Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Habeís sido contratados por el Gremio de Comerciantes en Fellig para proteger una caravana por la peligrosa ruta de corvis. El viaje dura algo más de dos semanas y atraviesa rocosos pasos de montaña, densos bosques y pantanosas tierras bajas. Por vuestros servicios cobraréis 25 po cada uno al final del viaje.
Tras seguir el sol naciente durante muchos días de travesía está a punto de llegar a su fin. Corvis está sólo a medio día a caballo a través del Bosque del Viudo. Hasta ahora no habéis sufrido ningún incidente durante el recorrido.
Dinero fácil, ¿eh?- grita Gunner Wadock, el jefe de la caravana, desde su puesto en la carreta de cabeza- Ojalá todos mis viajes entre Felling y Corvis fueran tan tranquilos.
La caravana está compuesta por cinco carretas, con cuatro caballos de carga cerrando la marcha. Gunner está sentado en el pescante de la carreta de cabeza con su conductor, un humano amargado y silencioso llamado Viggo. Las otras cuatro carretas tienen un conductor cada una. Los caballos de carga están amarrados a la última carreta.
si sois tan amables, indicadme donde están vuestros pjs en este momento.
Las carretas van en filas, por lo que no habrá problemas en ubicarse
-zi, ha zido baztante zencillo conzeguir el dinero, ziempre ze agradeze una mizión facil ¿no?, al final zolo ha zido como un pequeño recorrido turiztico por loz caminoz que unen Felling y Corviz- grita Tik con alegría.
* Uuuhmm, hice bien en azeptar el trabajo, me he ganado unaz monedillaz, zin tener que hazer nada, me guztan este tipo de trabajoz, y por fin llegaré a Corviz, ziempre quize ver eza ciudad, zeguro que hay una gran de cantidad chatarra para mí - pensó ilusionadamente.
Mi personaje va en la segunda carreta, sentado al lado del conductor.
Damarcus, calzaba unas botas de cuero exageradamente grueso, pero que aun así mostraba el desgaste de casi tres años de pesados trabajos en granjas y bosques. Sentado en el segundo carruaje, se lamentaba de su suerte al Zzzzumbarle los oidos. Y es que habían decidido turnarse la compañía del gobo, quien no solo cargaba con la mala reputación de sus congéneres, sino que también tenia un sisear insoportable.
El "Labrador", como acostumbraba a llamarle Gunner, media cerca de un metro noventa. Su larga azada, que había cortado pastos, malezas y algún que otro bandido por igual, descansaba sobre sus dos piernas. El granjero entretenía su mente y sus manos balanceando la larga asta para tratar de ignorar los constantes comentarios del Gobo.
A su derecha, del lado opuesto al indicioso parlanchin, descansaba la mochila de viajes de Damarcus. El hombre echaba ocasionales miradas a sus dos compañeros del carruaje, y sobre todo apoyaba su diestra sobre la mochila cada vez que por el rabillo del ojo veía moverse a Tik o al conductor.
Tik, como de costumbre, seguía con su cháchara sin obtener más que unas pocas respuestas en forma de cabeceos de sus compañeros de carro. Y aprovechaba entonces cualquier ocasión, de dirigir sus eternas y siseadas platicas hacia otros lares, como hacia justo en este momento con Gunner, el lider de la caravana.
Las dos boleadoras que colgaban del cinturón del "labrador", golpeteaban sonoramente cuando el carruaje se zarandeaba a cada rescoldo del camino. El toc toc de sus boleadoras, sumado a las zetas de Tik amenazaban con volver loco al poco tolerante de Damarcus.
Con una mueca, asomó la cabeza observando el camino a los costados, y escupió una densa flema hacia la derecha...Volviendo a la comodidad del interior volvió a posar la diestra sobre el pesado flagelo que llevaba cruzado en unas correas de su mochila, acomodó las bolas por venteaba vez buscando sin éxito evitar su golpetear, y quitándose un segundo la transpirada boina con la cual incluso dormía exclamó con su extraña tonada.
Oie amigo 'Guner! Acá anda rumiandome las tripa' iyá! No vamo a parar güey-guner?, ¡ya me suda la panza con esta chapa!
