Partida Rol por web

28 de octubre de 2000 - 15:35

Donny regresó al día siguiente, tal y como Ashley le había cuasi ordenado. Atravesar el boun le llevó un rato debido a las medidas de seguridad, los aullidos y las patrullas. Al final le permitieron entrar en el Túmulo, donde Ashley le recibió con impaciencia.

-Has tardado mucho. ¿Te ha dado mucho trabajo sacudirte las ratas de encima esta mañana? Maldito Urrah, ¿esto es todo lo que quieres tu Klaive? -gruñó ella, dándole con el morro en el tobillo mientras pasaba a su lado. Se irguió en dos patas, de nuevo en forma Homínida-. Mientras tú pedías en el parque, yo me he vuelto loca hablando con todo el mundo esta mañana. Como dije, lo mejor será hablar con Dom. Me he enterado de quiénes lo quieren y podrían recibirlo.

Ashley habló en tono confidencial.

-La primera es Grita. Tiene más rango que nosotros, pero es una Metis. A las Furias no les va a gustar un pelo, pero los Hijos... Y bueno, es de la Camada. Si no lo consigues tú, espero que ella sí lo haga. Luego están las dos Ahroun de las Sirvientes. Son las que más posibilidades tienen. Si me preguntas, estoy segura de que los Ancianos querrán dárselo a alguna de las dos. Pero eso es porque nosotros no hemos entrado en juego. Por eso hay que buscar aliados, y el que mejor nos podrá ayudar es Dom. Y sí, es un maldito Ragabash que se ha partido a costa nuestra, pero si alguien puede interesarse por una causa perdida como la nuestra, ése es él. Seguro que todo le parece una broma estupenda.

Vivir en la calle no era mejor que el Clan, pero estaba a su aire y además, lejos de todo ese rollo de instituto que Ashley estaba describiéndole en ese momento. Habían salvado a Grita, y se sintió mal porque si él se salía con la suya, después de todo lo que había pasado, encima se habría quedado sin Klaive. Tampoco le hacía gracia enfrentarse a las Sirvientes. Siempre le habían dado mucho respeto, y ahora que Viviane se había... Se llevaba mal con ellas, pues más. Alguna intentaría arrancarle los huevos de un mordisco.

De todos modos, se limitó a asentir y a dejar que Ashley le guiase a donde le pareciese conveniente. Dom no estaba mal, suponía. Ashley debía saber lo que se hacía.

El Anciano renqueaba entre desde el Túmulo tras meditar como hacía cada día, así que Ashley no tuvo dificultad para abordarlo.

-Buenas tardes, Paso-sin-prisa. Nos gustaría poder hablar contigo en privado de un tema personal.

-Buenas tardes, Digna-hija-de-Fenris, Botón-del-pánico. -Dom los miró como riéndose por una broma privada-. Hablemos, hablemos. Siempre hay que escuchar a los más jóvenes para no perder el hilo.

Se alejaron de la zona de tránsito general y Ashley comenzó con su petición.

-Ha llegado a nuestro conocimiento que los Ancianos buscan a alguien para poseer el Gran Klaive de Niebla-de-verano. Es un Fetiche de gran poder y ha sido empuñado por grandes héroes. Como Niebla-de-verano. -Dom la escuchaba sin decir nada ni perder la sonrisa. Ashley estaba sudando tinta china. Se había preparado el discurso y el semblante burlón del Anciano no ayudaba a saber si lo estaba diciendo bien o no-. Por eso mismo creemos que lo más juicioso es que se lo entreguéis a Donny. Es joven y podrá empuñarlo con energía. Su historia aún está por escribir, es cierto, pero el propio Niebla quiso que fuese para él. Un Hijo de Gaia ve más allá de los prejucios tribales y sabe dónde hay potencial. Los jóvenes somos el futuro. ¿Por qué no empezar ahora?

-Bonitas palabras, Digna-hija -dijo Dom-. Pero son sólo eso: palabras. En la Letanía hay otras palabras que dicen "Te someterás a los de mayor posición" y "Dejarás la primera parte de la presa para los de mayor posición". Está fuera de lugar que un Cliath exija una presa tan grande. ¿Y tú qué dices, Ahroun de los Roehuesos?

Donny no lo estaba pasando mejor que Ashley. Estaba totalmente perdido en esa telaraña social que ella parecía conocer tan bien, y que estuviera nerviosa no le tranquilizaba. Un momento, ¿le estaba preguntando a él? Le había pedido ayuda a Ashley para no tener que hablar él mismo con los Ancianos. Y menos con un Ragabash. Notó que se ponía rojo y miró a Ashley buscando ayuda.

-Yo, eh... -Frunció el ceño, intentando forzar a su cabeza a formar palabras-. No es una presa, era de Tommy. No me parece bien ver a un montón de p... gente pegándose por él. Para eso habría dejado que Dánae se lo llevase clavado y al menos sabríamos dónde ha ido. Dijo que era mío y aquí estoy.

-Creo que necesitas algo con más chicha que eso si pretendes reclamar uno de los fetiches más importantes del Clan -dijo el Anciano.

-Pues por eso he traído a Ashley -respondió, a la defensiva-. Yo lucho, no hablo.

El Ragabash empezó a reírse a carcajadas.

