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HLCN - Casa de Muñecas II: Ruinas

Día 1: Realidad

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17/03/2015, 07:17
Narrador

DÍA 1: REALIDAD

La noche había transcurrido con cierta tranquilidad, aunque tuvieron que buscar fuentes buenas de calor, ya que el frío en un lugar tan alto como ese era palpable. A pesar de eso, no duró mucho. El sol se alzaba frente al campamento, mientras muchos se preguntaban por el estado de Krysta, quien se había quedado con Wyatt a dormir en una tienda un poco más grande, donde se encargaban de hacer la preparación de los equipos.

Comenzaron a salir cuando escucharon un grito de parte de una mujer. Al ir a buscarlo, se dieron cuenta que se trataba de Andrea, quien se encontraba a los pies de la tienda de su hermano. Al observar mejor, se dieron cuenta que el encantador joven se encontraba con el vientre numerosas veces perforado, casi como si hubiera sido víctima de una poderosa venganza. Toda la sangre había sido absorbida por la tienda pero igualmente, la piel pálida del chico era una imagen bastante perturbadora. ¿Cómo podía alguien querer algo así? En ese momento, las palabras pronunciadas por la guía el día anterior comenzaron a cobrar sentido.

Lo que encontraron a continuación, era algo que no podían esperar. Luis, aquel hombre amable con un acento latino muy pronunciado, yacía en el suelo, el cual se había teñido de un rojo intenso. Un habano cubano se encontraba cerca a su boca, casi como si hubiera muerto mientras lo fumaba, aunque parecía haberse librado de la sangre que emanaba de su cuerpo.

El olor del habano aún era palpable en el ambiente cuando encontraron los cuerpos. Muchos comenzaron a mirarse entre ustedes desentendidos de lo que sucedía y preguntándose si realmente todo aquello dicho o escuchado con anterioridad de ese lugar era algo más que una superstición.

Wyatt salió de la tienda un momento para observar la escena compungido, preocupado y dijo - Logré que Krysta descansara hoy, pero ha estado diciendo cosas extrañas. Y lo peor, es que mi cámara sigue abajo -.

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17/03/2015, 09:08
Mike Straton

Unos gritos despertaron a Mike de su sopor. Al principio pensó que se trataba de alguien que tenía una pesadilla... Después de lo pasado el día anterior como para no tenerlas...

Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que algo no iba bien... empezó a escuchar gente salir de las tiendas y pasos apresurados... Se vistió con lo primero que pilló y salió él también a la carrera...

Mike no estaba preparado para lo ocurrido... primero... Salvatore... aquel joven gentil y que siempre se preocupaba por su hermana yacía muerto... apuñalado... la visión de un cuerpo sin vida dejó la sangre de Mike completamente helada... pero luego fue peor... aquel chico cubano, amante de los puros también estaba muerto... Ambos asesinados....

¿Pero que coño está pasando aquí? A Mike le faltaban las fuerzas y no tuvo más remedio que sentarse en el suelo mientras trataba de ajustar su respiración y evitar que su corazón se desbocase...

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17/03/2015, 09:52
Goro Gaara

Goro se quedó helado al ver aquellos cadáveres. Había visto dos cadáveres en su vida, ambos de bañistas con mala suerte que habían topado con la muerte en forma de tiburón blanco. Si en aquel caso vomitó al ver el estado de los cuerpos en la playa esta vez se le encogió el corazón y el miedo penetró por todos los poros de la piel. Esto no se trataba de ningún animal alimentándose, a Salvatore lo había matado alguien. Si bien no supo que pensar sobre la segunda muerte, estaba claro que no podía ser coincidencia y que, de alguna forma, también había sido asesinado.
Las palabras del cámara lo sacaron de sus pensamientos ¿Que lo peor es que tu cámara sigue ahí abajo? Goro iba a decir algo más pero prefirió callarse. Su cámara colgaba de su cuello, la tocó como un imán y intentó tranquilizarse, lo que tenía claro era que no iba a fotografiar cadáveres: eso se lo dejaba al "profesional".

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17/03/2015, 10:30
Janko Constantinia

Quizá alguien tenía aún la idea que aquello era un montaje, como en un principio yo mismo pensé hasta que, tras la mirada de la muñeca y el temblor, el pánico se adueñó de los presentes, mostrando claras características de evento sobrenatural. Pero aquel despertar dejó claro que no lo era. O si lo era, habíamos caído en las garras de una organización psicópata.

