Partida Rol por web

Rachel dirigio el vehiculo por las desiertas carreteras hacia la ciudad.

Las calles estaban completamente vacias, el sol brillaba y solo quedaban manchas de sangre reseca por el suelo como recuerdo de los horrores que habian sucedido. La basura se estendia por los rincones, las papeleras y contenedores eran cosas que los infectados disfrutaban destrozando, eso sin contar el hecho de que hicieran sus necesidades en cualquier parte, lograba que el olor de la ciudad no fuera agradable.

  La furgoneta avanzaba despacio, nunca se sabia cuando podian caer objetos de las ventanas.

Los infectados no salian a la luz, les dolia demasiado hacerlo, pero les cabreaba ver la comida pasar ante su puerta sin poder tocarla asi que esperaban que arrojar algo pesado hiciera que se detuviera lo bastante como para estar alli al caer la noche.

Ese dia fue tranquilo, no visteis sombras en las ventanas, ni oisteis gruñidos. Nadie tiro nada. Podia ser que tuvieran razon vuestros compañeros y los infectados se movieran hacia la bahia pero la sensacion de ser observados era muy fuerte.

En cualquier caso, la sombra de lo que esos salvajes estaban activos se hacia presente en cada rincon.

Antes de lo que pensabais llegasteis sin incidentes ante el estadio. Rachel aparco en el aparcamiento, a unos metros de la puerta, donde ni la mas ligera sombra rozaba la furgoneta. Todo parecia calmado, en un silencio que os hacia pensar que estabais entrando en un cementerio, demasiado calmado, ni un solo ruido. Cada uno de vuestros pasos resonaba.

El suelo del aparcamiento aun tenia restos humanos, huesos raidos, ropas ensengrentadas, zapatillas olvidades en una carrera frenetica por salvar la vida. Tambien habia casquillos de bala por todas partes.

Las paredes tenian impactos de metralla, heridas de las viejas batallas libradas por la humanidad en un desesperado intento de sobrevivir.

Fue una idea brillante utilizar generadores para mantener los focos encendidos durante la noche... posiblemente aun quedara alguno de esos generadores en alguna parte que sin duda os facilitarian mucho la vida.

Jeff salio del vehiculo y miro al rededor. Aquel lugar le traia malos recuerdos. El hubiera deseado sacar a todos de alli con vida pero no pudo ser. Ahora tendria que enfrentarse a ver pilas de huesos mordidos y sangre reseca por todo el campo.

- Tengo tres linternas militares. Una la llevare yo, porque sere quien marche en cabeza, otra la llevara Rachel que sera quien cierre la formacion, la ultima la guardara la señorita Wendy, por si se estropea alguna de las otras o nos atacan.

- Recuerden que tenemos prioridades, comida, medicinas, mantas y despues todo lo que podamos usar. Marcharemos juntos, en fila. Preparesen para cualquier cosa.- aviso para concluir con una pregunta.- ¿Alguna pregunta?.

El viaje en furgoneta lo pasé tratando de mentalizarme, de no recordar que ya he estado allí, paseamos por las calles a paso lento, pero no veo la calle, solo a mis compañeros y mi bate, cogido con las dos manos con fuerza.

La furgo se para y el corazón me late fuerte, noto la adrenalina correr por mis venas con fuerza. Hemos llegado. Pienso respirando fuerte. Aquí dejé a mi madre y hermana, conozco éste sitio viví aquí años... Muerdo mi labio inferior, en el peor de los casos encontraré alguna pista.

Salgo el primero de la furgo, pero espero el orden de marcha que propone Jeff. No llevo linterna ni voy el primero de la fila, me quedo en medio, con el bate preparado y los ojos abiertos, recordando que ya pasé por estos pasillos muchas veces, en otra circustáncia, en otro contexto, incluso en uno sin infectados..... Pero todo eso queda atrás ante la misión.

-Jeff había un generador en el primer nivel del parking.- Recuerdo adelantándome cerca de donde esta él. -Recuerdo ésto como si fuera ayer. Déjame ir en vanguardia.- Le pido.

