La noche no tardará en llegar, así que tratando de no perder mucho tiempo, os dirigís hacia norte, donde a las afueras de la ciudad se encuentra el sanatorio de arkham, algo alejado de las demás casas, por simples cuestiones de seguridad. Encontráis ante vosotros un enorme edificio en piedra, con un gran jardín en la parte de atrás. El lugar parece algo oscuro y triste, pero tras tomaros unos segundos, decidís entrar. El sanatorio tiene tres plantas, y las escasas ventanas de los dos pisos superiores permanecen cerradas. Pese a eso, os parece sentir la fija mirada de varios ojos desquiciados, que parecen fijarse todos a la vez en vosotros.
Os encamináis hacia la gran verja negra que da paso al recinto. Allí un hombre uniformado aburrido parece centrar toda la atención en vosotros cuando se percata de vuestra presencia.
- Buenas tardes, señores. ¿En qué puedo ayudarles? - Mira a cada uno con esmero, y parece centrarse un segundo en la mujer.
- Buenas tardes - respondí con amabilidad y naturalidad. - Soy John Kellemport, investigador privado. - comenté mientras le enseñaba mi licencia. - Ellos son mis colegas. - comenté simplemente mirando al resto. Preferí omitir detalles acerca de sus ocupaciones.
- Debido a una reciente investigación encargada por el señor Peter Crosswell en persona, necesitamos acceso a sus expedientes acerca del caso por el que mi cliente fue ingresado. Tengo entendido que le soltaron hace poco, así que deben saber de quién estoy hablando. - finalicé. - Su médico, el doctor Jones, nos dijo que él le trató, y nos ha dado esta recomendación en caso de que la requieran para darnos acceso a la documentación. - dije extendiendo el papel del doctor Jones.
Cuando el tipo lo recogió de mis manos añadí un simple: - Gracias. -
-Buenas tardes- saludo cuando entramos, mirando a todas partes.
Sonrío cuando el conserje recoge el papel, como agradecimiento.
El hombre miró el papel durante unos segundos que parecieron una eternidad. El capitán carraspeó, visiblemente impaciente, o tal vez nervioso.
El guarda echa un vistazo a papel, y finalmente os miró con una sonrisa.
- Venid conmigo, os llevaré con el doctor. - Dice encaminándose hacia el interior del lugar.
Cuando entráis en el edificio encontráis muchos más guardas y celadores, que parecen encontrarse en su hora del café, disfrutando de un buen rato de descanso. Las paredes blancas parecen recorrer todo el lugar, resaltando los colores de las sillas de ruedas, y el ambiente siniestro del lugar.
La luz entra por grandes ventanales, y el guarda os guía hasta una puerta de madera donde está escrito el nombre del Dr. Hardstorm. El guarda da un par de golpecitos en la puerta.
Seguidamente, el celador abre la puerta y os presenta:
- Siente interrumpirle señor, estos hombres vienen de parte del Dr. Jones. -
El doctor hace un gesto, invitándoos a entrar. La habitación en la que entráis es un amplio despacho con dos butacas, muy diferente al estilo del resto del hospital.
En él se encuentran solo dos personas, un hombre limpiando el suelo, y otro tras un escritorio vestido con bata blanca. Cierra los se papeles que estaba ojeando en ese momento, y alza la cabeza para mostraros toda su atención.
El doctor aguarda hasta que el celador se haya marchado, y entonces alza la cabeza para prestaros toda su atención.
- Buenas tardes. Soy el doctor Hardstorm. ¿En qué puedo ayudarles?
- Buenas tardes - respondí de nuevo con amabilidad y naturalidad. - Soy John Kellemport, investigador privado. - comenté mientras le enseñaba mi licencia. - Ellos son mis colegas. - comenté simplemente mirando al resto. Preferí omitir detalles acerca de sus ocupaciones.
- Necesitamos acceso a la documentación acerca de uno de sus ex-pacientes, el señor Peter Crosswell. Actualmente es cliente mío. - dejé que el doctor asimilara la información y estudié sus reacciones para saber si sabía de quién le estaba hablando. - Su médico, el doctor Jones, nos dijo que él fue quién trató al joven Crosswell, y nos indicó que les dijeramos que veníamos de su parte para que nos dieran acceso a la documentación. - dije conviencentemente.
