Partida Rol por web

Como todas las mañanas el equipo había quedado en el club de futbol del Instituto. La mañana lucía un espléndido solo y con la cercanía del Torneo local los miembros del equipo tenían permiso para no acudir a clase y dedicar el horario escolar a preparase para el Torneo.

Nathish el director del Instituto  os había convocado el día anterior en el campo de futbol. Desde que se anunciase el Torneo local Nathish parecía preocupado, sin duda su preocupación estaba relacionada con el entrenador del equipo pues no podrían presentarse en el tornero sin entrenador. Las pocas becas obtenidas ese año junto con la pobreza propia del Instituto y que el futbol no era el deporte más valorado en el Instituto eran el motivo por el que ese año el Instituto Levard no se había podido permitir contratar a un entrenador

Saliste de casa y te dirigiste al Instituto.

- Veamos que pasa hoy. - pienso al salir de casa para dirigirme al colegio.

- Esperemos que no todo sean malas noticias. El Torneo Local Nathish está a punto de empezar y tenemos que entrenar duro para ganarlo.

Mientras divago me voy acercanado al Instituto.

Llego el primero y decido entrenar un poco con un balón hasta que lleguen los demás así que empiezo a chutar el balón contra la pared intentando dar siempre en el mismo punto.

Me levanto con energías como todas las mañanas. Busco en mi zurrón en busca de las pocas provisiones que me quedan: un mendrugo de pan y un frasco con jugo de mosca.

Cuando vuelva del fútbol debería buscar comida para esta noche...pienso.

Tras desayunar en cuestión de segundos me levanto con fuerzas y animado. El fútbol es lo que me da vida y fuerzas para seguir aguantando la dura vida en la calle.

A por todas! - me digo a mí mismo mientras camino alegremente hacia el instituto.

Al llegar allí veo a Skrech pegándole chuts al balón.

Le observo desde la distancia, no quiero molestarle.

Otro día más en que mis ganas por ir al colegio son pocas, por suerte esta mañana no tenía que dar clases, solamente dedicarme a jugar al fútbol, algo que agradecía, las clases cada vez más se me están haciendo eternas y aburridas.

Me despido de mi padre tras desayunar una sola pieza de fruta, algo muy triste, pero la economía de la casa no da para más por desgracia.

El camino al instituto es tranquilo, todo lo tranquilo que pueden ser estos barrios, por suerte a mí siempre me dejan en paz, debo darles miedo o quizás pena, como no pienso pararme a preguntarles me da bastante igual.

–Vaya ganas tienes de buena mañana Skrech– saludo con ambos brazos en la cabeza. –Tú también eres todo un madrugador eh Kriv– saludo a mí otro compañero. –Espero que hoy tengamos suerte y no nos toque entrenar mucho– termino diciendo sonriente.

Miro como Rack se acerca. 

-Tenemos que entrenar duro Rack, este año debemos ganar el Torneo.- le contesto, serio.

- Hola Skrech, tienes un buen golpeo de balón - saludo a mi compañero de raza con una inclinación de cabeza.

- Esperemos que los demás no tarden en venir.- digo a ambos, un poco ansioso.

( Kriv denota impaciencia pues es poco hablador, hasta que toca un balón, momento que deja fuera su "dura" coraza social.)

Mientras golpeo la bola oigo a Rack hablarme. Me giro y observo que Kriv también está ahí.

- Algo tendré que hacer mientras espero a que llegue la gente. - le respondo a nuestro portero.

Luego centro mi atención en mi compañero de defensa.

- Ya sabes que lo mío no es el tacto sino más bien todo lo contrario. - le digo sonriendo.

- Rack, Kriv tiene razón. Tenemos que entrenar duro si queremos ganar el campeonato. Ya sabes que el resto de equipos tiene mejores instalaciones, mejores preparadores y más tiempo para entrenar que nosotros.

Luego chuto la pelota hacia Kriv.

- Rack, al centro. - le digo. Mini rondo hasta que lleguen todos.

Kriv recibe el pase de  Skrech y sonríe, el simple tacto con el balón le cambia el ánimo. Ya es uno más y se siente como en casa ( si es que puede llamar a algún lugar "casa")

-Ey Skrech, crees que conseguiremos encontrar algún entrenador a tiempo? Espero que el director encuentre a alguien rápido. - denoto preocupación pues es un tema que preocupa a todo el equipo.

- Rack tuya!- grito lanzándole el balón a Rack

–Sí, sí, el entrenamiento es muy importante y todo eso, ya lo sé, yo prefiero relajarme, pero claro, escuchando esa meta que os ponéis, pues tocará entrenar si queremos ganar– me encojo de hombros, soy el primero que quiere ganar el torneo, eso sería algo fantástico, aunque al parecerme casi imposible prefiero no hacerme ilusiones. 

–¿Al centro? ¿Ahora?– miro la cara Skrech, parece decirlo en serio. –Está bien, está bien, ya voy– con los hombros aún en la cabeza voy caminando sin prisa hacia donde me han dicho.

Recibo el pase que controlo con un poco de dificultad, lo mío es parar balones no esto, sin esperar mucho le paso el balón con un fuerte pase a Skrech. –Nos encontrarán entrenador seguramente, no hay que preocuparse por nada– contesto adelantándome a Skrech que era quién debía responder.

