Partida Rol por web

Lo siento, yo no puedo llevarte - dice Misha - No puedo cruzar ese charco de ácido, pero sí puedo buscar quien te lleve.

El Gurahl lanza un rugido y al poco tiempo una de las quimeras se acerca con curiosidad. Su aspecto es el un unicorno con melena multicolor y brillantes alas de mariposa. Misha intercambia unos gruñidos con ella antes de volverse hacia Sharon.

Está dispuesto a llevarte con el Margrave Konietzko. Dice que no será difícil de encontrar porque es un Garou muy... ¿Otoñal? Algo así. Yo intentaré distraer a las Perdiciones desde aquí, pero tendrás que ayudarle para que no os derriben...

Con un poderoso salto Ithan se encarama sobre la Perdición y la obliga a desviarse alejándola del margrave. El espíritu lanza un chirrido de rabia cuando el Anciano Garou se transforma en un rayo y sale volando hacia arriba. Las mandíbulas de la Perdición empiezan entonces a hacer un estruendoso chirrido, como uñas rascando en una pizarra pero mil veces peor. El sonido es enervante e Ithan se encuentra rechinando los dientes antes de darse cuenta...

La Coyote esperaba que el viaje a través del Puente Lunar distrajera a Vigía de esa pregunta - Me cambió, Vigía. Me concedió el don de la Rabia ¿Te lo puedes creer? ¡Una Nuwisha Rabiosa! Por supuesto, también me hizo vulnerable a la plata, así que eso explica que me sienta enferma estando cerca de ese fetiche.

Sokhta ha hecho eso en alguna ocasión - comentan las Lunas - No eres la primera.

¡Pues menuda gracia! - bufa la Nuwisha - ¿Cómo se supone que voy a...? Ni siquiera sé cómo preguntarlo. Quiero decir, llevo años viendo a los Garou hacer el imbécil llevados por su Rabia. Siempre cabreados, sin ningún sentido del humor y embistiendo contra cualquiera que os mire mal ¿Cómo se controla esto?...

En eso que me encontraba revoloteando esquivando los ataques de aquel gusano gigantesco y al ver a muchos corax,compañeros de armas caer delante de mí quería acercarme para acabar con todo,cuando de repente escucho una voz conocida para mí,resulta que la misma es de aquella perdición que pensé haber acabado con ella en el reino onírico pero por lo que veía no paso así.

Al tomarme por sorpresa me agarro,por lo que yo comienzo a intentar escapar de su agarre,por lo que decía para distraerlo:

-¿Que pasa?,¿acaso me extrañaste tanto que me vienes a dar un abrazo?,disculpa pero ya tengo otra amante.

sigo forcejeando para escapar de el y dejarlo caer al suelo,una vez que lo hiciera comenzaría a analizarlo para acabar con el.

El Theurge atendió a las palabras de la coyote con atención.

"Ahora más que nunca debemos estar unidos, Tayen, y una vía para conseguir la unión es conocer y comprender al prójimo. Sus virtudes, sus defectos, sus motivaciones... Ponernos en el lugar de nuestros hermanos, vamos. Creo que la voluntad de Selene al obrar en ti este cambio ha sido esa."

La coyote miraba dubitativa al Crinos mientras este proseguía con su explicación.

"Ahora sabes lo que sentimos los Hijos de Lobo y, por lo tanto, nos conoces mejor. Eso hace que estemos más unidos y que nuestro poder ante la adversidad sea mayor. Además, son tiempos de guerra y todos debemos ser guerreros. La Rabia te ayudará a canalizar y a maximizar todo lo bueno que puedas aportar en la batalla. Ya verás, hermana."

Vigía-del-Alma apoyó a Lunas Gemelas en el suelo mientras seguía hablando.

"Yo también sentí cambios después de lo ocurrido en el reino lunar. Ahora noto... siento que... - el Uktena guardó silencio durante unos segundos mientras buscaba las palabras adecuadas - Como tú, me encuentro más cercano al mundo que me rodea, en concreto, al plano espiritual y me siento con la entereza suficiente para tratar con los entes que lo pueblan con más determinación."

