Partida Rol por web

Gladiatrix

Cap 2. El primer combate

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22/07/2016, 23:52
Fanah Dahl

Tan solo esperaba que fuera una broma. NO estabamos listas para pelear.

Solo habíamos corrido por el ludus como locas y algunas flexiones. Día tras día. Algunas no sabían luchar mas que cazar en los bosques o huir de los romanos.

Yo, lamentablemente, si sabía luchar. Pero no les daría ese gusto. Tendían que arrojarme a la arena si querían que luchara.

- Tiradas (1)

Motivo: salir a la arena

Tirada: 1d10

Resultado: 7

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22/07/2016, 23:55
Titania
- Tiradas (1)

Motivo: salir a la arena

Tirada: 1d10

Resultado: 5

Notas de juego

Master: Tiro por Titania

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22/07/2016, 23:55
Amaia
- Tiradas (1)

Motivo: salir a la arena

Tirada: 1d10

Resultado: 8

Notas de juego

Master: Tiro por Amaia

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26/07/2016, 20:33
Titania

En cuanto llegaron los carros, se le heló la sangre en las venas. Cerró los ojos por unos momentos, arrojando a precipicios anímicos sus sentimientos, sus miedos, sus pasiones.  Su persona. Mantuvo con ella sólo furia, instinto y llamas de la venganza. Así fue cómo llegó al carro, buscando sentarse al lado de Nerva.

Así se suponía que seguiría...

Pero no iba a ser así. Su corazón estaba dormido, latiendo lentamente. Se sentía fría, congelada. El pecho dolía y su cabeza recorría recuerdos míseros. Sus dedos se entrelazaban sobre las rodillas, en caótico frenesí. Su mirada estaba anclada al vacío, sumergida en miedo, en emoción lacerante. Su respiración se cortaba constantemente, presa de presión extraña sobre su caja torácica. Era como si el Diablo se abrazaba a ella, tratando de arrastrarla hacia el infierno. ¿Y dónde iba, sino al purgatorio?

Se pasó el camino rezando en latín, en la mente. De vez en cuando alternaba con su idioma natal, sin siquiera darse cuenta. Sólo sabía que iba hacia posible muerte. Que sus músculos estaban tensos, pero se sentía sin fuerza. Que no sabía si podría dar siquiera un paso. Que quería gritar, envalentonarse como los animales y rugir, y ahuyentar a los captores e intimidar al miedo mismo. Como las bestias. Como ellas, que aullaban y gruñían para asustar a sus atacantes... Como ellas, sin conciencia, sin pensamiento, sin sentimientos más allá de sus instintos básicos. 

Pero ella era humana. Terriblemente humana. Y no podía controlar aquello. Deseaba, y rezaba para poder dominarse. Pero no lograba hacerlo. Cuando los carros hubieron parado, ella sintió manos cadavéricas aferrándose a sus tobillos y el infierno abriendo sus fauces para devorarla. Pero no sentía calor.

Hacía calor, y debía estar sudando, y morirse de asco por la temperatura, y querer brisa fresca. Pero todo estaba como cubierto de escarcha, hibernando bajo capas frías de miedo, heraldos de la muerte. 

Su corazón se aceleró y entró en calor en cuanto vio que era una plaza de toros. Había visto aquellas prácticas y las adoraba. Y pensaba que, por muy miserable y diminuta que fuera aquella plaza, y por muy lejos que Titania estuviera de su objetivo, si moría ahí moriría feliz, como aquellos hombres y toros, aquellos bravos luchadores humanos y bestiales. Se santiguó con la lengua en el paladar, y alzó la frente. Su última plegaria celeste la inundó de calor y valor. 

Y con ella, llegó la noticia de que sólo entrarían dos.

Casi que tenía ganas de entrar, de ir y luchar ahí. De ser la primera que pisara esa arena, que blandiese un arma ahí. Elektra se ofreció voluntaria. Nerva no. Nadie más. Sólo Elektra. Y parecía ser que la gladiadora que habían preparado era experta, o al menos mejor preparada... 

Pero... Pero algo tiraba de ella. Sus demonios no le perdonarían si muriese en barro en el entrenamiento, o en el maldito ludus. Ni sus demonios, ni los fallecidos, quienes la acompañaban desde el cielo. 

