Partida Rol por web

HLCN - Ciudad Bala Dorada.

Día 1 - Antes llega la muerte.

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19/01/2015, 00:07
Reverendo Adam Strong
Sólo para el director

Notas de juego

He desenfundado más rápido que tú, máster. O.o

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19/01/2015, 00:31
Rocky Roca

La noche había caído en Bala Dorada, y una vez más se había marchando dejando a su paso un nuevo día. La luz del amanecer empezó a bañar con un tono dorado las maderas del Saloon en el que seguían reunidos los habitantes de ese pequeño pueblo perdido en la inmensa nada del desierto a la espera de aclaraciones.

Pero toda palabrería quedó acallada por un seco aunque sonoro golpe que atrajo toda atención, miradas y contorsiones de cuellos. El Revenger, llevado por su cabeza, con medio cuerpo todavía en pirámide, había caído desplomado. Y probablemente hubiese sido catalogado de mal bebedor y abandonado en ese mismo lugar y en esa misma posición si no fuese porqué tenía la hoja de un hacha incrustada en su cabeza.

Rocky escupió el tabaco de mascar, a esas alturas casi traslucido, y corrió hacia el hombre muerto, hincó una rodilla al suelo y le sujetó la cabeza con ambas manos para, con delicadeza alzarsela en busca de su rostro.

Vecinos, este hombre ha muerto. Del todo. - anunció su deducción segundos antes de soltar la cabeza que volvió a repetir el "clonck" que había dado inicio a un nuevo día.

Ante esas palabras Jessy soltó un chillido agudo, extremadamente agudo y prolongado mientras se llevaba ambas manos a los oídos, protegiéndose de sus diablos, primero chilló estática en su sitio, luego se levantó sin abandonar esa nota, se dio media vuelta y saltó por la ventana ignorando los cortes de los cristales siguió corriendo con el torso y rostro rígido, guiada por sus piernas desierto adentro.

Emily volvió a manifestar su desprecio, fastidio y desaprobación por la situación entornando los ojos al techo; medio segundo después regresó a la hoja en la que había anotado a los presentes - El Revenger, sin profesión, sin arte, sin oficio. Simplemente vengativo. - sonrió de medio lado - Sin interés alguno para la Agencia.

El Sheriff por su parte cargó un cartucho en su escopeta de matar búfalos, apoyó un pie en la ventana rota, y el arma en su pierna respectiva y terminó con el sufrimiento de Jessy. Acto seguido volvió a lo que les concernía más urgencia - Verán, los asuntos burocráticos, todo esto de relaciones con los pielroja y todo eso de Sheriff el gato del vecino se ha cagado en mi puerta se lo cuentan a ese señor; - señaló con la cabeza al Reverendo Adam Strong* y, volviendo a colgarse su escopeta del hombro hizo crujir su espalda -  y ya estoy mayor para vigilar calabozos, tu – señaló a Rosalind* - dejaré las pobres almas condenadas a tu cargo, cantales, distráeles, por unas horas que les van a quedar, dales el gusto.

Dicho lo cual se desperezó y salió del Saloon.

Notas de juego

* Sheriff (Los aldeanos puede comunicarse con él en su Caseta, en caso de empate su voto se contabilizará doble, o en su defecto, tendría la obligación de desempatar. Cuando muere nombra al siguiente Sheriff).

** Alguacil (Una vez por partida puede perdonar la vida a uno de los linchados, siempre que se lo pida y quiera concederlo.

El Coronel Luisiana es el Barbero (una vez por partida y en turno diurno puede eliminar a un "lobo" -forajidos/ vendedores de ataúdes- si acierta, se le felicita y no hay votaciones; si falla, será él el linchado). 

 

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19/01/2015, 00:32
Emily

- Creo que es claro que el responsable de esta carne para los carroñeros esta en este Saloon.– tomó el relevo de la palabra Emily evitando que el silencio diera pasó a la posibilidad de un inicio indeseado de intercambio de opiniones – Así como creo que es claro hay que encontrarle y ajusticiarle. – hizo un barrido visual por todos los presentes – Ustedes se conocen, denme un nombre; de lo contrario, les puedo asegurar que antes mañana habrá más muertes.

