Partida Rol por web

El nuevo día se asomaba y los primeros rayos de sol golpeaban los rostros de aquellos que tenían la fortuna de respirar un día más. Tal vez era la costumbre, pero el olor a sangre fresca ya no era novedoso para los allí presentes. Abrieron los ojos esperando encontrar la nueva víctima y pudieron ver a Leslie. Su espalda apuñalada y su cuello destruido y ensangrantado. Había una mancha de sangre en el suelo alrededor de su rostro y sus ojos abiertos de par en par que miraban al vacío.

Miraron alrededor esperando encontrar más víctimas, pero no parecían ver nada más. Algo que se había vuelto de cierta manera sorpresivo, teniendo en cuenta el récord de muertes de las últimas semanas.

La paz parecía retornar cuando la voz de una mujer que no podían reconocer resonó.

- Serán mías. Sus almas serán mías... - reía desmesurada mientras el silencio volvía a la sala. Parecía que aquel juego no terminaba y quizás esa voz le pertenecía a "ella". Aquella que buscaba venganza.

Los muertos superaban por mucho a los vivos, no había rincón en el que no pusiera su mirada sin ver algún cuerpo cubierto de sangre. Solo el cuerpo de Sayuri había sido casi completamente destrozado, como si Woo-Ji hubiera renacido de forma brutal en el cuerpo de la joven. Se quedó unos instantes mirando al masa negruzca y rezumante, como esperando algo. Pero pronto se giró, con el rostro tenso y la mirada febril. Esa casa seguía quitándole cosas, no dejaría que se llevara sus almas.

-Espero que hayan averiguado algo, porque no estoy de ánimo para discusiones inútiles- habló sin despegar los dientes, como si fuera un animal amenazado-. Cuatro personas murieron: Amelia y Josh por estar emparejados, Leslie por los lobos, Sayuri por alguna otra cosa que trajo a Woo-Ji- la joven debía estar bastante traumada luego de haber aparecido así, pero necesitaba respuestas-. Cualquier cosa que aporte luz, será bienvenida.

Daisy despertó con aquel olor metálico al que estaba empezando a acostumbrarse. Echó un vistazo alrededor y miró el cuerpo sin vida de Leslie. ¿Otra vez? ¿Por qué la toman con ella tanto? Preguntó, más para sí misma que para los demás. Vio que Jhon se había despertado también y se acercó a él, asintiendo. Por favor, que yo ando un poco perdida también. Pensaba que Amelia y Sayyuri eran los últimos asesinos, pero parece no ser así.

Tras esas palabras, elevó la voz para que todos la escucharan. Yo tengo una pieza más en todo esto. Ayer le robé la habilidad a Trevor. La verdad es que no es demasiado útil, pero él era inocente. Podía ver lo que los muertos podían hacer, aunque no siempre le funcionaba. Traté de usarla con Hanuel para ver lo que podía hacer él, pero fallé, así que no tengo ni idea de lo que el hombre hacía.

La mirada de Daisy se centró en la recién llegada. Supongo que podrás confirmarlo, ¿no Woo?Al fin y al cabo has estado en el otro lado. Ah, ¿y qué narices ha sido esa forma de volver? Has sido tú o te ha traído alguien? Me ha dado escalofríos.

Phillip se había quedado paralizado largo tiempo, cuando las cosas empezaron a activarse y las primeras voces volvieron a sonar, a Phillip casi le parecía que hubieran pasado meses.

Siento decir que esta casa está jugando con mi memoria. Ya ni siquiera recuerdo con claridad de quiénes sospechaba. Creo que compartir dónde nos encontramos es un buen punto, si alguien hace los honores.

Akire miró a todos, si el propietario de la sala de muñecas llevaba a alguien más, posiblemente todo acabara, el problema era no saber si para bien o para mal...

- yo intenté traer a Woo pero no pude, por otro lado, la casa de muñecas aunque me guste, preferiría no quedar encerrada en ella, solo quedan Phillip y Thomas, a parte de eso no se a quien traer ya, demasiadas sospechas... Pero siendo que no hay muñecas nuevas hoy, ese no debería ser problema.

Luego de un minuto de pausa...

- no sabiendo a quien votar, y si no proponéis a alguien mejor, votaré por tercera vez a Karioni...

