Partida Rol por web

Hijos de la Tempestad [+18]

Prólogo - Lua

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07/05/2020, 16:47
Lua'nwe

Concentrada en la tarea que me tocaría llevar a cabo, ignoré la sensación de la tela húmeda contra mi piel, o del frío que era capaz de calar hasta los huesos. Mi mente estaba concentrada en lo que habíamos venido a hacer, y era a lo único que prestaba absoluta atención. Ubiqué un punto en la parte superior que pudiera servir para mis propósitos, una ventana parcialmente abierta por la cual podría colarme sin problemas. La señal de Zephir llegó al instante, y luego pude escuchar una voz femenina en la puerta de esa casa, lo que confirmaba que el tal Sharp tenía cómplices, o había engañado a la mujer. También podía tratarse de una ilusión, aunque por los informes recibidos no estaba segura si nuestro objetivo tendría habilidades u objetos mágicos que le permitieran hacer ilusiones efectivas. Fuera como fuera, esa era la parte que correspondía a mi compañero. La mía era más sutil...

Calculé la separación que había entre ambas paredes del callejón, y tomando impulso salté hacia la pared contraria, doblando las rodillas en el instante que mis pies hacían contacto con el muro, y ayudándome con el bastón me empujé para hacer el salto hasta la ventana. Un trueno restalló por encima del pueblo, reduciendo el sonido que produjeron mis pies al tocar el muro junto al cristal, mientras me aferraba al marco de la misma con una sola mano. Entreabrí con cuidado la ventana y me colé dentro, agachándome en el momento que toqué el suelo, y cerrando mis ojos por catorce segundos. Para el momento que volvía a abrirlos, estaba algo más adaptada a la oscuridad, aunque sólo un poco. Con cuidado, intenté ver si había alguien más en aquella habitación, antes de acercarme rápidamente hasta la puerta y entreabrirla, buscando ver si podría captar parate de la conversación entre Zephir y la "dueña" de la casa.

- Tiradas (2)

Motivo: Ninja Style! (Acrobacias)

Tirada: 1d20

Resultado: 20(+6)=26 [20]

Motivo: Thunder! (Sigilo)

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+6)=13 [7]

Notas de juego

Dejo una tirada de Acrobacias (+6) para ver que tan bien se me da entrar por la ventana, y Sigilo (+6) para ver que tan desapercibida pasaré. (Seguro pifio xD)

... ok, 20 natural xD ya me veo cuando me toque hacer tiradas importantes xD

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08/05/2020, 16:32
Finn, el Bardo

Con un acrobático salto imposible para alguien que careciese de su capacidad atlética, la genasi logró acceder a la primera planta de la vivienda de Belfur Sharp.

El interior de la habitación la delató pronto como un espacioso dormitorio con dos camas pequeñas, demasiado para un par de adultos. Encima de una de ellas reposaba un pequeño cuaderno abierto con dibujos de paisajes hechos con carboncillos. El artista anónimo tenía un talento innegable.

La ventana por la que se había logrado colar Lua'nwe era sólo una de las dos de que disponía la habitación, con la fortuna de que alguien se la había dejado entreabierta.

Deslizándose sigilosamente, Lua'nwe alcanzó el pasillo como un felino acechante. Alcanzó a escuchar la característica y melodiosa voz de su compañero kasatha vertiendo su irresistible magia a la que bien podría ser la esposa de Belfur.

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08/05/2020, 16:49
Zephir Alhen val Thaali

-Buenas noches, querida señora. ¿Es esta la casa de Belfur Sharp?-, inquirió amablemente Zephir.

-¿Quién lo pregunta?-, graznó una mujer corpulenta, de rostro picado por la viruela, ojos acuosos y labios de besugo. Tenía una melena castaña, muy alborotada, que enfatizaban la intuición de que tenía un carácter huraño y agrio.

Zephir se llevó una de su zurda superior al pecho mientras hacía una cordial reverencia.

-Oh, perdone mis modales, señora Sharp. Y perdone que la importune en esta tormentosa noche. Soy Zephir Alhen val Thaali. Soy un buen amigo de vuestro marido-. Su diestra se apresuró a dibujar un glifo que relució con un haz purpúreo en el éter. -¿Está su marido en casa en estos momentos?-.

La mujer se quedó con los ojos fijos en el kasatha, sin pestañear. Balbuceó algo inaudible, muy quieta, como ausente. Permaneció un instante en el zaguán, como ida.

-Entiendo, entiendo-. Zephir miró a ambos lados, indicando a los hombres que aguardasen su orden. -Bien, si es tan amable, dígale que me pasaré mañana para hablar con él. Le deseo buenas noches, Brenda-.

Brenda Sharpe tardó un instante en volver en sí. Para entonces, los ojos de su marido la estaban fulminando desde la oscuridad de la cocina.

-¿Qué coño quería ese tipo...?-, inquirió en un siseo peligroso Belfur.

-No...-. Brenda se llevó la rechoncha mano a la frente, visiblemente mareada. -No lo recuerdo, cariño...-. De su garganta brotaba un quebradizo hilo de voz. -Aaaag... Me duele la cabeza-.

-¿Le has dicho tu nombre, bastarda estúpida?-.

-N-n-no, cariño... No... No le he dejado pasar, tal y como me pediste-. Confundida, Brenda empezó a sollozar.

-¿¡Entonces cómo lo conocía!?-. El hombre avanzó un paso, amenazante.

