Partida Rol por web

Hoy toca hacer limpieza amigos, estos son los

descuentos con los que liquidamos nuestros

silenciosos Ubiks eléctricos. Sí, tiramos la casa

por la ventana. Y recuerden: todos nuestros

Ubiks han sido usados exclusivamente de

acuerdo con las instrucciones

La situación después de la bomba es confusa como poco. Poco a poco os levantáis doloridos y fríos comprobando que vuestras heridas son milagrosamente leves, cortes magulladuras, algo ensordecidos, pero nada muy grave.

Hay otros que no han tenido tanta suerte, muchos de los trabajadores de la empresa están destrozados literalmente. El primero en recuperarse ha sido Jack Micro que comprueba el estado del señor Harthower

-aun respira, pero sus heridas son demasiado graves, hemos de llevarle a nuestro cohete, allí tenemos criovainas, ayúdenme-

No tardáis mucho en acompañarle todos al cohete de H&F, no tenéis mucho remedio, la explosión ha dañado el sistema de aire del complejo subterraneo que se está llenando de humo tóxico rápidamente. Y sin el cohete la única forma de iros es andando 500 kilómetros por el desierto de Siria, los vehículos de la compañía han sido saboteados

Así que al cabo de un momento estáis en un cohete con Harthower envuelto en una criovaina, si habéis sido rápidos y quedaba actividad cerebral podra salvarse y ser un semivivo, si no...

Cuando alguien pregunta a Jack Micro a donde os dirigís responde simplemente

-A Suiza- al ver que eso no responde demasiado aclara -al Moratorio de los Amados Hermanos, es el mejor y Harthower tenía un seguro con ellos. Una vez allí descubriremos a esos malditos psíquicos, han intentado matarnos a todos-

Jack decidió que buscaría un bar cercano al hotel en cuanto aterrizaran. Necesitaba hacer algunas preguntas a sus compañeros en un entorno distendido, y el alcohol siempre le había ayudado a relajarse y poner en orden sus pensamientos, lo cual no le venía mal después de la descarga de adrenalina que había supuesto la explosión. Tal vez incluso pudiera mezclarlo con algún barbitúrico para combatir su taquicardia.

¿Y qué hago ahora?, piensa en voz alta Vincent. Se fija en las cosas que tiene en las manos. En una sostiene el vaso de café vacío. Y en la otra un bolígrafo sin capucha.

Me siento perdido sin saber qué debo hacer , comenta algo que debería haber sido en tercera persona: "Vincent se sentía perdido, sin saber qué hacer"  Pero Vincent siempre dice lo que piensa. Ahora vamos a Suecia, donde viven los Laponios.

Un Hotel seria más que perfecto... Me siento algo agotada.

Vamos a un hotel y dejemos aquí a Vincent para que muera lenta y dolorosamente. No se, me parece lo mejor...

Entre tanto devenir, de un lado al otro, Sofía apenas y había podido arreglarse dentro de ese hotel miniatura en donde tantos individuos se habian metido

- ¡Raul! ¡Raul! -

Levantó su mano con un pañuelo, llamando a su hermano con ese tono de voz suave y dulce; y a momentos chillon

- Raul ven y siéntate conmigo -

se quedaba quieta, con las piernas juntas sentada en un pequeño mueble, mirando a su hermano. Durante todo el tiempo que llevaba ahí apenas y había movido los labios, pero fue con ese chico que se mostró mas receptiva, dejando escapar el esbozo de una sonrisa inocente...

Me quedé junto con el Sr. Harthower, revisando sus signos vitales y administrandole algún que otro medicamento en algunas ocasiones.

Creo que yo no iré al hotel. Le dije a Nebelhexë. Lo mejor sería que me quedara cuidando al Sr. Harthower en el mortuorio.

Era una suerte que la empresa de Harthower tenga mejores utensillos que los de Garcia. Entonces vi otro tipo de medicamento más fuerte. Unas jeringas de cobre con el líquido gris que tanto me gustaba. Las agarré todas discretamente y las puse en mi bolsillo.

Para consumir después.

