Partida Rol por web

El nuevo día llegaba y con ello, la incertidumbre de lo que habría ocurrido esa noche. De repente, aquellas ruinas parecían no serlo y los materiales se veían nuevos y brillantes, nada comparado con la debastación del exterior.

Muchos se sintieron tentados a dejarse llevar por lo que veían sus ojos y se acercaban a los infinitos páneles llenos de botones con sus nombres debajo, palancas, medidores, casi como si fueran mariposas siguiendo una cerilla. De repente, hombres vestidos todos de blanco pasaban a gran velocidad por todas partes, con tapabocas y gorros que cubrían su cabello, cuando de repente, pudieron sentir el pánico en sus miradas. Muchos corrían y otros gritaban alarmados.

Trataron de que alguno los viera, pero parecían ignorarlos y tras unos segundos donde muchos miraban perplejos y otros aterrados, un gran estallido se escuchó y una fuerte onda les derribó. Cuando la nube de polvo pasó y pudieron incorporarse, vieron en dónde se encontraban, en el puesto de control del reactor 4, el lugar donde la tragedia comenzó en la madrugada del 26 de abril de 1986. La pregunta era ¿Dónde quedaron aquellas personas y el brillo de ese lugar? Tal vez sería una sombra, tal vez estuvieran perdiendo la cabeza, tal vez un recuerdo de un lugar que antaño albergó los sueños y esperanzas de muchas familias y científicos jóvenes cuyo sueño era trabajar en una de las plantas nucleares más importantes de la Unión Soviética.

Me veía más que muerta tras empujar contra el viejo, pero no hay represalias, desquite que minutos después compruebo que tampoco se da entre los demás sujetos. Curioso.

Tras la alucinación y unos minutos bastante grises me decido a hablar. Inspiro fuertemente por la nariz - Tenemos bastantes horas por delante para discutir alguna opción, propongo que no lo dejemos para la última – más – Tras ajusticiar al anciano me quedo en blanco, y además, no entiendo la falla en el sistema: no murió nadie durante la noche, de nuevo, y empiezo a sospechar de este hecho repetido hasta 3 veces - cruzo los brazos apoyando el trasero en los viejos paneles - ¿Alguien tiene alguna idea? ¿A alguno le queda algún truco bajo la manga? - pregunto.

- ¿Alguien algo?

Miró a aquella científica un poco molesto - tanto votar ¿para que? ¿no serán ustedes los asesinos? No dejan de jugar con nosotros, si hay quienes han matado, pero por culpa de esta cosa que nos inyectan. Hace tiempo que desde el limbo lo pienso, cuando acabe el experimento, no dispondremos de las dosis esas, ¿moriremos todos igual? Ya que vamos a morir ¿seria buena idea vengarnos y llevarnos a cuantos podamos de ustedes antes de que nos liquiden? Pues los asesinos que menciona, lo hacen por ansia y necesidad, fuy un asesino de ellos por un día. ¿que justificación tienen ustedes?

Los controles estaban muertos y marchitos, pero algo sucedió. Las luces se encendieron y, uno a uno, los controles se activaron, las agujas medidoras se activaban y comenzaban a girar. Primero despacio y después de unos cuantos segundos, giraban sin parar.

Entonces, una fuerte ráfaga de viento sacudió el lugar y levantó el polvo, haciendo que tuvieran que cerrar los ojos, mientras chispas de electricidad volaban por doquier. Tuvieron que cubrirse y agacharse para no ser muy afectados por ello, pero afortunadamente, ningún objeto de gran tamaño se vio arrastrado por la ventisca.

Entonces, pudieron ver que una sombra parecía venir de lo más profundo del reactor, un lugar al cual no habían accedido. Se hacía cada vez más corpórea mientras se acercaba a ustedes y no fue hasta que cruzó el umbral que notaron uns cabellos dorados ondulados saliendo de allí, junto con una mirada extraña. Se trataba de Irina, quien ahora formaría parte del grupo una vez más.

Luego de aquella extraña visión de lo que parecía un pasado remoto, Cossette parpadeó varias veces mientras la Doctora indicaba que las votaciones debían seguir y resopló sin muchos animos, pues eso no había acabado y ya estaba enfadada. Escuchó lo que estaba diciendo Maddie y se quedó pensando un poco.

