Partida Rol por web

HLCN - Casa de Muñecas II: Ruinas

Día 3: Huellas del pasado

Cargando editor
31/03/2015, 06:02
Narrador

Día 3: Huellas del pasado

La mañana llegó, como era inevitable. El paso del tiempo no se detenía por más que estuvieran sufriendo torturas allí, y después de tres días de encierro, la angustia comenzaba a sentirse. Wyatt había propuesto volver a bajar en busca de una respuesta, aunque no todos parecían apoyar la idea.

Todos se levantaron algo ansiosos, buscando el cadáver, la sangre, el olor de la tragedia en el ambiente, pero no encontraron nada más que el silencio, un silencio que penetraba sus mentes y sus cuerpos, haciéndolos sentir mudos ante un mundo que los había llevado hasta ese lugar. Solo una persona lo rompió, contándolos a todos, buscando el rostro faltante en el grupo, pero encontró que no faltaba nadie. Inmediatamente, se fue hacia los cuerpos de los anteriormente caídos y para tristeza de algunos, continuaban allí, inertes, sin vida. Tanta felicidad no podía ser posible en un lugar como ese.

En ese momento, pudieron notar una cara de preocupación en Wyatt que no habían visto antes y una herida bastante notoria en sus labios.

Cargando editor
31/03/2015, 06:33
Wyatt Goldberg

El chico los mira y dice - Krysta parece empeorar. Está diciendo cosas extrañas. Dijo que esa muñeca estaba hace diez años en el hotel, que no ha perdido color. Eso era de esperarse pero... - tragó saliva - pero luego, mencionó que Charles había matado a Reuel y que era algo que no podía controlar. Luego mencionó un nombre... Era muy extraño... - parecía hacer un esfuerzo sobrehumano para mantener la calma.

- Después de eso, perdió la razón y me golpeó tan fuertemente que... - tocó su labio con delicadeza.

- Debemos hacer algo -.

Parecía listo para viajar - Aquellos que sí vayan a bajar, bajen conmigo -.

Notas de juego

EVENTO DE LOS VIVOS:

- Durante el día 3, podrán enviarse notas en privado con otros jugadores. Solo tienen 3 posibilidades.

¿Cómo?

- Entran a su escena personal y me dejan el mensaje y el destinatario. Yo le haré llegar la nota al otro personaje.

¿Preguntas? En sus escenas.

Cargando editor
31/03/2015, 12:38
Aurél Pataki

Salgo de mi tienda  notoriamente descompuesto e intranquilo- !!!Que han tratado de matarme¡¡¡ - comienzo a buscar las huellas del que fuera mi agresor en la noche anterior y tratando de hallar su ruta de escape para saber si por fin nos libramos del que ya se ha sabido escapar en veces anteriores- !!QUiEN HA SIDO...¡¡ -grito cada vez mas alterado, perturbando la calma de la mañana que comienza en la intimidad de cada una de las carpas de campaña, mientras miro en derredor buscando algo mas inusual que nuestra propia estadía aquí, ansioso y desesperado, convertido en casi presa del pánico, tiemblo de la ira e impotencia de ser , por poco, convertido en la siguiente víctima.

Cargando editor
31/03/2015, 13:16
Paco Culebras

El descanso de esa noche no fue agradable. La perspectiva de tener que bajar al amanecer, si es que amanecía con vida, claro, porque visto lo visto... Trató de permanecer despierto el máximo posible, por su propia seguridad, pero al final cae dormido. Al despertar se sorprende y toca su pecho con ambas manos, ansioso. Esta mañana no era él una víctima. Suspira de alivio y comprueba que Chechu también lo está. Lo apremia a despertarse con una fuerte palmada, yéndose rápido de la tienda. 

En un principio no parece que haya habido ningún muerto. Le llama la atención que el cámara tenga el labio reventado. A lo mejor se peleó con un asesino. Con premura se acercó a escucharle, pero cuando dijo que le pegó la rubia le quitó importancia automáticamente. De todos modos, lo escucha. - ¿Quienes son Charles y Reuel? ¿Tienen que ver con lo que pasó hace diez años? - Pregunta con una ceja levantada sin poder apartar la vista de su labio. - ¿Se ha tranquilizado ya la muchacha? - La intranquilidad por su seguridad hace que su pregunta sea dudosa. Aún iba a resultar ella un peligro. Se encoge de hombros y mete las manos en los bolsillos. - Bueno, por lo menos estamos todos, ¿no? - Está contento de poder hacer esa pregunta retórica, pues todos parecen encontrarse bien.