- Ogh... volví, feos... - dice Woo-Ji, un poco aturdida...

- Yo también estoy un poco confusa, t-tengo la memoria un poco atrofiada porque ha sido una noche demasiado larga, pero regresé dado que el mensajero nos dejó hacer un cambio vía votaciónes ultratumba - comenta, primero tosiendo, y luego frotándose un ojo para quedarse con el entrecejo medianamente fruncido - Un vivo por un muerto - y de ahí esa tenebrosa manera de deshacer a Sayuri.

- Ciertamente esperaba que Daisy me copiase el poder y bajase a coordinar esta oportunidad, ya que temíamos que Akire chocase con nuestra decisión, pero si no sabíais nada el asunto se explica solo - Se lamenta -  En todo caso, nosotros optamos por Sayuri buscando a los enamorados, cosa que se ve que habéis logrado vosotros con Josh y Amelia. Y no me esperaba que Josh nos estuviese jugando en contra, la verdad, pero en las ruinas del cementerio se está desplegando como un autentico psicopata.

- Tanto Haneul como Trevor son inocentes y han colaborado lo indecible. Confirmo lo que dice Daisy sobre el segundo.

Entonces mira para Witaker

- Hay que sumarse a Akire, creo que frenando a Karioni nos largamos de aquí!

Oh, tiene sentido. Dijo Daisy, sonriendo a la punk. Me habías acojonado muchísimo saliendo de dentro de Sayuri. Casi me da algo. Rió.

Por cierto, ¿puedes preguntar a Leslie qué fue lo que pasó y lo que podía hacer? A Hanuel también, por favor. Tengo la impresión de que a Leslie la mataron porque la pillaron husmeando, pero no estoy segura. Dijo la animadora, compartiendo sus sospechas con los demás. Philip, tú la trajiste de vuelta, ¿no? ¿Sabes algo?

Sé que esa era su habilidad y que probablemente esperasen otro resultado al ir a por ella, pero creo que estás sacando una conclusión que no se ajusta necesariamente a la realidad respecto a mi y ella. En cualquier caso, creo recordar que efectivamente Karioni resultaba sospechoso.

-¿Haneul está ayudando? – Había cierta incredulidad en su voz-. Si amenazó con decir quien revivía si le votábamos- hizo un gesto despectivo, aunque quizás ahora que estaba muerto resultaba mucho más útil que vivo-. Josh había acusado a Karioni, algo que ya me hace sospechar, pero necesito algunas pruebas- todo lo dicho por Woo-Ji no le sorprendió, incluyendo la muerte de Sayuri-. Sé la habilidad de varios, aunque sea por lo que dijeron y alguna conclusión apurada. Solo que en la ultima noche pasaron demasiadas cosas, no cuadra con la cantidad de gente que queda.

La casa me llevo a intentar matar a Akire. Por fortuna, alguien la protegió.

Sincero, directo y sin medias tintas. Los ojos bailan entre los presentes, preguntándose hasta qué punto tenía sentido seguir hablando pero dedica una sonrisa resignada y se apoya en la pared.

Es inocente, pero no sé porqué la ha tomado conmigo. He tomado la iniciativa contra traidores. He votado a otros incluso antes de descubrirse como tales. He hablado de los susurros y he contado mi don. He defendido a inocentes cuando aún no estaban demostrados.

El cuerpo de Leslie debería ser prueba más que suficiente para mis palabras, si yo intenté atacar a Akire, obligado por la casa, pues no le dí el nombre que me pedía... ¿quién la mató a ella?

Bufa bastante harto de la situación, sin demasiado interés en realidad.

Hay un lobo entre corderos. Si muero hoy, alguien me acompañará. Espero acertar para poder liberaros al menos. Aunque restan algunos necios, no todos merecen morir, otra vez en algunos casos, aquí.

Se cruza de brazos y cierra los ojos. No tenía demasiadas ganas de más.

-Eehh.... Yo estoy aquí coleguita. -Contesto a la mujer que menciono que estaba aun en el otro lado. -Supongo que te confundiste de nombre, no pasa nada. Somos muchos con la letra T. -Comento sonriente el medio Irlandés.