El Theurge alzó la vista al cielo y miró a la esplendorosa y recién formada luna.

"¡Gracias Selene por todos tus regalos!"

Y dichas esas palabras, con el corazón henchido por el júbilo, Vigía-del-Alma volvió a concentrarse en el Puente Lunar.

La Perdición lanza a Ícaro contra el suelo rompiendo huesos y provocando un terrible dolor. Sin embargo ha evitado lanzarlo contra el charco de ácido, señal de que quiere torturar mucho más al Corax antes de acabar con él (1)

¿Duele, pajarito? - se burla la Perdición - Pues ésto es solo el comien... ¡AGH!

Una luz roja, verde y dorada baña a la Perdición cubriéndola de una ligera capa de piedra que la deja paralizada. Un ala de Ícaro cruje cuando sus huesos se alinean y vuelven a unirse. Una zarpa Garou recoge el cuerpo roto de Ícaro del suelo y se interna entre los árboles. Cuando el cuerpo de Ícaro ha sanado por completo se zafa del agarre del Garou, que resulta ser Clarence Bodicker. En su mano porta una cabeza de mujer con cabellos de serpientes que mira con ferocidad a su alrededor.

Maldición, menudo bicho - gruñe el Garou. Pone la cabeza delante de Ícaro - No sé cómo demonios me dejé convencer para hacer esto, pero por mi parte estamos en paz. Más te vale que lo cuides: el Reino Legendario ya no existe y si este fetiche se pierde o es destruido no se podrá crear otro igual. De ti depende convertirlo en legendario.

Si bien sabía por experiencia que mi cuerpo en forma de crinos o de corvido como estaba ahora se recupera y se regenera mas rápido de lo que lo haría en mi forma hominida,eso no significaba que dejaba de sentir el dolor tanto por los huesos rotos como por la regeneración de los mismos. al ver que se trataba de aquel garou que ayude en Detroit sonreí lo mejor posible para luego decir en graznidos lo mas humanos posibles:

-Gracias...Tu...ayudar...mucho....irte.

Lo que en realidad quería decir era ¨muchas gracias por la ayuda ahora puedes irte,comprendí el mensaje.

Ahora que tenía conmigo este Fetiche legendario,tendría que darle un muy buen uso,solo necesitaría a Pegaso y convertirme en hominido de nuevo....entonces recordé que gracias a Fénix todos los Incarnas están conectados mentalmente en estos momentos con nosotros por lo que dije mentalmente ¨Oh gran avatar de los caballos alados,oh poderoso Pegaso patrón de las mujeres griegas,si estas aquí en este campo de batalla tengo que pedirte y te suplico que escuches mi llamado mental...lo que voy a decirte puede cambiar enteramente el rumbo de esta guerra,si te encuentras responde a este humilde hijo de Apolo que pide que le oigas¨

Sigo sin ver nada nuevo. ¿Posteo? que pongo?

Adalid no pierde tiempo. No sabe si Cluithi se ha emborrachado de poder o este era su plan desde un inicio. Pero Adalid no puede permitir que destruya a Lobo, ni que continúe con su desquiciado intento por entrar en el último túmulo.

Adalid no se considera el Avatar de nada. Él es un mero instrumento, y sabe que el equilibrio es el objetivo. Si eso lo convierte o no en un avatar de algo no es de su incumbencia.

Toma la lanza, avanza rápido, mientras cambia a su forma de batalla; clavando garras y las afiladas hojas para mantenerse sobre la enorme cabeza del gusano. Deja que el poder de los Colmillos lo consuma, puede sentir como su esencia misma es usada como madera para el fuego de la lanza. Arremete contra Cluithi. Sobran las palabras. No se van a convencer el uno al otro con palabras.