No obstante, Belfur no tuvo tiempo de atizarle a su esposa, como casi todas las noches, por cualquier motivo.

La puerta principal cayó a plomo contra el suelo con un estruendo.

-Belfur Sharp-. Habló la voz distorsionada, gravísima, de un Zephir con los dedos de sus manos superiores entrelazados, sus brazos inferiores en guardia, listos para desatar su magia. -Quedas arrestado por el secuestro y asesinato de Victoria Vale-. Al kasatha siguieron seis tipos armados hasta los dientes.

Belfur no se detuvo. Estaba alerta y corrió hacia la cocina como un rayo. Agarró un cuchillo con su diestra y con su zurda apresó del cuello a su hija pequeña entre los gritos de su mujer y su primogénita.

-Un paso más y le corto la garganta-. Su voz temblaba de miedo y su mirada desencajada advertía que estaba lo suficientemente loco como para cumplir su amenaza.

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09/05/2020, 16:01
Lua'nwe

Tardé unos momentos en comprender que me había internado en la que parecía ser la habitación de los niños. Por suerte, si realmente había chicos en esta casa, parecía que aún no los habían enviado a acostar. Aunque eso también me pareció extraño. Los dibujos hechos a carboncillo eran asombrosos, me pregunté que edad tendría el dibujante. Pero esta no era una misión de reconocimiento, por lo que dejé aparte mi curiosidad para concentrarme en lo que estaba ocurriendo abajo. La intervención de Zephir fue tan rápida y contundente que sentí pena por aquella mujer, que no habría tenido posibilidad alguna de resistirse ante el efecto del kasatha. Entrecerré los ojos cuando escuché que decía no recordar lo que acababa de pasar, y me recorrió un escalofrío. ¿Zephir habría borrado alguna de mis memorias en algún momento?

No te distraigas.

Volví de nuevo a atender lo que pasaba abajo, y de inmediato me puse en tensión al escuchar como el tono del hombre se hacía más peligroso para quien era su esposa. Lo siguiente ocurrió a gran velocidad: Sombreros Negros y Zephir entrando a la casa, el hombre tomando el cuchillo en la cocina, y amenazando a la niña más pequeña. Miré las manos de la niña, segura de que vería sus dedos, o los de su hermana, manchados de carboncillo...

No recuerdo a mis padres. No sé si fui abandonada, o si circunstancias fuera de sus manos les habían hecho dejarme. No sabía si estaban vivos o muertos. La única figura paterna que tenía era la de mi maestro. En ese momento, mientras veía como aquel hombre ponía sin un ápice de duda la vida de su hija en peligro para salvarse a si mismo, me dije que había personas que no merecían ser padres.

Aproveché la confusión del momento, bajando con rapidez, haciendo uso de mis aprendizajes por tantos años realizados para, como el viento[*], colocarme detrás del hombre. Manipura. -Ram.- Pronuncié, dando un primer golpe en su columna, al nivel del que se encontraría la boca del estómago, mermando su voluntad. Un segundo golpe[**], donde estarían el corazón y los pulmones. Anahata. -Lam.- Sentí como su respiración se detenía un instante, mientras sus músculos comenzaban a bloquearse, inmovilizándolo, aturdiéndolo[***]. De inmediato un tercer golpe en la nuca, bloqueando su garganta, que le impediría gritar. Vishudha. -Ham.-

Relajé mi posición, moviéndome entonces al frente del hombre, separando el cuchillo de su mano y alejando a la niña de él. Mi cabello comenzó a surgir una vez más, como intensas leguas de fuego que crepitaban, movidas por el viento de una tormenta que se avecina. Tomé la mano de Sharp, y con el afilado[****] cuchillo, clavé su mano a la puerta de la cocina. Luego le di la espalda. -Todo tuyo.- Murmuré hacia Zephir, mirando hacia la desgraciada familia del infeliz con pena, un instante. Me crucé de brazos, y me concentré en calmar mi respiración.

Notas de juego

[*]Step of the Wind
[**]Flurry of Blows
[***]Stunning Strike
[****] Juego de Palabras: Sharp knife = cuchillo afilado

(Tres puntos de Ki gastados para la maniobra)

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11/05/2020, 22:46
Zephir Alhen val Thaali

Los estridentes gritos de Belfur al ver su mano adherida al muro de la cocina tras ser atravesada por el cuchillo que estaba blandiendo segundos antes no impidieron la rápida intervención de los Sombreros Negros.

Agarraron a la pequeña, que quedó atónita, lívida, sus pequeños ojos azules clavados en la genasi. La señora Sharp y la mayor de sus hijas empezaron a chillar, pero no duraron demasiado tiempo conscientes tras un sutil toque de Zephir dirigido con precisión quirúrgica a sus respectivas sienes. Parecieron dos títeres a los que les cortaban los hilos, desparramándose en el suelo, inertes. En realidad, dormidas.

-Saquen a las niñas de aquí-, siseó Zephir mientras se frotaba, excitado, sus largos y afilados dedos.

Los agentes de Stedman parecieron quedar francamente impresionados con la intervención de Lua’nwe y hasta le dedicaron una reverencia en señal de sincero respeto. Salvar a la cría con esa actuación decisiva no les había pasado inadvertido a ninguno de ellos.

Fue Zephir el que sacó a Lua’nwe de su ensimismamiento mientras veía partir a la pequeña de los Sharp en brazos de uno de los agentes, su manita derecha manchada de carboncillo, y sus ojos, algo confundidos, brillando con tímido agradecimiento. A buen seguro, jamás olvidaría a la mujer de cabello llameante.

