Partida Rol por web

El viaje se os hizo largo, tan solo era media hora pero pareció una eternidad. Tardasteis un rato, pero finalmente llegasteis a aquel imponente edifico cuya sombra parecía dibujar formas en el suelo que parecían extenderse hasta el infinito. La Universidad de Miskatonic correspondía gratamente a su fama, y la gente iba a venía por doquier. Kellemport os guió sin titubear hasta el edificio de la Biblioteca, un edificio con gran estilo y piedras que parecían de ser hace siglos.
 

Kellemport abre la puerta y se encamina hacia dentro a grandes zancadas, donde un enorme pasillo se abre ante vosotros. En cuanto la puerta se abre, oís la voz de un señor mayor que desde el puesto de recepción no tarda en decir:

- Muchachos, sin identificación no podéis entrar.

- Hola - dije mientras levantaba la mano para saludar al recepcionista. - Vienen conmigo, tenemos que revisar unos archivos para una investigación. ¿Puede prepararles unos pases temporales? - pregunté con toda la inocencia del mundo.

Al tiempo saqué mis documentos acreditativos que me permitían el acceso a la biblioteca. Esperaba que fuera suficiente para que el recepcionista no pusiera pegas.

El hombre abre entonces los ojos en una mueca de sorpresa:

- Oh, señor Kellemport, no le había reconocido. - Dije sonriendo en un gesto de mayor amabilidad. - Claro, no se preocupe, sus acompañantes pueden pasar con usted. ¿Qué le ha traído por aquí jovencito?

Casi al instante de decir eso, parece percatarse de una cosa.

- Espere, alguien dejó una carta para usted, déjeme mirar. - Entonces se da a la vuelta y comienza a rebuscar en los papeles.

En lo que esperáis comenzáis a fijaros un poco en el pasillo, y veis un artículo de periódico pegado en la pared. (*)

Conoces a Jonathan Moore desde hace tiempo. Cuando comenzaste a trabajar para la universidad te apoyó y te fue de gran ayuda, compartiste con él algunas misiones y con el tiempo habéis llegado a entablar amistad.

Te paras a pensar un segundo y luego te das cuenta de que sí que has oído hablar de Jonathan Moore, ha salido varias veces en el periódico por sus expediciones.

El nombre de Jonathan Moore parece sonarte de algo, pero eres incapaz de recordar de qué.

El hombre finalmente regresa con un sobre en sus temblorosas manos:

- Tenga, me han dicho que es de suma importancia. - Dice el hombre dejando el sobre al otro lado de la vitrina.

Recogí la carta y me percaté entonces del artículo de la pared... Eché un vistazo a mis compañeros y les comenté:

- Antes de que Herr Käpitan y yo nos marchemos, puedo pasar a saludar a Jonathan Moore, es un viejo conocido mío y seguramente pueda descifrar ese pergamino. Le diré que venga a echarles una mano si les parece bien. - mientras ofrecía la ayuda de mi viejo amigo al padre y Sally abrí la carta y revisé su contenido...

Normalmente no me mandaban nada a la universidad, salvo que fuera un asunto de trabajo.

-Jonathan Moore... el nombre me suena de algo, perro no sabría desir de qué -dijo el capitán, pensativo-. ¿Tal ves se le mensionaba en alguno de los textos que hemos leido...?  En cualquier caso, es posible que conosiera al Profesor Croswell, deberríamos preguntarle por él.

Abres la carta, leyéndola con sumo cuidado para que no la vea nadie más, por si es algo confidencial. En el sobre solo pone: Kellemport. 

Arrugué la carta algo frustrado y me la guardé en el bolsillo de la gabardina.

- Lo lamento caballeros. Mi colega el señor Moore no está aquí hoy, pero podré preguntarle mañana por la noche. La carta es para que vaya a verle a su casa. Creo que ahora deberíamos seguir con nuestra investigación. - miré al padre y a Sally. Ahora que tenían acreditación seguro que hacían un buen trabajo en la biblioteca.

- Estoy listo, ¿vamos a ver al señor Ulrich, Herr? - me despedí con la mano del padre y la señorita Terman y me dispuse a regresar al coche. Nuestro mecenas tenía que responder a unas preguntas.

-Vaya... -respondió el capitán, algo contrariado-. Sí, vamos.

- Jonathan Moore es famoso por sus expediciones- murmuro después de un rato en silencio, inmersa en mis cabilaciones-. Disculpen, ¿el Padre y yo podremos quedarnos aquí, aunque vosotros os marchéis? Quizá podamos descubrir algo... Volveremos en el tren. No creo que haya ningún problema.

Sonrío un poco, la verdad es que hablar con el señor Moore sería, cuanto menos, interesante. Pero no es algo que nos influya ahora.

- Que tengan ustedes una fructuosa investigación señores... - continuó diciendo el padre Kintana mientras se despedía de Kellemport y el capitán. - nos vemos a la hora del almuerzo, y sinó ya para la cena.

Luego, se giro hacia la señora Terman y dijo: - Parece ser que tenemos ante nosotros una de las mejores bibliotecas del mundo en cuanto a temas ocultos se refiere. Hoy es un gran día... espero que podamos sacar algo en claro y descifrar el mapa.

Dicho lo cual se dirigió al interior de la biblioteca, esperando que Sally lo acompañara

- Si, claro- murmuro apresurándome a acompañarlo-. ¿Crees que tendrán un mapa de este sitio? Es enorme y no me gustaría perderme.

O sí me gustaría, pero no precisamente en este momento. Había cosas importantes que hacer.

- ¿O tiene usted alguna idea de por donde empezar?