Partida Rol por web

HEROS [DM05/20]

03 Las puertas del Laberinto

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01/05/2020, 00:00
Aeda

HEROS

Tras vuestra llegada al puerto de Hagia y el encuentro con otros guerreros, al día siguiente amanece soleado. Os volvéis a encontrar, hoy es el gran día. Primero el Rey Minos os recibirá y luego os adentraréis en el Laberinto.

Sobre una colina podéis ver el magnífico Palacio de Knossos, capital de Creta y del Imperio Minoico. Nunca habéis visto un lugar así, es enorme, es una ciudad aglutinada en un sólo edificio de varias plantas, sustentado por columnas de madera de color rojo, decorado con mosaicos de vivos colores, albergando las riquezas del mar y del comercio, y dando alojamiento a cientos de sirvientes y artesanos, además de al Rey y su corte...

Nunca lo habéis visto, ni tampoco nunca lo veréis, pues Minos no os recibirá allí, sino frente a las puertas del Laberinto, en aquél otro pequeño palacete que mandó construir para los menesteres de los sacrificios y estas cosas.

El rey os recibe reclinado, vestido con ostentosos ropajes rojos y dorados, mostrando su torso y luciendo una corona de oro con forma de cuernos de toro sobre su cabeza. A su alrededor varias doncellas semidesnudas se acarician entre ellas eróticamente y comen frutas exóticas de colores y formas que no conocéis. En torno a vosotros varios guardias y sirvientes os custodian.

- Tengo entendido que venís voluntariamente a adentraros en mi Laberinto. Pretendéis enfrentar al monstruo mitad hombre y mitad toro, y además salir victoriosos. Enfrentarlo... ¡jaja! ¡Y salir! ¡Jajaja! ¿Sois unos necios? ¡Yo mandé al mismísimo Dédalo construir ese lugar para que nadie lo lograse! Aún así, me complace vuestra entrega. Y agradezco vuestro sacrificio para mi mayor gloria.

El gran Minos habla rápido, se muestra alterado y molesto. No espera nada de vosotros, ni siquiera que habléis. Tampoco se muestra interesado en quiénes sois ni de dónde venís. Parece estar muy acostumbrado a que guerreros de todas partes vengan hasta aquí con vuestras mismas pretensiones. Para él sois más bien una obligación o un trámite cotidiano del que quiere deshacerse pronto para seguir con sus reales placeres. Después de sus palabras hace un gesto a uno de sus sirvientes para que os acompañe afuera, y se vuelve hacia una de las doncellas para atender de inmediato otras obligaciones que le reclaman.

Al salir lo hacéis sobre una plataforma de piedra bañada por el sol, una especie de mirador decorado con mosaicos que representan escenas mitológicas, dioses y monstruos. Desde aquí podéis divisar todo el valle de Labrys y la descomunal construcción donde Minos ocultó avergonzado al mítico Minotauro.

El sirviente os dedica unas últimas palabras, sin apartar su mirada del valle:

- Tiene infinitas entradas, infinitos corredores e infinitas salas. También alberga infinitas formas de morir. Su única salida jamás ha sido hallada. En su interior descansa Asterión, hijo de la Reina Pasífae. Ahí dentro sucumbiréis y entregaréis vuestras vidas para mayor gloria de Minos nuestro rey.

Tras este animoso discurso, que recita de carrerilla (ya que según parece lo hace muy a menudo), os deja recorrer en solitario la distancia que separa al palacete en el que os encontráis de los límites del Laberinto. Vuestros acompañantes deben detenerse aquí.

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01/05/2020, 11:19
Deseo

Había llegado el momento de la verdad. Justo en el decimoctavo aniversario de su nacimiento. El pago del Diezmo, la deuda debía ser saldada con sangre, la suya o la del Minotauro. Deseo sabía que era exactamente eso, una esperanza puesta en su propio destino, trabajada, entrenada durante toda su vida para este instante.

Dio un par de pasos adelante, y se giró hacia sus tres Maestros, los que quedaban atrás. No sabía si ellos estaban en posesión o no de las respuestas a sus preguntas, ya no importaba. Nunca se las habían dado, de todas formas, por lo que hacerlas ahora seguiría siendo inútil. No dijo nada, sólo hizo una pequeña reverencia al estilo de su tierra, como despedida. Sus tres acompañantes hicieron lo mismo, un parco saludo de vuelta, contenido. Despedida, o quizá augurio.

