Partida Rol por web

Una de las muchachas se dirige  a vosotras mientras os sonríe, con cierta resignación y pena.

-Perdonar... Greta es muy exigente, y no nos deja intimar con las recién llegadas.- Luego mira a su otra compañera mientras dice- De hecho, muchas de vosotras puede que mañana no estéis por aquí.

-!Gyda! -riñe la otra muchacha mas mayor-! No digas eso. Solo porque la ultima vez dos murieran en el entrenamiento no tiene porque pasar a todas!

Varia, se acerca a vosotras y en tono mas confidencial os comenta algo.

- Si, os exhibirán en público pero para eso antes tenéis que estar presentables y fuertes. El amo Balbo nunca dejaría que os vieran si no estáis  en condiciones. Ahora dentro de un rato, cuando estéis completamente limpias habrá que rasuraros. - Mira a las mujeres mas Barbaras. Normalmente el rasuramiento, a ellas, les era algo extravagante y nada necesario.- Intentaremos que duela lo menos posible... os lo prometo.

¿Morir? ¿Entrenamiento? ¡Por Odín! ¿De qué estaban hablando? ¿Dónde nos habían traido?

Miré con curiosidad y sorpresa a las dos jóvenes. No entiendo... Exactamente, ¿para que nos han comprado y traido aquí? Pregunté sacando bien la cabeza del agua y permaneciendo quieta en ella. Y rasurar...

Al cerdo de Rufus le gustaba que yo estuviese siempre rasurada, no era algo nuevo para mi. Tenía todas las pistas y detalles ante mis ojos, pero supongo que no quería ver la realidad o simplemente no me lo creía y por eso debía preguntar. Esperé aquella respuesta atenta, mirando a ambas jóvenes.

Haribrig aguantaba en silencio todo el proceso de limpieza, tampoco era su primera vez, aunque si le resultó extraño lo de los entrenamientos. ¿Que era aquello?. De todas maneras, daba igual, otro cometido nuevo, un dia menos para salir del yugo romano.

[Germánico]

-Que mas dá, ya nos enteraremos- Comentó a Nerva en voz baja

Varia mira con dulzura a varias de vosotras, y después a su amiga Gyda, sin saber bien que contestar.

- El amo Balbo os lo contara. Solo os pido, que obedezcáis a los celadores, sobre todo a Vara. Tiene muy mal genio.- Dice la chica temerosa, mirando detrás suya esperando encontar algo indeseado.

La diferencia entre los baños que se daba como romana y aquella cloaca era inconmensurable. De sales de baño, perfume, agua cálida y la tranquilidad de la soledad e intimidad, a eso, mal oliente, con todas las demás mujeres por ahí.
Suspiró y se pasó como pudo agua por encima, tratando de eliminar los restos de miseria. Quería estar limpia, mucho más si iba a morir... Y como no tenía la certeza de vivir un día más, prefería gozar al menos ese de lo miserable que fuera ese baño. Porque, a pesar de sus condiciones, era una joya.
Sobre el hecho de que tuvieran que rasurarse... No le preocupaba en absoluto, pues ella acostumbraba hacerlo... Solo que su depilación era a base de cera, no de vulgares cuchillas... Pero mantenía la misma idea que con los baños: era lo que había...
Miró melancólica hacia la nada, imitando gestos de hombres ya muertos, cercanos a ella: puso las manos en horizontal sobre el margen de la piscina y dejó descansar la cabeza sobre el borde, con el rostro clavado en algún punto del techo.
-¿Oísteis? Vamos a morir todas...-soltó en galo, bufando después.
Bajó la vista y se pasó con una mano agua por el cuerpo, para calentar su piel de nuevo.
-Y todo se irá como un mal sueño, y despertaremos en la infinidad del universo, estrelladas nuestras almas contra la bóveda celeste. Y ya no habrá dolor...-continuó en un latín solemne y majestuoso, casi de culto, mientras cerraba los ojos y se relajaba.-Y ya no seremos personas, ni esclavos, ni bárbaros ni romanos, sino nada. La nada. Nihil pulchrius est.
¿Acaso hablaba en realidad para ellas? ¿O era solo una reflexión? Tantos dioses para al fin resultar ser que el verdadero era un hombre, como todos, y a la vez más allá. ¿Serían ellas al morir así?¿Se les recibiría en el Cielo? Gustaba de creer en eso. Y tuvo tiempo de profundizar en su fe en el viaje y en su penitencia, junto a recuerdos que le servían de motor. ¿Y si aceptaba matar? Su meta en la vida ya era hacerlo, vengarse. ¿Acaso era entonces mala? Si ya no se le dejaría en el Cielo, juró llorar infinidas de lágrimas ante sus puertas hasta crear un río que lo rodeara, para que pidieran permiso a ella los atormentados para entrar, y para que los rechazados pudieran volver a alguien...

