Partida Rol por web

Herederos del lobo

13. La hija de Jabalí

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30/05/2012, 21:29
Director

1 de noviembre de 2000 - 17:23

Alecto despidió al Ford rojo en el que había llegado a Naperville y la conductora del coche hizo lo mismo dándole un toque al claxon. El último tramo había tenido que hacerlo en autostop porque se le había acabado el dinero en Chicago, pero Wendy, aquella chica tan amable, no había puesto objecciones a la hora de llevarla hasta allí aunque no le tomaba de camino. Después de todo, la Galliard podía ser muy persuasiva gracias a los dones de la Naturaleza... y de Gaia.

Con su mochila y su guitarra a cuestas, la Furia Negra se descubrió en una ciudad totalmente nueva, sola. No era tan grande como Nueva York; probablemente no fuese mucho mayor que Astorga. Si los sueños que Jabalí le había enviado iban en serio, aquí podría encontrar cómo redimirse por su horrible acción. El problema era que, aparte de haber llegado, no sabía cómo seguir.

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30/05/2012, 21:36
Director

1 de noviembre de 2000 - 17:23

Viviane sabía que no iba a tardar mucho en tener que regresar al Túmulo, pero con el frío de noviembre pisando los talones, dejar una casa con calefacción en pos de una cabaña de madera no sonaba demasiado halagüeño. Venía de dar una vuelta en moto y se le había quedado la cara helada. Su casa quedaba no muy lejos del lugar donde había aparcado, y todo lo que tenía que hacer era caminar hasta allí.

Se cruzó con una chica pelirroja con una guitarra a la espalda y sus tripas se retorcieron como si se le fuesen a escapar del cuerpo. Garou, Garou. Podía percibir su Rabia desde varios metros de distancia. Pero no la conocía de nada. Del Clan no era.

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30/05/2012, 22:43
Viviane Flecha-de-plomo

Viviane se paró en seco y clavó sus ojos en la chica pelirroja. Era la primera vez que se topaba con un Garou fuera de “casa”, y fue una de esas sensaciones que no se olvidan. Sus sentidos se pusieron alerta y su cuerpo se tensó como solía hacer justo antes de la batalla. Rabia contra Rabia. De haber estado en lupus estaba segura de que le habría gruñido, pero en homínido sólo hizo un mohín.

La observó, todavía a cierta distancia y con cautela. No sabía muy bien qué hacer, así que se quedó allí esperando a que ella hiciese las presentaciones, con los pies clavados en el suelo y la cara helada de frío. Parecía joven, de modo que no llevaría mucho tiempo despierta. Tampoco tenía pinta de ser un Caminante Silencioso. ¿Un Roehuesos o un Morador del Cristal que estuviese de paso? Quizá. O quizá no.

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30/05/2012, 23:17
Alecto Tres-Acordes

Alecto siguió el Ford con la mirada hasta que se perdió de vista tras una esquina. Se cruzó la correa de la guitarra sobre el pecho para dejarla a su espalda y se planteó qué hacer a continuación. Parecía un sitio tranquilo, pero no soltó la mochila en el suelo. Venía de Nueva York; una mochila que tocaba el suelo era una mochila que no volvías a ver.

Miró a su alrededor, dispuesta a elegir una dirección al azar, y entonces la vió. Una Garou allí parada nada más salir del coche. Con cara de pocos amigos, eso sí, pero no podía ser casualidad. El Jabalí había guiado sus pasos hasta entonces y confiaba en que siguiera siendo así. Se acercó esperando que la chica fuese más amigable de lo que parecía a primera vista:

-Siento molestarte, pero estoy  un poco perdida y creo que tú puedes ayudarme -dijo enfatizando levemente el 'tú', tendiéndole una mano de uñas pintadas de azul y varias pulseras de cuero en diversos estados de descomposición y poniendo su mejor sonrisa-. Me llamo Alecto Tres-Acordes, es un placer.

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31/05/2012, 00:29
Viviane Flecha-de-plomo

La Ragabash avanzó un paso y tendió una mano enguantada en cuero para estrechar la suya. Su actitud pareció relajarla, e incluso se permitió una sonrisa antes de presentarse.

