Partida Rol por web

Fue Santiago quien volvió a ofrecer su modesta parroquia como sala de reuniones. La disposición de los muebles, la iluminación, incluso las rosquillas, todo permanecía tal y como estaba el día anterior. Pero el ambiente era muy diferente. Apenas se cruzaron dos o tres frases cuando Olivia y Laura encontraron al párroco esperándolas bajo el pórtico de la Iglesia de Santa María de Palacio. Tampoco dijo mucho Daniel, que esta vez venía sin el perro. De Claudio no se sabía nada. Le esperaron durante casi diez minutos, después decidieron comenzar sin él. 

-Como si estuvierais en vuestra casa. -dijo amablemente Santiago. -Por favor. Con un gesto indicó a los asistentes que tomaran asiento alrededor de la antigua mesa de roble que normalmente le servía de escritorio. Se dirigió a Olivia. -En el mensaje mencionaste una nueva información. Nos gustaría escuchar lo que tengas que contarnos.

Igual que el día anterior, incluso a la misma hora, tanto Olivia como su compañera se encontraban ante la entrada de la Iglesia de Santa María donde Santiago, el párroco, las estaba esperando. Un breve cruce de palabras de saludo y una pequeña espera en la sacristía, donde todo se mantenía inamovible, a que Claudio llegara pero, viendo que o no había podido acudir o bien no había leído aún el mensaje en el foro, la cuestión es que no apareció.

—Tanto Laura como yo hemos estado investigando por separado, pero las dos hemos encontrado varias coincidencias y puntos en común en nuestros resultados.

Olivia sacó las gafas de su bolso, así como el bloc que siempre llevaba encima y donde había hecho sus anotaciones.

—Son numerosos los suicidios y muertes que han ocurrido, y que están ocurriendo, a lo largo del río. Eso es algo que ya sabíamos, pero parece que hay puntos muy concretos donde esas muertes parecen más numerosas, por ejemplo La Grajera donde, al igual que ocurre en el Bosque Aokigahara en Japón, conocido como el bosque de los suicidios, se han producido varias muertes, ahorcamientos principalmente. —Hizo una pequeña pausa para tomar aire, aprovechando para mirar a sus compañeros por encima de las gafas—. Aunque las muertes se remontan años atrás, parece que un punto que habría que investigar es el inicio de las obras del Parque del Ebro, quizás fuera idea hablar con algún trabajador de aquella obra.

Esos dos datos eran los principales, pero si se tenían en cuenta las notas tomadas por Laura así como las que ella misma había tomado, pudiera ser también factible tener que investigar las distintas muertes producidas, aunque… eran tantas que necesitarían mucho tiempo para poder abarcarlas todas.

—No parece haber un patrón en las muertes, hay personas de ambos sexos, distintas edades y condición, pero sí hemos podido constatar que muchos huesos aparecidos corresponden a niños. Eso sin contar con los casos de pederastia que se han producido. Creo que son puntos interesantes por los cuales comenzar ¿no creéis?

Olivia se giró hacia Laura para darle la oportunidad de aportar más datos a los ya expuestos.

Escuche las palabras de Olivia, pero el tema del suicidio me descoloco demasiado, mi amigo no seria capaz de algo asi.

No creo que mi amigo se suicidará, o al menos no lo creo, sigo pensando que el no se ha ido por su propio pie. Si se hubiese suicidado alli, ¿donde está el cuerpo? Creo que nos dejamos pasar algo cuando investigamos en el parque, tiene que haber algo que nos diga que ocurrió alli.

-No creo que tu amigo se suicidara, Daniel -admití, tras oír las palabras del joven-. Durante la investigación, he hallado dos tipos de muertes que se producen alrededor del Ebro. Por un lado, los suicidios, como ha dicho Olivia, concentrados en especial en la zona de la Grajera. La mayoría trataban de arrojarse al río u optaban por el ahorcamiento. Algunas de las personas que trataron de suicidarse en la Grajera ni siquiera eran de la zona, pero por algún motivo acuden allí, entre todos los lugares de Logroño, para suicidarse. Como si La Grajera les atrajese. Como mencionó mi compañera, al igual que sucede con el Bosque de los Suicidios japonés.

