Partida Rol por web

Normandía, día 186 de misión.

Os tomáis varios segundos para recomponeros después del ataque, pero no tenéis tiempo para dudar. Cargáis el cuerpo sanguinoliento de William y salís corriendo a la enfermería.

Por los pasillos iluminador intermitente podéis ver un reguero de sangre de donde debe haber muerto Francesco, pero no hay rastro de su cuerpo.

Seguís todos corriendo tan rápido como podéis, casi en una carrera de "sálvese quien pueda" donde el último en llegar es el que más probabilidades tiene de morir.

Alcanzáis por fin la enfermería y cerráis la puerta justo para escuchar como algo avanza por los conductos sobre vuestras cabezas, es evidente que el Alien va a aparecer en cualquier momento, hasta que Nikolai os mira a todos.

- No voy a dejar que entre aquí. - Dicho eso coge el lanzallamas, abre la puerta para salir al exterior y la cierra tras de si, quedándose fuera.

Podéis escuchar al Alien moviéndose para atacaros, pero esta vez, nada más sucede. Al rato, Nikolai entra de nuevo en la sala, al parecer, el Alien se ha retirado, esta vez sin ninguna muerte.

-No, joder. ¿¡Ahora tenemos otro maldito bicho suelto!? Maldita sea nuestra suerte. ¿Cómo puede ser?-pregunto, sin dirigirme a nadie en particular, con el arma en la mano y dando vueltas por la enfermería-quiero decir, el bicho de Benth salió enseguida. ¿Cómo ha podido salir uno de William? ¿Alguien entiende algo? Y, sobre todo, ¿cómo paramos a ésa cosa?

Tras ésa última pregunta, mi mirada se posa en Nikolai.

-Es evidente que tú sabes algo, que tienes algún plan para parar a ése bicho. No voy a amenazarte para que lo digas, pero creo que deberías compartirlo con todos nosotros. Si algo te pasa, es mejor que lo que sea que tengas pensado no muera contigo. No sé como funciona ése chisme de almacenar conciencias, y no creo que pueda comprenderlo nunca, así que prefiero que lo digas sin más. 

Cuando Nikolai me empieza a amenazar lo miro de reojo con odio.

- Eso decían Harper, Manfred y Rodrik. Y se ha visto que eran malos. Y ahora están donde están por ir en contra de la Humanidad, ¿te enteras? Así que deja de hacerte el abusón y si eres un cazador de élite, caza algo de tu tamaño. - Le respondo, casi automáticamente, imitando su tono y su forma de hablar. Pero entonces empieza a suceder todo y me sobresalto. 

- ¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡WILLIAM NO!! ¡¡FRAN!! ¿QUÉ DIABLOS HACES? - Miro impotente cómo corre y enseguida junto mis manos para rezar y hundo mi cabeza en mi pecho mientras corro hacia la enfermería con todos. Cuando llego allí, me tiro al suelo y empiezo a rezar internamente.

Me acerco a George. Mi mirada demuestra miedo, pero algo en mi rostro refleja seguridad y decisión. - Estás bien, ¿verdad? Tengo que hacer una cosa. Quédate mientras con Claude y los demás del equipo de seguridad, ellos te cuidarán en mi ausencia. No me odies... Lo hago por el bien de todos... - Se me escapa una lágrima.

Me acerco a Bailey y le susurro algo, con poco cuidado de si los demás me escuchan o no - Creías que podríais jugar conmigo, ¿verdad? No sabéis a quién le habéis tocado los cojones, hijo de la gran puta.

Sin decir nada más, salgo corriendo al pasillo sin mirar atrás.

Mientras corro, cuando estoy lo suficientemente lejos, sin detenerme para que no me alcancen a tiempo, me meto la pistola en la boca y aprieto el gatillo.

Dios... ¿Me escuchas? ¿Dios? Bueno... no sé si me escuchas, pero si lo haces, por favor. No dejes que los aliens nos maten. Y recibe bien a Fran. Era bueno, y trabajaba para ti muy bien. Por favor, no dejes que el alien lo mate. Si se ha muerto ya, por favor, cuídalo. Haz que vuelva del Valhalla ése, porfi porfi porfi. Te prometo que no me portaré mal nunca más. Y que... que... no le haré caso a mi primo Rett cuando me enseñe cosas de chicas. Te prometo que ya no insultaré más a nadie, y si quieres que el alien me mate, pues que me mate, pero por favor, que pare todo esto ya.