En ese mismo momento, cuando va a seguir a Wyatt, el tipo raro, Aurél, clama que han ido a por él. A zancadas se dirige a este individuo. - Eh, eh, fiera... ¿Han ido por ti? ¿Como ha sido? Cuenta macho. - Lo apresura Paco a su lado.

Cargando editor
31/03/2015, 13:28
Aurél Pataki

Veo como se dirige un sujeto hacia mi con mucha prisa. En mi desconcierto, tomo un objeto del suelo, no se lo que sea una piedra, un palo.. el trozo de los restos de una cara de muñeca; solo tomo algo para protegerme. De pronto recapacito cuando el se detiene y pregunta por lo que ha sucedido, de soslayo miro hacia todas partes y no veo nada que pueda lastimarme, bajo el objeto y vuelvo a tirarlo al suelo, creo que estoy seguro por ahora -Alguien quiso matarme anoche, mientras dormía sentí un gran peso sobre mi y al abrir los ojos solo he visto  una almohada que ya estaba posándose sobre mi rostro. No me habría salvado de no ser por que alguien me ayudó y el individuo tuvo que huir- empiezo nuevamente a mirar las huellas que hayan podido salir de mi carpa, sigo buscando esa dichosa ruta.

Cargando editor
31/03/2015, 14:54
Jessie Marley

Me acosté algo molesto, me gustaría haber bajado también, pero si le llega a pasar algo mientras estamos ahí abajo los dos, maldita mi suerte que me volverían a acusar, así que mejor ir con todos.

Al despertar, vi al cámara preocupado, y tras escuchar sus palabras, me quedé un tanto confundido, pero Paco se me adelantó en preguntar.

Luego, como un loco, el Aurél empezó a chillar y a buscar algo como loco. Escuchar los echos indicaban una cosa.

-Debe ser el mismo que le hizo eso a Andrea, seguro, creo que lo está haciendo de diferentes modos, no como Luis hizo con Salvatore y Janko.

Cargando editor
31/03/2015, 15:38
Erika Stolness

Tras una noche intranquila, y dando vueltas sin parar en el saco, me levanté en cuanto comencé a escuchar ajetreo fuera.

Salí de la tienda como impulsada por un muelle, y, lo primero que hice fue mirar la tienda de Abigael, por si presentaba signos de violencia o fuerza. Me tranquilicé al ver que no era así.

Fue, entonces, cuando escuché los gritos de Aurél. El corazón me dio un vuelco, y lo miré sorprendida, preguntándome cómo había conseguido escapar de la guadaña de la noche.

¿Estás bien?— le pregunté, aunque me parecía una pregunta estúpida: claro que no estaba bien. Acababan de intentar asesinarlo.

Escuché su historia de cómo había pasado todo, y sentí que un escalofrío me recorría entera. Querían asfixiarlo. Con la almohada.

Fruncí el entrecejo, y miré a los demás, pensando si alguien más había sufrido algún tipo de ataque. Contemplé los labios de Wyatt, y ladeé la cabeza.

Oye, ¿qué te ha pasado…?— le llevé unos dedos los labios para ilustrar mi pregunta—. Ah— dije, cuando contó acerca del golpe que había recibido—. La muchacha sigue mal, ¿no? Pobre terminé murmurando, bufando por la nariz.  

Cargando editor
31/03/2015, 16:36
Mike Straton

El sol volvió a salir en aquel campamento improvisado. Mike seguía vivo pero sabía que quizá no todos lo estarían... Con esa duda en su cabeza pero dispuesto a descender con el grupo salió de su tienda, después de perder unos minutos en recoger la mochila donde la noche anterior había metido el material que pensó que necesitaría para bajar. Revisó nuevamente su mochila y la cerró.