El estomago se encogia cuando entraba en la ciudad, viendola tan vacia, llena de mierda de forma literal pero sobretodo por el puto silencio. Era como sentir que te metias en una maldita tumba.

Bruce agradecia estar en la parte trasera de la furgoneta, evitando las ventanillas mientras intentaba mantener la concentracion en la mision. Conseguir comida y medicina, parecia facil pero los medicamentos caducados eran peligroso y despues de siete años, lograr encontrar algo util era dificil.

Llegaron rapido. Normalmente iban andando y tardaban mas en llegar pero agradecio que en aquella ocasion no le lanzaran una tostadora a la puta cabeza... Al abrir la puerta se encontro de nuevo con el viejo estadio, tiroteada la fachada, sucio y todo como estaba, aun le resultaba impresionante.

Puso un pie en el suelo y piso algo que se desquebrajo por su peso. Al mirar abajo vio que se trataba de un hueso pequeño que pertenecia a una mano infantil.

El grandullon sintio una mezcla de rabia y angustia al pensar cuantos niños habrian sido pasto de esa epidemia espantosa, de una u otra forma pero no era momento para sentimientalismos. Asintio a Jeff y preparo su pesado martillo.

Sabia que llevar al chico rubio a ese lugar daria problemas, si bien conocia el sitio y podia ser de ayuda, tenia la impresion de que iba a terminar corriendo por los pasillos detras de su atletico trasero.

- Estoy listo.- dijo simplemente.

Las calles desiertas no engañaban a Wendy, sabía que los infectados se escondían en los rincones más oscuros de aquellos maltrechos edificios. No pudo evitar sentir ese aire enrarecido con olor a muerte al bajar de la furgoneta.

Contempló el estadio con preocupación, comprendiendo que sería probable que el sol obligase a confinarse a los infectados en gran número en aquellas instalaciones.

Guardó la linterna que le ofreció Jeff en su mochila tras comprobar que funcionaba correctamente mientras que escuchaba las palabras de sus compañeros.

Manipuló el arco para armarlo con una de las flechas en silencio y con una expresión concentrada en su rostro. Wendy había escuchado como Eric se ofrecía para ir en cabeza de fila, no le pareció mala idea, el joven le inspiraba confianza por el hecho de conocer el lugar, si hubiesen problemas en el camino posiblemente Eric pudiese guiar al grupo por una ruta alternativa, pero ella no era ninguna experta y prefirió no opinar ya que sin duda Jeff encontraría la mejor formación para su grupo.

-Yo también estoy preparada- dijo Wendy tras las palabras de Bruce.

-Jeff, ¿Cuál es el punto de reunión si nos vemos forzados a separarnos?- preguntó con una determinación que ocultaba en parte cierto nerviosismo de la joven.

Me paso el tiempo en la furgoneta mirando el mapa de la ciudad y comprobando por donde vamos. Parece una ruta relativamente segura y la marco con un lápiz, junto a la fecha. Toda información siempre es importante. Saco la escopeta de repetición de la bolsa de deportes y le meto los ocho cartuchos que me dio Leona. Luego lo dejo a un lado. Hurgo en la mochila y me meto en mis pantalones militares, la navaja suiza y la bengala. Pequeños objetos pero muy útiles.

Cuando llegamos al destino me cuelgo la escopeta de la espalda y bajo de la furgoneta. Desenfundo y enfundo de nuevo mis machetes para comprobar que todo esta bien. Miro hacia todos lados sopesando la posición de donde estamos. Meto la mano en la furgoneta y saco la bolsa de deportes grande, dejo las armas en la furgoneta, y me la llevo vacía. También saco agua y paso un par de botellas pequeñas.

-Bebed un poco, no sabemos lo que puede pasar, guardaos el resto- señalo a la furgoneta- la furgoneta, darle la vuelta y ponerla mirando hacia la salida, no queremos maniobrar después- le digo a rachel- Jeff, en cuanto a lo del generador, hará mucho ruido y posiblemente sólo se enciendan los focos de fuera. Creo que sería más sensato no tocarlos de momento., hasta que no sea mas oscuro.