-Por otra parte, están las "muertes rituales", como las he querido denominar. Siempre son dos cadáveres, y siempre hombre y mujer. Ambos aparecen en el río, justo en la misma zona. A veces el hombre es de mediana edad, otras veces es un anciano. Lo mismo con la mujer. No hay un patrón que pudiera indicarnos, por ejemplo, la obsesión de un asesino en serie sobre un determinado abanico de personas. No, lo único que siempre coincide es que son un hombre y una mujer. Sucedió en el 2012, sucedió en el 2016 y está volviendo a suceder en estos momentos. Y ahora es cuando viene la parte en que tenemos que teorizar y tirar de las pistas que hemos hallado.

Respiré hondo, saqué mi cuaderno de notas y comencé a pensar la forma mediante la que explicar todo sobre la información que había obtenido.

-Mi teoría es que existe una organización, secta o hermandad que está detrás de estas muertes -expliqué. Pese a que Olivia ya estaba al tanto de esa parte por lo que le había explicado en la redacción, traté de ofrecer más detalle-: Hace unos cuatrocientos años, la Inquisición poseía uno de sus tribunales más importantes del norte de España en esta ciudad. Aquí es donde se llevó a cabo el proceso judicial que se conoce como "las Brujas de Zugarramurdi", que supuso la muerte de doce mujeres acusadas de practicar la brujería. Aunque eso no es lo importante. Lo importante es que, al parecer, existía una organización cristiana que, bajo el beneplácito del Rey y de la Iglesia Católica, se encargaban de dar muerte a quienes consideraban herejes o que llevaban a cabo un estilo de vida poco cristiano. Dado que el Camino de Santiago pasa por Logroño, los miembros de esta hermandad tenían a su disposición numerosas víctimas, pues era normal que entre los peregrinos hubiera gente tratando de buscar el perdón por sus pecados o simplemente personas con distinta fe religiosa con intención de penetrar en España por la vía más segura.

Ahora os preguntaréis, ¿qué tiene que ver eso con lo que sucede hoy día? -me dirigí sobre todo a Daniel y a Santiago-. Pues me da la sensación de que mucho más de lo que pudiera parecer a simple vista. Esta secta se establecía en los subterráneos de la ciudad, moviéndose a través de ella mediante sótanos, bodegas y galerías. Y no lo tendrían muy difícil para deshacerse de los cuerpos. Mi teoría es que las muertes hombre-mujer tienen un sentido ritual para esta secta, aunque ignoro cuál podría ser. En cuanto a los suicidios, cabe la posibilidad de que, de alguna forma, hayan corrompido el agua de una zona concreta del Ebro, la que coincide con la Grajera. Tal vez una sustancia que empuje a la gente a suicidarse, no lo sé. Pero hay más.

Aproveché entonces la mostrar la hoja que había arrancado y que ya le había mostrado a Olivia, con el esquema sobre los sucesos violentos que habían azotado a Logroño en las últimas décadas.

-Como ha dicho Olivia, el inicio de las obras del Parque del Ebro, en 1993, parece haber sido el inicio de todo lo que ha ido sucediendo estos últimos veinte años -expliqué, apuntando con el dedo al año que encabezaba cada columna-. Creo que es suficiente con leer cada nota para hacerse a la idea de que no fue el mejor año para esta ciudad. Si queremos llegar al fondo del asunto, sugiero empezar desde ahí. Aunque hay más. Según un usuario de una noticia de nuestro periódico, el año 1999 fue incluso peor, aunque no daba detalles al respecto. Vete quedando con los años, Daniel, es importante. En 2007, hay un intento de suicidio por parte de una mujer. Cadáveres en 2012. Intentos de suicidio en 2013, y más cadáveres en 2016. Da la sensación de que es un ciclo continuo, se repite, como si se tratase de una tradición.