Dios. Si eres bueno. Para esto ya. Los malos ya están controlados. Los demás solo queremos volver a casa. Por favor, cuida del alma de Fran, y de Will. Y si hay alguna forma de que Sam e Isa se vuelvan buenas de nuevo, hazlo, por favor. Pero si se tienen que ir al Infierno, no voy a ser yo el que discuta, ¿eh? Yo me porto bien y acepto lo que digas. Pero porfa... tengo mucho miedo. Solo quiero volver a casa. Y Fran y Will eran buenos.

Todos podéis escuchar un disparo que retumba por la nave.

Francesco queda paralizado durante unos instantes, observando el cuerpo interte de Katarina. Sólo al escuchar el ruido de la criatura que había salido de su pecho al deslizarse, pudo reaccionar, y darse cuenta de que no debía quedarse donde estaba- Oh Señor...Oh Dios mio... -se llevó las manos al cabello, mesándoselo, respirando hondo antes de agacharse y pasar un brazo bajo los hombros de la mujer. 

Pesaba mucho para él, que no era un hombre precísamente atlético, pero no podía dejarla ahí. Arrastrándo sus pies lo más rápido posible, entró con ella a la enfermería, y depositó su cuerpo en el suelo, con delicadeza, en medio de un quejido, dejándose caer él acto seguido, tendiéndose boca arriba, observando los rostros de todos los que seguían vivos, y sintiendo de pronto unas ganas inmensas de llorar. Llevándose las manos al rostro, comenzó a sollozar- Dios mio... -dijo, compungido.

Todos podéis ver como Francesco está en perfecto estado, su ropa está como cuando salisteis de la criogenie.

En cuanto entra en la enfermería Claude se queda mirando las cápsulas blancas unos segundos, deseando empezar a meter los cuerpos en ellas, pero sin muchas fuerzas para ponerse a hablar y pedir ayuda para ello. Finalmente se acerca a uno de los ordenadores, se logea y teclea algo durante unos instantes.

Se vuelve hacia Katarina cuando habla y la mira horrorizada, extendiendo una mano hacia ella. - ¡NO, KATARINA, ESPERA! - Pero no llega a tiempo y la mujer sale corriendo. Claude deja caer el brazo y se lleva la mano a la cara, esforzándose por mantenerse fuerte a pesar de todo lo que sucede.

Respira profundamente antes de volverse de nuevo hacia el ordenador y terminar de teclear. Cuando la puerta se abre y entra el sacerdote con el cuerpo de la mujer lo mira, completamente alucinada y sin ser capaz de decir nada.

Tarda unos cuantos segundos en reaccionar y cuando lo hace, señala las cápsulas. - Tenemos que meter los cuerpos en ellas... Katarina... Tenía un alien dentro, la estaban chantajeando para que lo llevase a la Tierra... Y dijo que también querían a Evelyn viva, así que no debemos traerla de vuelta por ahora.

Finalmente se acerca a George y sin decir nada, lo abraza en silencio durante varios segundos.* - Déjame el bolígrafo que te di, por favor. - Le dice después suavemente al oído.

Paso algunos minutos en shock al ver que muchos de los tripulantes hacen caso de las palabras de Harper y me señalan como uno de los infiltrados, en ese momento el caos se apodera del lugar y nuevamente somos victimas de la critura, asi que corro junto a los demas hasta al enfermeria, en ese momento me dispongo a defenderme de las acusaciones. –Pero como pueden acusarme solo por las palabras de Harper, están confiando en el único infiltrado confirmado que teníamos, cuando es lógico que ha acusado a todos los inocentes posibles menos a sus compañeros de misión para que ellos puedan continuar asesinándonos y lo más extraño es que William con Claude en complot son los más determinados en asesinar a los chivos expiatorios. Pero bueno como siempre parece ser que yo soy el único que pienso aquí, así que espero la puñalada por la espalda o el disparo de alguno de los supuestos salvadores, pero recuerden cuando yo este muerto y la criatura los siga cazando que todos ustedes asesinaron a personas inocentes.-

 Todo, todo hule a muerte. Temblando de miedo sigo a los demas, la muerte, el alien, el infiltrado. El miedo se apodera de mi, pero debo ser valiente. Me golpeo repetidamente la cabeza. Debo tranquilizarme, debo tranquilizarme.

-Los... los infiltrados le han matado, ¡han puesto esa cosa en el!. Lo han hecho mientras dormia, por eso le han matado, porque el los estaba descubriendo.

Mi agitada respiración vuelve poco a poco. EL no actuar ha sido fatal. El actuar también. Pero debo decidirme, debo decidirme.

