Partida Rol por web

Por los pequeños rayos de sol que entraban, pudieron saber que un nuevo día ha llegado. A medida que se despertaban, podían sentir un terrible olor a putrefacción que los cuerpos muertos generaban. Al analizarlos, notaron que se trataban de Leslie, Kazuo y Thomas. Los tres de maneras brutales y con ciertas diferencias.

Esa noche durmió hecha un ovillo, no acababa de creer lo que le habían dicho, ¿que ella había matado a Sam? ¿Apuñalando a una muñeca que se le parecía? Sentía su cuerpo helado y tenía miedo, no sabía bien que hacer, no merecía ese chico caer así, o al menos eso creía.

Al despertar... Lo que vio aun era peor... Tres muertos... Tras tantas conjeturas, Akire paralizada en un lado se incorporó en silencio, no quería destrozar el descanso de nadie por tan aberrante imagen ¿debería despertarles igualmente? Lágrimas de impotencia caían por sus mejillas, pero procuraba que nadie le viera hacerlo, no hacer demasiado ruido... Se acercó a los cuerpos haciendo conjeturas en voz baja.

- el muchacho (Sam) habló de enamorados, quizás por el mismo medio que supo de los asesinos, supieron ellos de los enamorados, uno muerto por los asesinos, el otro no soportó la caída de su amado... Y... kazuo? Por obra del poder de uno de ellos?

Su voz se desgarraba, ella misma dio su voto al anciano finalmente por sus confusas palabras, desvirtuaba y sabía cosas sin razón alguna, tal vez solo Sam podría dar algunas respuestas... Fue el que se jugó el pellejo por sacar a la luz la verdad...

Había pasado la noche dormido junto al anciano John Station, ambos arropados bajo mi túnica. De vez en cuando podía oír los ronquiditos del viejo conserje, quizá lo único más o menos normal que se escuchaba en aquella casa de los horrores.

Me desperté con un ligero bostezo, levantando los brazos, y lo primero que vi fue la dantesca escena que tenía ante mí: Leslie, Tommy y Kazuo. Los tres habían resultado asesinados mientras dormían. Me mantengo boquiabierto, incapaz de creer lo que veo, y me arrastro por el suelo hasta el cuerpo sin vida de Tommy, con el que había entablado amistad desde que nos habíamos conocido en la entrada.

-Despierta... despierta, tío... Despierta, no me puedes dejar así... -comienzo a murmurar, sintiendo que las lágrimas se me agolpaban en los ojos-. Teníamos que salir de aquí juntos, tío...

Escucho las palabras de Akire y no puedo evitar asentir mientras las lágrimas corren por mi rostro.

-Creo que Tommy y Leslie eran los enamorados de los que nos habló Sam... No veo otra explicación. Pero hay tres cuerpos. No entiendo qué pinta Kazuo en todo esto. ¿Y si uno de los tres fue atacado por los asesinos pero tenía el poder de defenderse del ataque atacando a otra persona? Si de entre todos, eligió matar a uno de los dos enamorados, puede que la pareja no pudiera soportarlo y también se quitase la vida.

Me levanté con gesto cansado, esta noche no había sido mucho mejor que la anterior, y mucho menos después de los extraños sucesos del día anterior. Desde la esquina en la que había dormido miré alrededor. ¿Porqué olía tan mal? Había tres cuerpos más esta mañana. Resultaba preocupante.

Aparté la mirada y centré la mirada en el resto de la gente. Fruncí el ceño. Algunos seguían sin decir nada aún con todo lo que estaba pasando, pero no dije nada.

- ¿Quieres decir como Romeo y Julieta? - pregunté a Akire cuando hizo el comentario de los enamorados - aún así, hay tres cuerpos y no creo que hicieran un trío con el profesor Tengan, así que es posible que puedan matar a más de uno en la noche o que haya más personas que puedan matar.

El sueño de la Sayuri fue incomodo, lleno de malos presagios y sombras de la noche anterior y el despertar no fue mejor.

Como avispas las palabras de otros tres llamaron su atención, aunque se mantuvo con los ojos cerrados, consciente de lo que deberían esperar aquel día...

Con dudas los abrió al final y se levanto de donde había estado acomodada, y lo vio... un grito amenazo con salir de su garganta ya prisa se cubrió la boca con ambas manos, cerrando los ojos y respirando a prisa.

No esperaba tantas muertes en un solo día.

