Partida Rol por web

Herejes y Templarios

III. Crux Sancta Sit Mihi Lux

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18/01/2012, 12:20
Abad Fray Tomás de Iriarte

Cabalgásteis veloces pues ¿cuánto tiempo de vida quedábale al bueno de Vincet? En poco menos de dos horas llegásteis a la ubicación de San Juan de Tarte, la cual se encontraba en las proximidades de un bosque. Era similar a como lo recordábais. Un largo camino se extendía muchos pasos de la entrada principal, por lo que el convento no tenía pérdida.

Una vez en la puerta, descabalgásteis. Cogísteis vuestras monturas por las riendas y los cuatros os aventurásteis al interior. Al traspasar los muros vísteis una escena muy común: terrenos a un lado y otro de vuestros pies, huertas más bien que contenían todo tipo de hortalizas y vegetales, árboles frutales y estacas en crecimiento. Allí, numerosos monjes de diversas edades (jóvenes y ancianos) trabajaban en ellas, bien recolectando, sembrando o regando los terrenos. Al llegar vosotros e irrumpir de tal forma (no violenta, pero si imprevista), incluso viendo vuestras armas, éstos se detuvieron, levantaron sus espaldas y alguños entrecerraron los ojos para veros mejor: os miraban con miedo y recelo a la vez.

Algunos de los monjes entraron en el convento, corriendo al interior de forma ridícula y en brevísimos instantes salió un tipo con capucha, media capa y barba espesa. Tendría unos 45 o 50 años, un tipo mayor... Hizo gestos con las palmas de las manos extendidas, de arriba a abajo, hacia los monjes, como para que se tranquilizaran. Se acercó a vosotros con aspecto amable.

Soy Fray Tomás de Iriarte, Abad de San Juan de Tartre -dijo. ¿A qué se debe vuestra visita, hijos?

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18/01/2012, 22:59
Ricard de Agramunt

Tosiendo cada pocos segundos por el polvo tragado en el camino, durante la frenética cabalgada , inclina la cabeza en señal de respeto hacia el Prior

- Ave María Purísima Padre  cof cof - espera contestación y después prosigue - perdone que nos presentemos de este modo e irrumpamos la paz y oraciones de los hermanos de  cof cof esta congregación. Pero la vida  cof cofde un hombre corre peligro ahora cof cof mismo y el único que puede salvarle es Adrià de Montferrán y nos han informado de que se encuentra descansando en la hospedería de  cof cof este monasterio. Es de vital importancia que hablemos con él- dice seguro de sí mismo.

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19/01/2012, 10:26
Albert de Manesse

Cuando el Abad nos comenzó la conversación, no pude hacer más que escuchar lo que mi compañero le decía. Me limité a asentir cuando el Abad me mirada y le sonreía, dándole a entender, falsamente, que nuestra visita allí era traída por buenos motivos. ¡Y tan buenos motivos! Montferrán... no podía vivir

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19/01/2012, 20:58
Abad Fray Tomás de Iriarte

¡Ah si, si!, don Montferrán, si..., ¡vengan! -señaló.

El abad os hizo pasar a una lóbrega estancia, con varios taburetes y una mesa. Tan sólo había un ventanuco. Al cabo de un rato acudió un tipo. Era un hombre bajito y enjuto. Vestía una capa rojiza y tenía pelo largo con una prominente calva por la parte superior.

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19/01/2012, 20:59
Adrià de Montferrant

Os miró con desconfianza.

Yo ya he cumplido mi parte del trato -dijo mirándo a todos los hombres de uno en uno-. ¿Cuándo me dejará el marqués entrar en la fortaleza para tomar lo que estipulamos? Quiero decir... ¿A qué espera don Constantí?

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19/01/2012, 21:54
Ricard de Agramunt

Arrodillándose en el suelo y haciéndole un gesto a Albert para que hiciera lo mismo

- Mi señor de Montferrant, precisamente es el Marqués quien nos envía. Quiere que sepáis que ya está todo preparado y listo para vuestra toma de posesión. Se pregunta el Marqués... si tiene vuestra señoría a bien acompañarnos le conduciremos nosotros mismos ante él - dice sin mirarle directamente a los ojos en señal de respeto.

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19/01/2012, 23:22
Director

Tirada de disfrazarse (comunicación): todos.

Edito: tirada de elocuencia sólo tú, Ricard.