-He notado también, si tomamos como punto de inicio el año 1993, hay un intervalo, primero de seis y luego de ocho, entre cada período lleno de tragedias. Incluso si retrocedemos en el tiempo ocho años antes de que se produjesen las obras del Ebro, conocemos el caso de dos suicidios en un hospital no muy apartado del Ebro, en el año 1985. Lo único que rompe esta secuencia ininterrumpida es la aparición de los cadáveres, repito, hombre y mujer, tanto en 2012 como en 2016. Puede que solo sean simples cifras, pero es algo que quizá deberíamos tener en cuenta.

-Y ni siquiera aún he acabado de explicarlo todo -Suspiré. Pese a que parecía que estaba dando un discurso, no quería dejar ningún detalle en el aire, con el fin de que las investigaciones de mis compañeros pudieran avanzar-. Como ha dicho Olivia, hubo también varios casos de pederastia. Uno de ellos, el de Gonzalo de Berceo, durante el mismo año en que se produjeron las obras del Parque del Ebro, pero hubo, como mínimo, dos más. Uno en Plaza Valcuerna y otro en el parque de La Cometa. Podría tener algún tipo de relación con nuestra investigación, por lo que no podemos descartar nada.

-Y por último, hay una serie de personas que parecen saber mucho sobre lo que sucede en Logroño. Uno de ellos es, por supuesto, nuestro amigo Lantarón, que ya no parece que esté tan loco. Otro es F.MartínPinedo, quizá un familiar cercano de un empresario de Logroño llamado J. Martín Pinedo Cerezo, que se dedicaba al alquiler de inmuebles. Teniendo en cuenta que una de las víctimas del año 1993 fue una joven que trabajaba en una inmobiliaria, podría ser un hilo del que tirar. También está Marcos Díaz, del que sabemos que hace deporte en la zona de La Grajera y es el que ha proporcionado la mayoría de los datos que tenemos de ese año. Y por último, alguien que usa el nick de nanolitro, que asegura que el año 1999 fue peor para Logroño que el 1993, y creo que nos va a saber complicado averiguar el porqué. Creo que deberíamos intentar ponernos en contacto con estos hombres si averiguamos sus identidades, así como con las personas relacionadas con la apertura del parque en el 1993.

-Seguramente, me esté olvidando de algo, pero creo que es todo lo que he podido indagar por el momento. Daniel, ¿has averiguado algo desde la última vez?

Buena investigación compañeras. Yo no pude averiguar mucho, indague por la red y apenas encontré nada. Pienso como dije que algo nos tuvimos que dejar en el parque, por que si lo mataron en un ritual, deberíamos encontrar el cuerpo, o los cuerpos si son pareja como bien comentas. 

No se si pasarme de nuevo por el parque en busca de más indicios, algo que nos ayude, al menos para saber si sigue con vida, que espero que asi sea.

-No creo que vayamos a encontrar mucho más en el parque -comenté, encogiéndome de hombros-. Creo que lo más útil sería hablar con los trabajadores que intervinieron en las obras del parque en el año 1993. O con los miembros de esa brigada municipal, de los que parecen que no acabaron muy bien. Sea como sea, creo que investigar todo lo que sucedió durante ese año podría ser nuestro mejor movimiento.

- ¡Jesús! - exclamo al escuchar todo lo que ha sucedido en torno a la parroquia y tan cerca de aquí. Cuando reacciono: - buen trabajo señora y señorita. Estoy abrumado con tantas muertes. -suspiro- Estoy al tanto de alguna de ellas, sonada en los periódicos, pero tantas no. Son demasiadas. Deberíamos ir a la policía o a la guardia civil, puede que ya hayan iniciado una investigación en esta línea. -sugiero, mirando al asiento que ayer ocupó Claudio.

-Esa es una buena idea -reconocí, ante las palabras del seminarista-. Además, mataríamos dos pájaros de un tiro. Puede que haya guardias o policías que puedan estar al tanto de lo que sucedió en el 93 con las obras del parque. Creedme, tengo un guardia civil en la familia y, para otras cosas no sé, pero en cuanto a fechas, nombres y datos de los casos que se le han presentado a lo largo de los años son como una enciclopedia andante. A todo esto, ¿alguien sabe dónde está Claudio?