La horda de ratas sigue a "Mordisco-Venenoso" a la busca y captura del segundo enemigo. La Ratkin ni siquiera necesita decirles que se mantengan ocultas: las ratas se mueven sigilosamente por instinto ya sean Parientes o más Ratkin. Mordisco no ha sido la única en emprender esa búsqueda: Cuervo, Halcón y otros tótemss menos inclinados a la guerra también han salido en una dirección distinta al grupo de ataque principal, por lo que sólo tiene que seguirlos.

El camino es largo y lleva a las ratas más allá de los límites del túmulo. Horas más tarde las ratas que van en cabeza vuelven chirriando algo sobre un enjambre de arañas que están envolviendo todo en un grueso manto de telaraña...

La batalla sobre el mar no tarda en volverse aún más encarnizada cuando los defensores del túmulo se unen a la carnicería que han organizado entre los engendros del Wyrm y los de la Tejedora. Y todo se vuelve aún más caótico cuando empiezan a aparecer varios cardúmenes de Rokea acompañados de tiburones gigantescos que en ocasiones llegan a medir lo mismo que los barcos más pequeños.

Pero Cuervo y los demás Corax dirigen su atención a la búsqueda del verdadero enemigo. Kaylie se ve obligada a descender mucho más de lo que a ella le gustaría, acercándose peligrosamente a la zona por la que vuelan las balas y los combates aéreos son más encarnizados. Al menos Kaylie cuenta con la ventaja de haber visto cómo era el barco en la que viajaba la reencarnación de Diderot.

El enorme portaaviones es un infierno de chillidos, aullidos, disparos y criaturas de aspecto monstruoso luchando unas contra otras. Kaylie hace una pasada por el puente de mando pero su objetivo no está ahí. Además, parece que el barco está perdiendo combustible por la proa y...

No es combustible.

Arañas. Millares de ellas, de un tamaño demasiado pequeño como para verlas desde el aire, avanzan rápidamente sobre el agua como si esta fuera sólida, alejándose del combate y acercándose a la costa...

Si el Morador del cristal responde algo a Ícaro, éste no llega a escucharlo en su premura por volver al combate. No tarda en divisar al Incarna Pegaso luchando contra hordas de Perdiciones, que caen aplastadas por sus cascos o acribilladas por las afiladísimas plumas que dispara desde sus alas. La batalla es demasiado intensa como para que Ícaro pueda acercarse siquiera, y menos lastrado con el peso de la Cabeza de Medusa. Sin embargo, no le hace falta: espíritus servidores de Pegaso, versiones más pequeñas del Incarna, también están peleando contra Perdiciones a cada cual más horrible y repugnante.

¿A dónde vas, Pajarito? - grita la Perdición - ¡Aún no hemos terminado de bailar! ¡Quiero oír tus huesos romperse otra vez! ¡Mil veces! ¡HASTA QUE ME SUPLIQUES MORIR!...

Las púas de la cola de Adalid se desprenden dejando solamente las duras escamas, pero la reacción de los Colmillos ante el sacrificio del Mokolé transforma el fetiche en una abrasadora tormenta de muerte. Las llamas forman una corona rojo-dorada en torno a la doble hoja. Aunque él no siente calor, la piel de Yoggnemnigmon se agrieta y se cae en grandes pedazos carbonizados sólo con la proximidad de las llamas. Espoleado por su rabia y la de los Colmillos Adalid corre sobre la cabeza del monstruo para descargar un terrible tajo sobre Cluithi.

¡MALDITO! - aunque Cluithi consigue detener el ataque de Adalid con su gran klaive la fuerza del fetiche consume al instante a la Perdición que la alimenta y convierte su arma en un montón de plata derretida. Cluithi intenta contraatacar con un zarpazo pero un giro de la cabeza de Yoggnemnigmon hace salir a Adalid rodando hacia atrás lejos del Garou.

¡TE VOY A HACER PEDAZOS! - La garganta de Cluithi se hincha de forma grotesca antes de que el Danzante vomite un chorro de llamas verdes que no llegan a darle porque se pierden en un túnel de luz plateada que acaba de abrirse justo entre Adalid y el Danzante...