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20/01/2012, 10:58
Ricard de Agramunt
- Tiradas (2)

Notas de juego

Así me gusta... :D

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20/01/2012, 21:44
Albert de Manesse

Hice lo mismo que hacía Ricard, hinqué la rodilla y esperé hasta que terminó de hablar. Como él, yo también evitaba mirarle a los ojos, era algo que mi padre me había siempre aconsejado cuando tratabas con aquel tipo de gente. - Pero no te tengo miedo - pensé.  

El trayecto se nos hará corto, no tardaremos más que unas horas en llegar al punto de encuentro, si acepta la oferta del Marqués - le dije a aquel hombre.

No sé por qué, algo me daba mala espina. Por la cara del de Montferrant pareciése que había captado nuestra vulgar treta. - Hombre listo - pensé levantándome, para evitar que el hombre me pillara desprevenido si intentaba algo, también como señal para iniciar la marcha si mis supuestos eran errados.

- Tiradas (1)
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21/01/2012, 11:51
Director

En un vano intento por hacerse pasar por quienes no eran, Ricard y Albert se arrodillaron e hilaron con cierta fantasía las palabras de Adrià, intentando engañarle. Claro que las argucias no eran lo suyo, pues parecían hombres honrados y quizán nunca habían usado de tales cosas. Tan pésima fue la actuación (incluso las palabras del de Agramunt) que el bajito de Montferrán se dio cuenta, abrió sus ojos y dio unos pasos para atrás.

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21/01/2012, 12:04
Adrià de Montferrant

U...un momento -dijo mientras reculó un paso y tornaba su tono de voz en desasosiego-. Vosotros... vosotros no sois... ¡no sois soldados del Conde! ¡Mangantes*!

Sin dilación alguna Adrià avanzó otro paso atrás, se dió la vuelta y comenzó a huir corriendo por la sala de la abadía. Claro que Guilleume, que no había llegado a arrodillarse al igual que Gorka, corrió hacia él (parecía estar en forma), le puso la zancadilla y el tipo cayó estrepitosamente al suelo, golpeándose en la cabeza.

Notas de juego

* He encontrado una web con una recopilación de insultos, algunos de épocas medievales. No me enorgullezco de ellos, pero os la puedo pasar para recrear mejor vuestras partidas :)

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21/01/2012, 12:06
Guilleume de Gravoir "El Francés"

¡Ça me fait chier! ¡Salop de merde! ¡Pagarás por el agravio a la casa de los De la Cueva y mis hermanos templarios! -"El Francés" parecía haber olvidado sus modales y, tomando a Montferrán de las ropas y levantándole, le llevó la manos atrás, reduciéndole. Luego Gorka se acercó y le propinó dos puñetazos en el estómago.

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21/01/2012, 12:45
Adrià de Montferrant

¡Auuggghh! ¡Arrgghh! -se quejó Adrià por lo puñetazos de Gorka- JA JA J... ¡aughhh! Si me ma... -el tipo estaba bastante dolido, pues tragaba saliva a menudo y hacía muecas de dolor- Si me matáis será la mu...muerte de los templarios ¡se les atribuirá a ellos!, y serán quema...quemados sin remisión.

Ciertamente, tiempo después de estos acontecimientos, se supo el tal Adrià de Montferrán nunca había sido un caballero de la Órden del Temple, aunque si tuvo roces con ella. Acto seguido, Montferrán se relamió, miró de un lado para otro y tragó una última vez saliva antes de continuar.

Escuchad... Constantí, el Conde, me ofreció un contrato: yo quería entrar en la fortaleza de San Andrés, la encomienda Conmilona que cayó hace unos días. Y él necesitaba a alguien que acusara a esos templarios de herejía y sodomía, para poderse saquear las pocas riquezas de  fortaleza que allí se guardaban antes de masacrarlos, como así fue... Pero aún no me dio el visto bueno para entrar en la encomienda... Ahora... ughh... a estas alturas no se si fiarme aún del Conde, que parece que se olvidó de mi, asique... asique os ofrezco un trato a vosotros:

Apretó los dientes y miró a Guilleume, que lo tenía aún fuertemente asido por los brazos.


Aún teneis oportunidad de salvar a los del Temple, si lo deseáis, y a ese ricachón de De la Cueva que juega a ser caballero militante de la Órden... Escuchad: entrad por mí en la fortaleza de San Andrés, sumergiros en su cripta y recuperad las cenizas de San Andrés de Turín, que eran protegidas por los Conmilones. Si lo hacéis me retractaré en pleno juicio público de todos los cargos que vertí contra los templarios, delante de toda Tarragona, y el Conde quedará indefenso y el juicio sin sentido alguno.