Creía no tener asuntos en este pueblo – una sonrisa pícara volvió a dibujarse en sus labios – me alegra saber que me equivocaba. En Pinkerton les complacerá saber me he acercado tanto a ellos.

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19/01/2015, 13:54
Reverendo Adam Strong

Hacía mucho tiempo que el reverendo no pasaba una noche entera sin pisar su habitación. Años atrás, cuando todo era diferente, aquello era algo frecuente, pero las cosas habían cambiado mucho desde entonces. Para mejor, era de suponer.

De modo que cuando el tal Rocky y la señorita Emily los retuvieron allí durante tantas horas el hombre acabó por dormir alguna cabezada sentado aún en la silla. Se sentía incómodo allí, y pensar en qué estarían haciendo Cody y Emma o si habrían cenado le hacía querer levantarse y marcharse, pero los dos recién llegados aún tenían cosas que aclarar.

Cuando de repente El Revenger cayó al suelo con un hacha incrustada en la cabeza Strong se sobresaltó y miró a todas partes y a ninguna a la vez, sin comprender cómo podía alguien haber hecho eso al hombre sin que él se hubiera dado cuenta. Quizá le había pillado en medio de una cabezada, pero ¿por qué nadie había hecho nada para evitarlo?

Al ver cómo la otra mujer echaba a correr como alma que lleva el diablo, incluso saltando por la ventana y cortándose para ello, el reverendo se quedó mirando al supuesto Sheriff, a la espera de que hiciera algo. Aunque no se esperaba que la matase sin ningún tipo de contemplación. Strong había conocido a muchos hombres en su vida, y Rocky parecía del tipo que menos le gustaba: aquellos que se creen con derecho a hacer cualquier cosa sólo porque su cañón es más largo.

Acto seguido, cuando el hombre comenzó a hablar, los ojos de Adam Strong se clavaron en él, y si hubieran podido habrían perforado sus pupilas con esa misma mirada.

- Esto qué es, - Respondió. - ¿algún tipo de venganza por poner en duda su labor? ¿Como ve que esto es peligroso escurre el bulto en cuanto puede? - Insistió, molesto, antes de dejar escapar un suspiro. - Y usted. -Dijo luego, refiriéndose a Emily. - ¿Quiénes son ellos? ¿Y por qué está tan segura de que quien ha hecho eso a El Revenger está aquí presente? Ahí - Continuó, señalando en dirección al desierto. - tiene una señorita que acaba de huir a través de la ventana después del asesinato.

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19/01/2015, 13:58
Joey Thorton

Joey no entendía nada. Debía haber tenido otro de sus lapsos de memoria. Sí, eso tenía que haber sido, porque un momento antes estaba invitando a una copa al nuevo sheriff y al momento siguiente... PLUF...

Era ya el amanecer, un tipo aparecía con un hacha clavada en la cabeza, alguien saltaba corriendo por una ventana, el sheriff practicaba tiro al plato y después se largaba y les dejaba allí a la estirada diciendo no sé qué de que acusasen a alguien de entre ellos.

¿Me he perdido algún capítulo del serial? - Exclamó Joey estupefacto y confuso

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19/01/2015, 14:14
Maybelle Canary

Maybelle había pasado la noche en el mismo lugar que había ocupado al entrar en el Saloon, sentada en la misma silla apartada y con la mejilla apoyada sobre sus brazos cruzados. No estaba acostumbrada a pasar todo el día ociosa y menos encerrada en un mismo lugar con tanta gente alrededor, así que se dedicó a beber whiskey y contemplar a los lugareños hasta que cayó la noche sin que les hubieran permitido marcharse y finalmente se quedó dormida. 

La luz dorada acariciando sus párpados cerrados fue lo que la despertó en esta ocasión. Se frotó los ojos mientras se desperezaba y estiró la espalda, que crujió tras pasar tantas horas doblada en una silla. Estaba empezando a ponerse en pie con una mueca en la boca cuando el sonido de un cuerpo cayendo atrajo su atención de inmediato. Como un resorte su mano se dirigió a la pistola mientras sus ojos verdes escrutaban el cadáver de El Ravenger cayendo con un hacha en la cabeza y después recorrían el lugar, analizando quiénes estaban cerca del hombre, buscando quién podría haberse cargado al tipo tan rápido que sus veloces ojos no lo habían visto. Sin embargo, nadie parecía responsable del asesinato y Maybelle no llegó a desenfundar. Para eso estaban el nuevo sheriff y su ayudante allí. Aunque su brazo permaneció con el codo doblado y los dedos rozando la culata del arma. Por si acaso.