-Bien hecho… Cécil no se equivocaba contigo-, dijo de repente el kasatha, dándole la espalda mientras acortaba la distancia que le separaba de Sharp. Agitó sus dedos y los hizo crujir al unísono, preludio inequívoco de lo que sucedería a continuación. -Lo que voy a hacerle a esta escoria no te va a gustar. Te recomiendo que salgas fuera, Lua’nwe-, sugirió mientras con un breve gesto acallaba los gritos de Belfur Sharp, transformándolos en balbuceos sin sentido. Era aterrador ver a Zephir practicar su extrañísima cirugía mental. La fría perfección de sus movimientos, el éxtasis que brillaba en sus ojos insondables como el abismo, los ojos en blanco, temblorosos, de sus víctimas. –Considéralo una cortesía profesional…-, deslizó mientras miraba de reojo a la genasi.

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11/05/2020, 22:52
Director

Notas de juego

Sé lo que vas a hacer, pero no obstante es mi deber decirte que tienes libertad de sacar a Lua del salón.

Hagas lo que hagas, tendrá sentido en la historia ;)

Por supuesto, si te quedas a presenciar la exhibición de Zephir, pasarán cosas interesantes... ;D

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12/05/2020, 18:17
Lua'nwe

Sabía que tenía que sentirme bien por haber evitado que un error llevara a la muerte de la pequeña dibujante, que no tenía culpa de las acciones que había llevado a cabo su padre. Pero los gritos de la hermana mayor y de su madre por lo que acababa de hacer me decían que a sus ojos yo era una intrusa que acababa de herir a alguien que era importante para ellas, aún si las maltrataba. A sus ojos, yo sería la mala. Pero, ¿qué más da? A veces se hacen sacrificios por un bien mayor, a veces se pone en juicio tu integridad. A veces tienes que aceptar que no eres alguien que deba agradar a todos, sino cumplir con lo que cree correcto, a toda costa. Aún así, la mirada de aquellos grandes ojos azules de la más pequeña me acompañaría desde ese día en mis recuerdos. Crece, y conviértete en una famosa artista, niña. Le deseé en silencio, antes que la voz de mi compañero de misión me hiciera volver mi atención a lo importante. El resto de los Sombreros Negros habían salido, al parecer también advertidos de los horrores que verían si decidían quedarse.

No, por supuesto que no iba a ser agradable. Y desde ese día aún tengo pesadillas que me despiertan en mitad de la noche al recordarlo. Pero incluso si me lo preguntaran hoy, habría dado la misma respuesta que di en ese momento a kasatha.

-Agradezco tu preocupación, Zephir.- En mi tono había un deje de sarcasmo, pero era bastante sincera. Fui hasta la mesa de la cocina y tomé una silla, posicionándola en una parte estratégica de la sala, donde podría presenciar sin estar atravesada en el camino. -Adelante. Quiero ver lo que puedes hacer cuando no es conmigo.- Dije, sentándome en la silla con el respaldar de frente y apoyando ambos brazos sobre la madera, mi cabeza sobre mis brazos. Prepárate. Me advertí mentalmente, pues si hasta el momento las acciones de Zephir me ponían los pelos en punta, sabía que estaba por presenciar un despliegue completo de sus habilidades.

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14/05/2020, 17:14
Zephir Alhen val Thaali

Belfur estaba muy dolorido, clavado al muro de la cocina con el cuchillo que había blandido contra su propia hija, pero no suplicaba. Tenía miedo, era palpable. Especialmente del kasatha. Comenzó a temblar de un modo incontrolable, presa del pánico mientras aquel ser de piel gomosa y de un azul brillante se aproximaba a él frotándose las manos. La máscara de Zephir acentuaba la percepción de que su rostro estaba compuesto sólo por aquel par de orbes negros que parecían dos pedazos de Vacío, capaces de devorarlo todo y no dejar ni un rastro de existencia alguna.

-Comencemos…-, susurró el kasatha mientras depositaba las yemas de sus índices en las sienes de Belfur. –Puede que esto le duela un poco, señor Sharp… Intente disfrutar el viaje-. Miró una última vez de soslayo a Lua’nwe antes de lanzar su descarga psiónica. No atendió a los sollozos del tipo y mucho menos al efímero grito que emergió de su garganta cuando el interrogatorio comenzó.

Belfur pareció quedar catatónico, la mirada perdida, la boca caída, babeante y el cuerpo sólo erguido por un incomprensible y cómico ardid de un titiritero. Estaba claro que el maestro de marionetas era el kasatha, que había congelado sus brazos superiores en el aire trazando un complejo glifo.

-Hábleme de lo que le hiciste a Vicky Vale…-, inquirió Zephir con tono siniestro mientras guarecía sus manos inferiores en las mangas de su túnica.

Belfur empezó balbuceante, pero al cabo empezó a hablar con fluidez, sin perder ese espeluznante semblante similar al de un sonámbulo.

-Vick… Vicky… Viiiicky… Sí. Síiiii. La sorprendí de camino a su casa… Era un jovencita muy bonita… Ju, ju… No me vio acecharla… Ju, ju, ju… La golpeé en la cabeza… La até y le puse una bolsa de arpillera en la cabeza… La llevé al santuario inferior, bajo el túmulo de las afueras, junto a la carretera este… Casi… Casi me pillan… El Maestro se sintió complacido…-.

