presentación que les hizo Sonic. Sin lugar a duda, los dos "anfitriones" del lugar, tenían unas extrañas habilidades mentales, o al menos en apariencia. Una pequeña parte de su cerebro dio un saltito, lleno de emoción. Quizá él no pudiera predecir el futuro, leer mentes o cosas de ese estilo. Pero el hecho de que hubiese gente con poderes semejantes a los suyos le hizo llenarse de ilusión. ¿Entrenarian sus habilidades en esa casa? Si era así, ¿le ayudarían a desarrollarlos más? ¿A capacitarle para darle usos diferentes?

Mientras su imaginación iba por su camino particular de luces y colores, la cordura y la inteligencia tomaron el control. No, no era el momento de plantearse esas cosas. Había mucho que hacer y por lo que trabajar.

No estamos seguros que ambos estén ligados, pero parece lo más lógico añadió, como apunte extra a las palabras de Sonic

Ikari asintió e agachó levemente la cabeza en señal de saludo.

Este hombre parecía más tranquilo de lo que debería de estar. ¿Será que no conocía nada de lo ocurrido?, ¿sabría algo pero querría primero valorar nuestra opinión y situación?

Sonic le comenzó a explicar lo sucedido, mientras que Ikari seguía tan quieta como de costumbre. ¿Para qué abrir la boca cuando no iba a aportar nada nuevo?. Mantuvo el silencio y, también, las distancias.

Lo mejor sería que entrásemos dentro y que estudiásemos todo lo que ha ido pasando horas antes - se decía.

La puerta se abrió mas y el hombre que apareció hizo que a Nereida se le olvidase cierto asunto que rondaba su cabeza desde que se había ido a cambiar. Tuvo que controlar su mandíbula para que no se le abriese y se quedase así por los tiempos de los tiempos, la joven había esperado a un tipo flacucho pero ante ella tenía un monumento en carne y hueso, bueno sobretodo en carne.

Puede que fuese por estar mirandolo fijamente por lo que no se le pasó la mirada que le lanzó a la mujer, los ojos de la chica hicieron un esfuerzo, se apartaron de la figura del monumento, y se desplazaron hasta la desconocida que no había dicho su nombre. -Al final voy a tener razón y va a ser que es ella la que le informa de las cosas- pensó volviendo a mirar al hombre, quedarse mirándola a ella sería raro pero se esforzó en no perderla de vista, aunque le resultaba difícil dejar de admirar esos bíceps.

Cuando Sonic la presentó sonrió levemente, no tenía nada que añadir a lo dicho por su amigo, bueno quizás un pequeño detalle.

-No sería mejor que entrásemos -preguntó lanzando, por primera vez desde que habían llegado, una mirada alrededor para ver si alguien los estaba observando.

Eso había sido un fallo por su parte, en todo el camino no se había 'molestado' en comprobar que no los siguiesen y, dada la amenaza que pendía sobre al menos uno de los miembros del grupo y la situación de robo de datos, no era bueno para la salud ir confiados por la calle.

Fran se mantuvo impasible mientras los los demas hablaban entre si y Sonic trataba con su amigo mirando fijamente a la mujer que los habia recibido. Se sentia molesta y perturabada a partes iguales, ya que parecia que debia tener algun tipo de lectura mental. Y a juzgar por su expresion habia atravesado sus defensas sin dificultad, urgando en su mente. Que ella confiese sus actos es una cosa, pero que alguien entre en su cabeza sin su permiso...

Sonic finalmente presento a Fran ante el tipo llamado Presagio, por lo que la joven intento dejar un segundo de lado su seriedad, y saludo con una reverencia.- Saludos, soy Francesca, y por mi apellido podra imaginar que soy la hija del hombre que Sonic dice. Aun no tenemos pruebas pero sospecho, como los demas, que todo lo sucedido hoy es culpa de Xin directa o indirectamente

Tras la información entregada por Sonic, Presagio miró a la mujer que la acompañaba y le hizo un gesto con la cabeza. Ella pareció entenderlo y se marchó de allí. Se adentró en la casa y tras varios minutos llevaba un abrigo, su bolso y se marchó de allí.

Sin ella, Presagio parecía más cómodo y más tranquilo. Invitó a todos los... ¿Next Gen? como decía Sonic era necesario un nombre, el caso es que los invitó a todos a pasar. Les sirvió un té y les acomodó en la sala de estar. Tras tomar su propia infusión se acomodó en un sofá de cuero con orejas y puso los ojos en blanco.

Tras varios minutos miró directamente a Francesca, la mujer podría darle algunas respuestas que necesitaba. Francesca, hay varias cosas que no entiendo. Tu padre teóricamente está muerto, o lo estaba. Parece que ha regresado pero con un nuevo cuerpo, su cerebro está en un tarro con un extraño líquido y su cuerpo, aunque sea el de un robot es muy parecido al de tu padre. Y me temo que no está solo, tal y como has dicho, Sonic, han entrado en vuestra red. Han contratado a uno de los mejores esbirros de esta ciudad para que entre en vuestra red y tiene toda la información necesaria sobre todos nosotros. Efectivamente estamos en peligro, pero creo que solo va a por Francesca, y a por todos sus seres queridos. Dijo mirando a todos los presentes.