" Me parece amiga rubia que nos han traído aquí como gladiadoas de su arena, yo pensaba que eso solo se lo permitían a los hombres ... no se si me agrade su 'distinción' ... supongo que realmente a ellos eso no les importaría en lo más mínimo, pero me parece que no hay razones para ser tan negativa ... romana, como ha dicho ... Varia solo unas cuantas no han podido soportar el entrenamiento ... seguramente estaban menos capacitadas que nosotras ...pero eso quiere decir que posiblemente algunas de nosotras sobrevivamos los entrenamientos para participar en la arena ... para placer del público y honor de los dioses, quienes nos depararan un lugar en los Campos Elíseos si morimos con honor "

Dijo en latín la mujer aparentemente enardecida, aunque en realidad con bastante mas miedo del que quería permitirse transmitir a los demás

Escuché a aquella mujer y su extraño y perturbador relato hacia la muerte. O al menos asi lo interprete yo. Una nueva voz surgió del agua.
Me giré con celeridad hacia la mujer que dijo mi nombre. ¿Cómo lo sabía?¿Se refería a mi o había otra Nerva con nosotras? No le di mayor importancia, quizás lo dije en algún momento en el viaje, mientras trataba de mantener la cordura.
Por la explicación que dio aquella mujer, entendí que se refería a mi y respondía a mi pregunta.
Gladiadoras..repetí tras sus palabras. No me había equivocado pero me costaba creerlo, aun viniendo de boca ajena. P-pero... Yo no se pelear... Ni empuñar un arma siquiera. Mire a las esclavas que nos acompañaban recordando su comentario sobre las muertas en el entrenamiento.
Soy esclava, nací en Roma, descendiente de esclavos germanos. Pero desde el primer día se me instruyó para servir a mi amo. No para coger un arma y saber usarla. Comenté a modo de queja, como si realmente sirviese de algo.
Me recoste nuevamente. Si era mi ultimo baño antes de encontrarme con mi señor Odin, quería disfrutarlo.
Si caigo que sea con valor y luchando. Odin no quiere cobardes y débiles a su lado.

Miro detenidamente desde el agua ala chicas. ¿Gladiadoras? No era muy distinto a lo que hacia ya en las tabernas de  los bajos fondos.

- ¿Y que diferencia hay? Ser escavo o ser un gladiador. ¡Yo nací libre!. Para los que nacisteis en cautividad os parecerá duro, mas no conocéis otra vida. Para los que sabemos lo que eso significa, que nos conviertan en esclavo es mucho mas duro. En mi caso, me obligaron a pelear... noche tras noche. Por un puñado de denarios. - Me levanto de las aguas y me giro, dejando ver algunas de mis cicatrices en la espalda y en el abdomen.- Yo se que no saldré de aquí. Este es el final de mi viaje.. de mi vida. Sea gladiadora o sea esclava. Moriré en la arena.
 

Alzo la cabeza al escuchar una nueva voz, con un acento distinto y casi nuevo para mi. Enseguida veo a la mujer negra como el carbón y alta como un árbol, quejándose de que su vida ha sido más dura que la nuestra por nacer libre y ser cautiva.
Salió del agua para mostrarnos sus marcas de su cruel vida.
¿Realmente piensas que nacer siendo esclava es in beneficio? Te inculcan como tratar a tus amos, pero la primera vez que te humillan duele y quieres responder y no puedes. Luego creces y un día te encuentras dándote un baño con aguas con olor a rosas. Luego descubres que es eso de rasurar. Te perfuman y visten como una ama. Con trece años te sientes... Feliz e ilusionada. Luego cae la noche y te llevan con tu amo. Un hombre rechoncho, feo y calvo. Primero te dice cosas bonitas que te sonrojan. Luego sus gordos dedos tratan de apoderarse de tu piel. Te resistes... Y empiezan los golpes, los latigazos. Tardas, pero aprendes a ceder. Sabes que será un rato y cierras los ojos y no piensas en ello. Y así día tras día. Y cuando crees que eso es lo peor, descubres que no... Que hay más. Que eres suya y de ningún otro. Si te ve sonreir a alguien acabarás siendo azotada y golpeada nuevamente. Si te retrasas en esos días... Nueva paliza, hasta que la sangre brote por tu entrepierna y la nueva vida que iba a crecer en tu interior, se pierda en esa brutal paliza. Y pasan los años y tu amo envejece más y más. Y cada día es más asqueroso, más gordo y su minúsculo miembro ya no funciona. Otra buena razón para golpearte una y otra vez cada noche. Pero sí, tienes razón. Tu vida sin duda ha sido peor que la mía. Porque tu eras libre y yo nací esclava. respondí a aquella mujer. No me costó demasiado contar mi vida de esa manera. Total, mi último día en esta maldita tierra y en este condenado mundo. Podía permitirme ese lujo, decir lo que quisiera. Era lo único bueno de aquello... Y el baño.. Me recoste de nuevo y busqué relajarme nuevamente.