Luego carraspeó, tomó aire y finalizó.

La vasija, donde están los restos, es como una urna de color verde. La cripta se halla en el despacho del Comendador... Antes de negaros, pensádlo bien: es la única de salvar a los acusados, de no hacerlo el juicio acabará con ellos en breves... tenéis poco tiempo... ¡Ahora, soltadme!

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21/01/2012, 22:23
Albert de Manesse

Miré al de Montferrant mientras nos lanzaba su propuesta. Lo que uno podía llegar a hacer cuando veía la muerte tan de cerca... Tras el discurso de nuestro nuevo rehén miré a los presentes. - Si aceptamos la propuesta  de este hombre no podemos dejarle libre, no podemos confiar en sus palabras. Debe venir con nosotros - les dije, acercándome al Marqués - Por otra parte, su propuesta es lo único a lo que nos podemos aferrar para liberar a los templarios - terminé sin parar de mirarles. La situación era tensa, una mala decisión podría llevarnos a todos a la muerte.

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22/01/2012, 12:29
Adrià de Montferrant

¡Jamás! -respondió Adrià a las palabras de Albert. No me atrevería yo a introducirme en San Andrés sin que el Conde me diese el visto bueno; en tal caso no os ofrecería este trato... Es más: si me lleváis por la fuerza me negaré a retractarme y vuestros amigos serán quemados si o si...

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22/01/2012, 16:35
Ricard de Agramunt

Aquel ser le repugnaba sobremanera, pero tenía razón. Si querían salvar a los templarios y su señor Vincent , hacer un trato con aquel malnacido era su única posibilidad .

Posó una mano en el hombro de Albert, cuando éste le miró, Ricard negó con la cabeza en señal de que no instiera - Así lo haremos, iremos a San Andrés y cogeremos esa urna para vos. Cuando las tengamos iremos con vos hasta Tarragona y cuando os retractéis os daremos la urna. No antes. Ahora habladnos un poco de ese monasterio, ¿lo conocéis ? ¿ cuál es la mejor manera de entrar allí sin ser descubiertos? ¿ hay algo más que debamos saber? Si vamos a ir allí debemos conocer lo máximo posible para triunfar y hacerlo con la máxima presteza posible.

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22/01/2012, 18:32
Adrià de Montferrant

¿Monasterio? JA JA -sonrió el de Montferrán aún reducido- ¿es que acaso olvidaste que casi exterminan allí al noble De la Cueva*?

Trato hecho. Antes de nada debo deciros que tiempo ha que encontré la entrada del guardia, pues uno de los Caballeros de Salomón me la reveló -no dijo cómo...-. Buscad bien en la sala del comendador, bajo el escritorio. Habéis de tener cuidado, San Andrés de Turín no dejó que sus restos descansaran en cualquier lugar. Sed cautos -esto último sonó voz grave.

En cuanto tengáis la urna venid a verme. Os estaré esperando aquí, pues el Marqués de Tarragona no osará asaltar una abadía piadosa de Dios. Tened suerte.

No hubo despedida. No las merecían, pues aquello era casi peor que pactar con el Maligno, sólo que vuestra vida no estaba en juego, sino la de un noble y el prestigio de toda una casa de nobles tarraconenses.

Notas de juego

*San Andres es la encomienda Conmilona, la de los templarios, la de la lucha inicial que masacró a los caballeros. San Andrés de Turín es el patrón de dicha Órden.

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22/01/2012, 19:03
Director

Tomásteis vuestros caballos ¿habría sido aquella buena idea? Sin pensarlo demasiado (tampoco sabíais si Vincent tenía tiempo para tomaros vosotros tal licencia) y galopásteis hacia la encomienda templaria. Estaba más alejada que el Castillo de Leblanc y la abadía de San Juan de Tartre, ambos en las afueras de los caminos de Tarragona.