Cuando salió lo primero que escuchó fueron gritos. Su corazón dio un vuelco y pensó que alguien más había muerto la noche anterior pero no... Alguien aseguraba que habían tratado de matarlo. A Mike se le encogió el pecho pero tampoco le sorprendió dados los sucesos de las anteriores noches. Se acercó al joven y trató de calmarlo.

Calma, siéntate y toma algo caliente. ¿Un café? Mike le acercó una taza y le sirvió un café de su propio termo. Respira hondo y trata de contarnos hasta el último detalle de lo que recuerdes.

Cargando editor
31/03/2015, 16:52
Saoko Ogata

Había pasado varios días con sus noches, la oscuridad y la luz se habían ido sucediendo desde que llegara a aquel sitio por primera vez. La japonesa pensaba que allí encontraría lo que buscaba, pero lo cierto es que lo único que había encontrado era un lugar maldito donde la muerte se paseaba todas las noches en busca de sangre inocente... por eso la señorita Ogata se quedó muda, no sabía a ciencia cierta a que podía ser debido... miedo, desesperación... negación de la realidad... quizás si pasase desapercibida la muerte pasaría a su lado sin verla, ella quería vivir, no quería perecer en medio de todos aquellos extraños, pues a pesar de lo que decía la gente, de que los malos momentos solían unir más a las personas, ella sólo veía al resto como extraños... personas simples y mundanas que carecían de interés... no debería de estar allí, tenía un negocio importante que atender, seguramente estaría perdiendo dinero... y fue precisamente aquel pensamiento el que consiguió sacarla de su ensimismamiento, mucho más que el olor a muerte que lo impregnaba todo, mucho más que las lamentaciones y caras de espanto de los demás.

Entonces su mente racional le hizo caer en otro detalle, si resolvía el misterio de las muertes podría salir pronto de allí y tal vez... hasta incluso podría encontrar lo que había venido a buscar.

- Si, el señor Straton tiene razón- intervino con sus maneras educadas y la típica sonrisa amable japonesa- ¿sería tan amable de ser más explícito? su información puede sernos de utilidad.
 

Cargando editor
31/03/2015, 17:26
Abigael Crownman

Abigael fue de las primeras personas que se levanto aquel nuevo día, al estar casi todo el tiempo de ayer en su tienda, estaba descansada y despejada a buena hora de la mañana y así la paso, cambiando cosas de su bolso, las inútiles por la útiles hasta estar satisfecha, para poder bajar a esos túneles de nuevo, con su gran bolso, como si fuera una mochila de supervivencia improvisada, con lo que ella puede considerar supervivencia claro esta, pues poco sabia de esas cosas, excepto por los consejos de su marido.

Finalmente asomo la cabeza con una barrita energética en sus dientes y pertrechada para la ocasión, al principio miro un tanto asustada a su alrededor, pero al no ver nadie fuera de sitio, contó las tiendas y observo que no habían sido tocadas, al menos a primera vista y eso la tranquilizo, esperaba que todo hubiera terminado, pero era un mentira tapada. Al poco tiempo uno de sus, ahora, compañeros hablaba de a ver sido atacado y salvado en la noche y el guía hablaba sobre cosas extrañas que le sucedían a esa dulce niña rubia. Todo seguía igual y así lo cercioraba cuanto mas escuchaba.

La mujer hizo un ademan con la cabeza a Erika a modo de saludo y para que recordara tener cuidado y camino hasta estar a la altura de Wyatt y asintió a su afirmación.

-Vamos a bajar, si lo que dice su compañera es verdad, seguramente esa muñeca nos diga mas, sobre todo esto y sobre esas dos personas que menciona. Por alguna razón esos dos nombres le sonaban pero no sabia de que. Estaba nerviosa eso era evidente, pero no quería dejarse ganar por sus sentimientos, de otra forma no seria de utilidad.

Cargando editor
31/03/2015, 17:39
Astrid Moonshine

Han intentado matarte? Pero si ni hablas…. Esto es… no tengo ya ni palabras por que surrealista se queda corto, creo que deberíamos cambiar nuestro ciclo vital, no me miréis como una loca, me refiero a dormir de día y vivir de noche, ya que si dormimos de día todas las verdades estarán mas visibles, tu mismo has dicho que no conseguiste ver, pero de día seguro que hubieras podido, de noche estaremos bien juntos y para cualquier cosa deberíamos ir de dos en dos o de tres en tres.