La pregunta de Laura quedó colgada en el aire, sin respuesta. Daniel y Santiago miraron hacia los lados y se encogieron de hombros. ¿Donde se había metido Claudio?

Casi por arte de magia, alguien llamó al portón principal. Hablando del rey de Roma... -Debe ser él... -susurró el párroco. Se levantó diligente y fue hacia la entrada, guardando la precaución de mirar antes por la rendija. Acto seguido, las bisagras chirriaron cuando el portón giró sobre su eje. La voz del guardia civil retirado les llegó desde la calle. Perdonad por el retraso, acabo de ver el mensaje. 

Su rostro, como siempre, permanecía serio, impasible, pero el sexto sentido de Olivia intuyó que Claudio quería compartir algo.

Vamos Claudio, creo que eres quien más experiencia tiene en estos casos y eres el que más nos puedes ayudar le digo algo nervioso esperando que nos cuente si averiguo algo nuevo.

Mucha era la información de la que disponían, aunque un poco caótica pero por lo menos tenían unos cuantos hilos de los que tirar. Olivia se imaginó que la mayoría serían callejones sin salida, pero tenían que mirar todas las posibilidades que se les ponía por delante, investigar todas las pistas que descubrieran.

Ante la pregunta de Laura, la periodista no contestó pues no tenía respuesta alguna que dar, simplemente miró a unos y a otros para comprobar si alguno sabía algo de Claudio, pero todos parecían estar igual que ella de ignorantes.

Después de un rato reunidos, de haber puesto sobre la mesa los datos que habían encontrado, de estar discutiendo las mejores pistas que podrían seguir, una llamada a la puerta, justo en el momento que su compañera preguntaba por el hombre que había encontrado el perro, los alertó de que quizás fuera él el que acababa de llamar.

Dicho y hecho. Ante ellos se presentaba Claudio excusándose por su tardanza. Olivia, con un sexto sentido que la había ayudado en más de una ocasión, percibió algo en el hombre que le indicaba que él tenía también alguna información que aportar.

—Luego te contamos todo lo que hemos descubierto pero creo que tú también traes novedades, ¿me equivoco?

Claudio llega y se excusa. Estoy impaciente por que las chicas le cuenten lo que han descubierto y ver si puede ayudarnos, si todavía tiene mano en la Guardia Civil. Estoy inquieto, intuyo que algo grave está ocurriendo aunque no sé qué hacer.

Cuando llegue a la reunión, noté enseguida que el resto llevaban un rato allí y ya habrían puesto algunas cosas de sus posibles investigaciones en común. Olivia, en su saludo, terminó de confirmarme este punto. Sentí algo de presión y la sensación de que probablemente iba a decepcionar sus expectativas. El hecho de haber llegado con retraso no habría hecho si no alimentarlas más, probablemente.

-Buenas a todos. Empezaré diciendo que no tengo gran cosa por ahora.-Dí un leve suspiro antes de continuar-El caso es que he estado hablando con un antiguo compañero de trabajo, y van a hacer lo posible por sacar el más mínimo indicio que se pudiera arrancar de esa zapatilla que encontramos. Pero tardarán unos días, los procesos en laboratorio son así. Los cuerpos de seguridad están bastante desconcertados, ya que las últimas desapariciones parecen ser eso, literalmente. Se esfuman, sin dejar ningún tipo de huella, ningún rastro. Les sorprende especialmente esta ultima desaparición, la de su amigo.-Señalé con la cabeza a Daniel-No encaja en el perfil de las últimas desapariciones: Mendigos, artistas ambulantes... Gente sin vínculos, nadie que fuera a echarles de menos o alertara de su ausencia repentina. La desaparición de Manuel Cidacos en seguida hizo reaccionar a su familia y amigos. No parece tener vinculación con nada anterior, si planteamos la teoría de algún tipo de criminal en serie o ritual, no encaja con ninguna otra investigación en marcha previa, sería muy probable que fuera su primer trabajo. De todas formas, me dio el contacto de uno de los encargados de Proyecto Hombre, han trabajado mucho en esa zona y podrían aportarnos información sobre los casos de esas otras desapariciones ocurridas en la misma zona. Ya ven, amigos, tampoco traigo grandes noticias bajo el brazo. ¿Que tal les ha ido al resto?