Ver los cuerpos de Salvatore y del chico cubano me arrancó a lo vivo la emoción que había sentido antes de salir de aquellas grutas, la tiró al suelo y la pisoteó. Pues encontrar con un verdadero escenario sobrenatural era algo que siempre me había emocionado con fuerza. Pero los asesinatos no eran plato de gusto. Salvatore podría ser un estirado y algo desagradable, pero desprendía un aire de artista, y perder a una persona capaz de emocionar a otros siempre era una gran pérdida. El chico cubano parecía iniciado en las artes de la santería, a juzgar por aquel amago de ritual que hizo en su tienda. No iba mal encaminado, pero no era correcto. Eso no tenía importancia ya, pues aquellas heridas estaban hechas por alguien, no por un espíritu.

Lo que me llenó de indignación fue el comentario del cámara. Lo encaré.

- ¿Que lo peor es tu puta cámara? - Le dije con toda la mala leche que pude juntar, que en aquellas circunstancias era bastante. - Han muerto dos personas en un tinglado del que eres organizador. ¿Te enteras imbécil? Si tanto te preocupa tu cámara, ya puedes ir a buscarla.

No esperaba que fuera a moverse de aquel lugar. Quizá el cámara no estaba más que diciendo tonterías por puro nerviosismo, pero la bronca me sirvió para aliviar mi propia tensión.

- Creo que se nos han jodido las expedición. - Le dije a Sasha cuando acabé cerca de ella. - Habrá que avisar a las autoridades.

Entonces un pensamiento se alojó en mi mente. Los espíritus no podían matar de aquella manera, pero la gente poseída sí. Lo había visto alguna vez. En la Casa de los Muertos, de Poe Avenue en Awnville. Un extraño caso de posesión demoníaca, donde quien dormía en una determinada habitación de la casa adquiría una sed de sangre que, o saciaba matando a alguien o acababa suicidándose. Mike y yo nos encargamos de aquel caso y hay algunas cosas de las que vimos que aún me despiertan por la noche.

Mi gesto se torció con preocupación. - ¿Conoces el caso de la casa de Awnville? - Le pregunté a Sasha, sin entrar en especificaciones. Si lo conocía, no tendría que concretar mucho más para que ella supiera lo que pasaba por mi cabeza en ese punto. Explicar estas cosas en voz alta no puede causar más que alboroto.

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17/03/2015, 11:40
Andrea Barbara Roots

La noche anterior, tras abandonar los túneles, Andrea no se había ido a dormir hasta asegurarse de que Katia estaba bien. O, al menos, todo lo bien que iba a estar por el momento. Y aún entonces, después de que la adolescente fuese a descansar, ella se tomó su tiempo, fumando aquel porro de Jessie y tratando de recuperar una calma que había perdido por completo. Muchas cosas rondaban por su cabeza y la chica permanecía callada, taciturna, observando cómo unos y otros se acostaban. Después de lo sucedido en los túneles no tenía ningunas ganas de ponerse a montar su tienda. Pedir ayuda o cobijo a su hermano no era una opción, aunque sólo fuera por no soportar su condescendencia y su manera de recordarle una y otra vez que tendría que haberse encargado de la tienda cuando los demás lo habían hecho. Y entonces descubrió que aún sin que ellas lo supieran las dos bollis eran su salvación.

Al verlas meterse juntas en una tienda y usar la otra para las maletas esperó un rato, comenzando otro porro que ella misma se lió, y observó el cielo: no le pareció que fuese a llover, de modo que sin preocuparse de si alguien la veía sacó las maletas de las chicas afuera y se metió dentro. Se despertaría pronto al día siguiente, y las chicas ni siquiera lo notarían.

De modo que cuando al día siguiente se levantó, lo primero que hizo fue dejarlo todo tal y como estaba. O como creía que estaba. Luego se dirigió a la tienda de su hermano, decidida a despertarle... Y lo que vio entonces la dejó sin palabras.

Gritó. Gritó. Gritó, hasta que no le quedó más garganta con la que gritar, y aún entonces siguió gritando con su pecho, con su vientre y con su alma. Gritó para no oír a la gente despertándose alrededor, para que el sonido tapase la visión de aquel hermano acuchillado con saña de una forma innecesaria y cruel. Y cuando terminó de gritar todo su interior parecía vacío. Sin darse cuenta ni de cuándo ni de cómo había caído de rodillas y se había inclinado sobre Salvatore. Había acariciado su rostro, había golpeado su pecho y ahora se encontraba mirando alrededor, pretendiendo inútilmente verle entre los presentes, deseando que todo aquello fuera una broma de mal gusto.