El labrador, con sus casi dos metros de pies a cabeza, ocultaba bajo sus rusticas ropas un peto de anillas enlazadas, un tanto viejo pero muy efectivo. Algunas de sus anillas se veían reemplazadas y eran las únicas que brillaban...Damarcus solía contar como recibió un martillazo cuando se enfrentó a cinco bandidos que venían a robarse su dinero ganado en la venta de pieles. La verdad, era que un buey un tanto malhumorado, le había dado una fuerte coz cuando el Labrador intentaba montarlo desde atrás para alardear frente a una joven pueblerina, Florencia, quien frecuentaba su choza casi a diario, enviada desde la ciudad a por leche por su anciana madre...
Agotado por el calor, Damarcus se había quitado algunas ropas, con lo cual solo el peto metálico y unos brazales y grebas de cuero cubrían su enorme cuerpo. Los pantalones arremangados, y su eterna boina completaban el dibujo.
Tendrás que esperar, labrador- contesta Gunner- ya estamos llegando a Corvis, y allí podrás comer una buena comida caliente y podrás echarte una buena cabezada. Por lo menos eso es lo que haré yo. Me merezco un pequeño descanso, por lo menos hoy.
Mi primera misión desde que murio mi maestro. Aunque no me interesa el oro de la recompensa.
Pensaba Damaris mientras viajaba con el resto de sus compañeros en la caravana, claro, estaba nerviosa, no sabia mucho de misiones, su vida entera habia sido pasada en templos, o enfermerias ayudando a los mas necesitados.
El viento ondeaba su pelo negro y su tunica de un blanco perfecto mientras veia el paisaje y oia levemente a sus compañeros cuando se acercaban a Corvis.
-Solo espero ser de ayuda.
Dijo en voz baja y se puso a orar a Morrow.
La tercera carreta.
El troloide mostraba en su cara un gesto de incertidumbre, aun no entendía porque había sido contratado para aquel trabajo cuando el camino parecía asombrosamente tranquilo, y no comprendiendo esto, mucho menos sabia porque habían contratado a sus peculiares compañeros; si realmente tuvieran que defender algo, ¿qué protección supondría un grupo al que él consideraba que eliminaría a manos desnudas? ¿qué resistencia podría ofrecer un gobo?... otra cuestión surco su mente acentuando aun más su gesto de incertidumbre, ¿qué extrañas habilidades poseerían para ser dignos de ese empleo?. Garûhk pensó un buen rato en la respuesta pero no la encontró, ya tendrán lugar de demostrarlas se dijo para sí mismo.
El enorme troloide se ciño el cintillo con el que portaba a la espalda el estuche para sus lanzas y apresuró el paso hasta ponerse a la altura de la segunda carreta, ya que había decidido ir un tramo a pie al lado de los carruajes. Cargaba su enorme hacha en la mano derecha aferrándola por la mitad de su asta pareciendo estar desesperado por usarla, lanzó unas últimas miradas a ambos lados del camino y pregunto retóricamente... - ¿Alguien sabe porque coño lo llaman el Bosque Viudo? -
El tono de su voz era extremadamente grave, incluso entre los troloides. Para algunos pocos su voz y su cuerpo inspiraban respeto, para otros muchos simplemente miedo. Su actitud déspota y malhumorada, dejaba ver una personalidad áspera digna de un ser enfadado y cansado con el mundo pero para aquellos ojos de los más observadores aun asomaban sus ilusiones en su mirada. Carraspeó su garganta y buscó en su mochila uno de sus preciados cigarros habanos para luego ponérselo en la boca sin encenderlo… - Cuando realmente saben estos “palillos de gloria” es cuando uno se siente satisfecho por haber cumplido con su trabajo – dijo mientras lo observaba y jugaba con el entre sus cuatro enormes dedos, lo que hacia parecer aquel puro de buenas dimensiones insignificante, apoyó el asta del hacha sobre un hombro, se devolvió el puro a la boca y sin encenderlo aun dijo- ...habrá que esperar…
Voy a pie a la altura de la segunda carreta por el margen derecho del camino, si puede ser.