Con gesto impertérrito su mirada siguió a la mujer que gritaba y trataba de huir hacia el desierto y al ver cómo el sheriff se la cargaba de un tiro tan sólo enarcó una ceja. No por la muerte de la mujer, pues había visto muchos cadáveres en su vida. Sino porque empezaba a comprender que las cosas en ese pueblo se resolvían a las bravas.

Maybelle no dijo nada mientras volvía a sentarse. Sus ojos buscaron a la camarera con intención de pedirle un whiskey doble. Iba a necesitarlo si tenía que pasar más horas allí encerrada. Escuchó al cura y al croupier y un breve asentimiento de cabeza reveló que sus pensamientos iban por la misma línea. Sin embargo, tampoco añadió nada más a lo que los hombres habían dicho. Sus manos se dirigieron automáticamente a la bolsa de tabaco y empezó a liar un cigarro. El primero de la mañana.

Finalmente, tras algunos segundos se lo llevó a la boca y lo prendió. Tras inhalar la primera calada miró pensativa hacia la ventana antes de dirigirse al sheriff y su ayudante. - Entiendo entonces -comenzó, haciendo un leve ademán hacia el desierto que se veía a lo lejos- que no podemos salir de aquí si no queremos ser alimento para los buitres. - Dijo, con tono serio y enunciativo mientras exhalaba el humo. No era una pregunta exactamente. No después de haber visto lo sucedido con esa mujer.

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19/01/2015, 14:28
Francis Prescott

Francis esa noche había dormido como un crió con pañales limpios, agarrado a los pechos de una de las chicas del Saloon,después  de despedirse de ella bajo cuando escuchó el revuelo, se encendió el pitillo pre-desayuno y se puso a mirar el tumulto.

No quiero ser desaprensivo pero tiene un hacha en la cabeza... y sabemos quienes matan así en las praderas, me sorprende que nadie diga nada sobre eso.

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19/01/2015, 16:20
James E. Riley

Apenas había podido dormir la noche anterior, me la había pasado otra vez pensando en mi mujer, en encontrarla de nuevo y disculparme con ella por lo que pasó. 

Como el día anterior, me despertó revuelo en la calle y de nuevo me asome por la ventana a ver qué pasaba ahora... Veía a la gente del pueblo reunida alrededor de algo... Me vestí y me acerque a ver que pasaba... Y allí tumbado en el suelo vi a el ravenger... En ese momento Jessy gritó enloquecida y salto por la ventana hiriéndose con los cristales... El sheriff ante el horror y estupefacción de todos los presentes, sacó un arma y le disparó desde la ventana. Horrorizado ante semejante barbarie... Me lleve la mano a la cintura, pero no llevaba mi arma... Hacia mucho que no me la ponía... -¡¿Que cojones se creé que esta haciendo?! ... Veo como se marcha dejando el muerto al reverendo y a Rosalind...

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19/01/2015, 17:09
Rosalind

Rosalind miró primero con estupor el cadáver del Revenger, lamentando en su fuero interno el destino de aquel borracho sin arte ni oficio al que tantas veces había visto beber en el saloon. 

Su expresión se intensificó considerablemente al ver cómo el sheriff la señalaba a ella y al Reverendo para que se ocupasen de todo ese asunto turbio- Pero... Si yo sólo se cantar y servir copas. ¡Ni siquiera sé usar un rifle!- protestó, mirando acto seguido a un lado y a otro, asustada- ¿Alguien entiende a este hombre? 

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19/01/2015, 19:21
Wyatt Stolesouls

La novedad, como todas cuando lo son, pasó. Los que se prestaron cayeron bajo los disparos de su cámara. Cegados unos segundos por el pintoresco estallido del magnesio. Los voluntarios pasaron a ser historia. Inmortales. Sino en carne, lo serían, en un futuro próximo, en papel.

