Partida Rol por web

Herejes y Templarios

I. Palmam qui meruit ferat

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30/11/2011, 23:12
Director

Resolución acto 3:

Alejandro se dispuso a cargar su ballesta de nuevo al tiempo que Gorka se precipitaba con demasiada impaciencia hacia Ene 3, sin llegarle a rozar en absoluto al intentarlo hasta en dos ocasiones. Por contra, Ene 3 le devuelve el ataque en un arrebato de furia, hiriéndole con cierta gravedad en el abdomen:

Daño--> 5 puntos.

Vincent, sacando fuerzas del fervor de la batalla y la fe en el Altísimo, consigue otorgar dos mandobles completamente seguidos en el abdomen de Ene 3 tras herir a Gorka. (Sin embargo, no se le cuentan los puntos de bonus al daño por quedarle menos de la mitad de puntos de R, de Vida...)

Daño1--> 6 (-2 por peto de cuero): 4 puntos de daño.

Daño2--> 3 (-2 por peto de cuero): 1 puntos de daño.

Daño total: 5 puntos de daño.

Ene 4 se encara hacia Ricard y continúa peleando mientras éste murmura. Acaba hiriéndole en el pecho:

Daño--> 8 (-2 por peto de cuero): 6 puntos de daño.

Por otro lado, el Ene 2 se encara en respuesta con Vincent y le proporciona un espadazo cuando aún no ha soltado casi a su enemigo:

Daño--> 8 (-3 por cota de malla): 5 puntos de daño. Daño de la malla: 63-5: 58. A Vincent le quedan 4 puntos de vida

El último en actuar es Ricardo, que, ni corto ni perezoso, embiste a Ene2 de forma reiterada en el pecho hasta dos veces:

Daño1--> 5 (-1 por ropa gruesa): 4 puntos de daño.

Daño2--> 8 (-1 por ropa gruesa): 7 puntos de daño.

Daño total: 11 puntos.

________________________________

 

Cuando el Ene 2 y el propio Vincent parecía que ya veían las estancias paradisíacas que San Pedro guardaba en las alturas, un aliento sobrenatural les dotó de más sufriemiento terrenal, en la vida. Los gritos se sucedían y la caballeria que llegaba en tropel avanzaba entre sus propias líneas, pisoteando a sus propios soldados de forma violenta. La cuadra ya no ardía, su tejado se había carbonizado y desparecido y allí no quedaba un alma (en su interior). Las estancias nocturnas de los fráteres habían sido tomadas por completo (cualquier desdichado que hubiese allí no habría sobrevivido ni tan siquiera escondiéndose), ya que una buena masa de soldados del conde salían como perros sarnosos cuando su presa no está en su boca, sino en algún otro lado que desconocen.

Poco a poco los legos retrocedían, y con ellos la segunda línea y vosotros, junto a los templarios. Hasta tal punto las bajas de la encomienda se sucedían que el avance hacia atrás era constante. Justo antes de que la primera línea llegara a la muralla interior y a lo más profundo de la fortaleza y grito de dolor os aterrorizó...

¡¡¡AARRGGHH!!! Era el Mariscal. Una espada había atravesado su estómago (no se encontraba ni a dos metros de vosotros), mientras la espada que lo hizo retiró su filo otras tantas lo remataron. Los templarios y el propio Vincent se miraron horrorizados, pues ahora la defensa (si es a ese vano intento, en esos momentos, podría llamarsele "defensa") y su estretiga se esfumaba, ¡se evaporaba como lo haría la sangre de Cristo en el mismísimo infierno! Los pocos templarios que iban quedando se agrupaban entre sí, apretándose contra vosotros, y la fila de legos que había delante de vosotros se estaba haciendo pedazos a ritmo muy rápido, pues contaba ya con grandes brechas, mientras las hachas y espadas enemigas abrian hendiduras de desesperanza entre sus mallas y escudos...

En esos momentos, uno de los templarios se os adelantó, y os protegió de las embestidas de Ene 2, Ene 3 y Ene 4 a la vez. Mientras los contenía (estando vosotros boquiabiertos ante tal irrupción desde destrás de vuestros pasos), el templario os hablaba de espaldas y sin dejar de mover también su otro brazo, ya que entrechocaba los filos con los asaltantes:

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ya os he restado vuestros puntos de R.