El elfo se encuentra sentado en el primero de los carruajes, con su cabeza apoyada sobre su mano y la vista expectante del paisaje que tiene delante, sus largos cabellos de un extraño color blanco se mesen con el viento, el ruido de su espada amarrada al cinto golpeandose constantemente contra su armadura tambien de color blanca, esta notablemente aburrido o quisas cansado, pero no a emitido sonido durando todo el viaje; de vez en cuando mira a sus compañeros por unos momentos examinandolos
si, la verdad que parecio mas un paseo por el camino mas que un viaje peligroso -responde a tik y vuelve la mirada al frente tomando de vuelta su semblante parecido al de una estatua guardiana-
valla grupo con el que me toco ir
Tal vez para vosotros sea algo aburrido esta situación, perno no lo es para mi, no señor- dice Wunner mientras escupe al suelo- por mi que fuesen así todos mis viajes hasta que Morrow decida llevarme con él.
-¿Verdad que zi?- contesta a Eliader -Zi ya lo dezia yo ... aunque bueno tampoco ezque noz paguen una zuma de monedaz de oro demaziado grande como para afrontar una mizión máz dura ... en mi opinión- dijo.
Su llave de mecániko empezo a clavarsele en la pierna Máldita llave- pensó , se puso de pie y se recolocó la llave para que no le molestara, empezo a observar su pistola pequeña, le dio un par de golpecitos y la sopló -Ya eztá lizta, había cogido polvo de no tener que uzarla- dijo.
Se guardo la pistola y volvio a sentarse, entonces miro a Garûhk y le llamó la atención.
-¡Garûhk!- gritó - Se le llama Bozque del Viudo porque ...
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Saber (Local) - Bosque del viudo
Resultado: 16(+4)=20
Master ya me diras si ha sido exito o no la tirada, para contarle yo a Garûhk porque se llama así el bosque. Gracias ^^
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: conocim naturaleza
Resultado: 17(+3)=20
por si amerita...tiré...ya que estamos en un bosque, quien sabe...puedo llegar a notar algo raro.
Unlgar se había sentado en la primera carreta junto al elfo a quien no había mirado ni por un segundo.
Tenía una armadura de pieles bastante desgastada y en la espalda llevaba una espada de dos manos que parecía tenía mucho tiempo sin afilarse, o al menos eso así suponer ver su vaina un tanto sucia, una bolsa de cintura terminaba de describir el escaso equipo que poseía.
El semiroco era enorme, no se paraba casi en ningún momento pero ya sentado al lado del elfo se podía observar como doblaba en ancho a la espalda de Eliader.
No descansaba, hablaba muy poco y cuando lo hacía no perdía detalle del camino.
Un emboscada puede surgir de donde sea, si mi misión es guardar la caravana así será.
Es realmente raro el grupo que custodia la caravana, hasta tu orejas en punta debes estar sorprendido por la variedad.
Se que los elfos viven mucho tiempo, yo... En el tiempo que llevo no me había cruzado con tales... humanoides? Es correcto lo que digo? Humanoides se los llama no? Unglar no miraba a los ojos para hablar, es más se esforzaba por no mirar a la cara de su interlocutor, fijando la vista en el camino.
Voy en la primer carreta.
Eliader gira su cabeza para mira a Unglar mientras habla, al ver que no hay contacto visual vuelve la mirada hacia adelante del camino
¿si soy un humanoide? o es un insulto o es que realmente no sabe bien lo que es un humanoide... mejor no me meto en problemas
eeeem, ssssi... los elfos somos de vivir muchos años, lo que aveces puede llegar a ser una molestia; y es dificil cruzarse con ellos por que la mayoria estan en sus tierras y no son de viajar -sonrie levemente al terminar la ultima oracion, hay algo en el que le hace sentir diferentes que los demas- bueno... yo soy la exepcion
primer carreta, aclaro por las dudas jeje
Es bueno encontrar uno que viaje entonces.
El semiorco hace lo más que puede para tratar de ser amable y por lo que parece eso ha sido lo más cercano a un elogio que puede hacer.
Evidentemente se sentía cómodo donde estaba.
El orejas en punta parece de confianza.
Se debe decir humanoides a los demás, si el elfo lo dice tendrá razón.
Unglar se quedó mirando hacia adelante aunque muy de vez en cuando se daba la vuelta para ver al resto de la caravana.
Al ver a Unglar mira hacia atras, Tik le saluda con alegria haciendo un gesto con la mano.
