Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 0: Resonancia (Devendra)

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09/10/2015, 21:01
Narrador

Capítulo 0: Resonancia

Ella no creía en la culpa. Decía que era el presente comprendido por gente que mira hacia atrás... hay que mirar hacia adelante... si no, no vamos a sobrevivir.

Mumbai, 30 de Junio de 2015.

11:35 horas.

Han pasado veinticuatro horas y todavía no has encontrado nada en tu mente que pueda explicar lo que viste. Tus ojos se mueven a un lado y a otro, inquietos, al pasar otra vez por el mismo lugar. Una vez más lo sucedido vuelve a tu cabeza. A tu alrededor la circulación te obliga a no detenerte, acelerando con decisión tu moto en dirección al rodaje, pero eso no impide que tus pensamientos se queden atrás, en el sitio donde sólo un día antes tuviste aquella visión.

Ya desde antes de partir fue inevitable buscar cada pocos minutos el reloj, esperando ese momento en que sus agujas encajasen a la perfección con las del recuerdo de la noche anterior. Y es ahora, cuando está a punto de llegar ese momento, cuando sientes un cosquilleo en la espalda. Sin embargo, ese instante llega y pasa sin que nada suceda. Sin que vuelvas a verla. Pero no lo necesitas para recordar.

Ni siquiera estás seguro de qué fue lo que viste. Estabas haciendo ese mismo recorrido que te lleva ahora a tu trabajo, como cada día. Sin embargo algo interrumpió tu viaje. De repente y aparecida de la nada, había una mujer. Estaba allí, en medio de la carretera, sentada sobre una cama tan incongruente como su presencia. Tuviste que dar un frenazo, maniobrando con prisa para no llegar a atropellarla o chocar contra ese mueble salido de quién sabía dónde. Y sin embargo ella parecía sentirse tranquila con su visita. Gloriosa. Su tez era blanca, como las de las películas de Hollywood, vestía un camisón arrugado y su piel estaba cubierta por una capa de sudor. Sus ojos enormes y desorbitados se cruzaron con los tuyos y sentiste una extraña conexión con ella. Sentiste su dolor y su emoción. Su sonrisa te envolvió, y a pesar de que durante un instante una sensación de peligro te invadió, los segundos pasaron y esta fue disipándose en el aire como una colilla olvidada en un cenicero.

Después de veinticuatro horas algunos detalles se han desvanecido, pero la imagen general de esa habitación de hotel que viste durante un breve parpadeo sigue presente. El papel de las paredes, monótono y repetitivo. La penumbra, mostrándote sólo el contorno de las cosas. La luz de la luna entrando por la ventana y dibujando para ti la esquina de un puzzle al que le faltaban demasiadas piezas como para que cobrase sentido. Repasar la imagen una y otra vez no te ayuda a comprenderla. Y aunque en aquel momento no viste a nadie más con ella, siempre tuviste la certeza de que no estaba sola. 

Todo fue algo confuso después. La mujer emitió un largo suspiro mirándote directamente a los ojos. Tus pupilas y las suyas parecían unidas por un hilo fino e invisible, como si fueran dos vasos de yogur y vuestros cerebros las usasen para comunicarse de una forma que no comprendías. Luego abrió la boca como si hablara con alguien, pero no te llegó su voz. Y entonces... Entonces un sonido rompió el ambiente tanto en la carretera como en aquel hotel. Un sonido que conocías bien y que te hizo reaccionar de inmediato: el estruendo de la pólvora estallando, detonando una bala y una vida. Con el sobresalto inicial no llegaste a ver el agujero que atravesaba su cabeza, pero no te hizo falta para saber que estaba ahí. Y pudiste sentir cómo todo se apagaba mientras ella caía hacia atrás, rebotando en el colchón. En el último instante en que miraste al frente pudiste ver la salpicadura que aquel disparo había dejado en la pared. Casi parecía una flor. Un lirio oscuro, sombrío y cargado de muerte. 

Apenas transcurrió un pestañeo antes de que la carretera volviera a ser la misma. Aquella cama había desaparecido llevándose a la mujer que descansaba en ella. Los últimos ecos de aquel disparo aún resonaban en tu cabeza, y no se apagaron hasta que no dejaste de ver aquella habitación de hotel. Cerca de ti, los coches seguían pasando y algunos te dedicaban pitidos ocasionales. Ni siquiera habías llegado a apartarte en condiciones. Lo cual no habría sido un problema si los otros conductores también hubieran visto a aquella mujer. Casi sin pensarlo tu mano buscó tu bolsillo, recurriendo a la medicación que hasta el momento te había ayudado a evitar las visiones. Era la primera vez que te encontrabas con algo así, pero por suerte tu cita con el psiquiatra era sólo dos días más tarde. Mañana. No habías tardado en volver a incorporarte a la circulación, y el resto del trayecto lo habías hecho con una inquietud difícil de explicar.

