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Granjero Busca Esposa

• Granja alfa [Atila] •

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22/02/2020, 16:33
• Granjero Busca Esposa •

Granja alfa

Marzo 2020

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01/03/2020, 00:35
• Granjero Busca Esposa •

SANTA ROSA, NUEVO MÉXICO.

 

Ambas pretendientas llegaron a la granja de Atila montadas en un todoterreno que lo flipas, de esos grandes y familiares que los americanos sacan en las pelis y que sabes que pase lo que pase, tienes pocas probabilidades de matarte con un bicho de ese tamaño, a no ser que te estampe un camión.  

Miley Cyrus estaba ya esperando en la granja, con sus shorts y su culo haciendo twerking a todo el equipo de cámaras y hasta a las gallinas que se cruzaban con ella mirándola con cara de que zorra eres. Sacaba la lengua como una perrilla preparada para recibirlas junto a Atila. El concurso de los granjeros iba tan deprisa, y la gente se enamoraba tan fuerte que los espectadores no tenían tiempo ni de parpadear. Todo se vivía muy intensamente. Por eso a nadie le extrañaba que en solo 3 días, si, 3, como los que tardó en resucitar Jesucristo, un granjero se casase con una pretendienta. La magia del amor y la granja, y la pasta.

Unos pivones muy promiscuos de Nuevo México, tan cañones como los cañones de Waterloo, les esperaban en el granero de Atila bailando y poniéndose ciegos en una bacanal que, en cuanto empezase el programa tenia que desaparecer por el horario infantil, tan cuidado por Bene. Donut, bollicao, los niños siempre primero. Pero mientras tanto la discomóvil de la granja estaba a tope y la música retumbaba por todo el rancho. Hasta los caballos habian empezado a empotrar a las yeguas y Atila sabia que tenia que llamar al Lisensiado porque pronto habría más potritos.

Cuando ambas pretendientas bajaron de los Transformers de cuatro ruedas todos los putones y fulanos empezaron a salir por patas desfilando por la entrada guiñando ojos, sacando la lengua y poniéndola entre dos dedos, un escándalo. En este team donde estaba Miley todo era muy sureño, muy sexy y caluroso debido al calor de la primavera que la sangre altera. Todo. Camarero: ¿Qué te pongo? Clienta: A-tila A-tila, decían las pobres mojigatas que tartamudeaban pidiendo tilas en la cantina del pueblo. Esto es Nuevo Mexico, y algo de México debe de haber en estas tierras ¿no? ¡Quien coño donut lo sabe!

 

 

   

 

El rancho de Atila era una maravilla.

Caballos, vacas, gallinas, mujeres en el establo... Un modesto rancho, heredado de su padre, heredado a su vez de su abuelo, heredado a su vez… Que es un rancho muy antiguo, vamos. Sus padres aún trabajan ahí. Tiene diez caballos y dos yeguas. Tiene un rebaño de 40 vacas y cuatro toros bravos que lo tratan de usted nada más verlo. Las gallinas fueron un capricho de cuando cumplió 25 años, para demostrar que huevos como los suyos no había en ningún lugar. Tiene también un huertecito al lado de casa, para uso privado, además de campos alfalfa y maíz para alimentar a sus animales. En definitiva, que tiene muchas cosas, aparte de un cuerpo serrano. 

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01/03/2020, 11:09
James Cameron

Del creador de éxitos mundiales como Titanic, Avatar y Terminator...

-No quiero a nadie tocándose el bollicao o el donut. Atentos a los pequeños detalles, las miradas, las pausas dramáticas, las piernas de las pretendientas, el pantalón del granjero. Fijaos bien, yo voy a estar al loro pero no tengo ojos en todos lados.

-

EQUIPO DE CÁMARAS PREPARADO

GRABANDO EN 3, 2, 1... ¡ACCIÓN!

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01/03/2020, 11:13
Miley Cyrus (Team alfa)

-¡Bienvenidas a la granja de Atila, guapis! ¿Cómo os sentís? ¿Muy mojadas emocionadas? ¡Que tres días de ensueño vais a pasar con este buenorro!

Todas las preguntas estaban escritas en el guión, y Miley estaba siguiendo las órdenes de Bene al pie de la letra, aunque lo de no sacar la lengua era como pedirle a la lluvia que no mojase. No paraba de juguetear con su lengua mientras hablaba calentando a todo el personal. Ella quería quedarse en la granja, pero tenía que volver a su hotel de cinco estrellas, el hotel propiedad de… “The bride” de Santa Rosa. -Me tengo que ir a disfrutar de las comodidades de un hotel para estrellas, beber agua Evian, pedir que me cambien el inodoro y me traigan chihuahuas de mascota temporal. Pero vosotras os quedáis en buena compañía.

-Ahora el equipo del programa se hará cargo de vuestras maletas para que podáis conocer una de vosotras a Atila y la otra a alguien cercano a su granja. Nuestro granjero no sabe a quien hemos enredado para participar. – risita maliciosa.

-¡Bueno guapis, os dejo con el montayeguas granjero alfalfa! ¡No olvidéis usar condón!

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01/03/2020, 13:54
Ivonne Mary

La primera parte del viaje se la pasó rezando con las cuentas del rosario entre las manos. Ave María Purísima. El yo pecador. Padre Nuestro. Y canciones de ese tipo.  Después presta atención a otra música.

Vaya canciones y videos les pusieron en el cochazo. Se quedó mirándolos en bucle embobada, hasta que la babilla le resbaló cuello abajo y se le coló por el canalillo. Para entonces ya llegaban a a granja del granjero Alpha , pegó la cara a la ventanilla observando los montes, los campos, los caballos, los bollicaos de los caballos y las yeguas retozando con los caballos y sus bollicaos.

-Todo muy bucólico, Mel. Mira, asómate.

Muy campestre. Muy bonito. ¿Y esa gente?  Ay, Dios. ¿Pero esto qué essss? -¡Mel, Mel! Nos han traído a un puticlub de esos de los que va mi tío. Virgen Santísima. Me quiero morir. Parad, que me ¡bajooo! -se santiguó cincuenta veces más una. Y sí , el camión se detuvo. Tan de golpe que se le clavó el cinturón de seguridad en el hombro.

-¡¡¡Joderrr!!! Ay qué dañooo. Por Dios. Bueno , allá vamos.

-¡Que Dios os bendiga a todos y todas!!! -Descendió del coche bendiciendo a grito pelado, con su elegante vestido y un colgante con la cruz.  Pero se asustó y se ruborizó mucho con los gestos de los dedos y las lenguas- ¿has visto , Mel? Han contratado a sátiros y súcubos.

-¡Mileyyyyy! -Corrió hace ella y se saludaron al estilo Cyrus, unos rápidos lengüetazos  y un intercambio goloso de salivas. -Hoy sí llevo braguitas, que no me sentía cómoda sin ellas. Y he traído las pastillas. ¡Voy a triunfar! No temas, que llevo en la cabeza tus consejos y advertencias. Tranki , guapi. Jajajaja. Observa qué estilazo.

 

-¿Has visto? Bueno, chati que…-cuando se dio vuelta, Miley desaparecía dentro del todo terreno a toda leche. - ¿Y nos deja aquí solas, la cabrona? Perdón. Es que pensaba que se quedaba con nosotras. Ya me había acostumbrado a su donut.

Le dio un beso a la cruz- ¿Dónde se puede…Jajajajaja, condón, dice, pero si venimos a darle muchos hijos a Atila. ¡Qué tooontaaa!

 

Notas de juego

woman at work .

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01/03/2020, 21:08
E. Atila Johnson

No sabía cómo, pero en el rancho se le había montado una fiesta, muy a pesar de su padre. En realidad, sí sabía cómo, él los había invitado para que la tele diera cuenta de lo bien que se lo podía pasar uno en casa de Atila. La putada era que el rancio de Bene no quería fiestas en horario infantil. Horario infantil, no me jodas. Hay que tenerlos cuadrados para dejar que los niños vean un programa en el que se esperaba mucho folleteo (estaba Atila, no me jodas). Así que qué más daría una fiesta. Todos los participantes de la bacanal eran íntimos de Atila. Hombres con los que compartía cerveza y mujeres con las que compartía alpaca. La fiesta quedaba en familia y Atila lo daba todo, por supuesto. Y luego estaba Miley. Que mucha lengua, mucha lengua, pero no la usaba para lo que tenía que usarla. Ella se lo perdía.