-Viviane Flecha-de-plomo. Pertenezco al Clan Viento Ululante de Naperville. ¿En qué puedo ayudarte? -dijo, de forma notablemente más amigable pero sin borrar cierta desconfianza de su mirada.

Se colocó el pelo tras las orejas y volvió a esconder la mano en el bolsillo de la chaqueta, encogiéndose bajo la chupa de cuero a causa del frío. Quería moverse de allí a un lugar más resguardado.

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31/05/2012, 02:41
Alecto Tres-Acordes

Una sonrisa. Espléndido. Alecto enganchó el pulgar en la correa de la guitarra como si fuera el asa de una mochila y consideró las palabras de la chica por un instante. El Clan Viento Ululante. Sonaba bastante bien. El Jabalí quería ayudarla a remendar su error después de todo. Haría lo que hiciera falta para ser parte de una nueva manada y que todo volviera a ser como antes. Tal vez encontrase una tan prometedora y admirada como a la que había pertenecido. ¿Por qué no? Siempre había caído de pie. Incluso su nombre de Garou había quedado bien, aunque se lo habían puesto con más sorna que otra cosa.

-El Clan Viento Ululante es precisamente lo que buscaba. Quiero presentarme ante los ancianos y ponerme al servicio del clan si me lo permiten. Te agradecería que me indicases cómo llegar hasta el túmulo, porque... bueno, no tengo ni idea de donde estoy -dijo aún con la sonrisa puesta, encogiéndose de hombros.

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31/05/2012, 02:53
Viviane Flecha-de-plomo

-Estás en Narperville, pero el clan se encuentra en una reserva a las afueras -dijo, como si fuese un problema. Se balanceó un par de veces sobre los talones antes de continuar, y cuando lo hizo su voz sonó a duda-. Pero... si esperas un momento a que me tome un café caliente puedo acercarte y presentarte.

En realidad no quería regresar al clan, no tan pronto. Pero aquel era un estupendo pretexto para hacerlo, tantear el terreno y regresar a casa en caso de que las cosas no fuesen del todo bien. Además, si la chica resultaba ser alguien haría que la afrenta hacia ella aminorase. Y todavía tenía que solicitar que le practicasen el Rito de Renombre... O Ashley se la comería a gritos.

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31/05/2012, 07:40
Alecto Tres-Acordes

-Claro, sin prisas. Muchas, muchísimas gracias -dijo, claramente agradecida pero intentando contener su satisfacción.

Apenas había puesto el pie en la acera y ya había encontrado el clan y a uno de sus miembros, que iba a llevarla hasta allí y presentarla. ¿Podían salir las cosas mejor? Después de todo lo que había pasado en los últimos meses, Alecto había temido que la buena suerte de la que siempre se jactaba la hubiese abandonado. Pero parecía que no era el caso. Todavía tienen que aceptarte, se recordó. Había contado con su mejor Aullido de Presentación, pero llevar a alguien del clan con ella mejoraba sus posibilidades. O eso esperaba.

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31/05/2012, 12:51
Viviane Flecha-de-plomo

-De nada -respondió, animosa.

Hizo un gesto breve con la mano, indicándole que la acompañase, y entró en la primera cafetería que vio poco abarrotada. Se sentó en una mesa tras pedir un café largo y deshacerse de la chaqueta y los guantes, observando de hito en hito a la chica que la acompañaba, curiosa. Frotó sus manos con insistencia y las llevó hasta su rostro en forma de cazo para exhalar sobre estas el aliento cálido mientras esperaba a que les sirviesen. Una vez el café estuvo sobre la mesa, le dio un trago largo y se inclinó hacia adelante para retomar la conversación.

-Y, ¿qué andas buscando por aquí?

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31/05/2012, 16:54
Alecto Tres-Acordes

Alecto se echó hacia atrás y miró al techo un momento con una sonrisa, pensando un momento:

-La versión rápida es los espíritus me han guiado hasta aquí y aquí he de encontrar mi manada. Y creo que esa manada está en tu clan, aunque si te soy sincera no sé mucho sobre el Viento Ululante -dijo, porque decir que no sabía mucho era mejor que decir la verdad, que era que no sabía absolutamente nada. Estuvo a punto de añadir que su camino hasta allí había sido como una llamada del destino, con problemas, espíritus y solitarios viajes, pero su madre siempre decía que parecía una Galliard chiflada cuando hablaba así. Lo cual se ajustaba perfectamente a la realidad, pero no quería asustar a la chica.