-Holaaa, ¿Que tal se eztá hay alante? ... aquí atraz un poco aburrido- gritó a Unglar, haber si así podía entablar conversación con alguien.
*Ez enorme eze tipo, no me guztaría luchar contra el, zerá mejor eztar de zu lado- pensó
Los negros y retorcidos árboles se entrelazan sobre vuestras cabezas, ocultando la luz del sol. En la oscuridad, el único sonido que se percibe es el traqueteo de las carretas y el zumbido de los insectos. Los caballos se esfuerzan por tirar de las carretas a través del cieno, que en algunos puntos tienen casi un pie de profundidad. La fina bruma que siempre impregna este bosque pantanoso se está convirtiendo en una densa niebla a cada paso. Al cabo de un minuto apenas podéis ver a las otras carretas y caballos.
Damarcus, claramente notas que esta niebla no es normal
tik, si sabes cual es la razon de porque se llama a este bosque.
-Por zierto como te dezía Garûhk, ze llama el bozque del viudo porque en ezte bozque el hijo de una familia de campezinos que vivian aquí, enfermo de rabia y en un acto de locura azezinó cruelmente a zu madre ... el padre no pudo aguantar ezo entonzes echó a zu hijo de caza, y dezaparezió en laz brumaz del bozque... pero ezo fué haze mucho tiempo antes de que los Orgoth noz dejaran la mecánika, por ezo eze hombre murió zolo y cuentan las leyendaz que el ambiente ozcuro de ezte tetrico bozque ez a causa del alma en pena de la mujer y que por aquí vaga el ezpiritu de zu ezpozo que quedó VIUDO, he ahí el nombre del bozque, buzcando venganza atacando a todoz loz aventureroz que ozan entrar en zu bozque al penzar que ezoz aventureroz zon zu dezaparezido hijo- conto a Garûhk de forma tetrica para ver si conseguía asustarle un poco - ... pero claro ezo zon patrañaz que cuenta la gente ¿o te da miedo Garûhk?
* La verdad ezque lo que le he contado a Garûhk ez zierto, pero ... vah no me importan ezaz tonteriaz, loz fantazmaz no ezizten ... ezpero - pensó al haber llegado a asustarse un poco con su propia historia.
Ja Ja Ja Ja Ja – rió escandalosamente Garûhk y acto seguido le dedico una sonrisa cómplice al pequeño gobo, estaba totalmente asombrado por sus conocimientos, desde luego no esperaba tanta sabiduría de aquella criatura. Derepente titubeó un poco – Si pequeño Tik estoy muerto de miedo…- Pero en realidad lo que inundaba su cuerpo era la sensación de vacío con la que convivía hace años - Ojala pudiera experimentar algo que me hiciera sentir vivo, aunque fuese miedo – pensó para sus adentros el troloide… - Muchas gracias por la información maese Tik- y haciendo una reverencia aflojó su paso alejándose así de la carreta del gobo para luego sumergirse en sus pensamientos.
Voy a la derecha de las carretas entre la segunda y la tercera.
"Nos estamos demorando mucho, creo que ya debimos haber llegado"
A medido a avanzan las carretas el ambiente del bosque se hace mas y mas espeso, pareciera como si estuviera habitado por fantasmas.
-Espero que todos lleguemos bien a Corvis, esto no me gusta para nada.
Cuando la niebla deja de ser una suave bruma para opacar completamente la visión de la caravana y de los arboles más cercanos, Damarcus se mueve inquieto en el carruaje y pasando su azada a la mano izquierda susurra al oído del gobo.
¡Shhhhhhh!, hay algo raro en estas brumas Tik!...
Inquieto, sin poder creer la velocidad con la cual se ha llenado todo de una niebla impenetrable, permanece en cuclillas tratando de escuchar algún sonido desconocido. Con su diestra entonces, descuelga las boleadoras silenciando su golpetear...tan solo el ruido de las empantanadas ruedas y el esfuerzo de los caballos de tiro hacen eco en el denso marejal.
El labrador frunce el ceño, tratando de discernir algo en la oscura niebla.
Esto es extraño...no había oído nunca de una niebla así, tan densa, en este camino...Si hasta los caballos están inquietos.
Damarcus muy alerta, vigilando: Tu dirás si tiro avistar o escuchar.