Partida Rol por web

Normandía, día 188 de misión.

Tras unos minutos más en que estáis todos pensando qué hacer, el grupo decide dividirse, la mayoría iríais al puesto de mando, mientras que Claude y William se quedarían en la enfermería.

Ambos grupos se despiden, George parece no muy convencido, pero al final transige y camina junto al resto hacia el puesto de mando.

Cuando la mayor parte del grupo sale, la puerta se cierra, y solo el maullido del gato interrumpe el sonido del goteo y del metal recibiendo pequeños golpes, posiblemente pasos.

Salís al pasillo y comenzáis a andar, tratando de no despegaros los unos de los otros para no dejar un solo hueco libre. A pesar de ello, la tensión se respira en el ambiente.

Tan pronto como habéis andado durante dos minutos, empezáis a escuchar ruido por los conductos, y sabéis lo que va a ocurrir, os pegáis aún más y entonces una de las criaturas se lanza desde los conductos sobre el grupo. Todos los que estáis armados sacáis rápido las armas, pero para cuando lo hacéis, ya es demasiado tarde y el cuerpo de Liliana está en el suelo ensangrentado mientas el Alien aún está sobre él desgarrando sus músculos.

Antes de que nadie pueda hacer nada, Julian se arroja contra él con todas sus fuerzas y descarga un golpe con una fuerza absolútamente inhumana contra el Alien justo antes de descargar otro. La criatura se defiende lanzando golpes y coletazos a diestro y siniestro contra el cyborg, pero antes de que el resto del grupo pueda intervenir, escucháis al otro Alien acercándose. La histeria os puede y salís todos corriendo sin mirar atrás mientras seguís escuchando a Julian en una cruenta batalla contra el Alien... hasta que escucháis una explosión.

Según vas corriendo por el pasillo junto al resto del grupo, parece que todos te van dejando atrás, eres más lento que ellos y no tienes forma de defenderte de eso... Vas viendo como todos huyen, no les puedes seguir...

Y entonces, sientes como tu espalda es perforada, miras hacia delante y ves la cola de un Alien saliendo de tu pecho, intentas gritar, pero el aire no llega a tus pulmones... sientes dolor... tanto dolor...

Al Alien te suelta y camina hacia el resto del grupo, dejándote atrás...

Al fondo del pasillo ves una luz resplandeciente... una figura envuelta el luz que avanza hacia ti, el Alien emite un grito y salta para huir de nuevo a los conductos... estás muriendo, y lo sabes... solo te da tiempo a ver como esa figura empieza a correr hacia ti... Fran.

No entiendo nada, Dios. Y encima Te has llevado a Fran otra vez. Él es el que me enseña a rezar y a saber cosas sobre Ti. ¿No puedes traerlo de vuelta otra vez? O eso es demasiado pedir... - Resuena en tu cabeza.

No sabes por qué, no entiendes como, pero sabes una cosa: Te necesitan.

Estás en un pasillo oscuro y sientes dolor al otro lado. Ves la figura de un Alien frente a ti andando en tu dirección, pero no temes, sabes que Dios está de tu lado, que él te guía, que eres su herramienta.

Avanzas desafiante hacia él, y la criatura parece asustarse y huir metiéndose en los conductos de ventilación... Entonces... lo ves.

George está tendido en el suelo desangrándose, nada más verlo corres hasta él, pero no te da tiempo a llegar a su cuerpo con vida...

Lo agarras con fuerza y sientes su muerte entre tus brazos... lloras... y sientes una rabia tremenda... lo han dejado morir... solo...

Tomas su cuerpo y avanzas hacia el puesto de mando, sabes que el resto está ahí.

El resto de la tripulación sale de la enfermería y os quedáis los dos solos, os miráis y hay una sonrisa cómplice entre ambos.

Aun así, antes de nada, sabéis que tenéis vuestra prisas, el chico se muestra nervioso, parece que algo le preocupa...

- Está hecho... - Dice de pronto William sin que tenga ningún sentido, y Claude lo mira incrédulo.

- Maldito Julian... - Añade poniendo un gesto de rabia y entonces exclama - ¡No! ¡George! ¡No! ¡NO! ¡¡GEORGE!!

William se pone en pie de golpe, mira al frente y sencillamente su cuerpo cae inherte al suelo, muerto.

Claude se lanza sobre él para comprobar sus constantes vitales, pero está muerto... está muerto... empieza a llorar hundida... pero consigue sobreponerse.
 

Llegáis corriendo al puesto de mando, está todo hecho polvo...

Según llegáis, vais intentando recuperar el aliento... Os giráis para contar quienes habéis llegado... Akira... Emanuel.. Iris... Y entonces caéis en la cuenta, la doctora Liliana no ha llegado... ni Julian, pero lo que más os sorprende a todos es que George no está.

La puerta de la sala de mando se abre y entra Francesco en perfecto estado, con su sotana manchada entera de sangre por llevar en su regazo el cuerpo sin vida de George.

El cuerpo de George sobre el sacerdote empieza a combulsionar y entre los movimientos, tose, dos veces.

Francesco rápidamente lo baja al suelo y lo mira mientras este abre los ojos... está... ¿vivo?

Sientes un ardor en el pecho... toses... abres los ojos... Francesco está a tu lado...

