Partida Rol por web

Querido papá:

Hace un calor sofocante y el aire que se respira está viciado. Hace días que no se ve a nadie del equipo BLU, así que últimamente tengo tiempo para investigar en un nuevo mejunje que aplicar a mis dardos.

Gracias por la sartén de campaña que me mandaste, después de mi encontronazo con un Heavy, la que tenía quedó bastante inservible. Sé que te preocupa que ande por ahí con estos asuntos, pero recuerda que es a lo que decidí dedicarme, y que mientras que haya dos personas en el mundo, una querrá matar a la otra.

Espero volver a casa por navidad.

Un abrazo,

Tu hij... 

- ¡Eh! ¿Quien anda ahí?

¡ ALERTA INTRUSO ! ¡ BLU SPY ! ¡ EN LA BASE !

-¡A las armas! Cuando vea a alguno de esos asgahñelsh* de los BLUE, le pienso clavar el cuerno de mi casco por el... ¡Vamos, vamos! ¡No os durmáis!

Estaba terminando de prepararme un focata cuando oí a la anunciadora por los parlantes de la base. Lancé una maldición y guardé mi aperitivo en el refrigerador de la base antes de agarrar a Sasha, mi fiel compañera. Era hora de aplastar las cabezas de algunos hombrecitos cobardes.

Buscar por spys no es trabajo facil, especialmente para mi. No soy rápido, soy grande y tiendo a no mirar hacia atrás al avanzar. Por lo cual en ese momento intentaba estar lo más alerta posible para no ser sorprendido. Nunca se sabe donde se puede ocultar una de esas pequeñas ratas azules, ni quién puede ser. En eso estaba pensando cuando entré a una habitación y encontré el cadaver de sniper, uno de mis compañeros. No me sorprendió ver su espalda teñida de rojo, pues son objetivos fáciles para esos pequeños apuñaladores. Me fijé que la sangre estaba fresca.

El cobarde andaba cerca.

-¡Venga señoritas, en marcha! ¡Ésto es la maldita guerra, y vamos a ahogar a ésos malditos spy en sangre!

El soldado corría por la base, con la pala a punto, en busca de aquel maldito espía. 

Me levanto de debajo una manta de botellines vacios, coloco mi parche en el ojo correcto y rebusco mi resistencia escocesa:
- Aquí estás!
Salgo a toda prisa hacia la base:
- Qué ha pasado?!

Me levanto de mi camastro, soltando un tremendo bostezo, cojo el casco y las gafas de sol.

- Maldita sea, han fastidiado la hora de mi siesta - 

Salgo corriendo a la sala común, dónde algunos de los hombres ya estaban en marcha.

- ¿Qué pasa aquí? Otra vez esos malditos Blu spy... Tenemos que acabar con ellos de una maldita vez. - 

El pyro se levanta con un grito de guerra incomprensible para cualquiera que no sea el, para luego salir corriendo con su querido lanzallamas.

-Hughm mughm dughm*- Gritaba el pyro mientras corria junto a los demas sin saber a donde estaba corriendo.

-Ñam Ñam Ñam

El Scout comía tranquílamente un focata que hace unos días había robado al heavy BLU cuando escuchó el grito de la administradora. ¿Un Spy en la base? Perfecto, ¿Quién era el estúpido que se había dejado la maldita puerta abierta?¿Acaso no saben mirar a su puta espalda?

Dejando el focata a un lado, se colocó su gorra, cogió su escopeta y dándole un par de vueltas a la pistola en su propia mano la enfundó en una cartuchera. Su adorado somnífero reposaba junto a él, mientras la bola rodaba perezosa hacia el suelo. A su lado, un pez enrollado en un periódico.

-Creo que es hora de conseguir el brazo del Spy Blu, esos malditos apuñala-espaldas no tienen nada que hacer contra mi.

Y diciendo esto, bebió un trago de Criti-cola y llegó corriendo hasta el lugar donde el resto del equipo RED se reunía.

-¡Eh!¿Qué pasa, tíos? ¿Quién cojones se ha dejado apuñalar por esos afrancesados?

