Partida Rol por web

En mitad de la Amalgama, frondoso, recordando el Caos del Pasado, desafiando la naturaleza, un Bosque se alza...

Pero no es un Bosque normal, ah, no... En ese bosque se han librado miles de batallas, las raíces de sus árboles están teñidas de la sangre de los caídos. El murmullo del viento se escucha como si se tratase de un lamento. Pero también son miles las vidas engendradas en el lugar, y los pájaros trinan como si no hubiese mañana.

En ese bosque es en el que ahora mismo os encontráis, al menos una parte de vuestro ser. Sed inteligentes y aprovechad, pues pronto se verá el final.

Vuestro corazón late con fuerza, sentís la tranquilidad.

El Bosque es ahora Vuestro, así como el Corazón Verde, y sois sus Guardianes.

Él despierta con vuestra llegada.

Y os brinda su poder y tranquilidad.

Miro a mi alrededor, sintiéndome en casa de nuevo, admirando el Bosque al que he vuelto como quien vuelve a su hogar, y me parece más hermoso que antes, renovado y lleno de fuerza.

Luego dirijo una mirada torva a Cell que al parecer es ahora el custodio del Bosque y sin dirigirle ni una palabra me giro hacia mis nuevos compañeros. Sonrío al ver a Troolshy y me sorprendo al ver a Ferriel. Ambos me parecen una buena compañía. Sin embargo... Echo de menos a alguien, y su ausencia provoca ligeras turbulencias dolorosas en mi agua, enturbiando mi alegría inicial.

- Hola. - Saludo a los dos ancianos con tono respetuoso. Me dirijo a Troolshy en primer lugar. - Me alegro de verte aquí de nuevo, Troolshy. El Bosque nunca sería lo mismo sin ti. - Después me giro hacia Ferriel. Y mi voz tiene tintes de arrepentimiento enturbiados por una ligera soberbia que no soy capaz de eliminar. - Lamento haberte votado. Pero en realidad no fui yo. Tengo una deuda con el azar y le entregué mis votaciones. Creo que Zyba ha estado alterando mi azar para vengarse de mí por querer fluir libre. - Me encojo de hombros. - Supongo que por eso me obligó a votar a la persona que me parecía más sensata en ese momento. Ahora me he liberado de su yugo, así que espero que el azar vuelva a correr a mi favor y no se arremoline.

De pronto me encuentro en ese extraño bosque, miro a un lado y a otro sintiéndome abrumado por la vida que allí hay, todo lo contrario que en el resto de lugares de este sin sentido de guerra.

-Bien podría la naturaleza ser nuestro Dios... tiene el poder de destruir y dar vida, mas no de defenderse de su creación, nosotros.

Miro entonces a Rienott y niego con la cabeza.

-No desesperes, joven, no te guardo rencor por esa decisión, cada cual lucha en esta batalla como cree que debe hacerlo y nadie debe arrepentirse de cómo lo ha hecho, pues no puede volver al pasado a remendar sus errores. Todos debemos aprender de ellos y seguir luchando.

Cojo aire y me giro hacia Troolshy.

-Me alegra ver que la sabiduría de la anciendad está de nuestro lado.

Sonrío al ver que Ferriel no me guarda rencor. - Gracias por comprenderlo. No todos aquí se esfuerzan por entender a los demás.

Después vuelvo a mirar a mi alrededor, fijándome en una rama, sobre la que se solía sentar, después me dirijo al pie de un árbol en concreto y me siento allí. Hago un ademán señalando hacia Troolshy. - Él medita mucho, sus aguas son muy calmas y puede que tarde en responderte, pero  no dudes que te ha escuchado. 

Un suspiro mientras mi mano acaricia la hierba junto a mí y hablo a Troolshy. - ¿Recuerdas lo que nos ofreciste? ¿Aún sigue en pie?

Después me dirijo a ambos. - Quizá deberíamos pensar cómo repartiremos todo ese poder. El Bosque puede necesitarnos preparados en cualquier momento. ¿Queréis dejarlo en manos del azar? ¿O tenéis alguna preferencia?

Asiento ante las palabras de Rienott sobre el otro anciano y asiento con la cabeza haciéndola partícipe de que las he entendido.

-Sobre los poderes, creo que deberíamos meditar sobre cómo administralos, hacerlo a la ligera solo nos traerá problemas. ¿Alguno quiere hacerse cargo de alguno de los poderes?

Con la mente por fin más clara repaso el poder que hay disponible en este lugar. - Lo primero que deberíamos hacer es elegir un portador para la semilla. Yo lo fui hasta la caída del guardián, pero la entregué para restablecerlo. La otra vez lo elegimos dejándolo en manos del azar y salió bastante bien.

- Respecto a los dones, me gustaría hacerme cargo del Camaleón o el Chamán. No tengo ningún poder ahora, así que no perdería nada. Cualquiera de esos dos llenan mi agua de curiosidad.

- También deberíamos elegir quién será el Alma de la Naturaleza. Por mi parte, propongo también dejarlo en manos del azar. Guiará nuestros pasos acertadamente ahora que Zyba no anda por aquí. ¿Qué os parece a vosotros?

- Es cierto que no hay que tomar una decisión alocada, pero también lo es que cuanto antes decidamos mejor, pues la semilla, por ejemplo, necesita un portador para poder ser recargada.