Y vino un señor que prohibió a la gente tocarse las partes gloriosas. Atila no lo entendía. Porque él se lo tomaba de forma literal. Y, literalmente, habría gente tocándose. Concretamente mujeres. Pero nada tenía que ver con ser una vaga.

Pero, Miley, es normal que las nenas se toquen el donut si me ven. No pueden evitarlo. El viejo tiene que saberlo —le dijo a su coach, preocupado por el futuro de las maquilladoras, realizadoras, camarógrafas y demás futuras amantes de Atila pertenecientes al personal del programa.

Acción. Y guiño seductor a la cámara. Atila se había resistido y llevaba puesta una camiseta. Era el mayor tiempo que había estado con una puesta desde que le salieron abdominales, allá con 10 años. Qué puta incomodidad, le molestaba cosa mala, pero tenía que aguantar.

Y al fin llegó el todoterreno con Ivonne y Mel. Guiño seductor a ambas. Y otro a la cámara, que no falte. No tenía ni puta idea de quién hablaría de él en el programa. Pero no le preocupaba. Cualquier mujer daría fe de su potente… maquinaria de siembra. Y su familia, por descontado. Pero no malinterpretemos. Esos no hablarían de su maquinaria, que Atila había entrado en muchos agujeros, pero nunca de parientes.

Guiño seductor a la cámara mientras lo enfocaban para observar su reacción ante la llegada de las pretendientas. Se acercó a ellas con ganas de empezar la fiesta.

Ooooooh, sí. Ese movimiento le ponía hasta a él mismo. Además hacía calorcito. Su sudor era buena prueba de ello. Sudor que olía Eau de Parfum Paco Rabón. Porque él nunca olía mal. Ni tras una jornada entera trabajando entre excrementos de vaca. Sus feromonas podían con todo. Pero tal vez debería guardar ese entusiasmo para cuando estuvieran en citas por separado. Guiño seductor a la cámara. Ayudó a las titis a bajarse del todoterreno, como el gentelman que era.

Bienvenidas al paraíso. A la derecha tenéis el corral de las gallinas, a la izquierda las cuadras con caballos. Más a la izquierda, detrás de la casa, está el rebaño de vacas y toros —dijo, con voz grave y sensual, como si en lugar de hablar de ganado estuviera hablando de ensartar un bollicao en un donut—. Detrás de mí, el granero —Guiño seductor y sonrisa picarona—. Que no os dé miedo todo esto. Yo os lo enseñaré… —Guiño ultraseductor a la cámara— …todo.

Rio con el comentario de Ivonne. Qué chica más mona. Y peligrosa.

Mujer, pero hasta que no nos casemos no puedes darme hijos. Y has venido a conocerme bien a fondo. Así que la única solución… —Se metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó un envoltorio cuadrado con la marca “Duralex” escrito y se lo llevó a los dientes. Guiño seductor a Ivonne.

Volvió a guardar a su mejor amigo en el bolsillo y rodeó a ambas por la cintura con los brazos.

Pero qué bien os lo vais a pasar aquí —añadió, mirando a la cámara. Guiño seductor.

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01/03/2020, 23:07
Mel Thompson

Buaf. Tía. Voy a triunfar a lo grande. Ya el todoterreno en el que iba montada era una pasada, así que el dinero que se estaban gastando en el programa era una bestialidad. Las vistas eran bonitas, tenía que reconocerlo, pero para guapa ella, que era la puta diva del lugar. Ivonne era mona, sí, pero no había nacido para triunfar, en todo caso para coger sífilis y morir en el olvido, pero lo mismo podían ser amigas hasta entonces.

-Sí, guapa, una pasada- decía ella ante los comentarios de la joven que no podía hacerle ni sombra.  Pero vamos, para paisaje el que nos espera en la granja. ¿Tú has visto esos abdominales? Maaadre mía- no habría sido creíble que Mel hubiera escogido al tipo romántico o al gañán para hacer un buen papel, porque ella era demasiado perfecta para esos adefesios. Si triunfaba, tenía que ser con alguien casi a su altura.

Estaba distraída por su propia belleza que observaba a través del retrovisor que no se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor hasta que la monja se lo mencionó. El presupuesto que debe tener esto, flipa. Casi tanto como el dinero que tengo yo en el banco- bromeó. Bueno, no, que ella estaba forrada.

Después de que llegasen y su compañera santificase el lugar, Mel bajó con la delicadeza de una dama ayudada por el hombre que le quitaría el sueño a la población entera: a las mujeres, por ponerles el donut glaseado, a los hombres por crearles un buen par de cornucopias por no entrar en la puerta, y a los gays por el dolor de donete que tendrían después de que sus parejas se los montasen con ellos poniéndoles con imaginación la cara de su macho alfa.  

Los comentarios de Miley eran geniales, pero aún más sorprendente resultaba el movimiento de su lengua. O se la rompe o me come el donut, una de dos.  Por lo que informaba la coach, una tendría una cita con el alfa y la otra se iría con un cualquiera. No sé si me dejarán para el final porque soy la mejor o la primera porque quieren que dé guerra desde el principio. Da igual, yo triunfo seguro. -¡Tía! ¡Qué anticuada! Yo uso la píldora. Solo condón si el amor no es verdadero.

Los guiños seductores de Atila mojaban más sus bragas que el Niágara, pero eso él ya lo sabía. O sea. A partir de ahora voy a tener que ir a lo comando como Ivonne o voy a criar hongos de la humedad.  La mujer asintió a cada una de las palabras del alfa sin mirarlo a la cara, centrada únicamente en sus abdominales. Ahí ponía yo a mi chacha a plancharme las bragas para que olieran a él luego. Tiene tanta masculinidad que su sudor puede preñarme.  Se abanicó con la mano al escuchar que se lo enseñaría todo. Yo creo que te sobran los pantalones, la verdad. ¿Cómo vas a privar al mundo de tus cuádriceps? Y del bollycao. ¡Por dios, el bollycao!

Observó la forma sexy en la que cogía el condón de una marca que no le sonaba de absolutamente de nada –marca de granja, seguro, o de alguna publicidad nueva- y cuando la agarró por la cintura la mujer suspiró de puro gozo.  Tú, mozo, tráeme la maleta. Tengo un regalo para nuestro anfitrión- y así, con suerte, le como todo el pollón bollycao.  Cuando el ayudante le llevó una de las ocho maletas que llevaba por si acaso la mujer sacó una figura hecha con una impresora 3d modernísima –y carísima- que se había comprado solo para eso. Por supuesto, la figura iba sin camiseta y marcando el bollycao que todo el mundo quería devorar pero que solo ella cataría. Te hice a pequeña escala. Creo que te lo puedes quedar hasta que me elijas y entonces se lo regalas a Ivonne, para que se lleve un recuerdo tuyo.

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02/03/2020, 10:08
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Escena finalizada

 

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02/03/2020, 10:21
Lisensiado Cristóbal Colón

Ni pasión de gavilanes ni el cuerpo del deseo. Bueno, quizás lo segundo sí. Pero lo que venimos a referirnos es a que El Lisensiado era mucho más que un cuerpo deseable, caliente, fornido y escultural. Él tenía estudios de veterinaria, había ido a la Universidad. Un hecho insólito en un hombre tan jodidamente sexy, guapo y atractivo. Todos los adjetivos buenos se le quedaban cortos. ¿Qué necesidad tenía de salir de Santa Rosa y estudiar para tener una mejor vida? Ninguna. Podría haberse dedicado al striptease en cualquier garito cutre de “El Paso” y ganarse la vida como gigoló, regalándose a las mujeres por miles de dólares. Pero… había un hándicap insalvable en su moral, es que él tenia principios y no podía sino regalar su hermosura y bravura en la cama, de modo gratis casi a cualquier mujer que se lo pidiera de rodillas. Porque a él le molaba eso, que suplicasen ser empotradas. Era un poquito dominante, vamos a dejarlo ahí, que estamos en horario infantil y aún no ha anochecido.