Bruce agradecio el agua, dio un trago y guardo el resto.- Creo que Eric tiene en mente desmontar un generador y llevarnoslo.- dijo en respuesta a Marc.- No sabemos cuanto pesa pero si fuera posible hacerse... seria cojonudo tener un poco de luz por la noche en ARKAM.

- Podriamos echarle un vistazo y ver si es viable moverlo, si no podemos esta vez, en otra ocasion.- dijo haciendo crujir su cuello para soltar la tension.

Cuando Mark me ofrece agua niego con la cabeza y le enseño mi petaca, no se si sabrá que llevo agua o se imaginará cualquier otra cosa. -Por cierto Mark, si se da la vuelta a la furgo y va marcha atrás, incluso la puede dejar caer en punto muerto, podemos llegar al generador, y como bien dice Bruce, desmontarlo y meterlo en la furgoneta. Sois dos bigardos más Jeff y yo que podemos con él, mientras Wendy monta guardia; Se puede hacer.- Miro a Jeff. Luego a Bruce asintiendo con la cabeza. -Eso pensaba.- Sonrío a Bruce, lo ha pillado a la primera.

Habia cuatro generadores, uno se recalento y salto la instalacion en el peor momento.- dijo Jeff mientras Rachel movia la furgoneta para prepararla como Mark habia pedido.- El que estaba en el primer nivel daba luz a las instalaciones, los pasillos y los vestuarios. Otro encendia la iluminacion exterior y dos la interior, los focos del campo. Veremos si podemos llegar al generador y lo que puede hacerse, pero la prioridad es la comida. Podemos pasar el invierno sin luz pero no sin alimento, recordar esto, por favor.

- Avanzaremos en parejas, asi seremos un grupo mas compacto y evitaremos sorpresas. Eric ven conmigo delante ya que te ofreces voluntario, Bruce y Wendy detras. Mark, tu pegate a Rachel y vigila la retaguardia.

Jeff saco un dibujo de nuevo y lo paso a quienes no habian estado dentro del estadio, Wendy y Bruce, antes de comenzar a explicarlo.

-Hay tres plantas hacia arriba, dan salida a las gradas y por tanto a la luz del dia.

-La planta calle es la entrada al publico, habia una tienda de recuerdos y algun puesto de comida basura. Tambien estan los vestuarios y la salida al campo de los jugadores.

-Una planta por debajo, el primer sotano, esta el generador del que habla Eric, tambien era un lugar donde el estadio almacenaba cosas y hay un pequeño museo dedicado a las viejas glorias y trofeos.

-Los dos sotanos siguientes eran aparcamiento, tenian una sala de seguridad y fue el lugar que acomodamos con colchones para que la gente pudiera dormir. El segundo sotano tenia un cuarto de calderas, de donde salia el agua caliente para las duchas y los baños del estadio. Alli es donde instalamos la base y donde se supone que deberia estar la ayuda humanitaria, aun en el maldito contenedor.

-Si nos emboscan tratar de llegar hasta el campo. Al sol no nos seguiran, intentar no separaros y recordar que Wendy tiene una linterna. Ante todo mantener la calma.

La puerta estaba abierta.

Aquellos que salieron corriendo de dentro no se pararon para cerrarla y los que ahora moraban sus muros no encontraban motivos para denegar la entrada a la comida.

El eco de vuestros pasos resonaba en la entrada vacia. Viejos poster rasgados y mugrientos, colgaban mecido por la brisa de la puerta abierta.

La luz entraba abriendose camino por todos los pisos superiores.

Os dirigisteis a la entrada a los sotanos.

Empezasteis a ver letreros pintados indicando las zonas de los baños a los refugiados, o los lugares donde conseguir asistencia medica.

En una de las paredes la gente habia pegado los nombres de personas desaparecidas que estaban buscando. Algunos lo habian escrito en la propia pared. "Jóse Hidalgo, 23años, desaparecido el cuarto mes de la infectacion. Conductor de ambulancia. Si alguien le conoco o a visto, diganle que su madre esta viva y lo busca."

