Al pasar por el pasillo que os dice la esfinge una oscuridad os rodea. Aunque hace algo más que eso, parece que os atrae y os absorbe. En un momento, vuestros cuerpos son atraídos. Parece que habéis caído por un agujero de oscuridad y poder...
Caéis sobre una superficie dura. Al abrir los ojos, comprobáis que estáis fuera de ese árbol mágico. Os rodean algunos árboles y, ante vosotros, tenéis el Castillo
Al pasar por el pasillo que os dice la esfinge una oscuridad os rodea. Aunque hace algo más que eso, parece que os atrae y os absorbe. En un momento, vuestros cuerpos son atraídos. Parece que habéis caído por un agujero de oscuridad y poder...
Caéis sobre una superficie dura. Al abrir los ojos, comprobáis que estáis fuera de ese árbol mágico. Os rodean algunos árboles y, ante vosotros, tenéis el Castillo
Si queréis hacer algo en la escena anterior, hacedlo, pero postear también en esta.
A pocos pasos de vosotros, están algunos de vuestros compañeros. Pero aún falta Elnora, Adélaïde y Valanthien
Etelimas se puso en pie como mejor pudo y miró a su alrededor para comprobar que sus compañeras seguían ahí.
Tras encontrarlas, y más aliviado por ello, miró un poco más lejos en busca de algún otro miembro del grupo original. Y ahí los vió. Corrió hacia Kalehid para ver cómo se encontraba.
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+1)=15
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+1)=14
Ups, posteé demasiado rápido xD Ok, ignorad las tiradas :P
Por fin habían llegado a su destino, se alegró ver a parte del grupo allí también. Los saludó con un cabeceo acompañado de una sonrisa. No duró mucho, porque en seguida se alejó un poco para investigar los alrededores.
Estaban muy cerca del enemigo y toda precaución era poca
Me incorporo en el suelo algo mareado por la caída cuando de repente veo a Etelimas correr hacia mi. -Veo que os encontráis bien. -digo refiriéndome al otro grupo. -¿Y los demás? -añado mirando por los alrededores. Sólo estábamos sois de los que habíamos salido de la ciudad.
Entonces me levanto y me acerco a Etelimas para susurrarle algo al oído.
-Casi y consigo un escarabajo gigante pero el conjuro ha fallado... -le susurro algo decepcionado.
El guerrero sacudio el polvo que le quedo impregnado por la caida. Vio con alegria que tendria mas compañia femenina que la estirada de Sarita.
-"Hola Morgy, ¿me extrañaste verdad?"- Dijo con una sonrisa. Luego vio a Kalehid y a Etelimas hablandose al oido y pensó que definitivamente estaba rodeado solo de mujeres... o de intentos de serlo.
-"Ujummmm"- .
Morgana dibujo en su rostro una sonrisa de oreja a oreja y susurró algo al oido de Kalalo.
- Creo que Etelimas y Kalehid son un duo ambigüamente gay.
Enya se alegró al ver al resto de sus compañeros y se quedó algo preocupada por la desaparición del resto. ¿Qué habrá sido del resto?
Disculpad que tenga tan poca vergüenza pero en el lugar del que sea que venimos he sufrido unos terribles golpes de un gran escarabajo y una malhumorada esfinge. Necesito que alguno de los aquí presentes me ayude con mis heridas. Me siento francamente mal como para enfrentarnos ya con el señor.
Al escuchar a Enya me acerco a hasta ella. -Por supuesto señorita. -digo sin saber muy bien quién es. -No puedo dejar herida a una dama tan bella. -añado con un leve sonrisa que asoma desde debajo de la capucha. Extiendo las manos hasta posarlas encima de sus hombros. Empiezo a recitar unas palabras mágicas y una tenue luz cálida empieza a emanar de mis palmas hasta el cuerpo de Enya.
Motivo: Curar Heridas Moderadas
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+5)=12
El silencio más siniestro acompañaba a esa casa, con el ulular de algún búho y el sonido tétrico del viento en la copa de los árboles.
Si queréis podéis seguir posteando. Estoy viendo a ver qué ocurre con el otro grupo
Máster, se te olvidó curarme los 17 puntos de vida de mis cuatro pociones gastadas.
- Muchas gracias Kalehid por recuperarme de mis heridas. Necesitaba curarme para poder seguir adelante. Creo que es mejor que sigamos hacia delante. El resto del grupo ya nos alcanzará cuando pueda. No podemos esperar más. ¡El señor del Castillo nos aguarda!
Al atravesar la puerta que queda una oscuridad os rodea. Aunque hace algo más que eso, parece que os atrae y os absorbe. En un momento, vuestros cuerpos son atraídos. Parece que habéis caído por un agujero de oscuridad y poder...
Caéis sobre una superficie dura. Al abrir los ojos, comprobáis que estáis fuera de ese árbol mágico. Os rodean algunos árboles y, ante vosotros, tenéis el Castillo
Ante vosotros, caen Adélaïde y Elnora. No sabéis muy bien de dónde han aparecido, sólo que están allí
¿No vais a ver cómo están las dos damas que han caído al suelo? ¿Ni siquiera al caballo? Porque también está tirado en el suelo el pobre
Morgana se acerca a Adelaide y comprueba su estado.