-Por otra parte, me alegro un huevo y medio que Woo este aquí de nuevo, así ya tenemos contacto con los muertos ¿Que no? -Le mando otra sonrisa a la mujer de pelo negro.

-Para mi a sido un palo lo de Josh... lo consideraba buen chaval un tío en quien confiar... pero supongo que es verdad lo que dicen, el amor jode todo lo demás... -Se rasco la nuca un tanto incomodo.

-Que se me olvida... -Se toco los labios con el dedo mirando al techo. -¡A si! Cuidadito con lo que hacéis en la noche, hay un numero limitado de veces en los que puedes proteger a la gente, eso dijo la casa al menos. No se tíos, no entiendo a esta casa a veces ayuda y otra veces putea. En fin... yo estoy igual que el profe, ¿Teníamos una lista de inocentes? Yo ahora mismo solo tengo en la cabeza a tres, pero creo que eramos mas. -Se encogió de hombros, tenia la sensación de a ver estado meses allí encerrado sin hacer nada mas que estar de pie mirando a los presentes.

- se que estás aquí, lo que dije es que sois los únicos vivos fuera de la casa de muñecas, aunque wóo tampoco está, añadí un "a parte" haciendo referencia a "otra cosa", pues dejando de lado ese hecho, no estaba segura de a quien traer de vuelta... Aunque me voy haciendo una idea.

Trevor es una buena opción, Akire. Le dijo Daisy a la joven. Es un buen chico y acaba de ser traicionado por su novia, amante o lo que fuese. Además, luego el grupo de su amante lo mató. No se merecía eso. Puede que lo que puede hacer no sea lo más útil, pero hay que tener en cuenta que tampoco está en la casa de muñecas. Sigo pensando que Josh era el que nos metía ahí dentro, pero está bien tener gente que no está en la casa de muñecas, por si tiene alguna forma de volver. No quiero sustos.

Pero bueno, como siempre, es tu poder y puedes hacer lo que quieras con él. Yo solo intento señalarte la gente que sé a ciencia cierta que es inocente. Hizo una pausa y se sentó apoyando la pared sobre la espalda y mirando el cadáver de Hanuel. Por cierto, creo que hoy cogeré el poder de Hanuel, más que nada para comprobar que es inocente, ya que parece que no es uno de los asesinos. No quiere verme obligada a matar otra vez.

- A MANDAR, TOMMY! - le dice Woo-Ji

Entonces vuelve a ajustarse los guantes, cual manía, y se gira hacia los demás para hablar de los muertos.

- El cuatro ojos colaboró a tope manteniendo un perfil activo en todo momento, sobretodo preguntando y buscando la forma de comprender las cosas, luego aportando todo lo que sabía de un modo que solo yo y él pudimos entender (chapeau) - Y... no sabía si Akire estaba presente también - Si me lo preguntáis a mí... merece salir de esta con vida. A pesar de lo desmedidamente friki que es - Bueh... para Woo-Ji era el típico al que había que, tradicionalmente, hacerle bulling.

-  Trevor está de bajonazo y no logró ayudarnos tanto como quisiera. Pero es un inocente que también merece salir de aquí - Igual resucintandolo le entraban ganas de vivir, porque ahora mismo el chaval tenía ganas de morirse otra vez.

- El segurata nos metió una trola - dice - Él fue quién mató a Kazuo para adoptar su poder (temporalmente), y por ello... se vio obligado a matar a alguien, por lo que optó por Clarice - dice, cuenta, resume, o recuerda - Es un tanto camaleónico, y se supone que todavía le queda un disparo. Disparo que no sería útil porque si mata a un asesino se queda con su puesto, y si mata a un inocente, pues ya ves tú.

- Yo creo que sé lo que hacéis todos, y todos sois inocentes. Excepto Witaker, a quién lo considero inocente por extensión de Daisy. Y Karioni, que se ha marcado muchos extraños.

En realidad te equivocas, Woo-Ji.

Pero no tiene sentido. No habéis escuchado nada de lo que ha pasado.

Ya lo veréis cuando acabéis conmigo y alguien más me acompañe al otro lado.

Yo ya dije a quién intenté matar por culpa de la casa. Y pese a todo hay otro muerto. ¿No me descartaría eso? ¿O es demasiado complicado?

Tommy asentía a las palabras de Woo así como a las de Karioni.