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30/11/2011, 23:50
Comendador Conmilón

¡Muchachos! ¡Vosotros! -gritó mirandoos de reojo en una fracción de segundo- ¡Salid de aquí! ¡Llevad el...! -y su escudo paró un mazazo lateral de martillo- ¡...llevad el anillo a la ciudad! ¡Marcháos o moriréis!

Aaaargh... -en esos momentos una patada frontal le embistió y se cayó hacia atrás. Justo detrás estábais vosotros, por lo que lo pudísteis sujetar e impulsarle de nuevo hacia delante para continuar peleando. Mi des... el libro... el libro rojo del último estante... mi despacho... salid por ahí... puerta secre... ¡Corred! ¡¡¡¡ D  E  P  R  I  S S S SSS....AAAAAUUCCCHHH!!!!

Un espadazo cruzado entró por su hombro, degollando al Comendador y segando su garganta por dentro. Podíais ver el filo como sobresalía por su nuca y la punta rezumaba sangre y desamparo, inexistencia y desesperanza.

***

En esos momentos, el cuerpo de Comendador cayó desplomado, justo despues de sacar la espada de su cadáver. Vincent seguía peleando, pero sin quererlo y entre la amalgaba que se adelantaba y los fráteres casi ya inexistentes, se perdió entre la multitud. Fue entonces cuando uno de los jinetes del Conde gritó a la multitud.

¡NO LOS MATÉIS!, ¡APRESAD A ESAS "BECERRAS SODOMITAS" QUE LLEVAN LA CRUZ DE DIOS, PUES DON CARLES LES DARÁ SU JUICIO DE FORMA JUSTA!

Notas de juego

Tenéis tiempo para una acción.

La proporción de soldados es muy desigual. Si continuáis luchando el número con el que combatiréis no será el de antes, ni siquiera 4 como al principio, sino mucho mayor. Ahora mismo estáis confinados en la muralla interior (el último reducto), y es posible acceder al interior.

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01/12/2011, 00:10
Ricard de Agramunt

Con el peto de cuero agujereado y sangrando profusamente por el agujero abierto Ricard, conmovido susurra

- Sed Tua Da Gloriam... - y dicinedo ésto busca una entrada al interior de la ciudadela sin siquiera mirar al resto de sus compañeros pues en su mente sólo hay un pensamiento

si los templarios han dado su vida por salvar el libro, éste deber ser uno de los más importantes de la Cristiandad así que buscaré ese pasadizo secreto y el libro rojo.

En cuanto al anillo no sabía si se refería al sello de los De La Cueva. Pero su prioridad era el libro.

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02/12/2011, 08:17
Alejandro

Escuché lo que decía el comendador antes de morir, no teníamos tiempo, y Vincent había hecho su elección. No se marcharía, al menos, no con nosotros, no había nada que pudiéramos hacer para convencerle. Miré a Gorka, al parecer, él también había entendido que había una puerta secreta allí donde nos habían dirigido. Miré a todos los lados para localizar a Ricard, no lo encontraba, debía estar de camino ya a aquella puerta. - ¡Vamos! - grité a Gorka, corriendo hacia la torre donde habíamos hablado con Vincent, rogando encontrar aquel dichoso libro y escapar de aquella masacre. 

- Hemos hecho lo que hemos podido, pero no ha dado resultado, Vincent morirá en los próximos minutos y hemos fallado a nuestro señor - pensé triste y desanimado. 

Por fin, entramos en la torre, en busca del libro, aún no había visto a Ricard, quien debía ir unos pasos por delante.

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02/12/2011, 11:53
Gorka Olartekoetxea

Maldiciendo en voz baja corre en pos de Alejandro, sangrando notablemente. Todo ha sido un fracaso, se han jugado la vida por alguien que no valora la suya própia. Lo más descabellado que ha hecho en su vida, y no lo repetiría. Guarda el arma en su cinto y y se fija en las puertas que va cruzando por si puede atrancar alguna, si tenían que buscar el modo de escape tendrían que ganar el mayor tiempo posible.

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02/12/2011, 14:11
Director

La puerta del edificio exterior (junto a la torre) fue cerrada por Gorka cuando entró en ella. Luego se internó, junto con sus compañeros, en el despacho del Comendador, cuya puerta también cerró. Ahora los gritos de fuera se oían más levemente.