La bella Liu se encontraba en estado de shock y no fue hasta mucho tiempo después que consiguió reaccionar. La situación le desbordaba y estaba preocupada así que decidió acompañar a Harthower al mortuorio de los amados hermanos.

Estaba seguro de necesitar un largo descanso, pero la oferta del bar le atraía. Iban a pasar allí un buen tiempo, por lo que habría posibilidades de hacer de todo, tanto disfrutar del ambiente distendido de una barra, como acostarse plácidamente en una buena cama.

Pero había otras cosas más importantes de las que preocuparse en este momento.

¿Cómo demonios hemos llegado a esto? ¿No se supone que había gente preparada para que no ocurriesen estas cosas? ¡Joder! En mi contrato no pone nada de Directores bomba ni de psíquicos asesinos, y toda esa gente muerta... y el señor Harthower...

¿Qué hacemos ahora? Aparte de recuperarnos de esto, por supuesto...

Al ver como se puso el Sr. Meyer de repente me paré y lo senté en una silla.

Por ahora le recomiendo que se calme. Ponernos nerviosos no solucionará nada. Descanse. Ordenes del doctor.

click click

A pesar de eso, sabía que era dificil tranquilisarse en esta situación. Los trabajos de todos pendían de un hilo y el futuro era incierto.

-Las órdenes en caso de espionaje industrial son claras, señor Meyer -dijo Wiesel a su compañero mientras encendía el último cigarillo de cannabis que le quedaba y observaba el espacio a través de la ventanilla-: debemos encontrar a los psíquicos y neutralizarlos. Y en mi opinión, esa bomba era toda una declaración de intenciones, así que es probable que nos veamos obligados a emplear también la violencia para detenerlos.

Aún sentía los músculos del cuerpo agarrotados por lo que había ocurrido hace unos momentos y se estaba sobando la cabeza cuando habló en voz alta con una suave voz.

Creo que iré al hotel... necesito recuperarme tras esto. Ya mañana empezaré a preguntarme que ha ocurrido realmente.

Todo había sucedido tan deprisa, no podía ser verdad, Cherish se había movido por instinto como una autómata siguiendo a los demás sin llegar a entender que había pasado no podía ser verdad,no,no
Cherish se había quedado embobabada mirando por una ventanita del cohete

Que bonito se vé todo desde arribaal oir a Jack, asiente, parece su compañero más lógico, aún así Cherish dice
Si, creo que tienes razón Jack, pero yo al menos necesito un par de copas, para recuperarme del susto, tio que cague..

Cherish seguía mirandolo todo embobada.

Ojala nadie vaya al hotel, quiero estar sola, tengo derecho a no aguantar tanta estupidez por un día, bueno que vaya Anatema, el si me hace feliz al menos...

Dr.Grialet, por favor, no quiero ser aguafiestas pero cada vez que se inyecta ese liquido gris, me llega un olor bastante desagradable... ¿Puede hacerlo en un baño o habitación privada? Espero que no sea mucho pedir... Y por favor, trate de mantenerse lejos de mí con esas jeringas ¬¬

Cuando vas a encenderte tu último cigarro de Cannabis este se deshace entre tus dedos, esta reseco como si tuviera veinte años, es infumable

Joder troncos, yo que solo buscaba un curro y ahora estoy metido en una mierda. Sin decir mas sale del cohete

Reí por lo bajo. No lo tomes a mal, querida, pero, cuando fumes en una habitación vacia o un baño, haré lo mismo con mis agujas.

Acto seguido saqué una de las agujas y me la inyecté en mi brazo, quedando paralizado unos segundos.

Aww, querido, sabes, a las mujeres no nos funciona eso de la "doble moral"

Yo puedo fumar cuando quiera, donde quiera. Ademas, mientes si dices que el olor de la Marihuana Jengibre que me tomo no es dulce y excitante... Ese liquido gris, es realmente apestoso! Por dicha este tipo no ira al hotel...

En ese momento salí del trance de la droga que tomaba. Miré a Nebelhexë. La cabeza me daba vueltas.

Perdón...¿qué? No escuché...mucho.

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