Otros mensajes era aun mas aterradores. Habia algunos pintados a un metro y medio del suelo donde se podia leer "Vusco a mi mama, es asi" y al lado un dibujo de un muñeco de palo, con pelo largo y al que faltaba un brazo, con una flecha indicando esa herida y añadiendo. "tiene pupa ai" como indicacion.

Las manchas de sangre seca se estendia por el pasillo. Tambien habia eces. Jeff piso una a posta y esta estaba seca. Buenas noticias eran no encontrar excrementos recientes. Habia que estar alerta.

Continuasteis acia abajo. Al primer sotano.

  Hora de encender las linternas.

Recuerdos, eso es lo que me venía a la cabeza, recuerdos de mi madre Juliette con su pelo rubio y sus ojos azules riendo por algún comentario de mi hermana, recuerdo al primer chico que mi hermana me dijo que le gustaba, un tal Thomas, un chaval sacado de revista de la super pop, que estaba igual de asustado que mi hermana Ann Mary pero le daba seguridad. Recuerdos de como estábamos los cinco aquí viviendo una vida alejados del chalet donde vivíamos, pero al menos estábamos todos juntos hasta que pasó lo impensable, el puto sargento que lideraba el estadio había sido infectado, y lo ocultó, y de ahí pasó a infectar todo el refugio, lo que vino después fue caos y descontrol, yo estaba con mi padre y mi hermano practicando el bateo, el mismo bate que tengo en las manos.  Recuerdo sangre, gente corriendo con los ojos inyectados en sangre y espuma en la boca, gente mordiendo a amigos, a conocidos, a mujeres, a niños, destrozando gargantas, arrancando brazos y abriendo estómagos... Todo se vuelve un infierno Dantesco de vísceras y color rojo carmesí.

Ahora andamos por los pasillos, casi sin luz, voy al lado de Jeff y veo rastros de sangre seca por las paredes, testigos gráficos de lo sucedido como rastros de sangre seca y huesos roídos por el suelo, en un momento piso algo, un sonido seco de roto suena bajo mis pies, unas costillas humanas con rastros de carne aún pegados. Heces secas dan un aspecto y un olor nauseabundo, al igual que los orines por doquier. Todo ha cambiado desde que huimos de aquí, ahora es como una degeneración de como era mi vida aquí, más oscuro, más lúgubre...

Leo los carteles y los mensajes desesperados, conozco a la mayoría, me acuerdo de José, el de la ambulancia, le llamábamos "tiritas" era enfermero, pero conocía bastante de medicina y nos parcheaba, me daba Reflex para los músculos y su novia entrenaba conmigo para adelgazar porque quería gustarle más a José. El niño no tiene que ser otro que Daniels, un niño de 6 años, su madre Karen, una buena mujer y super protectora, la última vez que la vi un infectado le arrancaba el brazo a lo bestia. Recuerdos.... 

Bajamos las escaleras y preparo el bate, afinando el oído, miro a Jeff, estamos cerca del primer Generador y el museo de viejas glorias. Aquí podríamos coger algo de ropa y algún bate de 1000$ firmado por Joe Nathan, el numero 36 de los Detroit Tigers... 

-Formamos perímetro y registramos ésto?- Pregunto a Jeff mirando los accesos al museo pendiente de movimiento y de cualquier cosa que vea, oiga o huela....

Pasó junto con el grupo por la entrada vacía, el eco de los pasos mantenía a la joven alerta y con los ojos bien abiertos.

Mientras caminaba sostuvo bien su arco junto con la flecha en una postura correcta, relajando los hombros como le había enseñado Jordan. Wendy se movía en silencio, calibrando bien sus pisadas para no hacer ruidos innecesarios tropezando con latas de refresco vacías o cualquier porquería que hubiese en el suelo. Estaba tan concentrada que apenas reparó en el desagradable olor.

