Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 1: Tú ya no eres sólo tú (Rena)

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23/04/2016, 01:24
Narrador

Capítulo 1: Tú ya no eres sólo tú

Así que hoy marcho y marcharé para recordar que no soy solo yo. Sino también un nosotros. 

Yokohama, 1 de Julio de 2015.

 

En cuanto terminas de asegurar los equipos de la empresa lo mejor que puedes, no tardas en regresar a tu casa. Sabes que prácticamente nadie sería capaz de entrar ahora en tu red y aunque eso no sea suficiente, al menos te has asegurado de separar la copia de seguridad del resto. Hasta que hayas solucionado el problema, será mejor tener esos archivos a buen recaudo.

Ya en tu estudio sigues trabajando como si no hubiera mañana. Eres consciente de que vas a tener que pasar muchos días durmiendo poco y eso no es un problema para ti, ya lo has hecho antes. Te mantienes concentrada durante horas, hasta que un aviso en tu escritorio te informa de que has recibido un e-mail de Ghoul:

ASH:

  • Lleva apareciendo en los foros especializados desde hace 20 años, pero en algún momento se encargó de borrar cualquier registro anterior al 2010. Mucha gente recuerda su nick de antes, pero no hay ningún rastro. Es conocido por ser rápido e inteligente.

 

  • IP's que ha usado últimamente:

 

92.222.109.73:3128

81.57.70.143:8081

193.251.176.77:8080

81.64.34.86:8081

213.41.192.186:80

Todas son francesas, aunque muchas han pasado después por varios nodos. Parece que suele operar desde París.

 

  • Se dedica principalmente al espionaje industrial. Se dice que se vende al mejor postor para cualquier tipo de servicio, pero también que ha dejado tirados a sus clientes en más de una ocasión si le parecía más divertido cambiar de bando. Al parecer le motivan más los retos que el dinero.

 

  • He conseguido un e-mail de contacto para contratar sus servicios: black_sheep@mvcpn.com.

Y con esa nueva información sigues trabajando hasta que las horas se desdibujan y algún pájaro despistado empieza a cantar fuera de la ventana, inconsciente al parecer de que estáis en medio de una ciudad multitudinaria. En ese momento justo antes del amanecer en que el mundo parece comenzar a formarse de nuevo para los insomnes, empiezan a pesarte los párpados y más de una vez y de dos cabeceas delante de la pantalla.

Es en uno de esos cabeceos cuando sucede. Antes de cerrar los ojos estás sentada en tu estudio. Y de repente los abres y estás en otro lugar. Parece una habitación de hospital, blanca y aseptica. Sólo hay una camilla y estás sentada en una butaca junto a ella. Es entonces cuando te das cuenta de que no estás sola.

 

Es una chica de unos treinta años y puedes percibir en su mirada la misma sorpresa que tú sientes. Está tumbada en una camilla y parece acabar de despertarse en ese instante.

Tiene los cabellos rubios y algo despeinados, sus ojos son verdes y están subrayados por ojeras. Va vestida con un camisón fino, de hospital, y su rostro se encuentra pálido. No parece estar pasando su mejor momento.

En el momento en que vuestras pupilas se encuentran algo en tu cerebro y en tu pecho parece conectar con ella, como si la conocieses de siempre, a pesar de no haberla visto nunca, como si pudieras confiar en ella tu vida, incluso tu propia alma. Como ya te pasó con Devendra.

Uno de esos hilos invisibles parece atarse entonces, uniéndoos de una forma que tu mente no puede racionalizar ni explicar, pero que sientes de una forma tan innegable como inexorable. 

 

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27/05/2016, 23:32
Narrador

Sucede en un momento en que parpadeas. De repente sientes aquel mundo alejarse, como si verdaderamente hubiera sido un sueño, y algo estirase del hilo invisible que te une a esa mujer hasta desprenderlo por la tensión, dejándote una curiosa sensación de soledad. De repente la luz de los fluorescentes del hospital se ha cambiado por una menos intensa y más conocida: la de las pantallas de tu estudio. Estás de nuevo en casa, de madrugada, y tienes delante de ti el trabajo en el que estabas enfrascada justo antes de aquella experiencia.