-Me parece bien, Rienott, que seas la chamán de este bosque, cuanto antes lo sea alguien, antes podremos traer gente a este plano. Tienes mi voto para recibir ese poder, sobre el resto, tendría que meditar más.

Joven, si confiásemos en ti la semilla de la vida, ¿te dejarías llevar de nuevo por el azar a la hora de descargarla?

- No, la semilla no la dejamos en manos del azar, solamente quién sería su portador. El uso de la semilla fue consensuado y pensábamos usarla contra Pharao. Pero viendo que no haría falta para hacer que cayera, pues todos sabían de su corrupción, decidí entregarla para restablecer a Brontes. Si fuera la portadora de nuevo, su uso sería consensuado entre todos. Usarla no es mi decisión, sino la del Bosque, así que votaríamos su uso. - Me encojo de hombros. 

- ¿No deseas otorgar a tu agua alguno de los poderes? ¿Quizá el Alma de la naturaleza, el médium o el camaleón? - Pregunto curiosa.

-Estoy pensando en esa capacidad camaleónica, pero lo cierto es que no termino de decidirme. Y Rienott, ¿tienes alguna forma de mantenerte más con vida para que la semilla esté bien bajo tu protección?

Niego con la cabeza, pero mi rostro no refleja lástima ni preocupación, sino orgullo. - No. Al abandonar a Zyba perdí mi poder y mi habilidad. Y antes de perderlo, entregué todos mis cartuchos para restaurar al Guardián. Podría tener una forma, pero también di una esfera para morir al resucitar, así que no serviría tampoco. De todas formas, la semilla se sigue cargando aunque yo muera, si lo hiciera, sólo tendríais que conseguir traerme de vuelta una vez cuando queráis usarla. Si tú tienes alguna protección, quizá sería mejor que la portaras tú.

EL anciano saludo ligeramente con la cabeza a cada uno de los mienbros, ahora eran pocos, pero al menos confiaba en la portadora del caos y respetaba las palabras del segundo mas anciano del conclave.
-Vaya, vaya... Parece que todo se nos esta acumulando.-Comento sin llegar a mirar a nadie, solo meciendo su barba al son de su cabeza.

-Mas yo diría que el azar el divertido. Pero os pediría que me obviases para el poder del Medium. En mi anterior visita a esta lucha al lado de Cell.-Sonrió al saber que esta presente entre ellos.-Porte este poder como una gran responsabilidad, pero a diferencia del aquel. Ahora mi naturaleza es mas bien pasiva, por lo que me temo que no podría ayudar como antaño a los muertos con sus dudas. Por lo que alguno de vosotros estoy seguro que sera mejor opción que este viejo.-Asintió a sus propias palabras y espero una decisión, sobre el resto de poderes, como bien claro dejo le era indiferente. Esa era la única condición de un viejo veterano.

-O! Y siento decirte, que ese poder del que preguntas, se lo entregue a las esferas, para que nuestro querido guardián volviera a la vida.-Su cara no cambiaba.-Por lo que me temo que ya no puedo ayudaros en ese aspecto.-Contesto al agua.

Mi rostro refleja tristeza al escuchar las últimas palabras de Troolshy. - Vaya... Es una lástima. Entonces sí que me gustaría ser la chamán, si no os importa. Necesito traerlo a mi lado aunque sea aquí con vosotros. Sobre la semilla y el alma de la naturaleza... Soy partidaria de que nos juguemos quiénes sean sus portadores. Los tres somos válidos para ello, y el azar nos guiará con sabiduría.

-Si la siguiente vez que vuelvas a la vida morirás, Rienott, no puedes portarla tú, básicamente porque nos costará el doble poderla utilizar. Creo que o Troolshy o yo deberíamos ser quein la portemos, quién de los dos no me importa, a si que le propongo a él. Sobre el poder del medium, me parece correcto que lo poseas tú.

- Pues me parece bien, que la porte Troolshy. - Accedo enseguida, sin ganas de debatirlo más. - Pero yo no quiero el poder del medium, quiero el del chamán. Y podríamos dejar en manos del azar el Alma de la naturaleza. Será lo más divertido.

-Rienott, comprendí mal las palabras de nuestro amigo y me refería a él. Por mi parte cuentas con mi voto como chamán.

-Como gustéis, yo lo portare entonces, contesto a ambos. Y pensar que si Rienott finalmente adopta al chaman, yo seria el camaleón y Ferriel el medium. ¿Es correcto?-Una vez mas hacia incapie en no querer un don con tanto peso como el ser Medium.

-No - Digo de forma algo cortante - No tengo intención alguna en convertirme en un medium. Preferiría no volver a ver a Lianne.

- Yo tampoco deseo ser médium. Me gustaría ser chamán para poder traerlo a mi lado si cae. - Me encojo de hombros. - ¿Qué hacemos con el resto? Si los dos queréis ser camaleón quizá podríais jugarlo con una moneda.

Serás el Chamán a partir de ahora, Rienott.

Dicho esto, un cristal verde estalla sobre Rienott, el musgo la envuelve... Y surge completamente nueva.

Y la Semilla la portará Troolshy hasta que decidáis lo contrario.