Deseo.

Sólo con su arma, y su pequeña bolsa cargada a su espalda, con lo mínimo. Así debía entrar.

Volvió a girarse, esta vez enfrentando ya el Laberinto, y sus enormes y retorcidas estructuras. No suspiró, no cambió su expresión. A su lado, otros como ella. Quizá Diezmos también, quizá enfrentando sus propios destinos. Sin dirigirse a ninguno de ellos en concreto, y a todos a la vez, dio el primer paso. Y en griego, aunque con un deje exótico, pronunció sus primeras palabras en lo que era ya su vida de adulta:

-Vamos. Hemos llegado. Adelante.

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01/05/2020, 12:56
Kynortas

Kynortas, ahora ataviado también con su coraza, avanza junto al resto de "participantes" en dirección al laberinto.

Hasta ahora, había confirmado dos se sus mayores sospechas antes de llegar aquí. La primera, que el rey Minos era un capullo. No le sorprendía demasiado, y tampoco lo culpaba. Toda persona que había conocido a lo largo de su vida que ostentase un poco de poder, tenía esa misma cualidad.

La segunda, que más le preocupaba, era que, efectivamente, ese laberinto era enorme. Aún suponiendo que encontrase y diese muerte al minotauro. ¿quién podía asegurarle que no moriría en ese laberinto, sediento, sin encontrar la salida? Puestos a escoger, prefería una cornada.

Mientras cavila sobre estas y otras cosas, el hoplita observa al pintoresco grupo que allí se había juntado, y afloja el paso para caminar junto al barbudo centauro.

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01/05/2020, 13:07
Kynortas

¿Qué te parecen las divertidas gentes con las que nos hemos topado, viejo? - comenta Kynorta en voz baja al centauro - Muchos "bípedos" para tu gusto, eso seguro. Y hablando de eso... - el hoplita hace un gesto con la cabeza hacia Nedras y su guardaespaldas - ¿De verdad el crío va a entrar en el laberinto? ¿En qué están pensando? Puede que te toque hacer de niñera ahí dentro.

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01/05/2020, 13:18
Ameleón

Unos pasos más y estaría, al fin, dentro del laberinto. En su cabeza se sucedían todas aquellas frases que una y otra vez habían formado parte de su historia. Las de Jasón el día que bajó por última vez de la nave Argos "Me habéis servido bien y ayudado a ganar mi destino, ahora te toca ganar el tuyo". La de Atalanta el día que participamos en la cacería del jabalí de Calidón "Míranos, no somos hijos de dioses pero estamos aquí porque los hados han forjado nuestra voluntad en hierro".

Mientras ataba las cinchas de su coraza pensaba la frase del oráculo de Delfos “Tu última batalla se librará contra un solo enemigo bajo un manto de estrellas, será la última oportunidad de poner tu nombre en la historia...” apretaba las grebas, ceñía el escudo al brazo "...Vuelve a casa con este escudo o sobre él", y acomodaba su casco a la cabeza donde aún daban vueltas las últimas palabras de Teseo antes de despedirlo “Puede que no sea un líder, pero sin duda es un superviviente, yo lo elijo a él”.

Todas esas frases calentaron la sangre que se agolpaba en las sienes. Empezaba a golpear con la lanza el suelo de piedra y dar pequeños saltitos, disponiendo a todos los músculos para soportar el peso de la armadura. Miró al resto de voluntarios e inclinó la cabeza en señal de reverencia.

 

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01/05/2020, 13:29
Teseida

Teseida junto con los otros acompañantes se dirigían hacia el laberinto y Teseida dijo: -Nunca imaginé que podía ser tan grande. Aunque en verdad no le preocupaba demasiado porque sus habilidades de percepción e intuición eran muy altas, como buena amazona que era. Estaba claro que no iba a ser un camino de rosas, pero más que el laberinto en sí y las trampas que podía haber en él, lo que le preocupaba de verdad era la gran bestia que habitaba en el laberinto.

Entre esos acompañantes, Teseida ya conocía al centauro Nedras y a la bárbara Hilda de su viaje anterior. Compartir la experiencia de combatir con un cíclope enorme era el aperitivo de lo que estaba por venir. Se giró hacia éstos y les dijo:

-No me miréis así, aunque hace unos días os salvé de ese cíclope,  no somos amigos.