Cristóbal amaba a los animales tanto como amaba a las mujeres de Santa Rosa y más allá. Trataba de vicio a todas las criaturas de Dios. Bueno, más a las mujeres, en un sentido vicioso vicioso de montarlas como a yeguas y dejarlas finas con su bollicao. A sus clientes les ofrecía el mejor servicio desviviéndose por sus caballos y ganado. Era un hombre de palabra en lo profesional. Si había quedado con una mujer para montarla en horario que no fuese de trabajo y surgía una emergencia en el rancho u hogar familiar de cualquiera de sus clientes, el Lisensiado abandonaba todo por cumplir su tarea y acudir raudo al rescate de ese animal que sufría.

Y más o menos fue esto lo que pasó cuando recibió la llamada urgente de Atila Johnson, explicándole que los sementales se habían vuelto locos y estaban intentando empotrar a las yeguas sin demasiado éxito.

Atila se había ido por guion con Ivonne a enseñarle su propiedad. Mel pululaba por la granja mientras las cámaras le seguían y la grababan desplegando su sensualidad. Fue entonces cuando de repente, todo el equipo de James Cameron se puso alerta y las cámaras dejaron de enfocarla un segundo para cambiar de plano y enfocar al Lisensiado que llegaba al rancho montado como un auténtico semental encima de otro semental, un caballo negro con una melena igual de morena que la de su dueño.

El segundo macho alfa de Santa Rosa competía en rivalidad con Atila. Se dejó ver como cowboy del infierno, ataviado muy sexy y atractivo, con guantes de piel, chaqueta de cuero de piel, que olía a mucho cuero del bueno y se mezclaba con su olor de hombre varonil. Hacia calor, mucho calor y ya estaba sudando perfume de macho intenso.

El Lisensiado sabía que tenía que dar una imagen seria a sus clientes y no era plan pasearse por la hacienda de Atila sin camiseta, siendo él uno de sus mejores clientes. Pese a que Cristóbal quisiera empotrar a la yegua blanca “The Bride” la enamorada despechada rubia de Atila a la que tarde o temprano conocería alguna de sus pretendientas, contenía sus ganas cada vez que aparecía por allí. Donde tengas la olla no metas el bollicao.  

No esperaba encontrarse con Mel en la granja, cerca de las cuadras. O quizás si, y estaba fingiendo sorpresa porque el programa lo había contratado ya pero se presentó el imprevisto de la fornicación equina.

-¿Quién es esa yegua morena? – se preguntó sonriente después de ver a los caballos con el bollicao inflamado subiéndose inútilmente encima de las yeguas. -Señorita, usted. – se acercó a ella con paso seguro, como si fuera un Rex de Jurassic Park, pero en atractivo. -¿Quiere venir a ver como trabajo con los caballos? – el Lisensiado no guiñaba el ojo a la cámara como Atila. Él se hacia de rogar.

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02/03/2020, 20:29
Mel Thompson

Lo que le habían hecho a Mel solo podía definirse como un putadón total, de esos que le hacías a tu peor enemiga cambiándole el champú por leche del equipo de rubgy o cuando le quitabas la ropa y la soltabas desnuda en medio del campo. ¡Le habían quitado el protagonismo! ¡Habían dejado que esa zorra fuese primera! Pero si es fea. Y tonta, sobre todo tonta. No hay quien donut la entienda. Pero tenía que centrarse y ver lo positivo: cuanto más engancharos estuvieran al programa, con más entusiasmo verían el programa la panda de idiotas inferiores enganchados a la caja tonta.

Mel disfrutaba de las vistas de las cuadras mientras ponía su mejor cara de interesante por si a algún cámara se le ocurría grabarla. Obvio que me están grabando. No han visto nada más bonito en su vida. Soy una mezcla explosiva. Atila está pensando ahora mismo en mí, y todos los ciudadanos del mundo también. Me desean porque soy la puta ama. - ¿Qué estará haciendo mi hombre? Oh, no- dijo fingiendo preocupación mientras se llevaba una mano a la cara de forma teatrera- Yo sé que solo tiene ojos para mí. Estamos destinados el uno para el otro. Lo supe desde el primer momento en el que nuestras miradas se cruzaron.

Fingir amor era algo que le garantizaba aparecer en películas románticas. Lo tenía todo: sonrisa, pelazo, piel morena que ahora se apostaba por la integración y su capacidad para interpretar era legendaria. Ah, claro, y un cuerpazo que quitaba el hipo y que rellenaba cualquier bollycao.

La voz masculina de un hombre llamó su atención mientras pensaba en el discurso que daría en los Óscar. Gracias a mi madre por apostar por mí, a mi padre por morirse joven y dejarme una fortuna… no, eso no estaría bien decirlo delante de la tele. Algo mejor como “te mando un abrazo allí donde estés, papi”. Sí, eso sería mejor. Cuando se giró descubrió a otro macho alfa, de cabello más largo, que le dedicaba una sonrisa que pretendía bajarle las bragas sin llegar a tocarla.

Papi papi, papi chulo. Papi papi, ven a mí, ven a mí- la canción empezó a sonar en su cabeza mientras Mel mostraba la mejor de sus sonrisas. Sí, con solo eso bastaba para que cualquier hombre cayera rendido a sus tacones. ¡Oh, claro que sí!- dijo con fingido entusiasmo. ¡Me encantan los caballos! Esos animales tan nobles,  tan altos, tan…- se había quedado sin ideas, así que sonrió y guiñó un ojo a la cámara, tal y como hacía Atila. Te acompaño, pero… ¿tú quién eres? ¿El hermano de Atila?- porque eso explicaría que tuviese un bollycao tan apetecible como su granjero. Yo soy Mel. Ay, que tonta. Claro que me tienes que conocer. Soy famosísima. Te acompaño, bombón.

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03/03/2020, 17:44
Lisensiado Cristóbal Colón

El Lisensiado sonrió mostrando su dentadura blanca. Impoluta y virgen como los azulejos impolutos de la cocina de una maruja que se pasa todo el dia fregando su casa. Una sonrisa profident a la cámara y otra a Mel, porque sonreír no era lo mismo que guiñar, era un anticipo sexy del orgasmo, para que las mujeres fuesen humedeciendo su donut pensando en lo que esa boca podía hacer en sus bocas y … ahí abajo.

Se quitó el sombrero y asintió la cabeza de modo solemne, justo en el segundo exacto que una ráfaga de aire de Santa Rosa movía su melena al viento haciendo de su presentación un atractivo videoclip alfa. Solo faltaba la música I’m sexy and I know it, el equipo de James Cameron se encargaría luego de editar esa parte y dejarlo niquelado.

 -Lisensiado Cristóbal Colón para servirla. Me llamo como el conquistador de las Américas. Me gusta… conquistar, y que me coman el bollicao de rodillas. – otra sonrisa orgásmica para la cámara humedeciéndose los labios. -¿Hermano de Atila? No, no. – la yegua lo estaba comparando con el otro alfa del pueblo, genéticamente no eran iguales aunque si eran de la misma especie alfa. -Soy el veterinario de Santa Rosa. – enarcó una ceja cuando la morena se puso a elogiar sin mucho éxito a los caballos. Normalmente las guapas eran tontas, él era un fenómeno inexplicable de la naturaleza, estar bueno y ser inteligente no iba todas las veces en el mismo pack.

No tenia ni puñetera idea de quien era Mel en el mundo del espectáculo. Pero estaba para darle un par de repasos a su donut y llevarla cogida en brazos por la granja mientras la ensartaba con el bollicao delante de todos. -No tengo el gusto de haberte visto por la pantalla, pero ahora mismo lo estoy teniendo.  – se quitó los guantes de piel sensualmente mostrando sus dedoss de hombre varonil, largos. Unos dedos que metidos dentro del donut podían dar la sensación de estar siendo invadida por un bollicao.

-Vamos, pues. Los caballos están sufriendo porque no pueden penetrar a las yeguas. – oh dios mio, habia dicho la palabra penetrar. ¡En horario infantil! Bene debía estar tirándose de los pelos.

