Partida Rol por web

Noche cerrada.

Umbria City se retira a descansar. Sus calles y avenidas van cerrando, mientras los honestos frikis regresan a sus casas para degustar cenas, disfrutar de la compania familiar, embrutecer sus mentes bajando cosas de seriesyonkis, seriespepito, cascarsela, y las demas actividades placenteras con las cuales culminan el dia.

Pero no todos lo hacen. Algunos, desvelados, parranderos, almas en pena o detodounpoco se juntan en el sector Chatero, en las diversas "salas" donde se halla la diversion nocturna. En el misterioso "Oscurito", sensuales /y no tanto, pero para gustos...) cosplayer hacen su despliegue de creatividad y poco recato, entre los likes de los espectadores. Pero uno de ellos quiere "mas que una mirada" y sube al escenario con ellas. 

Los patovas saben que llego la hora de ganarse la paga nada mas trepa. Más, cuando el delgado chico manda a volar a 4 monos por el recinto, queda patente que no se trata de un sujeto ordinario. Las luces caen sobre su rostro palido, luciendo las alitas de murcielago, los colmillos... Ahora no es tan gay, sino imponente. El vampiro sonrie...

En las lineas telefonicas, la desesperada llamada de auxilio de un barman ronda. La poli anda carente de estacas. Ademas, ninguno de sus goblins tiene ganas de ganarse una mordidita. Pero para esto existen los Hero For Hire...  y asi pues, en otro rincon de la ciudad, dos chicas reciben en sus celulares el simpatico mensajito de aviso.

Baja por la caye hasta llegar a la puerta del local.
Entraba o miraba por las ventanas?
Comienza a rodear el edificio en busca de una ventana o puerta trasera. Hay que ser tarugo para ir felizmente por delante sin buscar otra opcion.
Se arregla el pelo y la ropa y se coloca la capucha.
Quizas deberia raparse el cuello. Pero con la capucha considera que estará bien. Asiente y continua con su busqueda.

 Otra noche de juego desenfrenado, no era lo mismo que disparar sus armas pero al menos podía disparar virtualmente esa Remington que llevaba en los píxeles que hacia de soldado en su ps3, sí, era una tremenda friki de los shooters en la consola. En el momento de más tensión de la partida, su teléfono empezó a sonar. - ¡Arg! - Exclamó cuando el dichoso teléfono seguía con la melodia del mensaje y ella trataba de no morir ente una lluvia de balas del enemigo. Finalmente terminó por ponerse nerviosa cometer un error y ver como su soldado moria de un tiro en la cabeza, soltó el mando con desgana en el sofa para ir a por el teléfono con cara de pocos amigos. Ojeó el mensaje, un vampiro en el Sector chatero, una ligera sonrisa ladeada floreció en sus labios, era hora de patear frikis indeseados.

 Se dirigió a su ropero en donde tenía todo su arsenal, para luego pintarse aquella fina línea oscura en la mejilla, su marca de guerra, no necesitaba una mascara ni esconderse en un traje de licra, no tenía a quién proteger si venían a por ella o querían hacerle daño a sus seres más cercanos, solo le bastaba su klevar, sus armas y una lluvia de plomo de cuidado. Se colocó su chaqueta de cuero y bajó por el ascensor hasta el garaje. Mientras preparaba un mensaje de aviso para su mentor que muy seguramente, por no decir que sabia que iba a estar allí, se acercara hasta el lugar donde el vampiro estaba haciendo de las suyas.

 Arrancó su motocicleta y salió del garaje a la velocidad que le caracterizaba cuando tenía que ir a patearle a algún friki alborotador. Se conocía aquella zona, prácticamente solía hacer sus cosas por allí hasta hace no mucho, aprovechó un de los callejones traseros por donde se solían dejar las mercancías e hizo el resto del camino que faltaba a pie.

El lugar es el tipico antro, es decir un sucucho de 2 pisos, 10 metros de fachada y unos 30 dentro de la manzana. Tiene su corredor para basura y polvos rapidos aledaño al costado derecho, que es por donde se escurre Qui a buscar otras entradas. Hay respiraderos, que no ventanas, al menos no hasta el segundo piso. Los friki y los vampiros comparten algo despues de todo, el odio a la luz. 