El metahumano que ha entrado en vuestra red está tratando de manipular la Academia, pero Nancy parece que ha hecho un cortafuegos bastanta interesante y lo está bloqueando. Así que me temo que Gamma fue un enemigo, uno de sus esbirros que había contratado para evitar que los Atom se unieran a vuestra causa. ¿Quién mejor que él para acabar con esa familia? Era su archienemigo.

Pero hay muchos más trabajando para Xin Yu, se ha organizado una red de metahumanos villanos a su alrededor y muchos parecen estar trabajando para él.

Continuaba tomando el té, y mirando en su interior. Daba la sensación de que su poder estuviera reflejado en la lectura que estaba haciendo de aquella bebida, pero esas cosas solo la hacían los humanos normales, y casi nunca acertaban.

Xin Yu se ha asociado con la Liga del Crimen. Ya os habéis enfrentado a parte de sus esbirros e incluso algunos los habéis detenido. Factor Cuatro y Rant y Rave estaban robando bancos porque necesitaban financiación para sus objetivos. Xin Yu ha usado su dinero y la Liga del Crimen lo ha aceptado, por lo que ya no tienen la necesidad de seguir contratando esbirros para conseguir financiación.

Volvió a poner los ojos en blancos, para continuar con su meditación y después continuó hablando.

Hacéis bien en temer por la Liga de la Libertad, han ido a Marte, y la misión que están desarrollando ahora mismo es un señuelo. Querían tenerlos distraídos para acabar con todos vosotros. Están planeando hacer pequeños ataques para que no les descubrais. No quieren atacar de golpe para no llamar la atención, pero poco a poco iréis recibiendo ataques por parte de todos ellos, y como bien dices Xin Yu estará detrás de todos ellos.

Me temo que Gamma ha sido tan solo el principio. Y me temo que van a por vosotros, especialmente a por ella. Dijo mirando a Francesca. De momento no puedo ayudaros con más, el resto del futuro, y del presente está borroso. Solo os puedo pedir que tengais cuidado, porque la Liga del Crimen es lo peor de esta ciudad, y si encima trabaja para tu padre... concluyó sin terminar la frase.

Presagio era casi una fuente de información ilimitada. Sonic cayó en la cuenta de que daba igual si había descubierto su guarida o no. Si ese fuera el caso, Presagio echaría la lotería y ganaría lo suficiente como para mudarse a otra base secreta.

- Tiene el mejor superpoder de todos.

Pensó. Se había percatado de que Tetis le había mirado embelesada y eso le volvió a molestar. Tetis parecía estar buscando novio y él no tenía tiempo ni para una cita. Pues se acabó. Prefería no dormir a seguir haciendo el idiota. Le pediría salir esta noche. Es decir, si tenían tiempo... Sonic maldijo por lo bajo. Dejó de pensar en aquello, pues parecía incluso más difícil que derrotar a esa Liga del Crimen.

- La Liga del Crimen. Te refieres a esos supervillanos contra los que la Liga de la Libertad tiene dificultades para derrotar. Y ahora la Liga está en Marte, a un puñado de kilómetros, y nosotros aquí tendremos que lidiar contra mil peligros. Pero bien. Disimularemos como que no sabemos que son ellos, para que no nos hagan un asalto frontal.

En Marte. ¿Qué se suponía que había en Marte? Se preguntó cuánto tardarían en ir y volver de aquél lejano planeta.

- Seamos prácticos. Hay que trazar un plan para encontrar a ese hacker.

Comentó finalmente. Aquello parecía lo más evidente, pero no parecía fácil de lograr.

Permanecí atento a las palabras de aquel hombre. Era un poder asombroso el suyo, sin duda, pues era capaz de saber muchísimas cosas. Hacía bien en tomar todas las precauciones que pudiera, porque si alguien sabía de sus poderes era bastante probable que fueran a por él. - Gracias por la información, Presagio. Creo que deberías tener cuidado tú también, si se enteran de lo que puedes averiguar no dudo en que te buscarán. - Respondí, preocupándome también por su seguridad.

Después me giré a mis compañeros. - Bien, todos los villanos a los que se ha enfrentado la Liga de la Libertad, que es claramente superior y más preparada, vienen ahora a por nosotros. Y al parecer, a menos que alguien sepa cómo ponerse en contacto con ellos, estamos solos. ¿Alguna idea de qué hacer ahora? - Ciertamente trataba de pensar rápido, pero no se me ocurría mucho que pudieramos hacer.

Poco podían hacer ya ahí, al menos es lo que se le pasaba por la mente a Ikari. Debería de haber alguna forma de averiguar dónde puede encontrarse el cabecilla de todos o alguno de sus secundones - pensaba mientras miraba al Presagio.