Teseida no tenía ninguna intención de cooperar con nadie, por miedo a ser traicionada. Acto seguido Indikos se giró hacia Teseida y pasó su mirada de arriba para abajo como si de un escáner se tratara. ¿Qué se habría creído ese hoplitas?

-Y tú.¿Qué miras? Le dijo seria con una mirada penetrante.

No sé por qué habría siete personas más para enfrentar al minotauro. Quizá 8 fueramos demasiados... y más para ir en grupo. Podríamos fracasar todos en el intento al mismo tiempo. Yo no quería amigos al menos por el momento. No los necesitaba. Nadie me había demostrado nada hasta el momento. Podría por el momento ir sola.

Notas de juego

MasterEdit: tacho esas frases ya que manipulan al PJ de otro jugador.

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01/05/2020, 14:09
Nedras

Nedras avanza con paso firme y erguido hasta que observa ante sí las dimensiones de lo que parece ser el supuesto laberinto. Una breve pausa en su camino y un rostro arrugado muestran la preocupación e inseguridad que le invaden rápidamente.
Observa a su acompañante Megalippos y podéis escuchar sus palabras. Muchas gracias por tu ayuda Megalippos, ahora me toca a mí demostrar mi valía para liderar a mi pueblo. Espero que nos veamos pronto. Y hace una ligera inclinación de sus patas delanteras en señal de respeto y despedida.
Tal como se despide de aquel gran Centauro, avanza hacia adelante, siguiendo las huellas de Sinódaso.

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01/05/2020, 14:13
Nedras

Acto seguido, cual lazarillo, se acerca al gran centauro. Sinódaso, si quieres, podemos compartir camino. Para mí será todo un honor afrontar este reto junto a alguien que luchó junto a mi padre. Le dice con un tono respetuoso y de admiración.

Notas de juego

MasterEdit: marco también a Kynortas pues ya estaba hablando con Sinódaso.

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01/05/2020, 14:56
Sinódaso

Sinódaso, al ver que el resto se ponen en marcha, brinda a Megalippos un fuerte apretón de manos y unas palmadas en la espalda.

- Encantado de volver a verte, viejo amigo -se despide, agarrando su lanza y calándose bien el descolorido yelmo sobre la cabeza-. Cuando termine con esto, recuérdame que te invite a un buen vino de Tritonis.

Y, sin más dilación, emprende la marcha hasta ponerse al lado de Kynortas, sus cascos golpeando firmemente contra el suelo y moviendo la cola como un péndulo de izquierda a derecha, animado.

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01/05/2020, 14:56
Sinódaso

Cuando Nedras se acerca a los dos guerreros de Zetos, Sinódaso no puede hacer más que poner los ojos en blanco, de espaldas al jóven. Siempre tan carismático, responde con un gruñido a la pregunta que le formula el hoplita. Lo cierto es que últimamente siempre gruñía ante las preguntas, y más viniendo de Kynortas, porque Kynortas siempre solía tener razón y, aunque Sinódaso admiraba en silencio su racionalidad, eso no le gustaba nada.

- De acuerdo, chico. Pero no te pongas en medio, no molestes, no hables. Y sobre todo, no toques esa maldita flauta-, acepta resignado, mirando al hoplita como diciéndole "eso parece".

Notas de juego

Máster, ¿puedes añadir a Kynortas como destinatario del último mensaje de Nedras?

Master: acababa de hacerlo :)

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01/05/2020, 15:19
Aeda

Galopando te das cuenta de una ventaja frente a Kynortas y Nedras. Eres más rápido que ellos, avanzas más. Nedras es más joven y más lento que tú, y Kynortas, además de ser un humano y tener sólo dos patas, va muy cargado con sus brillantes armaduras. Para ir juntos tienes que aminorar.

Notas de juego

Simplemente un apunte.

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01/05/2020, 15:24
Hilda

Impresionada por la sensación de infinidad que aquella construcción le hacía sentir no podía más que intentar imaginar a su hermano, bueno su cadáver, ¿seguiría aún atrapado entre aquellos corredores del laberinto? ¿o tal vez llegase a la torre?

Fuera como fuese, ella estaba allí ahora y todo lo que tenía que hacer es concentrarse y aplicar todos los años de entrenamiento y esfuerzo unidos sólo para una sola causa, vengar la memoria de su hermano dando muerte al monstruo.