Zephir frunció el ceño.

-Ese Maestro... Quiero saber quién es-.

-No conozco su nombre. Es… Es el Maestro. Habla con el Oscuro. Él… Él hace las ofrendas. Nosotros… Nosotros somos recompensados con las visiones…-.

-¿Qué visiones?-. Zephir empezó a pasear cerca de Belfur, sus brazos superiores gesticulando en el aire, dibujando runas y símbolos luminiscentes.

-Un mundo nuevo… Un mundo hermoso devastado por la llama… Un vasto erial de roca negra donde el viento arrastra las cenizas y los gritos de mis enemigos… Desollados por mi mano…-. Belfur empezó a reír de modo sardónico, reclinando la cabeza hacia atrás. –Mi alma inmortal servirá al Maestro para alimentar su conquista… Seré protagonista de una leyenda… Libraré la mayor batalla que haya conocido el mundo… Y venceremos… Porque somos legión-.

La cabeza de Belfur se ladeó dejando su rostro retorcido en un escorzo, clavando sus ojos ausentes de pupilas en Zephir.

Lua’nwe habría jurado que Zephir estaba inusualmente inquieto.

-¿…Por qué estáis sacrificando a esas vírgenes?-.

-Sangre…-, espetó de pronto Belfur, furioso. -¡SANGRE PARA EL DIOS DE LA SANGRE! ¡SANGRE PARA EL DIOS DEL ASESINATO!-.

Zephir hizo un gesto con los dedos de su siniestra y Belfur pareció encogerse de dolor mientras dejaba escapar un gemido.

-Vuelve a gritar, escoria, y percibirás el fétido olor de tu propio encéfalo descender por la nariz antes de que haya acabado contigo-, amenazó Zephir, ahora encolerizado. -¿Por qué estáis sacrificando a las jóvenes a las que secuestráis? ¡Habla, baalita!-.

Belfur jadeaba mientras el sudor manaba copiosamente de su frente. La lucha contra el kasatha en su mente era atroz, mas fútil. El de Zephir era un poder que manaba con una fuerza irresistible y conquistaba todo a su paso, forzando al cautivo a responder. Pero el cabalista aún conservaba un secreto…

-El ritual… El Oscuro… Necesita… Almas… Almas para la guerra… Y… Ojos… Necesita los Ojos del Escultor… Los necesita… Para vencer en el conflicto que está por venir… Los rituales… Adivinación…-. De repente, Belfur empezó a reír. Una risa gutural, tétrica.

Zephir, cada vez más tenso, afilaba sus preguntas. Belfur se apagaba por el agotamiento. La mente, cuando era apresada en un interrogatorio tan intenso, se dejaba vencer en la inconsciencia para no delatar los secretos más profundos de su dueño.

-¿Dónde está el santuario principal de vuestra cábala en el Valle? ¿Dónde os reunís fuera de Beliard?-, preguntó el kasatha retomando el contacto con las yemas de sus dedos en las sienes de Belfur. Parecía que iba a exprimir una naranja a juzgar por la fuerza con la que presionaba.

-En… ninguna… parte… En… todas… a la… vez… Ju, ju…-. Sharp emitió un sonido de ahogo, como si le costase un mundo respirar.

-¿¡Dónde va a ser el siguiente ritual!? ¿¡Dónde!?-.

-No lo sé… Sólo sé que el Valle… está condenado… Ironford… Será el paso final…-. Desfalleciendo, Belfur perdió el conocimiento. Lo único que le evitó caer a plomo al suelo fue el cuchillo que le unía a la pared.

En silencio, Zephir miró un largo instante al inconsciente Belfur antes de pronunciar palabra.

-Ojos-. Dijo al cabo. –En plural-.

Comenzó a pasear por el salón mientras se frotaba la máscara facial con gesto pensativo.

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14/05/2020, 17:17
Director

Notas de juego

Aguardo tu reacción y cierro este prólogo con una última tanda de mensajes ;)

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14/05/2020, 17:55
Lua'nwe

El espectáculo dio comienzo, y fui testigo una vez más de las escalofriantes habilidades de mi compañero de investigación. Allí donde yo era destreza y velocidad, él era poder mental, manipulando a su antojo la mente de los desafortunados que caían en sus múltiples manos. El grito de Sharp cuando Zephir se apoderó de su voluntad me provocó un escalofrío por toda la columna vertebral. Más no sentí compasión por él, pues luego de lo que sabía y lo que había visto por mis propios ojos, consideraba que no era merecedor de que me apenara de su aciago destino. Mientras fue avanzando la interrogación, vi que había acertado en esa idea.

El humano estaba demente. Ver como el kasatha iba abandonando su conocida y tétrica calma, pude entender que la mente de Sharp no podía quebrarse: ya estaba quebrada. Zephir no podría deleitarse con su miedo, pues aquel hombre ya había abandonado el miedo, llevado por un fanatismo que me puso todos los vellos en punta. Entre todo lo que decía, intenté captar lo esencial, descifrar el misterio de sus palabras.