Fue entonces cuando lo oyó. La voz de aquel estúpido cámara que los había traído a aquel lugar, dejando caer un comentario que era como una puñalada más, pero esta vez en el vientre de Andy. Como una exhalación se levantó y fue en su dirección, sin pensar, sólo para cruzarle la cara de un manotazo. - ¡Que le den por culo a tu cámara, puto gilipollas! - Le gritó, sin cuidar formas ni modales. Luego empezó a lanzarle patadas sin mucho sentido, sin observar siquiera si estaba llegando a darle o sólo golpeaba el aire. Sus ojos mientras tanto pasaban de irradiar toda su rabia a reflejar la más profunda de las frustraciones.

Y de repente se detuvo. Ni siquiera fue consciente de si alguien había hecho algo por separarla de aquel que había servido para descargar sus golpes. Simplemente supo que estaba cansada y que no quería seguir. Su rostro se encontraba desencajado, enrojecido y húmedo. Mientras tanto, su mente trataba de aislarse, recurriendo a lo que sabía a ciencia cierta: a todas aquellas cosas que había memorizado sin terminar de creerse. Duración del período de duelo. Fases. Respuestas comunes. Determinantes en la elaboración del duelo. Pero al final, volviera a lo que volviera, sólo había una realidad, y sus ojos regresaban una y otra vez a ella: su hermano estaba muerto.

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17/03/2015, 12:18
Ekaterina Kuztnetsova

Katia le agradeció a Andy que la acompañara y se quedara un rato con ella. Estaba asustada, sentía un enorme nudo en el estómago y no había dejado de temblar desde que habían salido de aquel lugar. Finalmente el cansancio empezó a ganar terreno y sus párpados empezaron a pesarle, por lo que decidió que ya era hora de acostarse. Estaba tan cansada que seguro que dormiría como un tronco.

Pero no estaba acostumbrada a dormir en el suelo y se pasó la noche dando vueltas dentro del saco de dormir. Tras el largo viaje del día anterior y la accidentada excursión, sentía todos los músculos agarrotados y le había empezado a doler muy fuerte la cabeza. 

Se había tomado las medicinas que le tocaban y un analgésico para pasar mejor la noche. Pero aún y así, el dolor que sentía era casi insoportable.

En algún momento de la noche acabó cediendo al sueño. Dejó que la oscuridad la envolviera y cayó profundamente en un pozo sin fondo. 

Hasta que un grito femenino la despertó de golpe y abrió los ojos, mirando a uno y otro lado, al principio bastante perdida. De nuevo otro grito y se incorporó, recordando entonces dónde se encontraba. Se calzó las botas y se puso el abrigo sobre el pijama de Hello Kitty que llevaba. Escuchó más gritos, parecían provenir de la misma garganta y un nudo se formó en el estómago de Katia. Salió de la tienda, enredándose con la cremallera y estuvo a punto de caerse al suelo. Trastabilló, consiguiendo mantener el equilibrio y se dirigió hacia el origen de aquellos gritos. 

No se esperaba la escena con la que se encontró. Cuando sus ojos azules se detuvieron en el cuerpo acuchillado de Salvatore, se tapó la boca para retener el grito que trepaba por su garganta y se quedó unos minutos sin poder reaccionar, con la mirada fija en el vientre de aquel joven galante. Escuchó voces a su alrededor, pero la joven no reaccionaba. Había empezado a temblar y las lágrimas descendían por sus suaves y pálidas mejillas. 

Finalmente consiguió arrancar su mirada del cuerpo de Salvatore y buscó a su hermana. Estaba dándole patadas al chico que les había llevado hasta allí. Deseaba acercarse a ella y poder consolarla, como ella había hecho el día anterior. Pero algo la retenía en el sitio, sentía las piernas de gelatina y tenía miedo que si intentaba caminar éstas le fallaran y acabara en el suelo. Tragó saliva y volvió a mirar el cuerpo de Salvatore. Por las reacciones de la gente supo que había alguien más. Pero... ¿Por qué? ¿Qué estaba pasando? 

Pensó en como se sentiría ella si a su hermano le pasara algo así y volvió a sentir como las lágrimas se desbordaban de sus ojos. Deseó tanto estar con su familia en ese momento. Tenemos que irnos de aquí, no... No podemos quedarnos más tiempo. Se dijo y, buscando fuerzas en su interior, finalmente consiguió dar un paso y luego otro hasta llegar a Andy y la miró a los ojos, como ella había hecho el día anterior. - Lo siento... - Musitó sin atreverse a abrazarla. Apenas la conocía y seguro que la rechazaba, pero sentía la necesidad de darle su apoyo, que supiera que estaba allí si la necesitaba. 

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17/03/2015, 15:01
Wyatt Goldberg

Wyatt observó a todos algo confundido. No entendía por qué eran tan hostiles, aunque con lo que había pasado era de sorprender.

Al ver la reacción de Andrea, le dijo - ¡Cálmate! ¡No lo decía por eso! ¡Lo que quiero decir es que de todos modos tendré que volver a bajar! - se cubría para que no fuera a lastimarlo mientras algo más llamó su atención.