Se hizo el signo de la cruz con la mano, y dio un paso hacia delante. 

-Yo entraré.

Miró a Elektra, tal vez desafiante, o quizá rogándole que luchara bien. Para que salieran las dos con vida.

Miró a Nerva. Juró muda, con la mirada, que volvería. 

Si lo cumplía, confiaba en que ninguna otra arena la detendría. Si no... Al menos moriría por voluntad propia, luchando.

 

Notas de juego

A ver.... ¿Plaza de toros? Pero... ¿Por dónde andamos? Igual soy ignorante a más no poder, pero es tradición española y de nadie más... Según internet hubo algunas en Gran Bretaña, o Budapest, en Hungría, pero... Eso parece muy reciente, no algo antiguo... Bah, da igual, no le doy más vueltas xd

 

La tercera es Eraw.... *cough* Eirianwen.... ¿Quién será esa gladiadora? D:

No vamos a morir, ¿no? x'D

Edit: ¿Se ven los videos? 

 

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27/07/2016, 13:05
Haribrig

Haribrig miró a Nerva, y esperó a ver quienes eran las elegidas para derramar sangre. Aunque en el fondo a ella misma le apetecía, no iba a ser la estúpida que se presentase voluntaria.

- Tiradas (1)

Motivo: yepa

Tirada: 1d10

Resultado: 2

Notas de juego

un 2 yupi!

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27/07/2016, 14:24
Titania

Notas de juego

Dejad de mirar a Nerva. Es sólo mía. MÍA!

 

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27/07/2016, 18:05
Elektra Papadopulus

      " Que los dioses nos apoyen depende de lo que nosotras hagamos en la arena, pero en caso de ser posible me gustaría que podamos trabajar juntas todo el tiempo posible para sobrevivir juntas o siquiera enfrentarnos hasta el final.  ¿Estas de acuerdo Titania? " 

      Dijo la mujer griega ligeramente nerviosa y con una sonrisa de agradecimiento tras acercase lo mas posible a Titania en su lengua materna y en caso de que la mujer gala no hiciera señas de comprender lo repitió en latín vulgar 

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27/07/2016, 18:27
Titania

-Tus dioses no son el mío, ni está tu sino en mis manos.-contestó en latín culto, sin haber entendido nada de lo que dijo la primera vez. Se extrañaba que aún hablasen otro idioma que no fuera el latín. Ella, desde luego, no iba a hablar en galo con las demás. No la habrían comprendido.

-Me muero de miedo. Me muero de ganas de entrar. Pero no voy a morir ahí dentro. Y si tendré que matar a todas las que entran...-empezó en tono sombrío. Trataba aquello como si fuera lo más fácil del mundo. La verdad era que no creía que pudiera matar a las oponentes. Contaba con que, en medio de la plaza, el instinto de supervivencia la hiciera luchar y se saliese con la suya. Si ya había funcionado antes, ¿por qué no lo iba a hacer entonces?
- Haz lo que quieras.-se encogió de hombros.
Charlar no era lo que necesitaba. Tampoco le habrían servido ánimos ni deseos de suerte ni rezos. Sólo habían dos seres que podían ayudarla: Dios y ella misma.
"Que Su mano guíe la mía." pensó, una reminiscencia de divinidades paganas.

Notas de juego

Quiero luchar ya :3

Nos dejas escoger armas? Ya tengo cinco pensadas que podrian salvarme el pellejo ante cualquier otra... :3

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27/07/2016, 23:48
Vara

Vara miro sonriendo a las muchachas... especialmente a las que se presentaron, voluntarias.

-Vaya, vaya vaya... la "charlatana" y la "rebelde" se presentan voluntarias...umm... Nunca antes nadie se dió tanta prisa por morir - Comenta mientras se acerca a vosotras.

Vara sonríe a Gladius que le mira con su único ojo mientras también sonríe de forma mas pesada como si supiera perfectamente o que va a pasar ahora.

- Saldreis tres. Eso dijo el señor Balbo. Así que... vosotras dos poneros allá, junto a Cativolco. - Dice sonriendoos. Pero léntamente gira la cabeza entre vosotras hasta encontrarse con la mirada perdida de Mirza.- Tu. También saldrás- Dice señalando con la vara a la muchacha rubia. -Pónte con las demas, ¡Vámos! Rápido!