Una vez dentro, cotemplásteis todo más detenidamente. Había una gran mesa central y un sillón de suaves telas tintadas y colores que pocas veces habíais visto (que sin duda habrían sido expolidados o sustraidos de algún palacio en Tierra Santa). A un lateral había un par de sillas y un perchero para armaduras, sin ninguna sobre ella. en el otro podíais contemplar una gran estantería con libros (muy alta toda ella).

Tirada (quien quiera) de buscar, con un bonus de +10% para buscar el libro (si es que lo buscáis).

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02/12/2011, 18:58
Alejandro

Entramos en aquella sala, y allí estaba Ricard. - El libro - dije apresurándome hacia la estantería a la que se había referido el comendador. Miré a los demás. - Vamos, no hay tiempo que perder - dije, empezando a buscar el dichoso libro en la estantería. Aún buscando, no lograba encontrar el libro, así que empecé a tirar uno por uno al suelo, tratando de dar con el correcto. 

Si no me equivocaba, y la información del comendador era correcta, al tirar de uno de ellos, se abriría la entrada a un pasadizo que nos permitiría escapar de allí. Había visto uno de esos anteriormente, en mi casa, cuando era pequeño, mi padre había instalado una de esas ingeniosas medidas para escondernos de la muerte en forma de soldados en tiempos de guerra. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Como tengo 30% en buscar, pongo la dificultad como 40% aún así no consigo nada.

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04/12/2011, 16:59
Gorka Olartekoetxea

Cuando Gorka entra en la sala y cierra las puertas se da cuenta horrorizado de lo que está haciendo Alejandro.

- Basta, basta!! - No puede reprimir el grito, sin duda aquí había montones de conocimientos que pocos conocerían, y no era forma de tratarlos. Cada libro esconde entre sus tapas un mundo, algunos no son más que fábulas, otros son el testimonio de vidas o hechos ya pasadas, y otros son conjeturas sobre el futuro. Además, existen los libros que guardan en sus páginas conocimientos olvidados o que tratan de esconder a la gente mundana... Tenían un tesoro enfrente y lo estaba tratando como basura.

Consciente que lo que está en juego es su vida, y algo mucho más grande. Pues algo ocurre para que les guien a una salida y traten de llevar el anillo de sus señores a buen recaudo, no duda en hacer uso de sus habilidades y conocimientos y extrae de su zurrón una lámpara de aceite, una mortaja y un frasco con algo de grasa. No puede permitirse el lujo de dudar, las consecuencias podrían ser fatales, pero ya habría tiempo para eso, así que introduce la grasa en la lámpara para usarlo de carburante y coloca un trozo de la mortaja en el interión haciendo que una de las puntas impregnadas con el liquido sobresalga, Busca a su alrededor algo para prender la llama de la lámpara, si hay alguna vela o lámpara prendida la enciende mientras dice concentrado. - Libro rojo de apertura, libro rojo de apertura, libro rojo de apertura.

- Yo me encargo. Aseguraos que nadie entre, y ya tendremos tiempo de discutir. Si morimos será inútil que os enfadeis.- Añade esto último a sabiendas que no va a gustar lo que van a ver sus compañeros, mientras mueve la lámpara en dirección a la biblioteca esperando la reacción adecuada.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso el conjuro de lámpara de búsqueda

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06/12/2011, 19:16
Ricard de Agramunt

Tras observar detenidamente la sala y habida cuenta de que precisamente, no es la persona más indicada para buscar un libro, pese a que es una persona con una gran cultura y además sabe leer y escribir, decide permanecer alejado de las estantería dejando hacer a los demás.

- ¡ es todo vuestro , yo no haría más que estorbar. Rápido!

Cuando Gorka comienza el hechizo Ricard mira con desconfianza al vasco entrecerrando los ojos, sin comprender a ciencia cierta que se propone pero intuyendo que pueda tratarse de algo no muy cristiano.

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10/12/2011, 11:20
Director

¡¡BBooomm!!

Una sacudida golpeó la puerta del edificio (no la del despacho, la anterior). Ocurrió varias veces antes de que percibiérais que se resquebrajaba la entrada y numerosos pasos avanzaran en dirección a vosotros.