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17/03/2015, 15:03
Narrador

La sangre que había derramada alrededor de Salvatore comenzaba a reabsorberse dentro de su cuerpo, haciendo que poco a poco, su piel comenzara a tornarse de un color más natural. Las heridas se cerraban, dejando solo cicatrices a su paso y limpiando todo lo que el caos de la muerte había dejado en su camino.

Salvatore da una violenta bocanada de aire y sus ojos se abren de par en par, buscando a alguien en específico. Poco a poco, calma su respiración y toca su vientre, sin encontrar algún tipo de herida abierta, suspirando tranquilamente. Miró a todos los presentes y sus ojos se habían tornado azules en un momento, para regresar luego a su color habitual. Salvatore estaba con vida.

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17/03/2015, 15:33
Phil Chekh

Bueno… como apertura no estaba mal, el lugar bonito no era, y normal tampoco. Si buscaban sensaciones, las habían encontrado. Phil no entendía muy bien qué tipo de shock había sufrido la joven guía, pero al recuperarse no había que darle muchas más vueltas. Por lo demás, y aun habiendo salido por ellas, seguía especulando que como se partieran un par de pares de escaleras, ya no podrían salir de aquel agujero. Y ya podían ser de diamante, que si a Phil se le metía en la cabeza que podrían romperse, en su cabeza se quedaría… – A ver si al final… nos iban a venir bien cascos y arneses... - piensa antes de dormir.
Llevaba muchas, muchas horas sin dormir… y aun así, la visión de aquella muñeca con rasgos orientales, y aquellas voces… no se lo habían puesto fácil. Realmente, no sabía si sentirse afortunado por haber vivido un fenómeno paranormal, algo que no pasa todos los días. Pero se pensaría 2 veces el volver a bajar allí. El hombrecillo solía estar un poco ido, pero no era imbécil. Aquello se le antojaba como jugar a la Ouija para contactar con Satanas y preguntarle qué tal la familia, vamos… ganas de buscar un mal trago.

A la mañana siguiente, Phil se frota un ojo. El despertar fue promovido por aquella joven berreando… el tema era su novio, o su hermano… o lo que leches fuese aquel tío que la acompañaba, y no solo eso, si no que el tema también abarcaba al sociable tipo latino. Ambos muertos. Phil no puede evitar dejarse inundar por pensamientos como hierros doblados y cajas de antidepresivos… mostraba boca entreabierta, clásico gesto embobado, saca su reloj de mano y empieza a darle cuerda sin venir a cuento. Quizá empezara a arrepentirse de firmar nada.

Cuando Wyatt se queja por su cámara, vuelve en si, algunos lo reprochan, y la chica que gritaba hace poco menos que echarle las manos al cuello, no seria Phil quien la frenara. El camara se disculpa rápidamente, dicho sea... diciendo que tendrá que volver a bajar a buscarla. Pero este hombrecillo le dedica una mirada que a todas luces decía… “los cojones!”… y acto seguido, vuelve hacia su tienda para comenzar a recoger sus cosas, que prácticamente ya lo estaban. A 4 patas asoma su cabeza - ¿Que hacemos? Nos largamos ¿no? – pregunta sencilla, ceño exageradamente fruncido.

Lo sentía realmente por la chica, y los 2 caídos. Ayudaría en lo que se le pidiese, era una persona adulta. Pero obviamente, se quería largar, había sensaciones muy raras en el ambiente, muertos y estaban en el culo del mundo.
Pero... tras notar que Salvatore volvia a la vida, se acerca... -Espera, espera... - arquea una ceja... - ¿Estas bien? - ¿pero que coño...?

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17/03/2015, 15:40
Janko Constantinia

- ¡HOSTIAS! - Dijo mi boca, sin darme yo a penas cuenta, y el cigarro que acababa de encender se precipitó al suelo, aunque no me importó un carajo. Sonreí, con una de aquellas sonrisas nerviosas, y miré a los demás de reojo. - En mi puta vida había visto algo así, y mira que he visto cosas raras. - Afirmé, sin dejar de sonreír, como contagiándome de la alegría que se acumulaba en la hermana del ex-difunto y que explotaría en 3.. 2.. 1...

La extraña mezcla de incomprensión y alegría por la tragedia evitada, me hizo creer por unos instantes que todo era un montaje de unas dimensiones espectaculares, a un nivel nunca imaginado, y pensé que el cubano también se alzaría y hacia él me dirigí, observando si reaccionaba de igual forma.