El sentimiento de culpa desde lo sucedido con Yamir ha sido siempre una constante, ¿pero ha llegado ya hasta el punto de mostrarte algo así? ¿Y qué puede querer decir aquello? Sin embargo aquellas preguntas deben esperar: ahora estás llegando ya al set del rodaje, y te espera un día duro.

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10/10/2015, 23:55
Gulshan Devaiah

El director se acerca a recibirte en cuanto te bajas de la moto. Mueve las manos haciendo aspavientos y metiéndote prisa con ellos y al llegar a tu altura te pasa un brazo por encima de los hombros y empieza a hablarte mientras te guía por el set, en dirección al puesto de maquillaje.

- ¡Devendra! Te estaba esperando -afirma a modo de saludo-. Hoy tenemos muchas cosas que hacer y hay que aprovechar las mejores horas de luz. Primero vamos a representar la pelea con el Gigatón y después rodaremos una explosión en un autobús y el choque del coche con la moto...

Hace una pausa y te mira, con los ojos iluminados. - ¡Tenemos muchas cosas que explotar hoy! Espero que estés centrado y con energía, ¿eh? - Te da un golpe en el pecho con la palma abierta. - Lo estás, ¿eh? Dime que lo estás.

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12/10/2015, 00:23
Devendra Balabhadra

No sé que pensar sobre lo que vi en la carretera, solo sé que me atormenta y preocupa al mismo tiempo. No parece tener relación con el alterego de Yamir, pero quien sabe si no es más que otra manifestación de la culpa. En estas últimas horas más que ningún otro día he pensado en duplicar la dosis al margen de las indicaciones del Dr. Prakash, creo que la situación se presta a que lo haga. No soportaría que Yamir volviera... Sé que es algo que debo comentarlo con mi psiquiatra, pero también con Alisha y Varian.

Lo cierto es que vivo atemorizado por que las alucinaciones vuelvan a descontrolarse y vengan a perseguirme. Detestaría volver a pasar por lo mismo. Pero había algo distinto en lo que vi en la carretera, nunca antes había visto a esa persona, ¿qué sentido tiene entonces?

Tomé aire profundamente y después lo dejé escapar lentamente, estaba llegando a los estudios. 

Gulshan se acerca y mientras intento esbozar una sonrisa para que no viese rastro de preocupación. En cuanto aparco me dejo llevar por él, que además parece impaciente. Tras escuchar sus ideas para el rodaje de hoy levanto las cejas con sorpresa y después sonrío como si le considerase mi mejor amigo. - ¡Lo estoy, claro que si! - respondo con efusividad y enmascarando mis verdaderos sentimientos.

En ese momento es la última vez que acaricio en frasco de las pastillas.

Hay algo que me gusta de Gulshan y es que se moleste en tratar conmigo directamente, me hace sentir valorado y respaldado en cierta forma. Además parece campechano.

- Se te ve eufórico, director. Seguro que todo sale a pedir de boca - le comento tratando de contentarle. Es mi jefe después de todo.

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13/10/2015, 23:55
Gulshan Devaiah

El director, que no ha llegado a soltar su brazo de tus hombros, te estrecha con fuerza cuando afirmas estar centrado y con energía. En condiciones normales aquel tipo puede parecer un blandengue, pero cuando se emociona de aquella manera sería capaz de dar dolor de cuello a cualquiera.

- ¡Por supuesto que estoy eufórico, Devendra! -exclama, repitiendo tu nombre una vez más y gesticulando exageradamente con la mano libre. Esa es ya la tercera película que haces bajo sus órdenes, y con el tiempo has aprendido que reserva aquella confianza para la gente de a pie, tratando a los actores de una manera muy distinta.

- ¡Es el Gigatón, hombre, el Gigatón! ¿Cómo no voy a estarlo? -pregunta de manera retórica. Entonces es cuando libera su presa y se adelanta unos pasos, dándose la vuelta para mirar en tu dirección. Su sonrisa es amplia y despampanante, pero por más que afirme estar así por la escena que vais a rodar lo cierto es que suele suceder cada vez que va a haber un gran número de explosiones en el rodaje. Mientras caminabais habéis llegado al breve tramo de carretera que usaréis para rodar aquellas tomas, y de inmediato él señala en la dirección desde la que deberás partir.