La parte posterior no da a un callejon en si, mas bien es un patiecito interno de la manzana, que quizas en otro lugar seria un "pulmon de manzana". Si este lo es, tiene cancer. La mugre que mejor ni revisar se amontona en las esquinas, junto a helechos y plantas que de alguna manera se las arreglan para sobrevivir. Tambien estan presentes los mejores especimenes de la fauna local (ratas y gatos callejeros), en sus eternos "juegos". 

Como corresponde, hay una entrada posterior, una puerta de metal barrado, sin ningun adorno. Tambien es alli donde se encuentran ambas, Qui saliendo del corredor, Maxime viniendo por otro conocido desde el costado...

Se para en seco antes de comerse de morros a la chica con la que coincidia a demas de hacer gestos con la mano cerca de su nariz apartando el mal olor.
Eu... Hola. Tú no muerdes no? Imagino que tampoco tienes pene. No eres el objetivo.Entonces eres aliada? Estupendo. A demas eres chica. Nada mejor que alguien inteligente para echar una mano.
Levanta la mano derecha para estrecharsela.
Mi nombre es Qiu. Encantada.
Señala con el pulgar de su otra mano la puerta metalica.
Creo que por aqui se puede pasar... Creo.
Examina la puerta e intenta abrirla.
Deberia haber pillado ajos...

 Aquellos callejones le traían recuerdos, su antigua vida como pandillera, como una simple matona apaleando a cualquiera que pasara por allí y que aparentara llevar dinero. Por un momento bajó la guarda, la mirada y por un instante vio claro su rostro, allí estaba como si nunca se hubiera ido. Negó con la cabeza para sacar aquella visión de ella, tomó su teléfono móvil para verificar que su mentor le había respondido, pero no era así. - Maldito alcohólico. - Pensó refunfuñando en su cabeza.

 Torció la esquina para buscar la puerta trasera del local, debía de ser uno de esos cuando se paró para no chocarse con la otra persona que se encontraba allí, instintivamente sacó su pistola y le apuntó, no sabía quién era, ni que hacia allí o si no tenía nada que ver con todo lo que estaba ocurriendo en la discoteca, fuera quién fuera, lo que si tenía claro es que apretaría el gatillo si intentaba hacer algo contra ella.

 Su primera pregunta ya le indicó que no estaba de parte del vampiro, además de su consiguiente afirmación hizo que levantara la ceja, por un momento estaba a punto de llevarse la mano a la cara, además afirmó de que ella no era el objetivo. Se separo ligeramente de ella cuando trató de darle la mano, su desconfianza con respecto a los demás era bastante alta, e incluso con las personas que estaban más cercanas a ella, aunque eran bastantes pocos. - Max. - Respondió en un tono neutro, como solía ser ella, emocionalmente nula.

 Se acerco a la puerta detrás de Qiu, con el arma aún en su mano, era la hora de ver que se cocía dentro de la discoteca y al peligro que se enfrentaban para eliminar a aquél vampiro. - Granadas, son más efectivas que los ajos. - Respondió al último comentario de Qiu.

La puerta abre hacia afuera, lo cual incomoda en un primer momento ante el instinto de empujar,  pero no esta cerrada curiosamente. La barra del otro lado se encuentra corrida.

Apenas ese obstaculo queda despejado, la musica agitadora y sensual llega a vuestros oidos. Modesta en su volumen, pero claro, esta entrada no da al salon, sino a la parte posterior del logal. La puerta esta al final de un oscuro pasillito Se entreven puertas a izquierda y derecha, cerradas ahora. Al otro extremo da a una sala rojiza, desde donde se observa un televisor emitiendo algo subtitulado... No hay nadie, al menos esa es la primer impresion, aunque seguramente ahora esten en el frente...

La chica dibuja un circulo en el aire frente a ella, y este de pronto se solidifica en una tonalidad rosita muy chic, tomando la forma de un escudo.

-... Mejor prevenir que lamentar, ¿no? +comenta en tono bajo+ Este lugar me trae lindos recuerdos, como esa pelirroja que tenia un tatuaje en la...+se detiene,cerrando el pico, para mirarte parpadeando+digo... ¿Vamos juntitas?