Sharp perdió la consciencia, y me quedé observando el andar del kasatha. Lentamente me puse en pie. -Lo escuché.- Asentí cuando dijo aquellas palabras. ¿Acaso el Ojo de Ahganazzar no era un objeto único? Y de ser así, ¿qué probabilidades habían de que estuvieran los "ojos" en un mismo lugar? No pude evitar sentir que algo allí estaba fallando. -Ese Ahganazzar, ¿se le conocía con ese nombre, "El Escultor"?- Pregunté a Zephir. Mi conocimiento respecto al objeto estaba basado sólo en lo que el señor Stedman me había revelado, lo que era poco. Otra idea me vino a la cabeza. ¿Y si no era un objeto? ¿Y si era una persona, un "escultor", lo que aquellos cultistas buscaban? Alguien con el poder de ver más allá... Recordé el nombre de aquel al que los hombres de Stedman llevaban tiempo intentando contactar. Malodhir. Miré hacia mi compañero, ¿estaría pensando lo mismo que yo?

Sentía que sabíamos mucho... Y al mismo tiempo que no sabíamos nada.

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17/05/2020, 21:28
Zephir Alhen val Thaali

Zephir miró de reojo a Lua’nwe. A juzgar por como enarcó la ceja, se avecinaba uno de sus habituales comentarios sarcásticos.

-Hmmm… ¿Soy yo o ahora luces distinta?*. Bah… Es igual. Ese AghanazzarSabemos demasiado poco sobre él-, replicó el kasatha, extrañamente lento en su respuesta. Era evidente que pensaba en otra cosa al tiempo de replicar a la genasi. -Draxos le mencionó cuando Naeve habló de la profecía y de ese tal Malodhir… No tengo claro si es un dios, un demonio o… Cualquier otra cosa-. Detuvo su caminar y se giró hacia su compañera con una mirada severa.

-Tengo claro que la Cábala de Baal hace sacrificios con el propósito de alimentar una invocación en el Valle. Eso ya de por sí es un asunto preocupante. Según me explicó Draxos, los asesinos de Baal extraen su poder de la muerte. Eso los condena a una huida hacia delante sea lo que sea lo que están tramando... No se detendrán ante nada hasta lograr su objetivo. Habrá más desapariciones. Habrá más asesinatos-. Habló con gravedad, incluso pesadumbre. -Belfur mencionó almas… También a un Maestro. Parecen organizados, quizás más de lo que pensamos en un primer momento. Y están cerca de lograr su objetivo… Este insecto no sabía nada realmente útil más allá de confirmar nuestras sospechas y de que Ironford está en sus planes. Aún necesitamos más información… Tsk-.

Un espectro se alzó en ese preciso momento.

-Tengo una información muy jugosa para vosotrossssss…-, siseó una voz gutural. La voz deformada de Belfur Sharp, su rostro desencajado en una sonrisa imposible. –Cuando abres la puerta al Terror y miras en su interior, los Monstruos te observan curiosos desde la Oscuridad-. Belfur se alzó desde el suelo como impulsado por una fuerza de sujeción que controlaba sus miembros como a un muñeco de madera. Cabeza se ladeó bruscamente con un crujido muy audible y sus ojos, congelados en una mirada perdida sin pupila, empezaron a sangrar.

Zephir reaccionó dando un paso atrás, concentrando sus energías para intentar horadar la mente de Belfur una vez más.

Esta vez, no pudo. El kasatha abrió los orbes de obsidiana que eran sus ojos y pareció hiperventilar.

Belfur se liberó bruscamente tirando de su mano atrapada, dejando que el cuchillo destrozase la palma de su mano, rasgándola con un grotesco corte por el espacio entre sus dedos corazón y anular.

-Ju, ju, ju… Pobrecillos… Míralos. Tan desconcertados. Tan perdidos… ¿Queréis saber un secretito? ¿Sí? Bien… Belfur tenía un contrato. Y lo ha incumplido-. Las últimas palabras parecieron pronunciadas con singular rabia por la voz de ultratumba que emergía de la garganta de Sharp. –Hora de morir… Pero, si tienes un don para el espectáculo, yo digo… ¡HAZLO INOLVIDABLE!-.

Belfur soltó una carcajada psicótica mientras estallaba en mil pedazos en una violenta y sangrienta explosión de hueso y carne. Zephir y Lua’nwe salieron proyectados varios metros en vuelo, cayendo de espaldas contra el suelo.

-Nnnnnnng…-. Zephir tosió, llevándose por inercia sus dos manos superiores a la cabeza. El golpetazo le había tomado por sorpresa y parecía aturdido.

Lua estaba más acostumbrada que su compañero a caer, así que no tardó en recuperarse aún dolorida. No pudo creer lo que vio.

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17/05/2020, 21:28
Histrión

-La, la, la, láaaaa…-. Un tipo extraordinariamente delgado con una melena lacia de un dorado blanquecino permanecía en pie donde antes estaba Belfur, vestido con un impecable atuendo negro que se ajustaba como un guante a su cuerpo flacucho y nervudo mientras canturreaba ajeno a lo ocurrido. –Y Belfur hizo ¡BUM! ¡Jiaaaaaaaa, jia, jia, jiaaaaaaa!-.

Sus risotadas histéricas y estridentes producían escalofríos, pero no tanto como su macabra sonrisa y las cuencas vacías de sus ojos. Aunque tenía una apariencia que recordaba a una parodia de un ser humano, era evidente que no se trataba de tal cosa. Era algo maligno, poderoso, intrigante y aterrador.

