Partida Rol por web

Hace a penas unas pocas horas que L ha solicitado la presencia de los representantes de las agencias de inteligencia de medio mundo.  La antelación ha sido ridícula, pero ante las graves y acuciantes circunstancias actuales, los gobiernos no han escatimado en medios para llevar a los mejores miembros de su personal al lugar indicado por L.

No sabéis exactamente a donde os han llevado pero desde luego no estáis cerca de casa.  Se trata de una paradisíaca isla en medio de la nada.  La temperatura es agradable y el lugar es muy hermoso, aunque la gran cantidad de helicópteros, furgones militares, tanques e incluso...  ¿aviones de combate? os tiene desconcertados.  

Os hacen pasar a un pequeño edificio que bien podría ser una chavola, sin embargo en su interior hay lo que parece una trampilla que conduce a un enorme ascensor que sólo baja...  y baja, y sigue bajando...

No sabíais nada de aquel lugar y teniendo en cuenta vuestra profesión y lo elevado de vuestro cargo es decir mucho ¿dónde narices os han llevado y cómo es que L conoce ese lugar? ¿acaso os ha llevado a su...  casa? ¿cómo podría montarse todo aquel despliegue sin una fortuna mayor que la de Bill Gates? Demasiadas preguntas en el aire...

Bajáis durante varios largos y eternos minutos hasta llegar a lo que bien podría ser un bunker dado la gruesa e inmensa puerta que posee.  En cuanto os hacen entrar veis lo que aparentemente es una enorme sala de reuniones con una puerta que conduce a los baños y otra que parece ser para el catering, sin embargo el elevado número de hombres armados os resulta confuso y muy poco tranquilizador...  ¿serán empleados de L? no reconocéis el uniforme que llevan y no hablan entre ellos, por lo que es difícil ubicarlos.

Os indican que toméis asiento y os pongáis cómodos justo antes de cerrar la pesada puerta....

el clima tropical me recuerda a Misiones... tomo algo de iniciativa y me acerco a la silla de la punta, lugar que normalmente me reservo pero antes de sentarme veo a todos los guardias.

Soy agente de la Afi y representante de argentina -digo señalando la insignia bajo mi escarapela- Nos han pedido que viniéramos y ya estamos acá, no pediré la ubicación del lugar, pero si les pediré una excusa para que no deba marcharme a seguir verificando cosas en mi pais, ¿por qué nos llamaron a nosotros y como sabemos que podemos confiar en ustedes? No reconocemos sus trajes y no sabemos si estamos seguros de Kira en este lugar.

Silencio...  los guardias no responden a ninguna pregunta, se limitan a ejercer de "muro" entre vosotros y la salida.  De hecho os resulta bastante mosqueante que os hayan desarmado antes incluso de poner vuestros pies sobre la isla...  demasiado sospechoso.

No te molestes, Con lo cuidadosos que fueron puedes estar seguro que no diran nada de lo que preguntes, Si quieres información no la encontraras ahi 

Casi como si lo contempláseis por primera vez, os dais cuenta todos de que Frank Abbas, el representante Sirio proviniente de un país tan complejo y que ha sufrido tanto a Kira, tiene el rostro vendado.  Según dicen se debe a un accidente que fue ciertamente bastante sonado, apareciendo en varios medios de comunicación, pero casi parece demasiado conveniente...  aunque claro ¿por qué iba a cubrirse el rostro si todo el mundo sabe perfectamente cómo es su cara?

- Lo de tú accidente fue bastante sonado, aunque hubiese sido más eficiente antes de que Kira conociese tu cara sirio - le dije con seriedad a aquel hombre cuyo rostro no podía ver - espero que las consecuencias no te dejen tan guapo como a mi, sino me harías la competencia - digo bromeando y haciendo alusión a la ausencia de mi ojo cubierta por aquel absurdo parche.

Camino por la gran sala observando alrededor, intentando recordar a los agentes y sus rostros, notó que uno de ellos se dirige a los guardias, seguro en vano, antes de bajar intente hablar con algunos pero ninguno soltaba la lengua, como lo imagine le ignoran. Escucho a uno de los agentes comentar el hecho, me volteo para mirarlo, me llevo una sorpresa al ver su rostro vendado, me tranquilizó al instante al oír que fue causado por un accidente gracias a Kira, aún así no puedo evitar sentir mala espina, me acercó al agente sirio y al agente de Mongolia en medio de lo que parecen ser bromas sobre rostros. -Hola, ¿como están? Soy Agente de Canadá, gusto en conocerles. - intento ser lo más cordial posible al presentar me

Nada más entrar por la puerta me quité el pesado abrigo de piel que llevaba. El calor ahí fuera era insoportable pero viendo todo este percal, prefería no tener mis manos ocupadas. El abrigo aunque nuevo y actual, era de corte clásico que recordaba incluso a los que portaban los vikingos en la Edad Media. Siempre me ha gustado vestir de forma extravagante según me decían, pero tan sólo respeto nuestro pasado. Además, en este negocio en realidad ninguno puede decir que no tenga algo que realmente llame la atención, sino no seríamos los mejores.

