No basta con una bolsa para impedir que se
mezclen los olores de los alimentos: envuelvalos
con Ubik, el plástico doméstico de las mil aplica-
ciones. Sus cuatro capas conservan la
frescura de los alimentos y los protegen de la
humedad. Observen este experimento...
Os reunis todos en el almacen de la funeraria del humilde pastorcillos, todos los pocos que quedáis, solo seis. Tantos han muerto y solo una psíquica ha caido pese a vuestros esfuerzos, o tal vez debido a ellos.
Los supervivientes sois:
Angela
Bob Meyer
Dr.Zamenhoff
Erzebeth
Marcos
Thomas Bridge
Pero las noticias no son del todo malas, Erzebeth consiguió un frasco de Ubik, y si sois capaces de entender como usarlo tal vez aun podáis salvaros
De repente la voz de Harthower sale de un de los micrófonos de criovainas, de una no ocupada
-¿me escuchan? dios mio, llevo ocho días intentando comunicarme con ustedes. Parece que al fin el canal es estable. Escuchen, están todos muertos, todos murieron al explotar la bomba en Siria. Están todos en criovainas, atrapados en una realidad virtual creada por algo, algo que está con ustedes y los va matando uno por uno. Está entre ustedes. Dejen de intentar matarse, han de rociar a ese ser con el Ubik, solo entonces podrán matarlo y salvarse, no fallen-
ronda final
a partir de ahora votan para rociar al Devorador no para mataros. Nadie gana hasta que el devorador sea vencido o gane.
en la ronda final ya no hay cambio de escenas, sois demasiados pocos
Tras ser informados de lo que había sucedido, y al ver quienes eran los que aún permanecían vivos. Miré a todos y a todas con cara de extrañado y estar alucinando.
Pero que coño ha ocurre...esto parece más bien una película de miedo. Ahora han muerto casi todos. ¿Alguien sabe algo?
Yo ando muy perdida, querido. Perdida y aterrada.
¿Qué es ese ser? ¿Estamos todos muertos? joder Ángela se sobresalta al decir la palabra mal sonante. Ya que más da mantener las formas.
Lo que había escuchado no tenía sentido, pero ya nada tenía sentido en aquel sitio. Aún no se recuperaba de la muerte de Vincent, uno de los pocos que parecía saber qué hacer a continuación cuando el difunto Harthower se comunicaba a través de una criovaina para decirles que los muertos eran ellos. -¿Qué sucede aquí? ¿Como que estamos muertos? ¿Y con quienes hemos estado hablando todo este tiempo cuando intentábamos contactar con las criovainas?- Demasiadas preguntas y al parecer, uno solo allí tenía las respuestas y ellos debían encontrarlo antes de que fuera más tarde aún.
Erzebeth no sabía como había ocurrido todo, y que fue tan rápido la muerte de la pobre, tras salir a la calle. Pero no iba a emedrentarse ya que había conseguido sobrevivir e intentar a ayudar a los que podía.
Lo único que se, es en la farmacia sólo eramos pocos. ..
Pero yo no tengo el frasco de ubic que pille en la escena anterior? O rolee pillarlo amos xD.
tienes un frasco de elixir de Ubique, usalo por tu propia cuenta y riesgo
- Por las barbas siberrrianas del profesor sputnik! Esto ser demasiado! Esto ser demasiado! CAMARRADA ayudante Parker - Zamenhoff se giró hacia atrás como sí su antiguo compañero estuviera junto a el y comenzó a agitar las manos ( obviamente se le había ido la chaveta ya por completo) - eso yo decir , eso yo decir, da da da!! DA DA DA!!! haber que hacer caso a gran jefe Harthower!
Repentinamente el doctor un frasco de su bolsillo, lo abrió y comenzó a rociar con el a todos sus a todos sus compañeros como sí se tratara de agua santificada lanzada a la niña del exorcista
APARRECE! AAAAPARECE! APARRECE!
Trato de rociar a todo Cristo con el elixir xd
El doctor Zamenhoff vacia el frasco de elixir de Ubique sobre todo aquel que no es suficientemente rápido para apartarse a tiempo. El elixir tiene un olor bastante agradable, aunque pica si cae a los ojos, aparte de eso no tiene mas efecto. Aunque suean como si hubiera algo sólido dentro de la botella que no puede salir por el cuello
Zamenhoff se queda parado con los ojos abiertos de par en par, tras un segundo empieza a ser consciente de las miradas, palabras y malos gestos que se ciernen sobre el con lo que suelta un "gran discurso" - errr camarradas experimento no funcionar, yo lamentar molestias - y se aleja del grupo cogiendo el frasco con una mano en alto, haciéndolo sonar como una campanilla mientras con la otra se mesa el mentón.
A unos metros de distancia, el doctor se arrodilló sobre el suelo y le pegó un golpe al frasco tratando de romperlo para ver que es lo que había dentro.
Pero... ¿qué...? Ángela se sobresalta ¡Mi ropa nueva! ¡Te pasaré los gastos de la tintorería si salimos de ésta!
¿Doctor, no era más fácil avisar lo que iba a hacer?
Dijo limpiando la ropa que llevaba en aquel momento, sin mayor consternación que el estar empapada con aquella cosa.
Thomas extrajo un pañuelo de su bolsillo y se secó el rostro. El elixir le había hecho picar los ojos. ¿Qué se traía entre manos el científico con aquella actitud? Sin embargo, aquel no era el momento de averiguarlo, debían resolver la otra cuestión más urgentemente. -Dime Erzebeth, ¿como conseguiste el frasco de Ubick? Si mal no recuerdo tu estabas en la farmacia del pasado. Si nosotros no pudimos hallar uno en la farmacia del futuro, ¿como fue que el tuyo llegó hasta allí?- tal vez si supieran como la joven había obtenido el frasco, pudieran descubrir algo más acerca de la naturaleza del mismo y ver qué pista podía proporcionarles para detectar a ese "algo" que los estaba matando a todos.
Miró al señor Bridge para contestarle.
Pues el farmacéutico nos dijo que en ese momento no había demanda sobre ese producto de un tal doctor Son...sonde algo, por lo visto fue el padre quien lo inventó, aunque ellos lo llamaba Ubique.
Respondió esperando ayudar en algo.
Cuando el Doctor Zamenhoff rompe el frasco contra el suelo dos pequeños objetos brillantes, y mojados, ruedan por el suelo. Son dos pepitas de oro, eso debe valer bastante.
Ummmm, no me suena de nada ese nombre. Gracias igual por intentarlo.- Pensativo, Thomas recoge una de las pepitas del suelo y tras examinarla, la deja sobre un mueble. Después de todo, si da crédito a lo que dijo Harthower, ellos están muertos y aquel mundo no existe, así que el oro le puede servir de muy poco en ese momento.
Ahora su ropa apestaba a aquella cosa. No es que oliese mal, pero era un olor realmente empalagoso...
Puede que esas pepitas nos sirvan para comprar algo, o hacer una especie de intercambio con ellas. Bueno, Zamenhoff es quien las ha descubierto, son suyas. En el mio no hay nada de eso...
Pero que coño haces loco chiflado!!! Dijo mientras le miraba todo cabreado, por no avisar y hacer las cosas cuando le vienen en gana.
Esas cosas se avisan como ya te ha dicho la señorita.
Y ¿esto qué es?, mirando al suelo tras romper el frasco contra el suelo.
ignorando a todo el mundo Zamenhoff cogio las pepitas del suelo,se las puso en la palma de la mano y saco una lupa de su bolsillo izquierdo -mmm interresante- dijo mientras las examinaba con sumo cuidado.