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30/05/2016, 20:13
Rena Hiyane

Un simple parpadeo es tiempo suficiente para que mi presencia en el hospital se desvanezca, cortando el vínculo que me mantiene unida a Milka. El retorno me revuelve el estómago con una punzada de soledad, de dejar algo atrás, una parte de mí. 

Me quedo mirando la pantalla del ordenador con la mirada perdida, tratando de reponerme de todo lo vivido, de mi viaje a Alemania y la situación tan apremiante que vive Milka. Tras darme unos momentos miro la hora, tratando de entender cuanto tiempo he estado fuera o, al menos, cuanto he dormido. Se que tengo mucho trabajo que hacer, tanto para encontrar al hacker como para introducirme yo misma en ese hospital Alemán, buscando liberar a la joven de su cautiverio. Tengo claro que quiero volver a ver a Milka, que necesito verla de nuevo y, esta vez, libre.

Sin embargo no me encuentro preparada para continuar con el trabajo, demasiado aletargada por el sueño y por la nueva información. Trato de concluir lo que estaba haciendo lo más rápido que puedo, revisando el trabajo y los mensajes por si hay novedades. Tras ello, me voy a la cama, permitiéndome descansar unas pocas horas.

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01/06/2016, 03:10
Narrador

Los segundos que pasas con la mirada perdida en la pantalla parecen suspendidos en el aire, como si el tiempo no avanzase. O más bien es que tu cabeza está tan agotada que cuesta darse cuenta de cómo pasa el tiempo en esos momentos. Tus pupilas buscan la hora en el ordenador, descubriendo así que has pasado fuera cerca de media hora, y para cuando vuelven a centrarse en el resto de la pantalla no tardas en darte cuenta de la cantidad de trabajo que te falta. Sólo la parte de volver a montar un sistema de seguridad inexpugnable van a ser semanas, y eso tomando el antiguo como base.

Pero ahora el sueño pesa en tus pestañas y sabes que incluso las hackers todoterreno como tú tienen que descansar en algún momento para poder rendir. Así que terminas por dirigirte a la cama que compartes con Ino y mientras te quitas la ropa suena su despertador. La escuchas revolverse hasta estirar una mano hacia la mesilla y deslizar sus dedos por la pantalla de su smartphone, apagando el sonido estridente que usa para despertarse y que siempre te ha recordado a la sirena de un barco de vapor.

Se despereza en la cama y su mirada te busca primero a su lado entre las sábanas y luego por la habitación, hasta que te encuentra disponiéndote para descansar. Entonces, con mirada somnolienta, extiende los brazos, ofreciéndotelos en silencio como un refugio en el que acunarte hasta que seas tú la que caigas dormida antes de que ella se vaya a trabajar.

Notas de juego

¿Cómo cuánto quieres dormir? ¿Pondrás despertador o será hasta que algún elemento externo te despierte? ^^.

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02/06/2016, 21:46
Rena Hiyane

Voy a la cama y justo antes de deslizarme entre las sábanas suena el despertador de Ino, trayéndola de nuevo a la realidad. Cuando sus ojos se centran en los míos y me ofrece los brazos no puedo más que sonreír ante su gesto, cargado de amor y cariño.

Espero que este día sea más corto que la noche -respondo acercándome a los brazos de Ino, tratando de ser amable pese al sueño y las distracciones que ocupan mi mente -no quiero retrasarte y que llegues tarde al trabajo pero te aseguro que tardaré poco en dormirme, apenas puedo mantener los ojos abiertos...

Notas de juego

Dejaremos que la pobre Rena duerma, lo vivido y la fatiga pasan factura.

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04/06/2016, 01:22
Ino Abukara

En el momento en que empiezas a hablar a la mirada somnolienta de Ino le acompaña una sonrisa. Ni siquiera parece lo suficientemente despierta como para entender de lo que estás diciendo, sólo lo justo para hacerte un hueco junto a ella.