Por lo menos, no tan pronto.

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31/05/2012, 18:28
Viviane Flecha-de-plomo

-Hum... -La Ragabash revolvió el café mientras mantenía los ojos clavados en el fondo. Después levantó la vista con una sonrisa irónica pintada en el rostro-. Vaya. Mi clan sufrió un ataque hace algunas semanas y tuvimos bajas considerables. Nos hemos quedado algo cojos, de modo que imagino que tus espíritus te han mandado al lugar correcto. ¿Eres Theurge?

No quería sonar a interrogatorio, pero a fin de cuentas iba a llevar a una desconocida ante los ancianos. Lo mínimo era estar bien informados.

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01/06/2012, 11:51
Alecto Tres-Acordes

Un ataque. Alecto tomó nota mentalmente pero decidió no mencionar el tema. Si había supuesto tantas bajas al clan no podía tratarse de un ataque normal. Se enteraría tarde o temprano. Se centró en responder a Viviane, solícita

-Oh, no. Los espíritus y yo no solemos comunicarnos, esto es una ocurrencia bastante puntual -dijo ella. De hecho su relación con los espíritus era bastante escasa; había tenido que rogarle a su madre durante semanas para que le hiciese su fetiche-. Soy Galliard -le dio un toquecito a su guitarra para ilustrar sus palabras-. Vengo del Clan de la Mano de Gaia, en Nueva York. Y -hizo una pequña inclinación de cabeza-, soy una Furia Negra.

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01/06/2012, 14:40
Viviane Flecha-de-plomo

Los ojos color miel de Viviane se volvieron vidriosos, y su semblante serio. Contuvo la respiración unos segundos dejando que la incomodidad del silencio llenase el espacio. Un espíritu les enviaba una Galliard para suplir el papel que debería haber ocupado Leigh. ¿Qué clase de broma era aquella? Y, si se aventuraba a creer en los sueños de Trace, que ya habían demostrado su veracidad, el asunto cobraba todavía más interés.

"Últimamente he soñado, aparte de con mi jefe, contigo y un Jabalí. Había otra chica llegando con él. Era un sueño un poco raro, porque las dos estabais desnudas, pero cuando me daba cuenta de ello, las dos os convertíais en lobos negros. ¿Algo interesante que decir acerca de ello, Freud?"

Jabalí se había presentado ante ellos de forma majestuosa e inesperada para apoyarles en la batalla, como una aparición para guiarles en el futuro. Era algo a lo que últimamente le daba muchas vueltas, el significado que había tenido para ella, ese alivio y calidez en el corazón, y si el resto de su manada lo habrían sentido también. ¿Y si...?

La Ragabash sacudió la cabeza, apartando así el malestar, y se fijó en la guitarra de la muchacha.

-Claro, Alecto -Se sonrió al caer en la procedencia del nombre, la misma que el de su madre-. Yo también soy Furia Negra, mi madre es griega. El clan es mixto, entre estas y los Hijos de Gaia. Y, bueno, un par de Camadas de Fenris por extraño que parezca. Trabajamos en su educación -hizo una pausa para acabarse el café y agregó con una sonrisa irónica-. Apuesto a que Jabalí te ha traído hasta aquí.

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01/06/2012, 16:51
Alecto Tres-Acordes

Furias Negras e Hijos de Gaia, estuvo a punto de decir, me voy a sentir como en casa. Pero cuando Viviane añadió la última frase se quedó en blanco. ¿Cómo podía saber que había sido Jabalí el que la había guiado hasta allí? Se le pasó por la cabeza la posibilidad de que supiese la razón por la que estaba allí, sin manada. Pero lo descartó enseguida. ¿Cómo iba a saberlo? Se limitó a sonreir, insegura:

-Así es... no me digas que la Theurge eres tú...

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01/06/2012, 17:28
Viviane Flecha-de-plomo

Viviane rió de forma afable. Si Jabalí la había enviado allí sus buenas razones tendría. Quizá fuese la Galliard que la manada no había sabido encontrar o mantener. Quizá con ellas las cosas fuesen a ser diferentes, más estables, el elemento de unión que cubriese las diferencias. Eso, por alguna razón, le aliviaba.