Pero tras la diversión y la satisfacción del lucro personal (al menos, en el terreno de lo que movía su auténtica vocación) a Wyatt le tocó volver al penoso trabajo que le ofrecía tan solo la obligación instigada del lucro económico, a fin de sobreexistir. No era su deseo, pero era un hombre que cumplía con buen humor sus responsabilidades.

Así que el día se le presentó largo y la noche también. Entre sábanas que apestaban a sudor y pecado, vestidos sucios por el polvo del desierto, pantalones llenos de hollín, y prendas mugrosas que prefería no saber quién las llevaba. Pues, el aseo personal, dejaba mucho a desear.

No era un buen oficio. Pero alguien tenía que hacerlo, y el viejo Wallace no tenía cuerpo para ello.

Un trueno lo arrancó con violencia de sus sueños placenteros y profundos. No había forma de dormir gratamente en aquél pueblo, o, al menos, era lo que señalaban esas dos últimas mañanas, augurio de las que estaban por venir (aunque el fotógrafo poco imaginaba lo que les deparaba el destino).

En cuanto se levantó del montón de ropa sucia a la que había quedado dormido y se sacudió la cabeza, ayudado por un poco de agua deslustrada. Observó por la ventana esperando ver la tan pronostica lluvia. Pero no había sido un trueno el ruidoso crujido que lo había desvelado. Aquella estruendosa voz pertenecía a otra clase de tormenta, no de las que precipitan agua sobre las sedientas tierras del desierto alimentando los escasos cultivos, sino de las que riegan con sangre los campos santos tan atestados de gusanos.

El hombre corrió hacía la multitud aun a medio vestir y contempló con horror la escena. -¡Dios Santo!- Se exclamó agitado aun por la carrera:  -¿Qué ha pasado?- Quiso saber incrédulo y sintiéndose de pronto mareado. Había contemplado algunos tiroteos con toda su crudeza. Había visto hombres con los sesos devanados por las balas, pero la mujer llena de cristales rotos y con la espalda rota, más el conciudadano con el cráneo partido en dos, era algo que no había contemplado jamás.

Y que esperaba en vano, como adivinamos todos, no volver a contemplar.

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19/01/2015, 19:58
Coronel Luisiana

La noche la había pasado mal. Cuando se levantó, al notar los rayos de sol penetrar por entre las cortinas, notó un dolor constante y palpitante en la zona lumbar. Sabía que era por estar demasiado tiempo sentado, qué ironía, pero no sabía si podía remitir el dolor de alguna forma.

Como de costumbre, siguió su propio ritual para vestirse, asearse, colocarse en la silla, y tomar un desayuno basado en leche, bizcochos recién hechos, y una exquisita tarta de queso.

Con el estómago lleno, y una sonrisa en los labios, pese al dolor de espalda, decidió acercarse al centro del pueblo para enterarse de los últimos acontecimientos acerca del nuevo sheriff, y de sus competencias.

O, eso es lo que hubiera hecho, si no fuera porque había pasado toda la maldita noche en el Saloon, destrozándose aún más la espalda de lo que en su mente se imaginaba. Con parsimonia, paciencia y lentitud, se fue acercando, vadeando los baches y demás obstáculos, hacia los demás ciudadanos, mirándolos con ojos cansados, preguntándose si estarían igual de agotados que él.  

Después del censo del anterior día, se preguntó si las medidas de aquel nuevo hombre de ley serían para mejor, o, de lo contrario, cambiarían la ciudad para siempre.

Sin embargo, le hubiera encantado no seguir estando allí, pues lo que vieron sus ojos claros fue la sombra de un pasado que el coronel no echaba de menos, y del que tenía un recuerdo que sufría siempre. Haciéndose notar en cada segundo de su vida.

Las muertes que se sucedieron en un suspiro dejaron al coronel con un mal sabor de boca, y con la garganta seca. Escuchó de manera lejana las palabras, tanto del nuevo sheriff, como de la mujer, Emily, sin ningún interés. O, de momento, sin ninguna gana de intervenir.

Se llevó una mano a la frente, y se la frotó, tratando de dejar en el rincón habitual los horrores de una guerra inútil, que deshizo un país para siempre.