Estaba ordenando tranquilamente sus cachibaches cuando sonó la alarma ya estamos otra vez... dijo mientras cogía sus armas y se dirigía hacia donde se estaba reuniendo el resto del grupo

-Ami tranquille.-Spy apareció por la espalda del Scout, fumando uno de sus cigarrillos.

-Estamos en peligro, pero no sera por mucho tiempo, se como piensa.-Se toco la cabeza.-Se como actúa.-Alzo su cuchillo.-Se que es lo que quiere.-Se toco la sien y volvió a su recta figura.

-Pyro vamos necesitarte mas que nunca.-Y dio una calada a su cigarrillo.

-¿No será que acaso eres tú el intruso, señor Spy? Porque mala espina das un rato largo...

-Mi pobre ami, con poco cerebro. Eso es lo que quiere que pienses, no caigas en su ridículo juego.-Nego con su navaja.

Caballeros esto se puede resolver de un modo civilizado: quien sea el Blu spy que levante la mano

Doy un largo trago a mi litrona:

no......¿nadie?

Empuño mi sable:

Entonces habrá que empezar a desarmar cabezas!

-Que estrategia tan burda... Patton, Napoleon, Sun Tzu y el capitán Kirk deben estar revolviéndose en sus tumbas. Es evidente que tenemos al menos un Blu Spy entre nosotros... Siempre supe que llegaría éste día, así que tengo un plan para éstos casos. 

Tras una pausa dramática, prosigo.

-El plan es darle una paliza al que crea que es un Blu Spy, y así librarme de él. 

Cargé el cuerpo hasta una sala donde estaban mis otros compañeros de equipo. Al verlos dejé el cadaver en el piso. -Sniper está muerto.- Fue lo único que dije antes de ponerme en un rincón cerca del medic. Él, junto con el engineer, eran los que más apreciaba tener cerca.

-En momentos así, en los que no sabemos quién es quién y cualquiera podría ser el espía, es bueno pensar que necesitas tener a esos dos compañeros al lado, pero cierto también, es que pueden ser lobos con piel de cordero... Yo no me fío de absolutamente ninguno de vosotros hasta que no tengamos claro quienes son y echarlos a todos. Entonces empezaré a confiar en alguien. Ojo... Sólo empezaré...

- Diablos, uno no puede fiarse de nadie - Dije al ver el cadáver del Sniper.

- Está bien, como ya parece que no va a salir por las buenas, tocará empezar a seleccionar por las malas... ¿En serio podría ser cualquiera? Maldita sea, tenemos que buscar sospechosos entre nosotros mismos ¿Tu qué opinas grandullón? - Pregunto al Heavy, acercándome al rincón donde se encontraban él y el médico.

El Scout se llevó una mano a la cara al escuchar las palabras del ingeniero. Tras un largo suspiro que hizo que todo el mundo le mirara a él, ( Sií, a él y a nadie más), levantó su bate de madera en medio de la sala.

-¿En serio? ¿Al gordo?¿ Pero no habéis pensado algo muy evidente? Punto uno, cualquier inutil podría engañar a nuestro compañero, sus luces no son muy... er... Segundo punto, cualquier caracol le podría pillar de espaldas, ¡Joder! ¿Acaso le habéis visto correr? Es un maldito lent.. -Scout miró al Heavy- punt...

Y calló, calló porque los puños de aquel mastodonte sí tenían opinión, y recibir un zarpazo, un golpe con un puño de boxeo o incluso un balazo simulado dolía. Dolía demasiado.

-Así que no puede ser él... no... Tendrá que ser otro de vosotros, malditos inútiles.

Miré al engineer, quien me preguntaba si se me ocurría algo. Cerré los ojos y medité por unos segundos, hasta que volví a hablar. -No hacer nada, por ahora. Mientras todos estemos aquí, los pequños hombrecitos azules no podrán matarnos sin hacer algo sospechoso.- En realidad, lo que más quería era hacer desfilar a todos y que dejar que Sasha los balee a todos para ver cuál era el spy. Pero entonces me quedaría sin compañeros de equipo y la próxima vez que los BLU ataquen no podría ganar solo.

Luego escuché al scout. -Pensandolo bien, tal vez el scout querría ser el primero en sacrificarse para ver si es un spy.- Levanté mi minigun y lo miré hasta que se cerró la boca. -¿No? Eso creí.-