Ya con ella la puedes oír murmurar algo por lo bajo, pero no deben ser más que unas palabras mezcladas con los sueños porque parecen no tener ningún tipo de sentido. Sus brazos te rodean con la comodidad de estar acostumbrados a ello y su respiración pausada va arrastrándote poco a poco al sueño.

Tu sueño es pesado. Es difícil dejar atrás todo lo sucedido en el día: el ataque de ASH, la junta de accionistas, la discusión con Haku... Y, sobre todo, los «viajes», por llamarlos de alguna forma. Probablemente eso sea lo único que escapa a toda comprensión racional y sin embargo es lo que se te hace más natural, como si siempre hubiera tenido que ser así.

En algún momento, dormida, escuchas el despertador de Ino sonar de nuevo, pero ni siquiera eres consciente del todo del martilleante tono que a ella acaba por arrancarla de la cama. Y desde ese instante en adelante las horas pasan rápidas como olas producidas por el paso de un barco.

El reloj dice que es más de mediodía cuando despiertas. Lo que te hace volver a la realidad es el ruido de la puerta: probablemente Ino esté de vuelta. Apenas pasan un par de segundos antes de que oigas también su caminar sencillo. Si consultas tu teléfono verás que tienes notificación de dos mensajes de Haku, pero antes de que puedas verlos tu compañera aparece por la puerta con una sonrisa colgada de los labios y expresión de haber estado dándole muchas vueltas a la cabeza. Su actitud es natural, pero aún así un poco más jovial de lo normal, como si aún sin querer hubiera decidido que puedes necesitarlo para animarte.

—Buenas tardes, trasnochadora —te saluda con los ojos brillantes y con dos pasos cruza la distancia hasta la cama, sentándose a tu lado—. He traído pizza y coca-cola —te informa de buen humor, haciéndote saber que vais a comer algo que en vosotras es infrecuente— y tengo la sensación de que hoy va a ser varias veces mejor que ayer. Así que, ¿preparo la mesa? ¿O quieres trabajar un rato antes? Hoy era el cumpleaños de Mei así que no te preocupes por mi hambre. He comido tantos pasteles de arroz que creo que podría irme rodando.

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08/06/2016, 17:36
Rena Hiyane

No tardo en caer en los brazos del sueño, propiciada por el propio abrazo de Ino. Mis sueños son pesados y reiterativos, aportando innumerables imágenes del día, mostrándome en varias ocasiones el ataque de Ash, la junta, el trabajo y, especialmente, los viajes.

Despierto confundida y aún fatigada, con el propósito de salir de la cama solo por la vuelta de Ino y la cantidad de trabajo acumulado. Cuando se sienta a mi lado y me comenta el plan que ha traído no puedo más que sonreír -Así da gusto despertar. Por mí si quieres comemos ya y me desperezo. Si no te importa, prepara la mesa mientras reviso mis mensajes -le pido mientras cojo el móvil para consultar los mensajes de Haku, justo antes de ir a por el ordenador para mirar si todo sigue más o menos bien.

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11/06/2016, 02:36
Ino Abukara

Al ver tu sonrisa tu compañera, novia y amiga dibuja una expresión cargada de ternura. Extiende una mano en tu dirección para colocar un mechón de tu pelo y cuando escucha tus palabras una sonrisa animada aparece en su rostro.

—No te preocupes, yo me encargo —asegura antes de levantarse.

Desde la cama puedes oír cómo realmente prepara toda la mesa. El sonido de cacharros, platos y vasos te acompaña mientras revisas tus mensajes y preparas tu ordenador. En tu teléfono están esperándote los dos mensajes de tu primo. Ambos son de varias horas atrás

Perdona lo de ayer, Rena. Estaba muy nervioso con todo lo que estaba pasando y aunque no me gustó que te jugaras nuestros puestos tampoco la forma de hablarlo. Estamos en el mismo barco pero remamos para lados contrarios. A ver si lo compensamos hoy.

Hola de nuevo, prima. ¿Vendrás hoy por aquí? ¿Quieres que quedemos para comer y lo hablemos todo?