Los nervios apresaron a Alejandro. No conseguía encontrar nada; allí debía haber cientos de libros y pergaminos de todos los tamaños y materiales ¿Cómo distinguir un sólo libro entre tantos? Es más ¿cómo saber si las palabras del Comendador no se referían a otra cosa? Por más que buscaba el jóven desistió ante la incapacidad para hallar algo en esos momentos.

Entonces Ricard buscó también pero se apartó ante la irrupción de Gorka. Fue en éstas que el brujo sacó una lámpara de aceite y otros componentes. Con sumo cuidado los manipuló y por una vez se convirtió en protagonista en un ambiente donde la fuerza bruta y las espadas no lo eran todo.

Su gran conocimiento y seguridad se proyectaron en aquel supuesto libro rojo. Lo llamó tres veces... ¡entonces la lámpara comenzó a brillar intensamente!

Gorka se movía por la sala, de un estante a otro; por un lateral de la mesa, por cada una de las paredes... la lámpara brillaba con más y menos intensidad según los pasos, sentido y direcciones a los que se dirigía. Al ser un espacio pequeño, dedujísteis rápidamente el lugar donde ésta aumentaba su brillo: pronto os acercásteis a una estantería pequeña, menuda y poco atrayente para curiosos al lado de aquellas otras "bestias cargadas de libros de piel y cuero".

Por contra ésta poseía legajos casi desechos y libros muy corrientes y descolocados... La lámpara enseguida brilló de forma casi cegadora cuando estuvo al lado de un libro de tapa roja, muy roída y con letras imperceptibles en su tapa. El brillo se trasladó desde la lámpara al propio libro. Luego cesó.


¡¡BBooomm!!¡¡BBooomm!!¡¡BBooomm!!

Ahora los golpes los estaban dando en la puerta del despacho. Una algarabía enorme, un bullicio de espadas... ¡estaban a punto de entrar! Rápidamente tomásteis el libro... Sin embargo, al rozar la tapa y el lomo con vuestros dedos observásteis que era como de madera, de un material duro, y estaba anclado en el estante... No era un libro. Cuando lo tocásteis, éste se levantó produciendo un "¡Clack!" y en cuestión de segundo la pequeña estantería se abrió, dejando visible un gran hueco en la pared y un pasillo que se alejaba, cuyo final no era visible.

Notas de juego

He vuelto.

IRR actualizadas.

Gorka, ya te quité el PC del hechizo.

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10/12/2011, 15:55
Alejandro

Gorka se había encargado satisfactoriamente de todo con... ¿un conjuro? ¿qué era aquel guarda? Desde luego, nos debía algunas explicaciones. Los sonidos de golpes en la puerta seguían sonando, ahora más fuertemente y en la puerta del despacho.

Cuando la estantería dio paso a un túnel, rápidamente entré por él, apremiando a los otros dos para evitar ser descubiertos. - Rápido, antes de que nos encuentren - les susurré, empezando a avanzar por aquel túnel oscuro. ¿Dónde estaría su final?

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12/12/2011, 00:07
Ricard de Agramunt

Viendo maravillado el efecto del hechizo, cuando éste cesa vuelve al mundo real y se da cuenta de que corren grave peligro, entra en el túnel susurrando a sus compañeros mientras escucha el BOOM a sus espaldas

- Rápido, por Dios rápido - y acto seguido murmura una breve plegaria mientras avanza por el túnel a nuestro Señor Jesucristo.

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12/12/2011, 12:46
Director

Corrísteis por el túnel. Tras entrecerrar vuestros ojos y con cierta dificultad notásteis algo de luz al final de la única dirección que aque pasadizo encerraba. Mientras corríais como ratas abandonando un barco zozobrante en mitad del mar, oísteis un crujido.

¡¡Crasshh!!

Acto seguido escuchásteis un eco alrededor de vosotros, fruto de la galería de aquel túnel. sin duda algo se estaba moviendo tras vosotros.

Aquellos dos sonidos no eran sino el crujir del portón del despacho del comendador y las sucesivas voces que los soldados del Conde estaban dando un vez asaltada la estancia. El eco, simplemente, era la puerta secreta corriéndose a su posición original, de forma automática. Ninguno de los asaltantes logró entrar en el túnel. Ahora respirábais tranquilos.