-Ehh... Creo que ahora mismo eres de los que tienen mas papeletas para salir Karioni... Pero al menos yo doy fe de lo que dices, sobre el segundo ataque frustrado a Akire... -Se rascaba la oreja un tanto dubitativo. -Esperemos que cuando salgas si no eres tú el ultimo, al menos que te lleves contigo a quien se ha cargado ha Leslie. -Sonrió un tanto incomodo.

Con la caída del último rayo de sol, venía la tensa calma, aunque parecía que esta vez la certidumbre superaba a la duda, ya que la mayor parte de los ojos se centraron en un mismo objetivo. El joven de cabello oscuro miraba alrededor y trataba de convencer a sus compañeros de lo contrario, pero no parecía haber duda en sus semblantes, solo determinación. 

La segunda pregunta fue resuelta rápidamente cuando un gentil Tommy salió al frente con ojos vacíos y mirada decidida, la muñeca en su mano izquierda y el cuchillo en la derecha. Todos sabían que lo que vendría podía significar el final y su libertad, y eso era suficiente para comprender lo necesario.

Tommy sujetaba con tanta fuerza la muñeca que Karioni parecía incapaz de mover brazos y piernas. El ejecutor se fue acercando a su víctima con paso lento, pero decidido. Llegó hasta el oriental y clavó el cuchillo en su vientre. Los ojos del pelinegro se abrieron presa del dolor y la sorpresa debido al ataque directo que había recibido y de lo diferente que era la suya a las demás ejecuciones. Karioni trató de decir algo, pero Tommy puso un dedo en su boca para silenciarlo y le propició una segunda puñalada en el torso para luego retirar el cuchillo de allí y lamer la sangre que había quedado impregnada en la hoja. Karioni gritó por el dolor que sentía, pero nadie hacía caso a sus ruegos. Tommy quitó su mano de la boca de Karioni y abrió su garganta con la destreza de un verdadero asesino. Los ojos de Karioni se vaciaban poco a poco y su cuerpo caía al suelo. Sus pupilas dilatadas y su cuerpo que daba sus últimos saltos por sobrevivir, pero que era cobijado por el inevitable sueño de la muerte.

Un ensangrentado Thomas reaccionó y tiró el cuchillo y la muñeca al lado del joven y miró sus manos mientras saboreaba la sangre de Karioni que aún quedaba en su boca.

Un grito ensordecedor retumbó por todo el lugar y la ya frágil estructura comenzó a temblar. Todos se preguntaban qué pasaría, pero algunos milagros comenzaron a materializarse. El cuerpo de Trevor comenzó a brillar con una luz cálida y tenue que inspiraba paz y tranquilidad a todo aquel que la observara de cerca. Sus heridas se sanaron, su ropa se limpió de la que había sido su sangre y su piel recuperaba poco a poco su saludable color. Con esto, Trevor volvía al mundo de los vivos.

No muy lejos de allí, un cuerpo rígido debido al ácido láctico recuperaba su movimiento. La figura de Leslie se movía de manera errática mientras los músculos se suavizaban y las heridas que le habían causado la muerte se cerraban. Sus ojos volvían a enfocar los objetos a su alrededor, su corazón y pulmones se activaban y tras un suspiro profundo, Leslie volvía a la vida, aunque sus heridas eran aún visibles.

La noche caía y con ella la oscuridad, la incertidumbre de saber qué seguía. ¿Pasaría todo? ¿Se había terminado? ¿Los rescatarían?

Entonces, un grito ensordecedor inundó el lugar y se vieron en la necesidad de cubrir sus oídos, mientras la frágil estructura que quedaba en pie temblaba. Sentías la madera crujir y temían que fuera a caerles encima. Miraron los cuerpos de aquellos que no habían sobrevivido y parecían no moverse. ¿Había realmente valido la pena teniendo en cuenta que aparentemente todos morirían?

John Witaker abrazó a Sayuri mientras lágrimas caían por sus mejillas y un recién revivido Trevor observaba con tristeza a la caída Amelia junto a Josh, pero Akire se acercaba al joven y le sonreía amablemente. Habían llegado juntos y la travesía los había separado. Leslie se acercó a Phillip y asintió en agradecimiento, mientras Daisy y Tommy se miraron y sonrieron. Woo-ji se acercó a John y puso una mano sobre su hombro tratando de reconfortar su dolor.