Además de eso en tu teléfono no hay ninguna novedad. Y un instante más tarde, al encender el portátil, encuentras que en la sala de chat donde habías hablado con ASH está su nombre en la lista de conectados. El tuyo y el suyo, nada más. Sus últimas palabras aún siguen presentes en la pantalla, no ha dicho nada nuevo, pero quizá espera que seas tú quien dé ese paso.

Es en ese momento cuando los pasos de Ino primero y su voz después te interrumpen. Ella se encuentra apoyada en el marco de la puerta, mirándote con una sonrisa.

—Ya está todo listo —asegura. Y un instante más tarde la puedes oír dirigiéndose de nuevo al comedor. De camino alza su voz por encima del resto de sonidos que genera—. Bueno, ¿cómo es eso del hacker? ¿Tan grave ha sido? —pregunta—. ¿Ya lo habéis cazado? Mmm... —murmura entonces, como si algo le estuviera dando vueltas a la cabeza—. ¿Habéis pensado que pueda ser un antiguo empleado? No sé cómo son las estadísticas de estas cosas en la vida real, pero os puedo comprobar. Y en las series siempre es así.

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14/06/2016, 16:54
Rena Hiyane
Sólo para el director

Leo con atención los mensajes de mi primo y me apunto el llamarle cuanto antes para zanjar el asunto lo mejor posible y retomar lo importante, recuperar los archivos que ASH ha comprometido.

El portátil no me aporta nuevos datos y, por suerte, ningún intento de ataque. La conversación con ASH sigue activa aunque sin novedades. Antes de poder decidir si trato de conversar de nuevo con él Ino me interrumpe, permitiéndome dejar de lado mis obligaciones, por el momento.

La verdad, es mucho más grave de lo que podría desear. El ataque ha provocado un grave retraso a nuestros objetivos y nuestros inversores y accionistas no están nada contentos. Digamos que, o soluciono el problema, o puedo perder todo lo que hemos conseguido hasta ahora -respondo a mi pareja con sinceridad, mostrándole lo complejo de la situación -La verdad, no había pensado lo de un antiguo empleado, es otro enfoque para investigar. Pero dejemos por ahora el tema, prefiero disfrutar de la comida, sin agobiarme demasiado con todo lo que tengo que hacer, antes de ponerme a trabajar en serio ¿qué tal tu día?

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15/06/2016, 23:40
Ino Abukara

Al ver que todavía no te levantas de la cama Ino empieza escuchándote con una sonrisa. Sin embargo cuando vas relatándole con más detalle la situación esta se borra mientras ella tuerce el gesto, incorforme.

—Vaya —comenta mientras deja la puerta para acercarse a la cama. Allí se arrodilla sobre el colchón, acercándose a ti—. Bueno, si te sirve de algo, yo estoy segura de que solucionarás el problema. Y cuando lo hagas no sólo le darás a los inversores en los morros, sino que renovarán la confianza y la próxima vez te dejarán más tranquila —asegura antes de tomar tu mano y mirarte a los ojos—. Aunque no es que crea que va a haber una próxima vez, ni nada. Pero vamos, que si no te tuvieran a ti estarían en líos más graves desde hace mucho.

Tras esas palabras hace una pausa y ladea un poco la cabeza, con una expresión graciosa que parece zanjar el tema tal y como has pedido. Entonces tira un poco de tu mano, empezando a desandar marcha atrás el camino sobre la cama.

—Venga, vamos a comer —te pide—. Que he llegado sin hambre, pero preparar las cosas me ha abierto el apetito.

Dicho eso aguarda un instante para asegurarse de que la sigues, y al volver a hablar lo hace claramente optimista.