Sólo las voces de algunos de los otros competidores, la sacaron de sus pensamientos y en ese momento es cuando dijo en voz muy bajita -Ahora comienza la competición- miró al resto y al ver cómo todos estaban en el mismo punto de partida,  decidió que preferiría buscar ella sola una entrada diferente. Teniendo como referencia el sol decidió explorar el lado derecho del laberinto y así comenzó a caminar en esa dirección.

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01/05/2020, 17:39
Aeda

El grupo de Kynortas, Nedras y Sinódaso es el primero en acercarse a los límites difusos del Laberinto. Kynortas va con la lengua fuera intentando mantener el ritmo de los centauros.

Teseida e Hilda habéis declarado claramente que os adentraréis en solitario, y empezáis a separaros del resto.

Ameleón, Deseo e Indikos avanzáis a paso medio, separados de los demás, pero sin intención de aislaros completamente.

 

A medida que os acercáis vais descubriendo una sucesión de ruinas, columnas, y pequeños edificios. Una única columna aislada, una serie de estatuas, de caballos, de guerreros, unas de mármol, otras de bronce, luego un pórtico tetrástilo coronado por un frontón triangular, luego le suceden un par de pequeños templos, uno de ellos dedicado a Zeus y otro a Hera. Os veis entre vosotros, dos calles más allá, a través de los edificios, a través de las columnas, adentrándoos apresurados en esta ciudad sin sentido. Luego unas cuantas casas, un teatro con su proscenio completamente enterrado por los restos del derrumbado episcenio. Vais entendiendo que el borde del Laberinto no es un muro, no hay una puerta como tal, ni cien puertas. El borde del Laberinto es esto, donde estáis ahora. Un pórtico hexástilo, pero con una de sus columnas más alta, que sirve también a un templo de Ares. Luego una escalera que sube para volver a descender, un pozo en cuyo fondo hay una estatua de Atenea, con una porra en lugar de una lanza en una de sus manos. Seguís avanzando, adentrándoos. Una domus en cuyo frontispico hay una inscripción imposible de leer, sin sentido, quizá en una mezcla de idiomas. Un patio con una fuente seca a un lado. Un aljibe encima de un tejado. Así, poco a poco, la arquitectura va cerrándose sobre sí misma, sobre vosotros, y va perdiendo su lógica. Ahora camináis por un pavimento de tejas y las columnas, colocadas en horizontal, construyen una pérgola. Los colores y los tonos de la piedra también hacen un juego que intenta desorientaros, construyendo falsas ventanas, falsos vanos, falsos intercolumnios. El sol sigue brillando allá arriba, y ahora ya no veis a los demás. Si miráis atrás no veréis el palacete donde Minos se ha burlado de vosotros. Tampoco veis esa columna con capitel de alabastro que acabáis de dejar a un lado. Una estatua idéntica a la anterior. Y otra, pero esta vez con el escudo en el brazo derecho en vez de en el izquierdo. Una rampa, una columnata de siete columnas idénticas...

Ya estás dentro.

 

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01/05/2020, 18:21
Director
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

Post de tiradas para ver por dónde entran al Laberinto.

- Kynortas, Nedras y Sinódaso van juntos. Indikos les sigue de cerca, pero les ¿pierde?

- Deseo e Hilda entran por lugares cercanos.

- Ameleón y Teseida entran por lugares cercanos.

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01/05/2020, 18:33
Director
Sólo para el director
- Tiradas (5)

Notas de juego

Post de tiradas para saber si se ven entre ellos (los que van cerca):

- Hilda ve a Deseo cerca de ella.

- Los demás no ven nada.

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01/05/2020, 18:46
Aeda

Indikos, puedes ir tras Kynortas, Nedras y Sinódaso si quieres.

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01/05/2020, 19:02
Indikos

Indikos observó la vastedad de la construcción que se vislumbraba frente a el. El discurso del rey le había parecido poco inspirador, sinceramente no le importaba, para él el discurso era, en efecto, una mera formalidad, sin embargo, parecía desprenderse del mismo que no era la primera vez que un grupo de guerreros intentaba esto.

