Partida Rol por web

" Lo universal es el caos. El mundo es por lo tanto algo monstruoso, un acertijo de infortunios que deben ser aceptados, pero por los cuales uno nunca debe capitular."

                                                        Friedrich Dürrenmatt

 - Y bueno en general es lo que pasa, veras los gangrels somos los tios mas cercanos a la naturaleza  de entre los vastagos. – después de una excursión Horace nuevamente te da otra de sus lecciones, muy a su estilo.

Tras varios minutos desde que te localizo como hace siempre -  cosa casi inexplicable para ti – el viejo te saco de excursión por la ciudad. Mientras las nubes de tormenta se acercan al gangrel no parece importarle.

Caminando mientras habla, el atuendo de Horace es mas “refinado” que de costumbre. Vistiendo unos vaqueros azules al aprecer nuevos y enfundado en una camisa negra al estilo juvenil, el viejo gangrel tiene la pinta de tener algo entre manos.

- Esta noche creo que será bueno que llegues a conocer a unos amigos. Como siempre mide tus reacciones, que no son tan sociables como los demás errantes. Sobre todo quiero que conoscas y que te conosca – sin mirarte una sonrisa picara asoma desde el rostro del gangrel -  Ulrich, el sheriff de la ciudad.
 

-Ulrich... muy bien, intentaré recordarlo, gracias... ¿Vamos?-

Realemente me había puesto impaciente al no haber distinguido a mi tutor, el viejo Horace, ya que sus ropas, además de ser diferentes, parecían nuevas. Preferí investigar eso mientras le seguía los pasos a su lugar de encuentro:

-Disculpa si me entrometo demasiado... ¿Pero cómo has conseguido esas prendas?... No es normal encontrarse de compras a un hombre con un rostro que se asemeja al de una rata... Sin ofender...-

Hago una breve pausa, para continuar, con un tono más dubitativo.

-¿No la habrás... O sea... conseguido de algún modo... no comercial, verdad? Ya sabes a lo que me refiero... ¿No lo habrás ... ?-

Gesticulo mucho con las manos, mi cabeza da vueltas por temor a que el viejo grangel haya asesinado a alguien para quedarse con sus prendas. No sería bueno que la policía lo siguiese por eso, metiendonos en problemas a ambos.

-¿Q... Quién es ?... Mejor dicho... Cuéntame más sobre este hombre... Ulrich...-

Mirandose la ropa una carcajada se escucha desde la garganta del Gangrel.

- Esto, no te preocupes, fue un regalo. - con un guiño, el vastago sigue su camino.

- Ulrich es un nosferatu, ¿recuerdas que es un nosferatu verdad?

Con tono ironico en sus palabras, el erfume de hierba reciencortada inunda el aire mientras avanzan junto a un parque ublico sigilosamente. Es apreciable como casi en medio del parque un escenario se esta montando, vrillas de acero, tubos y tablones estan apilados mientras los trabajadores se terminan undia mas de trabajo.

- Es el sheriff de la ciudad, si como en los programas del viejo oeste. No me sorprendria que estuviera cazando a tus agresores. Pero esta noche me necesita, y sera una buena oportunidad para que conoscas un poco mas la sociedad de los vampiros.

Avanzando por las aceras, pasan junto a algunas personas sin que estas los noten, una pareja llama tu atencion. El hombre abrazando a su mujer los dos de aproximadamente tu edad, con la nostalgia a flor de piel por poder sentir lo mismo quee los, la pareja se aleja.

- Albert, atento sigueme.

De alguna manera, la respuesta de Horace no me debaja mucho más tranquilo...

-Conque un nosferatu, eh?- saco la mano izquierda de mi bolsillo y me tomo el mentón, reflexionando-Menos mal que te he preguntado, Horace... La primera impresión tal vez sea demasiado fuerte para mi si no me esperaba encontrarme con él...-

Pese a toparme con un vampiro casi rata gigante, según mi propio mentor, los nosferatus eran vampiros sumamente corteses e infromados, aunque su fealdad era extrema, "la aberración entre los no-muertos", mencionó alguna vez el viejo vagabundo. Me estremezco un poco, y voy tomando conciencia para el encuentro.

...

Y entonces, mirando a los seres humanos que aún poseen su gloriosa vida, y la desperdician, siento como extraño a mi esposa, al ver como una pareja se abraza y caminan juntos, alejándose de nosotros... Pero de ese trance me saca el vampiro gangrel, pidiendome que preste atención a mi alrededor...