—Mi día bien —empieza—. Ha habido bastantes novedades en lo de la farmacéutica y creo que vamos a tener que adelantar el viaje a la semana que viene —comenta satisfecha—. Y esta mañana hemos conseguido que un trabajador de alta responsabilidad se convierta en fuente, así que la información ahora será más precisa y más fiable. Casi me dan ganas de comprar acciones de la competencia, porque en cuanto saquemos todo a la luz las de ellos van a ir en picado, seguro que las de los otros suben —afirma. Sin embargo sabes que eso le importa bien poco, que lo que más le motiva es la adrenalina de descubrir lo que quiera que otros estén ocultando. Y si son grandes corporaciones, mejor que mejor.

Sin embargo apenas ha terminado de hablar cuando la vibración de su móvil os interrumpe, ella se lleva una mano al bolsillo, buscándolo, y al leer el mensaje puedes ver en su rostro que la ha pillado por sorpresa.

—Tenemos novedades —dice con una expresión que mezcla alegría y estupor—. Voy a tener que irme, pero vuelvo en un par de horas —promete antes de mirarte con los ojos brillantes—. ¿Te importa comer sola?

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17/06/2016, 11:14
Rena Hiyane

Como siempre Ino me muestra todo su apoyo, mejorando mi estado de ánimo cuando estoy de bajón. En este tipo de situaciones es cuando más valoro nuestra relación, la unión de dos personas que se aman y se apoyan entre sí tanto en los momentos buenos como en los malos.

La verdad, cuando solucione todo esto no sé si voy a disfrutar más atajando el problema o con la lección que espero dar a los inversores -respondo con una sonrisa sincera -gracias Ino -concluyo con un beso dulce en los labios de mi pareja.

Escucho a Ino con atención, disfrutando de sus logros y de su buen humor. Sin embargo, nuestra conversación dura poco, apenas nos da tiempo a comer, cuando Ino debe volver al trabajo --No te preocupes, con la paciencia que tienes conmigo no puedo quejarme. Además, ¿existe una mejor forma de trabajar con el ordenador que comiendo pizza? -continuo tratando de responder con humor.

Cuando Ino se marcha me llevo el portátil a la mesa y comienzo a trabajar mientras como. Reviso los chats para ver si mi compañero ha conseguido algo de información respecto a ASH, tratando así de localizar a mi atacante. Mientras tanto mi mente viaja de nuevo a Alemania y recuerdo el hospital. Cuando quiero darme cuenta estoy en su web, navegando.

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18/06/2016, 23:04
Ino Abukara

La sonrisa de tu novia se hace más presente cuando hablas como si fuese sólo cuestión de tiempo que te presentases en la empresa habiendo recuperado esos datos. Hace un gesto natural y divertido un instante más tarde, cuando le das las gracias, para quitar importancia a ese asunto y tras leer el mensaje y recibir tu aceptación se pone en pie con vitalidad.

—Gracias, Rena, eres la mejor —te dice con siceridad. Sin embargo no se marcha todavía. En lugar de eso ladea la cabeza mirándote un instante—. ¿Sabes lo que tendríamos que hacer? —pregunta de forma retórica, sin esperar respuesta—. Conseguir una cámara espía y que la lleves en un broche o así para grabar sus caras cuando les digas que lo has arreglado todo.

Con esas palabras y un gesto de su mano coge las llaves y se prepara para irse, aunque antes de salir por la puerta coge una de las latas de coca-cola para ella.

—Hasta ahora, nena. —Se despide con un beso—. Nos vemos en un rato.

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18/06/2016, 23:56
Narrador

Ya a solas no tardas en ponerte con el ordenador. La pizza está buena, la verdad, y en algún momento te encuentras saciada sin haber dejado de trabajar en ningún momento. No tardas en localizar a Ghoul, pero este no parece tener más información que la que ya te ha dado. Después de todo tampoco le habías pedido que siguiera investigando. Mientras tanto siguen presentes, como hilos de los que tirar —o quizá con los que delatarte—tanto el correo electrónico para localizar a ASH que tu contacto te ha proporcionado como ese chat que compartís y en el que parece seguir en línea.