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17/03/2015, 16:13
Mona Hopkins

Tras haber subido de aquella caverna, sus ojos aún se sentían irritados por el polvo. Por la conmoción de Krista y la muñeca maldita, la mente de Mona por fin habia caído en cuenta que lo sobrenatural si tenía cabida en el mundo, y quedó tan en shock que no habló en todo el día; hasta olvidó tomar muestras del lugar, su objetivo principal.

Se quedó dormida mientras terminaba de "montar" su carpa, lamentando lo sucedido y pensando que quizás debería bajar nuevamente para reunir muestras, y quedó dormida pensando en ello.

Al amanecer se había despertado temprano, pues su carpa le cayó encima, se sentó y solo se quedó viendola, sumergida en sus propios pensamientos sobre lo ocurrido en la cueva; cuando de pronto un grito la hizo saltar del susto, buscó con la mirada la dirección del grito, y no fue hasta que lo escuchó por segunda vez que pudo identificar la dirección; entonces corrió sin vacilar, descalza y en pijamas.

Lo que vio la asustó, había un asesino entre ellos, o dos; pero lo que más la aterrorizaba, eran los gritos de Andy; nunca sabes lo que hará una persona tan desesperada como ella.

Mona e dispuso a buscar un par de cobijas, para tapar los cuerpos, pero cayó sentada en el piso por el asombro de ver a Salvatore volver a la vida, "el, estaba muerto... Cierto?" se preguntó, pues no estaba del todo segura.

Apretaba los puños en el suelo, apretujando la tierra entre sus dedos, nada tenía sentido. Mona sentía que estaba perdiendo la razón en este lugar, o más bien, la razón no tenía cabida en este lugar; como fuere, Mona volteó hacia el cuerpo de Luis con la cabeza, y la mirada fija, esperando que este también se levantara... Pero nada sucedía, no sentía ni las ganas ni las fuerzas para pararse del suelo, y solo quedó ahí, sentada, observando el cuerpo de Luis, y a Salvatore respirando como si nada. Mona quería decir algo, pero apenas abría la boca, se le olvidaba lo que quería decir.

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17/03/2015, 16:15
Kim Rogers-Park

Cuando llegaron del paseo, Kim se encerró en su tienda de campaña sin hablar mucho con nadie. Lo que había sucedido en los túneles le había dejado helado. Aún así, antes de irse a dormir, el joven pasó un buen rato escribiendo frenéticamente en su libreta. Quería dejar constancia de todo, para cuando volviese a casa redactar una buena entrada para el blog. Aquel viaje se estaba poniendo interesante. Un poco espeluznante, pero interesante.

En algún momento de la noche, Kim se quedó frito con la cabeza pegada al cuaderno, tirado de cualquier manera a pesar del frío. Tuvo un sueño inquieto, en el que muñecas y extrañas voces aparecían. Sin embargo, apenas amaneció, los gritos desgarradores le despertaron haciendo que el corazón le diese un vuelco. Con una camiseta de los Ramones y el pantalón gris del pijama, un despeinado Kim salió corriendo hasta encontrarse con los cadáveres.

¿Pero qué cojones ha pasado? - balbuceó con expresión asustada mientras miraba el cuerpo de Salvatore. Un chico tan atractivo, que ahora yacía desangrado, y pálido, y... Kim notó que una arcada le subía por la garganta, pero consiguió contenerla. La hermana del muerto parecía estar histérica, y el joven no pudo evitar acercarse a ella cuando estaba arrodillada en el suelo llorando. Sin poder contenerse, le acarició la cabeza con una expresión compasiva. Joder, lo... lo siento mucho.

¿Qué clase de loco ha hecho esto? Porque esto no tiene nada de sobrenatural. Hay un pirado asesino entre nosotros, joder y... En ese momento, los ojos de Kim se abrieron como platos. Inconscientemente, había vuelto a mirar al tal Salvatore, sin poder evitar ese morbo que todos los humanos sentimos hacia la muerte, cuando... Se está moviendo. Por dios, se está moviendo.

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17/03/2015, 17:24
Jessie Marley

Al final todos fueron saliendo y al llegar al campamento, poco a poco, confundidos, cada uno fue metiendose en sus respectivas tiendas.

Tal y como iba, fue cuestión de segundos el tirarme cansado por el movidito día y quedarme completamente dormido, sin quitarme la ropa ni nada.

Volvía a oír gritos, ¿Sería una pesadilla por lo de anoche? Poco a poco fui retorciéndome en la cama, sin querer llegar a despertar hasta que sentí que no era como ayer, era el grito de una cola chica. De sopetón, me levanté quedadandome sentado boquiabierto, medio dormido. Y cuando comprendí donde estaba abrí la tienda y fui buscando los gritos hasta llegar donde mucha gente se reunía y mi napo... y Andrea estba gritando, para luego liarse a ostias con el cámara.