La posición de Wendy era la correcta indicada por Jeff, junto a Bruce. Confiaba en el ex presidiario para que le quitase de en medio a golpe de martillo a cualquier infectado que tratase de agredirla a corta distancia. La chica miraba de vez en cuando a Bruce con una mirada cómplice para transmitirle que todo iba bien.

Apenas se molestó en leer ningún mensaje de las paredes, desde pequeña estaba acostumbrada a leer mensajes similares y sabía a ciencia cierta que aquellas personas estarían infectadas o con suerte ya muertas.

Su concentración se vio mermada al oír a Eric romper el silencio. Miró a Jeff esperando su reacción a las palabras del joven.

Wendy era una mandada y hacía lo que le decían pero comenzó a sospechar que cargar con un generador fuese una temeridad, se imaginaba aquel trasto como algo pesado que debían cargar al menos entre 3 personas, rebajando su capacidad de combate cuerpo a cuerpo. Veía más prioritario encontrar comida y cargar con menos peso. Wendy había visto a los infectados en acción, y recordaba a algunos de ellos incluso trabajando en equipo para acorralar a sus presas con una forma de caza primitiva pero peligrosa dependiendo del número de infectados.

Wendy sabía que el éxito de la misión dependía en gran medida del trabajo en equipo y la compenetración mutua entre los guardianes, por lo que prefirió no hacer ninguna indicación personal, acataría sin reservas las decisiones de Jeff y el resto de compañeros.

Bruce cargo su martillo al hombro en una posicion relajada en apariencia pero desde la cual podia descargar un golpe brutal en pocos segundos ya que no perderia tiempo en alzarlo.

Devolvia las miradas a la jovencita que tenia al lado. Era poco mayor que su hija y viendola reflejada en ella no permitiria por nada que le sucediera algo mano. Bruce era de condicion protectora, sobretodo con los niños y las mujeres, incapaz de matar a una mosca como se solia decir.... al menos a una mosca no infectada. Incluso con esos desgraciados habia demostrado piedad, evitando matar cuando no era necesario.

El no habia estado en el estadio, habia pasado los primeros meses de la infeccion en prision. Paradojicamente ese lugar se volvio el mas seguro de todos al estar aislado de la gente, hasta que la comida dejo de llegar y los guardias dejaron de acudir a su trabajo.

Entonces la ley del mas fuerte se abrio paso en prision y se formo un caos acojonante. En algun momento la infeccion salto los muros al escuchar el sonido de las voces de los presos en las revueltas contra los pocos guardias que quedaban.... Bruce se las arreglo para escapar en la confusion, se abrio paso en las calles buscando a su mujer y a su hija.

Supo que habia gente refugiada en el estadio pero acercarse a los militares con sus antecedentes no le parecio seguro y decidio que lo mejor era abandonar la ciudad. Ahora se alegraba de haber tomado esa opcion.

- Estoy con Eric, asegurar la planta antes de seguir bajando nos puede evitar sorpresas desagradables cuando subamos cargados.- dijo el hombre oteando en la oscuridad, con la esperanza de ver algo. Sin embargo la opinion de Jeff era la que valia.

Bruce miro atras y pregunto la opinion al otro militar experto.- ¿Tu que opinas Mark?

Estoy al final de la formación con la eficiente Rachel. Eric está sobreexcitado, eso puede ser bueno para él si está solo, pero es peligroso cuando estamos en grupo. Quiere ir delante, quiere registrar, quiere desmontar un generador. Niego con la cabeza disgustado, pero no digo nada.

En mi mano derecha llevo un machete al aire, no quiero crear más tensión con la escopeta apuntando a todos lados. Lo llevo relajado pero dispuesto. Jeff me pregunta mi opinión. A los civiles les cuesta horrores mantener una disciplina de órdenes y todo lo llevan a la democracia. Una fórmula que funcionaba cuando vivías en una casa y tenías televisión por cable, y nadie amenazaba tu hogar. No les entra en la cabeza que estamos en guerra. ¿Pero como culparlos? cuando todo se arregle necesitamos gente que no haya olvidado de donde veníamos. Así que le doy mi opinión sin brusquedades.