La luz del final antes mencionada era cada vez más amplia e iluminaba poco a poco el túnel. Era un pasillo largo y en algunos tramos la roca no estaba excavada, sino que parecía una gruta natural. Cuando llegásteis al final observásteis que la luz del exterior se introducía por las rendijas de una puerta de madera muy pequeña, casi parecía de juguete. No tenía protección alguna ni cerradura, candado o mecanismo de seguridad. Tras empujar la puerta se hizo la luz: las estepas tarraconenses se postraban a vuestros pies a lo lejos.

Pero vuestra ubicación era justo en una parte de la ladera del pequeño cerro donde se ubicaba la encomienda conmilona, debajo de toda muralla y alejada de todo camino practicable. Estábais en las rocas y había algunas alturas considerables. La única manera de avanzar era escalando, más bien descendiendo.

Aún podíais escuchar los rugidos, muchos metros más arriba de vuestras cabezas, de los asaltantes victoriosos y los gritos de júbilo.

Todos tirada de trepar (Agi). Trepar ayudado por una cuerda da un bonus del 40%. Dos fallos consecutivos en Trepar suponen una caída.

Notas de juego

Bien, decidme qué hacéis al descender. Me refiero si vais a casa de los de la Cueva para contar todo lo sucedido (yo me figuro que si, pero no quiero dar nada por supuesto).

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12/12/2011, 18:23
Ricard de Agramunt

Al ver que no lleva una cuerda ni él ni ninguno de sus compañeros se encoge de hombros y haciendo un extraño (en él) alarde de valentía comienza a descender agarrándose a los pedruscos tan bien como puede e intentando asegurar un pie y después el otro.

Aunque barcelonés de nacimiento, más pareciera que Ricard fuera del pirineo leridano pues el Aragonés Catalán desciende con tremenda destreza y rapidez como si estuviera en su salsa.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tomaaaaaaaaa no gasto ni 1 punto XDDDDDDDDDDDDDD Crítico!!!

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13/12/2011, 12:02
Gorka Olartekoetxea

Gorka resopla al ver lo que se avecina, y busca la vía más sencilla para descender. No le gustan las alturas, y menos si tiene que arriesgarse a escalarlas, mas sabe que quedarse aquí sería lo equivalente a suicidarse. Así que con paso inseguro empieza a descender, muy poco a poco, asegurándose bien a los asideros. Creyendose bien afianzado, suelta una mano para descender un poco, pero uno de sus pies resbala haciendo que se desequilibre y empiece a descender peligrosamente cosa de medio metro hasta que consigue sujetarse de nuevo, pero lo hace en una piedra suelta y se precipita inevitablemente hacia abajo. Solo puede pensar en una cosa mientras ve la silueta del castillo desdibujada contra el cielo.

Malditos sean todos los que me han empujado hasta aquí...

- Tiradas (2)
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13/12/2011, 14:17
Alejandro

Aquí habíamos llegado, un lugar sin ninguna salida más que la de descender aquella ladera. Había esperado a que los demás iniciaran el descenso para hacerlo yo lo mismo. Apoyé los dos pies en los pedruscos que había, cogiendo con las manos los que quedaban a mi alcance y empecé a descender lentamente. 

De repente, escuché un estruendo y, al mirar para abajo, vi como Gorka se precipitaba contra el suelo, hecho que me distrajo y me precipitó a mi también contra el suelo

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si salgo vivo, voy a ver a los de la cueva

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13/12/2011, 21:30
Director

Gorka atenúa a la mitad los daños.

Daños: 1d6 cada 3 metros. (ya podéis deducir la "alturita")

________________________

Luego dirán que Dios no tiene preferencia. Blasfemarán contra él. Lo escupirán y lo negarán no sólo tres, sino infinitas veces antes de verse sumido en la más resultante de las peligrosidades. Pareciera esto tal narración para aquel que viera la escena completa, y es que el Altísimo recompensó al buen hijo* Ricard enviándole una nube que hiciera sujetar su cuerpo en el peligroso descenso, y otorgó un manotazo al brujo, que con tal "malas artes" hizo encontrar la salida... Ironías de la vida. Claro que siempre hay daños "colaterales", "si es que los inocentes son siempre los que pagan..." (pensamiento que a lo mejor rondaba en la mente de Alejandro mientras caía...).