- A ver, esto es importante -dice entonces, agitando el brazo que está usando para indicar el lugar-. Tú sales desde allí con la moto, y el Gigatón te persigue. Tienes que pasar entre todos los coches, y ...¡Pim! ¡Pam! ¡Pim! ¡Pam! -comenta extasiado mientras simula disparar-. Le pegas tiros a todos los coches y al barril de gasolina que está en la autopista por casualidad -anuncia-. Oh, y hemos metido algunos coches más de los que habíamos dicho para que todo quede de lujo. - Te informa, aunque es algo que con sólo echar un vistazo a la zona sabes de sobra: hay más de diez vehículos que antes no estaban repartidos por el lugar. Probablemente alguno de tus compañeros haya preparado ya los explosivos en esos nuevos coches para detonarlos justo en el momento preciso.

- Y cuando llegues al final, ya sabes -enuncia entonces, sin perder la sonrisa. En ese momento pega un giro con el cuerpo, como si él mismo lo estuviera haciendo-. Derrape con la moto, y a toda pastilla contra el Gigatón. Te subes a la moto, y el último momento...  ¡Saltas, le disparas y explota! -termina de explicar encantado, antes de acercarse a volver a tomarte por los hombros y palmearte repetidamente el pecho - ¡Vamos hombre, vamos! ¡Que te tienes que preparar! ¡A vestuario! ¡No sabes las ganas que tengo de grabar esto, Devendra, no sabes las ganas!

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15/10/2015, 12:32
Devendra Balabhadra

Tanto hablar del Gitatón está empezando a darme un punto de nerviosismo, no deja de repetir salto por aquí y explosión por allá. Al tiempo que me va explicando la situación, aprovecho para ir memorizándola yo mismo y repitiéndola mientras me dejo arrastrar por la presa de Gulshan.

- Salgo de allí... - señalo con el dedo y continúo repitiendo sus palabras prácticamente después de que salgan de él. - El Gitatón me persigue... - señalo de nuevo el robot que me va a perseguir. - Pasar entre todos los coches y pim pam y pim pam al barril de gasolina... - Al final enarco una ceja sobre aquello de añadir más coches explosivos en la escena, pero bueno, no quiero discutir con Gulshan así que acepto sin decir nada al respecto. Lo más peliagudo me parece el salto desde la moto pero me la verdad es que me siento confiado y capaz. Seguro que sale todo bien, soy muy ágil y estoy preparado para lo que sea. - Te prometo que el Gigatón morirá, está condenado.

Sonrío a Gulshan y asiento repetidamente a sus últimas palabras acerca de su estado de ánimo. - Creo que me puedo hacer una idea, se te ve MUY eufórico como te dije – digo antes de sonreír todavía más para después dejar escapar una pequeña risa. - Voy corriendo a maquillaje, nos vemos en un rato entonces. Hasta ahora.

Dicho aquello y si no tiene nada más que comentar, me pongo a caminar a paso ligero para que me maquillen.

Solo espero no volver a tener una visión en mitad de la escena, podría ser fatal un accidente de esa magnitud. De hecho lo que creo es que si vuelve a suceder, debería controlar mi primer impulso y no tratar de esquivar o reaccionar. No puedo perder la confianza de Gulshan bajo ningún concepto.

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17/10/2015, 22:33
Gulshan Devaiah

Mientras caminas en dirección a la zona de maquillaje detrás de ti se queda Gulshan dando instrucciones a los que le rodean. Puedes oír con claridad su voz al alejarte, tan expresiva como sus brazos.

El rato que pasas en maquillaje es realmente breve. Esta secuencia será grabada con casco, así que no tienen que caracterizarte para que te parezcas al protagonista. Sin embargo sí dedican más tiempo a tus brazos, donde deben dibujar las heridas que el personaje principal se ha ido haciendo a lo largo de la película: los cortes en el puño derecho de cuando pegó al Gigatón con sus propias manos y las magulladuras en el hombro contrario fruto de ser lanzado por los aires como respuesta. Inmediatamente después, en vestuario, no tardan en vestirte con el atuendo de ese momento de la película. Se trata de una camiseta sin mangas y con el pecho prácticamente descubierto y unos tejanos rotos.

En total pasas preparándote cerca de media hora, y al volver a la zona de rodaje ya está casi todo listo. Gulshan se encuentra ocupado explicando qué deben hacer a los dos pobres chicos que llevarán los paneles de plástico para indicar dónde se supone que está el Gigatón mientras todo explota, pero aún así dedica un momento a saludarte con la mano.

En la posición de salida ya está la motocicleta que usarás preparada, y apenas un minuto más tarde te encuentras sobre ella, listo para hacer una vez más las delicias del director con tus habilidades. Antes de comenzar a rodar Gulshan se acerca una vez más a ti, con aire eufórico.

- ¡Venga, Devendra! ¡Ánimo, que va a salir todo genial! -Afirma con los ojos brillantes. - Tú simplemente vívelo y déjate llevar. Piensa... - con ambas manos encuadra el aire delante de ti y entrecierra los ojos, como si realmente estuviese viendo en ese pequeño recuadro vacío el resultado final de la película. - Piensa en el peligro que el Gigatón supone para todos tus seres queridos. ¡Piensa en cómo todas estas explosiones van a ayudar a salvar el mundo!