-Que pasa, Horace? Es un sitio peligroso?- le susurro muy cerca, mientras lo sigo, mirando a mi espaldas, alertado...

Encorvancdose hacia delante Horace no contesta a tu pregunta, simplemente sigue avanzando seriamente hacia delante.

Con un movimeinto de la mano te indica que sigan. Tras unos metrso recorridos se detiene junto a un callejon.

- Creo haber escuchado algo. Si estoy en lo cierto encontraremos al sheriff en su ronda semanal por la ciudad. Ahora vamos, con cuidado.

Mientras ves como su semblante se vuelve mas relajado, Horace avanza hacia el callejon oscuro, alejandose del asfalto.

-Horace, Espera!-

Salgo a la carrera tras el vagabundo de prendas nuevas, lo tomo de un hombro y lo intento detener:

-Pero si está de ronda... ¿No será peligroso que nos encuentre husmeando por ahi? Tal vez crea que queremos emboscarlo...-

Miro muy seguido hacia donde fugan las paredes de los edificios que forman el callejón, en todas direcciones... Pese a que el gangrel ya tenía sus años sobreviviendo en las calles parisinas, este era un universo nuevo para mi... Aunque el parecía demasiado tranquilo, entonces le pregunto:

-¿Qué es lo que te hace estar mas seguro? Te noto cambiado desde que llegamos hasta aquí...-

Buscando algo en el callejon con la mirada Horace hace alto cuando parece haber encontrado algo.

- Últimamente hay mucha actividad en la ciudad. Esperaba que Ulrich tuviera una idea.

Acercándose a un contenedor de basura, mira por debajo de este, y hace una exclamación. La caja verde oscuro es empujada por Horace sin esfuerzo a penas, a pesar de estar llena de basura. Arrodillándose ante una pequeña ventana de aproximadamente 50 centímetros de alto y un metro de ancho, el gangrel hace una seña con la mano.

Al momento una rata sale de la abertura. El tamaño de la rata es descomunal, casi del tamaño de un gato adulto, esta se siente en sus patas traseras mientras se limpia los bigotes con sus patas delanteras, atenta al vampiro.
 

-Que... ¿que se supone que haces?-

Cuando veo el animalazo que emergue de la abertura, además de sobresaltarme, reflexiono...

-Veamos, Horace... Si no me equivoco... ¿Intentarás comunicarte con esa rata, verdad? No la ahuyentaremos por ser vampiros?-

Me alejo un poco, para no intervenir en lo que el gangrel intenta hacer...

-Que sea rápido Horace... Ser no-muerto tiene sus cosas... pero aún no me acostumbro, me siento demasiado "mortal"...-

- Calma ya esta hecho, nuestra amiga buscara al sheriff y nos informara despues.

Sintiendo como su brazo te toma por el hombro, el gangrel camina adelantandose a ti.

- Ahora ¿que te parece una pequeña leccion de historia e la estirpe? O continuamos vagando por la ciudad. La verdad esperaba encontrar al sheriff en su refugio...

Soltando una sonora carcajada en el callejon Horace te mira de rojo.

- ..pero entonces escuhce mis palabras. Esta dado su ronda y seremos una molestia para él.

Mientras Horace rie una figura en una gabardina negra se acerca, las personas notaron la risa del gangrel y miradas curiosas te miran.

Un auto pasa hacia la derecha, con un par de jovenes dentro la musica esta demasiado alta. En el cielo, las nubes cubren la ciuada, la luvia esta cerca. Una pareja pasa en la acera frente a ti, y susurran mirandote. Ante el peligro de ser reconocido, tu mente trabaja rapido, mientras Horace camina por la acera hacia tu izquierda.

- Mmm... Está bien, Horace... Pero no creo que éste sea el momento indicado...-

Al ver como los alrededores del callejón se empieza a llenar de movimiento, y una figura con gabardina se nos acerca. La mirada de la gente que se clava en mi ojos, me recuerda quién soy. ¡Hay personas que aún me están buscando!

-Horace... fíjate a nuestro alrededor...- susurro mientras tironeo de su camisa para que se de cuenta que llama la atención...

Volteando a verte Horace se suelta con un movimiento rápido. Bajando la intensidad de sus risas, su rostro sigue contraído por una sonrisa.