 Retrocedió un paso hacia atrás cuando Qiu fue a abrir la puerta, aquello era como una puerta de emergencia, y en caso de pánico lo más normal es que se abriera hacia afuera, negó para si misma cuando vio el intento de empujar por parte de su inusual compañera de caza. Guardó la pistola en su pistolera para descolgar el fusil de la espalda y caminar tres ella, para ver la naturaleza mágica de su acompañante. 

 De nuevo negó al volverla a escuchar, no parecía que tuviera la capacidad de no decir chorradas, realmente le interesaba poco que tatuaje tenía la pelirroja y menos donde. - Si... vamos juntas. - Comentó en tono seco, ya no sabía si era peor el vampiro que andaba suelto o seguir teniendo que escuchar sus tonterías.

Con pasos lentos las dos avanzan por el oscuro pasillo. La musiquilla dificulta la percepcion, pero al parecer, no tienen compania... El televisor, enmudecido, transmite la vida de Um-Brian al aire... El lugar al que da es un modesto backstage. Ropas tiradas en las mesitas, algunos cambiadores, bolsos, dan cuenta que aqui es donde las chicas se preparan para el show. Ademas del camino por donde entraron, hay dos salidas. 

Una esta al frente, una puerta doble que sin duda da al salon, por la fuerza del sonido que viene de alli. La otra es una escalerita de caracol ubicada en el costado, con destino al piso superior. 

-¿Se te da mejor la corta o larga distancia? +pregunta, mirando con cierta curiosidad las prendas, como si estuviera tentada a tomar algo+ Yo peleo mejor a distancia la verdad... preferiria ir arriba y ver que puedo hacer desde ahí, si te parece.

 Se mantuvo alerta a lo largo de aquél pasillo que terminaba en la sala de vestuarios de las bailarinas, las opciones eran bastante claras, subir y tomar una posición ventajosa, o ir por debajo. - A mi no se me da muy bien la corta distancia. - Sobre todo porque iba cargada de armas de fuego. - Pero si puedes acabar con el chupoptero desde arriba, te daré cobertura desde aquí abajo. - Se acercó hasta la puerta sin abrirla, quitando el seguro de la escopeta del acople de sus fusil. Revisó que tenía las granadas en su sitio y esperó que Qiu tomara la posición elevada, aunque con ese escudo rosa tan chic iba a ser de todo menos sigilosa, era como un neón andante.

Mientras la rara chica va subiendo por la escalerilla, luego de asentir a la idea, podes espiar el interior del local. La puerta doble da al costado de lo que seria el escenario. El mismo es una bien decorada plataforma de medio metro de alto, donde un par de frikitinas hacen lo suyo... Fuera de las luces del mismo, el ambiente esta bastante sumergido en la penumbra, pero aun asi basta para notar sillas y mesas volcadas, asi como la gran carencia de publico. No obstante, ellas parecen estarlo dando todo..

Un examen mas atento te ubica al que seguramente sea el objetivo. Una figura masculina de cabello blanco, el cual se halla en el centro de media docena de jovencitas, las cuales le acarician brazos y piernas, o se acurrucan contra el, buscando su compania. Fuera de estos y las del escenario, solo captas a un par de tipos, uno tras la barra (el barman que llamara, seguramente) y un ebrio adormilado, con los brazos cruzados como almohada, al otro lado del escenario. Al instante reconoces su cara barbuda... tu querido maestro, el Maivelazo.

 Aquello no podía estar pasando, que un vampiro atacara, sometiera a una discoteca entera y su maestro estuviera ahí noqueado por el alcohol. - Maldito borracho. - Volvió a pensar. Tenía que idear una manera de levantar a su maestro, aunque en ese estado podía pasar cualquier cosa con él.

Pasan un par de minutos, en los que solo disfrutas de la vista de aquellas dos chicas jugando sobre el escenario, mientras el vampiro las observa, aunque tambien de tanto en tanto se ve abstraido en sus jueguecitos con las demas frikitinas.

En eso, desde encima del escenario surge una bola de luz rosa, que impacta certeramente en su pecho! De un salto, desparrama mujeres a sus lados, mientras se incorpora, mirando horrorizado el hueco humeante que se le ha abierto... en la camisa.

-Era una Lacoste!! +grita desaforado, mientras cierra los puños y vuelve la mirada arriba con odio+ La vas a pagar, linda!+grita, flexionandose para saltar...