Acompañó a Mel a la zona de corral donde un semental estaba intentando encajar él solito el puzle de dos piezas. El bollicao del caballo era enorme, monstruoso. El Lisensiado miró a Mel de forma perversa pensando si alguna vez habría visto un manubrio tan grande. Y si eso le ponía. -Ya, ya. – dijo Cristóbal acercándose al caballo, acariciando su grupa antes de abrir su maletín médico y sacar unos guantes de látex. -Hay que ayudarles a … encajar el bollicao en el donut. No atinan por si mismos porque la tienen muy grande y… no son tan hábiles para montar como los humanos. – otra ráfaga de viento, tan casual, tan oportuna, ayudando al Lisensiado a verse más atractivo si cabe.  El veterinario observó otra vez a la morena imaginándosela a cuatro patas. -¿Quieres verlo de cerca? – dijo con voz sensual. -Dicen que … ver a los animales fornicar… da ganas.

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03/03/2020, 21:50
Mel Thompson

La boca del lisensiado invitaba a pecar como si el día del juicio final estuviera a punto de llegar. Tenía una de esas miradas mojadoras, preparadas para decirte “soy todo lo que necesitas”, uno de esos tíos que te llevabas a tu casa de la playa para tirártelo mientras disfrutabas de las vistas del mar. Me ponen una tentación para que le coma todo el pollón bollycao. Mel era lista. Bueno, en realidad no lo era, pero creía serlo. Creía demasiadas cosas, sobre todo en sí misma.

La presentación del hombre fue tan clara como las ganas que tenía ella de tapar las cámaras con sus bragas para desatar la pasión de gavilanes. ¿Quería conquistarla a ella? ¡Por supuesto que sí! Si ya había observado que hasta James Cameron le miraba el culo cuando ella se agachaba para mostrar el tanga de un modo sutil pero sensual.  Lo que sí le sorprendió fue el hecho de que ese hombre sacado del paraíso tuviera algún tipo de estudios porque, para ser sinceros, estaban en una puta granja y no creía que hubiera allí nadie inteligente.

-Ay, Cristóbal. Guapo, listo y con cuerpazo. ¿Acaso buscas que te devore lo de abajo? Era una maestra de las rimas, pero no las soltaba así como así. Le habría dado morbo que fuese el hermano de Atila para marcarse un trío mientras el mundo entero la veía. Veterinario, ¿eh? Yo mucho sobre animales no sé, pero de anatomía conozco un montonazo. O sea, me he visto Anatomía de Grey por lo menos dos veces. Bueno, por eso y por otras cosas- guiñó primero a él y luego a la cámara. La cámara siempre tenía que saber quién mandaba ahí.

¿No la había visto por la pantalla? ¡Ay, pobrecito! ¡Debe ser pobre y no tiene televisión! Claro, es que allí no debía llegar prácticamente nada salvo mujeres en celos. Por suerte ella tenía su móvil consigo, lo extrajo del bolsillo de atrás de su pantalón y se acercó agarrándole el brazo para palpar sus músculos. Mira, esta es una de mis escenas más famosas. La mujer reprodujo un corto clip en el que aparecía corriendo desnuda mientras huía de un asesino en serie. No iba a contarle que su aparición duraba un minuto más y que luego la mataban y la tiraban a un contenedor. Eso no tenía glamour.

Madre mía qué brazos y qué dedos. A este hombre me lo follaba entero. Mel tenía que resistir la tentación, pero no era fácil si ella misma se acercaba y tocaba como si nunca hubiera catado a un hombre. Aquí hacéis mucho ejercicio, ¿no? Yo lo hago de otro tipo siempre que puedo. Puaf, era la puta ama de las sutilezas.  ¡Qué pena! Pobres yeguas. Yo también lo estoy pasando mal, ¿sabes? Si daba pena gustaría más a la audiencia.

La escena que tuvo delante de ella no era algo para lo que estuviese preparada: una porno de animales en vivo y en directo.  La cara de la mujer tuvo que ser un poema, pero debía ser capaz también de transmitir desagrado y sorpresa. Joder, si es que mi cara es la mejor. Te paso de 0 a 100 en segundos. No entendía que no la reconocieran en la academia como se merecía. Ostras, ¿le vas a tocar el bollycao? ¡Qué fuerte! Niños, este buenorro es un profesional. No hagáis esto en casa con vuestros animales- dijo mirando a la cámara antes de devolver la vista al adonis veterinario.

El comentario sobre montar hizo que a Mel le entrara calor en cada poro de su cuerpo, pero sobre todo en el tanga de algodón de marca que llevaba. Ay, mi madre que me debe estar viendo. Seguro que piensa en lo bueno que está este macho cabrío y en porqué no nos lo montamos en el río. El viento parecía estar a su favor, como si tuviera unos ventiladores que le movían el pelo en el momento oportuno.  Su último comentario, no obstante, le hizo pensar si el tío ese era más raro que su amiga Jess que pagaba a vagabundos para verlos follar. Aunque no le importara absolutamente ver a los animales, sí que quería tener a ese macho cerca de ella. Vamos a verlo. Yo quiero aprender de todo. Soy actriz y, ya sabes, tengo que saber un poco de todo. Cuando la mujer se acercó a él hizo como que se tropezaba, haciendo que su cuerpo chocara contra el hombre como en las telenovelas con las que había crecido. Le dedicó una mirada sexy antes girar la cara velozmente. Oh, lo siento. Menos mal que tienes un cuerpo muy fuerte para aguantar a una mujer en cualquier posición…

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04/03/2020, 15:09
Lisensiado Cristóbal Colón

-Lo sé. Causo esa sorpresa en las mujeres cuando se dan cuenta de que además de guapo, soy listo. – voz tremendamente sensual. -Las mujeres buscan a un hombre con el que reproducirse, y yo, soy el ejemplar que buscan para empotrar sus caderas porque tengo una genética perfecta. Podría esparcir mi simiente poblando el mundo de más alfas y hacerle un favor a la humanidad, pero tengo trabajo como veterinario. Soy el padre de todos esos animales. – sonrió a Mel haciéndose crujir los nudillos. Esas manos varoniles de hombre alfa estaban listas para cargar a la morenaza en brazos o del culo y pasearla por la granja, luciendo palmito como si fueran los Brangelina rústicos de Hollywood. Elevarla al cielo con sus poderosos brazos venosos y fuertes, manteniéndola así horas sin cansarse, mientras su donut se glaseaba a fuego lento pensando lo fuerte que era y las vueltas que le iba a pegar cuando la empotrase. El Lisensiado podía y debía mostrar sus dotes de forzudo. Pero todo a su tiempo.

-¿Anatomía de Grey? - la chica no podía ser perfecta como él, pero al menos tenía nociones de anatomía humana sexual. Cristóbal pilló al vuelo la indirecta y sonrió orgásmicamente a Mel. - Son casi médicos, esos actores, como yo, que soy doctor veterinario. También me gusta la anatomía humana, sobre todo femenina. – ¿Qué le iba a decir, que le parecía corta? Lo que tenía de tonta lo compensaba su polvazo. Y estaría encantado en “explorar” su anatomía.

Aprovechó para hacerle un escaneado de arriba abajo, mirándole el culo en forma de manzana y los pechos, cuando cogió el móvil de su bolsillo y lo agarró del brazo apretándole bien para comprobar la fibrosidad de sus músculos. En breve lo que tapaba la ropa, se lo iba a mostrar la misma Mel dándole play a un video donde salía corriendo desnuda. El Lisensiado se humedeció los labios sensualmente imaginándose lamiendo sus… cántaros de miel. Lo que podía hacer con ese cuerpo y su lengua… solo las mujeres que habían estado con él y Dios que veía todo, lo sabían. -Que cuerpazo tienes, nena… - su bollicao se puso erectus al instante. Era la maravilla de la maquinaria humana masculina. -…estás para engancharte y no soltarte en un par de días. – el lisensiado era un semental y se empalmaba rápidamente tras acabar, solo si tenía una buena yegua al lado seguía y seguía, hasta que le pidiera parar. Los donut irritados le ponían aún más berraco. Era la pescadilla que se mordía la cola.

Miró a la morena y justo entonces, otra ráfaga de viento. Sonrisa orgásmica sensual mirando la boca de Mel, labios para chupar, morder, besar, los de arriba y los de abajo. Pero de momento seguían en su sitio, aguantándose las ganas como el bollicao aprisionado en el pantalón vaquero de Cristóbal que tenía vida propia y se comunicaba con él pidiéndole a gritos poner a gemir a Mel.