Maldita sea -murmuró Indikos para sí mismo- Toda esta gente se cree muy importante y hábil, tanto como para acabar ellos solos con una bestia que ha matado a tantos como ellos antes

Para Indikos era más que evidente que la estrategia de ir juntos a por el Minotauro era la más inteligente, en los años de luchas que llevaba a sus espaldas a pesar de su juventud, siempre siempre, el trabajo en equipo es superior al individualismo, estaba seguro que Hoplitas veteranos como Ameleón y Kynortas entendían esto, como mínimo ellos. De los demás le era imposible suponer qué pensaban o cómo pensaban. Jamás había visto un centauro, ni a nadie de la lejana Asia. Al menos estaba ahí Ameleón, seguro que sería fácil convencerle de las ventajas del trabajo en equipo para esta situación, luego solo habría que convencer a la guerrera asiática... Sin duda era bellísima, pero algo en ella dejaba claro que era peligrosa, y una guerrera hábil, más le valía alejar pensamientos extraños o aquella exótica mujer le ensartaría.

Ameleón, estoy seguro que entiendes mejor que yo la situación en la que nos encontramos -De repente, el rostro amable y amistoso de Indikos había desaparecido, se mostraba severo- Sabes mejor que yo del valor del combate en equipo, sirves como Hoplita en Atenas, la formación en falange de los Hoplitas es legendaria, pocas veces sois derrotados cuando actuáis en esta formación. Yo soy un hipaspista (infantería ligera) y Deseo es una guerrera asiática, no podemos actuar como una falange hoplita, pero podemos improvisar una formación de combate los tres, deberíamos hablar con Deseo y convencerla de colaborar, si nos adentramos por separado y de forma individual, el Minotauro nos dará caza uno por uno y nos matará, como a los cientos de guerreros que se han adentrado antes que nosotros en este laberinto, ¿qué me dices?

Indikos esperaba a la respuesta de Ameleón; no tenía intención de esconderse de Deseo, no le importaba que les hubiese oído, de hecho la idea era convencerla a ella también, pero primero, debía asegurarse que Ameleón, quien era el que más probablemente aceptase la idea del trabajo en equipo, lo hiciera. De lo contrario, no tenía sentido tratar de convencer a Deseo.

 

Notas de juego

No tengo problemas en ir con ellos máster, si a ellos no les importa claro.

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01/05/2020, 19:19
Aeda

Todos se han adentrado demasiado ya en el Laberinto. Vosotros dos quedáis aún a la vista del palacete. Podéis seguir juntos o seguir los pasos de los centauros, que ya se han alejado también junto a Kynortas. También podéis seguir a Deseo.

Tanto a Teseida como a Hilda será mucho más difícil seguirlas.

Notas de juego

Queda en vuestras manos.

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01/05/2020, 19:22
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Prefiero recular viendo que puede haber una alianza entre Ameleón e Indikos.

- Kynortas, Nedras y Sinódaso van por un lado.

- Deseo e Hilda por otro. Va separadas pero están cerca, y además Hilda ve a Deseo y podría alcanzarla.

- Teseida va en solitario, y se ha asegurado bien de ello.

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02/05/2020, 02:13
Ameleón

La visión del escenario casi onírico que se mostraba ante mí me reprodujo los recuerdos de cuando visité las tierras del mágico Eetes en la Cólquida. Por un momento me quedo parado, sin tiempo de avisar a los siete guerreros del error de ir por separado. Mi fuerte nunca fue el liderazgo de tropas pero si la cooperación por un bien común. 

Aligero el paso, pienso rápido y me encuentro la estatua de Atenea en el fondo del pozo. Hago una reverencia apresurada y continuo adentrándome en el laberinto dinamizando el paso y animando a Indikos a avanzar conmigo.

-Indikos, para mí la victoria de cada uno de vosotros, es también la mía. No tengo ningún problema en compartir la carga y entiendo perfectamente lo que me dices. Veo más músculo en el grupo de los centauros y el hoplita... si tenemos que elegir... ¿pero quién dice que la mejor opción es la obvia?

Dirijo mis pasos hacia Deseo y le hago señas discretas. No pretendo dar voces improvisadas en las mismas puertas del infierno.

- He visto que eres una guerrera de clan. Probablemente igual seas mejor estratega que cualquiera de nosotros. Así que nada me impide, si quieres, compartir parte de tu camino. Quizás tengamos un objetivo común.

 

 

Notas de juego

MasterEdit: siento tachar esa parte. Deseo ya se ha adentrado en el Laberinto. Podéis seguirla, pero antes de hablar con ella deberéis alcanzarla.