Mientras Vara os separa de las demas en la misma habiatación, las demás mujeres podéis suspirar tranquilas. Pero  pronto Vara hace una señal a Gladius para que os ponga en situación.

Notas de juego

Las plazas de toros, como tal, datan de mucho. En España, como tal, la primera referencia es de 1200 y pico. Pero usar toros en un entorno cerrado, de hecho, era un práctica muy habitual en la cultura greco-latina. Usaban fieras, entre ellas a los toros, para sus juegos en la arena u otros sitios.

La mejor referencia que se me ocurre ahora, asi  de memoria, es el culto de  los griegos al toro como tal. Su sacrificio presagiaba fuerza, segun creo. Acordaos del mito de Minos, El laberinto del Minotauro ;)

Tambien es cierto que dije "plaza de toros" cuando lo que tenia en mente era algo asi, como un espacio cerrado para los toros... NO creo que existieran plazas de toros como las de hoy XD. Culpa mia^^

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28/07/2016, 00:02
Gladius

El hombre se acerca a vosotras tres y se pasea con la mirada perdida entre vosotras, como si le importáseis bien poco.

- Bien mujercitas... lamento tener que deciros que vuestras función aqui no es mas que un aperitivo. El plato fuerte es nuestra mejor gladiadora: Erianwen. Por lo tanto no importa si vivís o morís hoy aquí. Nadie recordará vuestros nombres. Nadie recordará el de la que muera. Pero eso no es lo peor. Si vivís tampoco importa mucho. Lo realmente importante es cómo lo haceis.- Se gira rápidamente para miraros a los ojos y ver vuestras actitud.

Cativolco y Vara, mientras tanto, sacan de los carros junto a Nastasen, un cofre muy pesado y al abrirlo descubrís que esta lleno de armaduras pesadas y armas de combate.

-Si matáis a vuestra contrincante sin dar el espectáculo que la gente quiere... no solo perderán el interes, además haréis quedar mal a Balbo y a nuestro ludus. Espero que entendais mis palabras mas alla de lo que vuestros sucios oidos entiendan. Recordad esto: La última palabra la tiene siempre el Amo que mas dinero tiene. - Despues se gira mirando hacia el exterior y gruñe - Siempre es el que mas dinero tiene... Complacedle, y puede que mañana seais alguien. Morid cono honor, gladiadoras. Eso es todo. Elegid vuestras armas- Dice por último señalando al baúl

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28/07/2016, 01:41
Titania

"Rebelde". ¿Rebelde? ¡Si era la única que se quería quedar! Ya le enseñaría a ese mono calvo quién se rebelaría contra quién. Pero no tenía tiempo de pelear con él. Hizo, no obstante, caso a Gladius. Querían espectáculo. Y no podía ser de otra manera. 

Pero entraba a una arena sin tener experiencia en combate ni conocer bien las armas ni las armaduras ni qué pudieran hacer las demás gladiadoras. Lo más sensato era ir con algo seguro, que dejase, no obstante, lugar al espectáculo. Mezclarlo un poco, sacar algo un poco diferente. Pensó en llevar dos espadas al principio, pero descartó la idea tan rápido como le llegó. ¿Sacrificar defensa y arriesgarse a que la maten a lanzazos y flechas y redes? ¡Impensable!

Pensó en los Dimachaerus, los gladiadores de dos espadas. Eran impresionantes, sí... Pero también muy tontos.

Y entonces, la golpeó como un tren. ¡Era tan fácil! ¡Podía ofrecer espectáculo sin ponerse en peligro!

Levantó un scutum negro. El emblema era una ave enorme con las alas abiertas. Como el phoenix. Se aferró a él. "Este es mío."

Después, tomó su armadura...

Había visto luchas antes, y sabía cuáles eran las más impresionantes. Tomó la armadura de un murmillo. La hombrera y el brazalete derechos, en su brazo bueno; en el izquierdo, un simple guante de cuero. En el pecho, un diminuto peto de metal que cubría desde el cuello hasta los pechos y poco más de la caja torácica, hacia delante y hacia atrás, pero que llevaba una cota de malla para cubrirse un poco el vientre y la espalda. Portaba también la falda con tiras de piel curtida que caían hasta las rodillas. Aquello le vendría bien, se dijo. La bota más gruesa la puso también en la pierna buena, en la derecha. Había blindado el lado derecho. En la otra pierna, cogió una bota de cuero que subía hasta poco más de la rodilla, ofreciendo una débil rodillera. Pero de casco, cogió uno oscuro, que recordaba fuertemente a los griegos. También cubrió el puño, con un guantelete grueso de metal, para protegerlo. Además, iba a fijarse en la guarda del arma que iba a escoger...

