Partida Rol por web

Te encuentras en tu casa en tu habitacion completamente aburrida, no tienes nada que hacer no has quedado con nadie, ni sabes que hacer, sencillamente estas tirada de cualquier manera en tu cama mirando a la pantalla de la television aburrida

La programación de aquel día era un auténtico coñazo y ya había llegado a ese punto en el que aunque me echaran algo interesante, me iba a parecer lo más aburrido que podía echarme a la cara.

Resoplé y me tumbé boca arriba en la cama, dejando caer mi cabeza hacia un lado de forma que mi pelo colgaba hasta el suelo y la sangre simplemente, comenzaba a agolparse un poco en mi cabeza. La tele, vista del revés seguía siendo igual de aburrida, estaba claro.

No tardé en volver a cambiar la postura a la misma que tenía inicialmente y eché un vistazo al despertador que reposaba sobre la mesilla a ver qué hora era. No sabía qué hacer pero desde luego que si seguía así encerrada en casa terminaría volviéndome loca.

Quizás una buena ducha y salir aunque fuera sola a dar una vuelta acabaría con el hastío de aquel día.

Terminas decidiendo hacer eso, te duchas tramquilamente disfrutando de los placeres del agua y despues pasas a bestirte para salir a dar una vuelta, nada realmente importante solo caminar por la calle sin un rumbo fijo hasta encontrar algo divertido, y lo encuentras mas rapido de lo que esperas, cuando apenas llevas caminadas un par de calles escuchas algo, el sonido de un piano, pero es extraño, como si el sonido, no llegara solo por tus oidos, es como si fueras capaz de verlo, sabes perfectamente que viene de apenas unas calles mas alante.

El aire fresco fue algo que agradecí, al menos, el poco aire fresco que pueda haber en una ciudad, pero estar tanto tiempo encerrada en casa no iba demasiado con mis costumbres y aquello vino a ser como una liberación.

Apenas había caminado un par de calles de aquella manzana, sin tener muy claro a dónde ir, aunque estaba barajando la posibilidad de caminar hasta el parque y pararme en una de esas terrazas a tomar quizás un helado, cuando el sonido de aquel piano llegó a mis oídos, haciéndome mirar en la dirección que provenía el ruido.

Era la sensación más intensa que había tenido al escuchar unas notas, como si en un momento dado, fueran algo tangible, algo que pudiera no sólo escuchar, sino más bien sentir y tocar.

- ¿ Quién está tocando de esa manera?

Debía de ser un genio si podía hacer que sintiera de aquella manera la música.

Mis pasos siguieron solos, pues quería saber de dónde provenía aquello y seguir escuchando la melodía. No tenía nada mejor que hacer y supuse, que aquello era lo más hermoso que había visto en todo el día.

Llegas hasta ua pequeña casa, una de las tantas clonicas que habia por la zona, en el jardin ves a un muchacho no parece mucho mayor que tu, esta tocando un piano, mirando literalmente hacia el cielo, como si hubiera algo delante de el que surje a cada nota que toca, y literalmente asi te lo parece, algo sale del piano cuando toca, algo existe alli delante, es coo si hubiera mil imagenes, miles de todos diferentes que se mueven que parecen encajar, una armonia que te atrae, como si pudieras ver la musica que el chico esta tocando

Sonreí al ver aquel chico tocando y me detuve allí mismo, sin darme cuenta de que aquello podría molestarlo de alguna manera, pues aquella música me había encandilado, pareciéndome simplemente maravillosa, como si estuviera viendo algo mágico.

Levanté la vista, queriendo ser parte de aquello que él parecía estar mirando en alguna parte, aunque quizás, sólo fuera el pensamiento metafórico de alguien quien amaba la música desde el día que había nacido. Sí, era lo único para lo que había vivido siempre, lo que había permanecido ahí contra viento y marea...eso que nunca me dejaría pues la vida sin la música sería algo demasiado gris y monótono.

No me di cuenta de que casi me movía al son de las notas que salían de aquel piano, instrumento que yo no había tocado en la vida, pues lo mío siempre había sido la guitarra e incluso hice algunos pinitos con la batería, pero era hermoso, era muy hermoso poder presenciar aquello.

- Si quieres verlo mejor acercate y toca con migo-. grito mientras sigo tocando el piano sin desviar mi atencion de la musica que veia sobre mi

Sonreí cuando me dijo aquello, pues me hizo hasta dar un respingo, como si me hubieran pillado en algún lugar en el que no debía de haber estado, lo que por unos instantes, hizo que hasta se acelerara mi corazón, pero en seguida me moví y entré en aquel jardín para acercarme a aquel piano.

- No he tocado jamás un piano! - Dije sentándome a su lado, aunque me di cuenta al hacerlo, de que sabía exactamente lo que tenía que hacer para continuar con lo que él estaba tocando... con aquella música que había que incluso mi piel se erizara.