Con esas palabras te da un golpe amistoso en el hombro y empieza a alejarse. En el tiempo que pasa después, mientras camina hacia su silla, puedes ver sus manos aún moviéndose agitadamente mientras grita instrucciones a unos y otros, entusiasmado.

- Tiradas (4)
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17/10/2015, 23:08
Annabelle Hiver

Es justo cuando acabas de arrancar cuando la ves. Resulta difícil saber si es tu pensamiento sobre ella lo que la ha traído o ha sido algo más, pero lo que es innegable es que ha vuelto a encontrarte, y que está ahí por ti. Es otra vez la misma mujer, aunque en esta ocasión parece haber olvidado la cama que la acompañaba en algún lugar. Sus ojos están fijos en los tuyos aún a través de la visera del casco, y todavía lleva ese camisón que no es más que un guiñapo. Bajo tus manos la motocicleta acelera cada vez más, y aunque por fortuna esta vez no está en tu trayectoria te cuesta separar tu mirada de ella. Una cálida y tierna sonrisa cuelga de sus labios, casi como la de una madre que observa a su hijo mientras este se convierte en un hombre.

Debes hacer un esfuerzo para recordar en esas circunstancias todo lo que debes hacer, y te cuesta casi una oración despegar tu mano de la moto y buscar la pistola para disparar a los coches y al barril. Como una coreografía ensayada cien veces estos van estallando, y puedes sentir en tu piel el calor de las llamas. El fuego lame el asfalto, y cuando llegas al final del recorrido para derrapar con la moto a punto estás de perder el equilibrio. Sin embargo todo permanece dentro de tu control, y al emprender la marcha en sentido contrario puedes sentir una vez más los ojos de la mujer clavados en ti. De alguna forma que no puedes entender, parece comprenderte.

Te sientes preparado. Sabes que sólo será saltar de la moto y disparar, y que puedes hacerlo. La explosión de la motocicleta no llegará a alcanzarte. Sin embargo un escalofrío recorre tu espalda al darte cuenta de que a quien sí dará de lleno es a aquella mujer. Y aún así tu resolución no flaquea. Te habías prometido a ti mismo seguir adelante pasara lo que pasara, y eso es lo que haces.

Al caer sobre el asfalto no necesitas más que rodar una vez para ponerte en pie y dedicar una última mirada que la cámara captará como dirigida al Gigatón, pero que dentro del casco es para aquella mujer y las llamas que ahora la envuelven. Racionalmente estabas convencido de que aquella presencia no era más que el fruto de tu imaginación, pero... ¿Y si no es así? ¿Y si ahí realmente había alguien, aunque no fuera ella, y sólo has superpuesto su imagen? ¿Y si has vuelto a matar a alguien?

Notas de juego

Por favor, por lo inhumano de tu acto realiza una tirada de Conciencia a dificultad 8. :)

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18/10/2015, 18:29
Devendra Balabhadra

Las excéntricas palabras de Gulshan logran llegarme y me meten en situación aunque sea solo un poquito. Creo comprender por qué está así, repetir una toma así puede costar mucho dinero y un tiempo del que quizá no disponga. Sé que tiene que salir bien a la primera, tiene que quedar épica así que doy lo mejor de mi para que todo vaya sobre ruedas. No puede verse pero cuando empieza la escena estoy sonriendo, una mezcla de nervios, miedo y adrenalina. 

Es entonces cuando la alucinación de la mujer occidental vuelve a aparecer, las fuerzas parecen que me fueran a abandonar pero esta vez logro tranquilizarme y no hago ningún esquive o movimiento raro. Las dudas sin embargo permanecen, ¿la medicación está dejando de hacer efecto? ¿Quien es esa mujer? ¿Intentará maltratarme como Yamir? Un sudor frío empieza a empapar mi frente.

Disparo a diestro y siniestro, y en el trayecto llego a preguntarme si habría apretado en gatillo de haber estado en la trayectoria de la rubia. Todo parece marchar bien, las explosiones son detonadas en el momento preciso y al fin llego al derrape. Es la hora, pienso mientras vuelvo a apretar con fuerza el acelerador. ¡Vamos! - susurro con rabia sabiendo que ya solo quedaba lo más difícil.

No puedo dejar que me domine la locura. Mi respiración es cada vez más agitada, siento el pulso en la sien y mi corazón está cada vez más acelerado.  