Por otro lado no tardas en localizar la web del hospital. Está en alemán, pero lo entiendes de sobra. Es una página de diseño sencillo y eficiente y que proporciona la información básica del centro y de los profesionales que trabajan en él. Así descubres que es parte de su política contar con los mejores profesionales y que no tienen ningún problema en contactar con ellos y establecer una colaboración puntual si la situación lo requiere. Y ya que la doctora Geller no figura entre la lista de trabajadores este debe ser uno de esos casos.

Acostumbrada como estás a ello no te cuesta pasar de la cara pública de la web. En sólo un cuarto de hora ya has localizado el servidor donde se aloja y de allí pasado al que guarda la base de datos del centro. Así descubres que, a pesar de las palabras de Milka sobre el tiempo que le quedaba, hay un quirófano reservado para ella dentro de sólo unas horas. Parece una cita que antes estaba programada para dos días más tarde pero que han adelantado. Es difícil saber cómo actuarán en un centro como ese en caso de que tú cambies cosas y algo no encaje, más cuando es probable que estén pendientes de ella. Sin embargo quien se encargó de la parte de seguridad de esa base de datos no supo hacerlo tan bien como para frenarte. Quizá no le habían pagado lo suficiente aunque es más sencillo pensar que, como siempre, eres demasiado buena.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Web del hospital.

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21/06/2016, 20:43
Rena Hiyane

Mi vista se pierde en la página web del centro, completamente en Alemán. Lo ocurrido en el último día hace que cosas que me parecían tan importantes queden en un segundo plano y que mi atención se centre en Milka, una joven de la que apenas conozco nada pero con la que mantengo un estrecho vínculo.

Sin embargo, sabiendo que debo responder ante mis deberes diarios y a mis amigos y compañeros, cojo el móvil para responder a mi primo con un corto mensaje.

Anoche estuve trabajando hasta tarde, me he levantado hace poco. Hoy voy a seguir trabajando en casa, si quieres pásate por aquí y hablamos.

Tras ello vuelvo a la página web, buscando adentrarme en el idioma que domino a la perfección, el que sostiene la página del hospital. Las cosas parecían más sencillas desde la habitación con Milka, sin contar con la barrera del idioma ¿como sabré dar el alta a Milka desconociendo el idioma?

Con esa duda en mente comienzo a teclear, adentrándome en el sistema, tratando de localizar el nombre de Milka para perjudicar todo lo posible a su intervención. Así, encuentro que Milka será operada en solo unas horas, contradiciendo la información que poseía. Sabiendo eso intento cambiar la ficha de mi nueva amiga, tratando de dar información falsa que le permita marcharse cuanto antes. Y, además, cancelo la hora del quirófano, otorgando otros pacientes y tareas a los enfermeros y especialistas correspondientes, exceptuando a la famosa doctora que la ha metido allí. Así no descubrirá lo ocurrido hasta el último momento.

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22/06/2016, 23:35
Narrador

Pasas los siguientes minutos toqueteando las entrañas de la base de datos de la web, entorpeciendo de todas las formas que se te ocurren el desarrollo de esa operación. Los bits reaccionan a tus códigos con facilidad, sin que ninguna alarma se despierte a tu paso. Eres como una serpiente de agua, deslizándose silenciosamente entre nodos y líneas de SQL que limpia su rastro después de pasar.

Para cuando terminas el trabajo estás segura de que has hecho todo lo posible. Has dado otros quehaceres a los médicos  enfermeras a esas horas, has cambiado los turnos y has asignado la hora del quirófano a otro paciente, además de alterar la ficha de Milka. ¿Será suficiente? Es difícil asegurar si se darán cuenta de lo sucedido y si cuando eso suceda Milka ya estará en su casa o si sólo habrá servido para ganar tiempo.

Sea como sea hay algo que llama tu atención a lo largo de todo el proceso y es que no llegas a ver el nombre de la doctora Geller por ninguna parte de la base de datos. No figura como médico responsable de Milka, ni figura que le haya hecho revisiones. En su ficha tan sólo encuentras un montón de pruebas firmadas por los especialistas de cada departamento, pero de la doctora sobre la que te advirtió no hay ni rastro.