Tal vez eran sus últimos momentos. Pedazos de roca comenzaban a caer y luego trozos de madera, para luego montañas de arena. Era el fin, eso era seguro. Sobrevivir para morir encerrados en una prisión de escombros.

- Creo que los hallamos... - una voz lejana se escuchaba a lo lejos, casi como si se tratara de un sueño de un pasado distante.

Era difícil respirar, los ojos dolían, el cuerpo no se movía. Tal vez era la muerte o tal vez era todo aquello que les había caído encima. No era fácil de comprender a ciencia cierta, pero el estado de suspensión era casi total.

Entonces, el brillo del sol golpeó tu rostro como si de una piedra se tratara. ¿Cuántos días sin ver el sol? ¿Cuántos días habían pasado en aquel lugar? Abriste los ojos y pudiste ver que muchas personas te rodeaban, te hacían preguntas que no entendías y cerrabas los ojos nuevamente por la dificultad de acostumbrarte. Sentías algo sobre tu rostro, pero era difícil describir de qué se trataba.

Pasaron minutos, o tal vez horas, cuando volviste a abrir los ojos y te diste cuenta dónde estabas. Se trataba del lugar donde todo había comenzado. Estabas afuera de esa casa vieja que había sido el objeto de todo aquel dolor y sufrimiento. Estabas descansando sobre una camilla y con una mascarilla de oxígeno sobre tu rostro. Un grupo de médicos y socorristas se encontraba allí.

Al mirar alrededor, notaron que quienes parecían estar en la misma situación eran los mismos que habían sobrevivido a la matanza de aquel enfermo lugar. No muy lejos de allí, se encontraban una serie de cuerpos cubiertos con unas mantas. Por el número no era difícil deducir que se trataba de aquellos que habían muerto tal vez a sus manos, o a las de algún otro de sus compañeros.

Lo último extraño que notaron fue al presidente de la fraternidad y su novia dando explicaciones a la policía mientras Junsu, el segundo al mando, solo observaba con preocupación en su rostro. Al parecer, poco después de haberlos abandonado, la casa se había desmoronado, enterrándolos con ella. Buscaron sobrevivientes toda la noche y aunque tardaron mucho, llegaron a ustedes cuando la luz del día cubrió la casa. Casi había sido un milagro, teniendo en cuenta el número de horas que pasaron enterrados bajo los escombros sin poder respirar. No entendían cómo los cuerpos de los fallecidos parecían tener un estado de descomposición tan alto en algunos casos, pero eso solo lo atribuyeron a la humedad de aquel lugar. Al parecer, esa misma humedad había causado el derrumbe.

Después de que la policía tomara sus versiones de los hechos y tratara de convencerlos de que todas esas alucinaciones pudieron ser causadas por la falta de oxígeno, la novia de Min-ho y Junsu se acercaron a ustedes con cara de cargar una pena terrible bajo sus hombros. Aine habló primero.

- Sé que cualquier cosa que pueda decirles será simplemente una tontería a sus oídos, así que solo puedo disculparme a mi nombre y al de Min-ho. Al ser él quien planeó todo, será puesto en la cárcel por un tiempo. Los buscamos casi de inmediato, de verdad. Solo lamento que tantos hayan perdido la vida - eran personas con sueños y aspiraciones, al igual que cada uno de los que había sobrevivido.

Junsu dejó que la chica hablara con libertad, pero cuando ella comenzó a llorar, este tomó la vocería:

- Sabemos que no podremos compensar nunca lo perdido, pero hemos decidido dar a cada uno el triple de la suma que se les había prometido. Merecemos cualquier castigo que la ley quiera darnos, pero por ahora es todo lo que podemos hacer. Les podrá servir más ese dinero que a nosotros - la suma ya era generosa. Recibir tres veces más era un cambio de vida para casi cualquier persona. No era para alegrarse por haber sobrevivido a expensas de algunos de sus compañeros, pero era un problema menos por resolver. Con esto dicho, los dos chicos se retiran.

Mientras terminaban de hacerles los chequeos médicos correspondientes y les daban el alta, tendrían algo de tiempo para platicar.