-Prometí un secretito para el par de sufridos investigadores. Y yo soy fiel a mi palabra-. La criatura se sacudió un pedazo de Belfur de la hombrera de su chaqueta con enojo. Dio un alargado paso hacia Lua’nwe y Zephir llevándose las manos a la espalda. No dejaba de sonreír. –Duuuuuuubi duuuuuubi dúuuuuu… No tendréis que buscar demasiado a esa traviesa secta, jovencitos míos. ¡La secta irá a por vosotros tras la muerte de Belfur! ¡JIAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, JIAAAAAAAAAAAAAAA, JIAAAAAAAAAAAAAAA! Ahem… Sí, sufro alguna que otra perturbación mental, pero eso no lo hace menos divertido, ¿verdad? ¡JAAAAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAA!-. Se palmeó el muslo mientras se desternillaba de la risa. –Ah… ¡Por cierto! Olvidé preguntar… ¿Tenéis hijos?-.

Señaló a Zephir primero. El kasatha estaba atónito, demasiado para contestar.

-¿Noooooooooooooooooooooooooooo…?-. La criatura se llevó las manos al rostro y lo estiró –literalmente- en una mueca de asombro imposible antes de agregar: ¡Oooooooooooooh! ¿Pero aún no le has pedido que salga contigo, jovencito?-. El ser juntó sus manos y pestañeó. Lanzó un largo suspiro. –Aaaaaaaaaaaaaah… Pero si es taaaaan coquetuela… ¡Seguro que tiene unas inconfesables ganas de hacer una familia de antorchitos cuatribrazos contigo, tontorrón!-.

Tan pronto como acabó de hablar, el ente de pesadilla estaba al lado de Lua y le estaba lanzando un suave codazo en las costillas.

-¿Y tú, niñita? ¿Tienes hijossssssssssssssssss? ¿Hmmmmm?-, inquirió mientras su mandíbula se deslizaba en una mueca psicópata. -¿Tampocooooooo? ¡Y A QUÉ ESPERAS! ¡ESTÁS EN EDAD DE MERECER! ¡HMPF! ¡JÓVENES! ¡NUNCA PIENSAN EN LA SUPERVIVENCIA DE LA ESPECIE! ¡NI EN ALIMENTAR A LAS HUESTES INFERNALES!-. Su voz resonaba atronadora, ensordecedora. De repente, se detuvo y se llevó el índice enguantado a los labios. -¡Ooops! Casi me adelanto… Jie, jie, jie… ¡Bien! ¡Si no tenéis vástagos, supongo que no servís! ¡TENDRÉ QUE DENUNCIAR A OTRO A LAS AUTORIDADES! Hmmmm… Sí… Tengo una ligera idea-.

Empezó a caminar a gran velocidad por la habitación dando vueltas.

-Sí, sí, sí, sí… Servirá, servirá, servirá, servirá… Qué gran idea, sí… Qué gran idea, sí… Bueno, es mía, tenía que serlo… Claro, claro, claro… Qué dramático… Sí, sí, sí, sí…-.

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17/05/2020, 21:35
Director

Notas de juego

Bah, al final he alargado una tandita más ^^

Último mensaje tuyo cuando puedas y cierro el prólogo con la revelación final el miércoles.

Como siempre, un gustazo rolear contigo ;)

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18/05/2020, 02:26
Lua'nwe

Entrecerré los ojos con una mirada afilada al kasatha por el comentario de mi aspecto, ¿acasa una chica no podía cambiar de peinado de vez en cuando?[*] Pero eso no era lo importante. Las conclusiones de Zephir no eran de ningún modo halagueñas; de hecho, todo lo contrario. Me limité a cruzarme de brazos con un suspiro cansado, quería ir a mi habitación y descansar luego de este día...

La tétrica voz de Sharp me hizo mirarlo dubitativa. Luego mis ojos se abrieron alertas y sorprendidos de la manera en que aquel hombre volvía a moverse cómo un títere, pero esta vez mi compañero no era el titiritero. No nos dio tiempo de reaccionar.

¡BOOOOOM!

Sentí el impacto de la silla al romperse entre mi espalda y el suelo, pero en seguida rodé y me incorporé a medias, una pierna flexionada para impulsarme hacia adelante. Pero la visión ante mi me paralizó, incorporándome lentamente sin apartar la mirada de... de él... o de eso. Intenté dar sentido a sus palabras iniciales, aunque lo de que la secta vendría a por nosotros no me gustaba ni un poco. Luego, su actitud pasó a ser más... errática y desconcertante. Como si todo fuera un gran chiste para él. Cuando se apareció con espeluznante velocidad para darme un codazo que se suponía amistoso, me aparté de su camino colocándome en posición de defensa, sintiendo el miedo recorrer toda mi piel. ¿A qué... a qué se refería? ¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Estaba realmente chalado? -¿Quién, o qué, eres?- Pregunté al ente sintiendo la garganta sexa, viéndolo caminar de un lado a otro. -¿Qué fue.. lo que Sharp incumplió?- Hice la pregunta con cautela, sin tener idea de a qué nos estabamos enfrentando. ¿Qué clase de ser de pesadilla era aquel?

Notas de juego

[*] xDDD

¡Vaya prólogo! Estoy boquiabierta, en serio.

¡Lo mismo digo, gracias por el rol! n.n

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18/05/2020, 11:58
Histrión

Aquel ente detuvo su frenético paseo por la estancia y dedicó una mirada carente de sentimientos a Lua’nwe. La genasi pudo observar que jugueteaba entre sus dedos con lo que parecía una moneda. (*)

-Soy Histrión, el que Ríe en el Vacío, obviamente. Me causa genuina repulsión que desconozcan mi nombre. Debería desollaros a los dos por vuestra ignorancia, par de tórtolos. ¡PERO…! No lo haré… aún…-. Como haría un actor en una compleja declamación, Histrión modulaba su voz de forma extrema, pasando de agudos imposibles a susurros guturales. Fuera como fuese, su presencia resultaba sobrecogedora.