Le miré unos instantes divertida, sin sorprenderme de estar tan cómoda frente a un instrumento y asintiendo, llevé mis manos al piano para acompañar lo que estaba haciendo, dejándome llevar sin pararme a pensar ni lo que estaba sucediendo ni cómo así de repente sabía cómo tocar un piano. El momento era demasiado agradable para aquellas preguntas que de alguna manera se quedarían pendientes para ser respondidas más tarde.

- Adelante miralo, los coleres las hondas, la musica, tu tambien puedes verla verdad, tambien Eres Sinestexica, yo lo descubri hace años, poder ver los sonidos escuchar los colores, sentir las cosas como nunca las has sentido- empeze a tocar de una manera diferente, para que todo a nuestro alrededro cambiara, para que viera como las notas saltaban nuevamente en colores antes sus ojos para que disfrtara de una armonia perfecta

Me debí quedar con la boca abierta al ver aquello, pues la verdad es que no esperaba que ante mí se mostrara lo que estaba viendo en aquel momento, pero era maravilloso y me gustaba.

Sus palabras me hicieron mirarle unos segundos, aunque mi expresión cambió a una de esas que venían a decir " no sé de qué narices me estás hablando " y sin poder evitarlo volví a centrarme en aquellas notas, volviendo la vista al frente.

- Es increíble! - Dije casi en un susurro pues fue algo que me salió.

Levanté una de mis manos hacia las notas, como si me hubiera puesto hasta las cejas de alguna droga y ahora estuviera viendo hasta las claves de sol... pero no, daba fe de que lo único que había hecho aquel día era aburrirme en casa.

-  No sé qué es esto... pero es maravilloso... - Lo estaba flipando literalmente en colores allí sentada, pero me gustaba. - ¿ Qué...? ¿ Cómo...? Ahora era cuando empezaban mis dudas, pero estaba demasiado embobada como para decir demasiadas cosas de manera coherente.

- No importa el como, solo y sencillamente disfrutalo- toco una melodia rapida y complicada llena de asonancias, y muy marcada, para hacer que los colores se acentuen, intentando provocar un movimiento todavia mayor, que todo el jardin estuviera completamente cubierto, que no existiera absolutamente nada que no estuviera lleno de la musica.

- Tocala, tu puedes verla adelante toca la melodia, levanta recorre el jardin, toca con tus propias manos el sonido mismo- aquello era lo mas increbiel del mundo, y saber que esa chica podia verlo, siempre pensaba que era el unico, pero no, habia muchos mas.

Seguía sonriendo como una niña con zapatos nuevos, pues era lo más espectacular que había visto nunca y lo mejor, fue el no tener que preguntar nada más de aquello, nada más por el momento.

Asentí y me levanté, comenzando a danzar por aquel jardín, casi bailando entre las imágenes y extendiendo las manos para poder tocar la música y aquellos vivos colores que se extendías a mi alrededor.

Sí, cualquiera que nos viera desde fuera diría que íbamos los suficientemente colgados como para hacer el tonto así o que simplemente, no nos habíamos tomado las pastillas de colores que nos había recetado el siquiatra, pero eso era precisamente lo menos importante.

Me reía sola por aquello, como cuando eres pequeña y coger una de esas cosas para hacer pompas de jabón y después explotas tu misma las bolas creadas... aunque me detuve para mirarlo y sonreírle, casi dándole las gracias por mostrarme todo aquello.

Finalmente deje de tocar y me levante para reunirme con la chica- Mi nombre es Anders, Ander Dekkers, y tu como te llamas- era una sensacion muy rara jamas me hacercaba a las chicas, ellas siempre me imponian, me hacian quedarme retraido como si no fuera capaza de hablarles, pero ella tenia mi habilidad, podia ver y sentir las cosas igual que yo, era algo que jamas hubiera soñado

La música cesó e instantes después todo volvió a la realidad haciéndome sentir un poco estúpida por haber estado trotando por aquel jardín como si me acabara de escapar de " Alicia en el país de las maravillas ".

- Emily Harper. - Me presenté para después dudar si acercarme y darle dos besos o simplemente quedarme quieta, aunque opté por eso segundo por estar algo avergonzada por mi comportamiento. - Siento haber irrumpido en tu jardín, pero dos calles más allá ya podía sentir esa música... ¿ Cómo haces eso?

Dentro de mi cabeza aquello no había sido obra mía, sino que de alguna manera, él había conseguido que yo lo viera y me había gustado mucho lo que había visto sin duda.

- Tocas muy bien el piano. - Tenía que alabar aquello de alguna manera y fue lo único que se me ocurrió en aquel momento.

- No te preocupes no me importa que hayas entrado- digo mirandola fijamente, parecia que no se habia dado cuenta, era como si no supiese que ella misma habia causado parte de aquello.