Cargando editor
31/03/2015, 18:30
Chechu Cabezas

Despertar no fue un problema, estuvo tan nervioso que el más mínimo roce o sonido lograba desvelarle. Sin embargo había algo que lo atormentaba más aún aquella mañana. ¿Quien sería el siguiente?, pensó. Finalmente hizo acopio de toda su valentía, abrió los ojos y vio que Paco estaba ahí golpeándolo para que despertarse. Paco tio... Menos mal... — suspiró llevándose las manos a la cabeza.

Cuando por fin salió de la tienda, lo hizo esperando encontrar la muerte en algún otro. Por suerte no fue así y nadie cayó. ¿Quizá fueron hechos aislados las primeras muertes? ¿Una venganza o algo así?

De nuevo las palabras del cámara lo hicieron centrarse y recobrar la normalidad. Wyatt iba a bajar y él lo seguiría. No iba a quedarse de brazos cruzados mientras esperaba el bus de regreso...

— Me sumo a la pregunta de Paco, ¿quienes son Charles y Reuel? — dijo acercándose lentamente a Culebras. Quizá solo esté un poco confundid... Aurél comenzó a gritar y Chechu rápidamente se giró hacia él. ¿Qué? ¿Estas bien de verdad? — preguntó mientras escudriñaba al resto de excursionistas. 

Después se giró hacia la mujer negra. — ¿Crees que nos ayudaría esa muñeca? La última vez no nos hizo precisamente ningún favor...

Cargando editor
31/03/2015, 18:39
Sophia Hall

Sophia despertó una mañana más y al abrir los ojos lo primero que hizo fue buscar con la mirada a Sam, asegurándose de que seguía a su lado y en buen estado, como cuando se había dormido. Después parpadeó, aguzando su oído más allá de la tienda. No le llegaban gritos ni llantos y eso era buena señal, así que empezó a moverse con cuidado para vestirse sin despertar todavía a su novia. 

Contempló su rostro, iluminado por la luz tamizada del color de la tienda y sus ojos se dulcificaron con su imagen mientras suspiraba quedamente. Tras ponerse unos vaqueros, una camiseta larga y una chaqueta de punto gris y marrón, cambió el broche desde el jersey que había llevado el día anterior a la chaqueta y antes de ponerse las botas, se inclinó para besar suavemente la nariz de Sam. 

- Dormilona... Despierta. - Dijo en un susurro, sin poder evitar una sonrisa. Sabía que en cuanto abriese la cremallera de la tienda fuera les esperaría el horror de un día más en aquella parada del terror, así que cada pequeño instante dentro era valioso. - Tenemos una excursión pendiente. - Añadió, frunciendo el ceño con esa idea que desbarataba la tranquilidad de esos escasos minutos.

Besó los labios de la joven morena y se asomó por la puerta, se puso las botas y luego se metió dentro para sacar la mochila que pensaba llevar a la expedición, con todo lo que había anotado en la lista antes de salir de Londres. No iría tan preparada como Sasha u otros, pero sí pensaba llevar una linterna, una cuerda, algo de comida y agua, su portátil y lo más importante a pesar de no haber estado en aquella lista, la muñeca que parecía representarla a ella. No tenía ninguna intención de dejarla a mano de nadie que no fueran ella o Sam. 

Una vez estuvo lista sencillamente contempló a los demás que iban levantándose, sentada junto a su tienda, a la espera de que Sam saliese. Esquivaba conscientemente con la mirada la tienda de al lado que se había quemado la noche anterior. Su olfato ya se había acostumbrado al desagradable olor y al menos ya no le provocaba náuseas. Escuchó en silencio las declaraciones de Wyatt y tras pensar unos instantes se encogió de hombros. Esos dos nombres no le decían nada. - ¿Cuál fue el otro nombre que mencionó Krysta? - Le preguntó al cámara. 

Sus labios se fruncieron en una mueca cuando Aurél empezó a gritar. Miró al hombre, pero no se acercó pues ya había varias personas junto a él. Se mantuvo dónde estaba, pero se puso de pie para poder enterarse de la información que el tipo pudiera aportar.