Comencé a pasar mis dedos por las paredes, parecía el mejor acero posible y además que seguro estaba reforzado. Se nota que no quieren que salgamos de aquí a no ser que sea con nosotros o Kira muertos, o ambas cosas. Me apoyé en una de las paredes y tras unos segundos hablé:

- Aquí hace un calor de muerte, ¿nadie nos ofrece algo de beber?

El pequeño y moreno hindú choca torpemente con Zu Wenxin. -Disculpe, tanta gente, no estoy acostumbrado, es todo nuevo, y los pasillos oscuros y angostos, estoy acostumbrado a los palacios de la India. Ejem. Y mis torpes pies fallan cuando no hay un sequito o un elefante llevandome en su lomo.-

*Ni hao, ni hui lai zhongghuo ma? Ta bixu shi ta de jienchu meili. (no poner en traductor, imposible de traducir) le habla a la agente de apariencia asiatica.(Zu Wenxin)
-En la india nos enseñan idiomas, nos dan a elegir, yo nunca crei que me encotraria rodeado de tantos agentes-se acomoda el turbante blanco-, y me decia, "Andalleeb, algun dia tus estudios serviran de algo", yo elegi "Chino" por que conoci un sabio viajero de esas tierras de pequeño y me dejo un bello recuerdo.-
El hindú que parecia caminar a tropezones y caidas como un canguro recien nacido chocandose con todo se seguia arreglando las ropas y quitandose el polvo.
-Por cierto, mi nombre es Andaleeb Chandraraj, que significa "Pajaro Azul Rey de la Luna" ¿Modestamente Bello, no? Mi madre decia que "a tropezones algun día saldra volando, mi pequeño, que siempre está en la luna de valencia, oh mi pequeño pajaro azul rey de la luna." Un tiempo despues entendi que mis 18 hermanos mayores me decian "pajaro azul rey de la luna" burlandose de mi torpeza y de que siempre estoy distraido...-
Miro a todos.
-Bueno agentes. ¿Y los canapes? Mi estomago no se llena solo de aire, palabras y fantasias. Esperemos que L nos atienda medianamente bien. Solamente estamos arriesgando nuestras vidas viniendo a ciegas y nos tratan como a crios sin explicarnos nada de nada como si fueramos novatos. Yo no lo soy, soy el mas alto exponente de las fuerzas de intelinecia Hindúes.-

Zu entra en la sala en completo silencio acompañada de los guardas y, tran pronto pone un pie dentro, se detiene para dar un vistazo a su alrededor y fijarse en los que allí se encontraban. Al momento, siente que alguien se choca contra ella. Un chico de tez morena se encontraba junto a ella topándose con todo lo que estaba junto a él.

-Dui, wo shi zhōngguó rén. Sí, yo soy la representante de China. -responde un poco sorprendida porque se haya dirigido hacia ella en su idioma nativo, pero con una sonrisa. -Ten cuidado, no creo que haya elefantes aquí abajo. Espero que no nos hagan esperar demasiado...

Viktor Tarasovich era un tipo corpulento y de aspecto amenazante enviado expresamente por el gobierno ruso para encargarse de la investigación de la creciente amenaza "Kira". La misión que le habían asignado era establecer contacto con "L", analizar y recabar toda la información de la que dispusiesen el resto de representantes de los otros países seleccionados y como representante de Rusia tratar de colaborar en la medida de lo posible. Pero a él todo eso no le gustaba.

La madre patria Rusia siempre resuelve los problemas por si sola. Este grupo de ineptos no harán nada más que parlotear y hacernos perder el tiempo...pero aquí estoy. Trataré de que está reunión sea lo más fructífera posible... - se quejaba para sí mismo el antiguo miembro de la KGB ahora reconvertida en SVR de quien era uno de los máximos exponentes en activo.

Habiéndoles requisado todas las armas y permitido solo entrar con lo indispensable. A punto estuvieron de quitarle el petate con su queridísimo Vodka que con los años se había vuelto una adicción para él pero que siempre le acompañó en las frías condiciones ambientales de su lugar de origen.