Lo más importante en ese momento es derrotar al Gigatón, una inteligencia capaz de asesinar por tirar el envoltorio de chicle al suelo. No importa si las llamas le alcanzan. ¡NO ES REAL!, me obligo a aceptar. No sé muy bien como con todo ese caos en mi cabeza logro efectuar la maniobra con éxito, pero una parte de mi se alegra enormemente. La otra en cambio está ligeramente aterrada por el abrazo de las llamas sobre la figura de la mujer. Es por eso que en cuanto termina la escena suplico para que no hayan chillidos, para que nadie se alarme, para que no pidan auxilio a voces. Sé que es una alucinación, pero es demasiado real como para no sentir un poco de pánico.

Lanzo una mirada a Gulshan y cuando me dieran el visto bueno me quitaría el casco. Terminada la secuencia me acercaría al director y pediría una botella de agua con la que empaparme la cabeza para refrescarme.

- Tiradas (1)
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20/10/2015, 23:47
Gulshan Devaiah

Ante tus ojos las llamas comienzan a disiparse, y aunque por un momento te parece ver aún los ojos de aquella mujer entre el fuego cuando este desaparece terminas de asegurarte de que allí no hay nadie. Una vez más tu imaginación te había jugado una mala pasada. Es difícil pensar ahora en lo mucho que falta para que el rodaje termine por hoy, aunque en el cambio entre una escena y otra siempre podrás escaquearte para buscar la medicación en tu chaqueta.

En cuanto tu mirada se separa de las llamas y oyes el grito de - ¡CORTEN! - Puedes ver al director aún más eufórico que antes de grabar la toma. Comienzas a acercarte en su dirección, pero antes de que llegues adonde se encuentra él mismo te sale al paso, caminando rápidamente.

- ¡Asombroso, Devendra, fantástico! -exclama- ¿Has visto el fuego? ¿Lo has visto? ¡Eso es arte, Devendra, eso es arte! -dice antes de girarse cogiéndote del hombro, para admirar el recorrido que has hecho con la moto- Y el barril, Devendra, oh, el barril... Ese Gigatón no tiene ni idea de con quién se ha metido -asegura, como si aquello de alguna forma fuera un elogio para ti-.

Ante vosotros los dos chicos que portaban los paneles de plástico parecen exhaustos y sudorosos. Sin duda el calor que han pasado debe ser horrible.

- Me ha gustado tanto, Devendra, que creo que la vamos a repetir -dice entonces apretándote contra él-. ¡Y esta vez no será sólo para la película, sino también para mí! -afirma, como si no fueran así todas las secuencias en que hay fuego y explosiones- ¡No puedo morir sin volver a ver algo como esto! Ah, Devendra, Devendra... ¡¡Tú y yo vamos a darle a ese Gigatón lo que se merece!! ¡Ahora te traen otra moto! ¿Estás listo, no, Devendra? ¿Estás listo? ¡¡Ha estado bien, pero espero que no se te haya acabado la energía!! ¡Aún tenemos mucho que explotar! -exclama sin llegar a darte tiempo de pedir aquella botella de agua-.

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21/10/2015, 00:07
Narrador

Aquella toma fue sólo la primera de muchas. Durante las horas siguientes persecuciones en moto, en coche, a pie... Unas y otras se sucedieron. Y explosiones. Muchas explosiones. Cuando no era tu personaje el que las explotaba era el propio Gigatón, capaz de hacer estallar incluso a un perro de un disparo. Nada desagradable, claro, no había huesos ni carne volando por todas partes, sólo algunas llamaradas y algo de humo. Las secuencias en que te enfrentarías directamente a aquel armatoste serían grabadas al día siguiente con la maqueta real, pero hoy es el día de las huidas.

Varias horas más tarde te encuentras ya agotado. No has vuelto a ver a aquella mujer, ni tampoco Yamir ha hecho su aparición. Son cerca de las tres y media de la tarde y Gulshan anuncia lo que para él es una pausa para comer, pero que es tu señal para marcharte a casa. Por la tarde rodarán con los actores que luego se llevarán la verdadera gloria. La mañana se ha convertido en apenas un rato en lo que parece una tarde calurosa, y al salir de la zona de rodaje lo haces tras darte una ducha. Todo parece continuar con normalidad, como si el mundo fuera el mismo a pesar de tu visión. Salvo por un detalle. Fuera parece haber alguien esperándote.

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21/10/2015, 00:15
Desconocido

El principal motivo por el que te das cuenta de que aquel hombre te espera precisamente a ti es cómo cambia su expresión al verte. Su tez se estira en una sonrisa que parece producida por un chiste que sólo él conoce. Antes se encontraba con la espalda apoyada en un coche negro de cristales tintados que pretende ser elegante pero que posee demasiadas marcas para parecerlo. Ahora, en cambio, se acerca a ti con un caminar resuelto.

- Devendra Blablablabla -dice al llegar a tu altura, haciendo una clara burla de tu apellido-.