Me asomé y lo comprendí, el hermano de esta estaba tirado e el suelo, ensangrentao perdio lleno de agujeros. "¡Por Sasha Grey!" Se me pusieron unos ojs com platos y me llevé las manos a la cabeza, donde noté que milagrosamente el porro que había dejado sobre mi oreja el día anterior aun se conservaba ahí. Y como acto reflejo lo encendí. Cuando Andrea dejó de berrear, me acerqué a ella, sabía que era de las mías y necesitaba relajarse.

-Napi...digo..An-drea..-dije mientras le ponía una mano en el hombro-Esto...no se que ha pasado, pero, pri-primero debes tranquilizarte un poco.-Le alcancé el peta-Toma. ¿Estabas con el o algo cuando pasó? N-no te preocupes, seguro que esto se soluciona pronto-"Mierda, pero que cojones digo, está muerto" Entones me tragué mis propios pensamientos al ver como Salva absorbía cual esponja su propia sangre y se movía. Cogí a Andrea por la cabeza con mis dos manos y se la giré hacia él, con la poca delicadeza que encontré en ese momento. No tenía palabras.

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17/03/2015, 20:48
Mike Straton

Cuando Salvatore volvió a la vida Mike no pudo sino abrir los ojos como platos. Trató de acercarse para comprobar que el chico estaba bien pero el resto de la expedición ya estaba rodeándole.

Dejadle espacio, dejadle respirar. Joder!!!!!! ¿Esto es un milagro? Porque... ¿ese chico estaba muerto hace unos instantes verdad? ¿Estamos alucinando? ¿Estan jugando con nuestras mentes? ¿Pero que coño está pasando aqui?

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17/03/2015, 21:14
Abigael Crownman

Al volver a subir y regresar a la zona de acampada lo único que quiso hacer ella es dormir, pero antes le mando un par de mensajes que dejo en carga a su marido, con comentarios sobre lo sucedido y el vídeo que había grabado. Al hacer tanto frio se vistió el chándal azul cielo que había traído con ella y se dejo caer en su saco de dormir, antes de desear buenas noches a su vecina Erika. Ella se durmió antes de que su móvil terminara de enviar nada.

A la mañana siguiente un gallo, algo raro pues solo estaban ellos, la despertó de sopetón, y tras unos segundos se dio cuenta de que eran gritos humanos y no kakareos. Sin entender la situación, se levanto descalza y salio de la tienda a prisa para mirar lo que estaba pasando. Dos muertos, el chico francés y el cubano. Al menos ella creía que eran de esos lugares por su forma de hablar y sus andares.

-O dios mio...-Repitió lo mismo que la noche anterior, apoyándose en sus rodillas semi-agachada sin dar crédito a lo que veía. Apenas escuchaba lo que decían los demás cuando recordó que su teléfono estaba aun en su tienda.-Si yo los aviso.-Logro decir ante la petición de algunos de llamar a las autoridades y volvió a su tienda para despertar a Erika, quien recordaba que había mencionado que era autóctona del lugar.-Erika cielo, despierta.-Agitaba su pie.-¿Sabes el numero de la policía? No te vas a creer que... Pero antes de que pudiera reaccionar e ir a buscar el móvil, uno de los dos muertos recobro el sentido, no el sentido, LA VIDA misma, a juzgar por los gritos.

-O dios mio... ¿Como... como es eso posible?-Y volvió a salir para mirar el milagro, también echando miradas al segundo muerto, por si volvía a la vida de igual manera.

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17/03/2015, 21:49
Andrea Barbara Roots

Los ojos de Andrea se encontraban vidriosos, perdidos en algún punto indefinido delante de ella, y ni siquiera la llegada de Katia hizo que se enfocaran en algo concreto. Sólo quería cerrar los ojos y dejar que el tiempo pasara. De alguna manera sabía que, si se quedaba quieta el tiempo suficiente, al final nada de aquello estaría sucediendo. Sólo tenía que recogerse, volverse más y más chiquita, hasta encontrar un lugar en su propia mente donde sólo cupiera ella. Lo había visto decenas de veces en pacientes. Sólo tenía que dejarse llevar.

Supo que la chica había dicho algo. Aquellas tres sílabas que se empeñaban en recordarle su propia desgracia, en devolverla a la realidad, pero Andy simplemente negó con la cabeza. No había nada que sentir. No ahora, al menos. Ahora sólo había que desvanecerse. Y si alguien tuviera que sentir algo no sería Katia. Pero no iba a decirle aquello, porque eso era algo que sólo diría quien hubiera perdido a alguien. Con un lento y suave suspiro Andy finalmente cerró los ojos, como había estado deseando hacer los últimos segundos, y el nudo en su garganta se hizo mayor. Una nueva lágrima rodó por el lado de su nariz, pero ni siquiera dijo nada. Además, todo lo que necesitaba lo tenía en su mochila. Sólo necesitaba que la dejasen en paz unos minutos.