Observo la salida de Katarina sin encontrar fuerzas para detenerla. No me lo puedo creer, y no me lo explico. Finalmente, se oye el disparo, y un tiempo después, entra el sacerdote cargando con la mujer. O, mejor dicho, con su cadáver.

-No puede ser... Confiaba en mí, ¿por qué no me lo dijo? Quizás podría haberla ayudado...-susurro, sin apartar la vista del cuerpo de la miembro de seguridad. Ahora, él era el único del equipo original que no había muerto. Y, aunque Hasarov había vuelto, se sentía excesivamente expuesto. 

-¿Señor? ¿Qué debemos hacer ahora?

William... katarina.... porque? No lo entiendo..... acaso... Katarina tenia un Xenomorfo en su interior y ella lo sabia? Por eso se quito la vida? No lo entiendo...... y como pudo llegar el rompe pechos al interior de William? No se suponía que era solo a través del agarra cabezas?

Es evidente que hay una gran tensión en el ambiente, todos os miráis dudando en quién será el primero en moverse y entonces Peter se lleva las manos al pecho y abre la boca intentando exhalar un grito de dolor, pero no sale nada de sus pulmones. Cae de rodillas al suelo, intenta tomar aire, y termina de tumbarse en el suelo sin vida.

Anonadados por el regreso de Francesco en perfecto estado a pesar de haber visto su sangre en el pasillo, y esto unido a que Peter acaba de caer al suelo ante vosotros os hace plantearos que algo más puede estar ocurriendo.

Os fijáis en que en una de las camillas donde habíais dejado a William, este se levanta, tiene una horrible herida en el pecho que alguien ha tratado, y parece moverse con dificultad... desde luego está muy dolorido en toda la caja torácica.

Dejo pasar la respuesta de George y Claude, solo eran un par de niños que no tenían idea de nada. Francesco volvía con el cadáver de Katarina, Francesco volvía a la vida y William también. Harper y Bayley habían caído... ya no deberían quedar infiltrados, ya deberían de haber muerto. Eso esperaba.

- Muy bien... primero que nada, el lanzallamas funciona, pero a juzgar por el peso del tanque dudo poder mantener una buena llama más de dos veces antes de que se vacíe. La criatura tiene un método de ataque sencillo, parece tener la inteligencia suficiente para identificar el peligro, me atrevo a asumir que busca atacar a quién este más desprevenido. Tu, jefe de seguridad... Tenemos que ir a la armería si queremos eliminar a la criatura, todos tienen que representar peligro al animal... Todos.- Dijo esto, girándose a observar a George.- El tamaño nunca ha sido un problema, a tu edad ya había degollado a mi primer león.- Su mirada era seria y dura, pero no quería transmitir ninguna emoción en especial, simplemente era su forma de ser.

- Tenemos que movernos rápido, eso confundirá a la criatura, que era encontrar una presa fácil, no es un organismo que tome muchos riesgos. Tenemos que hacerlo rápido, en pocas horas la criatura que salio de William alcanzará una etapa adulta. William dijo que en la Nostromo habían más de ellas, lo que me hace pensar que es una criatura social y que ataca en grupo. La atención del animal se concentraba en uno de nosotros gracias a los infiltrados, ahora es una maquina de matar a todo lo que se mueva.-

- Diría que una de las mejores opciones es moverse apegados a las paredes, ¿de cuantas armas disponemos ahora mismo? Tengo entendido que 4, ¿no? Si alguien tiene algo que pueda ser útil que lo diga ahora.- 

Todo ocurre muy deprisa, primero la criatura saliendo de William y Francesco haciendo de cebo, luego Katarina y ahora parece que el cura ha vuelto a renacer, algo le ha pasado a Bailey y, no sé cómo,  William logra levantarse con esa horrible herida en su pecho.

- ¿Cómo es posible? ¡William! ¿Estás vivo? ¡¡Pero esa cosa te perforó la caja torácica!! ¿Es que eres otro ciborg tú también?

Y si Katarina llevaba a otra criatura dentro y se ha suicidado para evitar que saliese de ella...todo aquél que haya andado solo por la nave podría haber sido infectado como ella...-Al decir esto miro a Nikolai, que expone su plan por fin- Yo tengo un cuchillo, pero dudo que sirva de algo contra esa cosa. Espero que no te hayan hecho nada a ti también, o lo tendremos muy crudo.  

Observa a la doctora.- Descuide, nadie me ha tocado desde que estoy aquí. Al menos no sin que yo lo note.-