Entonces extiende su mano en tu dirección, como pretendiendo estrechar la tuya. - Actor de doblaje, adicto y asesino. Estaba deseando conocerte.

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21/10/2015, 22:19
Devendra Balabhadra

Nada más comprobar que la ilusión se había desvanecido, calmado mi subconsciente me permito sonreír de alegría. Todo ha salido a pedir de boca, cuando empieza a alabarme me llevo la mano a la nuca y suelto una pequeña risa. - ¡Gracias! - comento sintiendo que me quitaba un gran peso de encima. - ¡La verdad es que estaba un poco más concentrado en no pegármela, pero oye, me alegra que te haya gustado tanto! - le explico tan eufórico como él. - Ya te lo dije, el Gigatón está perdido - bromeo alzando una ceja, dándomelas de invencible y tras ello sonrío de nuevo. 

Le doy una palmada en el hombro mientras continúa hablándome. No creo que repetir la escena sea prudente, pero me veo forzado a sostener la sonrisa mientras asiento a su propuesta. - Cla-Claro... - le doy la razón, aceptándolo sin plantearme enfrentarme a él. Al menos esta vez ya estoy más hecho a la moto y al salto, además ha parecido fácil la primera vez.

Cuando termina la jornada estoy por los suelos, todo y eso el deporte hecho me hace sentir vivo y en pleno rendimiento. Agradezco que no me hayan citado para aprovechar horas de sol bajas o escenas nocturnas. En cuanto terminamos me despido de todos con un gesto de mano y termino marchándome sabiendo que había hecho un buen trabajo.

Una leve preocupación se mueve dentro de mi mente, acerca de la mujer y la medicación pero nada serio que me angustiara demasiado. Podía soportarlo, el balance del día era positivo y estaba contento por ello. Cuando tenga algo más de paz llamaré a Alisha a ver qué tal le está yendo el día. Alisha, pienso contento visualizando su rostro. Hablar con ella me tranquiliza, es una buena forma de espantar fantasmas.

Mientras salía, iba buscando en el teléfono el número de Alisha. Es al levantar la cabeza que veo a ese hombre que parece mirarme, no sabía si iba conmigo o no hasta que se acercó. Cuando pronunció mi apellido de esa forma, levanté una ceja preguntándome que narices podría querer ese tío. 

En cambio son sus siguientes palabras las que me dejan sin palabras y pálido, muy sorprendido. No le estrecho la mano desde luego, ¿cómo era posible que supiera aquello? Automáticamente eché mano al interior del bolsillo, tocando el frasco de las pastillas pero no llegué a sacar ninguna. 

¿Es policía? No trabaja en el estudio, no me vio, no le conozco. ¿Una alucinación? No, no lo había visto antes. La mujer... Tampoco la había visto antes.

Rápidamente me pongo a pensar en cómo dejarlo atrás si se pusiera peligroso.

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23/10/2015, 21:05
Desconocido

Delante de ti aquel hombre te observa durante un par de segundos, aunque no tarda en retirar su mano y guardarla en el bolsillo. Ni siquiera parece pensar que ibas a estrechársela, después de todo. Durante algunos segundos te mira mientras sus labios forman una mueca de incomodidad. Luego echa un vistazo alrededor, donde la explanada sobre la que está situada el estudio os observa solitaria. Si deseases marcharte sólo tendrías que subirte a la moto, o echar a correr, y te bastaría con ser más rápido que él.

- ¿Qué pasa? -pregunta entonces, dedicándote una mirada de medio lado. Parece rozar la diversión- ¿Te ha comido la lengua el gato? -insiste antes de encogerse de hombros-.

-Bueno, supongo que quedarte callado es una costumbre que tienes -parece valorar en voz alta-. Como cuando mataste a Yamir y no dijiste nada -enuncia antes de mirar una vez más alrededor y hacer un gesto señalando la completa nada que os rodeaba-. ¿También vas a correr esta vez? Puedes ahorrarte la carrera: él no perdió el tiempo el tiempo persiguiéndote, y yo tampoco voy a hacerlo -asegura antes de dedicarte una sonrisa que pretende ser cómplice-. Después de todo, no hace falta. Sé dónde trabajas, ¿no?

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26/10/2015, 19:39
Devendra Balabhadra

Al fin reacciono con algo más de sensatez y dejo de buscar una escapatoria. Teniendo la moto tan cerca sé que puedo confiarme un poco más, y no dejarme llevar por el pánico. 

Todavía estoy muy contrariado sobre qué está planeando o sobre cómo puede saber todo eso, pero no voy a darle la oportunidad de averiguarlo. Al mínimo signo de que aquello se pueda convertir en un mal interrogatorio en mi contra, me largo. Descarto que se trate de un policía, imagino que en ese caso se habría presentado como tal y no con este numerito.