Los abrió de vuelta y miro al resto elucubrar a prisa lo que sospechaban.

-Pero no podemos salir -hablo descorazonada fijando los ojos en el hueco del techo sobre sus cabezas -lo intentamos y fallamos, y tampoco hemos hallado puertas que nos saquen de aquí

-nuestra única opción es hallar a quienes nos estén haciendo esto y esperar que venga la caballería a rescatarnos -suspiro sacudiéndose el cabello.

Más cuando Carol habló palideció de vuelta, mirándola con espanto en toda la cara.

-¿Entonces no solo debemos buscar a un grupo de asesinos sino a varios grupos? Eso sería espantoso... pero también una posibilidad, en ese caso... habrían actuado tres... un grupo de asesinos que es el que ataco la noche pasada y otros dos que atacaron anoche -señalo, blanca como la cera. la idea no le gustaba. no le gustaba nada -eso haría una media de seis... ¿no? si lo que dijo Sam es verdad

Daisy durmió incómoda aquella noche. Se encontraba visiblemente frustrada, aunque no había expuesto la razón. Al despertar, aquel olor invadió sus fosas nasales, pero no pareció molesta por él. Simplemente se levantó y se quedó allí parada, mirando los tres cuerpos y observando las reacciones de los presentes, como si de una película se tratase.

No estoy segura de que podamos hacer esas presunciones tan rápido. Comentó la chica, de forma algo fría. Se fue acercando al cadáver de Kazuo. Por cierto, hay una persona más en el lugar de las muñecas. No diré su nombre, por si no quiere hacerlo público, pero os informo de que esta noche ha entrado otro. Somos tres allí ahora.

Se arrodilló junto al cuerpo del viejo y, con cierto desprecio, le dio la vuelta y cogió su mochila. Se quedó varias de sus provisiones y las metió en su propia mochila. No sabemos si alguna de estas tres personas estaban enamoradas entre ellas, pero lo que sí sabemos es que no podemos fiarnos de esas personas. Entre ellos está uno de los asesinos y la persona que nos encierra en ese lugar.

Tras acabar, cerró su mochila, se levantó y le dio una patada al cadáver del viejo. Este capullo era uno de ellos, por cierto. Uno de los que nos mataba por la noche. Lo he comprobado. Dijo, con enorme desprecio, antes de encenderse un cigarro y ponerse a fumar.

Se había quedado en un rincón apoyando la cabeza sobre sus rodillas y abrazando sus piernas. Quizás por miedo a que otra vez le arrancaran los ojos de forma brutal o solo intentando dormir cómodamente. Se despertó con un sobresalto, revisando sus manos y comprobando que seguía siendo humano. De momento.

Se levantó estirando su cuerpo y sintiendo los estrados de dormir en una muy mala posición. La dantesca escena que se desarrollaba frente a ellos no podía ser peor. Tres personas habían muerto, reduciendo sus filas de forma considerable. Oyó cada comentario y teoría, siendo la más interesante la de Daisy.

-Espero que no me hayas pateado cuando tomaste mi encendedor- a pesar de sus palabras, sonreía y ofreció uno de sus pocos cigarrillos a la morena-. ¿Entonces lo que dijo Sam era verdad? ¿O solo coincidencia?

Por supuesto que la afirmación de la joven podría no ser más que un farol, pero le daría el beneficio de la duda hasta que alguien más mostrara sus cartas.

El profesor Radjinovic gritó para detener a la joven Akire cuando esta armada con un cuchillo y un muñeco empezó a asesinar al joven Mitchel como si de una maniobra vudú se tratase.

¡Quieta! ¡Hemos dicho inmovilizar!

Intentó moverse para detenerla sin éxito. Algo le impedía moverse.

¡Detenedla!

Pero nadie actuó a tiempo. Con una última puñalada sobre el muñeco, el joven Mitchel se desplomó.

Siguió el silencio y algunos llantos. El profesor luchó sin éxito por no sentirse culpable y luego vino la noche.

Y tras la noche vino el amanecer y trajo consigo tres nuevas muertes. Hoy el profesor estaba menos hablador hasta que la señorita Thomas expuso lo que ella sabía.

Eso significa que la señorita Morton también es culpable. Y también que esos dos no murieron por ser enamorados, porque de ser así no habría nuevas personas en la sala donde estáis encerradas. A no ser que el enamorado que os metió allí encerrara a su víctima antes de morir.