-El difunto señor Sharp, descanse en trocitos, firmó un acuerdo con mi magnánima persona. Y firmó con algo más que sangre, antorchita… Ju, ju, ju, juuu… Como he dicho, soy fiel a mi palabra. Y tiendo a castigar de formas ocurrentes a aquellos que incumplen la suya. Ocurrentes y… explosivas. ¡JA!-. Histrión dio un saltito y aplaudió muy emocionado el estropicio que había causado la defunción de Belfur. –Pero eso no es lo importante…-. Alzó un larguísimo y huesudo dedo reclamando atención mientras su sombra parecía expandirse, oscureciendo el interior de la casa y él parecía crecer en tamaño.

-¡Un acertijo! Me encantan los acertijos… Dice así: “Siempre en pares. Si dejas a uno solo bien pronto, no echará de menos al otro. Pero si se reencuentran… ¡Ah! ¡Qué bonito mundo sería!”-. El excéntrico Histrión empezó a bailar por la habitación girando y brincando. Entraron entonces algunos Sombreros Negros ante el estruendo que había causado la deflagración de Belfur.

-¡Por Tyr!-, clamó uno de ellos, espada en mano.

Histrión se giró hacia ellos, se llevó las manos a la cara, que se alargó de forma inhumana, escrespando su cabello como haría un gato acorralado, y lanzó un agudísimo chillido que resonó con un timbre muy femenino. Acto seguido dejó escapar una risilla tétrica.

-¡Los muchachos de la guardia! ¡JA! ¡Llegáis justo en el momento adecuado, muchachotes! ¡Hemos tenido sorpresas, secretitos, acertijos y sólo nos queda cerrar la velada con un magnífico… Chiiiiisssssssssteeeeeee!-. Histrión efectuó varios giros sobre sí mismo a gran velocidad y arrancó una cortina de la ventana más próxima.

-Dos lunáticos se hallan en un manicomio y desean escapar a toda costa… Uno de ellos dice: “Eh, Timmy. Tengo una idea para escapar de esta casa de locos”. Ju, ju, ju… A lo que Timmy pregunta: “¿Y cuál es tu idea, Tommy?”. “¡Disfracémonos de caramelitos con estas sábanas!”. Ji, ji, ji, jiiiii… A Timmy le encanta la idea y accede. Así que ahí tenemos a nuestros héroes, liados en sábanas y caminando hacia la puerta de salida…-. Histrión se echó la cortina encima y comenzó a bailotear de modo impredecible mientras cantaba. -¡Somos cara-me-los! ¡Somos cara-me-los! ¡Uh-uh-ah! ¡Cara-me-los! ¡Ey! ¡Ey!-. Todo el mundo le miraba atónito. Justo lo que él quería.

Zephir, aún en el suelo, alcanzó a susurrar algo a Lua con dificultad.

-Tápate los oídos…-.

Histrión concluyó su chiste descubriendo su escalofriante rostro, ahora encapuchado por la cortina.

-Entonces, justo cuando Timmy y Tommy están a punto de alcanzar la puerta de salida, un guardia les da el alto a nuestros dos simpáticos loquitos… ¿¡”PERO A DÓNDE VAIS, DEMENTES”!? Ji, ji jiiiii, ji… A lo que nuestros intrépidos fugitivos se giran muy indignados y contestan… “¡EH! ¡SOMOS DE FRESAAA!”-.

Hubo un segundo de silencio. Lo que tarda en procesarse el chiste en el cerebro. Luego, la magia del comediante hizo su efecto y los Sombreros Negros entraron en un estado de risa incoercible, tan desaforada que acabaron por los suelos a carcajada limpia mientras sus rostros, congestionados por las risotadas, empezaban a mostrar síntomas de asfixia.

-Ju, ju, ju…-. Histrión giró el cuello en un ángulo sobrenatural clavando sus ojos vacíos en Lua y en Zephir. Es para morirse, ¿verdad?-. No pareció importarle que no hubiesen escuchado la parte final de su chanza, hecho que, por cierto, les salvó la vida.

Por arte de magia, el risueño ser hizo aparecer de su diestra una navaja de afeitar con una cuchilla aserrada y aterradora. Realizó dos cortes al aire, dibujando una equis de cegadora luz de un rojo sangriento.

-El espectáculo debe continuar. Volveremos a vernos, Mr. Cuatrobrazos y Señorita Antorchita.  Espero que para entonces al menos os hayáis declarado formalmente... Aaaaay... ¡Qué pareja tan bonita...! Pero... La próxima vez… Escucharéis el final de mi chiste. Ji, ji, ji, ji, ji, jiiii…-. Hizo desaparecer la navaja y estiró las líneas del portal que había abierto –muy literalmente- a navajazo limpio en el éter. Ante él se dibujó un vacío insondable que rezumaba un insoportable hedor a azufre. Se coló de cabeza en él y, antes de desaparecer completamente, asomó su sonriente y perturbador rostro una última vez.