- Pe-pero qué... Yamir. Yamir era mi amigo... - le empiezo a decir tartamudeando un poco en el intento, en mi rostro hay una sonrisa nerviosa. - Cualquiera en la compañía te lo dirá. - Alzo un poco ambas manos en un gesto tranquilizador. - ¿Quien eres? - pregunto tratando de llevármelo un poco a mi terreno. - ¿Eres un familiar?

Por más que lo piense no recuerdo que nadie me viera correr de la escena de la muerte... ¿Y cómo sabe que estoy tomando benzodiacepinas?, me pregunto tratando de encontrar la lógica. Probablemente debe de haberme seguido, me está investigando o algo, ¿pero qué pruebas tiene? 

En el momento deslizo la mano hasta el bolsillo y saco el teléfono para hacer una fotografía al tipo. Con todo el descaro, si, me da lo mismo.

Si no responde a mi pregunta me marcho, paso de que me vayan a liar y me saquen algo.

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28/10/2015, 00:57
Desconocido

Aquel hombre permanece mirándote mientras hablas, y cuando afirmas que Yamir era tu amigo una media sonrisa aparece en tu rostro. - Claro... -empieza, hablando de una forma tan exageradamente comprensiva que sólo puede ser ironía-. Claro que era tu amigo -expone, como dándote la razón, antes de torcer su gesto-. Hasta que lo mataste -concluye-.

Acto seguido, cuando hablas sobre la compañía y le preguntas quién es, el hombre niega con la cabeza. - Oh, por supuesto que me lo dirán -enuncia-. Seguro que todos se han creído tu numerito. Pero yo tengo algo que ellos no: pruebas. -asegura con una pequeña risa, sin llegar a responder a tus preguntas. Y parece a punto de decir algo más cuando sacas el teléfono de tu bolsillo, dispuesto a hacerle una foto-.

Es en ese momento cuando el rostro del hombre cambia, abandonando todo rastro de diversión y tornándose en una máscara de seriedad. De inmediato lanza con rapidez su mano hacia la tuya, agarrándola con fuerza y retorciéndola con un gesto que parece indicar que sabe perfectamente lo que hace, hasta que tu teléfono cae al suelo. Después, cuando te suelta, puedes sentir aún el dolor en tu muñeca: te ha hecho, como mínimo, un esguince. El tipo ni siquiera llega a mirar el aparato en el suelo. En lugar de eso te dedica una mirada amenazante, que parece dejar claro que cogerlo no es una buena idea.

- Tú has debido verme cara de tonto -comenta entonces. Tu mano aún está dolorida, sientes perfectamente cómo la muñeca te late y se va inflamando por momentos, pero al tío no parece preocuparle lo más mínimo-. Vamos a ver, Devendra, no tenemos por qué llevarnos mal -dice después, aunque lo hace con tono serio -. Lo único que tienes que hacer es traer mañana a esta hora quinientas mil rupias, y estaremos en paz -asegura-. Salvo que prefieras hablar con la policía que conmigo, claro. Eso es decisión tuya.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Devendra sufre 3 puntos de daño. 

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29/10/2015, 18:58
Devendra Balabhadra

Empiezo a preocuparme muchísimo cuando me agrede de esa manera, no es que solo me haya cogido por sorpresa, este tío es rápido. Además parece dispuesto a joderme sin piedad. La extorsión era una promesa vana, si le pagaba una vez vendría a por más la siguiente, me exprimiría y luego probablemente me entregaría. Si de algo estoy convencido es de que no pagaré de ninguna de las formas.

Del mismo modo tampoco voy a hablar sobre si acepto o no acepto el trato, considero que eso me haría parecer incluso más sospechoso. Por ahora prefiero mantenerme cauteloso y acabar con este encuentro. Tengo que hablar esto con quien sea, y es que cada vez me siento menos seguro de poder afrontar yo solo una situación así.

No son solo quinientas mil rupias, dice que tiene pruebas contra mi. Me cuesta creerle, pero si era cierto iría a la cárcel para no salir hasta dentro de decenas de años. Con todo eso no valoro la idea de pelearme a puñetazos, lo mismo con el enfado se olvida la extorsión y directamente empieza a cantar de lo lindo. Tiene que ser un farol, pienso frunciendo el ceño. Me habría dado alguna evidencia para que el chantaje fuera más efectivo.

Con una mueca de dolor llevo la mano dolorida al pecho, mientras con la otra acaricio la inflamación. Con los ojos bien abiertos continúo mirando al tipo. - Mira, no quiero problemas... - comento mientras trato de apartarme de él en dirección a la moto.