Sintió una mano acariciando su cabeza, y durante un instante prefirió pensar que aquellos dedos eran los de su hermano. Sabía la realidad, claro que la sabía, pero hacer caso de ella era una elección como otra cualquiera. Las palabras de Kim le llegaron, pero prefirió ignorarlas. El chico estaría hablando a otra persona. Una que hubiera sufrido una pérdida. No ella. Luego ignoró de igual manera las frases de Jessie, disfrutando de lo suave que podía ser todo si uno simplemente cerraba los ojos. Pero algo la interrumpió en su descanso, en su refugio. El propio Jessie agarró su cabeza y Andy a punto estuvo de apartarle de un manotazo. No tenían derecho a obligarla a permanecer en esa realidad gris y triste. No lo tenían.

Cuando abrió sus ojos y vio lo que estaba sucediendo todo el aire escapó de sus pulmones en una exhalación. No sabía cómo, no sabía por qué, pero tampoco le importaba. Estaba sucediendo. Sin llegar a ponerse en pie empezó a moverse de rodillas sobre aquel suelo basto, extendiendo poco a poco ambas manos hacia adelante, como queriendo tocar desde la distancia algo que todavía no alcanzaba.

Al llegar adonde su hermano se encontraba sus dedos recorrieron su rostro, acariciándolo, asegurándose de que estaba bien. Sin decir nada ella se inclinó y, sosteniéndolo entre las manos, besó su mejilla. El llanto acompañaba a la sonrisa, y la sonrisa era una máxima expresión de felicidad e incredulidad. Después de su mejilla besó su frente una, dos, tres veces, cada vez más rápido, mientras su pecho empezaba a agitarse entre sollozos. Pero ni siquiera así llegó a dejar de cubrir su cara de besos. Rodeó el cuello del chico con los brazos mientras seguía recorriendo su rostro con los labios, entremezclando sílabas inconexas de las palabras que se habían guardado en su estómago y no eran capaces de salir. Besó su nariz, sus pómulos, sus labios, y cuando ya no pudo seguir porque el llanto se lo impedía simplemente se dejó caer sobre él, abrazándolo, mezclando en voz baja agradecimientos y maldiciones sin ningún tipo de criterio ni rigor.

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17/03/2015, 22:09
Sophia Hall

Los gritos sacaron de golpe a Sophia del sueño poco profundo en que había caído tras dar vueltas dentro de la tienda. Agradecía sobremanera la presencia de Sam junto a ella, pues la noche había sido verdaderamente fría. Entre el susto que habían pasado en la primera incursión en las ruinas, el frío y la incomodidad del suelo, Sophia no había dormido demasiado bien. Sin embargo, en algún momento de la noche, había terminado por caer en un sueño ligero. 

Se sentó sobresaltada en cuanto asimiló dónde estaba y que esos gritos que escuchaba tenían que ser de alguien de la expedición. Abrió la cremallera de la tienda y salió de ella vestida con unos pantalones de pijama grises y una camiseta ancha de tirantes de color blanco. El frío del exterior hizo que toda la piel de sus brazos se erizase y mientras trataba de ubicarse y comprender lo que sucedía, se asomó al interior de la tienda para coger la camisa que había llevado el día anterior y ponérsela por encima de los hombros. 

Sus ojos se abrieron horrorizados cuando se detuvieron sobre los dos cadáveres. Con el hombre de aspecto latino no había hablado, pero el otro era el chico que había visto en el avión. La mirada de Sophia buscó de inmediato a la chica que lo acompañaba y la encontró pegando al cámara de la expedición para luego deslizarse hasta el suelo. Sophia tragó saliva despacio. No quería ni imaginarse lo que esa chica debía estar pasando. Si ella encontrase así a Cyril... Bueno, probablemente estaría exactamente igual que la otra joven. 

Asustada, se giró para buscar la mirada de Sam, sin sentirse capaz de pronunciar ni una palabra. Y en ese movimiento percibió que algo sucedía con uno de los dos cadáveres. La sangre retrocedía para volver a su cuerpo de una forma que a Sophia se le antojaba completamente antinatural. Sus dedos empezaron a jugar nerviosos con el broche de su camisa y su respiración se volvió un leve jadeo. No podía creerse que el hombre estuviera volviendo de la muerte como un jodido Jesucristo en versión inglesa. Sophia podía admitir la existencia de espíritus o residuos ectoplasmáticos, incluso podía creer en psicofonías y apariciones. Pero... ¿Resurrecciones? Eso superaba lo que su cordura había dictado toda su vida. ¿Habría sido todo un montaje? Si era así había sido uno jodidamente bueno. Y si no lo era, la chica necesitaría un buen rato para poder asimilarlo.