- Vamos, cálmate quieres. Que nos presten atención no es malo si solo lo hacen una vez.

Guiñando un ojo, el gangrel se calma lentamente sin importale las miradas de los transeúntes. Las personas pasan apenas mirando hacia el callejón siguiendo su camino. De un momento a otro la atención se esfuma.

Un auto pasa cerca rápidamente y una piedra sale disparada por el contacto y el peso del auto contra ella. Dirigiendose directamente hacia ti, no eres capaz de evadirla y te da directamente en un ojo.
 

-Ouch!- Mi reacción es inmediata, tratando de cubrirme el área golpeada...

-Has visto eso, Horace? ¿Puedes ver quienes son?-

Me quedo arrodillado en el suelo del callejón, a ver si mi compañero sabe qué intenciones tenían realmente los tipos que tiraron la piedra. Siento como el auto se aleja, asi que supuse que tal vez solo fue por acción de la presión. Aún asi, el infortunio parecía que iba a seguirme esa noche...

-¿Y a donde iremos a parar? está bien que no tenga sangre... pero creo que esto no se quitará demasiado pronto...- y le señalo el ojo, cubierto por mi mano...

Mirandote y riendo al ver tu caso, el gangrel prosigue siempre con una sonrisa en su rostro.

- Regresemos al refugio, la cacería empezara cuando sepamos que ha sido del sheriff. Y ya deja de preocuparte tanto, esto sanara para mañana. Te servirá para conocer otro secreto.

Guiñándote el ojo, Horace se detuvo frente a ti para hablarte, y ahora sigue el camino.

No sabes a que refugio se refiere el viejo gangrel, de tantos por la ciudad que tienen ustedes y los errantes no logras hacerte una idea. Y el carácter despreocupado no es el mismo de siempre del vampiro. Algo en el cainita ha cambiado, pero no sabes que es, incluso parece feliz.
 

-Vale, te sigo... de cerca...-

Me mantengo a poca distancia, para poder ver por donde va el vampiro vagabundo...

-¿Que te pasa exactamente, Horace?- trato de acercarme mas, para estar a su lado, mientras lo miro con el ojo que queda sano

- Te he notado cambiado el día de hoy... Acaso te emociona encontrarte con otros de tu clase? ¿Otro Vampiro?...-

Mi mente trabajaba pesadamente, y no me agradaba la idea de estar frente a alguien que puede lastimarme de la misma manera que hicieron los supuestos Sabbat...

Avanzando rápidamente por las calles, pasan cerca de la Torre Eiffel, cerca paro no lo suficiente para lograr ver la zona turística. Moviéndose rápidamente entre las calles Horace habla sin voltear.

- No estoy feliz porque quería presentarte formalmente al sheriff. Ya que si él te encuentra yno te reconoce. Bueno digamos que no te gustara.

Con una carcajada el gangel sigue caminando evitando a las personas.

-Si, Si, ahora entiendo... ¡Espera, te digo!-

Acelero el paso para intentar acercarme más a el... Me quito la mano del ojo, que aún arde y molesta, aunque no siento que se hinche, como hubiese ocurrido si por mi cuerpo circulara sangre...

Todavía entre las sombras, no veo más allá de la figura del gangrel, y al ver como continúa acelerando, bastante decidido, se me ocurre preguntar:

-¿Y ésta vez donde toca quedarse? A mi parecer, aun falta tiempo para que amanezca...-

- Vamos a una casa segura. Espero encontrar a alguien ahí. Pero por elmomento creo que te serviría una lección.

Bajando el paso esperándote, el gangrel mira a todos lados, buscando algo. Sin poder encontrarlo, se encoje de hombrs y continua a paso lento.

- Creo que te servirá saber como curar eso. Es mas fácil de lo que piensas pero necesitas que te lo diga.

-¿Curar?... Eso suena bien...-

Veo como Horace se detiene bastante seguido en la marcha, y continua caminando, aunque esta vez, baja el ritmo y me espera...

-Supongo que... esperaremos hasta estar en un lugar seguro... ¿No es así, Horace?-

La respuesta ya me parecía obvia, pero si algo he aprendido durante este tiempo, que nada se da por entendido completamente.

Pero otra pregunta acude a mi mente, además...

-Horace... ¿qué te impulsó a ayudarme, realmente?-