-Aquí hacemos mucho ejercicio... – voz en tono sensual, mirando a los ojos golosos de la morena. -montamos a caballo, que tonifica las piernas… –acarició suavemente por encima sus muslos. – los brazos… y la espalda… al tener que mantener una posición erguida sobre el animal… – voz ultra sensual, susurrada cerca de su oído. El perfume de cuero y hombre estaba servido volando alrededor de Mel. Acarició sus brazos y luego su espalda subiendo hasta su cuello. -¿Lo estás pasando mal como las yeguas, Mel? – voz ultra requete sensual y manos acariciando su cuello, respirando cerca de su piel.

El sonido del caballo relinchando paró la conquista del Lisensiado, que sabía se debía a los animales que sufrían, no tenía tiempo para seguir cortejando a Mel, tenía que arreglar primero ese polvo equino, y luego preocuparse del suyo con la morena.

Sin más preámbulos, tras el aviso de Mel a los niños intentando que no jugasen con los bollicaos de sus animales en casa, Cristóbal se dispuso a coger la mancuerna del animal con ambas manos enguantadas. -Así es, hay que aprender sobre los animales, tiempo atrás nosotros no éramos más… que simios. – sonrisa a Mel y a la cámara. -Y aún hoy en día ese primitivo estado animal sigue latente en muchos hombres y mujeres. – en breves minutos él podía ser como el caballo, y estar sujetándosela para penetrar duro a la yegua, a la equina no, a la actriz.

¿Por dónde íbamos? Ah si, casi a punto de coger el bollicao del caballo en las manos, y encajarlo en la yegua… ¡zasca! El cuerpo voluptuoso de Mel se chocó contra el suyo de músculos de acero, por supuesto un accidente premeditado, al Lisensiado le pasaba constantemente, las mujeres se caían a su alrededor, pero nunca sobre la acera partiéndose la crisma, que va, caían en sus brazos de titán, en brazos fuertes, férreos, seguros. Brazos preparados para tomar al peso el puente de Brooklyn si hacía falta y no doblegarse como un débil en el intento.

-No me hubiese perdonado que te cayeses al suelo y te lastimases, preciosa… - voz mega sensual susurrada cerca de sus labios. Una ráfaga de viento de Santa Rosa meciendo su melena y la de Mel, dándoles alas para que las cámaras filmasen ese momento telenovelero. Mirada intensa a la morena, sonrisa más intensa y orgásmica. El olor del Lisensiado arañando a Mel, y el de ella haciéndole el bollicao más grande y duro. Las manos varoniles del Lisensiado buscando la cintura estrecha de la actriz, aproximándola a su cuerpo de dios azteca, porque él era mexicano. Mirada a sus labios carnosos de latina juguetona. Estaba a punto… estaba a punto de meterle la lengua en la boca y… 

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04/03/2020, 22:01
Mel Thompson

El lisensiado llevaba razón: era el ejemplo viviente de lo que toda mujer quería para su donut. Incluso esa mirada de malote que era capaz de poner lograba que le entraran los mismos calores que a una señora con menopausia.  Además de guapo, humanista. Debería llenar el mundo entero y colonizarlo como hizo el mexicano ese con el que comparte nombre- no hacía falta decir que Mel se había saltado la mayor parte de las clases de su vida como estudiante, pero había pagado por tener un titulazo bajo su hombro.

-Claro, claro. La humanidad sería feliz si fueras repartiendo tu cacao por el mundo- asintió ella, dándole la razón convencida. Ese hombre debía resultar sexy hasta cagando.  Pero vamos, que yo soy más de pensar que todo resulta mejor cuanto más exclusivo, ¿sabes? Si algo lo puede tener todo el mundo no se valora igual- por eso ella no se compraba cosas de pobres. Y quizá por eso el encanto de Cristóbal era natural, porque no buscaba cepillarse a la humanidad entera, solo se dedicaba a cepillar a los caballos y a las yeguas. Bueno, y a ella también lo haría, y si no lo hacía era un mariposón.

-A ti la femenina y a mí la masculina- dijo haciéndole un repaso con la mirada, bollycao incluido. Sobre todo el bollycao. ¿Apuntaría la cámara a ese sitio tan lujurioso de forma directa o lo insinuarían porque había horario infantil?  ¿Aquí en la granja habéis jugado alguna vez a los doctores y los pacientes?- vamos, el juego típico cuando uno estaba empezando a conocer la sexualidad y empezaba con las bromas.  ¡Oh, espera!  Quizá un doctor tan buenorro experimentado como tú podría ayudarme a prepararme una audición. Mi agente me ha mandado el guión de una película llamada Doctora K-chonda, creo que es un thriller- no, no lo era- pero todavía no me lo he leído.  Lo podemos ensayar juntos.

Al lisensiado le encantó la escena que Mel le mostró, y no era para menos: no solo lucía un cuerpazo que estaba hecho para el pecado, sino que su rostro reflejaba a la perfección el miedo y la angustia que sentía una mujer antes de ser asesinada. Se rio mientras echaba su cabello hacia atrás de forma sexy al escuchar la frase que le dedicaba. ¡Ay, qué lindo! Pero vamos, que si me engancharas, sería yo quien no te soltaría a ti en una semana. Me pondría ciega a bollycao- vamos, por él se volvería hasta diabética. Iban a temblar las paredes del rancho ese más que si pasara un huracán por encima.

La forma que tenía ese hombre de tocarla debía ser ilegal en varios estados y no las estafas al estado. Ay, madre mía, que este hombre es puro pecado. Como la cosa siga así me tiro al lisensiado- el tanga lo tenía ya como si se hubiera bañado con la ropa puesta y sus exuberantes pechos sin sujetador podían indicarle ya cómo ir hacia el norte. – Lo estoy pasando fatal- dijo ella, siguiendo el recorrido de sus manos mientras rezaba por primera vez en su vida para que esos dedos le expandieran el donut. Aquí la vida es tan diferente, echo tanto de menos a mi familia y encima este calor que solo hace aumentar y aumentar…- se tiró de la camiseta para mostrar prácticamente medio pecho. Que lo editase el Benedicto ese. A mí alguien me tiene que ayudar a quitarme estas calores antes de que me ponga mala. Porque como me ponga mala no veas como me voy a portar.

Por suerte el sonido del caballo salvó la situación, o quizá solo prolongó el sufrimiento un poco más. La voz de Cristóbal era como el canto de una sirena que atraía para que una cayese en la tentación sin sentir remordimiento.  El estado animal… yo quiero ya que me la metas por el ojal. Ay, debería decir esas cosas en voz alta, para que el público se riera con sus comentarios súper ingeniosos.  ¿Tú lo tienes? El instinto ese.  Dime que sí, dime que sí, que te doy duro contra el muro.

Cuando sus cuerpos volvieron a chocar, Mel sintió ya que el donut estaba totalmente horneado y listo para comerse. Aquí hemos venido a dar el espectáculo de nuestras vidas. El tonto de Atila no espabila. Además, la “actriz” tenía el defecto de caer ante un par de palabras bonitas, y el lisensiado ya le había dicho en más de una ocasión de un modo u otro lo mucho que la deseaba. El aire dio en sus cabellos creando la escena perfecta.

El mundo entero debería mirar ese momento, pidiéndole a Mel que besara al hombre de brazos hercúleos, y ella se debía a su público más que a nadie.  Así que la mujer, ni corta ni perezosa, aproximó sus labios a los del hombre plantándole un beso digno de película… porno. Estrechó su cuerpo contra el de él, apretando sus dulces frutas contra los pectorales del hombre, y sus uñas se clavaron en los brazos del hombre en un gesto puramente posesivo. Notó el bollycao duro, apetitoso, listo para entrar en acción y crear el dulce perfecto junto a su donut, pero todavía no había llegado ese momento. Debía hacerlos esperar.

 

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05/03/2020, 15:03
Lisensiado Cristóbal Colón

El fuego está encendido, la leña arde, cantaría la Pantoja.

-Que lista, nena. – dijo el Lisensiado. Habia sabido asociar el cacao al semen del bollicao. Igual no es tan tonta como pensaba. -Mi cacao es como el cacao negro puro, está amargo, pero es el de mejor calidad. No crea colesterol pero si crea embarazos a la primera – sonrisa seductora.