-Somos pocos para cubrir tanto terreno, no podemos asegurarlo eficientemente- señalo salidas y pasillo- yo lo haría rápido y en silencio, directos al sótano dos.

Jeff paro en seco la marcha, como si hubiera visto o oido algo, mandando silencio con un gesto rapido. Movio la luz de su linterna tratando de atrapar aquello que habia llamado su atencion.

Aquellos sustos solian ser normales, un raton, una bola de papeles viejos movida por la corriente, una lata, podia ser cualquier cosa.

El general se aseguro bien, no vio nada, no escucho nada raro.- Seguiremos el plan, entramos cogemos lo que vinimos a buscar y nos vamos, lo mas rapido y en silencio que podamos.- dijo con un susurro tajante. Notasteis que Jeff se habia tensado.

Miro a Mark un segundo y el joven militar entendio que Jeff no queria alarmar a nadie pero le estaba pidiendo que tuviera los ojos abiertos.

Jeff continuo la marcha, en direccion al siguiente tramo de escaleras. El generador estaba a un par de metros, aun conectado a unos gruesos cables. Uno de los cables estaba mordido, posiblemente por ratas, pelado... pero era un simple alargador que podia sustituirse.

Tenia algunos golpes en la chapa exterior pero descubrieron un detalle interesante. Tenia ruedas. Su transporte seria mas facil de lo que pensaban si lograban subirlo por las escaleras. Era un trasto enormemente pesado, posiblemente necesitaran cuarto hombres fuertes para lograrlo.

Jeff lo vio pero lo ignoro, no era el objetivo aunque era un dulce muy apetecible, con las dimensiones de un carrito de perritos calientes. Seguramente podria dar luz a todo ARKAM.

Las escaleras al segundo sotano eran aun mas oscuras, mas sucias y al entrar menos aire, el olor era sin dudad era similar al de una cloaca.

Los infectados adoraban los sotanos, contra mas oscuros mejor.

Jeff movio la luz de la linterna por las escaleras, anticipandose al camino. Los pies se pegaban a los escalones y el pasamanos estaba cubierto de todo tipo de sustancias pegajosas. Algo parecido a grasa, sangre y Dios sabia que cubria el suelo.

Llegasteis al segundo parking.

  Los vehiculos habian sido apartados de esa planta por los militares, habia restos de comida, escrementos, huesos y otras cosas que no queriais pensar que eran.

Jeff volvio a detenerse. Podia estar un poco paranoico y solo ser una corriente. Algo no le gustaba, era demasiado facil. Movio la linterna a la oscuridad y no vio nada, tampoco objetos tras los que pudieran esconderse.

En un rincon, como un joya brillante, un contenedor rojo. Cerrado, lleno de golpes por todos lados pero aun de una pieza.

En una de las etiquetas ponia claramente. "Ayuda humanitaria" Distrito 10 de DETROIT.

Los salvajes habian intentado abrirlo pero era una cerradura compleja para sus mentes dañadas.

Jeff se acerco despacio al contenedor.

- Abre la puerta.- dijo a Eric preparando su arma para cubrirle en caso de peligro.

Podia ser el ambiente o la tension. Tu tambien notabas que os estaban vigilando, esa sensacion de que alguien esta mirando tu espalda. Rachel tambien lo sintio, su linterna oteaba las sombras de un modo que te indicaba que la mujer comenzaba a estar algo asustado. Era una civil, por dura que quisiera parecer, era una mecanico no un soldado.

Miro a Jeff, acataré sus ordenes pero..... -Jeff, El generador tiene ruedas, si montamos las mochilas encima y empujamos el generador, matamos dos pájaros de un tiro. Llevamos las cosas sobre ruedas y disponemos de un generador. Pero tu eres el que está al mando y haré lo que digas, pero no desaproveches ésta oportunidad....- Le digo antes de abrir la puerta del Container de para en par y agarrar el bate por si hay "sorpresas"...

Se podía hacer, ni había que pecar de confiados ni de extremadamente cautos.