-Si supuestamente hay un mutante, como dije, no podrá delatarse... Además, anoche antes de lo ocurrido con Alexei pude corroborar que Lydia era uno de ellos, por lo que estoy completamente segura que ella y Mariano lo son porque lo pude ver con mis propios ojos...  pero aun así seguimos en las mismas.

Después de las palabras de Tifu y que la extraña aparición de Irina, la mujer francesa estaba bastante harta y trató de no demostrarlo, pero la aparición de la rubia provocó que se asustara un poco no porque reviera ella precisamente, sino que alguien de nuevo volvió a la vida y la manera en que lo hizo. Esta vez se quedó callada porque no tenía nada qué decir y esperaba que la recién llegada comentase algo.

- hola Irina, llegas tarde me temo, ya he delatado al último mutante, y ya le estarán votando todos en breve, y cuando estés sola, tu poder sea cual sea, no me importará en absoluto. Jejeje.

Miro a Tifu con desprecio. El muy capullo había estado jugando con todos desde allí dentro y no quería ni pensar qué estaba haciendo ahora que volvía al mundo de los vivos - No te lo tengas tan creído. Esto aún no ha acabado y como dijeron dentro del reactor, existe la posibilidad de que al matar a Nicolaj caigan dos pájaros de un tiro, él y Tatianna. Si esta noche no acertáis, el juego todavía seguirá. ¿Hasta qué punto estás tan seguro de lo que dices? - le pregunté al chino con una sonrisa entre los labios.

Guiñó un ojo - estamos todos muertos ya, los científicos juegan con nosotros, no importa cuan seguro esté, cuando todo acabe nos dejaran de suministrar esta droga, y experimentaran con la retirada de la misma, ¿porque crees que prometen dinero para vivir de lujo el resto de la vida? Simple, porque valemos muertos más. Lo unico que importa es jugar mientras aun podemos.

Una mirada ardiente se clavó en la recién llegada, como si la desafiará a hacer la prueba de intentar comprobar su teoría.

-Bienvenida de vuelta, señorita Morovoiv-saludó con voz mecánica, dotada de una leve pincelada rasposa-. ¿Debo entender, dadas sus dulces palabras, que hemos de considerarla un enemigo? Trate de acabar conmigo si es su deseo...pues ciertamente una vez se disponga del otro engendro superviviente usted será arrinconada y sacrificada como la bestia rabiosa que es.

La sonrisa cruel, casi "hambrienta" que conformaban sus labios llevaba a preguntarse quién merecía con mayor justicia el apelativo "bestia", si bien la colaboración con los repetidos asesinatos era más condenable que el deseo de salvar al grupo purgando a los responsables de estos.

Aquel día me limité a observar. Ya había hablado mucho los días anteriores y la noche anterior no había muerto nadie, así que decidí tomármelo con calma. Miré a todos mientras hablaban sopesando las posibilidades. Me sorprendían sus palabras,  no veía la necesidad de votar si no había muerto nadie y me preguntaba si realmente habría un asesino entre nosotros. 

Algunas palabras acudieron a mis labios cuando algunos hablaron, pero preferí callarme, esperando las reacciones de los demás. De todas, la reacción de Tifu fue la más interesante y me hizo sonreír ligeramente. Definitivamente, los mayores asesinos eran los que nos habían encerrado allí. Saludé a Irina cuando volvió como quien llegaba a tomar el té y seguí escuchando, ahora la discusión del coreano y la rubia recién llegada.

Sin embargo, las palabras de Nicolaj me hicieron reaccionar.

- Relax, compañeros, no es momento para matarnos entre nosotros. ¿Que quieres decir con el otro engendro?

Aún a la espera de algo se desarrollase o le permitiese esclarecer sus propias dudas, Cossette prefirió quedarse callada escuchando a Irina y Tifu dialogar como siempre lo habían hecho. Le llamó la atención lo que dijo la joven y entonces fue que decidió preguntarle algo con cierta intriga y curiosidad.

-¿Quiénes dijeron lo de eliminar a Nicolaj y Tatiana, Irina?¿Y por qué?