Cruzó la puerta metálica de acero reforzado y tras observar la estancia y los allí presentes dió un largo sorbo y ofreció un trago a la representante de Dinamarca que había solicitado beber.

Si no te importa beber de mi petate puedo ofrecerte un buen trago de Vodka destilado en mi tierra natal - ofreció con su voz dura, acento marcado y en un inglés correcto pulido por el paso de los años. Su tono era amable y cordial.

Aunque dudo que una joven como tú sepa apreciar su alta calidad y exquisita elaboración...

Actuar con prudencia es lo que diferencia a un sobreviviente de un fiambre, eso es lo que él había aprendido desde muy pequeño y a medida que se hacía lugar en el espacio que era el mundo así como a través del tiempo que no perdonaba ni dejaba de avanzar. Tal era que habían sido aislados en un lugar mínimo como representantes de cada nación en lo poco y nada que quedaba del orden mundial en este planeta y a su vez con cada segundo en contra. Suspiró entonces ante las variadas actitudes de los presentes y, contrastando al Argentino con su arrogancia tan típica de los oriundos a su país, actuó con una contrastante pretensión y condescendencia propia.

- Hello there, greetings, everyone. -Soltó un inglés impecable, que casi no le hacía sonar hispano en absoluto.- My name is Juan-Carlos Asturias, you can call me John, though. -Declaró con un gesto frio y analítico, cauto, cautela que le había permitido existir hasta ahora en vez de ser un torso putrefacto y eventualmente meros huesos o incluso menos.- It's good to meet you all. Let us see through this.

¿Actuaba sospechoso? Quizá. ¿Quizá no era un nacionalista? Tal vez. O tal vez solo era un hombre aburrido y pragmático a pesar de ser joven, pero aún así veía a otros o más jóvenes que él en aspecto o que simplemente poseían aún más cualidad para verse jóvenes en contraste. Mantuvo una actitud estoica mientras buscaba asiento en ningún lugar en particular, quizá un costado.

El sonido de sus tacos resuenan en toda la sala pero a Alice poco parece importarle cuando se encuentra ataviada con un abrigo negro largo hasta debajo de la rodilla, abierto al punto de reflejar en el vaivén un vestido ajustado y corto del mismo color, más unos tacos muy altos.

- Guten Tag... - saluda en su idioma natal. - Disculpen, soy Alice Weber del Departamento de Inteligencia Alemana. - 

Sin mayores preámbulos se presenta aquella mujer de cabello rubio, ojos azules y tez pálida. A simple vista se le observa una actitud tranquila, escuchando a cada uno de los presentes mientras busca en su bolso la caja de cigarros para encender uno y comenzar a trabajar.

El clima tropical no era precisamente de su agrado, pero ya que estaba allí iba a intentar disfrutarlo. Observó el variopinto grupo que se había formado, algunos parecían muy formales y otro muy amistosos, pero lo que realmente le importaba a Mihai en esos momentos es que sufrían una escasez severa de bebida, ¡esto era algo intolerable! Se acercó a su compañero ruso, el cual estaba ofreciendo bebida de lo que parecía su petaca personal. Se acercó y tomó la petaca - Si no te importa compañero, tomaré un trago, no soporto mucho más sin que algo me queme el gaznate. - dijo con una ligera sonrisa y acto seguido se pimpló parte del petate. Se notaba que era vodka cien por cien originario de la madre Rusia, su sabor y graduación eran inconfundíblemente perfectos.

Con un poco más de felicidad rusa en su cuerpo se dispuso a presentarse ante sus compañeros - ¡Hola a todos! Podéis llamarme Mihai, soy parte del SRI y espero que pasemos una entretenida velada encerrados en esta isla, ¡quien sabe si Kira ya conocerá de nuestros planes o de si tiene alguna forma de vigilarnos! - dijo con una espeluznante sonría, parecería que estaba bromeando, pero realmente le interesaba entretenerse viendo los planes de Kira.

Entro a la sala, quitándome el abrigo. El calor era insufrible, mucho más de lo que solía tolerar en las costas de Miami. Miro alrededor, mirando a cada agente enviado. "La respuesta al llamamiento de L realmente fue estupenda", pienso. Me sorprendo al cruzar rostros jóvenes, ya que el peligro de muerte es grande. "Es una lástima".

Saludos, compañeros investigadores. Es un placer colaborar con ustedes en la caída de Kira. Entreguemos lo mejor de nosotros, ya que el destino del mundo depende de ello.