Yo hoy votaré por Morton

No quiso profundizar más. Si el muchacho no hubiese sido tan tozudo y hubiese sido menso beligerante ahora estaría vivo, pero eso no le exculpaba de su participación. No del todo.

Sacó su grabadora.

Cuatro nuevas muertes desde ayer. Al parecer, uno de los asesinos ha sido cazado y el joven Mitchel decía la verdad.

Dormí muy mal con mis pesadillas habituales que no me dejaban dormir y esta casa parece que las acentúan. Mi malestar por el olor de los muertos y los gritos me ponen de mal humor.

Me mantengo frío como exige mi formación en un caso de emergencia por mi trabajo.... chicos Sam tenía razón, el señor Kazuo era un asesino. Por las noches sufro pesadillas y en esta ocasión me desperté alterado por una de esas pesadillas y vi como Kazuo se escabullía por la noche... la lástima es que Sam que era quien decía saber los nombres y por lo visto acertó este muerto.

Akire asintió algo reprimida - si fueran los enamorados, y los asesinos mataran a uno, el otro podría buscar venganza antes de quitarse la vida, de ese modo sería lógico que fueran tres...

En ese punto, se podía dividir su opinión en quienes decidían creer a Sam y los que no, ella entreveía ambas posibilidades, personalmente le creía, pero realmente veía ciertas incoherencias, estaba la tercera opción de que tal como dijo el día anterior, fueran dos asesinos enfrentados, en cuyo caso no sabría como entender las vueltas dadas por ambos. No le hacía ninguna gracia tener que decidir a alguien para morir, y temía que algo pudiera volver a tomar posesión de ella como cuando murió el chico por obra de un Ushi no koku mairi. ¿Habrìa forma de irse de ese lugar des una vez por todas?

-Dos personas ya han confirmado que Kazuo era uno de los asesinos, por distintas vías -dije, llevándome una mano al mentón, penativo-. Si eso es así, entonces Sam no mentía, al menos en ese aspecto, aunque nunca llegué a creer que nos estuviera diciendo toda la verdad. Si Kazuo era uno de los asesinos, intuyo que uno de los dos, Thomas o Leslie, tenía la capacidad de defenderse de un ataque. Supongamos que uno de los dos se defendió, escogió atacar a Kazuo por ser uno de los más sospechosos, ¿y después qué? Falta el tercer cadáver. ¿Por qué han muerto Leslie y Thomas juntos? Se me ocurren tres posibilidades:

1-Leslie y Thomas estaban enamorados o vinculados de otra forma.

2-Hay un segundo grupo de asesinos o un asesino solitario que no mató durante la primera noche.

3-Un posible inocente utilizó sus habilidades para matar a Leslie/Thomas, creyendo culpable a uno de ellos.

La noche no transcurre tranquila al ver cómo nuestros votos han arrastrado a la muerte a uno de nosotros... y de un modo cruel.

Pálido el sueño termina por derrotarme y arrastrarme. El despertar no es mucho mejor: tres muertes.

Y nuevas discusiones.

En lo personal creo que Sam tuvo suerte e intuición. Algo que los nuevos que hablan parecen confirmar.

Me apoyo en la pared y miro las muertes a la vez que arrugo la nariz. El olor no ayudaba a concentrarse.

Podría ser que el segundo ¿asesino? haya elegido el mismo objetivo en la primera noche. También podría ser un justiciero. O no puede hacerlo todas las noches. Ahora mismo faltan datos.

Acaricio mi mentón con un aire ausente.

Votar significa matar ¿cierto?

Observo la reacción del adulto, quien parecía estar bastante en contra de esta idea en un principio.

Supongo que las cosas son así.

- UUUUh... - entra Woo-Ji tras la parafernalia de rigor... palpitaciones al despertar y negación matutina para finalmente aceptar que hay que seguir el juego de la casa maldita. Ya sabiendo que también existen posesiones que obligan a los presentes a bailar con la muerte (por el día) antes de enfrentarse a ella (por la noche). No le gustaría jugar ese papel...

Para cuando la chica se centra, primero lo hace en Josh Canetti.

- Oye Josh, tienes derecho a hacer lo que te salga de los girasoles y tampoco es que me parezca mal, eh, pero... yo te diría que no gastes muchas fuerzas en Station, tío! - eleva una ceja - Y sigo tu línea de opciones, visto lo visto intuyendo que la primera, aunque no hay Sam que lo asegure. Y aunque sería más complicado de cuadrar tampoco descartaría que alguno de los dos se despertase cuando no debía.