Mientras le das vueltas a eso, te llega un mensaje de Haku al teléfono móvil:

Bien, pasaré por tu casa en unas horas, cuando termine en la oficina.
Mantenme informado si hay progresos, por favor.

Notas de juego

No sabemos si hay un malentendido con lo del idioma, pero por si acaso, aclaramos que tienes alemán e inglés como lenguajes adicionales -además del japonés que es tu nativo-, así que entiendes la web sin ningún problema ^^.

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25/06/2016, 22:52
Narrador

Una vez has recibido el mensaje de Haku y estás segura de que has hecho todo lo posible por Milka, te pones a trabajar en el nuevo sistema de seguridad y en el rescate de los datos perdidos. Y esta vez te vas a asegurar a conciencia de que ni ASH ni nadie sea capaz de colarse dentro. Te concentras como sabes hacerlo y nada podría distraerte de las pantallas que tienes delante. El tiempo empieza a pasar y antes de que te des cuenta deja de trotar para lanzarse a volar.

Es el timbre de la puerta de tu piso sonando insistentemente el que termina por romper esa concentración. Y entonces tus ojos caen sobre la esquina donde pone la hora y te das cuenta de que han pasado por lo menos cinco horas desde que Ino se fue asegurando que volvería en dos. No te ha llamado, ni te ha mandado ningún mensaje en este rato y es verdaderamente raro en ella que no haya dado señales de vida si iba a retrasarse.

El chirriante sonido vuelve a repiquetear una vez más, exigiendo tu atención y a través de la puerta escuchas la voz familiar de tu primo: «¡Rena! ¿Estás ahí?».

Notas de juego

Puedes decidir tú en qué has estado trabajando en este rato y hacer tiradas al respecto si es necesario. Como avisaste de que estarías sin internet, te hemos adelantado un poco más para que cuando postees tengas más margen y puedas avanzar un poco más.

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01/07/2016, 23:05
Rena Hiyane

Mi mente se funde con el ordenador y mis pensamientos comienzan a forjar un plan para mejorar aun más el sistema de seguridad. Tras dar unos pequeños retoques, unas pinceladas de código en varios puntos clave, consigo estar satisfecha con la protección de nuestro sistema. Tras ello comienzo la parte más divertida, en la que me convierto en cazadora, una depredadora de la red en búsqueda de su presa, de ASH. Comienzo a navegar, siguiendo el rastro de mi atacante, dejando pequeños malware en distintas estructuras para que se infiltren en ellas y puedan darme grandes paquetes de información. Voy asaltando con sutileza distintas plataformas, tratando de localizar a Ash y los ficheros robados.

Cuando escucho el sonido de la puerta mi concentración se rompe. Miro la hora, sorprendiéndome por el tiempo que ha pasado desde que me puse a trabajar. Siempre me pasa igual.

Lo que más me sorprende es la ausencia de Ino, algo que me preocupa bastante. Sin embargo, decido levantarme a abrir la puerta a mi primo antes de llamar a mi compañera -Si, un segundo, ahora mismo abro.

Notas de juego

Ya tengo internet en casa, por fin :)

Ha sido complejo pero ya estoy de nuevo en casa, con el pc y demasiadas cosas que ordenar y organizar. Siento las molestias.

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02/07/2016, 00:48
Haku Abukara

En el mismo instante en que abres la puerta encuentras de frente a tu primo. Su expresión es, claramente, la de alguien que ha venido a hacer las paces y en las manos trae un paquete pequeño y cuidado. El nombre de la caja es el de una pastelería cercana y no necesitas las palabras de Haku para saber lo que contiene. Aún así este no tarda en enunciarlas.

—El dango de la reconciliación —enuncia forzando un poco una sonrisa y casi pidiéndote permiso para pasar. Se trata de un pastel tradicional a base de arroz y del que en esa pastelería preparan distintas versiones. Tu primo no entra en tu casa todavía, sino que aguarda un instante aún fuera.

—Perdona, Rena —dice ahora cara a cara, tal y como ya te escribió antes en un mensaje—. Lo he estado pensando y no estuvo bien enfadarme contigo ayer —asegura—. Pase lo que pase tú has hecho lo que has creído mejor para los dos. Creemos en caminos distintos, y puede que el mío sea más cobarde, pero los dos tenemos el mismo destino.