-¡Pssssst! Olvidé una cosita sin importancia: yo que vosotros avisaría a ese baroncito vuestro… Se avecinan problemas para el Valle y no vais a poder detenerlos… Vais muy tarde. Jie, jie, jieeee… ¡PERO AÚN PODÉIS TRATAR DE RESISTIR! Vuestra última oportunidad reside en una mujer… Cabello blanco como la nieve… Ojos heterocromos… La sigue un viento gélido allá a donde va… Encontradla pronto y todo irá bien… O no… ¿¡Quién demonios sabe!? ¡JAAAAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAAAAAAAAAAAAAA!-.

Su carcajada aún reverberaba en los oídos cuando desapareció al cerrarse la grieta.

Notas de juego

(*) Vamos a darle diversión al asunto... Tira Percepción DC 18. Si lo deseas, puedes usar inspiración para lanzar con ventaja, pero recordaré que has empleado este dadito extra si luego quieres usarla en el Acto I :D

CHOOSE WISELY.

A cambio, si la pasas, descubrirás algo muy trascendente en la aventura. Es algo argumental, así que hasta qué punto le saques partido -o no- dependerá de ti. Pero te aseguro que es importante y podría darle a Lua una ventaja en algún momento.

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18/05/2020, 11:58
Zephir Alhen val Thaali

Zephir trastabilla un poco al intentar recuperar la verticalidad. Aturdido, el kasatha parece haber sufrido una de sus cacareadas sobrecargas sensoriales. Uno de los grandes defectos de tener aptitudes psiónicas.

A vuestro alrededor, las risas de los tres Sombreros Negros que entraron valientes y espadas en mano dispuestos a defender a Lua y a Zephir cesan intercambiándose por estertores. El kasatha no olvidará jamás los rostros desencajados, congelados en una risa exagerada y una mirada suplicante en el preciso instante de morir.

-…Les ha matado de risa-, musitó el kasatha, aún convaleciente. Se giró a la genasi.

-Me ha dejado entrar en su mente… Quieren sacrificar a una hija de un hombre santo. A la hija de un seguidor del Sol. Me lo ha dicho con claridad… Van a por la hija de Draxos-, susurró con gravedad. Aún añadió algo más. –El acertijo… Creo que sé qué significa-. Concluyó, enigmático.

-Mellizos-.

- Tiradas (1)

Motivo: Investigación

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 13(+8)=21 (Exito) [13]

Notas de juego

Esta ha sido una recompensa por tu constancia.

Con todo, la revelación era importante y he lanzado por Zephir, que tiene una buena puntuación en Inteligencia e Investigación.

Los dados han hablado. Lua'nwe merece SABER xDDD

* * * * *

Aquí concluye el Flashback y concluyo el Prólogo de Lua con lo que termina sucediendo en el despacho de Cécil. Entendería que quisieras añadir algo, así que no cierro las escena hasta que la leas completa.

Aún te aguardan algunas sorpresas ;)

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18/05/2020, 17:37
Sir Gherim van Wayden

Sir Gherim, inmutable, escuchó con suma atención todos los detalles desvelados por el kasatha. Hasta que hizo mención a Histrión. Entonces, el estoico paladín pareció palidecer hasta tornarse lívido.

-¿Estás completamente seguro de que era él?-. El caballero negro descruzó los brazos y llevó una mano a la empuñadura de su espada casi como acto reflejo.

Zephir asintió despacio, intercambiando una fugaz mirada con Cécil.

Por única respuesta, Sir Gherim tensó su mandíbula. Habló al cabo de un largo instante en el que un silencio ominoso colmó el despacho de Stedman.

-Parece que los dioses me sonríen-, murmuró con una sombría sonrisa en el rostro. –Bien. Que comience la cacería-.

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18/05/2020, 17:39
Zephir Alhen val Thaali

-Hay algo que debéis saber, Sir-. Zephir alzó los índices de sus dos siniestras. –Los baalitas no operan solos en el Valle. Se valen de conexiones con los necromitas de Myrkul y los azotes de Bane. Sabemos que, además de tener tanto interés como nosotros por el Ojo de Aghanazzar…-. El kasatha miró a Draxos. El sacerdote era el vivo rostro de la preocupación. -…planeaban llegar hasta la hija de Draxos. Ayer por la noche, la joven Eleanor desapareció. No tenemos demasiado tiempo, pero ahora que estamos junto a usted, podemos jugar nuestro as en la manga-. Zephir se hizo el interesante un breve instante, frotándose sus manos. –Al regresar de Beliard, tuve la habilidad de hacer llegar en nombre de Draxos un regalo a su hija. Un colgante con una gema engarzada con forma de estrella. La gema no tiene un gran valor, pero es una baliza encantada. Puedo preparar un ritual de localización y, si está aquí en Ironford, podremos encontrarla con precisión-.

El kasatha hizo un silencio al ver a Draxos clavar sus ojos de obsidiana en él.

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18/05/2020, 17:43
Xharodan Draxos

Draxos fulminó con la mirada a Zephir.

-Debiste decirme qué iba a ocurrir, maldito bastardo traicionero… Sabías bien lo que le iba a pasar y me lo ocultaste…-.

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18/05/2020, 17:44
Zephir Alhen val Thaali

-No tengo por costumbre confiar en las palabras de un demonio, Draxos. No las creí del todo, pero tomé medidas por propia iniciativa. Sin ese colgante, no tendríamos dónde buscarla. Recuérdalo.-, aseveró Zephir.

Era patente que lo que el kasatha dejaba traslucir en sus palabras era algo mucho más inquietante.