 

El conjunto era de colores oscuros y detalles de cobre y metal claro aquí y allá -sobretodo en la pechera-, por lo que daba un buen aspecto, bueno para atraer la atención. 

Como arma, ponderó mucho qué escoger. ¿Una spatha? Era demasiado larga, y con el escudo y el guantelete ya tendría suficiente peso. ¿Una gladius? Pero era demasiado corta.... Además, eso lo habrían visto demasiado... Entonces, vio asomándose un mango curvado, muy a su antojo: una falcata hispánica.

 

Corta, ligera, hecha para cortar. La curvatura pronunciada y el incremento en la punta hacían de la falcata hispánica una bestia a la hora de segar. Y aquella, en especial, era una bendición. El punto de equilibrio estaba a mitad de la hoja, pero más cerca al mango que a la punta. Eso era bueno. Así, dependería más del brazo que del propio peso, y ella podía maniobrar desde la muñeca y el codo, y retirar el arma a tiempo si fallaba un ataque. Una joya, si se mezclaba con el escudo. Además, el blindaje que había escogido forzaba al oponente a que se le acercara sobremanera... Que era donde la falcata y la gladius eran maestras... Pero también donde muchas técnicas de gladiadores perdían sentido. La mayoría usaban tridentes, redes, lanzas, jabalinas y armas más largas... Y el escudo podía parar todas aquellas. Y era difícil romper escudos torre como aquél. Los había de dos tipos: resistentes y reforzados, hechos para aguantar y desviar ataques, o cubiertos con cuero, para enganchar las espadas enemigas y dar tiempo al escudero a atacar. El suyo era de los  blindados... 

Así que ya estaba lista. Era todo lo que podía hacer a ese punto. Armarse como mejor pudiera y pensar con la mente en fría -o cuánto le quedase de ella- en lo que había aprendido de su marido y su padre. Además, la mezcla de armas y el aspecto general podían, tal vez, atraer al público y conseguirle fama o, en caso de perder, clemencia...

Y tampoco dejaba demasiados cabos sueltos en su traje, por lo que, si conseguía clemencia, saldría con heridas que pudieran sanar.

Se santiguó una vez más, antes de ponerse el casco.

En cuanto sintió el cobre caer sobre su rostro y atenuar los ruidos de fuera, se ensimismó. Se sentía fuerte, terriblemente fuerte e increíblemente grandiosa. Digna de su nombre, se sentía como un titan. Pero también estaba atemorizada. Cualquier cosa podía salir mal: tropezarse, no tener fuerza para luchar, cansarse rápido, o no ver un ataque y poder defenderse a tiempo. O, simplemente, que sus precauciones no fueran suficientes, o fueran erróneas, y que sus oponentes supieran aprovecharse de ella...

Pero ya no había nada más que hacer aparte de luchar. Y ya no había mundo fuera del casco, fuera de la jaula metálica en la que se había cobijado. Sólo ella. Su escudo. Su espada. Su propio latir, resonando en los tímpanos y haciéndose sentir a través del peto de hierro, y en el cuello. Recordaba cómo se había sentido al matar a aquellos soldados. Trató de reavivar aquel recuerdo, para tener una sensatez a la que aferrarse y no dejarse caer en caos y sangre. 

Suspiró, dejando atrás cualquier pensamiento. Ya no había vuelta atrás.

Notas de juego

Supondré que son armas y armaduras antiguas, que no llegan a nivel fantasy ni a cosas más modernas, como la coraza del rey Carlos V. Al igual con las armas. Excluiré arsenal asiático -aunque es estupendo- y me limitaré a armamento más bien antiguo y de los alrededores europeos: gladius, spatha, picas, armaduras romanas, cotas de malla, cuero, acolchadas, cascos enteros como los murmillos o más ligeros como los legionarios... 