Esperaba con curiosidad que alguno de los presentes tuviera algo más interesante. Algún hilo mejor que los míos del que tirar.

Olivia escuchó con atención lo que Claudio les contaba. No es que fuera una gran información pero por lo menos era un nuevo hilo del que tirar.

—Entonces esperaremos a ver qué nos cuentan sobre la zapatilla y puede que los de Proyecto Hombre hayan visto u oído algo que nos pueda ayudar.

En un día habían conseguido bastantes cosas para investigar y Olivia esperaba que de alguno de los puntos que tratarían les llevara a ir deshaciendo la madeja de aquella historia que, aunque al principio le resultaba un poco fantástica, poco a poco la había ido enganchando y ahora sólo quería descubrir qué estaba pasando.

—Pues tanto Laura como yo hemos encontrado varios temas interesantes para investigar y puntos en común. Parece ser que una fecha clave es la del inicio de las obras del Parque del Ebro. —Se giró hacia su compañera—. Laura, enséñale a Claudio el cuadro tan detallado que has realizado porque seguro que si te enseño mis anotaciones no te vas a aclarar.

Cuando Claudio pronuncia las palabras "criminal en serie" o "ritual" un enorme miedo me invade. "Aquí, tan cerca", pienso inquieto. Un fuerte temor me embarga y comienzo a temer por nuestra seguridad si indagamos así sin más, si nos metemos en estos asuntos.

- Yo no tengo nada.- Consigo secir por fin. - Me siento un poco abrumado, perdonadme. - Me levanto y me acerco a un pequeño mueble alto que hay en la habitación, con una jarra llena de agua y varios vasos. Vierto un poco en uno de ellos y lo bebo a sorbos pequeños para tranquilizarme. Reposo la espalda contra la pared y miro al grupo, preocupado.

Esperemos que puedan sacar alguna pista de la zapatilla. Quiero saber lo que pasó, tener una respuesta, ya sea buena o mala. Por mi cabeza empieza a pasar la idea de no volver a. Era a mi amigo, y mucho menos con vida, lo cual me deprime.

Asentí ante las palabras de Olivia y procedí a mostrarle el cuadro que había realizado al guardia civil retirado.

-Aún es pronto para asegurar nada con rotundidad, pero lo que has dicho sobre las desapariciones de personas sin vínculos, como mendigos o artistas ambulantes, coincide con lo que, según se dice, lleva ocurriendo en esta ciudad desde el siglo XVI. Al parecer había una organización, que trabajaban al amparo del Rey y la Iglesia, y se dedicaban a deshacerse de los supuestos herejes que entraban en España realizando el Camino de Santiago. Puede que sólo sea una tontería y no tenga nada que ver, pero cabe la posibilidad de que esa organización siga existiendo o que algún lunático esté realizando esos crímenes queriendo emular lo que hacían en el pasado los miembros de esta organización.

Escucho a Laura exponer de nuevo el resultado de sus investigaciones... "El Ebro", pienso. "Todo parece estar centrado en el Ebro". Decido contar algo al grupo, sin saber muy bien por qué:

- En 1993 el Ebro a su paso por Logroño no era más que una ribera pedregosa y llena de zarzas donde nadie se metía nunca, era un paraje natural, salvaje, y abandonado. Yo diría casi inaccesible. Hasta que el ayuntamiento se embarcó en aquel colosal proyecto que redifinió el norte de la ciudad. Fue en 1993, estoy seguro. -respiro- ¿Creéis que el proyecto puede tener algo que ver? ¿Podríamos encontrar alguna pista en ese proyecto?

Dejo las preguntas en el aire. No creo que tengo ninguna relevancia pero una parte de mí me dice que debo ir al ayuntamiento y ver ese proyecto. Algo debió cambiar en el río o en sus bordes...