Cargando editor
31/03/2015, 20:48
Camille Levau

A diferencia de los otros días, en donde el despertar o por algún extraño olor, o por algún grito de angustia y terror, hoy me despertaba en medio de un silencio imperturbable, un silencio que rara vez era posible conseguir pero que sin duda no presagiaba nada bueno.

Me levanté cansada, con el ánimo por los suelos y con la moral casi inexistente , al salir de la tienda miré con ojos temerosos a mi alrededor, no sabía que podía encontrarme pero me daba pánico pensarlo. Mas por mucho que busqué no encontré nada inusual, el cuerpo de los caidos seguía en su lugar mientras que los demás parecían vivos y a salvo.

Suspiré y me permití sonreír o hacer una mueca que imitaba a una sonrisa por primera vez desde que todo había comenzado, pero se borró por completo cuando Wyatt abrió la boca. La muchacha estaba peor, pero lo que él comentaba, los nombres que pronunciaban no tenían ningún sentido para mí, pero al menos parecía que no era la única a la que le pasaba, ya que el tío del bigote preguntó los mismo que se me pasaba  a mi por la cabeza. Pero ni mucho menos esto sería lo único que iba a pasar hoy, Aurél, o así creía recordar que se llamaba aquél hombre, salió de su tienda buscando explicación a una presunta agresión. - ¿Qué le habrá detenido? – me pregunté, los que ya habían fallecido y revivido no habían hablado de un intento, sino de una acción concreta – sea como sea lo mejor será que busquemos una forma de salir de aquí de una vez por todas – comenté cogiendo la mochila de mi tienda y poniéndomela al hombro.

Cargando editor
31/03/2015, 21:52
Michael Dennis

Como desde hace ya tiempo, Michael se despertó de la misma manera. Abriendo los ojos de golpe, como si todo lo que había vivido de tratase únicamente de un mal sueño. Sudoroso, dolorido por dentro y por fuera,  al comprobar que no. Que todo era real y lo que estaba ocurriendo también.  Salió de su tienda tras vestirse, prescindiendo del traje, para salir con ropa más cómoda, aunque aún de vestir, pues no había previsto todo aquello y no había traído consigo vestimenta deportiva o algo similar. Al salir de la tienda, oteó con la mirada a su alrededor.  Fue cuando pudo escuchar la conversación entre los más madrugadores, la cual se vio interrumpida por los gritos de Aurél.  Se apresuró donde estaba el resto y escuchó su relato.  -Quién...-  Se permitió corregir a Camille -...Ha dicho que alguien le ayudó. -  Y eso era algo que le hacía pensar en lo enrevesado de todo aquello, pues si aquel hombre estaba vivo, por la intervención de alguien, ¿por qué no se mostraba y decía lo que había visto?. Aunque no tardó en darse cuenta de que con todo aquello, no podría culparle o culparla de no darse a conocer.  Lo que allí estaba ocurriendo, era como poco, lo suficientemente grave y extraño como para pensarse las cosas dos veces.

Finalmente, también se acercó dispuesto a ser uno de los primeros en bajar a los túneles. La noche anterior le pudo el miedo. Tal vez la presencia de más gente le hacía menguar sus temores lo suficiente como para bajar allí. -Sí, deberíamos bajar. Aquí solo perdemos el tiempo.-

Cargando editor
31/03/2015, 21:57
Ekaterina Kuztnetsova

Al sentir el calor del sol atravesando la lona de la tienda, Katia empezó a despertarse. Se removió dentro del saco de dormir y cubrió su cabeza, mientras arañaba los últimos jirones oníricos. 

Acabó abriendo los ojos al escuchar las primeras voces fuera. Se incorporó y una pequeña mueca se formó en sus labios al sentir la espalda contracturada. No estaba acostumbrada a dormir en el suelo y ya era la tercera noche que tenía que hacerlo. La tercera noche que había pasado en aquel lugar de horror. Pero había algo diferente. Tardó unos minutos en darse cuenta de que aquella mañana no habían sido los gritos los que la habían despertado. Pestañeó y una suave sonrisa se dibujó en sus labios. ¿Podía ser que aquella terrible pesadilla hubiera terminado?