Se alegró de que Nancy estuviese de su lado y si estaba tratando de bloquear más ataques de aquellos malnacidos, mucho mejor. 

Lo que parecía estar claro es que dada la financiación que en ese momento tenían, poco más harían, salvo planear un secuestro o similar de nuestra compañera. Era necesario protegerla. Ikari se acercó de nuevo a Francesca y dijo:

Sea el plan que tracemos, una cosa está clara. La quieren sí o sí, ¿para qué?, ni lo sé ni me importa, pero el objetivo principal es que no caiga en sus manos. De nuevo su mirada se posó en Presagio:

¿No hay modo de dar con ese tal Xin Yu?

¿Nancy es capaz de rastrear los movimientos de esa gente?

Después de un vistazo alrededor la joven pudo comprobar que no había nadie sospechoso mirándoles y volvió de nuevo su atención hacia Presagio -¿Cuántas horas entrenará en el ginmasio?- pensó -¡Mierda! Céntrate Nereida, céntrate...- su cara adquirió un ligero tinte rosado y cambió su atención hacia una de las bisagras de la puerta. Se apartó cuando la enigmática mujer salió diciéndole un "Adiós" a media voz para no llamar la atención sobre ella, esperaba que nadie se hubiese dado cuenta de su desliz, con tantos 'lectores de mentes' y 'visionarios' alrededor no sabía ni donde mirar. Aunque sus ojos sí lo tenían claro y volvieron al anfitrión.

Entró en la casa y, mientras escuchaba al monumento hablar, se forzó a mirar el espacio que los rodeaba, buscando puntos débiles a tener en cuenta frente un posible ataque. La mitad de lo que dijo le sonó mas raro de lo que estaba habituada -¿El cerebro en un tarro? Todos en peligro como pensábamos. ¡Bien por Nancy! Los Atom... espero que se recuperen- su mente iba siguiendo las palabras y procuraba mantener sus ojos ocupados en alguna decoración. No había tocado el té mas por tensión que por otro motivo, pero con la mención de la Liga del Crimen y la Liga de la Libertad volvió la mirada hacia el hombre que les hablaba y cogió la taza para tener algo entre las manos que las obligase a no apretarse en puños. Escuchó las palabras de sus amigos y compañeros de fatigas mientras se tranquilizaba y cuando lo hubo logrado hizo su pregunta.

-El señuelo que han puesto a la Liga ¿es peligroso? -la seguridad de los seres queridos era muy importante para Tetis.

El derroche de información de Presagio no sorprendió a Jaime. Ya casi nada le sorprendía. Sopesó lo bueno y lo malo de tener un poder como él. Si Presagio no podía controlarlo de forma voluntaria, su vida sería un auténtico aburrimiento, siempre sabiendo lo que podía pasar, al menos en un corto alcance.

Y, aunque pudiese tener sus ventajas, Jaime no quiso seguir pensando en ellas. Se tenían que centrar. Aunque saber que un gran grupo de villanos estaban detrás de ellos para secuestrar a Francesca no ayudaba mucho.

Me temo que la única manera de localizar al hacker sería con otro hacker. O con alguien que pudiera detectar a la gente con poderes se encogió de hombros. Toda la información del actual estado del padre de Francesca le parecía de ciencia ficción, pero bastante importante. Me interesaría encontrar primero al cerebro de su padre. Si destruimos su capacidad mental, seguramente su cuerpo no funcione tampoco. Y es más, si él es el organizador de todo esto, con un poco de suerte, todos querrán suplir su puesto, y se matarán entre ellos. O, al menos, darán tiempo para que la Liga de la Justicia regrese.

De momento es complicada vuestra situación. Dijo meditando en todo lo que había averiguado. No conozco a ningún metahumano con la capacidad de introducirse en la red de la Academia Claremont, ni en la de ninguna otra. No conozco a nadie con dicho poder, así que aún menos conozco a otro hacker capaz de bloquearle. 

Luego miró a Inari, yo tampoco soy capaz de averiguar donde se encuentra Xin Yu, supongo que suficientemente protegido por sus secuaces para evitar que le hagan daño. Pero estoy empezando a pensar que lo mejor puede ser dejar que os hagan el primer ataque, fingir estar distraídos y después conseguir que el primer enemigo os lleve hasta los demás. Necesitais averiguar donde están todos ellos, y ganar tiempo para que regrese la Liga de la Libertad.

El señuelo que les enviaron no debe ser peligroso, pues al final regresarán todos sanos y salvos, solo que el viaje les lleva más tiempo de lo que en un principio imaginaban. El hacker también había entrado en su sistema informático de vuelo y antes de que se hubieran dado cuenta les había cambiado el rumbo. Al final lograrán reconducirlo, pero eso les llevará más tiempo de lo que habían imaginado. Por eso es el señuelo perfecto para acabar contigo, Francesca. Concluyó mirándola directamente a los ojos.