Volvió a mirar al otro hombre que permanecía tendido en el suelo y después buscó a Sam con la mirada. - ¿N-no deberíamos comprobar si tiene pulso? - Propuso, esperando que fuese otro el que lo hiciese. La idea de largarse de ese lugar apareció enseguida en su mente, pero no tenían medio de transporte y estaban verdaderamente lejos de la ciudad. Aunque seguro que un helicóptero podría llegar hasta allí. - Y alguien de la zona debería llamar a emergencias... - Sugirió, mirando al cámara. Él era parte de la organización, debería encargarse de la situación.

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17/03/2015, 22:25
Sasha Dixon

Todos estuvimos de acuerdo con que era mejor salir de los túneles, algunos estaban más asustados que otros pero todos igual de impactados. En cuanto llegamos al campamento me retiré a mi tienda, necesitaba pensar. Lo que estaba claro era que allí abajo había pasado algo extraño, pero mi experiencia decía que aquello tenía que tener alguna explicación racional.

Pensé que después de lo que había pasado sería incapaz de dormirme, así que me propuse revisar la grabación de la cámara, sin embargo, tal vez por el jet lag, caí dormida en cuestión de minutos. Al despertarme tuve que reconocer que el descanso me había sentado estupendamente. Me estaba atando las botas para salir de la tienda cuando escuché un grito terrible.

Salí corriendo y me encontré con una escena dantesca, Andrea gritaba ante el cuerpo de su hermano al que parecía que había apuñalado repetidas veces y Luis estaba como si hubiera muerto de repente. Me sentí como si me hubieran clavado los pies al suelo, incapaz de creer que eso hubiera sucedido. Me sentí fatal por Andrea, por lo poco que había visto tenían una relación muy especial. Aunque escuché de fondo a Wyatt quejarse por la pérdida de la cámara, los reproches que recibió fueron suficientes. Sin embargo, reaccioné ante el comentario de Janko. –Por Dios, Janko. Acabas de echar en cara a Wyatt que se preocupe por la cámara y ahora te preocupa la expedición. Aunque en algo tienes razón, tenemos que llamar a las autoridades. Francamente dudo que aquí haya algo sobrenatural, es simplemente un crimen.

Justo cuando acabé la frase vi algo que hizo que me tragara las palabras que acababa de decir. La sangre de Salvatore volvía a su cuerpo y con ella el color y la vida retornó al cuerpo. Seguía pensando que no era algo sobrenatural, miré al camarógrafo con un enfado más que evidente. -¿Qué coño estáis haciendo aquí?

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17/03/2015, 22:50
Goro Gaara

Cuando la sangre empezó a "regresar" hacia Salvatore Goro sí encendió la cámara ante un fenómeno como aquel, movido por el mismo impulso con el que alguien haría fotografías a un ovni. A través del objetivo vió aquel espectáculo que lo asombró que al mismo tiempo le hizo alegrarse de que aquel joven volviese a la vida. Aún así, le había temblado el pulso mientras todo sucedía y más cuando Salvatore abrió los ojos, aquellos ojos azules que le miraron directamente a los ojos a través de la pantalla de cinco pulgadas Lahostia dijo, bajando luego la cámara para ver a Salvatore entre ellos. Goro quería creer que era alguna especie de montaje, necesitaba creerselo y aunque realmente se alegraba por los hermanos de aquel milagro, no podía evitar que ahora Salvatore le diera algo de miedo, como un repelús.

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18/03/2015, 00:42
Richard Connors

Richard era un un hombre testarudo, de la vieja escuela. No le importaba que su vida corriera peligro si creía que la noticia valía la pena. Y esta parecía ser la madre de todas las noticias. ¿Significaba eso que en esta ocasión también era mejor arriesgarse para obtener la primicia? Ni de coña. Una cosa era morir sabiendo a qué se enfrentaba, pero lo sucedido el día anterior y lo que mierda le hubiera pasado a Salvatore no era normal. Era un hombre escéptico. Aún con esas, lo que acontecía allí sobrepasaba la línea de lo extraño.

-Tenemos que salir cagando leches de aquí. Mira que me jode dejar una noticia- cuando se ponía nervioso o estaba de mal humor le salían los tacos por la boca sin dificultad. Y ahora estaba las dos cosas- pero convertirse en ella tampoco es agradable. Prefiero ser cobarde y vivir a morir por gilipollas.