-¡Nunca creí que un Luna Llena pudiera ser tan gracioso! Si en vez del Gran Klaive quisieras el puesto de Cuentacuentos, te lo podría asegurar ahora mismo. -Dom volvió a reírse con tanta fuerza que se le acababa el aire. Cuando terminó, Ashley estaba intercambiando con él miradas de confusión y exasperación supremas-. Está bien, está bien. Os diré lo que haremos. Si realmente Niebla-de-verano te lo legó, es un punto a tu favor. Pero no lo será todo. Tenéis mi apoyo. Puedo ocuparme de que Canción-de-la-honesta-muerte crea en ti y te dé una oportunidad, pero necesitáis, por lo menos, otro apoyo. Y chicos, se me acaban los Hijos de Gaia en el Consejo. Vais a tener que buscar una manera de que os tengan en cuenta. Lysandra va a ser un caso perdido y a Leda os la ganaréis si habláis con sinceridad. Pero Flecha-de-escarcha todavía se puede conseguir. Y se me ocurre cómo. ¿Alguno de vosotros sabe dónde está La Lobera?

-Eh...

Miró otra vez a Ashley. No tenía ni idea de qué era La Lobera, ni se hubiera acordado después del numerito de Dom. ¿En la Letanía no había algo de jubilar a los viejos cuando ya chocheaban?

Ashley le devolvió una mirada confusa. El Ragabash procedió a explicarse.

-Es un Reino Umbral. Id allí y traed algo que demuestre que habéis ido. Seguro que Flecha de escarcha os dará su apoyo si lo conseguís.

-Pues ya está, ¿no? -dijo Ashley-. Vamos a buscar ese lugar. Muchas gracias, Paso-sin-prisa. Si pudiera ser que retrasarais la entrega hasta nuestro regreso...

-Descuida, Digna-hija. Quiero escuchar esa historia cuando volváis...

La Philodox inclinó la cabeza y se giró para tratar con Donny el tema que tocaba: ¿viajarían a un Reino Umbral desconocido para lograr ese Gran Klaive? Ella no tenía miedo. Bueno, quizá sí lo tuviera, pero un Fenris no lo mostraba. Ahora que había paz, podían ausentarse unos cuantos días para irse de viaje. ¿Qué demonios sería ese lugar?

-Bueno, ya lo has oído. Si vamos a ese sitio, tendrás tu Klaive. ¿A qué esperamos?

A la Umbra. No tenía ni idea de cómo moverse en la Umbra. Había aprendido el lenguaje de los espíritus, sí, pero hasta el momento lo más asombroso que había hecho al otro lado de la Celosía era colarse en el cine. Tenía la horrible sensación de que Dom solamente quería reírse un rato más a su costa. Le hizo al Ragabash un gesto con la cabeza que esperó que pareciese de agradecimiento y se quedó mirando a Ashley. ¿Cómo, ya? ¿Ya, ya?

-Eh, no sé. ¿Sabes llegar? O lo que hay allí. Fíate tú, que luego nos encontramos en medio de un ejército de Perdiciones. Vamos a preguntarle a Kate o algo. O a Paraíso-de-pulgas.

-No sé yo si Kate nos escuchará. Está demasiado ocupada haciendo cosas para Mary. Si quieres podemos ir a hablar con Paraíso, si quieres -dijo Ashley encogiéndose de hombros-. No puede ser un sitio tan tremendo si se llama La Lobera. Si tuviese "Perdición" o "Wyrm" en el nombre, entonces sí. Pero lo de Lobera no puede ser malo.

-Pues sí, no estaría mal.

A él seguía sin hacerle gracia eso de los viajes Umbrales, y menos sin un Theurge para guiarles, pero Ashley tenía razón. Dom no les mandaría a un sitio peligroso de verdad. Cayó de frente al cambiar a forma lupus y sacudió la cabeza.

-Vamos a buscar indicaciones.

Un par de horas después, Ashley y Donny estaban en el parque donde solían pedir la Manada Urbana. Paraíso-de-pulgas, un lobo con demasiadas gotas de perro, descansaba junto a un banco cochambroso donde Jenny tomaba el escaso sol de finales de octubre. La llegada de Donny no molestó demasiado a la Ahroun, pero la presencia de Ashley hizo que levantara el labio para enseñar los dientes.

-¿Qué hace la animadora aquí? -inquirió Jenny.

Donny notó cómo Ashley se tensaba a su lado. Jenny podía matarla fácilmente, pero eso Ashley no tenía por qué saberlo. O, de saberlo, no tenía por qué aceptar el hecho.

Otro motivo por el que aquello era mala idea. No le gustaba estar con Jenny cuando no estaba Tony. Daba igual lo que pasara, terminaba sudando la gota gorda. Y no le gustaba llevar a Ashley por allí, desde luego. Esperaba que estuviese callada un rato.

-Venimos a preguntarle una cosa a Paraíso. Nos piramos enseguida.

El Lupus levantó la cabeza al escuchar su nombre y empezó a mover el rabo.

-¿Ah sí? ¿Sí? ¿Sí? ¿Qué?

Retrocedió un poco ante el entusiasmo del lupus.

-Eh... Ash y yo vamos a hacer un viajecito hasta un Reino Umbral, y como nuestra Theurge está liada no tenemos muy claro cómo orientarnos. Era por saber si nos podías echar un cable. Darnos algún consejo sobre cómo llegar.

Paraíso se levantó y empezó a hacer monerías alrededor de Donny, incitándole a jugar.

-¿Y qué Reino es? -El Lupus comenzó a ladrar insistentemente. Se topó por casualidad con la pierna de Ashley y soltó un gemido entre asustado y enfadado-. ¡FENRRRISSS!