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19/01/2015, 20:51
Lila Rocarroja

Se había visto en la obligación de pasar la noche en el Saloon, aunque no comprendía por qué debía hacer algo así. Estuvo cerca de la ventana para tratar de observar el cielo mientras las estrellas morían para darle paso al sol una vez más.

No podría saludar al sol al amanecer o bañarse a la luz de este en el arroyo que pasa cerca a su aldea, sino que debía quedarse allí, despertando con aquellas personas que tenían vidas tan diferentes a la suya.

Trató de mantenerse apartada y sola, así al menos se sentiría menos extraña, aunque no abandonaba su equipaje. Al despertar, desagradables ruidos sobresaltaron su paz y al ver lo que había sucedido, no pudo evitar la sorpresa. Puso una mano en su boca y tomó el hacha firmemente con la otra mano. ¿Quién lo había hecho? No lo sabía pero algo tenía claro: no quería ser ella la siguiente.

Lila se puso de pie, tratando de tranquilizarse cuando ve a la mujer salir corriendo con una clara demencia en su mirada y dirigirse al desierto, presa fácil para las bestias. En ese momento, el supuesto Sheriff se retira, entregando sus cargos al Reverendo y Rosalind. Vaya líder el que tiene esta aldea, muy diferente a mi padre...

- ¿Quién pudo hacer algo así? - dijo en voz baja, pero lo suficiente para que pudieran escucharla.

Es entonces que un comentario atrae su atención. Al principio, no lo comprende, le cuesta un poco, pero relaciona las referencias de Francis y no puede evitar pensar que es una especie de crítica hacia su gente. ¿Podría ser esa una ofensa directa?

- Quisiera saber qué insinúa, señor - se la acerca a Francis con calma pero en su rostro podía notarse la molesta por el comentario propinado por el hombre. Solo esperaba que fuera su baja capacidad de comprensión de la lengua.

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19/01/2015, 21:08
Susie Powell

Susie pasó toda la noche dormitando en una mecedora junto a la barra de su amado Saloon. Las decisiones del nuevo sheriff habían hecho que muchos parroquianos pasaran la noche sin moverse de allí, así que la camarera se negó a abandonar su negocio para ir a dormir. Descansó a ratos, intranquila, pendiente por si alguien hacía algo o le pedía algún requerimiento extra, como whisky, agua o lo que fuese.

Aquella tensa noche desembocó en una mañana aún peor, cuando abrió los ojos con el corazón latiéndole muy deprisa. El Revenger había sido asesinado. Allí, delante de todos los que estaban medio dormidos. Un ligero grito se escapó de entre sus labios mientras miraba con rostro incrédulo el cadáver de aquel pobre borracho y se incorporaba a toda prisa. Pero qué demonios... No le dio tiempo a terminar la frase cuando el sheriff disparó contra Jessy, que rompió una de las ventanas en un ataque de histeria.

Susie estaba atónita. No era la primera vez que veía morir a alguien, de hecho ella era muy buena tiradora y sabía proteger lo suyo. Sin embargo, jamás había pasado algo semejante en su Saloon. Los ojos de Susie se posaron en el suelo, donde el cuerpo del primer muerto ya comenzaba a manchar de sangre la lustrosa madera. Pero... la mujer parecía muy bien no saber qué decir. Tenía su pulcro moño completamente revuelto y expresión perpleja. Apretó los labios con fuerza y trató de recomponerse.

Por favor, que alguien saque el cadáver de mi Saloon. Tengo mucho que limpiar, fue lo único que pudo decir. Desde ese momento, Susie se dedicó con todo el empeño que pudo a limpiar a fondo su negocio, intentando quitar la sangre, recoger los cristales rotos y tapar la ventana con una sábana. Su mente no dejaba de pensar en el hacha y en Lila. Es demasiado evidente, se decía mientras murmuraba para sus adentros.