Hablar de chocolate afrodisiaco le daba hambre. Aunque él no tomaba ni una gota de chocolate, por favor el Lisensiado era el cuerpo del deseo. Tenía cero índice de materia grasa en su cuerpo, como los negros del Congo. Era solo puro músculo titánico, el hombre de acero, No Superman ni el tio de hojalata del mago de Oz.

Uf, ¿que querrá esta, compromiso? – no sabía si lo de la exclusividad iba con indirecta muy directa. Mejor no opinar, cambio de tema.  Bueno, se lo pensó mejor, por si luego se convertía en “The Bride” loca por él como lo estaba por Atila. -Yo soy un espíritu libre, como el viento que mueve mi melena en el momento menos insospechado. ¿Y tu Mel? ¿Eres una mujer libre, o quieres que un hombre te ate para siempre? – igual le molaba lo de ser sumisa y confundía la pregunta, por eso dijo “siempre”. Una sumisa abuela da grima, cualquier abuela que se precie ya no está para esos trotes.

-Que bien, nos gustan las clases de anatomía complementarias.... Yo puedo explorarte a ti y tu a mi... para comparar y aprender. – dijo con otra sonrisa super sensual, mostrando sus perlas blancas. Daban ganas de arrancárselas y guardárselas de tesoro de lo bonitas que eran. Algunas mujeres tenían que ponerse gafas de sol cuando el Lisensiado sonreía y el sol le daba de frente.

Mel le preguntó si en la granja habían jugado a médicos y pacientes. Claro, él a lo único que jugaba en esa Hacienda era a poner a punto a los animales. Se preocupaba por ellos y no tenía tiempo para merendarse los donuts que hubiese por allí. Hemos explicado que “The Bride” estaba loca por Atila y el Lisensiado no podía trincársela. -Atila juega a ser médico y paciente de muchas jovencitas… y no tan jovencitas. –se tiraba casi todo lo que se movía.  Casadas y de cualquier edad. -¿Una audición? – enarcó una ceja. Bueno, era tan guapo que bien podría haberse dedicado a la interpretación y luego en horas libre a gigoló, pero… -¿Doctora K-chonda?, ja, que cachonda nena. - ¿se sabría alguna línea del guion? Lo dudaba. -Por supuesto, cuando termine con los caballos te ayudo a ensayar unas líneas. ¿Por qué tiene guion verdad? - *sonido de grillos*

Mel reaccionó al cumplido de engancharla, y, de repente… -JAJAJA… - el Lisensiado soltó una gran carcajada varonil, seductora y grave de macho intenso, que hizo que el viento de Santa Rosa se alzase al mismo tiempo que su voz envolviéndole en un aura de poderío. -Bollicao para comer, para merendar, para cenar. Mi bollicao no se acaba. Estoy fuerte como un toro bravo, nena. Si lo pruebas querrás más. – podría haberla cogido en brazos ya, pero es que eso tiene que pasar más adelante, y no ahora, que estamos escribiendo la historia con carácter retroactivo.

Que lo estaba pasando fatal, decía. Como no, si los dedos del Lisensiado eran minibollicaos y juntando dos hacias el bollicao entero. Normal que a Mel el calor le estuviese abrasando por todos lados. -¿Ah si, te vas a portar mal? – preguntó Cristobal con otra sonrisa orgásmica, pero en este caso ya era él, el que se estaba poniendo tontito, tontito. -¿Sabes lo que llevo en mi maletín médico, nena? Una fusta de emergencia. Para las yeguas que se portan mal. - ni de coña pegaba a los animales, en eso el Lisensiado era un sol, evitaba su sufrimiento en lo posible. -No sé si quiero que te bajen los calores o te aumenten…

Después de manosear a Mel con sus minibollicaos ella le preguntó si tenía instinto animal. El equipo de James Cameron tenía preparada la canción Animals de Maroon 5. -Claro que lo tengo, ¿tu no? ¿Doctora K-chonda? – voz muy sensual susurrada otra vez cerca de su oído.

Todo el mundo lo esperaba, el equipo técnico estaba empalmado, como en una película porno esperando el beso del Lisensiado y Mel. Tanto tocar, hablar de guarrerías… y esos cuerpos infernales de hombre y mujer, tenían que explotar. El Lisensiado agarró a Mel como en una telenovela tirándole del vestido y enseñando sus puños de acero a cámara. Le metió la lengua y le exploró como un médico a un paciente la boca, pero sin palo. Su lengua era el palo. Lengua arriba, lengua abajo, chupetones a sus labios, mordiscos suaves. Que gusto. Se estaba poniendo… -Joder, Doctora K-chonda, que bien haces tu trabajo. ¿Dónde te licenciaste? – le dijo cuando se apartó un segundo, pero sin soltar sus manos de su cuerpo eh. Que esa yegua estaba muy buena para perder un segundo de toqueteo. -Me estás poniendo peor que el caballo. – y el pobre seguía ahí intentando darle lo suyo a la yegua.

Notas de juego

Mañana concluimos la escena. El finde descanso :)

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05/03/2020, 22:06
Mel Thompson

Mel se preguntó si los niños de hoy en día no entenderían las claras referencias sexuales que hacían los mayores. Ella, que llevaba exponiendo su donut en el mostrador desde una edad temprana, habría pillado cada una de esas referencias y se habría marchado a su cuarto con el cepillo del pelo para usarlo de bollycao improvisado. Pero era normal: el lisensiado debía estar poniendo a punto hasta a los fetos que oían el programa a través de sus madres.

-Ay, las cosas que me dices, lisensiado. Me estás dando hambre todo el rato y no veo nada para comer a mi alrededor- guiñó al cámara. Esos imbéciles deberían haberle dado algo para anunciar en ese momento, pero nadie entendía como ella el poder de la televisión ni cuando aprovecharla. Cuando se hiciera vieja se haría directora de cine. O eso o se suicidaría, porque ella no iba a vivir con arrugas. ¡Qué asco!

Le gustaba que el hombre fuera una fiera indomable, un alma libre, alguien que no quisiera ataduras. Pero que la tenga dura. ¿Le estaba haciendo una pregunta sexual? Porque sino no entendía que se fuese a quedar atada para siempre. ¿Había insinuado que iba a secuestrarla? Bueno, tenía que reconocer que eso le daba morbo y que le daría un capítulo interesante a sus memorias. A mí me gusta que me aten, pero no para siempre, que eso deja marca. Luego tengo que estar libre para darle al público lo que quieres, ¿Sabes? Unos segundos después, sus neuronas comenzaron a pensar. ¿Era una referencia a casarse? ¿Le iba a proponer matrimonio ahí mismo? He venido a este programa a buscar  fama el amor de mi vida, pero sino me conformaré con la experiencia y con pasarlo bien, ¿entiendes? Vamos, que si se iba bien glaseada y con un papel bajo el brazo ya estaría contenta.

-Claro, claro. Yo te exploro, tú me exploras…- por un momento se quedó en silencio porque no sabía cómo se seguía conjugando el verbo, pero por suerte solo estaban los dos para explorarse. Por un momento se vio cegada por el reflejo de la dentadura blanca del veterinario, que debía haberse tirado a una millonaria para que le pagara un blanqueamiento tan agresivo como ese. Todo sea por la audiencia ciencia. ¿Se lo podía tirar ya?

La información que le ofreció sobre el granjero al que había ido a conquistar no le gustó en absoluto. Ese va a tener el bollycao con moho de meterlo en tanto agujero. Pero vamos, que me he traído condones. Yo de aquí no me voy sin comparar bollycaos. Uy, eso a mí no me gusta. ¿Tú eres como él? Vamos, ya podía ser igual o peor que las ganas que tenía de ver lo que había bajo los pantalones iban a ser las mismas. Además, cuanta más experiencia, mejor se lo pasaría ella.

¡Toma! Y el hombre era tan bueno que se ofrecía a ayudarle a revisar el guión y a ensayarlo. No creía que Cristóbal estuviese a la altura de sus dotes interpretativas, pero con suerte en la película habría alguna escena de desnudos que podrían practicar. Sí, claro. ¡10 paginazas!- en realidad, era un resumen de todas las escenas y posturas de la película, pero Mel no había pasado de la primera página donde se contaba la historia de una doctora que dudaba sobre si probar un tratamiento experimental con un paciente moribundo.