Antes de salir se cambió de ropa. Se puso unos tejanos, que estaban un poco gastados pero que le encantaban por la flexibilidad que tenían. Un jersey ancho, de punto y de color azul cobalto, que le había hecho su madre la última vez que estuvo ingresada. Y se calzó las botas. Buscó con la mirada el móvil y miró a ver si había vuelto la cobertura. Pero seguían sin tener. Fastidiada, lo metió en la mochila y finalmente salió de la tienda.

Deslizó su mirada por todos los que estaban ya fuera de sus tiendas. Escuchó las diferentes conversaciones y un escalofrío recorrió su espalda al ser consciente de que la pesadilla continuaba. Miró a Aurél y una sonrisa tímida se dibujó en sus labios. - Me alegro de que estés bien y hayan evitado que... - Se mordió el labio, incapaz de terminar la frase, pero con un gesto significativo hacia donde se encontraba el cuerpo de Luis. 

En ese momento se dio cuenta de que la idea de bajar a los túneles parecía seguir en pie. Buscó con la mirada, hasta detenerla en Sophia y se acercó a ella, sentándose a su lado y mirándola asustada. 

- No vayáis... - Le pidió con un pequeño temblor en su voz. - No, no creo que sea buena idea. Seguro que mi mama, al ver que estoy tantos días sin dar señales de vida, se pone en contacto con las autoridades y no tardarán en venir a buscarnos. Pero por favor... No bajéis...

Cargando editor
31/03/2015, 22:12
Samantha Lowell

- Nhhh...-Sam escuchó la voz de Soph, y en un primer instante, sintió ganas de abrazarse a ella, de besarla y de quedarse en la cama. Notó que besaba su nariz y sonrió, correspondiendo el siguiente beso, que se dejó caer sobre sus labios. Suspiró, con desgana, y parpadeó, percatándose entonces de dónde se encontraba.

Seguían en aquel lugar. Seguían en peligro. Pero Soph estaba bien y a su lado. Lo cual no era poco. De manera que, aunque el miedo volvió a atenazarla, se sintió aliviada. Por eso y por no escuchar gritos y lamentos que indicasen una nueva muerte. Se vistió, con una camisa de cuadros, una chaqueta vaquera forrada de borreguillo por dentro y unos tejanos, rodeando su cuello con una bufanda de colores a juego con la camisa y con los eternos auriculares, que enchufó a su mp3, que iba enganchado a su bolsillo trasero. 

Se miró en el espejo pequeño que llevaba consigo, para arreglarse un poco, pues la circunstancia no debía impedir que estuviera mínimamente presentable, y entonces salió, ajustándose los cascos, y buscando a su novia con la mirada, acercándose a ella y a Katia mientras escuchaba cómo las primeras indagaciones sobre la noche salían a la luz. 

Se sentía preparada para bajar a los túneles. Había metido la muñeca con su cara en uno de los bolsillos de la chaqueta, y hasta había preparado un bolso con algunas cosas necesarias, por si acaso. 

Escuchó los temores de la joven que hablaba de que su madre habría llamado a la policía, y esbozó una sonrisa, cargada de cierta lástima y preocupación- Katia, si nosotros no podemos salir, ellos no podrán entrar. Tenemos que buscar una salida, aunque eso suponga un riesgo. Y quedarnos aquí implicará que empecemos a escasear sin que ni siquiera hayamos intentado nada-explicó a la chica, con calma, mirando a continuación a los demás- ¿Estáis preparados? ¿Alguien tiene algo que añadir sobre la noche?

Cargando editor
31/03/2015, 23:05
Paco Culebras

Cuando el tipo que parece estar en medio de un ataque de nervios coge un objeto para defenderse Paco pone sus manos por delante en gesto mediador. - Tranquilo, eh, tranquilo colega... Baja lo que sea que has cogido... - Ya se estaba temiendo Paco que tuviera que liarse a tortazos por los nervios del amigo. Escucha su historia del ataque y pone los brazos en jarras, indignado. - Joder, pues menos mal que te ayudaron. - Asiente al decir estas palabras, y en seguida se pone a pensar quien de los presentes podría supone un gran peso encima suya. Imaginarse agredido por alguien con mucha masa no le hace gracia, así que niega con la cabeza ante estos pensamientos. 