-No, no. Soy Ragabash pero... Bueno, sé algunas cosas. -La observó con minuciosidad unos segundos-. Creo que vas a encontrar lo que buscabas en este sitio -declaró con una sonrisa.

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01/06/2012, 19:00
Alecto Tres-Acordes

Alecto se echó hacia atrás, dejando la silla sobre las dos patas traseras, y la miró entornando un poco los ojos:

-Qué misteriosa. Pero si crees que estoy en el sitio adecuado, tendré que confiar en tí -dejó caer la silla hacia adelante y apoyó los codos en la mesa, inclinándose hacia Viviane. Al mirarla de cerca pensó que era una chica muy extraña; su rostro parecía serio incluso cuando sonreía-. La verdad es que todo esto significa mucho para mí. Necesito encontrar una manada y demostrar que soy una buena Galliard -dijo mirándola fijamente. Después de todo iba a llevarla hasta su clan y no le había pedido apenas explicaciones; sentía que le debía al menos una promesa de buena fé-. Por tus palabras intuyo que hay quienes necesitan una en tu clan y, sean quienes sean, te prometo que no se arrepentirán.

Y tras un segundo añadió, con cara de póker:

-Excepto cuando toque la guitarra de madrugada, probablemente.

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01/06/2012, 22:48
Viviane Flecha-de-plomo

-Espero que encuentres tu sitio aquí, entonces. De todas maneras, no creo que nadie proteste por algo de música.

Miró alrededor y decidió que quizá lo mejor fuese, antes de aventurarse más, llevarla directamente al clan para presentarla. Le resultaba agradable, y le dio la sensación de que en aquellos minutos se había sentido más cercana de lo que en un mes había podido lograr con Leigh. Un sentimiento de culpa la abatió al rumiar aquello, de modo que se levantó para pagar.

-Vamos yendo mejor al clan. Espero que no te importe ir en moto.

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01/06/2012, 23:12
Alecto Tres-Acordes

Mientras Viviane se alejaba para pagar, Alecto enarcó las cejas. Media hora escasa desde que había llegado y ya había encontrado el clan, sabía que necesitaban un Galliard, se había tomado un café con una chica y ahora la quería llevar en su moto. No es que no le importara, es que habría pagado por saber que todo iba a salir tan bien cuando salió de Nueva York. No, claro que no me importa hacer la última etapa de mi viaje pegada y probablemente un poco más de lo rigurosamente necesario a una Furia Negra en su moto, pensó Alecto volviendo a colgarse la guitarra.

-No, para nada, sin problema -se obligó a decir a toda prisa, antes de que se le notara la cara de satisfacción.

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02/06/2012, 00:17
Viviane Flecha-de-plomo

Asintió y soltó varias monedas sobre la barra antes de volver a ponerse los guantes y la chupa, abrigándose antes de salir al viento de Noviembre.

-Está aquí al lado, casi donde nos hemos encontrado –anunció, antes de abrir la marcha hacia el vehículo-. A sí que Galliard… ¿Es mucho entrometerme si pregunto por qué buscas manada?

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02/06/2012, 00:20
Alecto Tres-Acordes

Alecto la siguió, palpándose la parte posterior del cuello un momento:

-Eeeh... bueno, estuve en una manada algo más de un año, pero hubo un pequeño, un pequeñísimo, malentendido con nuestro tótem, así que la manada tuvo que disolverse... -Alecto no sabía mentir y era algo de lo que era plenamente consciente, así que una vez que hubo dicho aquello, que era verdad, decidió desviarse hacia otra verdad con la que se sintiera más cómoda-. Pero éramos una gran manada, sólo de Furias, todo el mundo en el clan decía que éramos muy prometedoras y que yo era una buena Galliard aunque hablara mucho y todo el mundo dijera que me habrían roto la guitarra en la cabeza si no fuera un fetiche...

Se detuvo justo a tiempo de no ponerse más en evidencia. Era siempre igual: No tenía problemas para tirarle los tejos a cualquiera que acabase de conocer y no se dedicó la ropa hasta que sus compañeras de manada se lo pidieron por favor, pero en cuanto tenía que mentir, aunque sólo fuese evitar información para no quedar demasiado mal, empezaba a sudar la gota gorda.