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19/01/2015, 21:15
Francis Prescott

Francia se pone cara a la india y la mira sonriendo, Yo explicar, ttu entender ?, Tu la señala, pueblo hace con las manos en ángulo un techo, mata, se pasa la mano por el cuello y saca la lengua , hace e gesto del hacha con la mano y levanta un poco la voz con hachas, tu entender quimosabi? Yo amigo, quieres ñam ñam galletas?  Algo brillante?   le enseña una moneda

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19/01/2015, 21:27
Lila Rocarroja

La cólera de Lila solo crecía con los comentarios del hombre, mientras su hacha temblaba en su mano. Con gran agilidad, pone el hacha cerca del cuello del hombre, pero sin tocarlo y mostrando lo indignada que se sentía con las burlas de ese charlatán, le dice - Guarda tu dinero, cara pálida. No lo quiero y no lo necesito. Si estuviéramos afuera, no ganarías una pelea, así que reserva tus insultos para el asesino, a menos que tú seas el responsable y utilices un arma de mi gente para inculparme - retiró el hacha y relajó su expresión.

- Parece que el sol no alimenta tu espíritu al nacer y quieres tratar de brillar a costa mía -.

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19/01/2015, 22:43
Francis Prescott

Cuando ve que la muchacha saca el hacha y le amenaza, Francis  aprieta los dientes, duda en tomar su Colt y volar los sesos de la pielrroja o respirar, respira y relajate ,  este no es tu pueblo y solo es un animal con taparrabos y pplumas,   mi padre murió junto al General Custer en Little Big Horn, no me des motivos para hacer una barbaridad.

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19/01/2015, 22:56
Red Hardigan

Me levanté asqueado por lo sucedido, además de algo rígido por haber dormido en aquella silla. Escupí los restos del cigarro en la escupidera y escuché los comentarios que se sucedieron después de el desastroso amanecer.

La muerte del silencioso Ravenger nos pilló a todos desprevenidos. Bien, a todos menos a quien sea que tuvo la genial idea de despertarlo con un golpe de hacha. Luego la tal Jessy. La había oído en más de una ocasión presumir de ser una pistolera sin escrúpulos. Una farsante, pero no por eso se merecía morir. Habría bastado meterle la cabeza en el abrevadero, o toda entera, para que se le pasara la tontería. La reacción del auto-proclamado sheriff acabó de afianzar la mala espina que me daba aquel tipo.

Y en estas que apareció el bueno de Francis acusando a Lili (desde que me dijera su nombre, siempre la he llamado Lili).

- Buena respuesta, Lili. - Pensé. - Vaya, Francis, parece que la pielroja domina mejor el inglés que tú. - Comenté con intención. Caminé hacia donde estaban los dos "amantes". El muerto estaba a un par de pasos. - Déjala en paz si tienes aprecio a tu cabellera y ayúdame con esto. - Le dije a Francis, señalando al muerto del Saloon. Rodeé el cuerpo y lo agarré por las manos, esperando que el otro lo agarrara por los pies para sacarlo de allí.

- ¡Nos debes un wisky, Susie!

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19/01/2015, 22:58
Rosalind

Aquí nadie va a hacer ninguna barbaridad, amigo- dijo Rosalind, enarcando una ceja- Esos pieles rojas son muy listos, lo suficiente como para no dejar una evidencia tan grande y directa si quisieran realmente traernos de cabeza. Creo que el asunto no tiene que ver con Tiguirilla y su gente. Más bien alguien quiere lucrarse a nuestra costa y se estará frotando las manos mientras peleamos y nos acusamos. 

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19/01/2015, 23:03
Giesie

el joven Giesie quedó estupefacto al ver el cuerpo sin vida estrellarse contra el piso, estoy eliminó de inmediato su aturdidor sueño, habían pasado toda la noche en el salón, presentándose ye scuchando a la cotorra nueva.

Vamos prescott, la chica estuvo aquí toda la noche y si su gente estuviera aquí, mas fácil hubieran incendiado el lugar aprovechando que todos estamos dentro.

y tu señala a la india del desierto cercano, no te alteres, acaso no hay suficiente estrés?.

por cierto donde esté al sherif? termina diciendo mientras tuerce su cuello que sigue adormecido...esta barra no es nada cómoda para dormir.
 

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19/01/2015, 23:07
Francis Prescott

Sin muchas ganas toma los pies del muerto, quizas peco de pensar en voz alta.... siento la escena, solo que me a dado de pensar el modo de morir del tostadito.