En el momento en que Jessie expone su teoría enarca una ceja. Podría tener sentido, pero darle la razón o siquiera sugerirlo, podría ser un error. Suspira y se mantiene unos segundos en silencio. - Bueno, al menos tenemos a un valiente entre nosotros que te ha salvado el cuello. - Sonríe y busca la parte positiva a las cosas. 

De entre el resto de voces, siente que destaca en ellas la de la joven rubia cuyo nombre podría, si no es, ser ruso. La ve tan inocente al sugerir que su madre ya estaría buscando ayuda. Sobre todo le parece inocente el que se crea que podrían llegar a ellos. No le dice nada por no bajarle el ánimo ni arrojar palabras pesimistas, pobre. Muy mona, pero también demasiado joven como para tirarle la caña. Mira a Samantha, que se dirige a ella y luego pregunta sobre el descenso. Asiente y sonríe con confianza. - Preparado, señorita. - Responde con chulería forzada, para quitar pesadez al asunto.

Cargando editor
31/03/2015, 23:22
Kim Rogers-Park

A Kim se le habían pegado un poco las sábanas esa mañana. No literalmente, ya que no tenía sábanas ni estaba en su cómoda cama en Los Angeles, sino en un saco de dormir incómodo dentro de una tienda de campaña en mitad de la nada. El joven se había quedado despierto hasta tarde tocando la guitarra suavemente, hasta que al final se quedó durmiendo. De hecho, al amanecer, lo primero que notó fue que su preciado instrumento había caído al lado. Oh, qué tierno. Despertar a la mañana siguiente al lado de alguien, pensó irónicamente mientras se levantaba.

El chico se aseó rápidamente. Mientras se ponía una sudadera azul marino, un gorro de lana a juego y los mismos vaqueros del día anterior, un pensamiento le golpeó de lleno. Estaba vivo. Y nadie estaba gritando nada sobre cadáveres, ni había olor a sangre y a humo en el ambiente. Se sintió tan aliviado que le entraron ganas de echarse a reír como un loco.

Salió a toda prisa de la tienda, uniéndose al grupo y saludándoles con un gesto casual. Comprobó con ojos ansiosos que todo estaban bien y una enorme sonrisa iluminó su cara.

¡Eh! ¡Estamos todos de una pieza! - bromeó. Quizás ese día todo cambiara. Quizás se acabase pronto y alguien viniese a ayudarles - Gracias por esperarme. Yo también quiero bajar.

Comprobó que llevaba agua, su móvil y su cuaderno. Todo lo que necesitaba.

Cargando editor
31/03/2015, 23:35
Phil Chekh

Phil se despierta asustadizo - Estoy vivo - Se mira las manos tumbado. El hombrecillo de Vancuover, había dormido lo que había podido, vestido, revolcandose de un lado a otro dentro de aquel saco, una noche muy extraña. Cuando asoma su cabeza por la tienda, puede ver que algunos están levantados. Este se frota un ojo y pone en pie peinándose con los dedos. Ninguna muerte, se acerca a lo que un día mas empezaba a ser multitud.

Al ver a Jessie un dia mas, abre sus ojos, despierta del todo, pero… como no comprendiendo un carajo. El retratable y tranquilo chico de pelo despeinado, ahora histérico (Aurel) decía haber sido atacado con una almohada… y Wyatt se mostraba con una gomazo en la boca para nombrar a 2 personas desconocidas, o no… con ir a ver el monumento bastaría para confirmar esto. Pero... ¿que tendría que ver? Con el puño cerrado y una ceja elevada, Phil se muerde un dedo, mas perdido que un pingüino en el desierto.

Le queda en mente, que Jessie vuelve a acusar a Luis, el hombrecillo frunce los labios y mira a lo alto en gesto de “que pesao el niño”, pero no le presta mayor atención, si al resto – Bueno… esto, no creo que vaya a encontrar mis musas ahí abajo, pero vamos cuanto antes... - los pintores no tenían musa propia, tendría que acogerse a las 9. Mira hacia su tienda… se palpa los bolsillos, no necesitaba mas que lo puesto.