- Desafortunadamente el doctor Jones no ha podido acompañarnos puesto que el señor Crosswell ha sufrido una recaída y se encuentra actualmente en coma... El doctor Jones se quedó con él, puesto que lo creyó necesario por si despertaba y necesitaba asistencia. Creemos que puede tener algo que ver con la investigación que estábamos llevando a cabo para el señor Crosswell y por ese motivo debemos ver sus notas de todo el tiempo que ha estado aquí internado... sobretodo las relativas al principio, a su internamiento. - finalicé.
Esperé casi con ansia la respuesta del doctor.
El doctor Hardstorm curzó las manos sobre su regazo.
- Verán... El Doctor Jones lleva años trabajando aquí y es un buen amigo mío. Pero lo lamento de veras.... No puedo permitirme mostrarles esa información, los expedientes de nuestros pacientes son confidenciales. Lo máximo que puedo hacer es echarle una ojeada yo mismo y comentaros todo lo que sea relevante para su investigación. Lamento no poder hacer más.
El hombre espera vuestra confirmación de que eso es suficiente antes de ir a buscar el expediente.
-Agradesemos su ofresimiento, Doctor -intervino el capitán-, perro entienda que con ese método podríamos pasar por alto detalles que podrían resultar fundamentales para nuestra investigasión. Comprendo que su obligasión es mantener el secreto profesional, pero le aseguro que lo pedimos exclusivamente para benefisio de nuestro cliente, es desir, su antiguo pasiente, y jamás se nos pasaría por la cabesa la idea de usar esa informasión con ningún otro fin que no fuera ése. Tiene mi palabra.
¿Puedo tirar Crédito o Persuasión?
Director: Prueba, cualquiera de las dos es válida, la que prefieras, incluso si tienes, puedes tirar charlatanería.
espero a ver como va la tirada del Kapitan y ver si le convence, en funcion de la respuesta del doctor ya vere si intervengo o no :)
Motivo: Persuasión
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 48 (Exito)
:D
El Doctor alza una ceja con nerviosismo y finalmente sus hombros parecen relajarse.
- Está bien caballeros, pero deben ser muy discretos, la reputación de este hospital es muy alta y no puedo permitir que la dejen por los suelos. Deben ser cautelosos y responsables con la información proporcionada. Iré a por las carpetas. Espérenme aquí.
Se levanta con agilidad y se dirige hacia otra habitación.
Cuando el doctor salió de la habitación eché un vistazo rapido y discreto a los papeles que pude ver sobre la mesa, procurando no tocar nada. Simple curiosidad, simple instinto de detective.
Ya que tenía tiempo para esperar, revisé con ojos inquisitivos toda la habitación en busca de cualquier indicio que me diera pistas de algo fuera de lugar o de cómo era el doctor en su trabajo.
(bobadas... vamos, que mato el tiempo hasta que vuelva, pero si puedo percatarme de algo y tengo que tirar avisa xD)
Me mantengo en un segundo plano, sonriendo y asintiendo ante las palabras de mis "colegas" de investigación.
-No se preocupe, doctor Hardstorm, nada saldrá de nuestros labios- asiento brevemente mientras el hombre se levanta, claramente aliviada de que las palabras del capitán hayan surgido efecto.
La espera se os hace eterna, y os planteáis que la organización del manicomio debe ser pésima. El limpiador se pone en pie con un par de trapos en las manos, os mira un momento, y sonríe con gesto bobalicón.
- Soy bartholoniew... - Su sonrisa se ensancha. - ¿Y vosotros?
- Hola. - dije saludando al tipo con la mano. - Yo soy John. ¿Trabajas aquí? ¿Llevas mucho tiempo? - pregunté al hombre intentando sonsacarle.
Mi analítica mirada trató de captar todos los detalles de un tipo así... quizá fuera paranoia, quizá no, pero buscaba algo fuera de lugar... De todos modos, en un sitio lleno de locos, cualquier cosa era posible.
- John es un nombre muy bonito. - Dijo sonriendo aún más. - No sé... Creo que llevo tres meses, puede que algo menos.
Se limpió la mano en el mono de trabajo y te la tendió. Posó durante medio segundo sus ojos en el padre, y luego apartó la mirada rápidamente.
-Hola, Bartholoniew, yo me llamo Konrad -dijo el capitán en tono dulce, como el que se usa para hablar con un niño o un idiota-. Encantado.
Evidentemente, se trataba de alguna clase de demente u oligofrénico. Pobre criatura.