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31/10/2015, 01:40
Desconocido

El hombre no hace ningún movimiento para retenerte, pero sus labios se crispan en una sonrisa cargada de sarcasmo. - Eso deberías haberlo pensado antes de matar a tu amigo y salir huyendo como un cobarde -responde, mirándote con desdén-.

Gira sobre sí mismo mientras te empiezas a alejar, siguiéndote con la mirada. Pero antes de que llegues a la moto añade algo más. - No te olvides, Devendra Blablablabla. Mañana a esta misma hora. Y espero que traigas lo que te he dicho. No quisiera tener que ponerme serio de verdad. 

Con esas palabras separa sus ojos fríos de ti y cuando alcanzas la motocicleta lo puedes ver agachándose para recoger tu teléfono. Acto seguido le limpia el polvo con la mano y después lo guarda con naturalidad en el bolsillo de su americana gris. 

 

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31/10/2015, 09:44
Devendra Balabhadra

Cuando se agacha para recoger el teléfono, me percato de la cagada tan grande que he cometido. ¿Cómo no me he acordado del teléfono?, lamento. 

Solo falta que ni siquiera pueda comunicarme con el resto de personas, no tengo intención de pagarle, pero si las cosas se tuercen y acabo viéndome obligado a ello, ni siquiera podré pedir prestado el dinero. Por no hablar de que quería llamar con urgencia a ciertas personas hoy, entre ellos Alisha y Varian.

Visto eso regreso junto al desconocido que me está chantajeando por dinero, al llegar me planto con cara de enfado. - Devuélveme el teléfono - comento con gravedad. No quiero bronca, pero si es necesario llegar a esos extremos para recuperar el teléfono lo haré.

- Lo necesito - insisto. 

No era habitual pelearme, pero no podía ceder. Mucho menos con el móvil que contiene los números de teléfono de mis amigos.

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04/11/2015, 02:09
Desconocido

En cuanto aquel hombre ve que regresas te observa caminar con una ceja alzada. No dirige sus pasos a ti, para acortar distancia, ni tampoco camina hacia su coche: en lugar de eso te espera en el sitio, con una expresión casi divertida en el rostro.

- Pero Devendra -dice entonces con tono cordial, como si estuviera protestando de una manera educada-, somos amigos, ¿no? Los amigos no se piden así las cosas -enuncia después-. 

Entonces se encoge de hombros en un gesto despreocupado. - Yo no te he quitado nada. Ese teléfono estaba en el suelo, y lo he recogido -expone antes de hacer un pequeño mohín-. Si lo habías olvidado mientras te ibas corriendo, como hiciste con Yamir, no es mi problema - señala. Y parece dispuesto a dirigirse a su coche cuando, en lugar de eso, te señala con el dedo para hacerte una propuesta-.

- Trae mañana el dinero, y tendrás tu teléfono -asegura-. Y entonces puedes ver su sonrisa volver a aparecer, dispuesta a tentarte-. Salvo que prefieras venir a buscarlo ahora, claro -te reta con la seguridad de quien sabe que no perderá la pelea-.

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05/11/2015, 19:29
Devendra Balabhadra

Aun cuando sé que tengo muchas papeletas para perder los estribos, no me retiro, necesito de verdad ese teléfono. No hay nada que me importe más en este momento que recuperar lo que es mío. - Yo-yo... no maté a Yamir... - comento bajando momentaneamente la mirada.

- Y no tengo esa suma - explico. - Si tuviera que reunirla necesitaría pedirla y recordar viejos favores, me llevaría tiempo y desde luego mi teléfono - continuo con más y más enfado. Un pinchazo doloroso me recorre hasta llegar a la muñeca, duele, después tendría que ir al hospital o entrar a los estudios para que me vendaran.

Ahora tengo que esperar que entre en razón, es lo único que creo que puedo hacer antes de valorar una confrontación física. Al menos esa era la idea, aunque por sus últimas palabras empiezo a pensar que quizá sería mejor golpear y recuperar lo que es mío. Me enciende con esa chulería y su mala intención. Yo tampoco me quedo atrás en combate o al menos eso sospecho, si me vence no será de rositas.

- En-en el hipotético caso de que yo... yo no lo maté... pe-pe-pero, si lo hubiera hecho no podría conseguir el dinero sin más días y el teléfono - insisto. 

A medida que hablo empiezo a fruncir el ceño, pensando en cómo era posible que supiera nada sobre la muerte de Yamir. ¿Acaso se fijó acaso en cómo no abrochaba correctamente el arnés de Yamir? ¿Sencillamente me vio correr? No deja de recordar que corrí, pero no menciona ningún otro detalle... Ambas opciones parecían poco probables y escasas como para presentar evidencias o pruebas, no tenía móvil para cometer un asesinato, era mi amigo... Cada vez empiezo a reforzar más la teoría de que me esté chantajeando por nada.