Me acercó a una silla y me siento, paciente. "La paciencia es la clave", es mi último pensamiento antes de sumergirme en un libro.

Me giré con cuidado cuando "el hombre del Vodka" me ofreció su bebida pero Mihai se adelantó.

- No, muchas gracias, buscaré algo más refrescante esta vez. Por cierto, me llamo Cirilla, vengo de Dinamarca y espero que no tengamos que estar aquí más de lo debido.

La mujer ataviada con  recatada falda negra y una porosa blusa blanca entro en la habitación en silencio y miró a sus otros ocupantes. Como era de costumbre en su país hizo una pequeña reverencia y saludo diciendo

Ohayō watashinonamaeha megitsune desu, watashi wa Naicho kara okura reta monodesu. -después añadió con marcado acento inglés.- Disculpen mis modales caballeros, mi nombre es Megitsune y soy la enviada por el Servicio de Inteligencia japonés para colaborar con ustedes en esta ardua misión.

Dicho esto volvió a hacer una reverencia y se dirigió al fondo de la sala donde se sentó en una de las sillas y saco su PDA y comenzó a tomar notas.

Cómo pueden estar bebiendo con la que se nos viene encima... -Pensaba mientras observaba a los representantes de Rumanía y Rusia compartir una pequeña petaca rellena de alcohol. No entendere a los europeos en la vida...

Mientras hablaba con el que dice ser el agente de la afi sobre los guardias escucha a alguien hacer un comentario sobre el, Una mujer rubia con un parche en su ojo izquierdo
-Claro no puede ser de otra forma, si el alto mando de la inteligencia siria sufre semenjante desfiguración.
Y tranquila bella dama no hay competencia alguna, te aseguro que debajo estos vendajes no hay nada de hermoso
respondo con una cara de tristeza, nadie lo nota por los vendajes que me cubren 

Confinados a aquel forzado aunque, quizás, necesario claustro, poco a poco los desconocidos entre sí comenzaban a dar muestra de sus respectivas personalidades, o bien de las máscaras que usarían de ahí en más, al fin y al cabo previsibles expertos en el manejo de información delicada y ocultación de la misma. Bajo tal clima los primeros contactos no se hicieron esperar, así como el destacar de los individuos más extrovertidos, sin embargo entre el variopinto colectivo no solo existían tales, también estaban presentes otros enviados más introspectivos...

Argentina, Canadá, India, China.

Desde el azul profundo de sus ojos una perteneciente a los silenciosos iba escudriñando al personal, seria pero no maleducada, concentrada, no abstraída. 

Ese alto obviamente viene de Rusia, luego están Alemania, Rumanía y... ¿U.S.A?

Una lista mental tal vez un poco obvia dado que todos eran datos ya revelados por cada agente, pero importante de recordar dadas sus circunstancias, sin embargo lo que en verdad inquietaba a la representante sueca eran los datos que no conocía, las personalidades de los que como ella misma aún no hablaban.

El del rostro vendado debe ser el agente sirio que se accidentó y los otros...

Antes de que tuviese que preguntar, aquella que parecía una guerrera de la antigüedad más que una sobria justiciera actual dio a conocer su nombre y procedencia, llamando en especial la atención de nuestra observadora por venir de un país vecino. La que como varias allí, también era rubia, sonrió levemente entonces y vio solo hasta ese momento la oportunidad o más bien la necesidad de revelarse también.

— God eftermiddag.

Entonó poco después de escuchar la presentación de la japonesa, con voz algo grave, carente de emociones muy claras pero que sin embargo mantenía la prescencia de cordialidad.

— Mi nombre es Beatrice Ask y vengo de parte de la Säkerhetspolisen, en otras palabras la agencia de seguridad sueca.

Agregó tras el saludo en su idioma natal, esta vez ciñéndose a la lengua común de forma impecable aunque con dejos de acento que sin duda sugerirían la identidad de su madre patria. La agente Ask era relativamente alta, de gélido semblante autoritario pero rasgos finos, esculpidos acorde a la fama de las damas nórdicas. Así mismo tanto su arreglo como el resto de su atuendo eran sobrios al punto de parecer impolutos, denotando la conocida eficencia sueca o bien dando cuenta de la personalidad exigente de la autonombrada Beatrice, no obstante tal vez lo que mayormente destacaba en ella era la ya mentada intensidad en su mirada, pues entrenada de forma similar a todos los otros presentes, sus ojos estaban acostumbrados a examinar en todo momento a sus alrededores, siempre inquisitivos.