¿De verdad Benedict se había perdido la oportunidad de que Bollycao los patrocinase? ¡Le estaban haciendo la publicidad del año! Y todo eso mientras a ella el donut le pedía marcha de la buena. Yo solo me llevo el mejor bollycao a la boca, cariño- dijo ella, haciéndose la dura aunque podía hacer palmas sin usar las manos. Pero un dulce nunca amarga, menos si es el mejor de toda Santa Rosa. ¿Se llamaba así el sitio? Yo te podría dar a probar mi donut, pero quien lo prueba repite. Palabrita.

Cuando le preguntó si se iba a preguntar mal y le habló de la fusta, Mel sintió que la camiseta le sobraba, así como el pantalón, el tanga y hasta el pinganillo que llevaba en la oreja. Tú eres el doctor aquí. Si tú crees que la fusta es el mejor tratamiento para mis calores, yo me dejo- vamos, ella por él se iba a dejar cualquier cosa en esos momentos. Yo quiero que un buen semental me empotre dome cuando me porte mal. Casi le faltaba sacarse una teta o un cartel de “méteme el bollycao que lo tengo acalorao”.

Uy, madre, que la cosa se ponía más caliente que la depilación láser que se había hecho para dejárselo como una Barbie. Yo lo tengo todo, papi- era probablemente la única palabra en español que se sabía, pero desde luego sonaba sexy en sus labios. En esos momentos hasta sus oídos le pedían bollycao a gritos.

Aquel beso tuvo que ser el regalo que aportaban ellos dos al problema de la baja población de Estados Unidos, porque nueve meses después nacerían cientos de niños que se llamarían Cristóbal o Mel en su honor. El roce de los cuerpos era tan sexy que las cámaras habían comenzado a empañarse por el calor que estaban generando. La boca de ese hombre le había hecho un repaso más completo que el de su propio dentista, y Mel podía ya enumerar los dientes que tenía el lisensiado –o lo haría si supiera contar bien-.  En la universidad de Penesylvania- era de las pocas cosas que recordaba por su papel porque el nombre le había hecho gracia. ¿Le molaba al tío que hicieran juegos de rol cachondos?

-Yo creo que lo mejor que podemos hacer es enseñarles a los caballos con el ejemplo cómo se hace, para que aprendan- dijo, más cachonda que la yegua que esperaba ser montada. A la mierda Atila y a la mierda la boda, ella quería un buen polvo y que la audiencia viese ese cuerpazo y que lo pidieran en estampida en la gran pantalla. La mujer llevó la mano hasta el bollycao y se preguntó si no lo tenía el lisensiado más grande que el propio animal, porque vaya paquete. Dame duro, papi. He sido una doctora mala. Quiero probar el mejor cacao de México. ¡Ándale!- ay, mira, se sabía dos palabras. Ya lo podía poner en el currículum.

Notas de juego

Ay, que me muero xD

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05/03/2020, 23:06
Lisensiado Cristóbal Colón

En el último momento la gente del equipo de James Cameron cambió de idea. Pusieron en alto la música de Enrique Iglesias. Muy latina, muy caliente, como lo era el lisensiado y Mel. Toda la escena tenía un toque muy hispano. La audiencia latina y española estarían gozándolo bárbaro. Solo faltaba que la mujer de piel tostada dijese alguna palabra tipo "Loca" "Me vuelves LOCA lisensiado..." y el público americano sonriese orgásmicamente al conocer esa palabra por "Living la vida loca" de Ricky Martin.

 

Con tu física y tu química también tu anatomía
La cerveza y el tequila y tu boca con la mía
Y ya no puedo más (ya no puedo más)

 

Decía la morena que le estaba dando hambre, pues el Lisensiado ya habia sacado uno de sus colmillacos, no hablamos de los dientes, sino el que tenia entre las piernas. Estaba preparado para el ataque. -Estoy yo, todo este cuerpo de 1,90 m es carne de primera, Mel. – se vendió a si mismo con esa voz sensual que ya había recorrido medio mundo, penetrado y glaseado la mayoría de mujeres y hombres gays que veían el programa. Mordida de labio inferior haciéndose el interesante sexy, mirando a los ojos de la morena que ardían de deseo como dos lanzallamas de napalm.

Sobre las ataduras el lisensiado tenia poco que decir y mucho que ofrecer poniendo en práctica lo que sabía sobre el shibari, que aunque suene a japonés y el sea de origen mexicano, no tiene nada que ver. Estaba imaginando a Mel suspendida en el aire como una corderita enganchada a un gancho de matadero mientras todo su cuerpo estaba atado, inmóvil, y él…

¿Seguimos en horario infantil, verdad?

-Es mejor no quedarse atado mucho tiempo, esa piel tan delicada sufriría, Mel. – uffff, que sensual, el lisensiado estaba poniendo toda la carne en el asador. Acarició el bracito de Mel sinuosamente, deslizando las yemas de sus dedos por ese paraíso tropical sudoroso de diosa, hasta su mano.

-Claro que lo entiendo. – comentó comprensivo el lisensiado ante la explicación de la actriz sobre su participación en el programa. -Estás en el lugar perfecto. – buena propaganda para su cliente Atila, porque después de todo estaba intentando levantarle a la yegua delante de toda la audiencia. Aunque el lisensiado era un hombre paciente, si no tenía a Mel, tendría a cuatrocientas más esperándole haciendo cola en su consulta veterinaria, en su casa, en la casa de su madre... Así cualquiera podía tener paciencia. ¿Verdad? Era un hombre paciente-pasivo porque no tenía que hacer prácticamente nada para ligar. había nacido listo para “endonubolliquear” a cualquier fémina.

Siguiendo la charla, Mel se quedó colgada recitando la conjugación verbal del “explorer” y lejos de disgustarle pensando que era cortita como los shorts de Miley, hasta le hizo gracia. -Es la sangre que la tienes alterada, nosotros nos exploramos… vosotros os exploráis. – dijo mirando hacia la cámara. – Y ellos se exploran.- miró al equipo técnico de cámaras. -La sangre tuya y mía se enciende… - Si, si, si. Estaba calentito. -Todo por la ciencia humana. – no importa que se quedase horas divagando sobre el tema porque todo lo que decía el Lisensiado era científicamente sexy e interesante.

¿Qué si le gustaban todas las mujeres? -Rotundamente no. Solo me gustan las guapas, con todo en su sitio, no me importa la edad. Me fo…¡Piiiip! (CENSURA) a Sharon Stone si viviera cerca de Santa Rosa. – a esas alturas, la rubia que estaba viendo el programa por la tv, cogía el móvil y llamaba a Bene para concertar una cita con el semental del lisensiado. Menudo moreno. -Hay mujeres que son irresistibles. – alguna milf se había follado (Uy! Perdón)

-10 páginas… - asintió pensativo, intentando no soltar una carcajada como la de antes y menospreciar el guion de Doctora K-chonda, más cuando él podía ayudar a Mel a ensayar esa gloria de pelicula. -Seguro que son 10 páginas increíbles... “mamasita”.OMG, mami, mami… que bien sonaba eso en español. Otra vez, voz sensual y un guiño sexy a Mel. ¡Aleluya! Habia hecho wink por primera vez. Eso significaba que el Lisensiado estaba empezando a … rendirse a la yegua. Su bollicao ya estaba rendido, pero bueno. SIGAMOS.

Habían entrado ya en un juego de directas muy directas. Que si me comes el donut repites, que soy un toro bravo, y blablabla. Menos hablar y mas fo… -No me importa repetir, me gusta saciarme bien de lo que me pone “K-chondo”. – él era el doctor, de animalitos, pero podía interpretar ese papel y “curar” de la calentura a Mel con dos termómetros diferentes (el bollicao y los dedos) y otra terapia de choque con la fusta. -¿Te gusta que un papi te de en el culo con la fusta? – directa a puerta. Ni Iker Casillas podría parar ese chute. Todo por supuesto preguntado con su voz varonil irresistible. Decía ella que quería un empotrador. -¿Solo te gusta que te empotren salvajemente cuando te portas mal? – que hot.