- Sayuri, tranqui. Buscamos a un grupo, y en todo caso a un palmero que con un poco de muuuuucha suerte ya podría estar tieso - el secuestrador/ora.

Mientras habla la chica se sienta sobre la mesa del taller.

- Sam floreó demasiado su ataque y terminó dándole mecha al anciano. A mí me obligó a dudar de lo que pretendía bastante más que de lo que decía - resopla... - Y de hecho, todavía no lo tengo muy claro, pero en frío ya vemos que su piscinazo a la épica nos dejó empezar - Woo-Ji pestañea hacia los muertos, y entonces prosigue -También opino que el viejo Tengan se puso una diana en la frente. A Sam solo le hizo falta soplarle para que cayese. En sus peticiones, ese ojo por ojo y esa agresividad tan casual se intuía cosa mala. Ni idea de cómo ni porqué, pero no me extraña un culo y me alegro de tener una amenaza menos en este palacio de termitas y fantasmas.

Entonces mira para la bibliotecaria.

- Carol, ayer no te voté porque me pareces una tía guay y todo esto todavía podía ser o no ser. Pero... ya veo que al final vamos a tener que maquillarte la cara.

Estaba tan sumido en sus sueños que no escuchó el ajetreo de la noche, incluso seguiría dormido si no fuera por las dulces caricias de Amelia, sonriendo a la par que abría lentamente los ojos. Verla en su despertar le hacía olvidar dónde estaba y los peligros que acechaban, una cálida luz que le gustaba admirar siempre que podía, aunque en esos momentos no tuviera tiempo.

Contó los cuerpos, había más, muchos más de los que creía, ¿qué había pasado? Soltó un insulto al aire mientras reconocía los cadáveres, algunos evidentes como el de Sam tras colocarse una diana parpadeante en la cabeza, pero otros que ni siquiera entendía el motivo de su muerte.

- Esto es surrealista.- Esperó unos segundos mirando a cada cuerpo por si volvía a suceder lo mismo que la anterior vez, levantándose como si nada tras volver a la vida, pero parecía que nada de eso iba a suceder.

El resto hablaba y no se enteraba de demasiado, sacando su cámara por si su chica quería continuar el reportaje, pero sin saber si podría seguir demasiado tiempo sujetando su peso, levemente empezando a asustarse al saber que, poco a poco, los muertos superarían a los vivos.

- Tenemos que hacer algo, y rápido.- Sin poder evitarlo miró a Carol, todavía dudando de su inocencia, más cuando él mismo la había votado.- Mi voto fue para ti, y por ahora no tengo forma de demostrar que seas inocente. Esperaré por si alguien hace algo demasiado sospechoso, pero por ahora los dardos de Sam fueron acertados.

Me froté la sien y miré primero a Daisy.

- Vamos a ver, por partes. Para empezar, Daisy tiene razón, tenemos una nueva compañera, Akire, no creo que haya nada malo en decir su nombre, así ella misma puede confirmarlo - miré a la nombrada esperando a que lo confirmara. Observé la actitud de la animadora con el cuerpo del anciano y sonreí divertida, al parecer le gustaba desvalijar cadáveres - respecto a tu confesión, primero, como ha dicho el profesor Phillip, si hay un nuevo integrante quiere decir que el dueño todavía está vivo y sigue trayendo gente. Segundo, puede que me equivoque, ya que es fruto de mis suposiciones, pero ¿no eres tu la dueña de esa sala? Lo cual me lleva a plantearme cómo es que sabes de la culpabilidad de Kazuo ya que nunca ha estado en la sala. Aunque, vuelvo a decir, que esta parte es sólo suposición.

Después, centré mi atención en Oliver.

- Oliver, esas pesadillas de las que hablas, ¿son parte de tus poderes o te han surgido sin más durante la noche como si alguien te los hubiera creado? 

Al escuchar las palabras de Woo-ji me eché a reír.

- Sin rencores, querida, si termino agujereada como Sam creo que tus ocurrentes comentarios será lo que eche más de menos - miré alternativamente a Phillip y a Trevor - lo mismo digo, después de todo a alguien tenemos que votar.

Después, me quedé apoyada en la pared mirando a todos los presentes.

- Y por último, si hoy van a revivir a alguien más, pediría por favor que trajeran a Sam de vuelta, nos prometió dar más nombres. Sería una pena no darle la oportunidad de hacerlo.