Estás tendido en el suelo en el puesto de mando, no hay rastro de Julian ni de Liliana, el resto estáis todos os que salisteis... te duele el pecho y estás bastante manchado en sangre... pero estás bien.

El viaje al puesto de mando ha sido movido a más no poder. Ni siquiera soy capaz de pensar en que hacer, mi cuerpo se mueve solo. La explosión que escucho a mi espalda hace que me detenga unos instantes. Lo ha hecho. Un alien menos... Pero las buenas noticias acaba ahí. Cuando llegamos al puesto de mando me doy cuenta de que George no está.

Siento de pronto una angustia enorme. Ha muerto una persona y un cyborg por el viaje hasta el puesto de mando, no podía ser que también el pobre niño... Pero la imagen que se presenta a continuación no deja lugar a dudas. Francesco aparece en escena con el cadáver del niño en brazos. Caigo de rodillas, incapaz de articular palabra y me quedo así hasta que el cuerpo del niño empieza a convulsionar.

Sin creerme lo que veo mis ojos se llenan de lágrimas.-Lo siento, Geroge, lo siento. No teníamos que haber venido tan lejos. Por mi culpa... Por mi culpa has muerto e Iris también... y Julian. Jamás debí traeros conmigo hasta aquí.

Se me ha olvidado por completo mi misión. Ha muerto demasiada gente en esta expedición y no puedo apartar mi mente de esos pensamientos y del niño, aún manchado de sangre.

Me llevo las manos al pecho, donde tengo la herida y entonces sonrío a Fran.

- Ha- s... vuelto... - Digo, sonriendo, antes de caer al suelo, con algo de paz a pesar del dolor. No sé cuánto tiempo pasa y abro los ojos. Toso y miro a Francesco, mientras me toco. Me siento sin muchas fuerzas, como muy cansado y dolorido, pero poco a poco parece que con cada movimiento me desentumezco más.

- ¿F- Fran? - Digo con voz ronca. Me aclaro la garganta. - ¿E- esto... esto es el cielo? ¿Valhalla? - Oigo a Akira y lo miro. - ¿He muerto? ¿Estamos todos muertos?

Claude sonríe a William tranquilizadoramente, agradeciendo el momento de soledad y esperando poder hablar con él y averiguar qué le está pasando. Sin embargo, antes de que puedan hablar algo parece sucederle y tras gritar el nombre de George cae al suelo.

La joven se lanza tras él, rogando porque no sea más que otro desmayo y cuando no encuentra sus constantes empieza a sollozar. Un intenso frío se extiende por su interior entonces y siente como si sus huesos fueran de hielo y pudieran quebrarse en cualquier momento. - No... William... Ahora no... - Murmura en un susurro con la voz rota mientras abraza el cuerpo del hombre contra ella. 

Durante un par de minutos permanece simplemente así, sollozando y perdida en su tristeza. Pero entonces algo acude a su mente. William nombró a George... La joven susurra hacia el intercomunicador, para preguntarle a Paysal por el pequeño. 

Y mientras William llega al Valhalla, ella siente perfectamente que algo no va bien con su consciencia, parece a punto de perderse... para siempre. De un salto se levanta y se dirige al ordenador a toda velocidad, para tratar de restaurarla o estabilizarla.

Respira intentando asimilar todo lo sucedido. Al parecer quedaba un alien menos, podíamos decir con seguridad que ya no eran tres, pero aún no teníamos claro si aún vivía aquel que había sido quemado. 

Pero ello no importaba, Julian podía volver a ser reparado (o eso creía). Se acerco a Francesco y puso la mano en su hombro.

- Ala... Dios... o el que sea que esta haya arriba te estima.- Asintió con la cabeza, antes de frotar el cabello del muchacho.- Y tu eres un jodido crío con suerte... Creo que los llevare a todos de safari si salimos de esta.- 

Se giró hacia Akira e Iris.

- Vamos, no tenemos tiempo que perder, hagan lo que tengan que hacer y vamos a la armería. Volvamos a la enfermería antes para dejar a George, no quiero que le ataquen de nuevo, Paysal, ¿como siguen Claude y William? -

Mientras examino a George, me quedo más tranquila al saber que las heridas son menos graves de lo que me temía y saldrá de esta. Sobre Francesco, ya nada me sorprende.
-Está bien, pasemos de la criogenesis, yo me vuelvo también a la enfermería cuando llevemos a George, así podré curarle. Y si acaso escanearé a Margaret.

Me encontraba agotado de todo aquello, y frustrado por el resultado de nuestro viaje hasta el puente de mando. Sin embargo, la llegada de Francesco, y llevando con él a George, me sorprende gratamente. Por desgracia, es el único al que ha salvado, pero menos da una piedra.

-Me alegro de veros... A los dos.

Me pongo serio brevemente, como escuchando algo, antes de contestar a la pregunta de Nikolai.

-Aún no lo sé... Pero parece que ha ocurrido algo. 

- George...-dijo, con la voz temblorosa- No, no estamos muertos. Tú habías muerto pero... Oh Dios mio, es un milagro-lo abrazó, con delicadeza, antes de dirigir una mirada severa a todos los demás.

- Le habéis dejado solo. Ninguno de vosotros, se ha dignado a quedarse y defender lo más vulnerable de esta tripulación. Ninguno ha vuelto atrás a buscarle- frunció el ceño- Sí, dad gracias a Dios, porque de no haber vuelto yo, este jovencito... No lo estaría contando.