- Es una habilidad especial que tengo los medicos la llaman Sinestesia, es una habilidad que hace que mis sentidas se vuelvan locos, en lugar de escuchar la musica, como todo el mudno puedo verla, puedo tocar los sonidos incluso manipularlos, pero si tu puedes verlos es que tambien tienes esa habilidad llevo dias tocando esperando que alguien que pudiera ahcerlo viniera a verme- Estoy muy emocionado, como si hablar de aquelle me llenara por dentro, me siento genial, ni siquiera se que estoy haciendo contandoselo todo, es una locura compelta, pero ella estaba alli, habia visto lo mismo que yo, lo habia tocado, podia sentir las cosas igual que yo.

Me quedé mirándole casi entrecerrando los ojos, como si aquello fuera una broma y se estuviera quedando conmigo, porque desde luego, yo era la primera vez que veía algo así, de eso estaba segura.

- Emmmm Sines.. ¿ Qué? - Dije como si estuviera tratando de seguirle, aunque sí había entendido lo que había dicho, pero claro, yo no tenía ninguna clase de problema con la música.

- No creo... yo... seguro que lo has hecho tú solo. Yo me he criado entre músicos, es más, me dedico a ello y te juro que es la primera vez que veo algo así... - Estaba un poco incómoda con aquella situación, pues era lo más extraño que me había echado a la cara, pero había visto y sentido todo aquello y me parecía maravilloso cuanto menos. - Si tuviera eso... ¿ no será algo siquiátrico, verdad?

Por primera vez, me preocupaba mi bienestar mental.

- Claro que no- digo muy serio- La sinestexia es una habilidad poco comun y normalmente afecta a persona que han perdido alguno de sus sentidos, pero no es nada mental, es real, ademas tu misma dijiste que jamas habias tocado un piano, y lo has hecho, sin esfuerzo eres igual que yo-

No queria asustarla, ni que pensara mal de mi, ni siquiera queria sabia realmente lo que queria, sencillamente estaba emocionado, alguien que podia ver aquello, que tenia esa capacidad, yo tambien habia creido que me volvia loco al principio, pero aquello era un don maravilloso, la musica podia hacer cualquiercosa.

- Creeme yo tampoco lo entendia, pero una vez empiezas a verlo nunca para, y es algo maravilloso, es una sensacion unica-

Cuando más decía más cosas tenía que preguntarle, pero por alguna razón no me parecía que estuviera loco, sino casi diría que contento porque hubiera visto aquello.

- Pues que yo sepa no me falta ninguno... ¿ Y a ti?

Desde luego que yo no recordaba haber tenido nunca algún problema médico grave, pero claro, si lo hubiera tenido mis padres hubieran pasado un poco de él, pues no eran partidarios de llevarme a que me miraran apenas nada.

- Me ha gustado lo que he visto, eso no lo puedo negar... Es lo más raro que me ha pasado en la vida, pero me ha gustado...

- Tampoco me falta ningun sentido- digo negando con la cabeza- Pero eso no me impide poder hacer eso- pulso una tecla al azar del piano, para emitir un pequeño destello de color verdoso en forma de honda oscilante, apenas dura unos segundos- Y puedo hacer mucho mas, seguro que tu tambien, es algo genial-

Nuevamente me envarga la emocion y no me doy cuenta de que tengo que centrarme mas, saber que le estoy diciendo y no asustarla, si no sabia que era aquello, necesitaba explicaciones y no emociones sin control.

- A ver no se muy bien como funciona esto ni por que nos afecta, solo se que podemos ver lo que otros solo pueden escuchar, que podemos llegar a tocar incluso las notas musicales, el sonido, yo nunca estudie clases de piano ni de ningun tipo y sin envargo puedo tocar cualquier instrumento que me den-

En un primer momento me quedé mirándole, sin entender demasiado bien, o sin querer entender demasiado bien, que esa era otra, aunque cuando tocó la tecla pude volver a ver como en el aire aparecía un color, una onda, que él podía tocas y yo presenciar, así que supuse que algo de razón tenía...eso o de alguna manera podía hacerme ver cosas que ni hubiera imaginado.

Cuando dijo lo de tocar los instrumentos fue cuando me di cuenta de que yo tampoco sabía tocarlo y lo había estado haciendo como si lo hubiera hecho todos los días.

- Tranquilo, te creo. - Asentí como si no tuviera que darme mil explicaciones más. - Yo tampoco había tocado el piano en la vida, aunque sí que me han enseñado algo de solfeo. También sé cantar. - Eso es algo de lo que mi madre se encargó de alguna manera. - Supongo que no hay nada malo en esto... ¿ no? Vemos música que nadie puede ver, sólo nosotros ¿ no?

No le veía nada malo.

- Con no decirlo por ahí para que no crean que estamos majaras ya está... - Era sorprendente pero me hubiera parecido mucho más grave que de repente se me hubiera caído el pelo o algo parecido.