Pero la verborrea continuaba y continuó en su lugar hasta que Nicolaj mencionó la palabra engendró y la interrogante de Ember a ello, por lo que igual esperó respuesta porque... parecía ser que aún se ocultaban cosas a pesar de que ya se había esclarecido que no debía ser así. Si aun había de esos mutantes, y según a lo que podía recordar de sus características, ya no debía... pero las cosas siempre podían cambiar para algún beneficio que pisotee a los demás.

¿Tal vez queda uno, solo? Me pregunto sin apenas pestañear, o eso me preguntaba antes de pestañear y que el estrepitoso regreso de Irina me hiciese levantar el culo de los paneles - Tsk... - escupo a un lado mirándola de reojo...

Tras todo me acerco a Cossette por sus confirmaciones – Imagino, pues... que Mariano gastó su “extra” con Tatianna, y lo único que temo de Lydia es que no mintiese, al menos del todo, y tenga tiempo de regresar – Balanceo la cabeza muy ligeramente.

- Está bien – suspiro - Vamos para once días en este programa, como cualquiera me esperaba procedimientos no tan propios de una instrucción con las Fuerzas especiales de Tanzania, y aunque siempre es mejor respirar por tu cuenta que entubado en un pulmón de acero paracientífico esto parece ideado para volvernos locos - Paso los dedos tras ambas orejas y cruzo los brazos. Hablo directa – Tengo la corazonada de que Yevtsey, si alguna vez fue inocente pues dejó de serlo – encojo los hombros - Alguna tontería cercana salpicaba el viejo Alexei sobre esta posibilidad. Quiero salir de dudas ¿Esta chica ha recargado a alguien más, como insinuó con Lydia y Alexei? Si es así sería positivo saberlo para empezar a detectar por donde hace chispas el asunto.

Dirigió la inquietante sonrisa a Cossette, quien sin embargo pudo ver que la ferocidad en sus ojos se reducía un poco.

-Presumiblemente debido a nuestra implicación en las recientes purgas...o más bien, la mía, debo suponer ante tal insinuación...-respondió con tono burlón-. Representar mi muerte como la traición más dulce, una que acabara con dos supervivientes a la par, sin duda estimularía las glándulas salivales de toda aberración a la que se ofreciera dicha estampa. Lo que me lleva a preguntarme...-añadió, volviendo su atención de nuevo a Irina- ¿qué es usted, señorita Morovoiv? ¿Tan solo una niña que busca su propio beneficio, a costa de cuantos se cruzan en su camino?

Resultaba claro que la implicación de aquella muchacha era más complicada de lo que sabían con seguridad, aunque poco importaba. Fuera lo que fuera, no era amiga de ningún superviviente. Más bien, se las había ingeniado para enemistarse con unos cuantos de ellos. Escuchó la intervención de Maddie, sopesándola.

-Quizá pudiéramos averiguar algo siguiendo su línea de razonamiento, señorita Smith-afirmó con calma-. Aunque si desea que más de los presentes enfoquen su interés en esas cuestiones, le recomendaría que despejara nuestras dudas al respecto de otras. Por ejemplo, aquella que, por lo que sabemos, únicamente usted conoce-contempló a la mujer con dureza-. ¿Por qué?

Acepté la bienvenida de Alexei con un gesto de cabeza y esbocé una sonrisa al escuchar todo lo que tenía que decirme - ¿Enemiga yo? No, por favor - dije exclamando una ligera carcajada - Digamos más bien confundida...Confundida porque no sé hasta que punto pueden ser ciertas las palabras de alguien que juró en todo momento, y que como habéis visto sigue defendiendo, que lo único que le interesa es seguir el juego - Me notaba el centro de atención en ese momento y aunque no era algo que me desagradara, tampoco acababa de sentirme del todo cómoda - Tifu fue el que dijo eso, al igual que ha dicho muchas cosas. ¿Hasta qué punto son todas ellas verdad? Según él, Nicolaj revivió a Tatianna, ella era la que se encargaba de devolver a la gente del reactor, me lo dijo, y ahora él puede manipularla para despertar a quien quiera. 