La batalla de todas las mañanas durante el desayuno había sido dura, pero al menos había conseguido zafarme de mis hermanos en lo que era el inicio de mi entrenamiento diario. Quizás llegaría el día en que debería agradecérselo, pero por el momento era un sueño realmente lejano y ahora debía centrarme en entrenar y parecía que llegaba tarde.

Mis compañeros ya estaban en ello, con la rata intentando cortar los pases de Skrech y Kriv.

Mala señal.

Pensé, pues era obvio que seguíamos sin entrenador. De seguro que era culpa de esos elfos de Angarth tenían tanto miedo de nosotros que estaban haciendo todo lo posible para impedirnos competir.

- No lo necesitamos, valdrá con mandar al hospital a todos nuestros oponentes.

Respondo a la rata a modo de saludo y con un tono bastante indiferente a las opiniones que pudiera provocar dicha actitud.

- Quinat, al centro del rondo hasta que llegue el siguiente. - le digo pasándole el balón a Kriv nuevamente.

Skreh tiene buenas dotes de líder- pienso para mí mientras recibo el balón

- Tenemos que demostrar que somos mejores que ellos Quinat, en el campo y jugando limpio. Tenemos buen equipo y somos capaces de ganar el Torneo, estoy seguro de ello- digo confiado.

Sí... somos un buen equipo.- me aseguro a mí mismo, estaba seguro de ello.

  Me había quedado dormido de lo cansado que estaba por culpa del trabajo en la pescadería, el despertador había sonado, pero no lo llegué a escuchar. Al cabo de media hora abrí los ojos tranquilamente, estiré mi brazo hasta coger el reloj y comprobar la hora esperando poder dormir un poquito más.

 ¡¡¡ Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda!!!

  Me levanté de un salto de la cama, me vestí con lo primero que cogí del armario y fui corriendo a la cocina para coger un puñado de galletas para comérmelas de camino al instituto.

  Salí de casa a toda prisa y corrí todo el camino hasta llegar al instituto, me dirigí directo al club de fútbol donde había quedado con los demás.

  Perdón, llego tarde - Mi tono era bastante seco, no me gustaba pedir perdón, pero en aquella ocasión había que hacerlo.

–¿Que no necesitamos entrenador?– pregunto extrañado a lo que dice Quinat. –Sin entrenador no hay torneo, yo diría que sí lo necesitamos y con bastante urgencia si queremos ganar– tras hablar busco el balón, ahora está en posesión de Kriv. –Vamos, pasa ya– le pido, ahora que hemos comenzado a entrenar por llamarlo de alguna manera quiero continuar tocando balón y no hablando.

Antes de poder hacer nada más llega Larkj al que inmediatamente saludo. –Vamos tardón, incorpórate al rondo– le ordeno al último que ha llegado.

- Me refiero a un entrenador decente.

Aclaro ante la controversia mientras salgo del rondo para apoyarme junto a la pared y dejar sitio a Karkj para intentar cazar el balón.

- Si nadie quiere entrenarnos no voy a ser yo quien vaya a llorar nada.

-Rack tiene razón, debemos encontrar a alguien pronto, el Torneo está al caer...

Le paso el balón a Rack.

- Venga ya estamos casi todos, a ponerse las pilas!- digo en general

Por fin todos los chicos están reunidos. Mientras al fondo del campo de futbol de albero donde el equipo hace el rondo los alumnos del instituto van entrando en el edificio para empezar las clases, el alboroto de unos y otros es habitual pronto las zonas de recreo están vacías.

Los nervios y la tensión de los jóvenes futbolistas hacen que uno de los pases del rondo salga desviado para terminar en los pies de un hombre serpiente. Cuando os fijáis bien porta un chándal con los colores negros y morados y el escudo del equipo de futbol del instituto. Su aspecto delgado y su cabello grisáceo delatan su avanzada edad pero con un sutil movimiento con la puntera de su pie a modo de presionar el esférico contra el suelo, el balón avanza unos centímetros para acto seguido volver hacia el pie del hombre serpiente que controla con sutileza la pelota para dejarla en perfecto equilibrio en el puente  del empeine.

Manteniendo la pelota en perfecto equilibrio observar de un vistazo a los cinco.

-Sois los muchachos del club de futbol… Grita desde el otro extremo del campo de futbol. Me esperaba algo más pero veamos que sois capaces de hacer. Concluye dejando caer el balón y emprendiendo una carrera hacia vosotros.

Sonrío ante el reto lanzado por ese lagarto.

- Rack, a la portería. - le digo. Larkj, Quina, a por él. Kriv, conmigo avancemos ligeramente para tener tiempo de reacción.

Por fín alguien se dignaba a aparecer y reclamar el puesto de entrenador, ¿pero estaría a la altura? Sólo podíamos averiguarlo de una manera, por lo que salí directo a meterle presión, pues era el único que podía llegar hasta él.

- ¡LARKJ! ¡Cázalo en cuanto se mueva!

Le espeto al otro medio mientras corro y la idea de que posiblemente no sea ningún patoso entrando a regañadientes en mi cerebro.

Avanzo ligeramente hasta ponerme en una posición que observo bien al contrincante.  Quinat ya ha salido disparado a por él.

- Concentración equipo! Que no pase!- grito a los medios

Me espero observando atentamente como se desarrolla el encuentro.