Miró a la esclava negra cómo fardaba de sus cicatrices, y luego a la otra cómo la sermoneaba. Giró la cabeza en su dirección mientras se pasaba una mano por el pelo. Iba a aceptar aquello como una distracción, como una diversión.
-¿Oh?¿Luchabas?¡Qué mono!-comenzó hacia la negra. Siendo que tenían una altura parecida (aunque Fanah estuviera más fibrada), tampoco se iba a asustar ni dejar que la intimidase.-Yo maté a dos jinetes. Équites. A caballo, soldados, nobles, romanos. Tuve suerte, habrán pensado que no les podría hacer daño... Pero aún así... ¿Libre?-bufó, tratando de ocultar su diversión y su sonrisa.
-Cunnus,-su latín se volvió vulgar por un tiempo, mientras se dirigía a las dos mujeres y tras blasfemar- si vais a martirizaros, hacedlo bien. Vaya, una tiene cicatrices y otra ha sido pegada por un amo. Bien. ¡Adivinad qué! En algún lugar del mundo más allá de Roma y de vosotros bárbaros, habrá hombres y mujeres que lo pasen mil veces peor. Yo también sufrí y no me véis llorando. La única forma de hacer algo es luchando, no sentándose a lamentarse. Ya tuvimos el carruaje para llorar y enterrar nuestros muertos y pésames y duelo. Ya tuvimos toda una vida para acumular penas. ¿Esto? ¡Esto es salvación! La posibilidad de vivir, o de morir. De vencer y superar al dolor del que tanta tragedia hacéis, o de perecer y no volverlo a sentir jamás...

Se llevó la mano a la frente. Muy bien, acababan de resucitar, casi, y ya iban quejándose. Quizá era ella la defectuosa, por ser estoica y calmada. La verdad era que prefería mantener sus nervios y su furia para la arena y, más aún, para algunos hombres a quienes tenía que ajusticiar. Las demás podían hacer lo que quisieran, no era de su incumbencia. Pero quejarse de semejante oportunidad le parecía ridículo. Tenían la posibilidad de ser fuertes, de cumplir sus sueños, y lo veían así... De nuevo, le vino a la mente que quizá era ella la que estaba "mal"...
¿Qué se le iba a hacer?
-Jaaaay....-jadeó, vocalizando, para si misma, volviendo a la postura original.-Más le vale al Cielo recibirme cuando sus ángeles desciendan sobre mí... Haré que graben a fuego en una piedra delante de mi choza celestial "aquí yace Titania, la gladiadora gala, romana y cristiana"...Pfej...-se rió al final, entre un bufo y un cuchicheo leve. Cerró los ojos y se metió más a fondo, agradeciendo que pudiera estar en agua. Ya se había vuelto inmutable ante el olor y lo que usaran para el pelo, y sólo existía ya el agua.

Luego de lavarme solo me quedaba jugar con la tibia agua.

Nunca habia visto un pozo como aquel y mucho menos de agua caliente. Aun acostumbrandome a la nueva vida que tendriamos escuche como un grupo de mujeres conversaban en torno a ellas en una lengua que no entendia.

Me senti muy sola.

Gyda parecia alguien con quien poder hablar y al menos habia dos mujeres mas del norte pero no parecian tener ganas de entablar una conversacion asi que me quede sola en una esquina tratando de entender de que estaban hablando.

Haribrig escuchaba las charlas sin sentido de unas y otras. Gladiadoras...así que eso era, todo dejaba de importar ya, solo quedaba matar y morir, y parecía que aquellas idiotas no se habían enterado, las palabras carecían de valor, únicamente el entrenamiento y la suerte eran los condicionantes de seguir un dia más viva.