Estaba claro que había puesto al cuatro ojos en evidencia delante del o los asesinos. Sabía que aquello era así, pero en ese momento veía más necesario destapar a uno de los posibles culpables de todo esto y Tifu tenía todas las papeletas de estar engañando al resto por un bien propio, si no habían más formas de comprobar la verdad en sus palabras quizá el fin justificase los medios.

- Sé que te he puesto en evidencia y por tu manera de reaccionar parece que el chino dice la verdad o que quizá tú estés en su mismo barco. Quizá los mutantes que queden no sean tan listos como para comprobar lo que dice Tifu y esta noche conseguís salvaos, de no ser así y ser cierto lo que decía, lo siento, lo único que pretendo es poner fin a esta matanza - mis palabras estaban cargadas por un tono gélido. El pasar de los días en este lugar había conseguido que hablara de todo aquello con la mayor frialdad posible y sin ningún atisbo de tristeza por lo que estaba sucediendo.

Aún me parecía mentira que la sargento amargada siguiese entre los vivos después de ocultar y negar ante todos sus actos. No creía que escondiera nada bueno detrás de todo aquello y por eso ella y Tifu eran mis dos principales objetivos en aquel lugar. Del resto aún no sabía nada, pero en 10 días esos dos habían conseguido dejarse en evidencia más de la cuenta y no podía entender cómo aún seguían allí. Por eso, me limité a esperar la respuesta que tuviera que darle a Nicolaj impaciente por ver qué salía de esa despiadada boquita.

- nunca dije todo, estando muerto, si dije parte de lo que afirmas, creo que nunca he mentido, y ha sido divertido ver como la verdad hace dar vueltas al mundo de forma más divertida que las entrañas ocultas, mientras caiga quien algunos antes de tu regreso ya saben, no me importa jeje, caerá el responsable de los asesinatos, y esta vez nadie lo evitará. Aunque he de decir que desde que he vuelto, he averiguado algunas cosas interesantes más, que me reservo para mañana, después de todo, será la concusión del experimento y nadie ya podrá matarme jeje.

Observo al psicólogo con la misma rudeza – ¿Por qué, Nicolaj? – doy unos pasos de espaldas y vuelvo a apoyarme – Según yo lo veo... si este proyecto no se termina tras las próxima resolución de votos tampoco terminará mañana. Morirán, quizá, dos cobayas inocentes más. Creo que está relativamente claro quienes son los peluches grandes de esta feria (inocentes) o les damos cobertura o jugamos a la ruleta rusa: Yo opto por lo primero, pero no descarto nada – seguimos - En lo que a mí respecta facilité más de lo que pueda parecer. Sugiero que penseis bien, y no dejéis que os confundan con estúpidas maniobras de distracción – ojeo claramente a Irina - o será más difícil salir de aquí. Matizo y aseguro que si mi prioridad particular siempre fue intentar sacar a Aiden con vida, nunca dejó de serlo haciendo la puñeta a los asesinos, algo que... evidentemente, no pienso dejar de hacer – Curiosidad - ¿Responde esto a tu pregunta?

Sin esperar respuesta inmediata vuelvo a retomar - Una cosa puede llevar a otra. Lo pregunto de nuevo ¿Yevtsey ha recargado a alguien más? - reparto interrogantes - Estoy dando por hecho que no, aunque debo recordar lo expuesto, y es que Irina la acusase hace digamos poco también complica el asunto. En cuanto a la propia Irina... creo evidente que acaba de tropezarse con un ardid a la japonesa y tras darse cuenta retoma su cuento – Encojo los hombros, aunque si sigue lanzándome esas sugerentes miradas, no sé, igual le agarro el pelo por detrás de la oreja y barro el suelo con su cabeza, estaría realmente bien.

Reí ante el discurso de Tifu encarecidamente - Maquillar la verdad no es algo muy honesto que digamos tampoco - dije mirando al chino con una amplia sonrisa - Si según tú todo esto acabará mañana, ¿de qué te va a servir callar todo lo que supuestamente sabes? Si hoy acaba todo, mañana llegarán los doctores y nos harán desaparecer de este lugar. Nunca tendrás tu minuto de gloria - Desde que habíamos llegado hacía ya 10 días, el chino siempre mostró su afán de protagonismo. No sé qué haría con su vida antes del experimento, pero su incansable intención de destacar hacía que algo dentro de mí me provocara la risa al saber que pasara lo que pasase, nunca iba a conseguir lo que pretendía.