El Puente Lunar se abre justo sobre la cabeza del titánico Wyrm. Justo en el momento en el que Tayen y Vigía salen del túnel un chorro de llamas verdes es absorbido por el puente y se pierde en la distancia.

Joder, qué asco - protestan las Lunas.

La escena no podría resultar más confusa: por un lado hay un enorme Mokolé en su forma de combate portando una lanza de luz doble envuelta en llamas demasiado brillantes como para mirarlas directamente. Al otro lado se encuentra el gigantesco Garou llamado Cluithi con las manos y los ojos emanando el mismo fuego verde que se ha tragado el Puente. Y en el centro el la Nuwisha Tayen y el Garou Vigía, que lleva en sus manos una doble guadaña hecha de plata. El "suelo" está cubierto de surcos de piel socarrada del gusano, resultado de la cercanía de la lanza dorada.

¡Colmillos de Helios! - exclaman las Lunas Gemelas desde la mano de Vigía.

¡Apartaos, Lunas gemelas! - responden los Colmillos - Lo que tenemos contra ese Danzante es algo personal.

El sonoro aullido de Cluithi interrumpe la conversación entre ambos fetiches: docenas de Perdiciones se abalanzan sobre Adalid, Vigía y Tayen interponiéndose entre ellos y el Danzante...

Ahora sabía lo que sentía el avión que portaba la bomba atómica hacia Hiroshima dado que la cabeza de medusa pesaba mucho aún así hacia todo lo posible para esquivar mientras seguía volando fue entonces cuando la psicomaquia que pensé que había quedado petrificada por la eternidad de nuevo se movía como si el poder de medusa no le afectara...por eso cuando escuche su voz notaba que me estaba persiguiendo pero a diferencia de como lo hacía antes esta lo hacía desde la tierra.

Por lo que cuando decidió dar el gran salto con su enorme cuerpo,tenía que esquivarlo no fuera ser que nuevamente me viese aplastado y tirado al piso.

Por lo que nuevamente y aún con el peso extra iba a demostrarle a esta cosa porque entre los míos soy considerado un as aéreo.

Si lograba escapar de aquella psicomaquia le diría en graznidos:

-Lo siento no tengo tiempo para ti,tu baile ya acabo ahora tengo un enemigo mas grande del cual ocuparme,y no te preocupes, te perdono eras un espíritu al servicio de GAIA que se corrompió,busca dentro de ti y veras que nuestra madre te perdonara si te perdonas a ti mismo.

Dicho esto me aleje cada vez mas y mas hasta llegar a los avatars menores de Pegaso y decir mentalmente:

-Por lo que escuche en algunas legendas en la Umbra se que Pegaso odio a Perseo por haberlo cabalgado sin su permiso,es por tanto oh hijos del gran pegaso que solicito volver a realizar dicha hazaña o con vuestro padre o con alguno de ustedes,dado que conmigo tengo la cabeza de medusa para revertir la situación actual en el campo de batalla.

Si llegaban a aceptar de nuevo haría un llamado mental para agregar:

-A todos los Incarnas presentes,sus hijos y mis hermanos y primos feras presentes tengo en mi poder un arma que puede cambiar el rumbo de esta guerra del Apocalipsis,pero lo que haré con ella pide un gran sacrificio de este fetiche,es por eso que os pido humildemente como hijo de Helios, y también hijo de Apolo, que me den un poco de su gnosis,solo un poco,para luego que se alejen del campo de batalla en una retirada estratégica,a menos que quieran ingresar en el rango del poder de este gran fetiche.....os lo pido.....os lo ruego....será la única cosa que les pediré a todos,porque luego de esto tengo un plan para acabar con la guerra de una vez por todas.

Esperaba que mis palabras mentales fuesen retransmitidas a todos los feras e incarnas en el campo de batalla y que tocaran el corazón de todos ellos,porque después de esto,iría a enfrentarme solo contra el Wyrm,buscar dentro de el al Wyrm original y hacerlo salir para que el equilibrio vuelva una vez mas a restablecerse aún a costa de mi vida.