-Dejadlo ya, ¿Que importa? centraos en los entrenamientos y en matar antes de morir-

Para Haribrig:

Una de las otras mujeres habia hablado y le habia entendido, estaba sorprendida y me aventure a conocerla.

- Eres celta, dige en gaelico.

Le sonrei y me acerque a ella.

- Me llamo Ejra.

Aunque algo nerviosa, esperaba poder socializar con alguien.
 

Mirza miraba a un lado y otro, entendia a algunas a otras no. Ella era Romana y aunque en su trato con esclavos de otros lugares entendia algunas palabras de otros idiomas no conocia tanto como para entenderlas a todas.

- Aquella mujer, mientras me depilaba... me dijo que habia otros modos de sobrevivir. No dijo cuales, puede que tuviera miedo de hablar.- comento con calma.- Me llamo Mirza y soy esclava de nacimiento. No he conocido eso que llamais libertad, puede que por eso para mi sea más sencillo asumir el lugar que me corresponde en esta vida. Este es nuestro destino, nos guste o no, si tratamos de escapar nos mataran... o algo peor.

- Despues de todo esto no es tan malo. Me han dicho que a las gladiadoras no las tocan los hombres... y vamos a aprender a luchar. Algunas nunca hemos cogido una espada y se que el entrenamiento sera duro pero creo que todas hemos pasado por cosas peores que esto. Podremos sobrevivir si cuidamos unas de otras....- sugirio.

Tras escuchar a varias de las mujeres quejarse de su situación mientras que avanzaba en su propio baño personal le permitió a la mujer griega entender que aunque ninguna de ellas era su enemigo serían rivales muy duras en la arena, de manera que por el momento se guardo para ella misma su propio drama personal y en lugar de ello dijo en voz alta para atraer su atención:

" Hola a todas, yo me llamo Elektra y nunca había sido esclava en mi vida, pero ahora lo importante es sobrevivir y para ello tal vez sea útil en ocasiones actuar en equipo. Osea que digiriendo la información que han dicho la mujer negra y Titania tienen cierta experiencia en batalla, Mirza y la otra esclava latina rubia no tiene experiencia, las otras parecen un poco mas tímidas pero entenderán que si dependiera solamente de nosotras bastaría con que las que tienen mayo habilidad en combate aprovechan sus ventaja contra las que no para sobrevivir un poco mas ... antes de ser asesinadas en la arena por otras mejores o con una buena oportunidad "

La mujer continuo hablando en latín vulgar, esforzándose por darse a entender con su claro acento espartano y al mismo tiempo bajando el tono de voz para no llamar demasiado la atención de los guardias por mas tiempo:

" Solo que me parece que si queremos ... hacerlo por mas tiempo hasta que podamos encontrar una manera de escapar de aquí o asentarnos como gladiadoras debemos formar algún tipo de grupo unido, de esa manera he visto que se apoyan y fortalecen los hombres de mi querida Esparta cuando van a la batalla, lo hacen unidos, pero tratando de equilibrar sus habilidades en el campo de batalla para poder apoyarse el mayor tiempo posible como una unidad, en nuestro caso podríamos hacerlo para ayudarnos contra las otras gladiadoras mas experimentadas que nosotras "

[En latín]

-No entiendo tu lengua, no sé que quieres decirme- Por como hablaba supuso que Ejra era su nombre, así que se presentó

-Melaria, de germania, del pueblo de los suevos- Dijo todo esto con un tono frio, no quería entablar amistad con ninguna de ellas.

-Puede que mañana tengamos que matarnos la una a la otra, así que si quieres hablar, no hay problema, pero no pretendas ser mi amiga- No sintió para nada ese tono cortante, pero tampoco quería ser una maldita zorra, así que por hablar, no se iba a morir nadie.

- Melaria, repeti sin mayor animo.

Dado a que no habia entendido nada mas de lo que habia dicho supose que al menos ese era su nombre. Adeams su actitud cortante no dejaba pie para mayores intentos aunque no no entendiesemos.

- Ejra, repeti señalandome y me di la vuelta para salir del pozo de agua en donde estaba.

Si bien ya estaba limpia no veia mayor razon de permanecer alli. Gyda habia dicho algo acerca depilarnos que tampoco tenia idea de que era eso. Asi que me seque el cuerpo con el primer trapo que encontre y me sente viendo a las demas dentro del pozo.