Mis pesadillas Carol vienen de cuando tenía 15 años, digamos que un suceso en ese momento hizo que las pesadillas se repitan. Ocasionalmente son mas intensas e incluso puedes despertarte sobresaltado y de golpe de lo intensas que son, imagino que el despertar de la noche anterior con John me afecto mas de lo esperable e hizo que despertara en la noche sobresaltado. En este caso no son pesadillas relacionadas con ningún poder y si mas por lo que me aterra la situación que estoy viviendo mas mi pasado. Ojalá me hubiera despertado para ver quien mató a John antes de resucitar y poder acusarle con la certeza que puedo acusar al señor Kazuo ahora pero el único que afirma poder dar mas de un nombre es Sam y esta muerto.

Tener que reconocer públicamente mis pesadillas y mis miedos nocturnos es una prueba de fuego para un problema que siempre me ha atormentado, no es fácil reconocer ante todos que tus debilidades son tan evidentes y pueden usarlas para hacerte daño, quedando totalmente expuesto y vulnerable.

Señorita Morton, si tiene conjeturas de que sea Thomas la responsable de su encierro, puede airearlas, pero ya que sabemos que la persona que encierra tiene un enamorado o enamorada, la cuestión de cómo ha podido obtener la señorita Thomas esa información acerca de Tengan es irrelevante por trivial. Si es la que encierra la obtuvo de su pareja y si no es la que encierra la obtuvo ditectamente. Por lo que no se plantean dudas acerca de su afirmación. Además, el hecho de contar con alguien que corrobora esa afirmación reduce al mínimo la probabilidad de error. Dicho de otro modo, a mi modo de ver usted es una de las culpables o, al menos, se puede afirmar esto con mucha menor posibilidad de duda que del resto de los presentes.

Daisy sonrió de vuelta a John, una sonrisa traviesa. Jamás patearía un culo tan bonito. Le respondió, acercándose a él y aceptando el cigarro. Cada vez quedaban menos cigarros, pero confiaba en que, con los que había traído ella y los que tenía el mecánico, fuesen suficientes. Yo creo que Sam dijo la verdad. Añadió, colocándose junto al mecánico, parecía estar cómoda con él. Kazuo es uno de los asesinos, así que Carol probablemente también lo sea.

Sin embargo, no creo que debamos traerlo de vuelta. Miró a Carol con dureza, ya que había sido ella la que lo había sugerido. Si confiamos en lo que dijo Sam, sus tortolitos no son trigo limpio. Uno de ellos mata por las noches y el otro nos encierra en esa habitación. Sam podría estar de parte de esos tortolitos y podría tratar de protegerlos y despistarnos.

Dio una calada a su cigarro y después prosiguió. Me gustaría saber, Carol, qué te hace pensar que yo nos he encerrado allí. Además, si crees que soy uno de esos enamorados, es curioso que sospeches de mí como la secuestradora y no como la asesina. Posiblemente sea porque ya conoces a todos los asesinos, ¿verdad? Sonrió de medio lado. Si de verdad quieres acabar con la pareja que os ha delatado a Kazuo y a ti, te sugiero que des el nombre que conoces, el del enamorado asesino, en vez de hacer suposiciones incorrectas. No, mi... poder, aunque yo más bien le llamaría maldición, no tiene nada que ver con encerrar a la gente en ese lugar, siento decepcionarte. Es bastante más sucio que todo eso.

Le dedicó una media sonrisa a Daisy, una chica práctica y directa. Le caía muy bien. Solo el hecho de que pudiera ser una asesina podría llegar a desanimarle, pero creía que todos allí podrían serlo. Procuraba no pensar mucho en ese tema para no sentirse paranoico.

-Nunca entendí porque Sam mantuvo esos supuestos nombres ocultos- dijo exhalando una gran nube de humo a través de la nariz-. No era una forma de sobrevivir a los asesinos, sino un medio de mantenerse vivo- fuera ya de ese tema, se acercó a todos los muertos recientes. Según sabia e imaginaba por experiencia propia, encontraron su cuerpo con los ojos destrozados. No todos deberían haber muerto de la misma manera, así que un examen a simple vista debería arrojar algo de luz. Al menos saber quien murió por asesinos saca ojos y quien por alguna otra cosa. No era forense, así que tendría que ser algo muy obvio y detectable a simple vista.