Si hay más variedad, ya cambia la cosa y pondré otras armas y armaduras xD

 

Así que. Mirad las armaduras e intentad imaginaros a Titania, a su altura de 1.80, con melena negra, casco negro, peto más oscuro de lo que sale ahí, botas más oscuras y todo el guantelete, la hombrera, el brazalete y la bota pesada en el lado derecho, también más oscuros de lo que salen ahí, y además con el escudo enorme al lado. Menudo bellezón <3

El casco es de Achilles en Troya. No pude resistirme, es precioso.

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28/07/2016, 02:46
Titania

Notas de juego

Ahora, a ver qué os sacáis de la manga Mirza y Elektra... :D

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28/07/2016, 19:11
Elektra Papadopulus

        " Con mucho orgullo soy la espartana rebelde, por eso me esclavizaron y no tengo prisa de morir ni de ganar, solo espero algún dí conseguir la libertad, tal vez así disfrutaría mas estos combates, pero todo a su debido tiempo señores "   

        Le respondió a Vara con la mayor seguridad y aplomo que pudo conseguir Elektra en ese momento aunque por dentro se sintiese aterrada, caminó hasta donde le indicaron y cuando abrió Gladius el cofre dejo que Titania eligiese primero mientras que revisaba lo que había elegido y le preguntaba al tuerto:

       " Puedes decirnos por favor cuál es el espectáculo que piensas que la gente quiere? ¿Quienes son los amos que vienen a la plaza de toros que mas dinero tienen? "   

       Entonces mientras la joven Papadopulus miraba de reojo a Gladius para escuchar se hizo de una rodela con a efigie de un león y dos características particulares, la primera de ellas es en los extremos tenía pecueñas muescas o endiduras que le permitían enganchar o atorar una arma con un poco de suerte y la segunda era que le permitía atorar en el centrodel escudo una pequeña espada y allí le atoró una gladius como la de la siguiente imagen pero bastante mas afilada, antes de decir:

       " Espero que tu nombre me traiga buena fortuna, porque no tengo duda que la necesitaremos "   

        Entonces se hizo Elektra de un peto metálico bastante atrevido, un casco espartano con breves plumas rojas en una hilera, unas hombreras y una breve falda de pieles curtida que le permitiera desenvolverse en la pelea, pero que le protegiese las zonas vitales, sin olvidar que fuese atractivo para los espectadores, así también se hizo de un par de botas, una de ellas con protección hasta la rodilla con terminación en punta y la otra con una punta afilada en la punta del pie por si era necesario, al término se hizo de una lanza espartana

          Pero antes de comenzar a luchar necesitaba hacer un pequeño sacrificio simbólico a los dioses y tratar de recordar la rabia que sintió tras haber sido violada cuando niña frente a sus padres antes de matarlos aquellos guardias romanos alcoholizados para obtener toda la rabia que necesitaba.  

          " Por favor necesito una pequeña pira improvisada para rezar a Ares "   

        Entonces ella comenzó a sacar la espada para afilarla un poco con su propio peto de hierro, y con ella se rasgo en uno de sus dedos para obtener un poco de sangre propia para marcarse un poco el cuello, las piernas y los brazos como su sacrificio personal y también para intimidar un poco a los adversarios, sentirse mas cerca de caer en caos y sangre de sus adversarios. 

 

 

 

 

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29/07/2016, 00:40
Mirza

Tan solo cuando Vara me señaló sentí miedo y un escalofrío por la espalda.

¿Que era peor que morir? ¿Los latigazos de Vara? Asentí ligeramente pues no quería que mis compañeras sintieran el miedo en mi.

Me acerqué al baúl y no supe que elgir. Miré a la bocazas del grupo como se encomendaba a sus dioses, mientras que la otra mujer elegía meticulosamente su armamento.

Escudos, lanzas, espadas... fuera lo que fuera no me gustaba nada. Asi que cogi el tridente y la red. De armadura recogi lo basico para mis brazos y el pecho. Tabién unas perneras para las piernas, pero pronto empecé a sentir que iba a ser mucho peso.

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30/07/2016, 13:00
Nerva

Observé entre apenada y aterrada la escena. Como arrastraban a mis compañeras a encararse con la muerte. Permanecí atenta a las palabras de los hombres, pues podría aprender algo de ellas, pero más atenta aún a la elección de armas y equipo de las luchadoras.