Luego vino la explicación de la sargento, quien me dedicó alguna mirada mientras tanto pudiendo observar mi cara de felicidad durante su discurso - Curioso que por fin confieses que tus intenciones iban en solitario después de que Ember te delatara numerosas veces hace unos días - Disfrutaba generando el odio en aquella mujer. Su firmeza y profesión iban totalmente en contra de todo aquello en lo que yo creía y poder despertar esa sensación en ella me hacía regodearme por dentro. Dejando de lado por un momento nuestro mutuo odio, borré mi sonrisa de la cara para responder seriamente  a lo que había dicho - Sí en su día la acusé fue por algo. Ya dije al principio de todo que me costaba dormir en estas tienduchas y que algunas noches conseguía ver cosas sin pretenderlo. Las pesadillas me atormentaron desde que el maldito chino se ocupara de incendiarme viva - dije dedicándole una mirada odiosa al asiático - y no fue hasta al par de días después cuando pude verlo claro. Vi cómo Yevtsey se levantó una noche para entrar en otra tienda y no soy la única que la creía culpable, pues muchos otros votaron por ella en numerosas ocasiones, incluido Mariano - defendí con los ojos puestos ahora en la rubia.

Me froté la sien mientras escuchaba a todo el mundo tirarse las culpas y veía como volaban las amenazas. No sabía bien qué hacer o qué contestar a todo aquel jolgorio. Así no vamosa ninguna parte... yo era mujer de campo, no psicóloga, y me gustaban las ideas claras no un torbellino de ideas, la mitad de las cuales posiblemente se habían hablado cuando no estaba.

Finalmente, preferí no intervenir hasta oír todo lo que tenían que decir, pues no creí que mi intervención fuera a ser de gran ayuda en esos momentos. Si algo me había quedado claro es que hablaba más el odio que la lógica.

- Creo que todos tenemos parte de razón. - Digo tras habérmelo pensado mucho, ya que creo que va a resultar difícil que nos pongamos de acuerdo, y mucho más que seamos sinceros. - Como yo tampoco tengo toda la información, no puedo asegurar que las cosas sean como yo las veo.
No obstante, Yevtsye votó con bastante insistencia a Mariano y puede que tenga explicación para lo de esa noche. Que nos lo diga ella misma.

Lo que Maddie dice, puede ser cierto. Aunque el problema es lo que calla. No puedo fiarme de alguien que tiene un objetivo independiente del resto; quizá simpatice con nuestra causa, pero está claro que prefiere tener éxito en la suya.

Por último, quiero plantear la posibilidad de que no quede ningún enemigo, entendiendo por enemigo a quienes nos matan por la noche, y que simplemente estemos esperando a que se cumpla algún tipo de plazo por parte de los doctores.

Cossette observó a Maddie acercarse a ella para escucharle con el aviso de que tal vez Lydia regresara. Si llegaba a pasar podría defenderse con votarle, pues ya había revelado que ella era parte de los mutantes y dependía de los presentes si creerle o no. Al menos sabía que no era de fiar y más por la propia naturaleza de esos asesinos.

-Fue a mí a quien Yevtsey “recargó”… al menos ayer-luego le miró agradecida y prosiguió-. Gracias a eso descubrí que Lydia era una mutante y así corroborar por mí misma que dos lo eran: ella y Mariano.

Después optó por escuchar a Nicolaj debido a la pregunta que le había hecho a Irina y sospesar sus palabras a la vez que la aludida respondía y cada quien ofrecía sus puntos de vista. No pudo evitar suspirar y frustrarse un poco por no aportar más a estos dimes y diretes que solo hacían en sí perder el tiempo por no seguir una línea fija de análisis... la cual se le escapaba, pues si pudiese saber más lo habría hecho. Todos estaban cansados y frustrados, lo cual afectaba a veces el modo de ver y pensar de cada quien aunado a lo que callaban para sí mismos.