Doy un largo suspiro, no me gusta la idea de tener que dejar a los heridos pero , mi instinto me dicta que debo ir . antes las palabras de Misha solo asiento y agradezco 

-Muchas gracias- digo y son mayor preambulo me monto en aquel magnifico ser-

Busco con la mirada a el garou , rezo mentalmente a madre para que todo esto acabe pronto , debo ser valiente , por mi familia , como puedo guio a la quimera , espero ahora solo que el magrave me haga caso y no ignore las palabras que le dire 

El espectáculo bajo ellos era sorprendente y al mismo tiempo aterrador. El fuego amigo y enemigo dejaba trazas en ambos ejercitos, y era dificil realmente saber cual sería el final. Pero era eso exactamente lo que los tenía cegados a todos sobre el verdadero peligro...

La incursión se estaba haciendo más peligrosa, pero Kaylie trataba de concentrarse en dar con lo que había logrado ver. Se sintió algo frustrada al no ver al ahora capitán Diderot en el barco, pero fue entonces cuando captó aquel movimiento.

-¡Arañas! ¡Cuervo, hermanos, allá abajo hay arañas! ¡Se dirigen al túmulo!- Comenzó a graznar con fuerza, planeando en círculos, intentando llamar la atención de todo el que pudiera oirla.

Vigía-del-Alma aterrizó en la piel del gusano y, al instante, la mayor de las repugnancias le recorrió el cuerpo al sentir bajo sus patas el tacto correoso e impío del gargantuesco ser. El Uktena tardó unos segundos en reponerse a lo inesperado de la situación. Fueron los ojos desbordantes de corrupción del gigantesco lobo que tenía ante él y la multitud de perdiciones que se abalanzaban sobre ellos lo que le devolvió a la acuciante realidad.

"Así que ese tal Cluithi es... eso."

Giró la cabeza y buscó la atención de Tayen y el Mokolé, un enorme reptil que reconoció como hermano de batalla y que, junto a su arma fetiche, exigía enfrentarse en exclusiva al lobo corrupto.

"Todo tuyo, pero antes necesito que me cubráis mientras intento algo."

Consciente de lo decantada que se encontraba la balanza en la contienda y dispuesto a buscar la ayuda necesaria para salir victoriosos de ella, el Theurge descendió por el cuerpo irregular del gusano y buscó un lugar donde poder concentrarse.

"Lunas-Gemelas, del mismo modo que hiciste cuando solicitamos audiencia con Helios en su hogar, necesito que abras un portal hacia el Reino de la Atrocidad. Quizás haya allí alguien que ya por fin quiera redimirse de sus afrentas y nos pueda ofrecer su ayuda."

La Perdición aúlla de rabia cuando la menuda forma de Ícaro se escurre entre sus zarpas. La negativa del Corax a pelearse con ella le provoca más dolor y sufriemiento que todos los intentos del Corax por agredirla.

¿QUE TÚ ME PERDONAS? - brama la Perdición - ¡No eras NADA hasta que yo te encontré! ¡Una medianía a la que nadie tenía en cuenta! Fue gracias a mí que conseguiste liberar a Detroit del barco de Cluithi. Ese nuevo juguete no te va a servir de nada ¡En todo caso lo recordarán a él y no a ti, pedazo de idiota! ¡Bueno para nada! ¡INÚTIL!

El gaflino de Pegaso al que Ícaro se acerca no tiene paciencia para escuchar las provocaciones de la Perdición. Con un batir de sus alas genera un poderoso tornado. La Perdición chilla cuando las poderosas ráfagas de viento la hacen girar en el aire antes de arrojarla violentamente contra el suelo.

Volverá - dice el pegaso - Pero de momento nos hemos librado de ella - El espíritu vuela junto a Ícaro, moviendo las alas y las patas como si estuviera trotando por el aire - Así que aquí acabó la única Medusa que se salvó del Reino Legendario. Dime, hijo del Cuervo ¿qué planeas hacer con ella?...