Su voz es tranquila y parece disculparse más por sentir que debe hacerlo que por creer en la posibilidad de que no será perdonado. Aguarda entonces un instante antes de abrir la caja delante de ti, mostrando tres raciones de ese pastel tan especial.

Es un instante más tarde, ya en casa, cuando Haku parece relajarse al fin un poco. Camina directo hacia la cocina, donde con naturalidad toma un par de platos y pone tres pastelitos en cada uno.

—Venga —dice antes de tomar aire y liberarlo en un suspiro, como si lo que va a pedir requiriese esa preparación—. Ponme al día.

Lo cierto es que este último rato ha sido provechoso. Has sembrado la red de un malware discreto, similar al que usas para cazar a esos pedófilos de tanto en tanto. Además has sido capaz de colocarlo en todos los servidores de repetición de París. Una vez ASH se conecte, si lo hace desde allí, deberías saber no que lo ha hecho, sino también qué repetidor ha activado. Sólo con eso ya reducirás su búsqueda a apenas algunas manzanas.

- Tiradas (2)
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04/07/2016, 14:58
Rena Hiyane

Abro la puerta a mi primo y, una vez más, me sorprende gratamente. Su forma de ser, abierta y amable, me resulta muchas veces inusual y, en cierta forma, envidio su personalidad.

Nadie puede decir no a un dango de reconciliación -respondo invitándole a entrar mientras trato de ser amable -No te preocupes primo, yo también metí la pata contigo y no me extraña que te enfadaras. Muchas veces pienso las cosas pero no sé expresarlas apropiadamente y puedo parecer muy egoísta. Pero, como dices, tenemos un mismo destino, ahora mismo comernos esos pasteles -concluyo tratando de hacer una broma, algo que no se me da demasiado bien.

Una vez sentados y, tras probar uno de los pasteles, respondo a mi primo con todos mis pequeños avances -Bueno, no ha pasado mucho tiempo así que las noticias son bastante escasas. He analizado nuestro sistema de seguridad, eliminando las brechas y los daños causados por ASH. Además, he realizado varios refuerzos adicionales para evitar nuevos ataques, aunque he de decir que el sistema solo ha sido roto gracias a la gran habilidad de nuestro asaltante -informo a mi primo, reconociendo la gran habilidad de ASH como hacker -para encontrar a nuestro atacante he llenado la red de malwares para localizar la señal a través de los servidores de repetición, algo que podrá estrechar mucho la búsqueda de ASH si vuelve a conectarse y que me permitirá localizarle y recuperar nuestros archivos -concluyo, mostrando mi plan de ataque inicial, que espero sea efectivo.

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15/08/2016, 15:01
Haku Abukara

Haku te escucha con atención, eso es indudable. Tanto como que no entiende prácticamente nada de lo que dices. Asiente despacio con la cabeza en algunos momentos, pero finalmente parece haberse quedado sólo con un par de conclusiones de toda tu explicación.

—Vale. Así que nos enfrentamos —dice, utilizando el plural con el cuidado de quien sabe que realmente esa batalla la estás librando solo tú pero quiere que te sientas acompañada en ella— a un hacker realmente habilidoso. Pero tú eres mejor y ya lo tienes cercado. Así que ahora es sólo cuestión de tiempo. —Hace una pausa y parece titubear con la inseguridad de no haber entendido algo bien que provoca una pregunta más en busca de una confirmación por tu parte. —¿No?

Es sólo tras lanzar su duda al aire que toma el pastelito de su plato por el palillo y muerde un trozo con delicadeza. Asiente con la cabeza de nuevo, tal vez confirmando a un cocinero invisible que su comida está buena, y después mira a su alrededor y frunce el ceño con cierta curiosidad.

—¿No está Ino? —pregunta al volver a mirarte a ti—.  Se le estropeará el dango. Quizás deberíamos guardarlo en el frigorífico.