Ricard bajó sin problemas, sin apenas despeinarse. Gorka cayó, golpeándose la cabeza**, mientras que Alejandro se golpeó la espalda en la caída... ¡y era más feo que cualquier criatura o engendro infernal dicho agravio! Acto seguido... Gorka aún medio mareado y Ricard tan lúcido físicamente como siempre, comprobaron que el golpe había sido tremendo... ¡como una bola de plomo, ¡¡de hierro!!, cayendo sin control y al vacío!!

Su cuerpo desencajado, sus extremidades llenas de sangre y una mueca en su rostro harto terrorífica... lo más probable es que el resquebramiento de su columna le provocara la muerte inmediatamente.

Edito: Cuando Gorka se levanta, Ricard observa cómo un enorme tajo se dibuja en su cara, diagonal, cruzado... ¡¡de ceja a barbilla!! (-5 en Aspecto)

- Tiradas (7)

Notas de juego

*: gran RAC.

**: daño x2 al ser en cabeza y /2 por atenuar con el salto, es decir, daño normal.

Daño de Gorka: 5 puntos de R.

Daño de Alejandro: 15. Tenías 12 puntos... no ando ni tirando por secuelas... Alejandro HA MUERTO.

 

EDITO:

Pongo aquí la tabla de secuelas de cabeza:

Cabeza
1/2 Conmoción. Malus del 50% en el ataque y la defensa
en el siguiente asalto. Pérdida de la Iniciativa.
3 Horrible cicatriz. -5 en Aspecto
4 Pérdida de una oreja:

  • -25% en Escuchar
  • -2 en Aspecto y Percepción

5 Pérdida de un ojo:

  • -25 en Otear y Buscar
  • -2 en Aspecto y Percepción

6 Muerte instantánea.

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13/12/2011, 23:16
Ricard de Agramunt

Se acerca al cuerpo de Alejandro, durante toda su vida había visto a una infinidad de hombres morir pero esta manera y el estado en el que había quedado el cuerpo era sin duda de las peores. Pero Ricard era un hombre fuerte y no desvió la mirada del cuerpo descuajeringado de Alejandro y murmuró una larga oración por el alma de aquel buen hombre. Tras terminar de rezar se levantó y se acercó a Gorka

- ¿ Estás bien ? deberíamos enterrar a Alejandro, no se merece que su cuerpo quede aquí sin una sepultura cristiana.

Si Gorka no podía ayudarle cavaría o si la tierra era muy dura le enterraría con piedras él mismo.

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13/12/2011, 23:21
Gorka Olartekoetxea

En el último momento e instintivamente, el brujo da un pequeño salto para dirigir la caída, y aunque no lo consiga del todo eso le ha salvado la vida. Logra caer casi de pié pero no puede aguantar el equilibrio y acaba tendido de espaldas, su cabeza impacta contra el suelo con un golpe sordo, la sangre brota de la herida, espesa y fría a causa de la hinchazón y el dolor. Por un instante su vista se nubla y en un principio no repara en que Alejandro ha corrido la misma suerte, pero con un desenlace mucho más atroz.

Cuando Ricard llega abajo demostrando unas cualidades que pocos imaginarían el vasco tiene los ojos abiertos de par en par y abre y cierra la boca sin que salgan sus palabras. Es una suerte que no se haya desmayado, pero no tardará en hacerlo si no se cierra la herida. No puede hacer otra cosa que aguardar a que pase el mareo y recuperarse mínimamente.

Ahora es consciente de que Alejandro también está tendido a su lado, y girando la cabeza levemente pregunta al viento, con una voz rasposa y casi inaudible.

- Alejandro... Alejandro... ¿Estás bién? Ricard, ¿Cómo está? ¿Se ha des...mayado? ¿Por que no conte...? - Antes de poder acabar la frase le viene un ataque de tos que hace que todo su cuerpo sufra un dolor considerable, los brazos y piernas, así como su espalda le arden y tienen algunas magulladuras y cortes.

Notas de juego

Bueno, pregunta que debo hacer obligadamente... Ha sobrevivido alguno de los frascos de cristal que llevo? La lámpara sigue siendo útil? Necesito un informe de daños ^^

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13/12/2011, 23:36
Ricard de Agramunt

- En efecto compañero, está muerto. ¿ Tú cómo te encuentras ? - pregunta con curiosidad, aunque por lo que ve no está grave.