-JAJAJAJA. – no lo pudo evitar. -¿En la Universidad de Penesylvania? La conozco de oídas. – sonrisa seductora. -He conocido a otras doctoras que hicieron carrera ahí. Tiene mucho prestigio… - acarició el cuello de Mel bajando por sus hombros. Ella sugirió que ya era hora de poner en práctica lo mismo que querían hacer los caballos. Le manoseó el bollicao y el lisensiado le metió un buen palmazo en el culo, agarrándola de la cintura otra vez. -No te vas a escapar. – pegó sus labios a los suyos. -¿Quieres hacerlo ya delante de todos, o prefieres un lugar más íntimo?

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06/03/2020, 13:16
Mel Thompson

Mel empezó a oír música que provenía de ningún lugar y se preguntó si no estaba fantaseando o si el calor de la hacienda no había hecho de las suyas. Esa canción había sonado en algunas fiestas de famosos a las que había acudido consiguiendo una invitación pagando una pasta al de seguridad porque era una tía súper famosa.

Ay, que el lisensiado se ofrecía a servir como festín para saciar el hambre que ella tenía. La verdad es que la morena tenía ganas de darle un bocado, luego otro y otro hasta llegar al bollycao que ahora mismo le parecía tan duro y apetecible como la figurilla dorada de los Óscar. Cuando lo vio morderse el labio de forma tan sexy, sus propios labios –los de abajo- se empezaron a preparar para lo que pasaría luego.  Madre mía con el fuego latino. Estoy deseando que me meta el pepino- mira, ahí tenía otra palabra por si quería incentivar a los niños al consumo de vegetales en vez de tanta bollería. Si es que era la mejor. -No me lo digas otra vez que me pongo toda loca- añadió en español, poniendo cachondo a medio México. Oh, sí, Mel lo había pillado. Al final iba a resultar que la mujer era bilingüe y todo.

Ay, que la seguía tocando. Al final iba a acabar ardiendo Santa Rosa y no por el calor que hacía, sino por el fuego que era Mel. Entre roce y roce la mujer se preguntaba porqué no le tocaba un poco el pecho así, de forma inocente. Bueno, estoy segura de que un doctor veterinario sabría reducir el riesgo al mínimo, ¿no?- ya que él no tocaba tanto, la mujer sí le puso la mano en el pectoral y mojó tanga ipso facto.

El lisensiado la salvó de hacer un ridículo que habría resultado encantador ante los espectadores. Jamás le había sonado tan sexy la frase “nosotros nos exploramos” como en esos momentos, pero cuando el hombre siguió conjugando mirando a cámara y al equipo técnico supo que sabía lo que hacía. Este hombre sabe encender al personal también. Lo tiene todo. Solo espero que su bollycao contenga mucho tiempo su cacao. Son los calores de este sitio. Menos mal que tengo unos brazos fuertes como los tuyos para cargarme si pasara algo- o vamos, para cargarla mientras le daba una buena ración de azúcar a su donut.

Se alegró de saber que el lisensiado no se había llevado a ninguna fea a la cama, porque eso de compartir gérmenes con un cutre que se acostaba con cualquiera no le gustaba en absoluto. Asintió- Yo también le comería el donut. Esa mujer está para hacerle una exploración a fondo- claro, el público tenía que saber que ella apostaba por la diversidad y que podía interpretar a una lesbiana si hacía falta. Pero que fuese una guapa, porque ella a feas no interpretaba, no sería creíble. Pero tú te mereces a una mujer a tu altura. Una como yo. Guapa, lista, con dinero…- podría seguir enumerando todas sus virtudes, pero eso ocuparía demasiado tiempo del programa y más stalkers a las puertas de su casa cuando acabase el programa.

La palabra mamasita acabó por terminar de encenderle la pepita. Cuando el lisensiado le guiñó directamente, la mujer sintió que su tanga se desintegraba. Seguramente cuando le bajara los pantalones no habría nada ahí salvo un charco que había provocado el hombre con esa pronunciación sensual, sus gestos y los roces tontos. Luego te las enseño... Y el guion también. Ahí estaba, la maestra de las sutilezas. Deberían contratarla de guionista.

Aquello ya había acabado estallando: eran dos personas que despertaban pasiones, que provocaban embarazos y erecciones con sus guiños, puro fuegote, papi. Mel ya fantaseaba con esa lengua recorriendo cada poro de su cuidada piel y con ese bollycao listo para devorar. No sería la primera vez que montaría a caballo, pero hoy sí que se subiría a un semental de verdad: solo lamentaba haberse dejado el gorro de vaquera para gritar “yupi” mientras se ponía sobre su dulce.  La pregunta hizo que Mel se mordiera el labio inferior y que apretara las piernas en un intento de contener la bajada de pantalones que se le venía encima con tanta provocación.

-A mí me gusta todo lo que me des tú, papi. Pero quiero que me des duro. Duro contra el muro- no, no podía decir eso. Probablemente los niños ya estarían enlazando muchas ideas y los padres los habrían mandado a la habitación para poder ver con tranquilidad el polvo del siglo. No, no. Yo salvaje lo quiero siempre. Me da igual hasta despeinarme, fíjate. Hoy, cuando acabe contigo, va a parecer que llevo horas montando a caballo- ay, que le daba. Atila tendría que sufrir las consecuencias de dejarla sola por marcharse con la otra bicho.

No entendió porqué se rio cuando le dijo el nombre de la universidad. ¿No se decía así? No iba a preguntarle tampoco delante de las cámaras, así que sonrió también por si acaso, no fuese a quedar como una tonta. Claro, claro. Pero la mejor que vas a encontrar la tienes delante- el tortazo en el culo y el refriego contra el bollycao dejó claro que eso tenía que pasar sí o sí. Vamos, hasta podía escuchar a todos los telespectadores gritando a la vez su nombre mientras le pedían que lo hicieran allí en medio. No obstante, Mel tenía ese tipo de inteligencia televisiva, la que hacía que los demás quisieran seguir viendo lo que ocurría.

-Átame en corto, papi- y de nuevo, al menos cien personas más se habrían empalmado al oírla hablar. Tras la pregunta miró a la cámara, puso su sonrisa más seductora, le guiñó un ojo a lo que más quería en el mundo y luego volvió a mirar al lisensiado. Hoy en la intimidad. ¡Ahí lo tenían! Si querían seguir viéndola, tendrían que permanecer atentos al programa. Era una maestra. Le iba a pedir a Benedict que le subiera el sueldo, aunque no le hiciera falta la pasta. El próximo día frente a todos. No podemos quitarle al mundo lo mejor que van a ver en su vida, pero sí podemos hacerles esperar. Claro, explicar la estrategia era necesario para los que fueran tontos, por si acaso. Llévame a un sitio más íntimo y vamos a cabalgar hasta el amanecer- dicho así quedaba hasta romántico, pero lo que ella tenía en mente era muy diferente. No obstante, sí que le regaló a la cámara un último beso ardiente, una danza de lenguas y de roces por su parte hacia ese bollycao esculpido por los dioses que iba a caldear tanto al ambiente que afectaría al calentamiento global. Que se jodieran, ella era más importante que ese fenómeno que se habían inventado.

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06/03/2020, 16:39
James Cameron

¡CORTEN, CORTEN! ¡LO TENEMOS!

Muchas gracias a todos por el increíble trabajo de hoy, los planos, las miradas sofocantes ¡uau!. Podéis ir a merendar, hay bollería industrial a cascoporro, café y condones. También hay montados unos baños portátiles por si necesitáis ir a desahogaros de otra forma distinta a... sentaros en la taza del vater. En un rato os quiero a todos en alerta y bien despiertos porque comienza la cita de Mel y Atila.

-

Mel y el Lisensiado se iban juntos a... Habían decidido seguir con su fiebre del bollicao y el donut en la intimidad. Los espectadores lloraban, gritaban, se agarraban de los pelos, fornicaban con sus parejas para quitarse el ansia de verlos a ellos en acción, otros se ponían hasta arriba de pizza, mcdonalds o helado de chocolate, porque simplemente no podian soportarlo. Toda la audiencia estaba colgada de esta historia y la de Atila e Ivonne. ¿Cómo terminaría el culebrón? Aún faltaban dos días para saber la decisión final del granjero y sus pretendientas. ¿Habría alguna boda?

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06/03/2020, 16:49
• Granjero Busca Esposa •

Escena finalizada