En el ludus nos enseñan a pelear, nos entrenan sin descanso, pero no nos han mostrado aun el equipo a usar, como elegirlo y que tipo de arma era la mejor para cada una. Así pues me acerqué todo lo que me permitieron para poder contemplar las armaduras escogidas. Sobre todo me fijé en Titania, mujer libre... por su forma de hablar, culta e instruida... sensata y seguramente, conocedora de lo que los celadores habían puesto a sus pies.

Contemplé como escogía el equipo y su arma, haciéndome una idea mental de lo que me tocaría usar a mi llegado el momento.  Pero a la que quería ver era a esa Erianwen. Si era la gladiadora estrella ella debía ser mi modelo a seguir, al menos hasta que realmente supiera cual era mi papel allí.

Cuando las vi listas me alejé de ellas un poco ¿podremos verlas luchar? pregunté en voz alta a los celadores. En parte no tenía ganas ninguna de ver el espectáculo.. o la matanza... por otro lado.. podría fijarme en las mejores, ver sus ataques, sus trucos y defectos. Siempre se puede aprender algo y si quería vivir, debía hacerlo.

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03/08/2016, 22:17
Nastasen

Nastasen se levanto y echó una carcajada mientras ataba las correas al cuerpo de las muchachas voluntarias.

- Jjajaja... Desde luego que lo vereis. No estáis aqui de paseo.- Rugió el gigante negro.

Todos los entrenadores, incluido Vara se esmeraron en equiparos fuertemente. Mientras tanto Gladius seguía hablando

 

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03/08/2016, 22:18
Director

Notas de juego

en proceso ^^

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03/08/2016, 22:21
Gladius

-Muy bien, pequeñas fierecillas.-Rio entre dientes Gladius - Veo que algunas estáis ansiosas por morir. Permitidme un consejo: Si veis de cerca la muerte sonreirla. Si os asustais ante ella... caeréis sin remedio.

La puerta de la sala se abrió dejando entrar mas luz de la que vuestros ojos podían soportar, pero el olor del serrin y la arena, el griterío de la gente fuera y el seco calor de la media tarde, eran sin duda vuestra señal de salir de alli.

-Y ahora fuera de mi vista!! - Grito el Entrenador tuerto para salierais todas de alli.- Las que pelean saldran las primeras!!

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03/08/2016, 22:37
Roma Victrix

Todas salisteis a la arena de la plaza.

Esta era pequeña, desde luego, para ser  la zona de entretenimiento de un pueblo pequeño de la provincia pero lo suficientemente grande para que entráseis todas.

En el centro de la arena estaba Balbo y otro hombre, de igual importancia, al parecer. Posiblemente otro lanista, puesto que les visteis chochar las manos dejando un saquito de oro en una bandeja que portaba un mayordomo pobremente vestido. El mayordomo, timidamente, se alejó con la bolsita y la encerro dentro de una caja en una esquina del ruedo.

Detras de este hombre habia cuatro mujeres vestidas para el combate.

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03/08/2016, 22:50
Balbo

Balbo, después de negociar con el hombre se da la vuelta y se acerca a vosotras con aire triunfal. A las no luchadoras os apartan a un lado, os encadenan nuevamente y os hacen que os sentéis en el suelo.

A las luchadoras Balbo os mira a todas de arriba abajo y os dedica una mirada de aceptación, como si lo que viera le pareciera de su agrado.

-Felicitad a vuestros entrenadores, mujeres. Parece que estáis en forma.- Rie entre dientes. - Bien, la historia es la siguiente: Lucharéis una contra otra por turnos. Por último saldrá Eirianwen. Realmente..- dice encogiéndose de hombros-.. no vienen a veros a vosotras. Apenas he conseguido un par de denarios por que vean vuestros combates. Pero si miráis a vuestro alredador...- Dice señalando las atestadas gradas..- Está lleno de gente con recursos que puede patrocinaros si llegáis lejos. En vuestras manos está.

Despues mira y huele el ambiente. Oh, si... en breve habra muertes, y eso al lanista, le gustaba.

-¿Quien será la primera?- Pregunta mirando al interior de la arena sin fijarse en vosotras.