Una hora tardásteis en llegar al galope más duro y tomar la vereda que directamente llevaba al altillo de la encomienda. Ricard y Gorka recordaron por momentos que una vez cruzaron por allí con Alejandro, incluso el hueco donde cayó dibujaba el momento de su maltrecho final. Antes de ascender vísteis algunas torres "mochadas" y muchas piedras requemadas por el fuego. Sin duda el saqueo de la encomienda tenía que haber sido completa. Al acercaron y alcanzar la puerta de entrada, comprobásteis que los grandes pernios y visagras habían cedido y ambos portones estaban allí caídos. Al entrar, la desolación os invadió:

Los huertos interiores ya no existían. Los fráteres oradores habríanse ido de nuevo con la Parca al ver cómo el fuego había devorado las cosechas que tanto habían cuidado. El establo ya no existía, tan sólo había aún humareda y cenizas alrededor. Las pocas plantas del interior habían sido arrancadas y los ventanucos del edificio de dormitorios despedían (más bien casi todos) una tiznada negruzca procedente de hogueras probablemente hechas en el interior. Mientras trotábais suavemente hasta la segunda muralla interna, los caballos sorteaban con las patas algunos pedruscos y rocas de las murallas o los puestos de vigías que habían caído. Pero lo más horrible fue, sin duda alguna, el terrible hedor a muerte que despedían las pocas decenas de cadáveres templarios (y algunos soldados del Conde) que yacían allí, fruto de la lucha. Vuestro corazón os pedía una plegaria por cada brazo sesgado que veíais, cada cabeza cernada que os miraba y por cada espíritu de aquellos devotos piadosos de la cruz de Dios, cuyas ánimas aún sentíais.

Finalmente, descabalgásteis y andásteis hasta el corazón de la fortaleza. Os introdujísteis hasta el despacho del Comendador.

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22/01/2012, 19:24
Director

Entrásteis en el despacho. Su aspecto poco asemejaba a cuando estuvísteis dentro, justo en el momento de escapar de los filos del de Constantí: El sillón de suaves telas y colores había sido rasgados y desplumado, el perchero de armaduras (y las propias armaduras) estaban abolladas y desechas y las sillas habían sido echo trizas. La estantería había sido parcialmente quemada y muchos libros estaban caídos (casualmente el "libro rojo" estaba intacto) y la mesa central estaba volcada, pero no destruida. Las pocas riquezas o figuras de valor que el Comendador hubiera podido tener allí habrían sido "limpiadas", sin duda. Ni siquiera los frescos de las paredes habíanse salvado.

Los soldados del Conde (y puede afirmarse con total veracidad y sin titubeos) no vieron la entrada que Adrià de Montferrán les describió, y que, por supuesto allí se encontraba. Tras retirar los restos de la mesa y levantar la alfombra, un recuadro negro se dibujaba entre las losas perfectamente. En un lateral tenía cuatro muescas casi redondas. No hacía falta ser un estudiante adelantado para notar que los dedos de una persona más bien delgada encajarían en tales orificios, y el joven Gorka, que aún no estaba recuperado del todo, introdujo sus dedos y tiró hacia arriba. Enseguida Guilleume "el Francés" le ayudó (cuando pudo sostener la losa con los brazos y todos vísteis una pasadizo que comenzaba en escaleras.

Sin dilación alguna y con Vincent aún en el pensamiento, os internásteis en el interior encendiendo previamente unos maderos con los yesqueros. Al bajar, el fuego iluminó enseguida la estancia, pues parecía más grande en la oscuridad de lo que realmente era, y tampoco tenía techos muy altos. Definitivamente aquello era una cripta. Había una notable humedad.

En los laterales había multitud de de tumbas cinceladas en la roca, en cuyos huecos debían haber yacido los más ilustres Conmilones de la Órden. No obstante, los nuevos dueños de aquellos orificios no eran sino las arañas e insectos, pues numerosas telarañas y polvo se acumulaba por doquier, en suelo y paredes de roca. En algunas zonas de éstas últimas la piedra había sido pulida y justo despues decordada de relieves que mostraban imágenes de caballeros templarios (se veía la Cruz en los pechos y escudos) luchando con decenas de enemigos, así como gárgolas protectoras y calaveras en otros lugares.

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22/01/2012, 21:33
Ricard de Agramunt

Taciturno y de mal humor, Ricard no había hablado en todo el viaje. Quería encontrar la urna y salir de allí cuanto antes. Prefería no pensar en los buenos templarios ni en su orden, tan sólo pensaba en salvar la vida de Vincent. Esperaba que aún estuvieran a tiempo, algún día mataría al de Montferrán.

Posó la mirada en cada una de las tumbas de los lados, tan bella manufactura de los sarcófagos y de la cripta en general, hacía que Ricard caminase con la boca abierta ante tanta belleza.

Miraba embobado cada detalle, cada piedra, cada dibujo...

Trató de buscar el lugar de la urna.

- ¿ Alguno ve algo ? ¿ véis la urna?

- Tiradas (1)